Editorial

Con este número de la revista Perfiles Educativos se cierran y se abren proyectos y etapas institucionales y académicas.

En el ámbito institucional, concluye la prolífica historia del Centro de Estudios sobre la Universidad (CESU), entidad académica creada en noviembre de 1976 que, a lo largo de tres décadas, fue pionera en los estudios sobre el pasado, el presente y el futuro de la universidad y desarrolló investigaciones sobre el campo educativo en todos sus niveles y modalidades.

Tales aportaciones han sido reconocidas por organismos como la OCDE (2004), en términos de la producción de estudios de alto nivel, con influencia y prestigio en el país y fuera de sus fronteras.

La tradición del CESU se funda, por lo menos, en cinco elementos, a saber: la riqueza y diversidad de la formación y la trayectoria de sus investigadores y técnicos académicos; el esfuerzo continuo de interlocución con pares académicos en el país y en el extranjero; la participación en la formación de recursos humanos tanto en el ámbito de la licenciatura como en los estudios de posgrado; la calidad de su producción editorial, que se manifiesta en el impacto que tiene entre la comunidad interesada en sus tópicos, y la especialización de su biblioteca.

En lo que toca a los proyectos académicos y, en particular, los editoriales, cabe recordar que en diciembre de 1997, en el CESU, se inició la tercera época de la revista Perfiles Educativos. Durante estos nueve años se editaron 38 números de publicación periódica y 1 número especial. La revista logró también su inclusión en el Índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), así como en importantes bases de datos iberoamericanas.

La consolidación académica y las aportaciones de la comunidad del CESU fueron valoradas por los órganos colegiados de la Universidad Nacional Autónoma de México, razón por la cual el Consejo Universitario, en su sesión del pasado 29 de septiembre, le hizo un significativo reconocimiento al cambiar su denominación a Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE).

En este acto la UNAM le otorga a esta entidad académica la responsabilidad y el estatus para continuar y ampliar sus fines académicos en beneficio de la propia universidad y del país, y lo coloca en la senda de los diversos institutos de la Máxima Casa de Estudios abocados a esta importante función universitaria.

El IISUE deberá continuar con la generación de conocimiento, riguroso y pertinente, sobre la universidad y la educación, formar investigadores y profesionales en sus campos de especialidad, en particular en estudios de posgrado, y promover y conservar el Archivo Histórico de la Universidad (AHUNAM).

El campo de la investigación educativa constituye un ámbito dinámico y estratégico para el desarrollo de México. Se trata de un área de oportunidad en términos de sus posibles impactos en el terreno de los procesos y las prácticas educativas, de sus repercusiones en la construcción de una sociedad del conocimiento y en el marco de su contribución al pleno desenvolvimiento del país, particularmente en lo que se refiere a la reducción de las desigualdades sociales extremas y a la capacidad de los ciudadanos para ampliar los horizontes de su desarrollo individual y social. Recientemente la OCDE (Análisis temático de la educación terciaria, México, noviembre 2006) ha señalado que el capital humano de nuestro país es uno de los más bajos entre los miembros de esta organización, y que el desempeño del sistema educativo no es adecuado.

Desde la posición de legitimidad y autoridad académica construidas en tres décadas y frente a estos grandes retos, el ahora IISUE tiene la responsabilidad de colaborar en la atención tanto de los debates prioritarios del campo educativo en el terreno conceptual y metodológico, con una orientación académica de largo plazo, como de los destinados al estudio de problemas y al diseño de soluciones específicas, con una orientación aplicada.

En este sentido, los proyectos editoriales del instituto deberán coadyuvar a la difusión del conocimiento, generado en él mismo y en las comunidades especializadas, que permita aportar tanto al desarrollo del propio campo como a encarar las carencias del desarrollo educativo del país. Los proyectos editoriales representan, paralelamente, una de las finalidades de la propia función investigativa y una responsabilidad social para colaborar al debate y a la transformación de lo educativo.

Sabemos que la capacidad de investigación en el país no corresponde a las necesidades de una sociedad tan compleja como la nuestra; las instituciones que realizan esta tarea siempre estarán en deuda si consideramos la cantidad de temas que es necesario desarrollar y discutir. Sin embargo, entidades como el IISUE se han propuesto iniciar un tiempo nuevo, convencidos de que es posible situar su trabajo académico en los principales temas de la agenda educativa y convocar a la comunidad interesada en éstos, dentro y fuera de nuestro país, para presentar sus aportaciones en un medio que permita a todos los pensamientos y perspectivas expresar conocimiento razonado sobre lo que ocurre en materia educativa, lo que puede ocurrir de continuar por el mismo camino y lo que debe ocurrir si esperamos una mejor sociedad, un mejor país, un mundo mejor.

La producción editorial es entonces una de las vías para impulsar la colaboración con comunidades académicas y con autoridades educativas, dentro y fuera de la Universidad Nacional y del país.

En este marco, se iniciará una nueva época de la revista Perfiles Educativos en su siguiente número. En ella deberán fortalecerse su calidad y su impacto académicos, por medio de las aportaciones de la comunidad académica, del riguroso cuidado del Comité Editorial del instituto, de la participación activa del Consejo Editorial de la revista y, particularmente, con el concurso de sus lectores.

La revista Perfiles Educativos responde a la vocación académica del instituto por difundir resultados de investigación. Se trata de un proyecto amplio en el cual han tenido y tendrán cabida todas las disciplinas, los temas y enfoques que dan cuenta de la educación; es un espacio convergente en el cual se publican aportaciones académicas rigurosos que responden no sólo a las líneas de investigación del instituto, sino que se encuentra abierto a toda la comunidad de investigadores, la nacional, la iberoamericana y la internacional.

Por medio de la revista el instituto ofrece una ventana a los interesados en los diversos aspectos del campo de la educación para la difusión de trabajos novedosos, académicamente rigurosos y que permitan avanzar en el conocimiento y búsqueda de alternativas para los grandes problemas que enfrenta la educación en la transición que nos toca vivir.

En este sentido la revista es un proyecto institucional, pero al mismo tiempo colectivo. Su rigor e impacto académico depende no sólo del esfuerzo que la comunidad de investigadores del instituto le pueda imprimir, sino que requiere que este esfuerzo se complemente de manera solidaria con la comunidad nacional e internacional de investigación. Por ello renovamos nuevamente nuestra invitación a todos los académicos y académicas que tienen investigaciones en el campo de la educación a presentar sus trabajos. Convocamos a toda la comunidad a asumir a Perfiles Educativos como un medio significativo para el desarrollo de la educación.

Lourdes M. Chehaibar Náder
diciembre de 2006