Introducción

Desde 1987 se inició una base de datos sobre el espacio construido en el cuadrante noreste de El Petén. Este estudio se debió en parte a que el autor fue designado como director del “Proyecto Nacional Tikal” ^{(Quintana, 2014a)} y luego como coordinador técnico del “Proyecto Protección de Sitios Arqueológicos en el noreste de Petén” ^{(Quintana, 2013a)}. La génesis de esta apertura fue la propia Tikal, ciudad que en otra época fue poderosa, referente para la región de las Tierras Bajas centrales. Como resultado de dicho proyecto se cuenta ahora con una información actualizada de algunas ciudades, incluyendo Tikal, publicada en dos libros con 128 registros (^{Quintana y Wurster, 2001}; ^{Quintana, 2013b}). Sobre las características particulares de 12 ciudades en esta región, en el año 2010 se publicó una visión actualizada de los estudios más recientes, la cual fue incluida en la obra colectiva Mayas. Guía de arquitectura y paisaje (^{Valverde et al., 2010: 200-230, 237-239}).

El cuadrante noreste

Antes del año 1900, en el cuadrante noreste del Petén sólo se conocían cinco ciudades mayas (Topoxté, Tayasal, Motul, Tikal y San Clemente); para 1930, la lista aumentó a 36 sitios; en el año 2000 se tenían registrados 74 sitios, y en 2005, 128 (Mapa 1). El territorio seleccionado tiene un espacio de aproximadamente 100 por 120 kilómetros (al norte limita con México y al este con Belice). El estudio fue divido a su vez en seis espacios que corresponden a seis cuencas naturales (Mapa 2). A principios del siglo pasado, Sylvanus G. Morley usó el mismo sistema de cuencas naturales para ordenar sus datos ^{(Morley, 1938)}. Al sur se definieron dos cuencas (Los Lagos y el Río Mopán), y al norte cuatro (Área Tikal, Mirador, Río Ixcán y Río Holmul). Tikal se ubicó entre tres segmentos de cuencas distintas, por eso le llamamos “Área Tikal”.

Mapa 1 Área con los 128 sitios documentados en el cuadrante noreste de El Petén. 

Mapa 2 Área de estudio con sus cuencas naturales 

En la parte sur se encuentran los poblados actuales y la mayoría de la infraestructura social y económica del departamento. En la parte norte están los últimos reductos de selva tropical, grandes bajos o humedales, pocos caminos y poblados que ahora están, desde finales del año 1990, bajo un régimen especial de uso y conservación denominado Reserva de la Biosfera Maya (RBM).

En el cuadrante noreste se delimitó, en el año 1955, un cuadrado de 24 por 24 kilómetros que protegió a Tikal, primer parque nacional cultural y natural en toda Centroamérica. En 1982 el proyecto de inversión del Estado, asentado en Tikal, amplió su área de trabajo a Uaxactún, y en 1989 al “triángulo cultural” Yaxhá, Nakum, Naranjo. En 1994 un fondo de apoyo técnico y financiero del gobierno alemán apoyó al Instituto de Antropología e Historia (IDAEH) de Guatemala, condición que permitió ampliar la cobertura de Tikal a otras ciudades mayas vecinas y a realizar un estudio regional en el cuadrante noreste de El Petén. Por espacio de 12 años consecutivos se invirtió en varios proyectos: uno fue consolidar la región del triángulo cultural como un parque nacional (logrado en el año 2003). Otro componente del proyecto guatemalteco-alemán consistió en el registro y evaluación del patrimonio edificado en el cuadrante. Como resultado se publicaron dos libros con 128 fichas técnicas, que ahora son la base de este estudio.

Para llevar la investigación en un marco de referencia se diseñó un “modelo general” con seis diferentes niveles de actuación (Esquema 1). Para el estudio del espacio construido utilizamos el método diseñado por los arquitectos austriacos Hasso Hohmann y Annegrete Hohmann-Vogrin (^{Hohmann y Hohmann-Vogrin, 1982}; ^{Hohmann-Vogrin, 1992}, ²⁰⁰⁰) más las modificaciones realizadas por el autor (^{Quintana, 2008}, ^2013b; ^{Quintana y Wurster, 2001}). El esquema define primero el ámbito de estudio, en este caso el cuadrante noreste de El Petén. A continuación, el segundo nivel se refiere a los antecedentes disponibles, como publicaciones y otras fuentes del tema. Después, en el nivel tres se incorporan los datos y estudios nuevos, como las visitas a las zonas arqueológicas realizadas por el autor, cuyos resultados son el tema de este trabajo.

Esquema 1 Metodología. A la izquierda el concepto general en seis niveles y a la derecha el esquema usado para el estudio del espacio construido en el noreste de El Petén con cuatro diferentes niveles de estudio. 

El esquema puede continuar con otros niveles que incluyen la realización de intervenciones físicas sobre los edificios prehispánicos seleccionados, como las medidas de rescate, consolidación y restauración, que corresponden al nivel 4. En el nivel 5 se incorporan ciertos temas asociados a la adecuación de las partes recuperadas para el uso y disfrute social. En este apartado se incluye infraestructura para visitantes, arquitectura del paisaje y otros; el nivel 6 representa los esquemas de administración, manejo, mantenimiento, monitoreo, visión y otros temas redactados en documentos como los “Planes Maestros”.

El espacio construido

El nivel tres del modelo presentado en el acápite anterior se refiere a los estudios e investigaciones sobre el objeto, en este caso el espacio construido en la región noreste de El Petén (Esquema 1).

Los sitios y su posición en el paisaje (nivel de análisis I): Las ciudades generalmente se ubican sobre terreno elevado fuera de las áreas inundables, cerca de los pasos naturales, ríos o ribera de lagos o lagunas. Estas posiciones llevan a considerar un programado control sobre el paisaje, y los recursos naturales, considerando las vías de comunicación, accesos, puestos estratégicos de control, zonas productivas y otros.

Relaciones visuales: Por lo general en una distancia de 20 a 25 kilómetros de una ciudad de cierto rango hay otros yacimientos similares que forman una relación visual entre ellos. Esto supone una extensa red de comunicación rápida por todo el cuadrante noreste.

Elementos generadores del espacio construido (nivel de análisis II y III): El panorama actual para su investigación tiene varias limitantes. En los 128 planos esquemáticos de los que disponemos se registraron más de 4,000 construcciones, en donde la gran mayoría se encuentra en condición de “montículos”. Otro factor limitante es la falta de investigaciones arqueológicas, planos confiables y estudios sobre la composición arquitectónica. Se identificaron 34 elementos urbanos y más de 87 combinaciones o variantes de estos tipos. Los detalles del espacio construido, niveles de análisis IV (sistemas constructivos) y V (materiales empleados en las edificaciones) no son tratados en este documento.

Primero analizaremos los elementos geométricos y horizontales que generan espacios exteriores o “libres” como plazas y patios. Estos elementos son planos, lisos y nivelados; su superficie sirve para reunir personas, además de permitir la circulación horizontal y servir de vestíbulo a los edificios que la demarcan (barreras del espacio construido). Los límites de un espacio exterior lo forman las barreras constructivas (plataformas elevadas) o el mismo límite del piso con el horizonte. Las plazas y patios funcionan como conexión con otras plazas y otros patios, generando así los elementos de comunicación horizontal entre grupos de edificios. Para formar espacios horizontales, amplios y nivelados se requiere del apoyo de las plataformas de nivelación. La plataforma es el principal elemento constructivo de los centros urbanos prehispánicos. La comunicación horizontal entre las plataformas a diferente nivel se resuelve con las escalinatas. Generalmente, éstas se consideran como parte de los “espacios exteriores” y apoyan a definir ejes visuales con las edificaciones; además son parte del escenario teatral de las ciudades. Varias plataformas superpuestas pueden formar una base piramidal o plataforma escalonada, la cual puede o no tener una construcción superior.

El otro elemento generador de ciudades son las edificaciones con espacios interiores, también llamadas “elementos sólidos”, por representar masas sólidas en la estructura urbana. Los edificios son volúmenes construidos a base de muros, pisos y techos de piedra con el propósito de “usar” el espacio interior. Para ser un “elemento sólido” no es imprescindible contar con un espacio útil interior; una pirámide escalonada o una edificación para formar una cancha para el juego de pelota también son elementos sólidos.

Distintos escenarios se forman al combinar los “elementos sólidos o elementos masa”, con los “elementos de espacio exterior”. La posición de los edificios está especialmente estudiada, aprovechando efectos de orientación, posición, relación plaza y edificio, relación entre un edificio y otro, etc.; así como los efectos de luz y sombra, la plástica aplicada a las fachadas de los edificios y el color para trasladar mensajes e impactar al observador.

A continuación, presentamos los elementos urbanos identificados en la muestra, comenzamos con los elementos básicos (espacio exterior y elementos sólidos) individuales o “sueltos”, para luego continuar con combinaciones de tipos de construcciones hasta llegar a los complejos sistemas de grupos de patios y edificios, aquí llamados palacios.

Espacios exteriores

En un principio la unidad básica fue la “choza-patio”. El patio solía ser rectangular o cuadrado y funcionaba como vestíbulo y acceso a las diferentes chozas del grupo familiar. Al igual que hoy, fungía como espacio territorial privado de seguridad, servía también para realizar parte de las funciones diarias de una familia, aquí se conversaba y se atendía a los visitantes. En este estudio distinguimos cinco elementos de espacios exteriores o “libres” y 12 de sus variaciones. Para cada variante hay diversas combinaciones que incluyen otros términos como terrazas, corredores, ampliaciones de plazas y ampliaciones de patios, entre otros.

Plazas: La plaza es el centro de la ciudad, alrededor de ella se colocan los edificios representativos y es donde se realizan los principales rituales y ceremonias públicas. Si un edificio debe ser enfatizado (palacio real, templo principal), entonces la plaza es el medio de mostrarlo. En algunas ocasiones, ciertos sectores de las plazas se extienden a los lados de los edificios importantes, formando “ampliaciones de plaza” o terrazas laterales. Del espacio de las plazas se generan las calzadas o vías que completan el sistema de circulación de la ciudad (Plano 1, 4. 1. 1).

Plano 1 Formas esquemáticas de los espacios exteriores (Oscar Quintana y Raúl Noriega). 

Plazas con monumentos: Generalmente se pueden identificar las plazas principales por la presencia de monumentos de piedra insertados en el espacio libre (estelas y altares). Estas plazas son el centro simbólico de la ciudad (el axis mundi). Las inscripciones en estos monumentos permiten reconstruir la historia del sitio, de sus gobernantes y, además, ubicar el sitio en una cronología absoluta. Los alineamientos de edificios y monumentos (estelas, altares) se relacionan con los eventos cósmicos, por lo tanto los arraigan en el tiempo. Como resultado del desarrollo histórico, algunas ciudades tienen más de una plaza principal (Plano 1, 4.1.1). En centros urbanos sin estelas, el “espacio libre” principal, está cercano a un grupo elevado, cuadrángulo, o grupos de edificios alargados dominantes.

Plazas con edificaciones: Una variante son los espacios libres con edificaciones en medio (Plano 1, 4.1.2); generalmente son plataformas bajas, semejantes a tarimas macizas para eventos. Además, sirven para marcar ejes de relación con algún edificio. En el período Posclásico hay varios ejemplos de construcciones en medio de la plaza, como sucede en la Plaza Principal de Topoxté ^{(Wurster, 2000)}.

Calzadas: Son elementos del “espacio exterior” que se prolongan y se estrechan formando caminos pavimentados de comunicación entre un grupo de edificios y otro. Por lo común, este elemento se origina a partir de una plaza. Los límites laterales pueden tener pequeños muros llamados parapetos. Su posición en relación a los grupos de edificios que une es variable y generalmente cubre el espacio con terreno bajo e inundable, poco apropiado para construcciones monumentales.

Diversos tipos de calzadas: Hay calzadas-caminos que salen generalmente en una esquina de la plaza y mantienen el mismo nivel (calzada y plaza). Para lograr dicho nivel se rellenan los terrenos de bajos. Con este procedimiento se logra “extender” el espacio horizontal de la plaza hacia otro grupo de edificios (Plano 1, 4.2.1). Estas calzadas horizontales requieren enormes movimientos de relleno y condicionan, por la alteración a la topografía natural, la creación de estanques de agua. Ejemplos de este tipo se encuentran en Yaxhá, Nakum y Uaxactún. En ocasiones el camino no coincide con la altura del otro grupo que conecta; en este caso una rampa soluciona la diferencia de altura. Este cambio acentúa y dramatiza el efecto de entrada o salida de este camino. La mayoría de las calzadas se amoldan al terreno y suben o bajan siguiendo su topografía para cumplir su función de comunicación entre grupos de edificios. Al mismo tiempo, por su geometría y tamaño, las calzadas son un elemento escénico de la ciudad. Estos caminos son usados para acentuar remates urbanos de la urbe y para realizar procesiones rituales. Hay casos en que pareciera que son el acceso principal hacia el centro urbano, como sucede con la Calzada Maudslay de Tikal, las calzadas este y oeste de La Honradez o la calzada de la laguna en Yaxhá.

Casos especiales: Hay situaciones particulares en que una calzada se ''mezcla'' con una plaza (Plano 1, 4.2.3). Las diferencias que marcan los espacios son pequeñas rampas y reducidos muros laterales (parapetos). Una variante especial es la calzada en diagonal del sitio arqueológico Poza Maya. En este caso el camino ceremonial desciende (rampa) en una esquina de la Plaza Sur, atraviesa la Plaza Central en forma diagonal (parapetos de barrera) y luego asciende (rampa) en la esquina contraria hacia la Plaza Norte. Se supone que éste marca el camino ritual de la ciudad. Otro caso atípico es la calzada en paralelo de Kinal, que, en lugar de unir grupos de edificios, corre a un lado, como una terraza elevada alargada (quizás como una barrera defensiva). En el sitio El Pital hay dos calzadas que se juntan formando un ángulo de aproximadamente 90 grados; la razón de esta peculiaridad es librar una depresión topográfica entre dos cimas de colina con edificaciones.

Vías: Dentro del tejido urbano se encuentra otro tipo de comunicaciones con dimensiones y función diferente a las calzadas. Estas vías son “calles” que separan un grupo de edificios de otro dentro de un mismo sector (Plano 1, 4.3). Es decir, no tienen el propósito de librar espacios no apropiados a las construcciones, sino más bien cumplen una función de circulación interna entre el mismo grupo. Una variante son las vías o “calles” que forman relación con edificios alargados y bajos como en Yaxhá (Plano 1, 4.3.1), quizás con funciones de espacios para manufactura, mercado o instalación militar.

Calzadas entre sitios: Una modalidad son los caminos que unen un centro poblado con otro u otros, como sucede en la Cuenca Mirador (Plano 1, 4. 4). Desde El Mirador salen varias calzadas regionales: una hacia el norte, tres hacia el oeste y otras hacia el sur. Por ejemplo, de El Mirador a Nakbé hay 12.5 kilómetros de calzada, y de El Mirador a Tintal, 21 kilómetros.

Patios: Espacios exteriores, de función más privada (Plano 1, 4.5) y de menor tamaño en relación a las plazas. Estos elementos espaciales pueden crecer, como especie de “panales de abejas” (patios en cadena), formando complejos espacios urbanos llamados “grupos de patios”. Los grupos de patios suelen estar a diferentes alturas indicando el rango social de sus usuarios. También hay patios más restringidos con controles de paso, patios hundidos y otras formas. Una variante son las “ampliaciones de patio”, en este caso en un sector del patio se extiende el espacio libre formando un corredor abierto o una terraza en esquina ^{(Quintana, 2013b: 259-260)}.

Elementos sólidos

Podemos dividirlos en dos grupos básicos, el primero para los edificios alargados, llamados aquí “edificios horizontales”, y el segundo para los edificios en donde predomina la intención de elevar los mismos, llamados “edificios verticales”. De estas dos tendencias formales, elevados y no elevados, se construyen los elementos sólidos de las ciudades prehispánicas.

Edificios horizontales: Tienen generalmente forma rectangular (Plano 2, 5). Este tipo básico puede estar formado por uno o varios espacios interiores delimitados por pisos, muros, techos o ser sólo masa o volúmenes solidos que funcionan como barreras en el espacio construido. La principal característica de los edificios horizontales es que el sistema de adición de espacios puede “crecer” tanto en forma longitudinal como transversal y vertical, llegando a crear espacios interiores multi-cámaras (Plano 2, 5.1). Otro elemento tipológico es la simetría de sus fachadas, marcando el eje central con un acceso más amplio, medida que acentúa el centro. Los edificios horizontales tienen una base propia, formada por una plataforma de sustentación, que puede ser una simple grada, o plataformas escalonadas de varios metros de altura, con su propio sistema de escalinatas. Lo que realmente define si es uno u otro tipo es el sistema de adición del espacio interior.

Plano 2 Formas esquemáticas de elementos sólidos y combinaciones (Oscar Quintana y Raúl Noriega). 

La variante más utilizada es aquella que repite el espacio interior en el eje longitudinal (hileras de celdas) formando edificios alargados, que pueden llegar a medir más de 140 metros de largo, y tienden a utilizar todo el límite de las construcciones libres (plazas y patios). La posición de los edificios horizontales o alargados generalmente definen los límites del espacio exterior en uno, dos, tres o cuatro lados de una plaza o patio. Una particularidad de estos elementos urbanos es que el acceso a los espacios interiores puede realizarse por uno, dos, tres o los cuatro lados del lugar. La forma más común es el acceso por una sola fachada. El número de entradas en una fachada es de uno, tres, cinco y más números impares; hay casos de 21 accesos (Edificio D en Nakum). Menos común son las fachadas con dos entradas (tipología dominante en el sitio arqueológico La Blanca-Cuenca Mopán). Un edificio horizontal puede llegar a sobreponerse hasta tres niveles. El ejemplo más conocido es el edificio de Cinco Pisos de la Acrópolis Central de Tikal (Edificio 5D-50, de dos niveles y 5D-52 de tres pisos). Tikal tiene varias edificaciones en dos niveles: Edificios 5C-13, 5D- 65, 5D-46, este último con una escalinata maciza interior. En Uaxactún está el Edificio A-XVIII también con escalinata interior. En Nakum hay dos ejemplos, y en San Clemente uno (Edificio III). Es común encontrar adentro de los edificios horizontales otros elementos arquitectónicos como bancas de mampostería, nichos en las paredes, ventanas, agujeros en jambas y otros elementos que tiene relación clara con la función de esos ámbitos interiores. No se puede olvidar ni desligar la estrecha relación que existe entre los espacios interiores y el espacio exterior inmediato frente a ellos; en los patios existía un tipo de arquitectura móvil o perecedera hecha de madera, telas de algodón y otros materiales que formaron parte del mismo conjunto. Una marcada condicionante en este tipo de edificaciones, seguramente por el uso frecuente de sus espacios, fue el constante cambio (ampliaciones, remodelaciones). Se modificaron accesos, se abrieron pasillos, se quitaron y pusieron bancas y se seccionaron los espacios interiores (tabiques). Por regla general en las fachadas, el plano del muro vertical o macizo domina sobre el vano o abertura en el muro, dependiendo de su rango prevalecen las fachadas de una o tres entradas. En espacios públicos dominan las “fachadas representativas” con múltiples accesos (especie de portales) con fachadas en ritmo de vano, muro, vano, muro. Los edificios horizontales son el elemento más abundante en los centros prehispánicos, prácticamente todos los sitios tienen varios ejemplos de tal categoría de edificaciones. En este estudio se identificaron 14 variantes (^{Quintana, 2013b: 261-264}, Cuadro 4, elementos de arquitectura visible).

Edificios representativos: Generalmente son de grandes proporciones, aislados frente a un espacio exterior. Estas construcciones tienen su propia plataforma, terraza elevada y escalinata. Por lo común tienen una, tres o cuatro fachadas con entradas y uno o dos niveles sobrepuestos (Plano 2, 5.2). Tales edificios marcan los puntos más importantes de la ciudad.

Edificios aislados y peraltados: Estos elementos urbanos son edificios alargados aislados de tamaño monumental que se colocan en uno de los extremos de una plaza y su característica es que son muy peraltados. Por su forma y tamaño destacan en el tejido urbano. Esta variante aún no ha sido investigada. En el corpus se registraron ocho ejemplos (Plano 2, 5.2.1).

Salones abiertos: En estos casos, los techos son losas planas y la fachada principal está formada por hileras de columnas o pilares. Los salones abiertos también son conocidos como salones de columnas del período Posclásico (Plano 2, 5.2.2). En Topoxté hay diez ejemplos de este tipo y en Sacpetén tres más. En el período Clásico hay edificios con pilares de mampostería en su fachada. Ejemplos de ellos se encuentran en Uaxactún (Edificios A-2 y A-4), Tikal (Edificio 5C-44, E6-32 al E6-36) y San Clemente.

Salones con pórtico: Estos espacios son edificios horizontales que en una de sus fachadas tienen un tratamiento distinto. Son amplios espacios con paredes en tres lados y el cuarto lado abierto y porticado (Plano 2, 5.2.3) para dar amplitud al espacio interior. Los techos tienen solución diferente. Aquí se utilizan losas planas o combinación de arranque de bóveda de mampostería y losa plana de madera o madera y palma. El primer ejemplo fue descubierto por el Instituto Carnegie de Washington (1927-1937) en el Edificio B-XIII de Uaxactún; otros ejemplos se ven en Tikal (Patio 2) y Nakum (Patio 6), Uaxactún (B-II) y La Sufricaya. En la pared contrapuesta al pórtico generalmente había pintura mural.

Edificios circulares: Aquí se agrupan edificios de formas circular, semicircular u oval. Las muestras se encontraron en las excavaciones de edificios de épocas del Preclásico Medio y Tardío (Plano 2, 5.2.4). Estas construcciones aisladas corresponden a plataformas de edificios. El caso más conocido es el documentado en el grupo A-V de Uaxactún y el único expuesto en la región. Un caso extraño, no investigado, es una especie de plataforma de medio círculo de 0.40 m de altura sobre una construcción en el sitio Jimbal ^{(Quintana, 2013a: 42-43)}.

Baños de vapor: Los pocos casos analizados (tres muestras) son edificios aislados; con un solo espacio interior, bancas de mampostería, lugar para el fogón, drenaje, un acceso reducido con dintel de piedra y un pequeño agujero en el techo (respiradero). El mejor ejemplo está en el Patio 9 del Palacio en Nakum (Plano 2, 5.2.5). En Tikal hay dos ejemplos, uno en el Grupo F, y otro en la zona norte. Seguramente en la región hay más edificios de este tipo que requieren del apoyo de excavaciones arqueológicas para su localización.

Cancha para el juego de pelota: Los hubo de muchas formas: el más sencillo está formado por dos volúmenes o cuerpos paralelos casi iguales que demarcan los límites de la cancha del juego. Orientados generalmente de norte a sur, sus paredes interiores son inclinadas y tenían marcadores. Hay variantes que incorporan edificaciones adicionales en los flancos y que pueden estar separadas o integradas a las dos plataformas principales. Sobre las plataformas que limitan la cancha se colocaban los espectadores y en algunos casos se construyeron allí espacios interiores. Hay canchas dobles o triples y otras con espacios hundidos formando una doble “T”. En la muestra se identificaron nueve variables (Plano 2, 5.2.6). Hay dos casos de una cancha para el juego de pelota en posición dominante sobre una plaza (San Clemente y el Juego de Pelota Oeste de El Naranjo). A veces se ubican en posición subordinada, más abajo del nivel de la plaza principal, lugar que refuerza a la metáfora de un nivel inferior en el juego de simbolismos de la ciudad y la entrada al inframundo. Combinaciones de edificios horizontales se encuentran en todos los sitios (Plano 2, 5.2.3).

Edificios verticales: La característica básica de este elemento urbano es su marcado acento vertical, esta condición obligada se logra sobreponiendo diferentes plataformas escalonadas una sobre otra. De este tipo hay dos variables: 1) edificios pirámide sin espacio interior útil en la cima y 2) edificios verticales con construcción superior (Plano 2, 5.4).

1) Pirámide sin construcción superior: Estas construcciones, hechas de sucesiones de plataformas escalonadas, se caracterizan por no tener en la parte superior de la pirámide un espacio interior construido en piedra (Plano 2, 5.4.1). De este tipo hay dos variables de posición: a) Pirámide aislada colocada en medio de una plaza. Puede formar con otro edificio una relación espacial llamado Grupo E. La pirámide escalonada tiene cuatro fachadas parecidas o iguales con escalinatas, marca el centro, que divide la plaza en cuatro cuadrantes. b) Pirámides dobles en un mismo espacio (pirámides gemelas). En este caso son dos pirámides escalonadas iguales colocada en los extremos de una plaza (limite este y oeste) con escalinatas en sus cuatro fachadas.

2) Pirámide con construcción superior (Plano 2, 5.4.2): Son simétricas, aisladas y frontales frente al espacio exterior. Su eje principal es acentuado por una escalinata ceremonial que comunica la plaza con el templo elevado. La “pirámide”, generalmente tiene tres, cinco, siete o nueve plataformas escalonadas superpuestas. A diferencia de los edificios horizontales, el espacio interior de los templos pirámide sólo puede “crecer” en un sentido transversal a su eje frontal (una, dos o tres cámaras interiores). El “templo” tiene uno o tres vanos de acceso en su fachada principal, no hay entradas laterales o posteriores. Por lo común a nivel del techo se concentra la escultura aplicada. Así se acentúa la vista del espectador hacia arriba. Generalmente frente a los templos pirámide se colocan monumentos esculpidos en piedra (estelas y altares), que acentúan el eje dominante del edificio y pueden dar información sobre su contexto histórico.

Los templos pirámide aislados tienen diferentes características, en este estudio podemos mencionar tres variantes: 1) Pirámide “tradicional”: el más famoso de todos, es el Templo I de Tikal o “Gran Jaguar”; es el principal representante de este tipo. Su posición aislada en el límite de la plaza, las plataformas escalonadas, la escalinata ceremonial y el templo superior son indicadores de esta variante. Generalmente la posición de dichos edificios está ubicada entre dos plazas a diferente altura, condición que por atrás hace ver más alto el edificio vertical. Tal recurso escénico fue utilizado en varias ciudades (Tikal, Tayasal, Nakum, Witzná, Xultún y otras). Dependiendo de la época hay diferentes características constructivas para la base piramidal; plataformas escalonadas con remetimientos de muros, salientes de muros (llamados faldones), esquinas redondeadas o esquinas remetidas, molduras tipo entrecalles, monumentales mascarones y otros. Las construcciones superiores también varían, según el período constructivo. Estos espacios interiores van desde edificaciones perecederas ya desaparecidas, a construcciones con techos de piedra y torres crestería, o techos planos de madera y cemento de cal, ya desaparecidas. Igual sucede con las escalinatas, algunos poseen escalinatas con y sin alfarda, con pedestal central (dado o podio) al final de la escalinata; y en la época Posclásica, escalinatas con alfarda y dados (Edificio C de Topoxté). De estas características constructivas hay multitud de combinaciones; 2) Pirámide con construcción adosada al frente: la forma y posición es similar a la descrita anteriormente, pero la característica dominante es un agregado enfrente (adosado) a la escalinata ceremonial del edificio (Plano 2, 5.4.3). Este caso es diferente a los “dados” superiores que tienen algunos templos pirámide en su escalinata monumental. Otra variante son los edificios con una especie de nicho o altar a media altura de la escalinata (Edificio 5E-38, Edificio 5D-82 de Tikal). 3) Pirámide con terraza a media altura: En este caso los templos pirámide tienen en el frente principal una terraza que se extiende a todo lo ancho de su fachada (Plano 2, 5.4.4). Dicha terraza se encuentra a menos de un tercio de la altura de la pirámide escalonada, como si fuera un vestíbulo elevado frente al edificio. En algunos casos la terraza está libre, en otros se agregan edificios menores en las esquinas frontales.

Pirámides gemelas: La característica principal de esta variante es que son dobles o gemelas (Plano 2, 5.4.5). Tal tipo de construcciones son colocadas una al lado de la otra frente a una plaza, están aisladas y poseen una sola fachada y un recinto superior. Un ejemplo de esta variable se encuentra al sur de la plaza principal de San Clemente (Edificios XIV y XV). Otros ejemplos de dos edificios similares frente a una plaza se observan en Manantial, Motul, La Línea, Juleque y La Amapola.

Pirámides en hilera: En esta variante los edificios verticales son colocados en fila, en un extremo de una plaza (Plano 2, 5.4.6). Mantienen su condición de elemento aislado y las características que lo identifican como templo pirámide. Juntos forman “grupos en hilera”. El más conocido es la Plaza de los Siete Templos de Tikal, siete templos pirámide en fila. Una posición similar tienen los edificios al sur de Mundo Perdido (6D-2 al 6D-7), la Plaza B de Yaxhá, o los cinco edificios alineados al oeste de la plaza de El Zotz. Una modificación del tipo “edificio en hilera” sucede en Río Azul. Aquí se encuentra un templo pirámide dominante y central, con terraza a media altura que se prolonga a ambos lados (tipo “T”); sobre esta terraza se posicionan cuatro edificios verticales (dos a cada lado), todos en situación aislada y con la fachada viendo hacia la misma plaza, Edificios A1 al A5 (Plano 2, 5.4.7).

Grupos de pirámides: Un grupo especial es el conjunto de la Acrópolis Norte de Tikal, con más de 10 edificios similares, formando grupos tríadicos, quincunces y grupos en hilera (Plano 2, 5.4.8). Aquí, las bases escalonadas de algunos edificios no son de dimensiones monumentales. Un caso especial de grupos de templo pirámide sucede cuando se coloca un templo pirámide adelante de otro. Esta condición particular ocurre en los sitios Ramonalito y Las Cubetitas (Plano 2, 5.4.9). En principio se trata de un templo pirámide sobre una plataforma con un patio elevado o terraza; frente a esta construcción se erige un edificio vertical, rodeado por tres lados por la anterior edificación.

Edificios horizontales y verticales

En este apartado agrupamos a diferentes combinaciones de edificios horizontales con edificios verticales sobre un mismo espacio libre (plaza o patio).

Grupos E: Se forman con un edificio vertical aislado sobre una plaza, en posición central, y otro edificio alargado ubicado en el límite este de esa misma plaza (Plano 2, 5.5.1). Lo más frecuente son los edificios tipo pirámide al centro sin edificio superior y con escalinatas a los cuatro lados. Sobre el edificio alargado, al este, se sobreponen tres edificaciones en hilera, uno al centro y dos a los lados. Estos elementos marcan, en relación con el edificio aislado al centro de la plaza, la salida del sol en el horizonte. Por lo general, la tipología arquitectónica es completada en la plaza con monumentos esculpidos de piedra (estelas y altares).

Los límites norte y sur de la plaza pueden estar delimitados por edificios alargados parecidos (Dos Aguadas, Yaxhá y Quemada Corozal). El límite oeste de la plaza es por lo general poco determinante. La ubicación de los grupos E en relación al tejido urbano parece ser de posición dominante en el centro de la urbe y permite suponer que fue empleado como elemento generador del ordenamiento ortogonal y paralelo de sucesivos espacios urbanos en la ciudad. Es posible que tuviera una aplicación práctica para el ordenamiento y alineación norte-sur dominante de las ciudades mayas. La mayoría de centros urbanos tienen una desviación similar de cuatro a cinco grados de norte al este. Los grupos E aparecen desde época muy temprana, al final del Preclásico Medio (600 a 400 a.C.) en Tikal, Ceibal y Nakbé.

Grupos triádicos: Se forman con tres edificios independientes sobre un mismo espacio exterior, en posición encontrada; es decir, cada uno de ellos mira al centro del mismo espacio libre (plaza o patio), produciendo una tensión espacial triádica (Plano 2, 5.5.2). Generalmente hay un edificio dominante y dos edificios subordinados similares a ambos lados. El cuarto límite del espacio libre está abierto y es el acceso común al grupo. Este elemento urbano tiene una larga tradición en el área del estudio, con representantes de distintas épocas culturales.

La persistencia de este elemento urbano por más de 1200 años es un distintivo urbano de la región:

1) Grupo tríadico con edificio dominante monumental: En este caso, nos referimos al tipo de edificación dominante en la cuenca Mirador (Plano 2, 5.5.3). El sitio El Mirador cuenta con 35 diferentes ejemplos de tal tipología arquitectónica; aquí el edificio dominante crece tanto que permite tener “terrazas triádicas” a diferentes alturas (Tigre, Los Monos, La Danta). También sucede que, debido a las dimensiones monumentales, el espacio libre (patio) se alarga y se pierde la escala de relación entre los dos edificios subordinados y el edificio dominante (Preclásico Tardío). Una variante hasta ahora sólo identificada en la Cuenca Mirador son los grupos triádicos en forma de “T”. En este caso los dos edificios subordinados se alejan del edificio dominante (más grande), formando un patio triádico alargado (Edificio 34 de El Mirador y el grupo triádico de Wakná).

2) Triádico en grupos de patios: En el período Clásico, el edificio dominante no adquiere dimensiones tan monumentales como en la Cuenca Mirador y el espacio libre frente a los edificios en posición triádica es de proporción más bien cuadrada (Plano 2, 5.5.4). Los edificios que forman este grupo por lo general son construcciones con un acceso y una cámara interior. En ocasiones la construcción dominante tiene más espacios interiores (Edificio N de Nakum con seis cámaras). Los grupos triádicos de la Cuenca Mirador se ubican en los límites de la ciudad; en el Clásico Tardío y Clásico Terminal se posicionan dentro de los “grupos de patios”. En El Naranjo ocupan posiciones frente a las plazas (Plaza Oeste Baja, Plaza Este Baja y la Plaza Este Alta). Una variante son los edificios horizontales en posición triádica (Edificio 63, Patio 2, Acrópolis Central de Tikal).

3) Grupo triádico en plazas: En tres extremos de una plaza se colocan tres edificios verticales que marcan la relación “encontrada” característica para los grupos triádicos (Plano 2, 5.5.5). Ejemplos de este tipo son la Gran Plaza de Tikal (Templo I, Templo II y el Templo 5C-33); Plaza Central de Nakum (Edificios A, B y C); Acrópolis Norte de Yaxhá; Plaza Este Alta de Naranjo (Grupo triádico Este).

Grupo de cuatro edificios: En este apartado describimos tres tipos distintos conformados por cuatro elementos urbanos que forman un grupo particular sobre un solo espacio libre: 1) Cuadrángulos: Cuatro edificios horizontales parecidos formando los límites de un mismo patio; 2) Pirámides gemelas (Plano 2, 5.5.6). Sobre el espacio libre se colocan cuatro edificios; dos con forma de pirámide escalonada en los extremos este y oeste, un edificio en el extremo norte, llamado “recinto sagrado” (espacio rodeado por un muro con una entrada sin techo) y un edificio alargado en el extremo sur (dos edificios horizontales diferentes y dos edificios verticales iguales). En Tikal, hay siete ejemplos; en Yaxhá, uno. Cuentan con estelas y altares y se supone que tiene relación de observatorio y espacio conmemorativo de 20 años (Clásico Tardío); 3) Un edificio vertical y tres edificios horizontales: Cuatro edificios sobre un mismo espacio libre, donde tres extremos del patio son ocupados por edificios horizontales y el cuarto lado por un edificio vertical (Plano 2, 5.5.7). En principio es un cuadrángulo, la diferencia es que el edificio dominante con su acentuada verticalidad rompe visualmente el concepto de un elemento cuatripartito. Algunos ejemplos son la Acrópolis Este de Yaxhá, la Acrópolis Norte de Naranjito y el patio elevado de Dos Aguadas. Una variante parecida es el Patio 1 de Nakum, en donde el edificio vertical no está aislado sino adosado a edificios horizontales. Templo pirámide en medio del patio (en posición aislada): Rodeado por edificios horizontales. De este tipo hay tres ejemplos: en la Acrópolis Sur de Tikal, en la Acrópolis Sur de Yaxhá y en Witzná. Templos pirámide en esquina: Estos se encuentran en los grupos de patios de Xultún, Manantial y La Honradez. Aquí sobresalen los edificios verticales, como torreones unidos a edificios alargados. Edificio vertical al final de un edificio horizontal: En el conjunto norte de Chochkitam, hay dos edificios verticales colocados al final de dos edificios alargados (Plano 3, 6.2.4).

Plano 3 Formas esquemáticas de palacios (Oscar Quintana y Raúl Noriega). 

Grupos de patios-conjuntos palaciegos-palacios

Durante el período Clásico, los gobernantes y sus familias vivían en palacios. Los conjuntos palaciegos son el pináculo del espacio construido en la región noreste de El Petén. Aquí se encuentran más de 40 complejos monumentales. Importante fue la estratigrafía social del grupo de poder, que marcó sus niveles físicamente en la ciudad. El juego de significados va desde los ámbitos públicos y abiertos a los privados y restringidos. Abajo los lugares para ceremonias y actividades de grupo, arriba la parte de la élite, reservada para los gobernantes. En este esquema de elevar tangiblemente el estatus social de los protagonistas, la arquitectura logró “subir” espacios y permitió, por medio de terrazas elevadas, que se abren al vacío, mostrar al usuario la grandeza de su poder. En principio un conjunto palaciego se forma de elementos sólidos horizontales y verticales articulados por una serie de áreas libres (patios, patios secundarios, extensiones de patios, pasillos, terrazas y otros); en otros casos se usan los techos de los edificios para acentuar un nivel más de relaciones de posición y rango.

Se han identificado dos tipos de palacios: 1) los “grupos de patios elevados” separados del resto de construcciones por plataformas de sustentación que apartan y suben el espacio construido y 2) los “grupos de patios no elevados”, también con combinaciones complejas, pero sin estar sobre una plataforma elevada común. Por esta razón preferimos denominarles “palacios” en lugar del vocablo acostumbrado de “acrópolis”. Cuando un palacio es nombrado acrópolis, se combinan los dos términos, por ejemplo Acrópolis Central de Tikal (palacio central).

1) Grupos de patios elevados: Forman palacios separados del resto del espacio urbano, una especie de “isla elevada” dentro de la ciudad. Por lo general los muros límite-exterior de estos palacios son lienzos lisos (dando idea de fortalezas muy privadas); una de las barreras (fachadas) se abre hacia el exterior, marcando el ingreso oficial. El acceso principal (vestíbulo) es por la plaza. Estos palacios inicialmente fueron grupos triádicos, o sea marcadores mágicos del centro del cosmos, que por su vital importancia fueron utilizados por los gobernantes durante muchas generaciones. Los conjuntos palaciegos constituyeron el corazón de las ciudades mayas. Por ejemplo, el Palacio de Nakum tiene 44 edificios y 16 patios; el Palacio Central de Tikal, 46 edificios, seis patios y nueve terrazas ^{(Quintana, 2014b)}. El Palacio de Palenque cuenta con siete edificios y cuatro patios; la Acrópolis de Calakmul, la más grande del mundo maya, llegó a tener 80 edificios y 17 plazas y patios. Adentro del conjunto palaciego, el espacio se ordenaba en sectores de acuerdo a las funciones básicas que debía cumplir (áreas para la vivienda de la corte y el gobernante, audiencias, asuntos administrativos, ceremonias privadas, musicales y teatro; para almacenar de productos suntuarios, estandartes, el palanquín real; para competencias deportivas y otras funciones). Interiormente hay sistemas de control de pasos de un patio a otro y se restringen las zonas de vivienda del gobernante, el lugar más importante de la ciudad. En los palacios elevados hay dos variables: la primera se refiere a los grupos de patios que ascienden marcadamente hacia un objetivo principal (el recinto real), y la segunda, a los grupos de patios elevados en donde esa tendencia a subir y marcar un punto determinado (edificio principal) no es tan clara. Como ejemplos de la primera tipología están el Palacio de Nakum (Plano 3, 6.1.1), en donde el Patio 6, el más alto, es la residencia del gobernante; el Palacio de Chochkitam (Plano 3, 6.1.2); Xmakabatún (Plano 3, 6.1.3), y el Palacio de Kinal (Plano 3, 6.1.4), en el cual el edificio principal, más alto, está precedido por un patio elevado en su fachada norte y una cadena de tres patios elevados en su fachada sur.

En la segunda variable el grupo de patios tiene una misma base elevada, pero el efecto marcado de patios a diferentes alturas ascendiendo hacia un patio principal no sucede; la altura de los distintos patios se conserva más o menos. También se alternan o no edificios verticales tipo templo pirámide -santuarios- con los edificios alargados. Ejemplos: Acrópolis Central de Tikal (Plano 3, 6.1.5), este palacio cuenta con 46 edificaciones, seis patios y nueve terrazas, y la Acrópolis Sur de Yaxhá (Plano 3, 6.1.6). Algunos centros urbanos tienen más de un grupo de palacios: Yaxhá tiene cuatro; Tikal, Holmul y Naranjo, tres; La Línea, Chochkitam y Naranjito, dos.

2) Grupos de patios no elevados: Aparte de la elevación, que no sucede en estos casos, todos los elementos que forman un grupo de patios coinciden con la definición de un palacio. Ejemplos: Palacio de La Honradez (Plano 3, 6.2.1), con seis patios y varias terrazas rodeadas por edificios horizontales, tres templos pirámide y un grupo triádico, ubicado al sur de la plaza principal. Similar condición sucede en Xultún (Plano 3, 6.2.2), con nueve patios rodeados de edificios horizontales, tres templos pirámide en esquina, un cuadrángulo y varias terrazas. En Uaxactún el Grupo A-V (Plano 3, 6.2.3) tiene cuatro patios rodeados de edificios horizontales. En este caso el núcleo del grupo fue remodelado ocho veces. Chochkitam, grupo de patios norte (Plano 3, 6.2.4), siete patios y tres edificios verticales, uno rodeado de patios y dos localizados en la punta de un edifico alargado. Aguacate, palacio norte (Plano 3, 6.2.5), ocho patios, dos de ellos en esquina. El Manantial (Plano 3, 6.2.6); El Zotz (Plano 3, 6.2.7) (Cuadro 1).

Cuadro 1 Cuadro comparativo de palacios (Oscar Quintana) 

Además del método de Hohmann y Hohmann-Vogrin, utilizamos el procedimiento usado por Kai Delvendahl en su libro Las sedes de poder^{(Delvendahl, 2010)}, y el estudio de acceso en los palacios de ^{Rodrigo Liendo Stuardo (2003)}. Delvendahl analizó los conjuntos palaciegos en cuatro aspectos: físico, espacial, funcional y social (la gente del palacio).

Aspectos físicos: Los edificios (elementos sólidos) que forman el conjunto palaciego tienen un tipo constructivo dominante -edificios horizontales- con muchas cámaras interiores organizadas alrededor de patios (grupo de patios). En la construcción de sus edificios y espacios utilizaron la piedra caliza para sus muros y techos, y toneladas de rellenos para sus plataformas; todas las superficies (pisos, paredes y techos) tuvieron un acabado de estuco y pintura; fue común aplicar relieves con información en los techos (frisos).

Aspectos espaciales: Kai Delvendahl muestra la diversidad de espacios creados en los conjuntos palaciegos de Aguateca, Kohunlich, Copán, Palenque, Calakmul y Tikal. ^{Liendo Stuardo (2003)}, por su parte analizó la estructura de accesos a los espacios interiores en el Palacio de Palenque, la Acrópolis Central de Tikal y el Grupo A-V de Uaxactún, y los comparó con los espacios palaciegos de Uxmal, Labná, Kabah y Sayil. Varios investigadores han tratado el tema, entre ellos ^{Andrews (1975)}, ^{Christie (2003)}, ^{Houston (1998)}, ^{Inomata y Houston (2001a} y ^b) y ^{Bazy (2012)}.

Un caso particular es Nakum, en donde el palacio se asentó como “montaña sagrada” en el centro del Sector Sur de la ciudad. La relación palacio-plaza principal se repite en Nakum, Acrópolis Central de Tikal, Kinal, Chochkitam, Xmacabatún y otros.

Organización interna: El Palacio de Nakum tiene una relación espacial en torno al macizo elevado central que domina todo el conjunto (Patio 6, residencia del gobernante). Debajo de él, se distribuyen los espacios ortogonales de edificios y patios en tres bandas (oeste, centro y este). En relación a la orientación de los edificios, sobresalen las edificaciones con fachada hacia el norte (con 18 superficies); seguido de las portadas orientadas al sur (15 superficies), luego continúan los edificios orientados al este (14), y por último 11 construcciones tiene su frente hacia el oeste. En Calakmul predomina las fachadas hacia el norte ^{(Delvendahl, 2010: 241)}, luego el sur y después el este y oeste; en la Acrópolis Central de Tikal, prevalece el este, luego norte, sur y oeste.

Patrón de acceso: En Nakum la entrada oficial al palacio es por el norte (Plaza Central). El Edificio D es su “portada representativa”; además el palacio tiene dos entradas secundarias o de servicio.

Aspectos funcionales: Delvendahl ordena las funciones de los conjuntos palaciegos en tres grupos básicos ^{(Delvendahl, 2010: 263-325)}: complejo doméstico residencial, complejo político administrativo y complejo escénico ceremonial. Si quisiéramos darles alguna función a las áreas identificadas del Palacio de Nakum diríamos que el área central, la más restringida, debería ser el espacio de la residencia del gobernante. Luego el área oeste (con una hilera de patios y edificaciones similares y con acceso controlado) podría ser el espacio de residencia de la familia real o la corte. El área norte sería la parte con funciones político administrativo y al mismo tiempo escénico ceremoniales. El área sur sería más difícil de “etiquetar” con una función, es la zona de patios más amplia, no hay accesos restringidos aparentes. Dominan varios edificios en hilera, de una crujía, que suman más de 30 cámaras que podrían ser interpretado como espacios para el personal del conjunto palaciego (guardia real, administradores, personal de servicio indispensable).

Aspectos sociales: Los personajes destacados serían el gobernante, la nobleza o la corte real, la familia real, los hijos del gobernante, los artistas, escribanos, administradores, juristas, músicos, guerreros, enanos y jorobados, luchadores, sacerdotes y un regimiento de sirvientes. En los espacios palaciegos se desarrolló la recepción de visitas estatales, reuniones de la nobleza local, entrega y administración de tributos, ofrendas y sacrificios de la familia real, presentaciones escénicas mitológicas de la creación y otros temas, con los personajes cargados de pesados adornos, atuendos y atributos en relación escénica y teatral. Hubo músicos, danzantes con máscaras de dioses, purificaciones en el baño de vapor; autosacrificios y un protocolo ceremonial rígido y largo. En el palacio se resguardaba el tesoro real, sus estandartes, el palanquín real y otros objetos de valor social. Delvendahl estima que la población que vivía en las acrópolis grandes como la de Calakmul o la Acrópolis Central de Tikal sería entre 150 y 400 personas ^{(Delvendahl, 2010; 680)}. Similar número de residentes se podría asumir para el palacio de Nakum. La cantidad de espacios interiores entre la Acrópolis Central de Tikal (169 espacios interiores) y la de Nakum (más de 162 espacio interiores) son similares.

Consideraciones y relaciones

En la región del estudio, sólo hay dos sectores de edificios con suficiente investigación, liberación de escombros y restauración para poder hacer un estudio de relaciones con ejes, mitades de edificios y otros indicadores mencionados por Hohmann-Vogrin. Los dos casos son el Palacio de Nakum y el Palacio Central de Tikal. En relación al lugar sagrado y a la superposición de capas de edificios unos sobre otros se logró establecer que fue una práctica constante en la región, con interminables demandas de materiales y fuerza de trabajo para realizar eternos proyectos de revitalización urbana. Quizá esta región sea una de las zonas con mayor densidad constructiva en toda el área maya. Los espacios sagrados son reforzados con nuevos edificios superponiendo construcciones y teniendo en mente la idea de tener a los antepasados presentes. Cada una de las seis cuencas del noreste de El Petén coincide con características de composición urbana, densidad de edificaciones y otros valores que permiten establecer sectores de influencia o alcance en cuanto a determinado tipo de composición arquitectónica. Por ejemplo: en la cuenca Ixcán no se han registrado los grupos E. En el área de Tikal y de las cuencas Ixcán y Holmul es notorio el papel dominante de los palacios con múltiples variantes y combinaciones identificadas. Una característica local es la larga tradición de emplear diferentes variantes de grupos triádicos (desde el Preclásico Tardío hasta el Clásico Terminal) en el área Tikal y las cuencas, Ixcán, Mirador y Holmul.

En relación al valor científico, el cuadrante noreste de Petén nos confirmó que su potencial cultural no es un patrimonio común, sino posee una condición excepcional, con monumentales centros urbanos. En el corpus de 128 ciudades, se identificaron 34 elementos distintos y más de 87 variables; se ordenó a las edificaciones en verticales y horizontales (con 14 variables) y más de 20 combinaciones; se registraron seis variantes locales para calzadas, y nueve formas de canchas para el juego de pelota. Se caracterizaron dos tipos de palacios (elevados y no elevados) con diferentes variables. Hace falta continuar con las investigaciones en este campo para establecer con mayor propiedad los elementos locales de la tipología arquitectónica del noreste de Petén. Además, hace falta comparar estos resultados con las regiones vecinas, sobre todo en el norte con la cuenca de Calakmul, el Petén Campechano y el área vecina de Belice. Los resultados presentados en esta investigación deben tomarse como una buena muestra de la calidad y cantidad del patrimonio maya construido en la región, que amerita continuar con el estudio sistemático de su composición urbana y sus elementos de arquitectura.

Comparaciones entre los Palacios de Nakum, Tikal, La Blanca y San Clemente

Por medio de un diagrama se muestra en forma gráfica las relaciones de espacios en la arquitectura. Este sistema está inspirado en un modelo diseñado por ^{Rodrigo Liendo (2003)} y modificado en este estudio (Figura 1).

Figura 1 Isométrico del Palacio de Nakum con 16 patios y 44 edificaciones, al centro se aprecia el macizo que se eleva con el espacio más importante y restringido (Patio 6), el recinto del gobernante (autor: Breitner González). 

Palacio de Nakum: Los patios 16, 3 y 8 contrastan con el resto de espacios por su poca relación -exterior/interior-; también se distinguen los sectores con complejos grupos de espacios interiores y pasos controlados (esquina suroeste del Patio 5, y los Patios 13 y 14), la banda central, Patios 1, 13,14, 15, 16 y el principal, Patio 6 (Diagrama 1).

Tikal, Palacio Central: el Patio 1 está aislado, con edificios representativos sin aparente conexión, frente a la Gran Plaza. Los Patios 2, 3, 4 y 5 son restringidos. El Patio 2 es el más elevado y principal. Al este, el Patio 6, el más bajo y amplio. La mayoría de edificios del extremo sur tiene su fachada hacia el reservorio del palacio (Diagrama 2).

Nomenclatura: un recinto se representa con un círculo y su acceso con una línea conectada con el círculo; si el espacio interior es de una fachada con dos recintos, la representación gráfica son dos círculos conectados por una línea (línea de acceso, círculo, línea, círculo); en un recinto de una fachada y tres entradas, se representa con un círculo y tres líneas indicando los tres accesos.

Las cámaras que son usadas como paso techado entre un patio y otro son representadas por un circulo relleno. Si es un edificio con varias cámaras en hilera y tienen un corredor elevado común, una línea paralela une todos los accesos. Los cambios de nivel (alturas de plataformas y comunicación vertical -escalinatas-) se representan con una línea en zigzag. Los espacios de patios son simplificados con una línea continua cerrada formando una figura geométrica. A esta figura se conectan las escalinatas o los accesos a los espacios interiores. Si el patio tiene una nomenclatura establecida, ésta se coloca al centro de la figura.

Diagramas 1 y 2. Diagramas comparativos de los Palacios de Nakum y Tikal 

La Blanca: Etapa 1, Clásico Tardío: dos edificios formando un cuadrángulo elevado (con el edificio dominante al este y un Patio Hundido central. Etapa 2, un agregado en el Patio Hundido y un Patio Sur con dos edificaciones más (Diagrama 3).

Diagrama 3 Relación entre dos distintas fases constructivas. PH= Patio Hundido, PS= Patio Sur (Oscar Quintana). 

San Clemente, palacio: El grupo tiene tres elementos principales, un edificio representativo de dos niveles hacia la Plaza Principal y dos patios interiores (un Patio Bajo Hundido con una ampliación y un Patio Alto) (Diagrama 4).

Diagrama 4 Relaciones. PA = Planta Alta, PB = Planta Baja (Oscar Quintana). 

Como resultado de diagramar, con una misma nomenclatura, distintos palacios, podemos observar diferentes comportamientos de uso en el espacio construido (Grupo de Patios). Con estos diagramas resaltan algunas constantes como serían las fachadas representativas hacia las plazas, los pasos de control interno, diversas formas de usar los patios interiores y su relación con accesos a los edificios que conforman las celdas del conjunto palaciego.