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Revista mexicana de ciencias políticas y sociales

versión impresa ISSN 0185-1918

Rev. mex. cienc. polít. soc vol.56 no.212 Ciudad de México may./ago. 2011

 

Presentación

 

Si alguna característica clara se deprende de la inmediatez de los acontecimientos humanos es la confluencia al unísono de política, violencia y tecnología en prácticamente todos los ámbitos del quehacer social contemporáneo. Así, el ejercicio del 'arte de la polis' está siempre aderezado ora por la coacción legal ora por la intemperancia criminal ora por la rebeldía de sociedades hartas de administraciones públicas disfuncionales. A lo legal, lo ilegal y lo disruptivo, se incorpora la revolución de las comunicaciones que viene a atemperar, distorsionar, agravar o a mejorar el entendimiento –las más de las veces escaso– de este complicado intríngulis.

¿Cuál es la mejor manera de administrar lo público?; ¿de qué manera enfrentar la insensatez de la brutalidad criminal?; ¿cómo gobernar la ingobernabilidad?; ¿dónde radica la frontera comunicación–entendimiento y comunicación–encubrimiento? Éstas y otras cuestiones son abordadas en este segundo número del año. En este marco, dos investigaciones abren la primera de sus secciones, Perspectivas Teóricas: La cuestión del poder en Eliseo Verón: exámenes desde la teoría social, de Esteban Torres, y Deconstrucción y biopolítica. El problema de la ley y la violencia en Derrida y Agamben, de Guillermo Pereyra.

En la primera de ellas, el autor parte de una pregunta central: siendo el argentino un semiólogo dedicado mucho más al análisis de las ideologías, de sus rupturas teóricas explícitas y hasta de su modelización analítica que al de las prácticas políticas (de donde se desprende que la política, como objeto de estudio, no ha sido preocupación central del bonaerense) ¿cómo es que este factor, tan importante para el análisis sociológico y antropológico, no resulta ser explícito a primera vista en su pensamiento? Alrededor de esta cuestión, y de otras derivadas, el artículo va develando las intenciones y propósitos de la obra de este discípulo de Levi–Strauss y, con ello, contribuye tanto a delinear las formas de una visión renovada de Verón sobre la relación entre el poder y la sociedad, como a esclarecer su muy particular actitud ante el poder, la imagen, el discurso, lo ideológico, la sociedad y su mediatización, elementos, todos ellos, de capital importancia si de entender el funcionamiento político de lo humano se trata.

Si bien velado en Verón, el tópico de la política será tema álgido en el pensamiento de dos grandes de la actividad reflexiva: Jacques Derrida y Giorgio Agamben. La segunda contribución de la sección, abre también su análisis con una andanada de preguntas perfiladas a indagar las opiniones del franco argelino y del italiano a la siempre complicada y nada amable relación entre la justicia, el derecho y la violencia en el concierto de las naciones, en general, y en las sociedades, en particular: ¿Puede la justicia, y la revolución como la promesa de justicia, suspender su invocación a los mecanismos jurídicos que son la base de la organización constitucional y legal del Estado? ¿Puede irrumpir la justicia sin que se produzca una destrucción violenta del orden social legal? ¿Es verdaderamente justicia lo que no rompe la cadena del derecho como dispositivo de anticipación de los males sociales? Estos cuestionamientos resultan no sólo pertinentes, sino torales para comprender, más allá de respuestas tajantes, los vastos desencuentros y los algunos acuerdos que entre dos sistemas de pensamiento se suscitan con respecto al quehacer y al deshacer del hombre en sociedad: la deconstrucción, en el caso del primero, y la biopolítica, en el del segundo.

Política, justicia, derecho y violencia han conocido desarrollos muy disparejos en la historia. No siempre coincidentes, en general divergentes, han estado esculpiendo el rostro del ζοον πολíτικον (elanimalpolítico aristotélico) desde la aparición misma de la ciudad–Estado hasta las complejas interacciones de las mega sociedades contemporáneas. Lo nuevo de esta ecuación es la aparición de un mediador que las ha impulsado, enfrentado, arrinconado, criticado o combatido: la comunicación. En ocasiones equilibrada, en otras visceral, en unas más desafiante y en todas presente, la comunicación ha devenido en poderosa arma de legitimación–deslegitimación de hechos, ideas y usos (y abusos) de políticas, (in)justicias, derechos y violencias sociales. Si bien de centenaria data, la comunicación actual es nueva por sus métodos, provocativa por sus medios, impactante por su alcance e implacable por su domino. La sociedad de la información es hoy por hoy actor de primera magnitud de cualquier espectro político–social, de los escenarios culturales, de las redes educativas, de las plataformas públicas, de los ámbitos privados, de las arenas de debate... en fin, está en todo y es capaz de todo.

En este contexto, en la segunda sección de nuestra revista, Cuestiones Contemporáneas, se publican dos colaboraciones que analizan algunos de los muchos tópicos desde los que la comunicación puede ser abordada: la denominada Web y el uso de internet en el ámbito de la docencia universitaria. En la primera de estas investigaciones (la Web 2.0 y la sociedad de la información), Gabriel Pérez analiza los inicios, el funcionamiento, la interactividad, la diversidad, los modelos y los usos de este fascinante poder comunicativo que –como depositario y transmisor del más grande acervo documental reunido en un espacio corto y a disposición expedita– ha sentado sus reales como el más trascendente que la humanidad haya conocido jamás.

A su vez, Delia Crovi y Rocío López exploran cómo esta tecnología es o puede ser aplicada en el campo de la aprendizaje universitario. En efecto, en Tejiendo voces jóvenes universitarios opinan sobre la apropiación de internet en la vida académica, las académicas reportan algunos de los resultados de una investigación más amplia titulada "Tecnologías de información en la comunidad académica de la unam: acceso, uso y apropiación". A través de una rigurosa metodología, recogen las impresiones estudiantiles de los diversos campos de conocimiento (de las áreas biológicas y de la salud a las sociales; de las físico–matemáticas a las ingenierías; de las humanidades a las artes) que integran la oferta de la Universidad Nacional Autónoma de México a fin de indagar qué tan útil han sido las TIC (tecnologías de la información) en el desarrollo, desempeño y aprendizaje de la comunidad puma. Los resultados del estudio son dignos de tomarse en cuenta si aspiramos que nuestra sociedad viaje, cada vez más, en el tren de la posmodernidad donde la comunicación es maquinista.

Amén de sus novedosos y revolucionarios usos, la comunicación también ha sabido 'respetar' su milenaria tradición discursiva. Ello se sigue reflejando en su más clásica envoltura: lo público. Como tal, el mensaje de emisores y receptores continúa siendo parte integral e irrenunciable del juego de la política, del político y de lo político. Si bien enriquecido con la información hoy día disponible a nivel masivo, la palabra del emisor sigue siendo fundamental para el oído del receptor. Ello cobra aún más relevancia en contextos de luchas electorales como las que envolverán a México el próximo año, donde los partidos declararán guerra y los candidatos desenvainarán espada. En este marco, es imperativo contar con información adecuada para, por lo menos, mejor razonar el voto. Por ello, en la última de nuestras secciones, Sociedad y Política, damos a conocer la colaboración de Steven Johansson quien analiza –en ¿Están convergiendo los partidos políticos en México? Papel del Estado y modelo de desarrollo en los documentos básicos del Partido Revolucionario Institucional, del Partido Acción Nacional y del Partido de la Revolución Democrática (1929–2009)– la evolución de las posiciones de los principales partidos políticos mexicanos en dos temas que resultan clave en toda política y en todo lugar: el papel que debe tener el Estado con respecto a la economía y el modelo de desarrollo que mejor convenga a México. Dos tópicos que resultan prioritarios para cualquier decisión ciudadana con intención y poder de voto. En un ambiente político tan polarizado como el mexicano, no dejan de ser relevantes las preguntas que subyacen en el fondo de este trabajo: ¿realmente son tan distintos estas agrupaciones políticas o, por el contrario, tienen más convergencias de las que uno pudiera imaginar? Y de ser este el caso, ¿en qué exactamente se diferencian?

Como parte final de este número, Reseñas presenta un par de textos cuya lectura es indispensable para entender dos de los elementos consustanciales a la naturaleza humana y que abrieron este breve espacio introductorio: la política y la violencia. El de Gina Zabludovsky Kuper, Modernidad y Globalización, y el de Diego Enrique Osorno, País de muertos. Crítica contra la impunidad. En la primera reseña, intitulada "Una nueva mirada a los clásicos", Cristina Puga pone énfasis, haciéndole eco al llamado de la autora, a la importancia de volver a los clásicos del pensamiento social pues, a pesar de tiempos, distancias y circunstancias, siempre tendrán algo que decir. Así, se decantan ante el ojo del lector, con un nuevo rigor analítico, los clásicos de dos siglos memorables por su riqueza ideologógica: Montesquieu, Saint Simon, Comte y Tocqueville; Marx, Durkheim y Weber; Horkheimer, Marcuse, Elias y Giddens. Modernidad y globalización –arguye la reseñista– constituye antes que nada una lectura fresca de viejos y nuevos clásicos y, por lo mismo, una atinada introducción al pensamiento sociológico de enorme utilidad para quienes buscan una guía comprensible para su propia lectura de los autores mencionados.

En sentido contrario, aunque no menos importante, Juan Carlos Montero reseña en "México ensangrentado", la desalmada realidad de la brutalidad que impera y abofetea el impávido rostro de una nación exangüe que no atina a entender por qué la política, el derecho y la justicia le son tan ajenas como familiar el odioso furor que escupen las bocas insolentes de los cuernos de chivo. A través de catorce testimonios periodísticos, reseñista y autor van descarnando algunos de los acontecimientos que por su impiedad y barbarie han llamado la atención de todos... y han quedado impunes; que porsu crueldad e implacabilidad han llenado de espanto a propios y extraños... y han quedado impunes; que por su desprecio y violación a las más esenciales formas de convivencia han escandalizado a sociedad, ciudadanía y clase política... y han quedado impunes... ¿hasta cuándo? Con independencia de pareceres, no hay duda de que el recuento de los casos hace de éste un libro duro de leer, pero muy necesario consignar. Su objetivo no es alimentar la desesperanza, sino criticar la impunidad y alzar la voz para exigir justicia, no sólo en los casos abordados, sino también en aquéllos que no aparecen en los medios de comunicación.

Alerta, estamos prácticamente a un año del encontronazo... electoral. Una vez más, entonces, medirán fuerzas política, violencia y tecnología.

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