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Perfiles educativos

versão impressa ISSN 0185-2698

Perfiles educativos vol.22 no.88 Ciudad de México  2000

 

Reseñas

 

Educación a distancia. De la teoría a la práctica

 

María del Carmen Gil Rivera*

 

Lorenzo García Aretio, Barcelona, Ariel, 2001, 328 pp.

 

* Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia, CUAED-UNAM.

 

En esta obra, muy completa y centrada en la educación a distancia, el autor se preocupa por proveer al lector de contenidos que le permitan clarificar lo que es y no es la educación a distancia; sus rasgos, antecedentes, componentes, posibilidades, inconvenientes, etcétera. A García Aretio, como muchas personas comprometidas con la educación a distancia, le interesa que la definición de ésta sea lo más completa posible, aunque reconoce que es difícil llegar a una que convenza a todas las corrientes.

Para sustentar su definición, hace una distinción entre aprendizaje abierto y aprendizaje a distancia; presenta las diferentes denominaciones de los conceptos open learning y distance learning, y las definiciones de educación a distancia de diecisiete autores, de las cuales hace un estudio comparativo que le permite proponer las características de la educación-enseñanza a distancia: separación profesor-alumno, medios técnicos, organización apoyo-tutoría, aprendizaje independiente y flexible, comunicación bidireccional, enfoque tecnológico, comunicación masiva y procedimientos industriales. A partir de lo anterior propone dos definiciones, una amplia y otra breve.

La enseñanza a distancia es un sistema tecnológico de comunicación bidireccional (multidireccional), que puede ser masivo, basado en la acción sistemática y conjunta de recursos didácticos, y el apoyo de una organización y tutoría que, separados físicamente de los estudiantes, propician en éstos un aprendizaje independiente (cooperativo) (p. 39).

La educación a distancia se basa en un diálogo didáctico mediado entre el profesor (institución) y el estudiante que, ubicado en espacio diferente al de aquél, aprende de forma independiente (cooperativa) (p. 41).

Para que el lector tenga un vasto panorama de la perspectiva histórica de la educación a distancia, se explican y se relacionan los factores que propiciaron estas formas de enseñar y aprender. Dichos factores han sido: los avances tecnológicos, la necesidad de aprender a lo largo de toda la vida, la carestía en los sistemas convencionales, los avances en el ámbito de las ciencias de la educación y las transformaciones tecnológicas. Para ampliar la visión, presenta las etapas o generaciones de la educación a distancia, y finalmente hace un relato cronológico de las experiencias más importantes, desde 1840 hasta la década de 1980; en los últimos 20 años han surgido gran número de experiencias al respecto.

Los sistemas convencionales no satisfacen las necesidades y aspiraciones de muchos adultos que tienen compromisos familiares y de trabajo; la enseñanza cara a cara presenta diversas barreras que impiden que estos alumnos realicen sus estudios: la separación geográfica de la institución educativa, los calendarios ceñidos a tiempos y horarios cerrados, la edad determinada para estudiar cuando rebasa la normatividad establecida, enfermedades o discapacidades que impiden trasladarse a la institución educativa, entre otras. Para disminuir las barreras, la educación a distancia puede ser una opción, siempre y cuando alcance los siguientes objetivos: democratizar el acceso a la educación, propiciar un aprendizaje autónomo y ligado a la experiencia, impartir una enseñanza innovadora y de calidad, fomentar la educación permanente y reducir los costos.

Estudios comparativos de la educación a distancia con la presencial e investigaciones relacionadas con la calidad y eficiencia de programas a distancia, permiten identificar algunas ventajas; el autor las agrupa de acuerdo con la apertura, flexibilidad, eficacia, economía, privacidad/intimidad e interactividad.

Aunque la educación a distancia se ha efectuado desde el siglo XIX, es hasta mediados del XX que las instituciones educativas se han preocupado por realizar diferentes investigaciones, para dar cuenta del asunto teórico de esta forma de enseñar y aprender. La teoría es imprescindible para entender y comunicar las propuestas, los métodos y los objetivos de la ejecución de cualquier práctica.

Para García Aretio, como para otros teóricos, es muy importante realizar investigación educativa que genere teorías que respondan preguntas como: ¿qué rasgos definen a la educación a distancia?, ¿cuáles y cómo son sus componentes?, ¿cómo se relacionan entre sí?, ¿qué principios los sostienen?, ¿qué normas genera?, ¿cómo se aplican y por qué?

A partir del análisis de diferentes investigaciones y del estudio de las aportaciones teóricas de Peters, Wedemeyer, Moore, Holmberg, Garrison, Henri y Slavin y Simonson, presenta su propio planteamiento teórico, que él mismo denomina "propuesta teórica, integradora o del diálogo didáctico mediado"; integradora porque comprende las aportaciones teóricas antes mencionadas. El diálogo didáctico mediado propone que la educación a distancia se basa en el diálogo didáctico que se establece entre estudiantes y docentes/tutores, situados en espacios diferentes, utilizando medios que lleven al estudiante a aprender de manera independiente y flexible. Esta comunicación se realiza en función de la intermediación (presencial, no presencial), del tiempo (sincrónico o asíncrono) y del canal (real o simulado) que se utilice.

La teoría del diálogo didáctico mediado basa su propuesta en la comunicación a través de los medios que, cuando se trata de los materiales, descansa en el autoestudio y cuando se trata de las vías de comunicación, en la interactividad vertical y horizontal (p. 110).

Esta propuesta se presenta desde dos planos: el primero corresponde al diálogo simulado asíncrono, y se basa en el autoestudio mediante impresos, audio y radio, video y televisión, informática e internet; el segundo, diálogo real, puede ser sincrónico o asíncrono, se fundamenta en la interacción y utiliza canales de comunicación como correo postal, teléfono, fax, videoconferencia e internet (correo electrónico, noticias, listas).

Los componentes que interaccionan en el espacio en donde se realiza el proceso de enseñanza-aprendizaje, involucrados en esta propuesta, son en primer lugar el alumno, porque es el destinatario del quehacer educativo; el docente, que representa la institución educativa y hace posible que se lleve a cabo la educación; los materiales, en los que están soportados los contenidos; las vías de comunicación, que permiten el diálogo real entre los involucrados en el proceso, y la infraestructura organizativa y de gestión.

A diferencia de la educación presencial en donde el docente interacciona en un mismo espacio, cara a cara con sus alumnos, prepara sus materiales, diseña sus actividades de aprendizaje y elabora sus pruebas de evaluación, el docente que enseña a distancia no establece contacto directo con el alumno, su interacción está mediada, no sólo por los canales de comunicación, sino por otros miembros que intervienen en esta modalidad educativa: planificadores, expertos en contenidos, pedagogos, especialistas en producción de materiales didácticos, responsables de guiar el aprendizaje, tutores/ consultores y evaluadores.

Al docente a distancia, García Aretio lo define como

uno de los profesionales miembro de un equipo en el que participan diferentes expertos y especialistas, con el fin de satisfacer las necesidades de aprendizaje de los estudiantes a través de un diálogo didáctico mediado (p. 122).

El responsable de guiar el aprendizaje es el docente, y para diferenciarlo del docente presencial se le ha denominado de diferentes maneras, aunque aún no se ha llegado a un acuerdo entre autores e instituciones; se le llama tutor, asesor, facilitador, consejero, acompañante, orientador, etc.; García Aretio se queda con el de tutor. Las cualidades requeridas son las mismas que debe poseer el docente presencial: autenticidad y honradez, madurez emocional, buen carácter y cordialidad, comprensión de sí mismo, inteligencia y rapidez mental, entre otras.

Las funciones más relevantes que realiza el tutor por medio de la asesoría son: la orientadora, la académica y la institucional y de nexo; las asesorías pueden ser individuales o grupales, obviamente mediadas por un canal de comunicación.

La calidad de la tutoría dependerá de las estrategias de enseñanza en que se apoye el tutor; el autor propone algunas estrategias como planificar y organizar cuidadosamente la información y el contacto con los alumnos; motivar para iniciar y mantener el interés por aprender; explicitar los objetivos que se pretenden alcanzar; presentar contenidos significativos y funcionales; solicitar la participación de los estudiantes; activar respuestas y fomentar un aprendizaje activo e interactivo, entre otras.

El estudiante es el elemento medular en todo el quehacer educativo; en función de él se estructura todo el proceso, pues es el destinatario de todas las acciones educativas encaminadas a que aprenda de manera flexible y autónoma. Por ello, todos los involucrados (planificación, diseño, docencia, tutoría, etc.) deben conocer cuáles son las características que distinguen a un estudiante presencial de uno que estudia a distancia, sobre todo para entender los factores que inciden en el aprendizaje, el rendimiento y la deserción.

La forma como aprende el estudiante a distancia debe ser uno de los conocimientos indispensables que el tutor debe poseer. Existen diversas teorías del aprendizaje, el autor menciona diferentes modelos —Skinner, Rothkopf, Ausubel, Egna, Bruner, Rogers, Gagné— y destaca que existen muchos estudios de la teoría constructivista relacionados con la educación a distancia.

Otro aspecto relacionado con el estudiante adulto son las dificultades para aprender, el abanico reducido de expectativas, una curiosidad disminuida, el autoconcepto que tiene como estudiante, la creencia de tener pocas capacidades para alcanzar metas de tipo intelectual y, finalmente, el cansancio y escasez de tiempo. A pesar de todas las dificultades, lo más valioso, al momento de estudiar y aprender, es la amplia experiencia que poseen los adultos. Satisfacer necesidades e inquietudes, ser más culto y estar mejor informado, aumentar perspectivas de promoción, obtener un título, aplicar, reciclarse y dar nuevo aliciente o estímulo a la vida son algunas motivaciones de las personas adultas para estudiar a distancia.

La interacción es otra de las características de la modalidad educativa; el estudiante interactúa con los docentes, los compañeros, los materiales, la interface comunicativa y la institución que provee los requerimientos para llevar a cabo la educación a distancia. Para que esta interacción sea posible, es necesario utilizar diferentes medios, dependiendo del tipo de interacción que se desee establecer, ya sea real o simulada.

Existe una polémica sobre la definición de medios y materiales; García Aretio los engloba en medios y recursos para la enseñanza; presenta una relación detallada de medios y recursos de enseñanza, tomando en cuenta las aportaciones de numerosos autores y su utilidad didáctica.

Los materiales didácticos son otro elemento por considerar en la educación a distancia, en ellos se encuentran soportados los contenidos y las estrategias didácticas, y son la columna vertebral de cualquier sistema de esta modalidad. Al momento de la planeación y diseño, es recomendable que los materiales sean programados con anticipación, adecuados, precisos y actuales; integrales, integrados, abiertos y flexibles; coherentes, transferibles y aplicables; interactivos, significativos, válidos, fiables, representativos, y que permitan la autoevaluación; eficientes y estandarizados. A partir de la presentación de diversos modelos de elaboración de materiales para la enseñanza a distancia, se concluye que las ventajas y limitaciones de los materiales están referidas a la preparación científica y metodológica de los autores, lo complejo o sencillo del diseño y la producción de un curso, el tiempo que se requiere para su elaboración, los costos y la facilidad o dificultad para actualizar los materiales.

Para la elaboración de materiales es necesario que el curso se desarrolle en equipo, ya que son diferentes profesionales quienes intervienen en el proceso; establecer un calendario, un presupuesto y una adecuada distribución de funciones; analizar las necesidades para determinar las tareas críticas; asignar objetivos, tareas y medios que sean utilizados en cada unidad o lección y, finalmente, asegurar la calidad de la impresión del texto. Asimismo, es necesario identificar necesidades de aprendizaje, el perfil del grupo destinatario, proponer objetivos y contenidos, seleccionar medios, autores o expertos que desarrollarán los materiales, etcétera.

Los materiales impresos son los más utilizados en la educación a distancia, específicamente las unidades y guías didácticas; en esta obra se presentan los elementos que éstos deben contener a partir de las propuestas de las funciones pedagógicas de Gagné, algunos elementos del constructivismo y la conversación didáctica guiada de Holmberg. Para apoyar la elaboración de este tipo de materiales, se presentan dos resúmenes: en el primero se exponen los principios para el diseño de textos, y en el segundo, la estructura de una unidad didáctica y de una guía didáctica. En el trayecto de este apartado, el autor siempre hace referencia a que estos dos materiales pueden ser electrónicos y puestos en un sitio web, utilizando las posibilidades del hipertexto.

Otro elemento de la educación a distancia son los medios de comunicación, por los cuales se establece la interacción entre el que enseña y el que aprende, así como la posibilidad de obtener los materiales didácticos que son transportados a través de diversos medios de comunicación, entre ellos, internet y los servicios que ésta proporciona. La red permite la comunicación interactiva entre personas en forma directa o diferida, comparte aplicaciones e información con colegas de otros países y trabaja en equipo para la solución de problemas. La utilidad de internet estriba en la posibilidad de acceder a diversas bases de datos, documentos electrónicos, grupos de discusión, listas de noticias, programas de cómputo gratuitos e información sobre diferentes instituciones, organismos nacionales e internacionales, consorcios, etc. Además, permite establecer el diálogo didáctico mediado asíncrono, propuesto por García Aretio, a través del correo electrónico, las listas de distribución, listas de noticias y foros de discusión. Por medio del chat, la audioconferencia y la video-conferencia, se crea el diálogo didáctico mediado síncrono.

Dada la importancia de internet en educación, el autor describe algunas de las ventajas más destacadas: interactividad total, próxima e inmediata; utilización progresiva en la enseñanza presencial; democratización de la información masiva; la privacidad, elemento motivador, y la igualdad de oportunidades de comunicación; fomento del pensamiento crítico y solución de problemas, desarrollo de habilidades de carácter colaborativo, etcétera.

Por último, aborda la evaluación del aprendizaje y la evaluación institucional y de programas a distancia. Aquí plantea las etapas que se deben considerar, ya que la evaluación no es sólo la compilación de datos a partir de exámenes, sino que implica diferentes momentos: recolección de datos que incluyen toda la información del estudiante relacionada con su participación durante el proceso; asignación de puntuación a los diferentes rubros que se tomaron en cuenta para la evaluación; juicio de valor a partir de diferentes puntos de vista, normativo, de criterio o personalizado; toma de decisiones, lo que implica diversas consecuencias como selección, exclusión, promoción, recuperación y repetición.

Para la evaluación institucional y de un programa educativo se presenta un modelo basado en la calidad de la docencia. Todo programa educativo de calidad debe poseer funcionalidad, eficacia y efectividad, eficiencia, disponibilidad, información e innovación, las cuales deberán aplicarse a seis ámbitos o dimensiones: contexto, metas, entradas o componentes, procesos, resultados y mejoras.

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