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Estudios de historia moderna y contemporánea de México

Print version ISSN 0185-2620

Estud. hist. mod. contemp. Mex  n.33 Ciudad de México Jan./Jun. 2007

 

Reseñas

Marcos Cueto, El valor de la salud: historia de la Organización Panamericana de la Salud

Lilia Isabel López Fermana 

a El Colegio de México

Cueto, Marcos. El valor de la salud: historia de la Organización Panamericana de la Salud. Washington, D. C.: Organización Panamericana de la Salud, 2004. Publicación científica, 600,


En 1902, un pequeño grupo de países del continente americano y del Caribe establecieron los acuerdos y los reglamentos que dieron origen a la institución de salud internacional más antigua de América: la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Esta institución se estableció a consecuencia de la expansión del comercio internacional, a los progresos registrados en el campo de las ciencias médicas, así como al surgimiento de una nueva relación política y diplomática entre los países del continente americano.

En 2002, a cien años de su fundación, la OPS solicitó al historiador peruano Marcos Cueto que elaborara la historia de la organización. El resultado es una obra que en seis capítulos presenta de manera cronológica la historia de la "salud internacional" en el continente americano. Este concepto implica, entre otras cosas, los acuerdos y los tratados internacionales que dan vida a las normas sanitarias locales con la finalidad de prevenir y erradicar diversas enfermedades infectocontagiosas. A lo largo del estudio, Marcos Cueto examina los avances científicos que tuvieron lugar en los campos de la medicina preventiva, de la salud pública y de la medicina de laboratorio y analiza los acuerdos diplomáticos a los que llegaron los países participantes para prevenir el contagio vía marítima, área y terrestre de un buen número de padecimientos. Aunado a lo anterior, Cueto estudia los motivos y los resultados a los que se llegó en las diferentes convenciones sanitarias del continente americano desde finales del siglo XIX, sin pasar por alto el trabajo que diversos médicos y diplomáticos participantes desempeñaron con la finalidad de transformar el continente americano y las islas del Caribe en un espacio seguro y saludable para el tránsito de mercancías y personas.

"Los orígenes de la salud internacional en el continente americano" es el nombre del primer capítulo. Cueto presenta un balance histórico de las medidas tomadas en los puertos italianos para prevenir el contagio de la peste negra y bubónica durante la Edad Media. A partir de esa observación tan remota, Cueto apunta hacia los orígenes de la hoy llamada "salud internacional", que de hecho es el hilo conductor del volumen y que otorga sentido a la creación de la Organización Panamericana de la Salud.

Marcos Cueto encuentra los orígenes de esa institución en las primeras organizaciones europeas: la Oficina de París (1907) y la Sección de Higiene de la Liga de las Naciones (1920), que sistema tizaron e institucionalizaron -mediante conferencias y acuerdos internacionales- las disposiciones sanitarias para prevenir la entrada y la propagación en el continente europeo de enfermedades contagiosas provenientes de África, Asia y Australia.

Después de ese breve recorrido pasa a las décadas finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, cuando tuvo lugar la consolidación de las economías de exportación de diversas naciones latinoamericanas, al tiempo en que se registró una cuantiosa migración europea y latinoamericana a los Estados Unidos. Esos factores -según Cueto- son importantes para comprender por qué Estados Unidos se abocó a la tarea de imponer una serie de medidas y cordones sanitarios para impedir el ingreso de enfermedades a través de sus puertos y fronteras. Y es precisamente Estados Unidos de América uno de los actores clave de este libro. La relación imperialista geopolítica y comercial de esa nación con el resto del continente americano al finalizar el siglo XIX, llevó a la OPS a promover e impulsar el "panamericanismo", con el objetivo de establecer relaciones cordiales con el resto de los Estados del continente, reducir la influencia de las naciones europeas en América y, sobre todo, crear condiciones seguras para el intercambio comercial.

Acerca del panamericanismo, el autor centra su atención en la Oficina Sanitaria Panamericana -antecedente de la OPS- y en las acciones desempeñadas por quien fue uno de sus fundadores y fungió como su primer director, Walter Wyman (1902-1911). Cabe señalar que en el primer capítulo, Cueto también examina la gradual -pero definitiva- consolidación de la teoría de los gérmenes de la enfermedad, acontecimiento que transformó las ideas en torno de cómo se propagaban diversos padecimientos, y que se estudia el gradual perfeccionamiento por el que atravesó el diagnóstico y el tratamiento de la fiebre amarilla, la viruela y la peste bubónica.

La fundación de la futura OPS es el tema del segundo capítulo: "El nacimiento de una nueva organización". En éste, Cueto expone de qué manera la convergencia de la ciencia, la sanidad, el comercio internacional y una mayor intolerancia hacia el sufrimiento causado por la enfermedad propició una activa intervención nacional e internacional para hacer frente a las enfermedades. El autor presta una atención muy particular al examen de la Segunda Conferencia Internacional de los Estados Americanos, celebrada en la ciudad de México en 1902. Durante esa reunión se llegó a la conclusión de que era necesario invertir en la sanidad internacional y dejar atrás las cuarentenas que afectaban de manera negativa el comercio internacional. De lo anterior se desprendió la propuesta de realizar la Primera Convención Sanitaria Internacional de las Repúblicas Americanas (1902), evento fundacional de la OPS. Este segundo capítulo también incluye un examen de las principales resoluciones a las que se llegó durante la Primera (1902) y Segunda Convención Sanitaria de los Estados Americanos (1905), y subraya que las te máticas que mayor discusión suscitaron tuvieron ocasión durante la Tercera Convención (ciudad de México, 1907), en las que se trató el control de las siguientes enfermedades: peste bubónica, cólera, beriberi, tracoma, malaria, tuberculosis y fiebre amarilla.

Aunado a lo anterior, Marcos Cueto examina los trabajos desempeñados por el segundo director de la Oficina Sanitaria Panamericana, el doctor Rupert Blue (1912-1920), y destaca el apoyo otorgado a la investigación de la anquilostomiasis, enfermedad que ocupó un lugar protagónico en los programas filantrópicos y sanitarios de la Fundación Rockefeller. De acuerdo con Cueto, durante la Primera Guerra Mundial las actividades de la OPS estuvieron parcialmente paralizadas. Sin embargo, los avances entonces regis trados en materia de salud internacional para el control de la fiebre amarilla fueron notables, en particular los desempeñados por los médicos militares de los Estados Unidos.

El tercer capítulo, titulado "La consolidación de una identidad", examina los difíciles años del periodo de entreguerras y el inicio de la época de la posguerra (aproximadamente de 1919 a 1948), cuando la Oficina Sanitaria Internacional Americana fue renombrada Oficina Sanitaria Panamericana. Durante esos años, la dirección de la OPS recayó en manos de Hugh S. Cumming, quien estuvo al frente de la institución durante 27 años (1920-1947). Uno de los aspectos sobresalientes de la salud internacional durante ese periodo fue la redacción y la aprobación del Código Sanitario Panamericano, firmado en La Habana en 1924, y que estableció que la salud era un derecho de toda nación y toda persona. Aunado a ello, Marcos Cueto resalta la importancia que durante el periodo de entreguerras tuvo el concepto de "salud pública" en América Latina, que implicaba detectar y tratar de acuerdo con los avances científicos y en el menor tiempo las enfermedades transmisibles en cualquier país de América, ya que el contagio de una nación colocaba en peligro a todas.

En este capítulo Marcos Cueto analiza la importancia que tuvieron dos reuniones internacionales en las que participaron las 21 repúblicas americanas. La primera tuvo lugar en Buenos Aires, Argentina, en 1934, durante la cual se discutieron prácticamente todos los aspectos de la salud pública en el continente. La segunda tuvo lugar en Bogotá, Colombia, en 1938, y fue donde por primera vez se entonó el Himno interamericano, del que no encontró registro de la música ni de su letra. Aunado a lo anterior, Cueto hace énfasis en la importancia que tuvieron las inversiones de Estados Unidos en los programas sanitarios del continente americano, la relevancia que tuvo la creación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1945, así como la activa participación de la Fundación Rockefeller, que implementó el programa de desarrollo agrícola llamado "La Revolución Verde" en diversos países del continente americano.

En el capítulo cuarto, "Por un continente libre de enfermedades", Marcos Cueto examina la interacción entre salud internacional y Guerra Fría, concentrándose de manera particular en el estudio de los años 1940-1960. Ese periodo, de intensos cambios sociales y de una ferviente actividad política en América Latina, fue también una época de enorme esperanza en torno de los beneficios que derivarían de la modernización económica. Además reinaba una enorme esperanza en relación con la erradicación de diversas enfermedades infectocontagiosas, mismas que fueron enfrentadas mediante programas verticales de salud en los que se favorecía el empleo de técnicas especializadas, con una temporalidad específica y objetivos precisos, y en los que reinó un enorme desinterés por la participación de las comunidades o los actores locales directamente involucrados.

En el cuarto capítulo nuestro autor estudia también las acciones desarrolladas por Fred L. Soper, cuarto director de la OPS (1947-1959). Éstas incluyeron la obtención de recursos y la modernización de la infraestructura de la OPS, así como una más cuidadosa, detallada y tenaz presencia de la institución en América Latina, que contó con el apoyo económico de instituciones como la Fundación Rockefeller y la UNICEF, y sus intervenciones se sustentaron en el concepto de erradicación para eliminar del continente americano la fiebre amarilla, la tuberculosis y la malaria. El concepto y la práctica de la erradicación fueron posibles gracias a los avances científicos de la segunda posguerra, entre éstos, la penicilina y las inyecciones intramusculares que eliminaron los remedios tradicionales elaborados con base en bismuto y arsénico. La erradicación ante todo representó un cambio en la mentalidad de la salud pública e internacional.

En el quinto capítulo del libro, titulado "La salud, el desarrollo y la participación de la comunidad", Cueto examina los vínculos entre los progresos en los ámbitos de la salud pública y el desarrollo socioeconómico durante la década de 1960. Asimismo, estudia los orígenes del concepto y la práctica de la salud como un espacio público, es decir, como una esfera marcada por la participación indispensable de la comunidad en los programas de salud. Comenta que fue durante el transcurso de la década de 1970 cuando la participación de la comunidad en los programas de salud alcanzó su auge; como consecuencia resurgió la medicina comunitaria y el cuidado y la atención médica con una postura holística, lo cual contrastaba con las campañas de salud pública verticales que predominaron durante el periodo anterior. Esta etapa coincidió con la época de crisis social, económica y política que se manifestó a través del surgimiento de movimientos nacionalistas, progresistas y populares que cuestionaban la dominación y la dependencia internacional de los países en desarrollo. Correspondió al médico chileno Abraham Horowitz -primer director latinoamericano (1959-1975) - dotar de continuidad a los diversos proyectos de la OPS para enfrentar la mortalidad infantil, la sanidad del medio ambiente y el control de enfermedades; impulsar una campaña contra el tabaquismo; hacer más incluyentes las actividades de la OPS en América Latina, y fortalecer los servicios de salud de la región. También, durante la dirección de Horowitz, tuvo lugar la publicación de la revista Educación Médica y Salud, y se impulsó de manera sobresaliente la atención primaria, es decir la medicina comunitaria y el desarrollo social para erradicar enfermedades como la viruela, la poliomielitis, la desnutrición y el tétanos. A Horowitz le sucedió en el cargo el médico mexicano Héctor R. Acuña (1975-1983), quien asumió el reto de impulsar y promover la atención médica primaria, lineamientos que quedaron plasmados en la Declaración de Alma-Ata de 1978, y que se mantuvo vigente hasta la década de 1990.

La década de 1990 y los primeros años del siglo XXI son el escenario donde se desarrolla el último capítulo del libro, titulado "Vigencia y renovación". De acuerdo con Cueto, fue durante esos años cuando la OPS tuvo que hacer frente a nuevos retos epidemiológicos, entre éstos el sida, y cuando continuó con su batalla contra el cólera que atacó fuertemente al pueblo peruano. Aunado a ello, Marcos Cueto subraya algunos de los logros alcanzados por la OPS, entre éstos el aumento de la esperanza de vida, la promoción de la salud, la participación de los ciudadanos en general y la consolidación del derecho a la salud en el ámbito internacional.

El libro concluye con un balance general de los nuevos retos a los que se enfrenta la OPS, y particularmente a los que asumió de acuerdo con los objetivos de la Organización de Naciones Unidas: realizar un llamado a la acción colectiva para continuar con las campañas de atención primaria. Lo anterior implica enfrentar los desafíos provocados por la pobreza extrema y el hambre, así como impulsar la educación primaria universal, la igualdad entre los géneros, la reducción de la mortalidad infantil, así como el combate contra el sida.

En la elaboración de esta historia, Marcos Cueto consultó numerosas fuentes primarias y secundarias: los boletines de la OPS y de salud pública de diversos países de América; los documentos de las congresos y las convenciones sanitarias y de la fundación Rockefeller; libros sobre la historia de la salud y de la enfermedad del continente americano, así como biografías, periódicos y fotografías. El valor de la salud es un libro que refleja una enorme dedicación y conocimiento, y que tiene la virtud adicional de ser un texto de amena escritura. Sin embargo, no se trata de una historia sencilla. Si bien se narra la trayectoria histórica de la OPS, en ésta confluyen y se entretejen múltiples acontecimientos económicos, sociales, políticos y científicos ocurridos tanto en el continente americano como en otras regiones del mundo. Aunado a ello, se presentan los cambios y transformaciones por los que han atravesado los conceptos de salud, salubridad e higiene, que derrumbaron mitos sobre la transmisión de las enfermedades, o bien que dejaron huellas profundas en la historia de la salud internacional.

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