SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.30 número121Liberar la imaginación: ensayos sobre educación, arte y cambio social índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Perfiles educativos

versión impresa ISSN 0185-2698

Perfiles educativos vol.30 no.121 Ciudad de México ene. 2008

 

Reseñas

 

Políticas educativas en el gobierno del cambio

 

María Elena Patiño Pozas y Miguel Efrén Tinoco Sánchez*

 

José Joaquín Brunner y otros (2006), Análisis temático de la educación superior en México, México, OCDE; Julio Rubio (coord.) (2006), La política educativa y la educación superior en México, 1995–2006: un balance, México, SEP/FCE; Secretaría de Educación Pública (2005), Equidad, calidad e innovación en el desarrollo educativo nacional, México, SEP

 

* Alumnos de la maestría en Planeación y Desarrollo de la Educación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)–Xochimilco. Este trabajo es producto del Seminario de Política Educativa. Correo electrónico: patinopozas@yahoo.es

 

Mediante alusiones al famoso cuento de Lewis Carroll, Alicia a través del espejo, el presente trabajo reseña tres obras de reciente publicación, tomando como eje de discusión las políticas educativas del gobierno foxista. En un primer momento se presentan los antecedentes correspondientes a la época del salinato, seguidos del análisis de las características generales de las políticas educativas de la administración foxista (El bosque de las políticas), dedicando un espacio a la descripción del sistema de evaluación que comienza a gestarse en el mismo periodo histórico (El barrio urbano de Evaluazonia). Finalizamos la exposición con la mirada prospectiva de las distintas instituciones (El festival de las adivinanzas), dejando el desenlace del futuro al lector. La lectura de estas obras aporta elementos de juicio para reconocer las fortalezas, retos y pendientes en materia educativa.

 

Al otro lado del espejo

Foxilandia es un mítico país, donde lo absurdo puede ocurrir. Para visitarlo se atraviesa un gran espejo que muestra a una nación muy parecida a la nuestra; pero no se confíe, más allá de donde vemos, donde las figuras se pierden y la luz ya no refleja, nada puede asegurarse. ¿Le gustaría acompañarnos en un viaje fantástico por esta tierra? Conoceremos el bosque de las políticas, el barrio urbano de Evaluazonia y el festival de las adivinanzas, en un itinerario que promete identificar cuál es el escenario que definen las políticas educativas de educación superior y cuál ha sido el papel de la evaluación para alcanzarlo. La historia así contada pretende invitar a los lectores a leer las obras, dejando a su elección el desenlace futuro.

 

Érase una vez...

Al cruzar por el espejo, llegamos a un denso bosque en cuyos árboles colgaban hermosos frutos que decidimos conservar para consumo personal, pero al tocar el primero, el suelo se abrió bajo nuestros pies con inusitada rapidez. La larga caída se acompañó de viejas imágenes del periodo salinista, justo cuando impulsó una modernización educativa fincada en el neoliberalismo como doctrina económica, la educación era el medio de transición hacia el desarrollo y el instrumento de formación de cuadros profesionales que permitirían el ingreso de capital privado, sin tener la necesidad de gastar en capacitación ni especialización para los trabajadores.

Ahora era claro: de los ámbitos de la administración y la producción económica se importaron los términos de calidad,  eficiencia y competencia, al tiempo que la noción de progreso social se asociaba con la de mejora del sistema educativo. Laparticipación social debutaba en el escenario educativo y, finalmente, calidad, equidad y pertinencia se convertían en los tres pilares de las políticas educativas neoliberales.

Esto implicó definir prioridades, revisar y racionalizar los costos educativos, crear estrategias de desarrollo institucional como la reestructuración del subsistema, reformas curriculares y programas específicos, sin olvidar algún mecanismo de control (la evaluación) que legitimara la reorientación educativa y efectuara estas políticas en las instituciones de educación superior (IES).

Diez metros distan del suelo cuando el tiempo se acelera y la gravedad desiste; llegamos a Foxilandia, el reino del puede ser, donde las lógicas del actuary del pensar aparecen al revés. Veinte años han transcurrido cuando emerge un gran campeón que dijo traer el cambio, sólo pura innovación. Cual mago experimentado, difunde apoyos y becas con seguro popular; computadoras, Enciclomedia e internet comenzaron a llegar y hasta secretarías de educación locales comenzaron a poblar esa gran inmensidad.

En Foxilandia, el que manda se ha puesto nuevo apellido: prefiere ser conocido como Gobierno del Cambio. El hecho, aunque llamativo, no logra aletargarnos: ¿es verdad o puro cuento quién nos viene a impresionar?

 

El bosque de las políticas

Avanzando en el camino se encuentra un bosque especial, las especies son políticas, sus ramas programas dan y como fruto tenemos acciones y nada más. Más adentro en la espesura, los árboles se entrecruzan y es difícil transitar, mas en un claro encontramos con quién empezara hablar. En un lado está la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), del otro, la SEP (Secretaría de Educación Pública) está.

La primera nos explica que el bosque ordenado está, economía aquí, sociedad allá, a la izquierda hay otras cosas y el centro es para educar. Esta sección es cuidada pero no quiere aflorar, hay un árbol especial que se nombra de equidad; hay otro que no ha crecido que se llama calidad.

La segunda nos señala un nudo muy peculiar, pero confiada explícita que: "Para el gobierno del cambio, las políticas de equidad en educación forman parte de las políticas sociales Contigo y se concretan en programas que aseguren el acceso y la distribución de oportunidades educativas: becas, apoyos compensatorios, cobertura, fortalecimiento y diversificación de los respectivos subsistemas de educación".1 En educación superior, las becas pronabes se respaldan con programas de tutorías y se distribuyen en función del crecimiento demandado por las áreas de conocimiento requeridas por el desarrollo estatal, regional o nacional; prioritariamente en universidades interculturales y tecnológicas. Las políticas de calidad se concretan mediante programas estratégicos (SEP, 2005: 20–31, 40–50).

La OCDE, despreocupada, reconoce el éxito de los últimos tres gobiernos federales en materia de políticas económicas basadas en integración internacional y crecimiento proporcional a los niveles de exportación, ya que lograron colocar a nuestro país como la décima economía mundial en función del ingreso nacional bruto y la número 68 en términos del ingreso per capita (Brunner, 2006: 9).2 Del otro lado, la SEP aclara: "estas mismas políticas no han logrado que las 150 mil localidades dispersas con menos de 100 habitantes cuenten con servicios y niveles de desarrollo aceptables. En consecuencia, el primer desafío futuro es el combate a la pobreza"(SEP, 2005: 406).

Más que por pena, interés, terciamos al preguntar: y del sistema educativo, ¿qué nos pueden comentar?

La OCDE, muy contundente, comienza con su moción: Hay un acelerado crecimiento de la población en edad escolar,migración interna y transfronteriza, diversidad lingüística y crecimiento con presupuestos restringidos que, en conjunto, generan uno de los índices de capital humano más bajos de nuestros miembros. La SEP resalta entre tanto su cobertura alcanzada: 99% para la educación primaria y 60% para la secundaria, aunque acepta que el sistema no tiene el desempeño adecuado ( SEP, 2005: 19, 30, 97). Mientras OCDE y SEP discuten, los brotes de deserción, repetición de grados y resultados de pruebas de aprovechamiento nacional e internacional como los de pisa (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes) se convierten en un inusitado crecimiento del servicio de educación privada. Esta área desacata los principios de equidad, pertinencia y calidad, y en extraño hecho genera una terrible explosión que llaman certificación. Después del boom y del susto, ambos actores coinciden: hace falta trabajar, pues la calidad de la educación debe mucho mejorar.3

En otro extremo del bosque hay un rubio rey adormilado, reuniones ha sostenido, muchas órdenes ha dado, programas e instituciones ha creado o extirpado. Conoce la situación y como el Cid Campeador, acepta, enuncia e impulsa los tres pilares de la nueva educación: equidad, calidad e innovación. Cual si fuera criptógama, nos describe su visión y edita en obra copiosa toda una explicación.4

No es respuesta ingenua o torpe al problema de educar; es un cambio que se precisa analizar. La SEP acude a ayudarnos y comienza así a ilustrarnos:

—Con la pobreza y la desigualdad se acentúa el riesgo de deserción, la pérdida de talentos y sus obvias repercusiones para el desarrollo y crecimiento económico nacional. La solución se establece como una red de apoyos centrados en la atención en salud, educación, programas de empleo, ingreso, ahorro y protección social, así como la interrela–ción de varias secretarías (SEP–SEDESOL), distintos órdenes de gobierno (federación–estados) y en el alcance de uno o varios programas (PROGRESA–PRONABES–IMSS) (SEP, 2005: 33–34).

—¡Bien! Y ¿cómo hicieron con la larga tradición de educación universitaria en el país?

—La educación superior se concibe como una empresa nacional para generar capital humano y mayor integración social, que estimule y garantice el crecimiento económico de largo plazo (Rubio, 2006: 17–20).

—Ya veo, por ello requiere de mayor participación de los jóvenes en la educación, de ahí la popularidad de los apoyos compensatorios. ¿Y respecto a evaluación?

—La evaluación da cuenta de cuántos beneficiarios hubo y cuántos permanecieron, asumiendo que los compromisos se cumplieron si se alcanzaron las metas.

—Pero los informes de rendición de cuentas se reducen a cifras de financiamiento y a un análisis pobre, y las políticas de calidad se concretan mediante programas estratégicos cuya continuidad está determinada por extensas y complicadas evaluaciones.5 ¿Se trata de ocultar la información tras una exhaustiva representación de datos? ¿Se pretende mostrar avances en una política reorientada que no necesariamente determina el desarrollo, ni mejora la calidad de vida de las comunidades a quienes va dirigido?

—Preguntamos admirados, más nada dijo nuestro interlocutor.

En largo silencio andamos cuando con el libro nos topamos, al hojearlo dormitamos y mientras, reflexionamos: aunque en La política educativa y la educación superior en México. 1995 2006: un balance, obra coordinada por Julio Rubio, nunca se explicite el significado de innovación y cambio, es posible asumir que la primera se asocia a cambios tecnológicos o mejoras en procesos y servicios, debido a sus referencias a la sociedad del conocimiento y los avances en este rubro: creación de universidades tecnológicas, producción de manuales de procedimientos, índices de patentes y servicios, y hasta productos e investigaciones originales provenientes del Instituto Politécnico Nacional. Discretamente se resalta la creación de universidades multiculturales como innovación cultural, una idea que aglutina, ¿y controla?, a los jóvenes indígenas, preservando sus tradiciones y costumbres.

En contraste, el cambio presentado en las más de 200 páginas de la misma obra se muestra como invariante en la continuidad de las políticas educativas de calidad y equidad de la época salinista. Se trata de un cambio que conserva los procedimientos para instrumentar las políticas, incluyendo la poca transparencia, el lenguaje monótono y polisemántico de su discurso, la duplicación de funciones y la distribución de programas para cada coto de poder. El gobierno del cambio no cambió en lo sustancial.

La excesiva presentación de cuadros y gráficos en el balance de la Subsecretaría de Educación Superior (SES) podría  sugerir que la principal innovación de la política educativa de la administración taxista es de tinte científico e instrumental, pero no es así. Tras los datos difundidos se encuentran personas y con ellas problemas sociales impostergables que han sido excluidas de las metodologías que tanto enorgullecen a los funcionarios de la SEP, por eso se hace necesario emplear una conveniente retórica polisemántica y un amplio uso de medios como medidas de legitimidad política. La principal innovacióndel gobierno de Fox es cultural: la época de la ignorancia construida o la de la cara oculta de los datos ha llegado.

Aunque el equipo de Rubio enfatiza el aspecto instrumental del análisis de la situación, el examen de evidencias, la realización de evaluaciones y la puesta en marcha de programas como si de un algoritmo se tratara; también dice la OCDE, son los rudimentos de una cultura de evaluación cuya novedad radica en hacer explícitas las causas subyacentes, proponer soluciones globales–locales y operar programas bajo la modalidad de competencia.6

Después de largo estupor, no se encontraban los guías. Ya no sé si es sueño o cuento lo que en realidad pasó, pero justo en la colina, una ciudad asomó.

 

El barrio urbano de Evaluazonia

En el centro hay un buen barrio, no muy viejo y complicado que incluye un gran bulevar sostenido por pilares. Tres pisos le dan la forma a un trébol de muchas hojas que orientadas en distintas direcciones pueden sacarte o guiarte por interminables zonas. La entrada es muy engorrosa: pasaporte, credenciales, equipaje y producción, todo pasa a revisión.7

Mientras el tiempo pasaba, leímos en la pared: "Bienvenidos empresarios y usuarios de bienes y servicios. Nuestro propósito es evaluar modalidades, actores o productos del sistema educativo para su beneficio...".8 No habíamos pasado el filtro, cuando un empleado interpela: "¿qué vienen a revisar?". Y al no contestar concreto, nos conduce a Voluntad. Así llegamos al piso de la Autoevaluación, es un ocho algo inclinado sostenido por pilares que aún están en construcción; al centro va calidad, al oriente pertinencia y al poniente, equidad. En él se aprecian informes y programas de mejora tendientes a producir cambios estructurales. Autoevaluación es la base de financiamiento institucional con recursos extraordinarios. Sus salidas son extrañas, las pequeñitas albergan a mucha gente que ya no alcanza a pasar, mientras que dos muy grandes apenas tienen público a tratar.9

Sostenido únicamente por el pilar de calidad, el bulevar de las Evaluaciones Externas juega con la gravedad. En su ala norte resaltan los edificios de OCDE, UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y BM (Banco Mundial) y en la sur a los expertos, que vemos sin claridad.

El tercer nivel se llama Evaluación Interinstitucional. Este piso es el más alto y data del salinato; al noreste está el copaes (Consejo para la Acreditación de la Educación Superior) y también el ceneval (Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior), y al suroeste está el INI (Instituto Nacional de Investigadores) seguido de CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología). Esta calle es transitada y requiere apuntalarse, por eso están construyendo dos nuevos fuertes pilares: certificación e innovación.

No podíamos caminar, así que, sin dilatar, preguntamos a un paseante: "¿Qué esperan en esta entrada?". El hombre atento explicó: "El copaes es una institución avalada por el aparato productivo y encargada de acreditar programas académicos de técnico superior universitario, profesional asociado, y licenciaturas de instituciones públicas o particulares, con reconocimiento oficial renovable cada cinco años. Tiene el poder de avalar y por tanto de incorporar a la iniciativa privada,  al espacio de educación superior".10

Más adelante encontramos a un grupo de jovencitos con varias actividades, unos ponían en evidencia las debilidades del subsistema de educación básica, otros la tensión entre el derecho a educación pública y las posibilidades (y conveniencias) reales de ejercerlo; hubo hasta quien consideró la eficacia de los mecanismos de control estatales contra las resistencias de las personas; unos más sólo reían y los menos, estudiaban. La visión me era muy clara: los exámenes estandarizados para medir los aprendizajes logrados en cualquier etapa de los procesos educativos se habían convertido en la pesadilla de todo bachiller.

En un extremo del rizo, donde se puede entroncar, reconocimos a SEP presentando sus versiones de evaluación para mejorar la calidad educativa: los exámenes nacionales y estatales de carrera magisterial que se complementan con la evaluación de aprovechamiento de alumnos, y con la inauguración del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), la aplicación de la Evaluación Nacional del Logro Académico en los Centros Escolares (ENLACE), todas iniciativas para el  subsistema de educación básica.

Ya casi para salir hallamos a CONACYT. Aquí en un display leemos: "Ventanilla 1: Evaluación de programas de posgrado (especialización, maestría y doctorado); Ventanilla 2: Apoyo financiero a los programas de posgrado; ventanilla 3: Puntos del sni canjeables en CONACYT". Decididos a charlar, preguntamos en la tres.

—Esto, ¿desde cuándo ocurre, disculpe la indiscreción?

—El empleado contestó: Para evitar la fuga de cerebros, desde 1984, porcada producto de investigación se dan puntos que se traducen en una amplia diferenciación de los ingresos de los profesores.

—Y ¿cómo consideran la calidad?

—El desempeño de los profesores es vigilado mediante comisiones de pares que aseguran que la producción académica sea buena.

Queríamos ahondar mucho más, pero la charla terminó por un usuario apremiado que requería orientación.

Al salir de este edificio, algo llama la atención, en la casa de la OCDE están haciendo un anuncio:

ante el excesivo número de organismos evaluativos, proponemos crear una sola instancia que articule y considere todos los procesos institucionales de evaluación, con la ventaja de tener una estructura más accesible para los grupos de interés externos. La renovación de los sistemas de evaluación radica en la mejora e innovación valorada por el personal académico, estudiantes y administradores. La política de mejora y rendición de cuentas no deben ser dos elementos aislados, sino un sistema eficaz de aseguramiento de la calidad [...] La SEP debe reconsiderar la autorización para iniciar nuevos programas y para otorgar el reconocimiento oficial [...] al no exigir que se evalúe su calidad, se auto–excluye para ofrecer asesoría para mejorar o, de ser necesario, para imponer sanciones como la eliminación del financiamiento público o la prohibición para ofrecer el programa (Brunner, 2006: 73).11

Aunque nos apresuramos, ya no pudimos llegar, tan sólo escuchamos de alguien un comentario inusual: "Los frutos de las evaluaciones de los ciees (Comités Interinstitucionaies para la Evaluación de la Educación Superior) o el copaes no son del dominio público, no tienen relación alguna con la autorización para impartirlos o para recibir financiamiento público; son la oportunidad de hacer publicidad a la buena calidad de sus programas y de aumentar su participación en esquemas como el PIFI (Programa Integral de Fortalecimiento Institucional) o el PIID (Programa Institucional de Investigación y Desarrollo" (Brunner, 2006: 52).

Antes de dejar el barrio, no me puedo contestar. Si tantas instituciones con instrumentos y actores, realmente evalúan lo que se han propuesto, ¿este proceso tan largo y complicado valdrá lo que cuesta?

Ya cansados y aburridos, alcanzamos el final, una larga pista plana que nos lleva a un festival.

 

El Festival de las adivinanzas

Al llegar al festival, tu entrada debes pagar, pero en forma singular. Te piden que formules un deseo que doblas en una tela,  que se convierte en paloma que busca lo que más quieras. Nosotros, por si las dudas, compartimos el deseo: "Invitamos al gobierno federal para equilibrar las tensiones en el sistema de educación superior, decidiendo qué iniciativas pueden consolidarse bajo las reglas actuales, o cuáles deben cambiar en el presente y cuáles como reto futuro de la política" (Brunner, 2006: 86).

Adentro todo es cambiante, el tipo de las personas, las premuras del vivir, hasta las preocupaciones consideran sonreír. En el centro de reunión hay espacios de opinión con ponentes reservados flanqueados por varias carpas, unas son para el oráculo y otras son para vendimia.

Confundidos y cansados, decidimos comenzar en el área del oráculo, llenos de curiosidad preguntamos al azar: "¿Cuáles son los retos para cada institución?". Una sagaz adivina consulta en su bola mágica y en trance hipnótico narra que "Para la SEP, los desafíos de la educación del futuro son el combate a la pobreza, la calidad de la educación y el papel central de los maestros; para la OCDE se trata de tomar decisiones hoy en torno a cuatro fuerzas: el ritmo de crecimiento y diversidad de la población, la equidad, el financiamiento y el empleo" (Brunner, 2006: 86).

La SES postula como retos: la expansión del subsistema con equidad, el aseguramiento y mejora continua de la calidadeducativa y el perfeccionamiento de la planeación, coordinación y gestión del subsistema para dar mejores respuestas a las demandas de la sociedad del conocimiento, la globalización, el desarrollo económico y social del país, y las grandes transformaciones nacionales en curso" (Rubio, 2006: 278).

Sedientos de otras respuestas, la interrogamos así: "¿Cómo se concretará? ¿A que darle prioridad? ¿Ese porvenir es uno o lo podemos cambiar?".

Después de largo suspiro, la adivinadora dice: "La OCDE avanza contundentemente en el terreno ideológico, comprobando que el combate a la pobreza se impulsará desde la ruta de la sociedad del conocimiento y la globalización. Deja al desarrollosocial y las grandes transformaciones nacionales como parte de la retórica de la SEP, dado que éstas forman parte del mandato constitucional y la viabilidad de la legitimidad gubernamental" (Brunner, 2006: 63–66).

Políticamente exige una toma de decisiones que rompa las tensiones presentes entre los distintos actores y sus ámbitos deacción e intereses; es decir, que minimice las repercusiones sociopolíticas y enfatice los aspectos de financiamiento existentes en las relaciones de poder establecidas entre servicios públicos y privados, planeación federal y estatal, expansión de la matrícula vs. costo implicado, apoyar personal actual contra reciutar personal de calidad, la conveniencia de una investigación vinculada a las empresas y al desarrollo nacional, y la oferta institucional en relación con las demandas estudiantiles (Brunner, 2006).

En el aspecto instrumental, considera la calidad, la pertinencia y la equidad como requisitos para alimentar eficientemente el mercado de trabajo. Por ello se expresarán con dispositivos objetivos (planes, programas, metas e indicadores) idóneos para condicionar la entrega de recursos a la capacidad de cumplimiento individual e institucional. Estos datos formarán los sistemas de información integrales y serán la base sólida de las evaluaciones. Además, se crearán nuevas figuras que coadyuven a la coordinación, supervisión y control de la compleja gestión universitaria" (Brunner, 2006: 66–68, 71–72, 75, 84).12

Después de una corta pausa, la adivinadora expone: "El discurso de la SEP es nebuloso, veo políticas para combatir el rezago que se funden y confunden en la multiplicidad de las opciones de educación superior y los programas de becas para estudiantes" (Rubio, 2006: 166–177).

La bruja se ha desmayado, el rey rubio irrumpe en la sala y mientras tratamos de reanimarla, él nos aclara: "Ésta es una brillante estrategia que amplía el sector de educación tecnológica, que abre paso a las modalidades virtuales y modestamente a las multiculturales, y que además no se contradice con los modelos y tradiciones de las universidades federales. Pero que se alimenta con jóvenes que caminarán en la ruta de desarrollo económico trazada por el gobierno federal, con el valoragregado de su legitimidad" (Rubio, 2006:66–92, 97–112).

Preocupados, caminamos al espacio de ponentes, quienes en  mesa redonda analizaban los siguientes referentes:

El aspecto político de las acciones de SEP seguirá expresándose en el trinomio federalismo, fortalecimiento institucional y gobernabilidad, una entidad que encubre las tensiones por poder en el sistema educativo nacional y que se expresa en una política de descentralización creciente y necesaria para la revitalización económica regional aunada a culturas institucionales donde la gestión (no importando el nivel de acción) se dirige a conseguirrecursos que a su vez son proporcionales al grado de cumplimiento de la norma instituida. Se trata de un fenómeno complejocaracterizado por la multiplicidad de instituciones creadas para el mismo fin, pero constreñidas a ámbitos particulares. Éstas representan la cota de poder de cada instancia y abren objetivamente la posibilidad de negociación desde lo subterráneo (Brunner, 2006: 65).

El turno toca a otro agente que habló sin dilatación: "En este esquema, refiriéndose a la ponencia anterior, la ses presentaal fortalecimiento institucional como la pieza clave de toda la estrategia, porque incluye proyectos de desarrollo institucional, programas de desempeño académico; orientación vocacional, tutorías y becas para estudiantes, así como reformas curriculares orientadas a la internacionalización: un amplio paquete que se traduce en retos, compromisos e ingresos económicos para todos los agentes educativos. Una táctica que a decir de sus promotores es objetiva, corresponsable y justa porque actúa sólo en la medida en que sus beneficiarios colaboran con ella. Dicho así, ésta no sería criticable de no serporque convierte a la educación superior en oportunidad al despojarla de su carácter de derecho, porque impone criterios eficientistas sobre lo que debieran ser los mínimos académicos y porque en aras de la equidad, distribuye mayores cantidades de recursos en las instituciones que le interesa promover" (Rubio, 2006: 213).

En otra disertación se habló de la necesidad de coordinar estas acciones, satisfaciendo demandas de participacióndemocrática, transparencia y respeto a la diversidad en la ruta del cumplimiento de las funciones universitarias, lo cual hace de la gobernabilidad institucional otro problema complejo que no se puede valorar únicamente con números, ya que minimiza las deficiencias de los procesos que desencadenan y oculta aspectos cualitativos que podrían reorientar al sistema en su conjunto. La misma OCDE (2006) reconoce el riesgo de que el sistema se pervierta, esforzándose por conseguir los puntajes a costa de los aprendizajes individuales y organizacionales (Brunner, 2006: 53).

La calidad con equidad, la transparencia, la participación y las exigencias de eficiencia y eficacia encuentran un vínculo adecuado en múltiples programas estratégicos que conforman la así llamada "cultura de la evaluación", principal instrumento deseguimiento y control de la política educativa nacional (Brunner, 2006: 4445, 52–53).

Así llegamos a la sesión de preguntas y respuestas, he aquí una muestra:

—¿Cuáles son las posibles tendencias a corto plazo en las políticas de la SEP?

Primera respuesta:

—Es posible prever que las tendencias a corto plazo no cambiarán. La lealtad al modelo económico neoliberal seguirá guiando la oferta institucional, los perfiles de egreso de los hoy estudiantes beneficiados con becas y apoyos, y el desarrollo de los órganos de gobierno.

Segunda respuesta:

—Al margen de las recomendaciones de la OCDE, creemos que no habrá cambios espectaculares a corto plazo, la debilidad del gobierno federal no lo hará posible aun cuando se viera forzado a responder a los compromisos signados con los grupos empresariales. Consideramos que aspectos como la cultura organizacional, el liderazgo, la interiorización de las metas, los mitos asociados con la superioridad de la tecnología, la competencia leal y otros términos similares seguirán introduciéndose lenta y silenciosamente, dejando su impronta en el inconsciente colectivo. Este proceso a corto o mediano plazos tendrá asociado un caudal de indicadores factibles de evaluación.

Tercera respuesta:

—Creemos que la articulación entre las políticas educativas y sus aparatos hegemónicos de control reorientan la función de formar hombres y mujeres libres de pensamiento y críticos en la corresponsabilidad ciudadana.

—¿Eso significa que no hay posibilidad de un cambio real?

—La parafernalia de los programas estratégicos continuará representando la estrategia reproductiva del nuevo orden institucional y, al mismo tiempo, abre una coyuntura para el desarrollo de proyectos legítimos que aunque impulsen una visión global, tengan la capacidad de producir beneficios locales, ecos del mandato constitucional y de los anhelos educativos históricos.

La moneda está en el aire, la decisión y la responsabilidad es de las comunidades universitarias y, en particular, de sus académicos.

Al salir se hizo un tumulto, el ruido era estrepitoso, algunos nos resbalamos, rodamos por la vereda y ¡llegamos al portal!

 

Despertar

Regresamos del país tras el espejo; ¿habrá sido realidad? Contábamos con moretes, notas y el sabor del ¿qué dirán? ¡Ahora puedo recordar!

Equidad, calidad e innovación en el desarrollo educativo nacional es una obra amena, escrita y editada por la SEP. Siendo parte de la colección Gobierno del cambio, no es extraño que dedique sus más de cien páginas a describir las políticas educativas puestas en marcha durante el sexenio foxista. Aunque el libro dedica un espacio mayoritario a la educación básica, también es posible encontrar referencias al nivel superior y a la planeación prospectiva puesta en marcha.Su mayor cualidad radica en la mesura con que nos permite conocer la casa por dentro, no exenta del aire triunfalista de los  logros, admite también las debilidades y obstáculos encontrados, invitándonos a reflexionar en los retos del futuro. 

Análisis temático de la educación superior en México, título editado por la OCDE, es un ensayo elaborado por el equipo de José Joaquín Brunner en el que al estilo de temas selectos da forma y orden a la marejada de datos, instituciones, acciones, problemas y propuestas que conforman la educación superior mexicana. Uno de sus mayores méritos es la conformación de la imagen de un sistema educativo mexicano en continua tensión, en el que refiere, sin decir, a la dinámica   particular de la política educativa mexicana, las contradicciones en su discurso oficial y las negociaciones subterráneas. 

Declarándose respetuoso de cada nación, expresa la conveniencia de mantener las líneas de logro económico, urgiendo algobierno para que tome decisiones a corto, mediano y largo plazos en temas clave: educación privada vs. pública, planeación federal y local, expandir la matrícula vs. mejorar el perfil profesional, investigación nacional al servicio empresarial o la satisfacción de demandas estudiantiles. La lógica de su argumentación, la sobriedad y elegancia de su lenguaje, así como la complejidad de su pensamiento, forman una obra fácil de leer sobre la que urge hacer una nueva lectura desde nuestros propios referentes.

La política educativa y la educación superior en México. 1995–2006: un balance, es un volumen dotado de una amplia estructura temática que pretende ilustrar el desarrollo de cada uno de los componentes del subsistema de educación superior mexicana. Se trata de un libro que requiere varias lecturas, porque en cada una de ellas se conocen elementos difíciles de advertir en los intentos anteriores. Al iniciar, como si de una especie de diccionario se tratara, los temas son tratados parcamente, profusamente ilustrados con cuadros y esquemas que facilitan a los expertos la localización de los más variados datos. Una segunda lectura permite reconocer la riqueza de los conceptos puestos en marcha y la esencia de una política que pretende maquillar con números e imágenes bonitas la penosa realidad de quienes padecen la exclusión en cualquiera de sus formas. Una tercera lectura seguramente nos deparará sorpresas, tal vez podríamos identificar sueños que apenas comenzaban, ecos de otros que ya terminaron o la somnolencia de quien aún está durmiendo.

Por cierto, ¿qué es lo que soñamos? ¿Quién fue el que soñó todo esto... nosotros en la caída, el rey rubio o los que nos mandan?

Es claro que ellos aparecían en mi sueño, pero yo también figuraba en el de ellos. Ustedes... ¿qué creen al respecto? (Carroll, 1857).

 

Referencias

CARROLL, Lewis (2002), Alicia a través del espejo, México, Ediciones Tomo (adaptación del original escrito en 1857).        [ Links ]

CHEREM, Silvia (2006), Examen final. La educación en México (2000–2006).        [ Links ]

SILAS, Juan Carlos (2005), "Realidades y tendencias en educación superior", Perfiles Educativos, vol. 27, núms. 109–110, pp. 7–37.        [ Links ]

 

Notas

1. En adelante, considerar todas las referencias a ser provenientes de: Secretaría de Educación Pública. Equidad, calidad e innovación en el desarrollo educativo nacional, México, SEP, 2005.

2. En adelante, considerar todas las referencias a OCDE, provenientes de: José Joaquín Brunner et. al., Análisis temático de la educación superior en México, México, OCDE, 2006.

3. Adoptando un criterio de la OCDE, la calidad educativa se define como el efecto del sistema sobre las capacidades académica, económica y social de los estudiantes. Véase Brunner (2006).

4. Todas las citas a Rubio o Subsecretaría de Educación Superior (SES), se refieren a Julio Rubio (coordinador), La política educativa y la educación superior en México 1995–2006: Un balance, México, SEP/FCE, 2006.

5. Los programas estratégicos a los que nos referimos son: Programa del Mejoramiento del Profesorado (PROMEP), Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI), Programa Institucional de Innovación y Desarrollo de los Institutos Tecnológicos (PIIDT), Programa para el Fortalecimiento del Posgrado Nacional (PFPN), Programa de Impulso a la Investigación en Ciencia Básica y Programa de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior.

6. La competencia entre instituciones se da en torno a la distribución de recursos; los profesores no viven una competencia como tal, sino un mecanismo que les permite mejorar sus ingresos económicos sin que necesariamente mejoren sus competencias, hasta ahora las competencias estudiantiles no han mejorado sustancialmente. Por tanto, la así llamada cultura de evaluación apunta a perfilarse como mecanismo de control y no de mejora institucional.

7. Nos referimos a los proyectos institucionales, perfiles profesionales de los profesores, evidencias de avance o mejora, informes de rendición de cuentas y documentos similares.

8. La obra de Rubio expone en detalle cómo se mide la eficiencia educativa institucional basada principalmente en indicadores cuantitativos y dejando de lado aspectos sociales, culturales y académicos.

9. Como es sabido, el problema del financiamiento para proyectos universitarios cada vez crece más, de ahí que las solicitudes se incrementen, aunque no así los recursos. Sin embargo, la autoevaluación global del sistema educativo sigue justificando la creación de otros subsistemas, como el de universidades tecnológicas o el de universidades multiculturales que hasta el momento trabajan con matrículas pequeñas y recursos asegurados. Véase Rubio (2006).

10. Ciertamente el organismo citado trabaja con base en criterios estandarizados para asegurar la calidad educativa. Sin embargo, es indudable la emergencia de muchas pequeñas universidades (con o sin reconocimiento) que en el mejor de los casos cumplen funciones de contención social con consecuencias aún no suficientemente estudiadas. Para ahondar en el tema, puede consultarse a Silas, 2005: 7–37. Consideramos que más que enfocarse al cuidado de los programas en escuelas públicas, la supervisión debe dirigirse a las Instituciones de Educación Superior (IES) privadas que ofrecen educación a bajo costo a partir de procesos de formación a corto plazo, con titulación por méritos académicos y sin la elaboración de proyectos de investigación.

12. El equipo de Brunner (2006) no nos aclara las nuevas figuras de gestión. ¿Por qué el conaedu debiera ser complementado en funciones con un Consejo Nacional de Educación Superior integrado por todos los actores educativos, si en la experiencia nacional hasta la fecha, los Consejos de Participación Social no han funcionado? ¿Se tratará de una nueva estrategia de empoderamiento para estos actores?

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons