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Perfiles educativos

versión impresa ISSN 0185-2698

Perfiles educativos vol.26 no.105-106 Ciudad de México ene. 2004

 

HORIZONTES

 

La movilidad de estudiantes,
características y opiniones de los estudiantes
extranjeros en Guadalajara, Jalisco, México*

 

ELIA MARUM-ESPINOSA**

 

Resumen

Este trabajo busca conocer la percepción de los estudiantes extranjeros que participan en programas de intercambio en Guadalajara, que tienen tanto de sí mismos como actores de su proceso formativo, cuanto del entorno en donde aprenden. Se indaga en elementos que permitan entender su propia concepción como estudiantes de otra institución, fuera del ambiente de su lugar de origen, y conocer sus percepciones del sistema educativo, de la institución que los recibe en México y de los actores mexicanos, con el fin de mejorar el proceso de internacionalización de las instituciones. Inicialmente se describen las características de los actores, haciendo énfasis en las similitudes y diferencias entre estudiantes, profesores y entorno, desde las percepciones de los estudiantes extranjeros, así como en el impacto del programa de movilidad en su desarrollo académico y humano.

Abstract

This article deals with the representations of foreign students who take part of exchange programs in Guadalajara, about themselves as performers of their own training process and about the learning environment as well. The research is about elements which allow to understand their own conception as students from other institutions, out of their original environment, and to know what they think about the educational system in Mexico, the Mexican institution which takes them in and the Mexican actors, in order to improve the internationalization process of the institutions. At the beginning, the author describes the main features of the actors, with a special emphasis on the resemblances and differences between students, teachers and environment according to the foreign students; points of view, and on the impact of the mobility program in their academic and human development.

 

Palabras clave: Movilidad de estudiantes / Internacionalización / Percepción de los actores / Calidad de la educación / Estudiantes extranjeros/ Intercambio de estudiantes
Keywords: Student mobility / Internationalization / Actors; perceptions / Educational quality / Foreign students / Students exchange

 

INTRODUCCIÓN

Las profundas transformaciones y los cambios acelerados en los ámbitos económico, tecnológico, social y cultural registrados desde las dos décadas pasadas, han puesto a México a transitar hacia una sociedad abierta con una economía abierta, donde se considera la calidad como un reto y una necesidad, y donde no caben instituciones cerradas ni sistemas educativos aislados o con poca interacción con otros sistemas homólogos ni con otros espacios del entorno.

La educación superior en México, como parte de una economía y sociedad abiertas, no puede entenderse, planearse y gestionarse sin considerar el entorno de cambios acelerados en el conocimiento y en la integración mundial; no puede quedar excluida o al margen de los cambios y los efectos que éstos han generado, pero tampoco puede realizarse sin conocer en estos procesos la percepción de los actores, tanto de sí mismos como del entorno en donde aprenden. Por ello ahora, con énfasis renovado, se plantea como requisito sustantivo para la formación la adquisición de nuevos lenguajes y el entendimiento de otras culturas que permita tener vivencias y experiencias relacionadas con los nuevos requisitos humanos, sociales y productivos de un entorno cambiante e incierto, y que trasciende los ámbitos nacional y continental, es decir, un entorno de internacionalización.

Como señala Drucker (1993), “se trata del cambio de una época basada en la producción industrial, a otra donde los principales bienes tienen como origen el conocimiento y esto está transformando la naturaleza de las sociedades en el mundo entero”. Estas transformaciones en la llamada sociedad del conocimiento han impactado fuertemente a las instituciones educativas. “La llegada de la sociedad de la información global, incluyendo las pedagogías virtuales, permite a los estudiantes acceder a información (sea de cursos formales o no), compartir conocimiento, plantear preguntas y buscar asesoría de personas (no necesariamente académicos) en todo el mundo” (Welch, 1998), fomentándose así procesos de intercambio, en todos sus niveles, que se consideran una de las fuerzas impulsoras para construir la sociedad que queremos, y transformar la que tenemos.

Ejemplo de ello es la dimensión europea en la enseñanza y la interculturalidad, donde

a través del estudio y análisis de la variedad existida y existente de distintas culturas y sociedades […] los alumnos pueden adquirir formas ampliadas y menos etnocéntricas de identificación, dado que mediante la mirada hacia lo otro y los otros, se puede aprender más sobre la propia cultura, con sus posibilidades y sus límites, que con una orientación ensimismada en lo propio (Valls y López, 2002).

Uno de los elementos centrales de este proceso de construcción social lo constituye la movilidad de estudiantes. Así,

mientras que el énfasis actual parece estar en el resultado final del programa de movilidad –construir una competitividad internacional para una empleabilidad en la economía global–, nosotros como educadores internacionales necesitamos considerar cuidadosamente y motivar a los estudiantes a ver la participación en un programa de movilidad por el propósito de cooperación internacional, en contraposición a la competencia internacional (Kane y Humpries, 1999).

Por ello, “preparar a los estudiantes del nivel superior para la práctica internacional de las profesiones es hoy una exigencia, como también lo es la de incrementar la competitividad internacional de los bienes y servicios que México exporta, condición indispensable para mantener y mejorar su posición en los mercados” (ANUIES, 2000).

La movilidad académica de estudiantes y profesores busca mejorar la calidad del desarrollo de recursos humanos y explorar caminos que preparen a los estudiantes para desempeñarse laboral y socialmente en una realidad interdependiente, como trabajadores competitivos y ciudadanos responsables de una ciudadanía nacional y global. La movilidad de estudiantes y profesores ha existido desde el inicio de la historia de las universidades, pero su motivación y su intensidad era diferente. Ahora, es parte del proceso de internacionalización, considerado a la vez como estrategia y como objetivo de la formación que realizan las instituciones de educación en las nuevas condiciones del entorno. “La internacionalización de la educación superior se refiere a un proceso de transformación institucional que pretende integrar la dimensión internacional e intercultural en la misión, cultura y funciones sustantivas de las instituciones educativas” (Gacel, 2000), por lo que “tener estudiantes extranjeros o convenios de cooperación internacional no significa ser una institución internacionalizada” (Harari, 1992), pero sin duda es un paso necesario para avanzar en esa construcción que implica incorporar la dimensión internacional en todos los aspectos de la formación y en el mismo funcionamiento institucional.

Promover la movilidad estudiantil conlleva, entre otras cosas, el reconocimiento y transferencias de créditos, de manera ágil, así como el desarrollo de currículos compartidos o comunes, con altos grados de compatibilización; implica conocer otros idiomas y las culturas de otras naciones, desarrollar prácticas profesionales y comunitarias en otros países, todo lo cual facilita el logro de la internacionalización.


MOTIVACIONES Y FINALIDADES PARA INVESTIGAR LA MOVILIDAD ESTUDIANTIL

El presente trabajo se dirige a conocer mejor a los estudiantes extranjeros que participan en programas de intercambio en Guadalajara, para hallar elementos que permitan entender su propia concepción como estudiantes en una institución fuera de su país –esto es, como actores de su proceso de aprendizaje fuera del ambiente de su lugar de origen–, así como conocer sus percepciones sobre el sistema educativo y la institución que los recibe en México. Con ello se pretende encontrar elementos que permitan proponer objetivos y estrategias para retroalimentar los procesos y finalidades de una parte del proceso de internacionalización de las instituciones, y para conocer qué elementos requieren introducirse, modificarse o reforzarse en las instituciones de educación superior (IES). De esta manera se podrá contar con programas acordes con las exigencias productivas y sociales de las nuevas circunstancias del entorno, y transformar aquellas circunstancias que no sean benéficas para la sociedad. El objetivo de este trabajo es sin duda limitado: no pretende discutir y analizar en su conjunto el proceso de internacionalización de la educación ni discutir los impactos de este proceso o sus avances; busca iniciar una revisión y análisis de la percepción de los actores de los procesos, y avanzar en la construcción o en la ampliación de estudios sobre la opinión y concepción de uno mismo y de su entorno.

Este trabajo se refiere sólo a uno de los actores –los estudiantes– y únicamente a los que se encuentran en IES de la zona metropolitana de Guadalajara, empero, además de las inferencias que se pueden hacer a partir de él, busca ser el inicio, complemento y motivación para impulsar el conocimiento del funcionamiento y resultados de la educación superior desde el punto de vista y percepción de sus actores, que son copartícipes y corresponsables de su proceso de transformación.

De tal modo, iniciamos por el que consideramos, al igual que Ochoa (1999), como punto de partida y de llegada del proceso educativo –el estudiante–, conscientes de que la investigación requiere ampliarse a otros actores y a otras latitudes.

En Gacel (2002) se encuentra un estudio evaluativo que incluye tanto la movilidad de estudiantes como la de profesores, desde la perspectiva amplia de la dimensión internacional de las universidades mexicanas. Dicho estudio se concluyó en 1998 e incorpora algunas de las variables y elementos que se consideraron cruciales para nuestro estudio, pero no todas las que requería la perspectiva de los actores, por lo que el presente estudio actualiza (con la limitación de no ser nacional) el estudio de Gacel, e introduce nuevas perspectivas.

La investigación cuyos resultados se presentan ahora se realizó en el periodo comprendido entre enero y mayo de 2003, con 50 estudiantes extranjeros que se encontraban realizando una estancia en diversos programas de movilidad estudiantil en las IES de la zona metropolitana de la ciudad de Guadalajara (ZMG), en el estado de Jalisco, ubicado en el centro occidente de México. Para realizar la encuesta se utilizó el muestreo aleatorio no estratificado. Al desconocerse el tamaño del universo, la muestra de 50 encuestas es representativa1 y los resultados se consideran inferencias de la realidad.

A continuación se presentan los resultados de la encuesta, sistematizado de acuerdo con las variables y elementos considerados en el instrumento utilizado.


RESULTADOS DE LA ENCUESTA. GÉNERO DE LOS ESTUDIANTES

Entre quienes realizaron estancias de estudios en el primer semestre del año 2003 predominaron las mujeres, siendo 74.5% de los participantes de género femenino y sólo 25.5% de género masculino. El estudio no pudo encontrar las causas de esta situación, por lo que será importante realizar un estudio posterior que permita dilucidar los motivos por los cuales mucho más mujeres que hombres participan en programas de movilidad estudiantil.

Estudios anteriores también encontraron esta característica, y señalaron que durante el ciclo escolar 1997-1998, 54% de los estudiantes extranjeros en IES mexicanas eran mujeres y 46% hombres (Gacel y Rojas, 1999, y ANUIES, 2000).


Edades de los participantes

Entre los estudiantes encuestados predominan los de 21 y 22 años, que forman más de 80% de la totalidad. La edad máxima detectada entre los estudiantes de la muestra fue de 27 años, lo que permite inferir que en estudiantes mayores de esa edad no existe interés o posibilidades de participar en programas de movilidad estudiantil. Esta información coincide con la de estudios anteriores (Gacel y Rojas, 1999 y ANUIES, 2000) que señalan que los estudiantes extranjeros en México son primordialmente jóvenes de entre 16 y 27 años de edad, y predominan los estudiantes de entre 21 y 22 años que formaron más de 80% del total (véase cuadro 1).

 

Nacionalidad de los estudiantes

En orden de importancia, los estudiantes extranjeros que participan en programas de movilidad estudiantil y que tienen como destino IES de la ZMG provienen de Canadá, mayoritariamente, seguidos de los de Estados Unidos, siendo estas dos nacionalidades las que representan los porcentajes mayoritarios entre estos estudiantes, seguidos por los estudiantes de nacionalidad sueca y española. Aunque con menor porcentaje que las anteriores nacionalidades, tienen una representación importante la suiza, suiza-francesa y la alemana, y quedan en porcentajes muy bajos en su participación la chilena, colombiana, la venezolana y la finlandesa. Con el porcentaje de participación más bajo se ubicó la polaca. Esta información también tiene un alto grado de coincidencia con la detectada en estudios anteriores como el de Gacel y Rojas, 1999, y ANUIES, 2000.

Ello significa que para el caso estudiado, la movilidad en América del Norte ha predominado en los programas, seguida de la movilidad entre América y Europa, y que la movilidad estudiantil entre los países latinoamericanos, al menos entre México y los demás países, es poca, situación que tendrá que revisarse ante los intentos de integración del continente.


Idiomas que hablan los estudiantes e idioma en el que reciben sus clases

La encuesta realizada a los estudiantes extranjeros reveló que más de 40% de ellos hablan dos idiomas; más de la cuarta parte de ellos habla 3 idiomas, pero poco más de 20% hablan solamente su lengua natal. Sin embargo, más de 10% de los estudiantes extranjeros que se encontraban estudiando en Guadalajara hablan más de 4 idiomas y de ellos 5% hablan 6 idiomas.

Esta información revela que para la movilidad estudiantil en los programas existentes en la ZMG no es un requisito tener un manejo mínimo adecuado del español como idioma del país receptor, sin embargo es exigencia para los estudiantes mexicanos de las instituciones de educación superior de la ZMG, en la totalidad de los programas, tener un nivel medio alto del idioma del país receptor, cuando éste es otro que el español, como mínimo, para participar en programas de movilidad estudiantil.

Esta información plantea interrogantes sobre los objetivos que persiguen los programas, y permite inferir que existen instituciones o países que privilegian los aspectos vivenciales y de motivación al aprendizaje de la legua y la cultura del país receptor, antes que los objetivos estrictamente académicos, lo que genera indicios de modelos educativos centrados en el aprendizaje y en la flexibilidad.


Idioma en el que cursan clases

Sin embargo, mayoritariamente (71%) los estudiantes reciben clases sólo en español, únicamente 18% de los entrevistados dijo recibir clases tanto en español como en inglés y sólo 11% cursa clases en inglés. Esto se explicaría si la mayoría de los estudiantes viniera a aprender español, pero no es éste el caso que tiene el porcentaje más importante, como se verá adelante, sino que los estudiantes vienen a tomar cursos en campos académicos variados, por lo que se infiere que el bilingüismo en la oferta educativa de la ZMG todavía es escaso, convirtiéndose así en un asunto que deberá considerarse en las estrategias de estos programas.


Manejo del español

El manejo del español que tienen 27% de los estudiantes extranjeros que participaron en los programas de movilidad estudiantil en las IES de la ZMG es bueno y para 31% muy bueno, lo que asegura un nivel adecuado de comprensión y rendimiento académico en los cursos que toman, así como en su interacción con la población y cultura locales. Pero más de 40% de estos estudiantes manifestaron tener un manejo regular o insuficiente del español, lo que limita su rendimiento académico y no garantiza que puedan continuar la secuencia de construcción del conocimiento en las áreas académicas en las que se están formando cuando regresen a sus países de origen. Por lo tanto, como se señaló, algunos programas deben tener objetivos más claros de motivación al aprendizaje del idioma del país receptor y de vivencias en él, que objetivos estrictamente académicos.

Debe reconocerse que este nivel poco adecuado del idioma español limita su integración y sus vivencias en la realidad local y nacional, por lo que hay que repensar y valorar tanto el nivel previo de conocimiento de español que se les solicite, como el ambiente donde vivirán, para que éste sea un acelerador de su aprendizaje del idioma.

Los estudiantes que manifestaron vivir con familias mexicanas avanzaron más rápido y en mayor grado en su dominio de la lengua española que quienes vivieron aislados o en convivencia con otros extranjeros que no hablaban español. Este es otro aspecto que debe valorarse e investigarse con mayor detenimiento y profundidad para replantear los objetivos y estrategias de los programas de movilidad estudiantil.


Nivel de estudios donde se ubicaron los estudiantes

Del total de estudiantes, objeto de este trabajo, 83% se encontraban cursando estudios en el nivel profesional (licenciatura), 11% se ubicaban en el nivel de maestría y 4% manifestaron estar cursando estudios en el nivel junior, lo que interpretamos como estudios de bachillerato o nivel medio superior, ya que no pudieron aclarar más de ese nivel, o no supieron equipararlo con los niveles del sistema educativo mexicano por desconocerlo. Éste es otro aspecto en el que también se coincide con estudios anteriores ya mencionados (Gacel y Rojas, 1999, y ANUIES, 2000). No respondieron a la pregunta 2%, generalmente porque no sabían o no conocían los niveles y la organización del sistema educativo mexicano.


Instituciones donde estudian

La mayor parte de los estudiantes (40% de ellos) llega a estudiar a la Universidad de Guadalajara (UDG), institución que tiene el liderazgo en recepción de estudiantes que participan en programas de movilidad estudiantil, seguida por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), que recibe a más de 30% de los estudiantes extranjeros que llegan a estudiar a la zona conurbada de Guadalajara.

Las demás instituciones que participan en programas de movilidad internacional, como son la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), el Instituto de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), la Universidad La Salle y la Universidad Panamericana (UP), tienen participaciones que no llegan a 10% del total, por lo que el destino principal de estos estudiantes es la UDG y el ITESM.


Tipo de lugar donde residen los estudiantes

Cerca de la mitad de los estudiantes extranjeros que llegan a Guadalajara se hospedan con familias mexicanas, característica que coincide con otros estudios (Gacel y Rojas, 1999, y ANUIES, 2000), o comparten el departamento donde habitan con estudiantes mexicanos, lo que tiene la ventaja, de acuerdo con sus opiniones, de facilitarles el aprendizaje del idioma y el contacto directo y permanente con la cultura local, pero un porcentaje mayoritario vive en departamentos, comparten con otros estudiantes extranjeros su lugar de residencia o viven en residencias estudiantiles de las propias instituciones.

Por lo que ya se expresó antes, los programas de movilidad para este tipo de estudiantes tendrá que revalorar la conveniencia de ubicarlos en las residencias estudiantiles o en hospedajes aislados de las familias y habitantes mexicanos, si su motivación, como se infiere, va mas allá de los fines estrictamente académicos y de conocimiento científico y humanístico, ya que la inmersión cultural y la comprensión de nuestras diferencias culturales necesita el contacto directo y permanente con los habitantes de la región.


Calidad del profesorado jalisciense

Aunque expresado de diferentes maneras por haberse planteado como una pregunta abierta, 60% de los estudiantes consideraron que los profesores mexicanos que impartían los cursos eran buenos, muy buenos o muy avanzados; 7% los definieron como simpáticos y pacientes, 31% consideraron que las clases eran fáciles y sólo 2%, que el sistema no permite alta calidad en los profesores. Cabe señalar que más de 10% se percataron de que los profesores eran menos severos con los estudiantes extranjeros que con los nacionales (véase gráfica 2).

 

Diferencias entre profesores mexicanos y profesores de sus países

Cerca de 50% de los entrevistados consideraron que no había ninguna diferencia entre los profesores que les impartían clases en México, y los profesores de sus países, y 20% percibieron a los profesores mexicanos como más comunicativos y personales que sus equivalentes en sus universidades de origen, lo que marca una diferencia positiva para los profesores mexicanos. Resulta interesante y motivo para una investigación posterior indagar cuáles son los elementos que permiten concluir que no sólo no hay diferencias entre nuestros profesores y los extranjeros, sino que incluso los estudiantes los perciben con mejores cualidades, y contrastarlo con estudios sobre calidad del profesorado (véase gráfica 3).

 

Características de los estudiantes mexicanos vs. estudiantes de los países de origen

Más de 25% de los encuestados consideraron que no existía ninguna diferencia entre sus compañeros mexicanos con quienes tomaban clases y sus compañeros en sus países de origen, pero la mayoría de los entrevistados sí encontraron diferencias que vale la pena destacar, porque algunas de ellas pueden reflejar graves deficiencias tanto en el perfil y modelo académico de la formación como en el comportamiento y disciplina que requiere el proceso de formación profesional y social.

Entre las diferencias que señalaron, más de 15% de los estudiantes extranjeros encuentran aspectos positivos como que los estudiantes mexicanos son más jóvenes y serios, pero también más materialistas. Más de 10% de los entrevistados señaló como diferencia negativa que los estudiantes en Guadalajara atienden el teléfono y comen en clase, y que tienen poca conciencia social, aspectos que hay que investigar con mayor profundidad por las implicaciones que tienen en la formación de actitudes y valores.

Los planes y programas de estudio de las instituciones involucradas en el estudio se centran en la formación presencial con alto número de horas clase al día, lo que proporciona una de las posibles explicaciones al hecho de que los estudiantes extranjeros perciban que sus compañeros mexicanos tienen poca conciencia social. Este elemento tendrá que considerarse en las revisiones no solo de los planes de estudio, sino del modelo educativo del que forman parte, para incorporar actividades que proporcionen múltiples espacios de interrelación con el entorno y con los problemas reales de la sociedad.

Otras diferencias señaladas, sobre todo por estudiantes estadounidenses y europeos, resaltan que en sus países el ambiente estudiantil es más relajado, que los estudiantes jaliscienses son más creativos pero más flojos y menos responsables que los estudiantes de sus países. Consideran también que aquí la mayoría de sus compañeros no trabaja y solo se dedica a estudiar, situación diferente a la de sus países (véase gráfica 4).

 

 

Dificultades que enfrentaron los estudiantes extranjeros en Guadalajara

Un aspecto que interesó indagar fue lo relativo a su proceso de inmersión y adaptación a la ciudad, en cuanto a dificultades o problemas que hubieran tenido que enfrentar durante el periodo de su intercambio. Menos de 25% de los estudiantes extranjeros manifestaron que no encontraron ninguna dificultad durante el tiempo que habían estado en Guadalajara, pero cerca de 45% manifestaron que el transporte público fue la principal dificultad con la que se encontraron. A su vez, más de 10% señalaron que el idioma y encontrar mexicanos con quienes practicar el español había sido su principal dificultad, lo refuerza la necesidad manifestada de vivir con familias mexicanas. Llama la atención en este punto que 7% de los entrevistados (hombres y mujeres) consideraron como una dificultad durante su estancia la cultura del machismo. Con esta expresión manifestaron su percepción sobre la escasa existencia de equidad de género y en especial el trato no igualitario a las mujeres, además de actitudes, expresiones de lenguaje y comportamientos de manifiesta supremacía masculina. La equidad de género será, sin duda, un aspecto nodal a considerar en los procesos formativos de los estudiantes mexicanos, de acuerdo con la imagen que proyectan a los ojos de estudiantes de otras latitudes.


Principales áreas que cursan los estudiantes extranjeros en Guadalajara

El porcentaje más importante lo constituyen cursos relacionados con lengua y comunicación en español (27%); le siguen en importancia porcentual los cursos relacionados con los negocios internacionales y la mercadotecnia (13%) y los del área de la economía tanto teórica, como internacional y mexicana (13%), lo que coincide también con los resultados señalados por ANUIES (2000) en cuanto a que es el área de ciencias sociales donde se ubica la mayoría de los estudiantes extranjeros.

Si bien los cursos de español representan un poco más de la cuarta parte de los cursos que toman los estudiantes extranjeros en Guadalajara, este porcentaje no es lo suficientemente alto como para concluir que el objetivo de los estudiantes o de los programas que promueven su movilidad sea el aprendizaje del idioma, como ya se anotó en apartados anteriores.


Ambiente estudiantil en Guadalajara

De los estudiantes extranjeros que participaron en la investigación 53% consideraron que el ambiente estudiantil en el que se encontraban realizando sus estudios estaba bien o muy bien, 21.7% lo consideraron como un ambiente “fresa”, 3.6% opinaron que no era un ambiente muy abierto ni incluyente para los extranjeros; el resto de los entrevistados dio respuestas diversas como ambiente serio, simpático, muy amable, etcétera.

Estas respuestas indican que en general el ambiente estudiantil se percibe como bueno, sin aspectos insanos, y coincide con la percepción que algunos tuvieron de estudiantes materialistas a los que califican ahora como “fresas”.


Impacto en el desarrollo humano

La encuesta buscó indagar la percepción que como actores tenían los estudiantes sobre el impacto o experiencia vivencial generada en su proyecto de vida y en su desarrollo como seres humanos. En cuanto a las aportaciones que para estos aspectos tenía su participación en el programa de movilidad de estudiantes, algunas de las respuestas textuales más significativas fueron:

  • Ampliar conocimientos sobre otras culturas
  • Aprender mejor el idioma, encontrar más extranjeros y conocer más la cultura mexicana
  • Tolerancia y respeto
  • Ahora conozco más del país, cultura y lengua
  • Comprendo más historia y cultura mexicana; interés en la historia de mi país que no me interesaba
  • Aprendí español y otra cultura superinteresante
  • Aprender español, nueva cultura y cosas de personas de diferentes lugares y sobre la vida
  • Mejorar gramática y conocer familia que vive cerca
  • Me ha ayudado mucho en lo personal y realicé el sueño de muchos sudamericanos de conocer la ciudad y el país de las películas con que nos criamos


Impacto en la formación académica

Tenía importancia para la investigación conocer la opinión de los entrevistados sobre el impacto del programa de movilidad en su formación académica. Sólo 16.3% consideraron que su formación académica hubiera sido la misma sin el programa de movilidad estudiantil, pero 83.6% dijeron que su formación académica no sería la misma. Las razones que argumentaron para decir que el programa de movilidad no les impactó en su formación y que ésta se mantenía idéntica, fueron entre otras las siguientes (que se presentan con la redacción textual que ellos anotaron en los cuestionarios):

  • Las clases no son las que necesito para mi carrera
  • Creo que un estudio interdisciplinario debe aportar cosas más específicas
  • No se puede practicar alemán en Alemania (sic.)
  • Pero quedo mucho tiempo en la escuela del TEC esperando ride (sic.)

Entre las explicaciones que dieron para considerar que el programa de movilidad en el que participaban tendría un impacto positivo sobre su formación académica, se encuentran:

  • Gran ventaja vivir y estudiar en otro trabajo, en otro lugar; es diferente y especial
  • Aumentó mi nivel de idioma y sobre la cultura mexicana
  • Experiencias de cultura diferente, en bien de la educación internacional
  • Mejor manejo idioma español, más oportunidad de tomar clases
  • Mejor manejo idioma español para terminar mi carrera
  • Las clases en Finlandia diferentes, buena experiencia estudiar en otro país


¿Recomendaría este tipo de estancia?

Con esta pregunta se buscó contejar y cruzar las opiniones positivas que habían dado sobre profesores, estudiantes, ambiente y aportes del programa, resumiéndolas en una sola que permitiera saber si efectivamente consideraban positiva su experiencia y por tanto si la recomendarían. Las respuestas a esta pregunta fueron:

Al cuestionar a los entrevistados sobre por qué razones sí la recomendarían, respondieron generalmente, y de forma textual se transcriben algunas de las respuestas más significativas:

  • Fue el mejor semestre de mi vida
  • Se aprende más en un país extranjero
  • Para conocer otra cultura
  • El programa es muy bueno
  • Tuve una buena experiencia
  • Compartir con mexicanos la oportunidad de practicar español
  • Se aprende mucho
  • Se aprende mucho de una cultura muy diferente, la gente promedio es amable
  • Se aprenden muchas cosas sobre el mundo y sobre sí mismo; también es divertido
  • Si su meta es aprender español, ayuda mucho

Fueron pocas las razones para no recomendar una estancia de intercambio, destacan entre ellas las siguientes:

  • No me gusta esta escuela del TEC (sic.), recomendaría otra
  • Recomendaría otro lugar más rústico


Sugerencias para mejorar los programas de movilidad en Guadalajara

Los estudiantes entrevistados hicieron las siguientes propuestas para mejorar los programas de movilidad estudiantil:

  • Mejorar clases de idioma.
  • Planear actividades de integración.
  • Mejorar clases de español; no hay consecuencias por las ausencias como en una universidad normal.
  • Clases más difíciles e intensivas; más oportunidad para hablar con mexicanos.
  • Cursos de idioma para las maestrías.
  • Menos trabajo académico en aula, más retos en clase, más actividades culturales.
  • En la universidad de origen proporcionen más información sobre el país al que se va.
  • Cobrar menos para el programa de familias.
  • Incluir sesión para presentar la cultura mexicana al llegar los estudiantes.
  • Más interacción con mexicanos, porque si se toman solo clases del programa internacional no se tienen clases con mexicanos.
  • Más actividades en las que convivan estudiantes extranjeros con mexicanos.
  • La organización necesita ser mejor.

Las sugerencias anteriores confirman lo que se infirió sobre los requisitos mínimos de manejo del español que se solicita a estudiantes extranjeros para efectuar la estancia en Guadalajara y la necesidad de fortalecer tanto el manejo del idioma como la inmersión a la cultura nacional y a la local. Estos aspectos pueden ser de gran utilidad para mejorar la atención a los estudiantes extranjeros.


¿Haría otra estancia en las mismas condiciones?

A esta pregunta respondieron:

Las razones que argumentaron los estudiantes entrevistados para decir que no fueron expresadas textualmente:

  • Viviría con familia que hablara español
  • Cada vez será diferente, espero igual divertido
  • Muy difícil vivir con compañera
  • Por falta de tiempo
  • Esperaba algo más rústico

Llama la atención que algunos estudiantes se habían prefigurado la imagen de Guadalajara como un espacio campirano y rural, lo que refuerza la propuesta que ellos mismos efectúan sobre la necesidad de hacer una preparación previa sobre la realidad económica, social y cultural del país y de la localidad donde harán su estancia.

Las razones que argumentaron los estudiantes entrevistados para decir que sí harían otra estancia en las mismas condiciones en las que ahora habían realizado su movilidad, de manera resumida fueron:

  • Crecí como persona
  • Me gustaron las condiciones
  • Mi estancia ha sido muy agradable


La educación a distancia

Otra motivación importante para la investigación era conocer la opinión de los estudiantes extranjeros entrevistados sobre los programas de educación a distancia. En especial se buscó conocer su percepción, como actores de un proceso de aprendizaje, sobre si había diferencias entre los cursos en línea o de otra modalidad a distancia entre sus instituciones de origen y los que cursaban en las instituciones ubicadas en Guadalajara, tanto en aspectos generales como variedad y número de cursos, plataformas utilizadas, tutorías y apoyo de los profesores, trámites administrativos, entre otros, así como calidad de los materiales, del diseño instruccional, calificación y capacidad de los profesores. La respuesta fue realmente sorprendente.

La totalidad de los entrevistados devolvió el cuestionario en blanco, respondiendo únicamente que ni en sus instituciones de origen ni en los programas que cursaban en Guadalajara llevaban cursos a distancia, ya que a pesar de existir programas de educación a distancia en las instituciones donde estaban realizando su estancia, todos los cursos en los que les permitieron inscribirse eran presenciales.

Algunos de los estudiantes extranjeros señalaron que en sus países sólo han tenido la experiencia de cursos en la modalidad presencial, y en algunas ocasiones en la modalidad presencial enriquecida con tecnologías sustentadas en la computadora, por lo que no fue posible realizar una comparación en este sentido.


A MANERA DE CONCLUSIÓN

Coincidente con el estudio realizado en 1998 por Gacel y Rojas, con cobertura nacional, la investigación sobre los estudiantes extranjeros en Guadalajara encuentra que cinco años después las características y condiciones de los programas de movilidad no han cambiado sustancialmente. Siguen predominando las mujeres y las edades de 22 o menos años en estos programas.

De igual manera, sigue predominando la movilidad de estudiantes de Canadá y Estados Unidos (América del Norte), y continúa siendo menor la relación con los países latinoamericanos, lo que refleja el sesgo de los programas y la necesidad de diversificar su promoción.

El nivel de estudios que más recibe estudiantes extranjeros es la licenciatura, mientras que el nivel medio superior y el posgrado tienen participaciones mínimas en estos programas, situación local que no se diferencia de la existente y reportada en los estudios efectuados en 1998 en el ámbito nacional.

El estudio permitió conocer que para los estudiantes extranjeros que van a Guadalajara no se exige el manejo del español en un nivel medio alto o alto, como sí a los estudiantes mexicanos que participan en estos programas. Los resultados permitieron conocer también que la mayor parte de los cursos que toman los estudiantes extranjeros son en español, a pesar de no tener un buen manejo del idioma, por lo que se infiere que los objetivos de estos programas en sus países de origen están más enfocados a la formación humana y a la diversidad cultural, que al objetivo académico de avance en un campo del conocimiento.

Coincidentemente con los estudios realizados para todo el país, ya mencionados, más de la mitad de los estudiantes extranjeros estudiados en Guadalajara se hospedan con familias o con compañeros mexicanos, lo que, de acuerdo con sus opiniones favorece el aprendizaje del español y permite un conocimiento mayor y una mejor inmersión y comprensión de la cultura local, a diferencia de los estudiantes que se hospedan en residencias estudiantiles institucionales o con compañeros extranjeros. Este elemento deberá considerarse al evaluar la efectividad y el logro de los objetivos de los programas de movilidad estudiantil, en el marco de los objetivos y estrategias de los programas de internacionalización de las instituciones educativas.

Los estudiantes encuestados no encontraron diferencias entre los profesores de sus instituciones en sus países de origen en relación con los profesores mexicanos que les impartieron clases en Guadalajara, y cuando ubicaron diferencias éstas más bien fueron positivas para éstos últimos, percepción y opinión que debe contrastarse con evaluaciones sobre la calidad del profesorado en México que generalmente plantean la baja calidad del profesorado.

Donde se ubicaron las principales diferencias entre sus instituciones y países de origen y la situación que vivían y percibían en Guadalajara fue en los estudiantes. Una opinión bastante generalizada vertida en las encuestas, expresada de varias maneras, tiene que ver con la escasa conciencia social de los estudiantes, la superficialidad o materialismo de su pensamiento y comportamiento. De igual manera encontraron diferencias negativas en cuanto a disciplina y comportamiento, ya que sus compañeros mexicanos durante la clase atienden el teléfono celular o bien ingieren alimentos, situaciones no permitidas en sus instituciones de origen. Esta circunstancia tiene que considerarse en la perspectiva axiológica e incorporarse en los objetivos, estrategias y acciones para fomentar actitudes y valores, sobre todo la disciplina, el compromiso social y de transformación positiva de la realidad.

Los estudiantes, en una gran mayoría, consideraron la movilidad estudiantil como un programa benéfico y necesario, como una oportunidad que mejoró o cambió su perspectiva humana y académica. Sin embargo, manifestaron la necesidad de realizar trabajos previos en sus países de origen para conocer más de la historia y cultura de México, de Jalisco y de Guadalajara, para no llegar con ideas prefiguradas contrarias a la realidad, entre ellas, el desconocer lo que es la infraestructura limitada del transporte público en un país no desarrollado y en una ciudad que comparte estas características.

Mas allá de la información cuantitativa, es fundamental para la toma de decisiones estratégicas en las instituciones de educación superior de la ZMG, y sin duda en las de todo el país, conocer y ubicar la percepción que de nuestros procesos, ambientes y resultados educativos tienen los actores foráneos que nos ven con referentes distintos y con perspectivas e intereses no comprometidos con las dinámicas y grupos internos, y con ello aportan información desde otra perspectiva.

Por último, el hecho de que los estudiantes encuestados no participaran en programas de educación a distancia en ninguna de sus modalidades, ni en sus países de origen ni en los programas que los reciben en Guadalajara, permite considerar el poco desarrollo que tienen estas modalidades en la oferta educativa actual.

 

NOTA

1. Dado que el tamaño de la población es desconocido pues no se tiene un censo o registro de todos los estudiantes en programas de movilidad, y se desconoce el tamaño de la desviación estándar, se utilizaron los intervalos de C. J. Clopper y E. S. Pearson para establecer un intervalo de confianza de 95% para p en muestras pequeñas que requieren tamaños de muestras de 50 o más para usar las aproximaciones de una curva normal de distribución.


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* Agradezco a María Guadalupe Villaseñor Gudiño y a María Lucila Robles Ramos, profesoras de la Universidad de Guadalajara, el apoyo para la realización general del presente trabajo, así como a Abigail Grace Cook, su apoyo para llevar al cabo la prueba piloto y el trabajo de campo entre los estudiantes del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Campus Guadalajara.

** Profesora e investigadora del Centro Universitario de Ciencias Económico-Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).emarum@cencar.udg.mx

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