El 14 de septiembre de 1847, las tropas estadounidenses al mando del general Winfield Scott se apoderaron de la ciudad de México. Este suceso significó la derrota militar y diplomática del gobierno mexicano y, junto con ello, el fin de los combates entre ambos bandos.

La guerra entre México y los Estados Unidos en los años 1846, 1847 y 1848 es un tema que ha dado lugar a la elaboración de gran cantidad de obras por parte de los dos países, en las cuales, sin embargo, las ilustraciones no han sido tomadas en cuenta y mucho menos consideradas para su estudio y análisis de manera más profunda. El libro de Fabiola García Rubio es innovador en este sentido.

Se estudia en él la entrada de las tropas estadounidenses a la capital mexicana, el 14 de septiembre de 1847, a partir de la litografía titulada "General Scott's entrance into Mexico", elaborada por Carl Nebel para el álbum The war between the United States and Mexico illustrated de George Wilkins Kendall, con la idea de utilizarla como fuente histórica, a saber, de examinar con ella la llegada de las tropas invasoras a la ciudad de México.

Según la propia autora, este trabajo tiene como objeto plantear los fines, las inquietudes y las demandas que se conjugaron para que Nebel plasmara de la manera en que aparece en su litografía el hecho que representa. Con la ayuda de otros testimonios, investiga si el episodio del 14 de septiembre sucedió tal y como aparece en la impresión y, de no ser así, por qué Nebel no plasmó los hechos como al parecer ocurrieron.

El libro está dividido en cinco capítulos que, gracias a su breve extensión, logran que su lectura sea fluida y nada tediosa, lo que capta la atención de quien lo consulta y lo invita a continuar hasta el final. De igual modo consigue que sea un estudio apto para todo tipo de público, no sólo para expertos en el tema, gracias al contenido y disposición de cada una de las partes que lo forman y también al lenguaje claro y la terminología sencilla, alejada de un vocabulario muy especializado.

El primer capítulo aborda las circunstancias estadounidenses y mexicanas antes del inicio del conflicto y cómo éstas influyeron para que la crisis entre los dos países se desarrollara. De la misma manera, hace un recuento del avance militar del ejército invasor hasta la ciudad de México.

En el segundo capítulo se rescatan las fuentes de primera mano que hacen referencia a la entrada de las tropas de Scott a la capital. La autora las clasifica de acuerdo con la nacionalidad y el origen de los testimonios, ofreciendo así una visión general pero muy completa de lo que en su tiempo se escribió sobre este acontecimiento. Claro está que, al pretender dar valor a las imágenes como recursos valiosos para la interpretación histórica, también toma en cuenta las litografías (elaboradas principalmente en los Estados Unidos) como parte del repertorio tan variado de documentos sobre la guerra.

Esta intención se refuerza en el tercer capítulo, pues se da en él una justificación de la imagen como documento histórico. Es relevante porque García Rubio busca la manera de ir más allá de la simple descripción de la estampa, ya que considera que se deben encontrar los nexos de ésta con el proceso espacial y temporal en que se inserta. Las ilustraciones pueden revelar -dice- mucho más de lo que a simple vista se podría uno imaginar.

En el cuarto capítulo se informa sobre el álbum The war between the United States and Mexico illustrated, obra donde aparece el grabado analizado y se explica su importancia dentro de la historiografía sobre la guerra. Asimismo, se dan datos específicos de la vida y obra de Kendall y Nebel.

En el quinto y último capítulo se analiza la litografía "General Scott's entrance into Mexico" tomando en cuenta los testimonios que relatan el hecho, a fin de descubrir las posibles causas que motivaron al artista a representar la escena de la manera en que lo hizo.

Así, de un modo rápido e interesante, la autora nos aproxima a uno de los episodios de la historia de México que con frecuencia evitamos tocar, pero que no por eso dejó de existir y, además, lo hace a través de una herramienta que el historiador toma en cuenta pocas veces: la imagen, pues sus fuentes suelen ser documentos escritos, en los que el análisis se hace con base en un texto.

Las imágenes que acompañan al texto no están de simple relleno pues ayudan al lector a comprender mejor el análisis y el punto de vista de la autora. Quizá la única falla en este sentido sea que en la reproducción de la estampa estudiada no se logran apreciar algunos detalles importantes para su interpretación, que son mencionados como básicos para entenderla.

Aparte de encontrar en este libro un estudio completo y fundamentado que abre las puertas a más investigaciones, se observa un llamado a los historiadores para acercarse a las obras de arte, pues éstas no sólo son importantes desde el punto de vista estético, sino que proporcionan una gran cantidad de información valiosa. El peso de la obra radica igualmente en la posibilidad de su utilización como medio para lograr que los jóvenes, o las personas que no son muy allegadas a la historia, se acerquen a ella desde un ángulo diferente y, para algunos, más atractivo: el arte.

La bibliografía es otro recurso que García Rubio aporta a los interesados en el tema y el índice onomástico facilita la localización de personas y lugares a quienes necesitan información más específica.

En conclusión, este libro puede ser disfrutado por muchos, desde el historiador o el crítico de arte hasta el joven estudiante que apenas tantea los escabrosos pero sorprendentes terrenos de la historia. Es para todo aquel interesado en las relaciones entre México y los Estados Unidos, en la guerra del 47, en las expresiones gráficas, el arte..., para quien busque una nueva forma de entender y acercarse a la historia de México en el siglo XIX.