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Estudios de cultura maya

versión impresa ISSN 0185-2574

Estud. cult. maya vol.28  Ciudad de México  2006

 

Reseñas

 

Jorge Cocom Pech, Secretos del abuelo. Muk'ul f'an in Noel

 

Ana Luisa Izquierdo y de la Cueva

 

México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Filológicas, Universidad Autónoma de Chapingo, Ayuntamiento de Calkiní, Campeche, 2006 (Colección Literatura Indígena Bilingüe, 1).

 

Centro de Estudios Mayas, IIFL, UNAM.

 

Lo intracultural y lo intercultural es la fusión que el lector experimenta al leer las revelaciones de los Secretos del abuelo, de Jorge Cocom Pech. Lo intra porque es su identificación con la propia raíz cultural, la maya, pero su caracterización no sólo de sus vivencias infantiles y juveniles que han marcado la trayectoria de su existencia. Asimismo con esta obra literaria tiende un puente con el ser cultural occidental que lo rodea y habla con esas formas de manifestarse. El libro armoniza la tradición indígena ancestral que corre en su sangre, con su trayectoria académica, llevada paso a paso durante la carrera de profesor que cursó en su natal Calkiní, su apertura al ámbito citadino en el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa, el primer contacto con el mundo académico en la Universidad de Chapingo y su llegada al Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, en el Centro de Estudios Mayas, entornos que le permitieron desarrollar el conocimiento de la creación literaria, sobre todo el último, es decir, que le otorgó los medios de destreza y de conocimiento para hacerse creador con la palabra.

Con una actitud abierta de percepción Jorge Cocom se sumió en sí mismo hasta recordar y lograr una nueva vivencia de las pláticas, los traslados por los caminos, las andanzas por el monte y los rituales de su abuelo don Gregorio Pech.

Al viejo los conocimientos le venían de su padre, el abuelo de la madre de Jorge, quien en plena guerra de castas vio amenazada su cultura, y entonces eligió a cuatro muchachos para dejarles sus creencias, con el compromiso de transmitirlas a sus nietos. Uno de esos muchachos fue su abuelo D. Gregorio Pech.

Secretos del abuelo narra las evocaciones de los momentos cardinales del proceso de enseñanza y las experiencias místicas por las que lo condujo don Gregorio, y cómo él, se entregó a la comprensión de la naturaleza y de los sueños a la manera maya. En ese sumergirse en su propio ser llegó a revivir esos momentos y no guardarlos para sí, sino dejarlos salir para comunicarlos, así el libro comienza diciendo:

Tu corazón es el guardián de las palabras, no su cueva, porque las palabras, no estarán ahí para alojarse eternamente [...] Cuando llegue el invierno, y sientes que te besa el frío de sus días, deja a la palabra arder en los leños, que su calor será el cobijo de su cuerpo; pero si sientes que las palabras bullen, saltan, gritan rugen y cantan en tus adentros, y este canto es parecido al trino del zacbakal, paloma blanca, no lo ahogues en silencio. No temas ¡Ése es el lenguaje de tu alma! ¡Ésas son las palabras de tu espíritu! (p. 23).

Parte de revivir su inclusión en el mundo de la sabiduría maya al describir su iniciación y la superación de la prueba del aire y de la prueba del sueño, para así convertirse de "Cazador de Sueños en hijo de Cazador de Auroras" (p. 37) y hacer suyos conocimientos que nadie debía conocer (p. 37).

En la actualización de las vivencias que experimenta regresa hasta tiempos anteriores a su iniciación, cuando el abuelo Gregorio realizó la prueba "Del poder de un grano de maíz" para que entre sus jóvenes nietos saliera el elegido para desempeñar la "importante tarea de memorizar las narraciones", diciéndoles: "pero si tiene dificultad para cumplir con este encargo, no debe sentir miedo [...] El elegido será un privilegiado, pues si cumple, disfrutará el reconocimiento de todos. En caso de huir a esta honrosa distinción de memorizar y escribir los cuentos, merecerá el repudio de parte nuestra por no obedecer y cumplir con el compromiso" (p. 50). Jorge Cocom por un grano de maíz amarillo fue beneficiado.

En aquel momento acogió con entrega su destino, alojar el saber de la herencia espiritual, integrada por una cosmovisión, una religiosidad, unos ritos y unos relatos que sólo él iba a conocer y a dominar (p. 95).

Rememora cómo su abuelo le enseñó a percibir la cosmovisión maya: las nubes, las flores, pero principalmente los animales como las avispas, las cigarras, las libélulas, los sapos, y sobre todo las serpientes, etcétera.

En este proceso de identidad, alcanza hasta lo más profundo de su ser cultural porque llega a enlazarse con los mayas prehispánicos, ya que cuando está vivenciando la prueba del viento es lanzado y cae en "el pináculo de lo que fue una pirámide" (p. 114), centro de la sacralidad, elemento de enlace de los planos del universo, concentración de las energías sagradas.

Al revivir "logró oír las voces que surgen desde la profundidad de su silencio y alcanzó a captar quién era su protector, su alter ego zoomorfo dirían los especialistas, éste era la perdiz, el pájaro Nom, acerca de ello el abuelo Gregorio Pech le dijo:

[...] es el pájaro guía en el monte. A través de su canto nunca perderás el camino de tu vida. Si te fijas bien, la terminación de su nombre se parece al último sonido de tu apellido paterno; además, el amarillo oro, dominante en el plumaje de las yuyas (oropéndolas) que acompañaban al pájaro Nom cuando éste emitía su canto, es el color que te servirá para atraer la buena suerte. Pero tu pájaro protector, ahora que eres niño, será el pequeño colibrí, que significa la dulzura, no por su canto, sino porque su corazón representa el cariño entre los hombres y las mujeres (p. 71).

Cocom resucita con la energía de la intromisión los significados de los cantos de los pájaros, de las actitudes de los animales, de las plantas, del movimiento del viento, de los sueños, de los astros, así como de actitudes humanas y de acciones como la libertad y el poder.

La trayectoria de Cocom hacia su ser espiritual no se expresa a la manera tradicional indígena, es decir en forma oral, o con los formatos de la literatura indígena tradicional de maneras sintéticas, con continuos paralelismos de las frases, frecuentemente con lenguaje críptico, sino lo que pone en el papel es conducido por la narrativa contemporánea, resultando una obra que navega en dos culturas, es decir, intercultural.

Por último, concluyo que son dos procesos creativos: el ensayo en español, de Jorge Cocom Pech, transportado al yucateco junto con otros mayas, pero más como una nueva gestación literaria, que como una traducción, transformándose en nueva versión en su lengua materna.

Seis ensayos cortos integran el libro, pero aunque cada uno tiene una propia unidad, todos están caracterizados por tener una serie de peculiaridades. Participa un mismo protagonista central: Jorge Cocom, quien sale de su reserva para abrirse al discernimiento de la naturaleza y a la ubicación de lo humano en el seno de la cultura maya, como aprendiz de las enseñanzas de su abuelo Gregorio, quien es el otro actor, como mentor de su nieto.

Destaca la naturaleza, como otro actor protagónico vital, en tanto composición de potencias actuantes o seres maravillosos que se relacionan e inciden sobre el hombre.

La escena de los ensayos es el poblado maya de Calkiní con sus habitantes, y los padres y primos del joven Cocom son donde se dan esos actos de amor, de iluminación, de iniciación.

El autor describe emociones al vivenciar la naturaleza como una realidad que tiene vida y despliega espíritu, acción y voluntad y con ello despierta la emoción de los lectores. Comunica una descripción muy representativa de los animales, de los cantos de las aves, de la vegetación, de los árboles y de ciertas plantas, de los huertos, de los seres de los seres sobrenaturales de los bosques.

Su descripción tiene un carácter holístico en el sentido de la percepción de todo un universo natural, completo, armónico, vital, el universo maya, que en Secretos del abuelo transcurre corriendo entre la noche, el ocaso y la aurora principalmente.

El escritor no transmite juicios de valor: su texto está pletórico de sus propias emociones de miedo, asombro, incertidumbre, admiración, sufrimiento, belleza, alegría y tristeza, que contrastan con las de su mentor, el viejo Gregorio Pech, que sólo muestra enojo, paciencia y paz interior, en una actitud más serena ante el acontecer de la naturaleza.

Estos sentimientos son figurados de manera detallada, firme, fiel y sobre todo matizados con la atmósfera natural.

Termino parafraseando la síntesis que hace Alejo Carpentier al realismo mágico y que se aplica a la obra Secretos del abuelo: primero es una literatura maravillosa con referencia a eventos sobrenaturales; segundo, la realidad maravillosa, maya, es más maravillosa que esta literatura y, por tanto, cabe hablar de lo "maravilloso maya"; tercero, que lo " real maravilloso" de México podrá trasladarse a la literatura solamente a condición de que los escritores tengan fe en que lo indígena es maravillosamente real.

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