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Diánoia

Print version ISSN 0185-2450

Diánoia vol.61 n.76 Ciudad de México May. 2016

 

Reseñas bibliográficas

Peter R. Anstey, John Locke and Natural Philosophy

Carmen Silva1 

1Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México, carmensilva55@gmail.com

Anstey, Peter R.. John Locke and Natural Philosophy. Oxford University Press, Oxford, Reino Unido: 2013. 252p.


Desde mi punto de vista, el nuevo libro de Anstey representa una aportación necesaria para los estudios lockeanos porque su objetivo es rescatar y argumentar en favor de la relevancia de la filosofía natural en el pensamiento de John Locke, desde las obras tempranas hasta el Ensayo sobre el entendimiento humano. Para alcanzar este propósito, el autor ofrece argumentos, citas, comentarios y un buen conocimiento del contexto intelectual del siglo XVII en el que el filósofo inglés estaba inmerso. Es necesario recordar que esa rama de la filosofía se encontraba en ese tiempo en plena ebullición y renovación, en un periodo conocido como "revolución científica". Locke fue discípulo, amigo y colega de varios de los filósofos naturales más notables de la época, tanto británico como continental, e incluso fue miembro de la Royal Society. Además, existen escritos suyos sobre esta área de la investigación filosófica, aunque han sido poco estudiados hasta ahora en parte por lo difícil que es acceder a ellos. Cabe mencionar que Anstey también señala que el filósofo inglés obtuvo el grado de médico en un momento en que la medicina se consideraba parte de la filosofía natural.

Según Anstey, Locke tenía muy presente el objetivo principal del pensamiento moderno, a saber, proponer una filosofía natural alternativa a la aristotélica. Que no se lo conozca por sus aportaciones a la filosofía natural no significa que el proyecto le resultara ajeno. Anstey sostiene que Locke estaba muy bien informado acerca de la filosofía natural y por ello su interpretación resulta novedosa, ya que contrasta con la indiferencia generalizada o la propuesta incluyente de la filosofía natural que sólo ve a Locke como un divulgador del mecanicismo. Considera que el interés del filósofo inglés por la filosofía natural fue duradero, pues permaneció activo en dicha área de reflexión filosófica durante cuarenta años.

Uno de los primeros temas que Anstey aborda es la influencia del método baconiano en la filosofía británica del siglo XVII, considerado una alternativa para la filosofía natural aristotélica y que la Royal Society defendió como el método a seguir y él único que permitía romper con el aristotelismo y avanzar en el conocimiento de la nueva filosofía natural. Tal método consiste en elaborar "historias naturales", lo que también se conoció como método experimental. Ahora bien, puesto que Locke se encontraba inmerso en el movimiento revolucionario en favor de una nueva filosofía natural, él mismo aplica este método no sólo en sus trabajos sobre filosofía natural y otras áreas, sino que también le otorga gran presencia en el Ensayo, obra en la que afirma que usará "the historical plain method" para investigar la naturaleza del entendimiento humano con miras a dilucidar sus verdaderos alcances y límites.

Resulta inevitable referirme al método que propone el Lord Canciller en su obra Novum Organum, y que consiste en cambiar las "invenciones de la Naturaleza" por las "aproximaciones de la Naturaleza". Las primeras son creaciones, especulaciones, invenciones de la mente humana en relación con la naturaleza. Más que de la naturaleza misma, hablan de cómo deseamos, imaginamos o creemos que es o debe ser ese ámbito. En cambio, las segundas proponen una manera diferente de relacionarnos con la naturaleza, y que consiste en observarla con humildad y aprender de ella. Esta distinción baconiana muestra que el método más antiguo no nos permitía aproximarnos a la naturaleza debido a nuestras propias especulaciones. El modo nuevo -e incluso opuesto al anterior- de observar la naturaleza y aprender de ella, incorpora las "historias naturales" relacionándolas con la experiencia, pues sólo a partir de ésta podemos construirlas. Se trata de una vía metodológica que, como ya comenté, fue el modelo a seguir de la Royal Society, una institución que se acababa de fundar y que se consagró a la divulgación, expansión y desarrollo del cono cimiento sobre la naturaleza. Este tema da para mucho, pero lo dejo aquí y continúo con la propuesta de Anstey.

Desde la introducción hasta la conclusión de su libro, Anstey insiste en una cuestión que me parece relevante: Locke, de manera consistente en sus diferentes obras (en ensayos de filosofía natural o médicos, así como en los trabajos previos al Ensayo, por ejemplo en La carta sobre la tolerancia, Las leyes de la naturaleza y los borradores del Ensayo mismo), se mantuvo como un defensor y fiel seguidor del experimentalismo, actitud que significa, entre otras cuestiones, combatir los sistemas filosóficos especulativos. Creo que esta actitud es parte de la esencia de la filosofía lockeana, la cual, desde la perspectiva de Anstey, sólo es posible comprender si reconocemos que tenía una relación constante y próxima con la filosofía natural de su época. Creo que el Ensayo es uno de los ejemplos más logrados de esta actitud experimentalista.

En su estudio, Anstey desarrolla, explica, ejemplifica y contextualiza la relación de Locke con la filosofía natural a partir de cuatro tesis que recorren sus diez capítulos:

  1. "Locke enfatiza la utilidad de la filosofía natural experimental y se mantiene escéptico en relación con el estatus epistémico de los sistemas de filosofía y de la filosofía natural especulativa" (p. 8).

  2. "Locke creía que una ciencia demostrativa de la filosofía natural estaba fuera del alcance de nuestro entendimiento y que el único método eficiente para la filosofía natural era el de las historias naturales de Bacon" (p. 9).

  3. "Locke, al igual que Boyle [su maestro] y Hooke, se involucró en la filosofía natural especulativa porque apoyó la hipótesis corpuscular, la química mercurialista y la de la transmutación" (p. 9; las cursivas son mías).

  4. "A Locke le impresionó la eficiencia del método experimental matemático de los Principia de Newton" (p. 9).

Las cuatro tesis son muy sugerentes y también buenos ejemplos de la relación de Locke con la filosofía natural. Además, ilustran, entre otras cosas, los diferentes momentos de esa rama de la filosofía -hoy extinta- y la manera general en la que Locke reaccionó en relación con ellos. Creo que las tesis en su conjunto son la base que sostiene la teoría de Anstey de que Locke tenía una estrecha relación con la filosofía natural de su época. De acuerdo con lo anterior, la primera tesis o etapa de Locke consistió en la aceptación del método baconiano o experimental, que implicaba un rechazo de la especulación e incluso de la filosofía especulativa. La segunda tesis (o etapa lockeana) no corre paralela a la evolución y movimiento de la propia filosofía natural, pues representa la duda de Locke en relación con nuestra capacidad para alcanzar un conocimiento demostrativo de la Naturaleza dadas las limitaciones de nuestras facultades epistémicas. La tercera sí es paralela a la filosofía natural de la época, pues el filósofo aceptó la "hipótesis corpuscular"; en este momento, tanto en el ámbito de la filosofía natural como en Locke, parece ocurrir algo muy interesante: los defensores de la filosofía natural británica -en su mayoría miembros de la Royal Society y seguidores del experimentalismo- dan un paso más y postulan la pertinencia de la hipótesis, con lo cual revolucionan y enriquecen la filosofía experimental inicial. Esta tercera etapa está muy ligada a Robert Boyle, ya que éste fue uno de los defensores más importantes del mecanicismo de la filosofía natural británica. Por otra parte, Anstey habla también en esta tesis del mercurialismo y la transmutación, temas propios de la alquimia (a la que se podría considerar antecesora de la química moderna), y Boyle participó en esa disciplina e involucró a Locke en ella. Sobre la cuarta tesis, el filósofo natural más importante -y modelo a seguir- fue Isaac Newton, personaje a quien Boyle no conoció, pero que influyó mucho en Locke. Éste aceptó el nuevo método del filósofo de Cambridge que consistía en una combinación innovadora de experimentación y matemáticas; además, Newton habla de principios matemáticos, aspecto que Locke aceptó a pesar de que, desde la filosofía baconiana, los habría rechazado por considerarlos especulativos. Supongo que la razón por la que los acepta ahora es que la naturaleza de los principios postulados en la época anterior eran propios de la filosofía especulativa -y, por lo general, metafísicos-; en cambio, los de Newton, al ser de naturaleza matemática, resultan de gran ayuda para el conocimiento de la naturaleza.

Indiqué que las tesis de Anstey me parecen muy sugerentes y que incluso las comparto porque iluminan la filosofía de Locke desde un ángulo innovador, rico y poco explorado. Sin embargo, creo que falta algo que considero importante y que me llama la atención que se omita: el autor no menciona en ningún momento -ni aparece en la bibliografía- el libro clásico sobre el tema: Historia del escepticismo de Erasmo a Espinoza, de Richard Popkin. En fin, lo que quiero decir es que acepto la interpretación de Anstey sobre la relación del filósofo inglés con la filosofía natural, pero también creo que Locke tiene una relación estrecha con el escepticismo académico, lo que explica ciertas actitudes del autor del Ensayo. Un ejemplo magnífico es la parte de la segunda tesis de Anstey que retoma la afirmación lockeana de que no podemos tener un conocimiento demostrativo de la naturaleza dadas nuestras facultades limitadas; actitud y respuesta netamente propias de un escéptico académico. Sin embargo, desde mi punto de vista, una interpretación más completa de la filosofía lockeana debería incluir tanto la propuesta de Anstey -quien rescata el impacto y la presencia de la filosofía natural en su filosofía- como el escepticismo académico.

Todo lo anterior -y más- forma parte del libro que reseño. Se trata de una lectura muy recomendable para estudiantes y profesores interesados en la historia de la filosofía del siglo XVII en general, en la filosofía inglesa de ese periodo y en la filosofía o la historia de la ciencia. Además, el lenguaje de Anstey es claro, su argumentación es buena y su manejo del contexto es excelente. El desarrollo del tema consigue despertar la curiosidad tanto de aquellos que deseen conocer una nueva perspectiva de la filosofía lockeana como de los que son principiantes en Locke, pues el despliegue del contexto intelectual del siglo XVII es muy rico y ameno, aspecto que resulta muy atractivo debido a que esta época coincide con la revolución científica.

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