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Perfiles educativos

Print version ISSN 0185-2698

Perfiles educativos vol.33 n.133 Ciudad de México Jun. 2011

 

Claves

 

Perfil de personalidad de estudiantes universitarios de la carrera de Psicología. El caso de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala

 

Personality profile of university undergraduate students in Psychology. The case of the Facultad de Estudios Superiores Iztacala in Mexico

 

Laura Edna Aragón Borja*

 

* Maestra en Psicología, UNAM. Profesora titular en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala-UNAM. Jefa de la Unidad de Evaluación Psicológica-Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM. Publicaciones recientes: (2005), Evaluación psicológica en el área educativa, México, Pax México; (2006), Evaluación psicológica en el área clínica, México, Pax México. CE: aragonb@servidor.unam.mx y aragonb@gmail.com

 

Recepción: 29 de abril de 2010
Aceptación: 23 de septiembre de 2010

 

Resumen

La investigación que se reporta tuvo el propósito de describir el perfil de personalidad del estudiante de Psicología de la FES Iztacala y para ello se aplicó el cuestionario 16PF a una muestra de 433 estudiantes de 1º a 8º semestre. En general, en la norma se encontraron los factores de expresividad emocional, sociabilidad, confianza, dominancia, autosuficiencia, inteligencia, impulsividad y autoestima. Como características positivas se catalogó a los estudiantes como poseedores de pensamiento liberal, poco convencional y con poco apego a las normas morales; son compasivos, sensibles y emotivos, así como espontáneos, sinceros y francos. Sin embargo, durante los tres primeros años de la carrera poseen poco autocontrol y son emocionalmente poco estables y maduros. Se discuten los resultados a la luz de las características idóneas para esta profesión así como la necesidad de fortalecer aquellas que les permitan desempeñarse adecuadamente en su ejercicio profesional en beneficio del paciente.

Palabras clave: Estudiantes de Psicología, Personalidad, Evaluación psicológica, Cuestionario 16PF, Emotividad, Apego a las normas.

 

Abstract

The research that is presented in this article had as purpose to describe the personality profile of students of Psychology at the Faculty for Higher Studies (Facultad de Estudios Superiores, FES) Iztacala of the Universidad Nacional Autónoma de México and to do so the author applied the 16PF questionnaire to a sample of 433 students between 1st and 8th semester. Broadly speaking, in order to establish the standard the factors taken into account were emotional expressiveness, sociability, confidence, dominance, self-sufficiency, intelligence, impulsiveness and self-esteem. As positive characteristics they recorded the students as in possession of a liberal thought, little conventional and not so much attached to moral standards; they are compassionate, sensitive and emotional, and also spontaneous, sincere and frank. However, during the first three years of the course they are emotionally unstable and immature. The results are discussed in the light of the suitable features for the profession and of the need to strengthen the characteristics that make possible for psychologists to carry out properly their profession in the interest of their patients.

Keywords: Psychology students, Personality, Psychological assessment, 16PF questionaire, Emotionalithy, Attachment to the regulations.

 

INTRODUCCIÓN

En la actualidad es innegable la importancia que la educación tiene en el desarrollo no solamente de un país, sino también de cada individuo en particular; aquellos que tienen el privilegio de poder acceder a la educación superior tendrán un futuro con mejores oportunidades y ventajas a nivel intelectual, social, laboral y económico. El trabajo no es sólo una fuente de ingresos económicos sino, como fenómeno sociocultural, es también una fuente de bienestar psicosocial, de estatus y de reconocimiento, por lo que se considera que estudiar una carrera universitaria puede facilitar la movilidad social. De esta manera, la meta final de los estudiantes universitarios es terminar con éxito la carrera que han elegido y titularse para poder insertarse en el mercado laboral.

El éxito en los estudios depende tanto de factores económicos como de factores personales y psicológicos. Dentro de los económicos se encuentran los recursos suficientes para poder solventar los gastos de alimentación, transporte, compra de libros y materiales de estudio; dentro de los personales, las condiciones de salud, tiempo dedicado al estudio, esfuerzo y dedicación. Los factores psicológicos pueden contribuir al rendimiento académico tanto positiva como negativamente; comprenden la inteligencia, la personalidad, la motivación, el estrés, la ansiedad y la depresión, entre otros.

Es de sobra sabido que uno de los factores psicológicos determinantes para el éxito en los estudios a cualquier nivel, desde la enseñanza básica hasta el de estudios superiores, es la inteligencia; sin embargo, en las últimas décadas se han desarrollado diferentes aproximaciones teóricas acerca de la inteligencia humana en las que se reconoce la importancia que los factores emocionales y de personalidad tienen en el comportamiento inteligente (Cattell y Cattell, 2001; Epstein, 1998; Goleman, 1999; Mayer y Solovey, 1997).

 

PERSONALIDAD

La Real Academia Española de la Lengua (2010) define la personalidad como la "Diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue de otra" y también como el "Conjunto de características o cualidades individuales que destacan en algunas personas". Etimológicamente, la palabra "personalidad" se deriva de la expresión latina "persona", que precede a su vez del griego y que significa: mirada, aspecto exterior, apariencia, imagen percibida por los demás, máscara, vestimenta alrededor del cuerpo y todo aquello que sirve para arreglarse con el fin de mostrarse en público y que encuentra en el mundo del teatro su aplicación principal.

Warren, en su Diccionario de Psicología (1984: 264), define a la personalidad como la "Organización integrada por todas las características cognoscitivas, afectivas, volitivas y físicas de un individuo tal como se manifiesta a diferencia de otros"; como "La caracterización o patrón general de la conducta total de un individuo" y como "Aquellas características de un individuo que más importan para determinar sus ajustes sociales".

Para Pervin (1984), no existe una definición única generalmente aceptada de personalidad, y menciona que varias definiciones de personalidad son posibles y han sido usadas. En Psicología, el campo de la personalidad está interesado en el individuo como un todo y en las diferencias individuales; si bien se reconoce que todas las personas son similares en alguna forma, los teóricos de la personalidad están particularmente interesados en los modos en que las personas difieren unas de otras, por lo que las diferentes definiciones no son necesariamente ciertas o falsas sino que son más o menos útiles a los psicólogos interesados en la evaluación de la personalidad. La exploración científica de la personalidad intenta entender cómo las personas son similares y al mismo tiempo reconocer que los individuos son únicos en ciertos modos; pretende descubrir, entender y explicar regularidades en la conducta humana.

Pelechano (1993) postula que en el estudio de la personalidad predominan los contenidos de las dimensiones emocionales y sentimentales del ser humano, y menciona que en los últimos tiempos también se incluyen en el campo aspectos relacionados con la inteligencia, motivación, pensamiento, actitudes, creencias y valores.

Pervin (1984) distingue siete teorías de la personalidad:

• Teoría psicodinámica, psicoanalítica o freudiana, cuyo énfasis se focaliza en la interpretación de la conducta como resultado de la interacción, la lucha y los compromisos que se juegan entre los motivos, impulsos, necesidades y conflictos.

• Teoría fenomenológica de Rogers, centrada en la persona, que enfatiza el mundo fenomenológico del individuo, esto es, cómo las personas se perciben y experimentan a sí mismos (el self ) y a su mundo.

• Teoría cognitiva o personal de constructos de Kelly, que se refiere a cómo el individuo percibe, interpreta y conceptualiza los eventos y el medio ambiente; considera a la persona como un científico que desarrolla una teoría o sistema de constructos para predecir los eventos.

• Aproximaciones conductuales, que comparten la teoría de que la conducta de los seres humanos es aprendida y que su meta es identificar y manipular las variables medioambientales que controlan dicha conducta.

• Teoría del aprendizaje social de Bandura y Mischel, que enfoca su atención a las condiciones que afectan la adquisición, ejecución y mantenimiento de la conducta, poniendo especial énfasis en el aprendizaje observacional o modelamiento.

• Teoría del procesamiento de la información, la cual hace una analogía entre el comportamiento de las personas y las computadoras en el modo en que las personas reciben, seleccionan, codifican, perciben, almacenan, recuerdan, interpretan y recuperan la información.

• Teoría de los rasgos, con sus tres vertientes: Allport, Eysenck y R.B. Cattell, cuya meta es identificar las dimensiones básicas de la conducta estableciendo como unidad conceptual al rasgo, el cual es concebido como una amplia disposición a comportarse de un modo particular.

Para Allport (1974), la personalidad es la organización dinámica, en constante desarrollo y cambio dentro del individuo, de aquellos sistemas psicofísicos (hábitos, actitudes generales y específicas, sentimientos y disposiciones) que determinan sus ajustes únicos a su ambiente, y que lo predisponen a actuar.

Para Eysenck y Cattell, la meta de la medición de la personalidad era encontrar una unidad de análisis que permitiera el establecimiento de una ordenación de la realidad, esto es, una unidad de medida que fuera objetiva. Esta unidad es el rasgo, que se definió como un patrón de covariación de respuestas; para poder delimitar los rasgos, ellos utilizaron el análisis factorial, que proporcionaba así los diferentes factores o rasgos de personalidad (Pelechano, 1993). Ambos autores establecen así una posición cuantitativa en psicología de la personalidad; ambos defienden el empleo del análisis factorial como procedimiento idóneo para aislar dimensiones y delimitar la estructura de la personalidad y postulan, además, la continuidad entre lo normal y lo anormal, esto es, que anormalidad y normalidad representan los dos polos de un continuo cuya diferencia es de grado, de cantidad y no de cualidad; es por ello que el diagnóstico categorial psiquiátrico no posee utilidad en el estudio de la psicopatología.

La diferencia entre Eysenck y Cattell es que la teoría del primero se centra en la delimitación de sólo dos dimensiones básicas de personalidad independientes entre sí: extraversión (expresividad social y facilidad para establecer relaciones sociales e interpersonales, dificultades de aprendizaje de material nuevo, así como de retención y memoria de acontecimientos pasados) y neuroticismo (inestabilidad emocional, tener muchas preocupaciones, así como presentar tensión y ansiedad); posteriormente Eysenck propuso que estas dimensiones poseían un fuerte componente biológico. Su postura teórica es que las dimensiones básicas de personalidad son pocas, de gran generalidad y con un sustrato orgánico. Asimismo, considera que el papel que los elementos situacionales desempeñan en la determinación de las acciones es mínimo: los sucesos de la vida acaecen en función de la personalidad de cada sujeto, esto es, los eventos que les ocurren a las personas son una función del tipo de personalidad que posean (Pelechano, 1993).

En contraparte, Cattell defiende la existencia de numerosos factores o rasgos para explicar la personalidad, por lo que, además del análisis factorial, utilizó otras técnicas multivariadas. Para resolver el problema de la estructura de la personalidad, establece que es necesario inventariar los elementos básicos que constituyen la personalidad con el fin de estudiar posteriormente las relaciones que existen entre ellos. Para lograr este objetivo, Cattell, a partir de los 4 mil 500 términos inventariados por Allport y Odbert para calificar a las personas (1936, citado en Pelechano, 1993), redujo este número a 171 expresiones lingüísticas que se refieren a rasgos de personalidad; del análisis de estas expresiones aisló 46 núcleos de rasgos de personalidad y 36 conglomerados de rasgos que denominó "rasgos superficiales de la personalidad"; finalmente, a partir de estos resultados elaboró cuestionarios y test objetivos, lo que dio lugar a la propuesta de 22 factores fuente, 16 de los cuales son evaluados mediante su famoso cuestionario de 16 factores de personalidad (16PF). Para Cattell (1993), los factores de personalidad del 16PF miden el temperamento, el estilo característico de pensamiento, la percepción y la acción de una persona durante un periodo de tiempo relativamente largo y ante una amplia gama de situaciones diferentes; estos rasgos de personalidad se manifiestan en un grupo de actitudes, preferencias, reacciones sociales y emocionales, así como en hábitos.

Una vez aislado este número de factores básicos, Cattell propone que la relación entre ellos es aditiva y linear, y que por ello los componentes de la estructura de la personalidad se deberían relacionar entre sí de la misma forma que las fórmulas empleadas en la elaboración científica de predicciones (ecuaciones de regresión). La génesis de estas dimensiones o factores serían modelos de aprendizaje "reintegrativo", es decir, un modelo encargado de ir integrando, asimilando, modificando y estructurando informaciones de distinto tipo y distinta importancia: para Cattell, cada rasgo tiene su propia historia, y proviene de una delicada interacción entre una disposición heredada y un aprendizaje a partir de experiencias (Pelechano, 1993; Cattell, 1993).

La autora de este trabajo concuerda con Cattell (1989) y Pervin (1984) en que la personalidad está caracterizada por regularidades en el funcionamiento de un individuo así como regularidades que son similares de persona a persona; representa los atributos de un individuo que lo distingue de otros individuos y que lo hace único, así como los atributos de funcionamiento que son comunes a todos los humanos. La personalidad incluye cogniciones (procesos de pensamiento), afectos (emociones) así como conductas abiertas: la personalidad concierne a las complejas interacciones que se establecen entre los procesos cognitivos, afectivos y conductuales en la persona. Por otro lado, las personas no operan en el vacío, sino que responden y se expresan en relación a situaciones y circunstancias, por lo que estos procesos ocurren en relación a estímulos y situaciones, algunos creados por el medio ambiente circundante y otros creados por la persona misma.

La personalidad de los estudiantes es uno de los factores psicológicos que influyen tanto en el desarrollo de su inteligencia como en su rendimiento escolar; los alumnos de nivel superior en general, y los estudiantes de la carrera de Psicología en particular, se encuentran cotidianamente inmersos en situaciones académicas estresantes que necesariamente tienen que enfrentar y saber manejar, tales como evaluaciones, realización de tareas, trabajos y exposiciones, además de la responsabilidad de una alta exigencia de atención y concentración en su actuación con los pacientes; sin duda su desempeño académico está mediado por sus características de personalidad, por tanto, considero que determinar el perfil de personalidad puede proporcionar datos relevantes para comprender mejor su desenvolvimiento académico.

Específicamente en cuanto a características de personalidad, en la Universidad de Murcia, España, Alonso (1986) realizó un estudio cuyo objetivo fue estudiar la personalidad global de los universitarios de diferentes carreras. La muestra estuvo conformada por 417 estudiantes (191 hombres y 226 mujeres) del tercer curso de las carreras de Filosofía, Pedagogía, Psicología, Ciencias empresariales, Derecho, Química, Matemáticas, Biología, Filología, Geografía e Historia; se aplicó el 16PF de Cattell. En los resultados obtenidos en la carrera de Psicología, cuya muestra fue de 67 estudiantes (17 hombres y 50 mujeres), se encontró que, en cuanto al factor de inteligencia, los estudiantes se encuentran en la norma; la puntuación más alta se da en los varones en el factor de emotividad (sensibilidad tierna y afectuosa), y la más baja, también en varones, en el factor que evalúa el apego a las normas sociales (ésta refiere a que son poco formales y no partidarios de las normas, aunque ambos sexos puntúan bajo en este factor); los varones son espontáneos y de gustos menos elaborados, mientras que las mujeres tienden a ser refinadas, sagaces y artificiales; ambos sexos tienen tendencia a la culpabilidad, son agresivos, inseguros y turbados así como autosuficientes; los varones son suspicaces, dogmáticos e irritables; las mujeres son entusiastas y expresivas, tienden a tener poco autocontrol y hombres y mujeres presentan una fuerte tensión y ansiedad.

En otro estudio sobre las características psicológicas y estilos cognitivos de estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Bitran et al., 2004), los autores aplicaron el Myers Briggs Type Inventory (MBTI) a estudiantes de nuevo ingreso de las carreras de Medicina, Ingeniería, Arquitectura, Psicología y Periodismo, y encontraron que los futuros médicos fueron más objetivos, racionales y lógicos que los psicólogos; y que estos últimos, al igual que los arquitectos, son más flexibles que los médicos y tienen un estilo cognitivo marcado por la percepción intuitiva, siendo a su vez cálidos e interesados en la posibilidades de proyectos nuevos, considerando a estas características como propias de disciplinas tales como la Educación, la Psicología clínica, la Psiquiatría y la Literatura, cuyos estudiosos despliegan su creatividad para satisfacer las necesidades humanas. Concluyen los autores que ya que la evaluación fue realizada con los alumnos de nuevo ingreso, las diferencias encontradas no son atribuibles al hecho de estudiar o ejercer una u otra carrera, sino que pareciera más bien que las distintas carreras atraen a ciertos tipos específicos de estudiantes, siendo los más intuitivos y flexibles los de Arquitectura y Psicología, y proponen que dichas características pueden ser usadas para optimizar el aprendizaje, el desempeño y la satisfacción profesional de individuos y equipos.

En otra investigación llevada a cabo en Colombia, en la Universidad de La Magdalena (Cerchiaro et al., 2006), el objetivo fue establecer la relación entre nivel de pensamiento, rasgos de personalidad y promedios académicos en estudiantes universitarios, como una manera de comprender las variables asociadas con el éxito académico. La muestra la conformaron 195 estudiantes de quinto semestre de 13 diferentes carreras (en Psicología fueron 30 estudiantes, 25 mujeres y 5 hombres) a quienes se les aplicaron las pruebas de pensamiento lógico TOLT, de Tobien y Cupie, y la 16PF de Cattell. Los autores encontraron, específicamente en la carrera de Psicología, una tendencia a la obtención de promedios académicos altos y un predominio de pensamiento concreto; en la muestra total no encontraron una relación significativa entre el nivel de pensamiento y los factores de personalidad en general, aunque sí algunos factores que correlacionaron con liderazgo: socialización, solución de problemas y creatividad; asimismo, en todos los programas académicos encontraron asociaciones de altos niveles de ansiedad con alto rendimiento académico.

En una profesión como la del psicólogo, cuyo ejercicio se realiza prioritariamente interviniendo sobre la vida de las personas, es imprescindible, además de las habilidades y competencias que el currículo escolar le proporciona, poseer otro tipo de cualidades que tienen que ver con sus características de personalidad, esto es, con su manera habitual de comportarse, de pensar y de sentir ante los diferentes acontecimientos de la vida, ya que estas tres esferas (conducta manifiesta, cogniciones y sentimientos) afectarán de manera directa o indirecta su relación con aquellas personas que requerirán sus servicios profesionales. El estudiante de Psicología debe así conceptualizarse como una persona integral, donde lo biológico, lo psicológico y lo social se interrelacionan permanentemente, por lo que tanto su desarrollo emocional como sus características de personalidad contribuirán a la eficacia o éxito en su desempeño profesional.

En lo que se refiere al perfil profesional del psicólogo egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FES Iztacala) (1978) y la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza (1978), coinciden en señalar, en sus planes de estudios aprobados por el H. Consejo Universitario, en que el psicólogo:

Es el profesionista dedicado al estudio de los fenómenos del comportamiento humano y los procesos que con éste se relacionan, para determinar sus condiciones y leyes, en campos de acción diversos como el clínico, educativo, social, laboral, experimental y psicofisiológico.

Más recientemente, para la Facultad de Psicología, en su plan de estudios aprobado por el H. Consejo Universitario (2008), se señala:

El Licenciado en Psicología está apto para la atención de diversas necesidades sociales, pudiendo atender necesidades y problemas de salud mental, bienestar emocional y rehabilitación neurológica (atención a pacientes con depresión, estrés, adicciones, conflictos en las relaciones de pareja e interpersonales, o que han sufrido algún daño neurológico), de índole educativa (bajo aprovechamiento escolar, rezago educativo, aprendizaje y motivación, educación de padres, formación de profesores, orientación y tutoría educativa, innovación en la enseñanza, educación especial), organizacionales (estrés y desgaste profesional, capacitación y selección de personal, educación al consumidor, manejo de clima laboral), procesos psicosociales y culturales (educación comunitaria, solución de conflictos sociales, intervención en grupos, educación cívica y política).

Por lo tanto, el Licenciado en Psicología es el profesional que posee los conocimientos, procedimientos, habilidades, actitudes y valores para comprender, diagnosticar e intervenir en la satisfacción de necesidades y la solución de problemas psicológicos en escenarios diversos, complejos y cambiantes.

Para el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (2002; citado en Silva, 2007), la formación de psicólogos debe comprender el desarrollo de una serie de competencias relacionadas con aspectos teóricos o conceptuales, metodológicos, de uso de técnicas, contextuales de la práctica, integrativos del conocimiento, de valoración y de ajuste, así como con el ejercicio de una práctica profesional responsable, ética y honesta en donde impere la confidencialidad.

Con respecto a esto último, el CódigoÉtico del Psicólogo (Sociedad Mexicana de Psicología, 2005), establece que el psicólogo debe adherirse a los principios de respeto a los derechos y dignidad de las personas, cuidado responsable, integridad en las relaciones y responsabilidad hacia la sociedad y la humanidad.

Por otra parte, en la Memoria de la Primera Reunión Nacional de Psicología, Servicio Social y Salud (2003), se estableció para el psicólogo clínico, el psicólogo educativo y el psicólogo laboral, que el perfil debería comprender habilidades de: observación (análisis y detección), diagnóstico (aplicación e interpretación de instrumentos psicológicos), entrevista, comunicación, planeación y programación (diseño de programas y proyectos), intervención (selección, diseño y aplicación de estrategias), prevención y desarrollo, evaluación (selección y aplicación de métodos, técnicas, instrumentos y procedimientos) e investigación.

Como puede verse, para el perfil del psicólogo se mencionan ciertas habilidades y competencias, pero ¿qué actitudes, valores y características de personalidad debe poseer el psicólogo y cuáles realmente posee durante su formación?, ¿cómo van evolucionando, desde que el alumno ingresa a estudiar la carrera de Psicología hasta que la concluye, esas actitudes, valores, su comportamiento y sus características de personalidad?

Al respecto, en la Propuesta de Modificación del Plan de Estudios de la Facultad de Psicología (2008), dentro del rubro que describe las características de los alumnos y su problemática, se acota (pp. 18-19):

El conocimiento de sus características personales, familiares, socioeconómicas y académicas, considerando su comportamiento en su trayectoria académica, sus expectativas y necesidades, constituye información sustancial para la toma de decisiones académicas dentro de la operación de cualquier plan de estudios... Otras acciones que se desprenden y se explicarán más adelante, incluyen ofrecer espacios de apoyo y fortalecimiento de las competencias académicas, profesionales y personales requeridas por los psicólogos en formación.

En esta misma propuesta se mencionan varias características de personalidad que debe poseer el estudiante (pp. 22 y 23): en cuanto al perfil de ingreso, se considera que es "... importante que tengan sensibilidad social y actitud de servicio"; en el perfil intermedio, se determina que el estudiante "Se adecuará críticamente a las condiciones cambiantes del contexto, reconociendo la pluralidad y los valores propios de la disciplina asumiendo una identidad profesional y universitaria"; y en el perfil profesional, se espera que realice sus actividades profesionales "...de forma creativa y comprometida, en colaboración con otros profesionales, y promueva la innovación de las modalidades de organización y trabajo en los escenarios donde participa. Observa los principios de equidad y respeto a la diferencia, con apego a los preceptos de la ética profesional del psicólogo".

Más adelante, dicha propuesta menciona que los perfiles de ingreso, intermedios y de egreso se expresan en los siguientes valores (p. 23):

1. Reconoce, respeta y asume las diferencias y la pluralidad. Observa los principios y valores de la comunidad profesional a la que pertenece tanto nacional como internacional que correspondan.

2. Propicia una actitud de compromiso, tolerancia y respeto con los otros profesionistas, su gremio y con quienes requieran sus servicios profesionales.

3. Preserva la confidencialidad en su práctica profesional.

4. Manifiesta y promueve el bien común, la calidad de vida y el bienestar psicológico de los individuos y la sociedad.

5. Respeta los derechos de autor y de cualquier obra académica y/o profesional.

Roe (2003) considera que en los últimos años ha aumentado el interés por delinear las cualidades que los psicólogos deben poseer para ejercer exitosamente su profesión y la manera de lograr esas cualidades. Él menciona que uno de los dilemas que surgen al intentar definir las cualidades de los psicólogos es si concentrarse en lo que se debe enseñar a los estudiantes con la finalidad de que se conviertan en psicólogos competentes, o bien centrarse en las competencias que los psicólogos entrenados deben exhibir para demostrar que están cualificados para la práctica independiente.

Al respecto del modelo de formación basado en competencias, Yáñez-Galecio (2005) menciona que el objetivo de dicho modelo es conocer y desarrollar las características que debe poseer un psicólogo para realizar el trabajo que le es propio con pleno éxito, considerando una competencia como un atributo de la persona, vinculado directa y efectivamente con el éxito de la tarea, como una característica individual que puede ser medida de modo confiable y cuya relación con la actuación exitosa en el puesto de trabajo debe ser empíricamente demostrable. El autor menciona que desde este modelo se plantea que toda actividad profesional resuelta de manera exitosa involucra distintos aspectos del sujeto, es decir, variables de personalidad, de conocimiento, de habilidades motoras, de atributos físicos especiales, destrezas específicas, etc., esto es, que el sujeto actúa como un todo cada vez que ejecuta con éxito una tarea profesional.

De esta manera, con la finalidad de detectar si las características de personalidad de los estudiantes de Psicología de la FES Iztacala son las idóneas para desempeñarse satisfactoriamente en su profesión a futuro, cuáles de ellas habría que desarrollar o implementar y cuáles modificar para que no compitan impidiendo o retardando la consecución de los logros, el objetivo de esta investigación fue describir el perfil de personalidad de los estudiantes de la carrera de Psicología.

 

MÉTODO

Población. La muestra del estudio la integraron 433 estudiantes de la carrera de Psicología de la FES Iztacala (aproximadamente 17.27 por ciento de la población total de la carrera de dicha escuela), 334 mujeres (77.14 por ciento) y 99 hombres (22.86 por ciento). Esta muestra, a su vez, estuvo compuesta por 95 alumnos de 1º semestre (68 mujeres y 27 hombres), 124 alumnos de 4º semestre (99 mujeres y 25 hombres), 116 alumnos de 6º semestre (95 mujeres y 16 hombres) y 103 de 8º semestre (72 mujeres y 31 hombres). La muestra se conformó seleccionando aleatoriamente 10 grupos del turno matutino (tres de 4º y 6º semestres y dos de 1º y 8º semestres) y 4 del turno vespertino (un grupo por cada semestre estudiado).

A cada uno de los grupos seleccionados se les aplicó, en su salón de clases, previa autorización de su profesor y con el consentimiento de los alumnos, el cuestionario 16PF de Cattell (Cattell et al., 1989). Una vez aplicado el instrumento se procedió a calificarlo y a ingresar los datos en la computadora para, a través del programa SPSS v. 15, obtener los promedios para cada uno de los rasgos por sexo y por semestre cursado, para posteriormente realizar la descripción y el análisis de los resultados.

Instrumento. El 16PF es un cuestionario que evalúa la personalidad, el estilo característico de pensamiento, percepción y acción de una persona durante un tiempo relativamente largo y ante una amplia gama de situaciones diferentes, a través de 16 rasgos o factores; estos rasgos de personalidad se manifiestan en un grupo de actitudes, preferencias, reacciones sociales y emocionales así como en hábitos (Cattell et al., 1989). Los 16 rasgos que evalúa la prueba se aprecian en la Tabla 1.

Para Cattell et al. (1989), el cuestionario 16FP constituye la forma más rápida y precisa de medir la personalidad ya que ha demostrado comprensibilidad y buena capacidad predictiva en relación con el criterio de la vida diaria en psicología aplicada; los autores apoyan esta consideración en investigaciones entrelazadas a través de 25 años, además de que existen estandarizaciones del 16PF en por lo menos 15 países diferentes, entre ellos México. En la Unidad de Evaluación Psicológica Iztacala este cuestionario se ha utilizado ampliamente a lo largo de 14 años con nuestros usuarios; en los últimos siete, en la evaluación de los aspirantes a ingresar a las especialidades de Ortodoncia y Endoperiodontología, y en dos ocasiones con médicos aspirantes a las diferentes especialidades del Instituto Nacional de Pediatría, reportándose en todas estas evaluaciones buen poder predictivo.

Cattell utilizó el análisis factorial para aislar y descubrir los 16 rasgos o factores básicos que componen su instrumento; propuso que la relación entre estos factores era aditiva y lineal, y que de esta manera se conformaba en cada individuo la estructura de su personalidad, pudiendo así elaborarse una descripción completa de ella, desde las reacciones situacionales hasta el mundo de las creencias y valores, pasando por las actitudes, instintos, motivaciones y estilos de vida; asimismo, estableció una posición cuantitativa y de continuidad en psicología de la personalidad, afirmando que entre los polos de lo normal y lo anormal existe un continuo cuya diferencia es de grado, de cantidad y no de cualidad (Cattell, 1993; Pelechano, 1993). Así, el 16PF de Cattell mide personalidad sana, partiendo del supuesto de que todos los seres humanos poseemos en alguna medida cada uno de los 16 rasgos o factores que mide el instrumento, y es la combinación de los diferentes factores lo que determinaría la personalidad característica de cada persona.

Cada rasgo o factor se califica en una escala normativa de 1 a 10 (decatipos), correspondiendo, en la evaluación individual, los decatipos 1, 2 y 3 al polo negativo del factor (15.9 por ciento de la población con las puntuaciones más bajas) y los decatipos 8, 9 y 10 al polo positivo (15.9 por ciento de la población con las puntuaciones más altas); los decatipos 4, 5 6 y 7 representan puntuaciones intermedias (las que obtiene 68.2 por ciento de la población).

Para Cattell et al., (1989), cuando se realizan perfiles por profesión, que son medidas promediadas de la muestra evaluada, éstos consideran como media la puntuación 5.5, y por arriba y por debajo de ella los polos positivo y negativo respectivamente. Sin embargo, la autora de este artículo considera que esto sería sesgar los datos, ya que entonces casi todos los factores estarían en un polo u otro; por tal motivo, y dado que estamos tratando con puntuaciones promediadas, en donde se "diluirían" las puntuaciones extremas si tomamos como norma los decatipos de interpretación individual, y se "polarizarían" los factores si se consideran los recomendados por Cattell y colaboradores, para este estudio se consideraron como puntuaciones intermedias los decatipos 5 a 6.99, los decatipos de 1 a 4.99 como polo negativo y los decatipos 7 a 10 como polo positivo.

 

RESULTADOS

A continuación se exponen los resultados encontrados al aplicar el cuestionario a la muestra estudiada. En primer lugar se presentan aquellos factores que se encontraron en puntuaciones intermedias de manera general y en seguida se analizan los datos por cada semestre, describiendo las características de personalidad de hombres y mujeres y haciendo una comparación entre ellos; finalmente se hace una comparación global de los datos de todos los hombres y todas las mujeres a través de los diferentes semestres. En las Tablas 2 a 9 (3, 4, 5, 6, 7, 8)se presentan las medias y desviaciones estándar obtenidas en las ocho submuestras de hombres y mujeres; cuando el valor es considerado como polo positivo o negativo se indica en la tabla con un signo (+) o (-), respectivamente; si no aparece ninguno de estos signos es que el valor se encuentra en la norma, esto es, de 5 a 6.99; al final de la tabla se acota el perfil de personalidad obtenido con la nomenclatura utilizada en el 16PF.

Factores de personalidad en la norma

En la muestra estudiada se encontraron puntuaciones en la norma en los factores A, H y E.

El factor A se refiere a la expresividad emocional, es decir, al grado en que un individuo se relaciona con los otros; en este caso los estudiante de Psicología, hombres y mujeres de 1º a 8º semestres, no mostraron ser ni reservados o fríos [polo negativo(A-)], ni demasiado afectuosos o complacientes [polo positivo (A+)], sino que se relacionan con las personas de manera apropiada; son participativos y en general presentan buen carácter, lo cual a su vez está relacionado íntimamente con el factor H, también en la norma, que mide sociabilidad, el cual no caracterizó al estudiante de Psicología como tímido o retraído (H-), pero tampoco como sociable en extremo, con tendencia al exhibicionismo (H+), sino mostrando una sociabilidad adecuada.

El factor E mide dominancia, que tiene que ver con la cantidad de control a que se someten las personas o bien que ejercen sobre los demás en sus relaciones interpersonales, no siendo los estudiantes de Psicología sumisos ni dóciles (E-), pero tampoco dominantes y tercos (E+), sino que muestran un suficiente comportamiento de tipo afirmativo.

En cuanto a los factores L y Q2, en la mayoría se presentaron también puntuaciones promedio (excepto L- en dos de las ocho submuestras y Q2+ en una). En el factor L, los alumnos de Psicología no se presentan como demasiado confiados (L-), pero tampoco como desconfiados y suspicaces (L+) con las personas que tratan; tienen confianza en términos aceptables y son medianamente tolerantes, conciliadores y flexibles. En cuanto al factor Q2, no son dependientes de los demás (Q2-), pero tampoco individualistas al grado de no aceptar el consejo y ayuda de los demás (Q2+): son apropiadamente autosuficientes para tomar sus decisiones.

Finalmente, casi la mitad de las submuestras (cinco de ocho) presentaron puntuaciones promedio en los factores B, F y O (las restantes tres se encuentran en el polo positivo en B y F, y en el polo negativo en O). De esta forma, poco más de la mitad de las submuestras poseen una inteligencia y una capacidad mental escolar promedio (factor B); en cuanto a impulsividad, no se muestran demasiado prudentes y cautelosos hacia la vida (F-), pero tampoco actúan de manera precipitada y despreocupada (F+); con respecto a la autoestima, no son demasiado seguros de sí mismos (O-), pero tampoco se sienten inferiores e inseguros (O+).

Factores de personalidad por semestre

Las tablas 2 y 3 presentan los valores obtenidos por los estudiantes, hombres y mujeres de 1º semestre. El perfil de personalidad compartido C-G-I+N-O-Q3-, se caracteriza por que tanto los hombres como las mujeres presentan buena autoestima, confianza y seguridad en sí mismos al inicio de la carrera; son compasivos, sensibles y emotivos, y tienden a responder a los hechos a través de sus sentimientos. Son espontáneos, naturales y francos (no diplomáticos) con los demás. Emocionalmente son poco estables y maduros, poco tolerantes ante las frustraciones, evaden sus responsabilidades; son además desobligados, inconstantes y desacatan las normas del grupo, realizando poco esfuerzo para mantener una imagen socialmente correcta y no teniendo un autoconcepto claro para dirigir su conducta. Además, poseen poco autocontrol y fuerza de voluntad, siguen sus propios impulsos y son indiferentes a las reglas sociales, haciendo lo que les "da la gana"; no son capaces de llevar a cabo acciones aún sabiendo qué hacer para solucionar un problema.

Las mujeres de este semestre, a diferencia de los hombres (F+L-M-Q1-), se presentan como tolerantes, conciliadoras y flexibles con las personas, así como objetivas y prácticas, con preocupaciones reales, aunque no se adaptan fácilmente a los cambios; son entusiastas, impetuosas y actúan precipitadamente de acuerdo a lo primero que se les ocurre. Los hombres se presentan como poseedores de alta capacidad mental escolar (B+).

Las tablas 4 y 5 presentan los valores obtenidos por los estudiantes hombres y mujeres de 4º semestre. El perfil compartido C-G-I+MN-Q1-Q3- los caracteriza por ser objetivos y prácticos, con preocupaciones reales por intereses y asuntos inmediatos; al igual que los del año anterior, siguen siendo compasivos, sensibles y emotivos, tienden a responder a los hechos a través de sus sentimientos; son espontáneos, naturales y francos (no diplomáticos) con los demás. Emocionalmente son poco estables y maduros, poco tolerantes ante las frustraciones y evaden sus responsabilidades; no se adaptan con facilidad a los cambios y siguen siendo desobligados, inconstantes y desacatan las normas del grupo. Realizan poco esfuerzo para mantener una imagen socialmente correcta y no tienen un autoconcepto claro para dirigir su conducta, además de poseer poco autocontrol y fuerza de voluntad, seguir sus propios impulsos y ser indiferentes ante las reglas sociales. Hacen lo que les "da la gana" y no son capaces de llevar a cabo acciones aún sabiendo qué hacer para solucionar un problema.

Los hombres siguen obteniendo puntuaciones altas en el factor de inteligencia (B+), que los caracteriza como poseedores de alta capacidad mental escolar, y las mujeres presentan ahora tensión y ansiedad (Q4+).

Las Tablas 6 y 7 presentan los valores obtenidos por los estudiantes hombres y mujeres de 6º semestre. El perfil de personalidad compartido C-G-I+N-Q1-Q3-Q4+ es casi igual que el de 4º semestre, excepto porque no tiene el factor M-; es decir, que este perfil es el mismo que el año anterior, pero sin ser los hombres, pero sí las mujeres, objetivas y prácticas, y presentando ahora, tanto hombres como mujeres, tensión y ansiedad (Q4+).

Los hombres siguen estando en el polo positivo de B, con una alta capacidad mental escolar, y son ahora autosuficientes para tomar sus propias decisiones y enfrentar situaciones (Q2+), aunque también se presentan en el polo positivo del factor M, que los caracteriza como subjetivos, distraídos y absortos en sus propias ideas, pudiendo alejarse fácilmente del buen juicio y presentando dificultades tanto para enfrentar la realidad como para manejar de manera apropiada las situaciones interpersonales, a diferencia de las mujeres, que son objetivas y prácticas (M-); sin embargo ellas, aún teniendo una amplia gama de alternativas para decidir, rara vez las llevan a la práctica, actuando de manera entusiasta, precipitada y despreocupada, de acuerdo a lo primero que se les ocurre (F+), además de tender al egocentrismo.

Finalmente, las Tablas 8 y 9 presentan los valores obtenidos por los estudiantes, hombres y mujeres, de 8º semestre. Su perfil de personalidad G-I+N-Q1-Q4+ indica que todos los alumnos, independientemente de su sexo, al finalizar la carrera siguen siendo compasivos, sensibles y emotivos, y tienden a responder a los hechos a través de sus sentimientos; son espontáneos, naturales y francos (no diplomáticos) con los demás; no se adaptan con facilidad a los cambios y siguen siendo desobligados e inconstantes, y desacatan las normas del grupo; también siguen presentando tensión y ansiedad.

Las mujeres continúan actuando de manera entusiasta, precipitada y despreocupada (F+), presentan poco autocontrol y fuerza de voluntad, siguen sus propios impulsos y son indiferentes a las reglas sociales (Q3-), aunque ahora presentan una autoestima elevada, tienen confianza y seguridad en sí mismas y se sienten valiosas y competentes sin importarles la aprobación o desaprobación de los demás (O-). Por otro lado, en los hombres aparece el factor L-, que los caracteriza como flexibles, conciliadores y tolerantes con los demás.

Una cosa que hay que destacar es que ahora, tanto en hombres como en mujeres, el factor C deja de estar en el polo negativo y aparece en la norma, lo cual significa que dejan de ser emocionalmente inestables y ahora poseen la suficiente estabilidad emocional para enfrentarse y adaptarse de manera apropiada a la realidad, tienen una adecuada tolerancia a la frustración y no permiten que sus necesidades emocionales obscurezcan la realidad; asimismo, evitan las dificultades y solucionan de manera adecuada sus problemas.

Factores de personalidad globales y por sexo

Existen tres factores que se presentan en los estudiantes, tanto hombres como mujeres, en todos los semestres estudiados (G-I+N-), que caracterizan al estudiante de Psicología de la FES Iztacala: poco apego a las normas sociales, liberales y no convencionales; son compasivos, sensibles y emotivos, además de ser espontáneos, sinceros y francos.

Por otra parte, los hombres mostraron en su mayoría una alta capacidad mental escolar (B+), así como poco autocontrol, fuerza de voluntad e indiferencia hacia las reglas sociales (Q3-); en la última mitad de la carrera (6º y 8º semestres) presentan tensión y ansiedad (Q4+). Las mujeres presentan poco auto-control y fuerza de voluntad (Q3-) a lo largo de todos los semestres, así como dificultades para adaptarse a los cambios (Q1-); tienden a ser, en general, objetivas y prácticas (M-), aunque también actúan precipitadamente (F+) y presentan tensión y ansiedad (Q4+); al inicio y final de la carrera presentan buena autoestima (O-). Finalmente hombres y mujeres consiguen, al final de la carrera, ser emocionalmente estables y maduros, con adecuada tolerancia a la frustración, "realistas", con habilidad para evitar las dificultades, para sobreponerse a los problemas emocionales y para enfrentar y solucionar de manera adecuada sus problemas (C).

En resumen, los estudiantes de Psicología de la FES Iztacala se relacionan con los otros de manera apropiada (A), muestran una sociabilidad adecuada (H) y no son sumisos pero tampoco pretenden dominar a las personas con las que interactúan (E); la mayoría confía en el género humano en términos aceptables, siendo adecuadamente tolerantes, conciliadores y flexibles (L), y su grado de autosuficiencia no los cataloga como dependientes de los demás para tomar decisiones y enfrentar situaciones, pero tampoco como demasiado autosuficientes como para no aceptar el consejo y ayuda de los demás (Q2). Asimismo, poco más de la mitad de los estudiantes se encuentra en la norma en los factores de inteligencia (B), como era de esperarse; así como en impulsividad (F), pues muestran ante la vida una actitud suficientemente prudente y cautelosa; y presentan también una autoestima adecuada y realista (O).

Tres factores se presentan tanto en hombres como en mujeres a lo largo de toda la carrera: tener poco apego a las normas sociales y morales, y pensamientos e ideas liberales y no convencionales (G-); ser compasivos, sensibles y emotivos (I+) y ser espontáneos, sinceros y francos (N-). En su mayoría (los tres primeros años de la carrera), son emocionalmente poco estables y maduros, presentan poca tolerancia ante las frustraciones y evaden sus responsabilidades (C-); poseen también poco autocontrol y fuerza de voluntad, siguen sus propios impulsos (Q3-); tienen dificultades para adaptarse a los cambios (Q1-) y presentan tensión y ansiedad (Q4+).

 

CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN

Se discuten a continuación, en primer lugar, las características de personalidad favorables para el desempeño de la profesión, enseguida aquéllas que habría que desarrollar, para terminar con las que habría que modificar para que no compitan impidiendo o retardando la consecución de logros.

Las características de personalidad favorables que presentan los estudiantes de la carrera de Psicología y que se encontraron en la norma, son: se relacionan con las personas apropiadamente y muestran una sociabilidad adecuada (A, H), sin ser sumisos ni pretendiendo dominar a los demás (E); estas características de personalidad son muy útiles para desempeñarse en su profesión, la cual se ejerce prioritariamente en interacción con otras personas (quienes solicitan el servicio), así como en colaboración con otros profesionistas, tanto psicólogos como del área de la salud y la educación. Su grado de autosuficiencia no los cataloga como dependientes de los demás para tomar decisiones y enfrentar situaciones, pero tampoco como demasiado autosuficientes o soberbios como para no aceptar el consejo y ayuda de los demás (Q2), lo que es benéfico en términos de pedir y aceptar la ayuda profesional de otros psicólogos cuando así lo requiera el caso; esto tiene, a su vez, consecuencias éticas favorables que redundan en beneficio de los pacientes.

La mayoría de los estudiantes de Psicología muestran también una actitud suficientemente prudente y cautelosa ante la vida: no actúan de manera impulsiva y precipitada (F), y presentan también una autoestima adecuada y realista (O); ambas características son adecuadas no sólo para la profesión psicológica, sino en general son deseables para el desempeño de cualquier actividad. Por otro lado, el factor de inteligencia (B), situado en la norma en cinco submuestras y por arriba de la norma en tres, significa que pueden desarrollar las competencias académicas que el currículum les demanda y terminar con éxito sus estudios.

Mención aparte, dentro de las características de personalidad adecuadas, merecen los factores de apego a las normas sociales (G) y emotividad (I), que se presentaron tanto en hombres como en mujeres y a lo largo de todos los semestres en los polos negativo (G-) y positivo (I+), respectivamente. El primero los caracteriza como poseedores de pensamiento liberal, poco convencional y con poco apego a las normas morales. Resultados similares se encontraron en el estudio de Alonso en la Universidad de Murcia (1986), donde tanto las mujeres como los hombres obtuvieron puntajes bajos (3.29). Ésta es una característica apropiada para los psicólogos ya que ser abiertos en cuanto a las normas morales les facilitará desempeñar su profesión sin prejuicios y analizar la problemática de sus pacientes desde un punto de vista profesional y comprensivo ya que, como se menciona en la Propuesta de Modificación del Plan de Estudios de la Facultad de Psicología (2008), el estudiante debe reconocer la pluralidad, observar los principios de equidad y respetar la diferencia, apegándose a la ética profesional.

En cuanto al factor de emotividad (I+), éste los cataloga como compasivos, sensibles y emotivos. Se trata de una característica muy favorable para el ejercicio de la profesión, ya que, como se menciona en la citada propuesta, es importante, para el perfil de ingreso a la carrera, que el estudiante tenga sensibilidad social y actitud de servicio; dicha propuesta establece también que uno de los valores que se expresa en los perfiles de ingreso, intermedio y de egreso, es que se espera que el estudiante manifieste y promueva el bien común, la calidad de vida y el bienestar psicológico de los individuos y la sociedad. Curiosamente, también en el estudio de Alonso (1986) ésta fue la puntuación más alta obtenida en los factores del cuestionario 16PF (7.18). Es factible, como mencionan Bitran et al. (2004), que distintas carreras atraigan a tipos específicos de estudiantes, y que los individuos sensibles y emotivos se inclinen por estudiar carreras en donde está implícito el espíritu de servicio hacia los demás, como es la profesión del psicólogo; en todo caso, como proponen dichos autores, esta característica puede ser usada para optimizar el desempeño y la satisfacción profesionales.

Por otra parte, existen tres características de personalidad que habría que desarrollar: la mayoría de los estudiantes confían en el género humano en términos aceptables, siendo medianamente tolerantes, conciliadores y flexibles (L); son espontáneos, sinceros y francos (N-), poco diplomáticos y sólo la mitad de las submuestras se caracterizaron por ser objetivos y prácticos (M-), con preocupaciones reales por intereses y asuntos inmediatos. Con respecto al primer factor, que se encuentra en la norma, sería deseable que tendiera hacia el polo negativo, es decir, a ser no sólo medianamente, sino en alto grado tolerantes, conciliadores y flexibles con el género humano (L-) ya que, como se menciona en la propuesta, el psicólogo debe observar los principios de equidad y respeto a la diferencia con apego a los preceptos de la ética profesional, así como reconocer, respetar y asumir las diferencias y la pluralidad, además de propiciar una actitud de compromiso, tolerancia y respeto con los otros profesionistas de su gremio y con quienes requieran sus servicios profesionales; así, para poder cumplir cabalmente con estos ideales se debe propiciar en el psicólogo en formación una gran tolerancia y flexibilidad.

El factor N- se encontró en todas las submuestras (son espontáneos, sinceros y francos); si bien estas cualidades propician fortalecer el respeto y la preocupación por la integridad de los seres humanos, y les ayudan a actuar con honestidad y sentido ético en el ejercicio de su profesión, al estar en el polo negativo esto implica también ser poco diplomáticos, lo cual puede ser un problema tanto en la relación hacia los usuarios de los servicios psicológicos como en su interacción con otros profesionistas. Siendo así, se debe contemplar en el currículo la manera adecuada, diplomática pero veraz, de expresar los resultados de evaluaciones psicológicas a los pacientes y ser muy cuidadosos en el lenguaje utilizado tanto en las entrevistas como en las intervenciones psicológicas.

El tercer factor que habría que desarrollar es el M-, ya que en tres de las ocho submuestras se encontró en la norma y más aún, una en el polo positivo (subjetividad); es decir, habría que desarrollar en los alumnos destrezas para propiciar su objetividad (la capacidad de establecer juicos adecuados centrados en la realidad), ya que este factor es muy importante para un psicólogo.

Finalmente, existen cuatro características de personalidad inadecuadas de los estudiantes de Psicología que habría que modificar: los polos negativos de conservadurismo (Q1), autocontrol (Q3) y estabilidad emocional (C), y el polo positivo de Ansiedad (Q4). En cuanto al factor de conservadurismo, que mide orientación al cambio, en los tres últimos años de la carrera los estudiantes de Psicología reportan tener dificultad para adaptarse a los cambios; éste es un factor fundamental ya que en la Propuesta de Modificación del Plan de Estudios y la definición de licenciado en Psicología del Plan de Estudios, ambos de la Facultad de Psicología (2008), se acota que el psicólogo es un profesional que interviene en escenarios diversos, complejos y cambiantes, y que deberá adecuarse críticamente a las condiciones del contexto. Si bien a partir de 5º semestre los estudiantes de Psicología de la FES Iztacala inician sus prácticas profesionales y de servicio social (educativa, educación especial, clínica y social), y por lo mismo en cada semestre se insertan en escenarios aplicados y diversos, la propuesta aquí es irlos preparando desde el primer año brindándoles conferencias y videos sobre los diferentes contextos en los que se puede desempeñar la profesión, como una forma de irlos preparando con antelación a su presencia real dentro de cada una de las prácticas.

Otra característica de personalidad inadecuada que se presenta en las mujeres a partir del segundo año de estudios y en los hombres a partir del tercer año, y que persiste en ambos hasta el 8º semestre, es el factor de ansiedad (Q4+). Consideramos que la ansiedad que los alumnos de Psicología presentan es alta debido a la fuerte carga de responsabilidades que tienen que enfrentar: lecturas, trabajos, exposiciones y atender los casos que su práctica aplicada les demanda, aunado a los facto-res de estrés ambientales y económicos, y las preocupaciones por problemas familiares y personales. En las investigaciones de Alonso (1986), hombres y mujeres presentaron también una alta tensión y ansiedad, al igual que en la de Yáñez-Galecio (2005), en la que altos niveles de ansiedad estuvieron asociados a promedios académicos altos. Sería conveniente enseñarles estrategias para bajar sus niveles de ansiedad desde los primeros semestres, ya que es un tema que de todas formas van a revisar posteriormente en sus clases de psicología clínica.

Por último, existen dos factores de personalidad situados en el polo negativo que se presentan en ambos sexos desde el primer semestre y que es imperativo modificar: estabilidad emocional y autocontrol. Estos factores caracterizan a los estudiantes de Psicología como emocionalmente poco estables y maduros, que muestran poca tolerancia a la frustración, evaden responsabilidades (C-), son desobligados, inconstantes y con poco autocontrol (Q3-). La combinación de estos factores da como consecuencia que no les importe mantener una imagen social-mente correcta ni seguir las reglas sociales: actúan según sus impulsos y hacen "lo que les da la gana". Afortunadamente estos dos factores dejan el polo negativo y aparecen en la norma en 8º semestre (aunque en las mujeres el factor Q3- perdura hasta el final de la carrera); esto es, poseen ahora la suficiente estabilidad y madurez emocional para enfrentarse de manera apropiada a la realidad, evitar dificultades y solucionar de manera adecuada sus problemas, teniendo a la vez mejor autocontrol de su conducta, cualidades que les permitirán en el futuro tener una mejor adaptación al medio laboral en que se inserten.

Quizás una combinación de la edad (21 años cuando menos), la experiencia de un año de prácticas aplicadas (en educación y desarrollo y educación especial), haber cursado materias teóricas enfocadas al ámbito de intervención, la demanda de una nueva forma de ejercer la Psicología (en psicología clínica y psicología social), así como estar a punto de terminar la carrera y enfrentar los retos tanto de tener que titularse como de insertarse al mundo laboral, sea lo que contribuye a que los alumnos alcancen esta madurez emocional.

Se puede entonces concluir que, en general, los estudiantes de Psicología de la FES Iztacala cuentan con características de personalidad que los capacitan para desempeñarse apropiadamente como psicólogos. Sin embargo, habría que trabajar desde los primeros semestres en detectar aquellos que presentan ansiedad y enseñarles algunas técnicas y estrategias para lograr reducirla y, en el mejor de los casos, eliminarla. Otros rubros a trabajar son el autocontrol y la estabilidad emocional, y no esperar pasivamente a que se consigan al llegar al último año de la carrera; si a los alumnos se les enseñan técnicas para lograr un mejor autocontrol, es factible que su ansiedad disminuya al planear adecuadamente las actividades académicas que tienen que realizar. Con respecto a la estabilidad emocional, una propuesta es trabajar con los alumnos impartiendo talleres sobre manejo de conflictos, solución de problemas, cómo superar las frustraciones y habilidades de negociación, entre otros, lo cual a futuro beneficiará tanto a ellos, como a los pacientes que estén a su cargo. Las anteriores propuestas son totalmente coherentes con lo mencionado en la Propuesta de Modificación del Plan de Estudios de la Facultad de Psicología (2008), en cuanto a que se deben ofrecer espacios de apoyo y fortalecimiento de las competencias académicas, profesionales y personales requeridas por los estudiantes de Psicología en formación.

 

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