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Estudios de historia moderna y contemporánea de México

versión impresa ISSN 0185-2620

Estud. hist. mod. contemp. Mex  no.60 Ciudad de México jul./dic. 2020  Epub 14-Mar-2022

https://doi.org/10.22201/iih.24485004e.2020.60.71409 

Reseñas

Reséndez, Andrés. La otra esclavitud. Historia oculta del esclavismo indígena.

María Isabel Martínez Ramírez* 
http://orcid.org/0000-0001-9376-8681

* Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Históricas. isabelmr@unam.mx

Reséndez, Andrés. La otra esclavitud. Historia oculta del esclavismo indígena. México: Grano de Sal, /, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 2019.


El volumen escrito por Andrés Reséndez mira de frente la violencia que definió la esclavitud de indígenas. Sin eufemismos, este autor acompaña el martirio documentado de millones de personas amerindias (entre 2.5 y 5 000) que entre el siglo XVI e inicios del siglo XX fueron esclavizadas o sometidas a lo que el autor denomina “la otra esclavitud”.

Esta otra esclavitud tiene dos acepciones. Por una parte, remite a la esclavitud de indígenas que, por contraste con la esclavización de personas procedentes de África, estaba definida porque “los esclavos indios podían volverse sirvientes domésticos de menor o mayor rango y, con algo de suerte, conseguir cierta independencia e incluso un estatus más alto en el curso de su propia vida”.1 Por otra parte, la otra esclavitud refiere a prácticas laborales extremadamente variables con cuatro rasgos que las vuelven análogas a la esclavitud: “Traslado forzoso de las víctimas de un lugar a otro, imposibilidad de abandonar el lugar de trabajo, violencia o amenaza con violencia para obligar a trabajar y un pago simbólico o inexistente”.2 Ante las posibles críticas académicas que genera esta agrupación conceptual, el autor argumenta que el propósito último de estas prácticas era obtener el trabajo forzado de los indígenas y que “estas prácticas laborales pueden haberles resultado perfectamente distinguibles a los funcionarios y a los dueños de esclavos de la época, y aún lo son para los investigadores actuales, pero en definitiva lo fueron menos para las víctimas mismas”.3 En la otra esclavitud, los trabajadores libres asalariados y los trabajadores forzados han formado parte de un mismo sistema económico. Así, este volumen revela “la naturaleza clandestina e invisible de la esclavitud india”,4 ofreciendo una noción clara del sistema esclavista en su conjunto capaz de situar prácticas dispersas y localizadas.5

A continuación enumero cinco argumentos que caracterizan la esclavitud de indígenas propuesta por Andrés Reséndez. Advierto que la riqueza de La otra esclavitud radica en los detalles que articulan distintas escalas temporales, así como en el desplazamiento gradual por lo que el autor denomina la cambiante geografía del cautiverio indígena.6 Al final, planteo algunas cuestiones en torno a la explotación sexual contemporánea que, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), forma parte de la esclavitud moderna bajo la cual, para 2017, estaban sujetas 40 000 personas.7 Hablar de esclavitud moderna provoca, al mínimo, discrepancias conceptuales que, como han discutido Isabelle Stengers, Philippe Pignarre y Eduardo Viveiros de Castro,8 son una manifestación de profundos desacuerdos políticos. Las características de la otra esclavitud son las siguientes:

  • 1) La otra esclavitud fue una empresa comercial.

  • 2) La otra esclavitud se caracteriza por la diversidad y la heterogeneidad de las formas concretas, específicas y particulares que la han conformado durante casi cinco siglos, formas de cautiverio y de coerción que “como un virus mortífero, [...] mutó en estas cepas y se hizo extraordinariamente resistente con el pasar de los siglos”.9

  • 3) La prohibición legal de la esclavitud, así como las legislaciones que la han acompañado por más de cinco siglos no erradicaron su práctica. La esclavitud permaneció oculta bajo otros términos y otras prácticas.

  • 4) La esclavización es un proyecto de ingeniería social, demográfica y territorial.

  • 5) Los indígenas americanos participaron en la empresa de la esclavización.

Reflexionaré sobre el último punto por dos motivos. Primero, porque la participación de los amerindios debe enmarcarse, como argumenta insistentemente Andrés Reséndez, en la definición de la esclavitud de indígenas como un sistema económico global conformado por diversas empresas financieras. Segundo, porque si bien, antes de la ocupación colonial europea, distintos pueblos practicaban el cautiverio, la novedad de la otra esclavitud radicó en su carácter comercial, esto es, en definir a las personas como bienes o mercancías con evidentes efectos genocidas -descripción que resuena en las propuestas de Achille Membe10 sobre la necropolítica y la necroeconomía de los siglos XX y XXI.

En mi opinión, conocer y comprender el papel de los amerindios en el sistema comercial y global de la esclavización requiere integrar en el análisis una mirada antropológica y, con ello, una mirada nativa. Ésta es una preocupación y una reflexión que provoca el libro de Andrés Reséndez. En mi experiencia como etnógrafa he advertido las limitaciones de nuestra comprensión teórica y conceptual sobre las identidades étnicas, tal como muestra el autor al destacar que en la naciente frontera entre México y Estados Unidos, la línea que separaba a los captores de los capturados era borrosa. Por ejemplo, “un cuarto del total de los kiowas y casi la mitad del total de comanches tenían ascendencia mexicana, y seguramente -afirma Andrés Reséndez- muchos de ellos participaron en ataques contra otros mexicanos”.11 Al igual que en los procesos de construcción de otras fronteras en América -véase Tamar Herzog-,12 para el caso analizado en La otra esclavitud era claro que “las lealtades étnicas y nacionales con frecuencia importaban menos que el brillo de un posible beneficio o que el imperativo de sobrevivir”.13

Mi intención no es justificar la participación amerindia en la esclavitud de indígenas, sino problematizar el argumento que responsabiliza a la víctima de su propio dolor y escarnio.

Finalmente, cavilaré sobre aquello que la antropología y el periodismo podrían aportar en la construcción de una historia desde el presente sobre la esclavitud. En el Epílogo de La otra esclavitud. Historia oculta del esclavismo indígena, Andrés Reséndez pregunta: “¿Qué lecciones podemos extraer de la experiencia de cuatro siglos de los indígenas americanos con la otra esclavitud?”14 Cuestionamiento que responde a través de tres enseñanzas derivadas de la construcción de este libro. Primero, la comprensión de las formas contemporáneas de esclavismo debe considerar la larga trayectoria histórica, el dinamismo y la capacidad de subsistencia de la otra esclavitud. En palabras del autor: “Las encarnaciones modernas de la servidumbre involuntaria y el tráfico de seres humanos difícilmente son productos secundarios de perturbaciones económicas o de la desigualdad creciente del mundo contemporáneo. Esas empresas nefastas han existido durante siglos...”.15 Segundo, la otra esclavitud “nunca fue una institución única, sino más bien un caleidoscopio de prácticas adecuadas a distintos mercados y diferentes regiones”. Tanto en el pasado como en el presente, “no hay un modelo único para el tráfico de seres humanos” y ésta “es una de las características definitorias de la otra esclavitud”.16 Tercero, las dificultades para combatir la esclavitud son enormes.

Si bien, Andrés Reséndez plantea un diálogo con autores y autoras que han reflexionado con la esclavitud contemporánea, en lo que resta del texto me interesa contrastar estas tres lecciones con el trabajo de Lydia Cacho sobre la trata sexual de mujeres y de niñas en el mundo. El motivo es que lo documentado por esta periodista es pertinente para dar cuenta del contexto de violencia intensificada en contra de las mujeres en México durante las últimas décadas. Para este ejercicio de contraste, resulta sugerente que, en la introducción al texto de Lydia Cacho, la autora intenta desmentir que la esclavitud contemporánea es una reminiscencia de otro tiempo que la modernización y las fuerzas del mercado habrían erradicado.17 Al igual que Andrés Reséndez, desde una perspectiva definida desde el presente, Cacho destaca la importancia de la continuidad y de la transformación histórica de la mercantilización humana -en la actualidad entendida como un acto de libertad y de progreso-. De acuerdo con la información de esta periodista, la esclavitud sexual contemporánea solo puede entenderse -al igual que la otra esclavitud analizada por Andrés Reséndez- al definirla como una parte constitutiva de un mercado económico y financiero global.18 Finalmente, el mercado de la esclavitud contemporánea, tal como el de la esclavitud histórica de los indígenas, tiene como efecto el genocidio. De acuerdo con Lydia Cacho, “cada año, 1.39 millones de personas en todo el mundo, en su gran mayoría mujeres y niñas, son sometidas a la esclavitud sexual”.19

Para finalizar este escrito, en este juego de miradas cruzadas entre la otra esclavitud histórica y la esclavitud sexual contemporánea, me gustaría enunciar dos posibles aportaciones metodológicas de la antropología y del periodismo a las reflexiones de corte histórico dedicadas a la esclavitud. La primera consiste en explorar de qué manera los procesos culturales de normalización de “la crueldad humana” son una condición necesaria para que algunas poblaciones o grupos poblacionales (indígenas, migrantes, ancianos, mujeres, etcétera) sean objeto de compra-venta y, con ello, potencialmente definidos como un objeto de exterminio aceptado por el sentido común.

Las cuestiones que surgen al contrastar esta idea con la obra de Andrés Reséndez son las siguientes: ¿cómo en el pasado se eliminó la posibilidad de reproducción de las condiciones de existencia mínimas de las personas esclavizadas y en qué consistían dichas condiciones?, ¿cuáles eran los motores para la siembra de esclavos y cuál era el papel de los sistemas administrativos en su funcionamiento?

Sin duda, La otra esclavitud. Historia oculta del esclavismo indígena ofrece algunas respuestas y algunas pistas para ahondar en estas dudas. Aun así, cabría indagar en las prácticas que no necesariamente siendo esclavistas contribuyeron a la permanencia de la esclavitud, esto es, en las acciones que posiblemente podríamos ubicar en la microhistoria o en la vida cotidiana. Como relata Andrés Reséndez, históricamente las prohibiciones legales sólo han estimulado la reproducción de las formas ocultas de esclavitud. Por tanto, resulta pertinente cuestionar las razones culturales y sociales, ontológicas y epistemológicas de este proceso.

Uno de los motivos para estimular dicho cuestionamiento es que, como se pregunta Andrés Reséndez al final de su libro, las dificultades para combatir la esclavitud no se reducen a una lucha jurídica. Para combatir la esclavitud -sumado a la reflexión de la dinámica de la globalización capitalista, los tratados de libre comercio y la porosidad de fronteras- es preciso considerar la cualidad de las relaciones interpersonales, así como las condiciones de desigualdad que determinan a los sujetos sometidos al tráfico legal e ilegal de personas. Más aún, tal como ha documentado la antropóloga Nancy Scheper-Hughes,20 metodológicamente es necesario interconectar escalas diversas para comprender la dinámica de los procesos de normalización de la violencia, los cuales son la condición necesaria para aceptar la desaparición sistemática de personas o el feminicidio, tal como acontece en México. Por tanto, analíticamente, resulta relevante reconocer los mecanismos colectivos mediante los cuales toleramos y aceptamos la esclavitud, los dispositivos a través de los cuales volteamos la cara a otro lugar. Evitamos mirar, utilizando la metáfora de Andrés Reséndez, un bosque construido de martirios y de horrores.

Bibliografía

Cacho, Lydia. Esclavas del poder. Un viaje al corazón de la trata sexual de mujeres y niñas en el mundo. México: DeBolsillo, 2018. [ Links ]

Herzog, Tamar. Fronteras de posesión. España y Portugal en Europa y las Américas, Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica/Red Columnaria, 2018. [ Links ]

Mbembe, Achille. Necropolítica. Madrid: Melusina, 2011. [ Links ]

Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Fundación Walk Free y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). “Estimaciones mundiales sobre la esclavitud moderna.” Oficina Internacional del Trabajo, 2017, acceso el 22 de octubre 2020. https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/@dgreports/@dcomm/documents/publication/wcms_651915.pdf . [ Links ]

United Nations of Human Rigths. “Special Rapporteur on contemporary forms of slavery, including its causes and consequences.” United Nations of Human Rigths. 2020, acceso el 22 de octubre de 2020 2020, acceso el 22 de octubre de 2020 https://www.ohchr.org/EN/Issues/Slavery/SRSlavery/Pages/AnnualReports.aspx . [ Links ]

Scheper-Hughes, Nancy. “A Genealogy of Genocide.” Modern Psychoanalysis v. 28, n. 2 (2003): 167-197. [ Links ]

Stengers, Isabelle y Philippe Pignarre. La brujería capitalista. Prácticas para prevenirla y conjurarla. Buenos Aires: Hekht Libros, 2017. [ Links ]

Viveiros de Castro, Eduardo. “Sobre la noción de etnocidio, con especial atención al caso brasileño.” Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México (en este volumen). [ Links ]

1Andrés Reséndez, La otra esclavitud. Historia oculta del esclavismo indígena (México: Grano de Sal/Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Nacional Autónoma de México, 2019), 16.

2Reséndez, La otra esclavitud…, 20.

3Reséndez, La otra esclavitud…, 21.

4Reséndez, La otra esclavitud…, 14-15.

5Reséndez, La otra esclavitud…, 19.

6Reséndez, La otra esclavitud…, 173.

7Sobre una discusión de la definición de esclavitud moderna y en torno al debate de su constitucionalización, consúltese “Estimaciones mundiales sobre la esclavitud moderna” (Organización Internacional del Trabajo, la Fundación Walk Free y la Organización Internacional para las Migraciones, 2017), https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/@dgreports/@dcomm/documents/publication/wcms_651915.pdf. También sugiero consultar Special Rapporteur on Contemporary Forms of Slavery, Including its Causes and Consequences (United Nations of Human Rights, 2020), https://www.ohchr.org/EN/Issues/Slavery/SRSlavery/Pages/AnnualReports.aspx.

8 Isabelle Stengers y Philippe Pignarre, La brujería capitalista. Prácticas para prevenirla y conjurarla (Buenos Aires: Hekht Libros, 2017); Eduardo Viveiros de Castro, “Sobre la noción de etnocidio, con especial atención al caso brasileño”, Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México (en este volumen).

9Reséndez, La otra esclavitud…, 20.

10 Achille Mbembe, Necropolítica (Madrid: Melusina, 2011).

11Reséndez, La otra esclavitud…, 232.

12 Tamar Herzog, Fronteras de posesión. España y Portugal en Europa y las Américas (México: Fondo de Cultura Económica/Red Columnaria, 2018).

13Reséndez, La otra esclavitud…, 233.

14Reséndez, La otra esclavitud…, 27.

15Reséndez, La otra esclavitud…, 317.

16Reséndez, La otra esclavitud…, 318.

17 Lydia Cacho, Esclavas del poder. Un viaje al corazón de la trata sexual de mujeres y niñas en el mundo (México: DeBolsillo, 2018), 13.

18 Cacho, Esclavas del poder…, 14.

19 Cacho, Esclavas del poder…, 15.

20 Nancy Scheper-Hughes, “A Genealogy of Genocide”, Modern Psychoanalysis, v. 28, n. 2 (2003): 167-197.

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