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Estudios políticos (México)

versión impresa ISSN 0185-1616

Estud. polít. (Méx.)  no.46 Ciudad de México ene./abr. 2019  Epub 27-Mayo-2020

https://doi.org/10.22201/fcpys.24484903e.2019.46.68288 

Artículos

Realineamiento electoral en los comicios estatales en México, 2018. La emergencia contundente de un partido

Electoral realignment in state elections in Mexico, 2018. The forceful emergence of a party

María Marcela Bravo Ahuja Ruiz*** 

** Doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Profesora de Tiempo Completo, adscrita al Centro de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM.


Resumen

El tema central de este artículo es el estudio de las nueve elecciones de dicho género que se llevaron a cabo en 2018, con la idea de que forman parte de una importante ruptura del sistema político vigente en México; cuyas características se precisan a través de la revisión teórica e histórica de los conceptos que dicha afirmación contiene y de sus particularidades en la evolución del país. El artículo tiene como punto de partida la consideración de que con las elecciones de 2018 concluyó una etapa que se gestó en 1988, cuando entró en crisis la capacidad del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de controlar el voto que lo había mantenido como hegemónico durante ochenta y nueve años.

Palabras clave: México; sistema político; realineamiento electoral; PRI; MORENA

Abstract

The central theme of this article is the study of the nine elections of this genre that took place this year; with the idea that they are part of an important rupture of the political system in Mexico, whose characteristics are specified through the theoretical and historical revision of the concepts that said statement contains and its particularities in the evolution of the country. The article has as its starting point the consideration that with the 2018 elections concluded a stage that was created in 1988, when the capacity of the Institutional Revolutionary Party (PRI) to control the vote that had kept it as hegemonic during eighty years nine years came into crisis.

Keywords: Mexico; Political system; electoral realignment; PRI; MORENA

Introducción

Las elecciones de 2018 marcaron un parteaguas en la historia de México. En dicha contienda se impuso un joven partido, MORENA (Movimiento Regeneración Nacional), a los partidos hasta entonces más importantes, a saber: el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), tanto en la elección presidencial con la candidatura de su fundador Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quien en su tercer intento logró hacerse del poder federal, como en las elecciones legislativas y locales a través de las cuales obtuvo el control del Congreso de la Unión, así como de diecinueve congresos locales, y de cinco de los gobiernos estatales que se disputaron ese año (Ciudad de México, Chiapas, Morelos, Tabasco y Veracruz). El tema central de este artículo es el estudio de las nueve elecciones que se llevaron a cabo, en el entendido de que me adhiero a la idea de que forman parte de una gran ruptura del sistema político vigente de la que todos los analistas hablan, pero cuyas características quiero precisar a través de la revisión teórica e histórica de los conceptos que dicha afirmación contiene y de sus particularidades en la evolución del país. Este planteamiento lo hago en el primer apartado del escrito, mientras que en el segundo estudio el contexto y desarrollo político de las contiendas analizadas, y finalmente reviso las cifras electorales más allá de los movimientos del voto expresados a través de índices estadísticos, en el rescate de los patrones de competencia que en estos comicios se hicieron presentes.

El punto de partida es la consideración de que con las elecciones de 2018 concluyó una etapa que se gestó en 1988, cuando entró en crisis la capacidad del PRI de controlar el voto que lo había mantenido como hegemónico desde su surgimiento como PNR en 1929. La crisis de aquel año se debió al agotamiento del sistema que lo sostenía, en especial a la ruptura de su élite política, de frente al viraje del modelo de desarrollo promovido por el gobierno posrevolucionario, y el fortalecimiento de una oposición competitiva. Desde entonces, el PRI pasó de ser dominante a compartir el poder, fundamentalmente con el PAN y el PRD, en un proceso que a nivel nacional lo llevó a perder la Presidencia en el 2000 y recuperarla en 2012, y que tuvo una historia desigual a nivel subnacional.

En suma, a partir de la concepción de una era político-electoral que terminó en 2018, en esencia por los costos del nuevo modelo puesto en marcha tres décadas atrás, he construido este trabajo en el que me propongo demostrar las hipótesis que a continuación señalo.

La primera es que, a diferencia de lo que sucedió en 1988, en el año 2018 todas las elecciones en su conjunto fueron críticas, lo que quiere decir que se expresaron coincidencias en los movimientos del voto tanto en elecciones federales como estatales y locales, por lo que su desarrollo no fue desigual. Así, las elecciones estatales mostraron la misma crisis de los partidos tradicionales que la elección presidencial.

La segunda es que el avance de MORENA a nivel estatal se fundó en el descontento con el gobierno federal en turno, y que pudo canalizar con buena habilidad política en un contexto muy favorable. En efecto, el PRI, ni en aquellos estados que gobernaba como Jalisco y Yucatán o Chiapas con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), tuvo capacidad de respuesta a este embate. Afectó su capacidad de establecer coaliciones con sus aliados a nivel presidencial, el PVEM y el Partido Nueva Alianza (PNA), y hasta el proceso de selección de sus abanderados. De hecho, únicamente formaron coalición en Yucatán, con lo que no impidieron ser derrotados por los panistas. Lo mismo les pasó al pan, al PRD y a Movimiento Ciudadano (MC), que aunque aliados en la elección presidencial, sólo fueron juntos en seis de las nueve disputas (Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Puebla, Tabasco y Veracruz). Asimismo, también se vieron afectados en casi todas las entidades que uno u otro gobernaban; fueron los casos de la Ciudad de México, Morelos y Tabasco, así como de Guanajuato y Puebla, aunque en ambos estados lograron retener el poder, como no lo lograran en Veracruz a pesar de no haber manifestado una reducción en su votación relativa.

La tercera y última es que, como en la elección presidencial, en las elecciones para gobernador en México en 2018, la competencia fue entre partidos que representaban al statu quo, donde estaba obviamente el PRI, pero no lograron dejar de situarse el PAN y el PRD que habían colaborado en el sexenio peñista, contra otros de corte antisistema que con sus abanderados representaban en casi todas las entidades la línea de AMLO. Así, los resultados fueron disruptivos en los casos que ganó MORENA, como lo fue en Jalisco, donde ganó MC. A ello, mucho contribuyó la concurrencia a las elecciones, que fue una normatividad que recién se había venido adoptando en el sistema, y que produjo un arrastre del voto de la elección presidencial a las elecciones estatales. Los partidos tradicionales que promovieron dicha norma, no tuvieron la visión de que algún cercano día se revertiría en su contra.

1. El fin de una era político electoral

Hace algunos años, en el 2000, emprendimos con unos colegas el análisis de los movimientos del voto en México, con base en la teoría del realineamiento, a través del estudio de las alternancias del país ocurridas hasta entonces, para pasar a la observación del desarrollo del cambio político a nivel nacional y subnacional y posteriormente a la elaboración de historias regionales. La teoría del realineamiento mostró su capacidad explicativa, pero también ser insuficiencia para la interpretación de la evolución desigual del país desde 1988. Sin embargo, ficha evolución había consolidado una élite política, el desarrollo de su proyecto, la instauración de la normatividad electoral que hizo posible la funcionalidad de un tripartidismo rodeado de partidos minoritarios, relevantes debido a la competitividad en auge y una volatilidad importante, la cual si bien se había mantenido constante en elecciones presidenciales recientes, en comicios locales de haberse reducido drásticamente repuntaba para 2010. Con ello, en 2012 parecía ya estar llegando a su fin una era, lo cual quedó probado en la última jornada electoral, lo que hace críticos estos comicios pasados, si no llegan a ser desviados. En suma, la teoría del realineamiento se revela altamente orientadora, por lo que a continuación la presento en detalle.

Según la teoría del realineamiento electoral, el concepto de era política electoral es atractivo para determinar la historia de un país y para explicar las transiciones de un sistema de partidos a otro. Una era se caracteriza por un orden político particular, por la alianza que garantiza el funcionamiento estatal (Ladd, 1991), producto de un cierto arreglo institucional que genera determinadas políticas públicas y reproduce patrones de comportamiento electoral similares a lo largo de varias elecciones (Shafer, 1991).

En este sentido, se entiende que los órdenes políticos son de larga duración, según señalaba Key (1953, 1959), y son interrumpidos por las elecciones críticas, que son aquellas en las que ocurren realineamientos durables entre los partidos políticos, por cambios perdurables en las preferencias partidistas que resultan de ajustes profundos en las relaciones de poder sociales y en los grupos de apoyo dentro de la arena política. Las elecciones críticas marcan rompimientos y desembocan en cambios totales de las formas de representación de los intereses y de la organización política.

Las elecciones críticas surgen en contextos de amplios debates políticos, en ambientes de recomposición de la esfera política, de desprendimiento y recomposición de las lealtades políticas; es decir, de realineamientos que pueden deberse a distintos factores. En suma, los realineamientos marcan reorganizaciones intensas y rápidas de las bases y coaliciones masivas de un partido mayoritario en un periodo; frecuentemente revelan la incapacidad del marco político vigente para integrar demandas emergentes, y a menudo son precedidas por la emergencia inesperada de nuevas corrientes, en particular de algún partido (Burnham, 1970).

Ahora bien, estos conceptos son ciertamente aplicables a la investigación empírica e incluso es posible aterrizarlos a través de índices como el de volatilidad electoral. En este sentido, he trabajado en los últimos años para determinar rangos en los movimientos del voto y definir cuándo la volatilidad es baja, media o alta; cuándo se pude decir que se dispara y refleja el desalineamiento y transformación del sistema de partidos; cuándo la volatilidad se reduce y asienta e indica un realineamiento electoral básico, o bien cuando se mantiene media o alta pero constante y refleja a pesar de ello un nuevo orden político.1

Una conclusión importante de mis estudios fue que pese a la inestabilidad de las preferencias electorales en elecciones presidenciales después de la abrupta competencia electoral experimentada en 1988, esta inestabilidad se había mantenido relativamente constante y había coincidido con el notable cierre parcial de los movimientos del voto en elecciones locales. En estas condiciones, en 2010 señalaba que la teoría del realineamiento servía para el estudio de la evolución política de México siempre que cupiera la posibilidad de identificar como era electoral a un largo período como el que venía desarrollándose en el país desde 1988, en el cual se habían presentado movimientos de voto con un alcance de estabilización diferenciada, pero cuya inestabilidad se encontraba acotada y circunscrita a comportamientos políticos definidos por los mismos actores políticos de frente a un electorado con un determinada lógica en la definición de su voto, en el marco de un mismo modelo de desarrollo que orientaba las políticas gubernamentales y un arreglo institucional definido con base en ellas (Bravo Ahuja, 2010).

Esta nueva era electoral constituía la tercer etapa del Estado mexicano, cuyos antecedentes son el Estado porfirista y el Estado posrevolucionario, era en la que muchos buscaron encontrar la transición a la democracia y se enfrentaron a su estancamiento y a sus contradicciones, que no impedían su funcionalidad y reproducción.

Ahora bien, para 2012 habían surgido elementos que avecinaban el final de dicha era que inició en 1988, en particular un aumento de la volatilidad en elecciones estatales. La fuerza con la que el PRI parecía regresar al poder federal se traducía ya sea en movimientos del voto notorios en algunas de las entidades que recuperaron los priístas, o donde consiguieron un avance electoral importante, en otras, en movimientos de un voto antipriísta que indistintamente se movía entre las opciones PAN y PRD, y finalmente en movimientos que consolidaban en otros casos un poder hegemónico (Bravo Ahuja, 2013).

Sin embargo, a pesar de ello, a pesar del peso creciente en el país de los partidos “chicos”, a pesar de la caída del voto panista y el crecimiento del PRD; a pesar de su crisis que sugería que a futuro habría mayor fragmentación partidista como sucedió; a pesar del advenimiento de la cuestionada segunda alternancia desde la apertura política, las elecciones de ese año no podían ser consideradas críticas. Sin embargo, sí parecían reflejar el cierre de una era.

Como ya señalé, la era electoral que vivimos estaba marcada por una determinada evolución institucional que atrajo nuevas vías de acceso al poder, sobre la base de realineamientos con desarrollos desiguales que mantenían una lógica. Esta lógica estaba cambiando. Los cambios los atrajo la fuerza del regreso del PRI y la oposición que a la vez ello generó. El regreso de los priístas al poder federal apuntaba, en cualquier escenario, hacia modificaciones políticas profundas.

Sucedió entonces que tras un sexenio como fue el de 2012-2018, no fue ninguna sorpresa el que las elecciones más grandes (con más cargos en disputa) de la historia del país, ocurridas al final de éste, produjeran todas ellas importantes movimientos del voto, en el sentido expresado en la primera hipótesis de este artículo, lo cual hace de todas ellas a la vez elecciones críticas. Esto queda demostrado a través del seguimiento, expresado en los siguientes cuadros, del índice de volatilidad tanto en las elecciones para gobernador en los estados que este estudio comprende, como en las presidenciales de 1998 a la fecha.

Como puede apreciarse en el Cuadro 1, durante los primeros años del siglo XXI la volatilidad se mantuvo relativamente baja en las elecciones estatales, salvo en algunos casos en que existieron alternancias (Morelos, 2000; Chiapas, 2012; Jalisco, 2012) con “picos” algo pronunciados.

Cuadro 1 Histórico de volatilidad en elección de Gobernador  

CDMX Chiapas Guanajuato Jalisco Morelos Puebla Tabasco Veracruz Yucatán
1998 0.17 0.27
2000 0.19 0.09 0.09 0.08 0.46 0.12 0.05 (2001)
2004 0.10 0.19
2006 0.09 0.08 0.17 0.03 0.20 0.07 0.07 (2007)
2010 0.10 0.16
2012 0.18 0.30 0.17 0.34 0.21 0.10 0.04
2016 0.31 0.31

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales

Por lo que toca a las elecciones presidenciales que se muestran en el Cuadro 2, se puede observar que a pesar de expresar un desarrollo desigual con cambios medios en las preferencias electorales, éstos permanecieron relativamente constantes.

Cuadro 2 Índice de volatilidad en elecciones presidenciales 

Volatilidad
1988 0.24
1994 0.15
2000 0.18
2006 0.21
2012 0.16

Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Nacional Electoral.

Teniendo dicha referencia que reflejaba la estabilidad de un periodo electoral, tal como he descrito, los datos de volatilidad que se pueden calcular en las elecciones de 2018 (con base en los resultados de los comicios que más adelante presento y estudio) traducen movimientos mucho más abruptos del voto, como se advierte en los Cuadros 3 y 4.

Cuadro 3 Volatilidad en elecciones para gobernador 2018. 

CDMX Chiapas Guanajuato Jalisco Morelos Puebla Tabasco Veracruz Yucatán
2018 0.48 0.49 0.29 0.31 0.56 0.30 0.63 0.18 0.23

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales

Cuadro 4 Volatilidad en elección presidencial 

Volatilidad
2018 0.53

Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Nacional Electoral.

Entidades como Tabasco y Morelos tienen una volatilidad que rebasa el 50%; otras, como la CDMX y Chiapas, están muy cercanas a esta cifra. Obviamente, Veracruz, entidad con elección para gobernador en 2016, es el estado con menor movimiento de votos; Guanajuato es el siguiente en este sentido, y refleja el que ahí se mantiene el predominio del PAN.

En suma, estos datos denotan, efectivamente, un realineamiento simultáneo de las elecciones de 2018 en su conjunto, que comprueba la mencionada hipótesis. Ahora bien, los índices presentados fueron producto de determinadas circunstancias políticas, frente a las cuales trazaron sus estrategias los actores involucrados. Así, la revisión de los resultados obtenidos será objeto del resto de la investigación, en una perspectiva primero cualitativa y después cuantitativa que explica por qué y a qué grado MORENA fue el gran beneficiado de la alta volatilidad señalada, en detrimento del PAN y PRI en la mayoría de los estados, y del PRD así como del PVEM en casos puntuales.

2. Elecciones estatales 2018, contexto político y procesos electorales

Enrique Peña Nieto tomó el poder con un proyecto propio de un estadista que quiso dar un salto en el desarrollo del país. Un estadista que paradójicamente quiso modernizarlo sin tocar de fondo las reglas informales y tradicionales del ejercicio del poder en México, sólo a través de la evolución legal e institucional necesarias al modelo que sostenía, las cuales habían atrasado los panistas, atrapados en la ineficiencia y la falta de colaboración del Congreso en el contexto de gobiernos divididos. Contó a través del Pacto por México con la colaboración de las dirigencias de la competencia, del PAN y del PRD en un proceso de negociación sin precedentes, cuya evolución llevó al menos al PRD y a lo mejor al PRI, a “cavar su tumba”, como que este último hubiera tenido que regresar al poder federal para desdibujar su gran presencia regional, la cual se lo había permitido.

En efecto, la falta de resultados visibles en materia económica, el crecimiento insuficiente, quizá producto de un entorno poco favorable y la caída del precio del petróleo, el endeudamiento preocupante, así como los niveles de pobreza e inequidad social indignantes, aunados a los problemas de seguridad que no cedieron, pero sobre todo a los escándalos de una corrupción sin precedentes, hicieron que los partidos tradicionales perdieran la batalla frente a un discurso antisistema de un partido que ofrecía esperanza a una ciudadanía desencantada con la apertura democrática, a través de un partido como MORENA que supo operar con pragmatismo, liderado por una figura altamente carismática como la de López Obrador, que arrastró el voto a su favor en las contiendas estatales.

A continuación presento un panorama global de los procesos electorales que analizo en este trabajo, con la idea que incluso en este nivel de la política, caracterizado por su propia lógica y ritmo, MORENA avanzó y el PRI no logró estar en la batalla. Son ocho gubernaturas las que se jugaron este año, más la jefatura del gobierno de la Ciudad de México, que sostenía el PRD, como mantenía el poder en Morelos y Tabasco. Mientras tanto, el PAN gobernaba Guanajuato, Puebla y Veracruz, y el PRI Chiapas con el PVEM, Jalisco y Yucatán.

Cabe señalar que inicialmente podía haber parecido que estas contiendas estatales beneficiarían al Frente PAN-PRD-MC encabezado por Ricardo Anaya, en tanto ahí donde no gobernaban (Jalisco) lo habían hecho los panistas por varios sexenios, quienes también habían tenido larga presencia histórica en Yucatán (cuya presidencia de la capital difícilmente han dejado de encabezar), mientras que en Chiapas perredistas y panistas ya habían sostenido en el pasado coaliciones ganadoras. Sin embargo, muy pronto pudo constatarse que no fue el Frente el más favorecido, sino que a pesar de los alcances electorales limitados que MORENA había tenido de 2015 a 2017, se perfilaba como favorito en la Ciudad de México, Chiapas, Morelos, Tabasco y Veracruz, y le disputaba al PAN el primer lugar en Puebla, siendo que los panistas llevaban la cabeza en Yucatán y no perdían su predominio en Guanajuato, a la vez que MC iba a la cabeza en Jalisco.

Las historias detrás de estas tendencias, que durante todo el proceso se mantuvieron, son múltiples y esconden las dificultades de maniobra del pri de frente al desprestigio de su gobierno federal. Destaco algunos elementos.

En Chiapas, pese a haber firmado el PRI con el PVEM un convenio de coalición el cual tenían legalmente que pactar,2 no llegaron a acordar el método de selección de su abanderado, con lo que terminaron rompiendo.3 Mientras en el tricolor se inclinaban por una elección de delegados, en el Verde exigían una consulta ciudadana como rechazo a que se impusiera la candidatura del senador priísta Roberto Albores Gleason.4 Así, su dirigente estatal, Eduardo Ramírez Aguilar, no desistía de su intención de aparecer en las boletas, debilitando a ambos partidos, y al final se sumó a los morenistas.5 No sin razón, ya que el experredista Rutilio Escandón, allegado al gobernador Velasco, quien por cierto se acercó a López Obrador y terminó como candidato de su partido al Senado,6 encabezó la coalición de MORENA con el Partido del Trabajo (PT), el Partido Encuentro Social (PES) y partidos locales, y se mostró desde el principio como el favorito en las encuestas.7 Y si no pudieron competir contra él ni el PVEM, el cual fuera abandonado por sus bases de apoyo y optara por postular al exalcalde de Tuxtla, Gutiérrez Fernando Castellanos,8 ni el PRI, tampoco lo pudieron hacer partidos como el PRD o el PAN, que no se lograron poner de acuerdo en una candidatura, ni MC que decidió abstenerse de participar,9y menos aún el único candidato independiente, Jesús Orantes Ruiz.10

En Morelos, los panistas prefirieron hacer coalición únicamente con MC por dos motivos, a saber: el desprestigio del gobernador del Sol Azteca, Graco Ramírez, y el que éste se empecinó en apoyar a su hijastro, Rodrigo Gayosso, como candidato del PRD.11 Su abanderado fue el exintegrante del anterior gobierno estatal panista, el médico cirujano Víctor Caballero Solano.12 Esta fragmentación, aunada a la del PRI y resultado de que el PVEM apoyó a la dirigente estatal Nadia Luz Lara,13 y el PNA también rompió con el tricolor14 y se presentó con el exrector de la UAEM, Alejandro Vera Jiménez,15 como oposición a la postulación del tricolor de Jorge Mead, hermano de su candidato a Los Pinos, le abrió camino a la candidatura de Morena, el PT y el PES del popular exfutbolista Cuauhtémoc Blanco,16 lo cual revelaba el pragmatismo que Andrés Manuel López Obrador estaba ya desplegando en su afán por llegar a la Presidencia. Ni Jorge Mead, ni Víctor Caballero, pudieron alcanzarlo. Además, no quiero dejar de señalar que el PANAL dio una prueba más de su oportunismo, al declinar Vera a su favor.17

En el caso de Puebla, MORENA demostró más altura política que el PRI, a pesar de que implicó el que AMLO violara acuerdos que había pactado previamente con sus seguidores, en el sentido de que no resolvería candidaturas de forma oportunista, ni apoyaría personajes que recién se hubieran adherido a su proyecto. Sin embargo, en su partido optaron por la candidatura, en coalición con el PT y el PES del senador experredista Miguel Barbosa,18, quien compitió nada menos que con la esposa del exgobernador Rafael Moreno Valle, Martha Erika Alonso,19 nominada por la coalición como resultado del acuerdo de su pareja con Ricardo Anaya. Muchos adjudicaron el triunfo de la candidata en la jornada electoral al hecho de haber manejado la elección como una elección de Estado. Ante esta competencia, resultó ridículo que los priístas se debatieran por la selección de quien los representara, lo que produjo que no llegaran a acuerdos de coalición ni con el PVEM20 ni con el PNA.

En el caso de otros estados, resultó muy comprensible el hecho de que en Jalisco MC se presentara sin el PAN ni el PRD, considerando la fuerza política de su candidato, Enrique Alfaro.21 Como este último, en Guanajuato lideraron desde que empezó el proceso el candidato panista y en Tabasco el de MORENA. Es decir, el PRI, sólo logró ir en alianza con el PNA en Guanajuato y en ninguna de las tres entidades mencionadas con el PVEM, por lo cual, quedó rezagado.

En detalle, la primacía de Alfaro de MC en Jalisco se debía a su paso por varios partidos (PRI y PRD) y a su reciente gestión como Presidente Municipal de Guadalajara, desde donde venía criticando el regreso del PRI al estado con Aristóteles Sandoval, partido que decidió seguir la propuesta de este último de postular a su Secretario de Desarrollo e Integración Social, Miguel Castro Reynoso. Inicialmente con el doble de preferencias que el priísta, Alfaro no le temió, como tampoco consideró necesitar el apoyo del PAN o del PRD. Igualmente, desestimó al candidato de MORENA, el PT y el PES, que postularon al empresario Carlos Lomelí,22 quien pronto dejó atrás al candidato del PRD, Carlos Orozco,23 y empató al del PAN, Miguel Ángel Martínez. Cabe mencionar que contó con la experiencia de Marcelo Ebrard, a quien, de regreso en el país y con apoyo de Andrés Manuel López Obrador, se le encargó levantar el voto morenista en la región Occidente. Así, no fue fortuito que la precampaña presidencial de MORENA se hubiera cerrado en Guadalajara, y sí muy relevante el que AMLO hubiera atraído a Alberto Uribe,24 alcalde de Tlajomulco de Uribe, operador de Alfaro. Por último, es digno de mencionarse que Vicente Fernández Jr. se bajó de la contienda por la gubernatura por la vía independiente.25

En cuanto a Guanajuato, el estado cerró registros sin postulación alguna para candidatos a gobernador por la vía independiente.26 El PVEM abanderó al diputado independiente Arturo Camarena;27 y el PRI, con el PNA, a Gerardo Sánchez García,28político cercano a Emilio Gamboa Patrón, no sin el descontento del senador priísta Miguel Ángel Chico Herrera, quien llegó incluso a hacer pública su intención de dejar a su partido, además de criticar la gestión del dirigente Enrique Ochoa para unirse a MORENA,29 partido que apoyó, no sin discrepancias internas con el PT y el PES, la candidatura de la dermatóloga Antares Guadalupe Vásquez Alatorre.30 Obviamente, todavía más disputada por preverse ganadora, como lo fue, estuvo la postulación del PAN que se había mantenido en el gobierno por varios sexenios. Finalmente, aspirantes como Fernando Torres, el exdiputado Luis Alberto Villareal y el exgobernador Carlos Medina, dieron paso a la candidatura única del panista Diego Sinhué; los dos primeros sumándose a su proyecto y el último declinando.31 Igualmente recibió el apoyo del PRD y MC.

Por lo que toca a Tabasco, se registró como candidato independiente Jesús Alí de la Torre, quien inútilmente buscó ser postulado por el PVEM,32 partido que prefirió abanderar a Óscar Cantón Zetina para finalmente quitarle su respaldo a favor de AMLO.33 Mientras tanto, el excandidato del PNA a gobernador en 2012, Manuel Paz Ojeda, volvió a competir por dicho partido, del que fuera fundador estatal, cuando de no hacerlo consideró también la vía independiente.34 Más relevante sin duda fue el que MORENA, el PT y el PES dieron luz a la candidatura del expriísta Adán Augusto López Hernández,35 quien compitió con el candidato de la coalición PAN-PRD-MC, el joven perredista Gerardo Gaudiano Rovirosa, exdiputado y exalcalde de Villahermosa.36 En este panorama en el que la competencia parecía ser entre ambos personajes, quedó muy disminuida la candidatura del PRI de la diputada federal Georgina Trujillo.37

Tanto en Veracruz como en la Ciudad de México, las preferencias electorales a favor de MORENA, a decir de las encuestas, lo situaban como puntero, como en otras entidades desde el principio de las contiendas. Sin embargo, en la Ciudad de México su distancia del segundo lugar, la coalición PAN-PRD-MC, le otorgaba una posición más cómoda. El PRI, a su vez, se rezagaba en ambos casos, por lo que tampoco aquí logró ir ni con el PVEM ni con PNA en la Ciudad de México, ni con el PNA en Veracruz. En consecuencia, Yucatán era la única elección que se estimaba, el PRI podría ganar, lo que explica que ahí sí pudo replicar la coalición que presentó a la Presidencia. Sin embargo, el pan, que históricamente se había mantenido fuerte en la entidad, no dejaba de ser importante contrincante para los priístas, a quienes finalmente derrotaron, pese a que no fueron con el PRD.

En detalle, en Veracruz se volvió a presentar Cuitláhuac García como candidato de MORENA, quien dos años antes, en la elección para gobernador, resultó más competitivo de lo que se esperaba entonces.38 Lo hizo en coalición con el PT y el PES. Por la coalición PAN-PRD-MC fue el hijo del actual gobernador, Miguel Ángel Yunez Márquez,39 lo que significó que se encontraron las mismas fuerzas. Sin embargo, en 2018, el PNA fue por su cuenta con la postulación de la exdiputada local de MORENA, Miriam González Sheridam.40Por último, el PRI postuló a otro miembro de la familia, como en 2016, el senador José Francisco Yúnez Zorrilla, quien se erigió como candidato de unidad.41 Cabe precisar que obtuvo el apoyo del PVEM.42

En Yucatán, la única aspirante que logró reunir las firmas para presentarse como candidata independiente, fue la exdiputada del PAN, Sofía Castro Romero. En el PRI no “hubo jaloneos”, la candidatura se inclinó por Mauricio Sahuí Romero,43 quien se enfrentó al edil de Mérida, Mauricio Vila Dosal,44 a cuyo registro se opuso el PRD, el cual prefirió postular al académico Jorge Zavala;45 mientras, por MORENA, el PT y el PES, el académico Joaquín Díaz Mena fue quien, para aceptar la candidatura, renunció al PAN.46

Finalmente, en la Ciudad de México son dos candidatas las que contaron. Por MORENA fue Claudia Sheinbaum, exdelegada de Tlalpan, postulada supuestamente a partir de una encuesta en la que participó el exdelegado de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal. Igualmente, por la vía de un proceso competido, la exdirigente del PRD, Alejandra Barrales, abanderó al Frente PAN-PRD-MC, dispuesta a alcanzar a la candidata de MORENA. Con una campaña extrañamente a la ultraderecha para ganar un electorado no representado, Mikel Arreola, exdirector del Seguro Social, trató de obtener más puntos para el PRI, con la intención de llevarlos a la elección presidencial. Caso curioso fue el del PNA, que abanderó a Purificación Carpinteyro, exdiputada del PRD, quien trabajó con Felipe Calderón; se conocía por su trayectoria en el sector privado, y por haber sido denunciada penalmente en un escándalo a final del último gobierno panista y posteriormente absuelta. Caso curioso, más todavía, porque al final se bajó de la lucha. Por el contrario, la candidatura del PVEM de la luchadora ambiental, Mariana Boy, resultó más atinada.

A continuación, en el Cuadro 5, resumo y amplifico la información de las coaliciones en las elecciones estatales analizadas.

Cuadro 5 Coaliciones en elección para Gobernador 2018 

CDMX MORENA/PT/PES PRD/PAN/MC PRI PVEM Lorena Osornio Humanista PANAL
Chiapas MORENA/PT/PES PVEM/Chiapas Unido/Podemos Mover a Chiapas PRI/PANAL PRD/PAN/MC Jesús Alejo Orantes Ruíz
Guanajuato PAN/PRD/MC MORENA/PT/PES PRI/PANAL PVEM PANAL
Jalisco MC MORENA/PT/PES PRI/PANAL PAN PVEM PANAL PRD
Morelos MORENA/PT/PES PAN/MC PRD/Partido Socialdemócrata PRI Fidel Demedicis PVEM PANAL
Puebla PAN/PRD/MC/Compromiso por Puebla/Pacto Social de Integración MORENA/PT/PES PRI PVEM
Tabasco MORENA/PT/PES PRD/PAN/MC PRI Jesús Alí de la Torre PVEM PANAL
Veracruz MORENA/PT/PES PAN/PRD/MC PRI/PVEM PANAL
Yucatán PAN/MC PRI/PVEM/PANAL MORENA/PT/PES PRD

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

3. Movimientos del voto y nuevos patrones de competencia

El estudio de los movimientos del voto en los comicios estatales se lleva a cabo conforme a las cifras electorales que resumen los Cuadros 6 y 7, en porcentajes de votación válida, por partido y candidatos independientes.

Cuadro 6 Porcentaje de votación por partido para elección de Gobernador previa a 2018 

PAN PRI PRD PVEM PT MC NA Locales MORENA PES INDEP
CDMX 13.84 17.08 48.91 3.04 9.10 6.78 1.25
Chiapas 9.75 31.31 6.10 33.92 6.10 5.34
Guanajuato 50.42 38.37 2.87 4.80 0.69 0.52 2.33
Jalisco 20.36 33.64 3.49 5.98 35.14 1.40
Morelos 22.72 29.58 16.84 8.94 5.17 7.99 5.61 3.15 27.89 2.55
Puebla 28.28 19.22 2.88 5.31 5.14 3.39 5.35
Tabasco 4.87 38.88 41.24 2.63 5.27 4.72 2.40
Veracruz 29.82 23.61 5.63 4.02 1.67 1.24 1.62 1.98 27.21 1.14 2.07
Yucatán 43.55 48.85 4.16 1.48 0.70 0.27 0.92 0.08

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

Cuadro 7 Porcentaje de votación por partido para elección de Gobernador 2018 

PAN PRI PRD PVEM PT MC na Locales MORENA PES INDEP
CDMX 12.89 13.70 16.45 4.10 2.48 2.28 0.71 1.02 43.64 1.44 1.28
Chiapas 4.58 18.03 3.21 15.36 4.52 2.14 3.35 8.95 34.72 2.32 2.82
Guanajuato 46.18 13.75 2.74 7.24 2.39 2.30 3.09 20.81 1.51
Jalisco 11.01 17.15 1.05 2.88 3.84 40.34 2.04 18.44 3.25
Morelos 11.54 6.29 10.10 3.80 11.57 3.01 2.39 3.48 31.78 11.12 4.92
Puebla 36.53 32.00 4.07 2.16 2.17 3.38 4.96 10.09 0.63 4.02
Tabasco 2.70 12.12 14.74 1.48 2.37 2.50 1.09 59.22 1.74 2.04
Veracruz 33.06 12.82 4.37 1.81 2.34 1.84 1.18 41.40 1.18
Yucatán 38.76 32.94 1.98 2.27 1.59 1.55 1.66 18.40 0.83

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

En concreto, llevo a cabo el análisis de los siguientes elementos en cada una de las entidades:

  • El número de partidos compitiendo y el número efectivo de partidos en la elección 2018 y en la anterior.

  • El número de competidores y el número de competidores reales en la elección 2018 y en la anterior.

  • El margen de diferencia entre el competidor ganador y el segundo lugar en la elección 2018 y en la anterior.

  • El origen de la votación de MORENA, a través de las diferencias de porcentaje de votación por partido entre la elección 2018 y la anterior, y los distritos ganados por cada uno.

3.1. Número de partidos

El Cuadro 8 muestra el cálculo del número efectivo de partidos en las elecciones más recientes para gobernador, contrastando, entre paréntesis, con el número real de partidos dentro del estado en el nivel local. Resulta lógico el que con el surgimiento de MORENA, que como se verá más adelante no sólo creció restándole electores al PRD como podría pensarse a priori, sino también a los demás partidos, se haya producido una mayor fragmentación partidista, salvo en el caso de Tabasco, en el que la alta concentración de votos en favor de los morenistas significó una reducción en esta medida. Cabe destacar, además, que también aumentó el número de partidos que compitieron en los comicios, con la excepción del caso de Veracruz. Como esta tendencia ha sido señalada por múltiples investigadores, sólo me remonto a las elecciones anteriores a las de 2018.

Cuadro 8 Número efectivo de partidos en elecciones para gobernador 

CDMX Chiapas Guanajuato Jalisco Morelos Puebla Tabasco Veracruz Yucatán
2012 3.32 (7) 4.22(8) 2.47(7) 3.53(6) 5.30(8) 3.03(7) 2.32(8)
2016 3.96(10) 3.33(11)
2018 3.90 (10) 5.30 (11) 3.52 (10) 4.13 (10) 6.24 (11) 4.90 (10) 2.56 (9) 4.45 (9) 3.40 (9)

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales, con base en el índice de Laakso y Taagepera (1979). Entre paréntesis se coloca el número real de partidos en el sistema político local al momento de los comicios.

A esta información hay que sumarle en la misma línea de análisis que la suma del porcentaje de votos de los partidos en primer y segundo lugar, como puede apreciarse en el Cuadro 9, tendió a disminuir entre la pasada elección y la de 2018, salvo en el caso de Veracruz.

Cuadro 9 Sumatoria de porcentaje de votación del 1er y 2o lugar para elección de Gobernador. 

1986 1988 1992 1994 1995 1997 1998 2000 2001 2004 2006 2007 2010 2012 2016 2018
CDMX 73.7 72.0 74.7 84.9 80.0
Chiapas 85.5 100.0 96.5 88.9 65.9
Guanajuato 88.6 90.8 88.1 92.4 76.7
Jalisco 86.5 91.9 90.3 88.4 74.2 65.9
Morelos 83.7 89.0 84.4 68.4 80.2 68.9
Puebla 87.5 85.2 88.5 94.2 82.2 75.5
Tabasco 89.7 96.1 89.9 95.7 95.2 83.3
Veracruz 89.9 84.6 76.1 70.9 86.8 66.7 84.7
Yucatán 95.7 99.1 93.9 93.6 77.2

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

3.2. Número de competidores

Sin embargo, el Cuadro 10, en el que se adapta el cálculo considerando a las candidaturas como unidad de análisis, demuestra que el ritmo de crecimiento de los competidores efectivos en los comicios ha sido distinto y menor. Incluso destaca una reducción de tal índice en entidades como CDMX o Veracruz, y más bien estabilidad en la mayoría de los otros casos, como en Guanajuato, Morelos, Tabasco y Yucatán.

Cuadro 10 Número efectivo de candidaturas para elección de Gobernador. 

1986 1988 1992 1994 1995 1997 1998 2000 2001 2004 2006 2007 2010 2012 2016 2018
CDMX 3.06 (8) 3.16 (6) 2.89 (5) 2.09 (4) 2.83 (7)
Chiapas 2.59 (9) 1.99 (2) 2.14 (5) 1.85 (4) 3.47 (5)
Guanajuato 2.41 (5) 2.26 (7) 2.16 (5) 2.31 (5) 2.83 (5)
Jalisco 2.30 (7) 2.29 (10) 2.43 (11) 2.51 (7) 3.11 (5) 3.69 (7)
Morelos 1.70 (7) 1.97 (5) 2.42 (8) 3.21 (5) 2.85 (4) 2.94 (8)
Puebla 1.89 (6) 2.44 (6) 2.47 (6) 2.21 (3) 2.79 (5) 3.07 (4)
Tabasco 1.59 (6) 2.08 (9) 2.43 (7) 2.15 (5) 2.18 (3) 2.19 (6)
Veracruz 1.35 (9) 1.94 (6) 2.86 (4) 2.98 (3) 2.54 (3) 3.35 (7) 2.63 (4)
Yucatán 2.18 (6) 2.02 (5) 2.25 (5) 2.24 (4) 2.92 (4)

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales. Se coloca entre paréntesis el número de candidaturas presentadas en la elección.

3.3. Margen de victoria

Por lo que toca al margen de victoria, y por ende la competitividad que expresan los comicios, por un lado, Guanajuato, Jalisco, Morelos y Tabasco, son estados donde esta medición aumentó de forma abrupta, mientras que en Veracruz solamente aumentó 1.5%. En contraste, en CDMX, Chiapas, Puebla, y Yucatán, la diferencia entre la candidatura ganadora y el segundo lugar se estrechó.

En concreto, en 2018 hubo de todo, tanto en las entidades en las que el partido en el poder ganó la elección, como en las que perdió de frente a una oposición antisistémica. De tal forma, en Guanajuato aumentó el margen de victoria del PAN, partido dominante en el estado por sexenios, a pesar de que en 2012 su ventaja se había reducido; como en Puebla obtuvo el margen más apretado desde que gobiernan ahí. Los otros casos están representados por Jalisco, con Movimiento Ciudadano, que logró un margen de dos dígitos que no se veía en la entidad desde 1994; mientras, la coalición de MORENA tuvo varios triunfos más contundentes, siendo el de Tabasco el más holgado, seguido del de Morelos, Chiapas y la Ciudad de México. Su victoria más cerrada fue la de Veracruz.

Cuadro 11 Margen de victoria para elección de gobernador (calculado por candidatura) 

1986 1988 1992 1994 1995 1997 1998 2000 2001 2004 2006 2007 2010 2012 2016 2018
CDMX 22.49 3.46 19.39 44.64 16.43
Chiapas 15.49 5.73 0.55 52.27 17.25
Guanajuato 17.66 22.59 35.64 7.31 26.41
Jalisco 32.97 15.99 2.20 3.87 4.48 14.81
Morelos 67.89 45.60 28.27 4.00 8.95 39.90
Puebla 53.27 25.84 14.12 10.77 12.24 4.22
Tabasco 66.82 18.80 1.13 9.81 7.62 43.39
Veracruz 81.90 54.77 21.83 1.31 2.62 4.25 5.79
Yucatán 4.47 7.97 7.58 9.92 3.60

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales. El margen de victoria se calcula por candidatura.

3.4. Origen de la votación de MORENA

Al analizarlas diferencias de votación por partido, en el Cuadro 12, se precisan algunas dinámicas interesantes reflejadas en la competencia electoral de 2018, en el nivel estatal. Por un lado, en algunas entidades como la Ciudad de México, Chiapas, Jalisco y Tabasco, los partidos que perdieron mayor número de votos fueron aquellos que gobernaban la entidad, aunque en Tabasco perdió el mismo porcentaje de votos el PRI que el PRD, teniendo evidentemente como principal beneficiario a MORENA, que ganara los Ejecutivos locales en casi todas, salvo en Jalisco, donde Movimiento Ciudadano venía creciendo desde 2012. Por otro lado, el panismo en Guanajuato resistió el arrastre del fenómeno MORENA, abanderado por López Obrador, logrando no sólo mantener su gobierno sino ser el partido más votado en cada distrito electoral, como se verá más adelante; sin embargo, en esta entidad, MORENA logró tener un nivel de votación cercano al 20%, una proporción similar a la pérdida de sufragios del PRI. Morelos, Puebla y Veracruz, por su parte, vieron también al PRI ser el partido que dejó de contar con más porcentaje de votos a pesar de no gobernar dichas entidades, siendo MORENA el más beneficiado al ganar la gubernatura en dos de estos casos.

Cuadro 12 Ganancias y pérdidas en porcentaje de votación 2018 vs última elección de Gobernador 

PAN PRI PRD PT PVEM MC NA MORE PES PH Ind Local
CDMX -0.95 -3.38 -32.46 1.06 -6.62 -4.49 -0.54 43.64 1.44 1.02 1.28
Chiapas -5.17 -13.28 -2.89 -1.58 -18.57 -3.96 34.72 2.32 2.82 8.95
Guanajuato -4.24 -24.63 -0.13 1.69 2.45 1.78 0.76 20.81 1.51
Jalisco -9.35 -16.48 -2.45 3.84 -3.09 5.20 0.64 18.44 3.25
Morelos -11.18 -23.29 -6.74 6.40 -5.13 -4.97 -3.22 31.78 11.12 1.51 4.92 -1.18
Puebla -8.25 -12.78 -1.18 2.97 3.15 3.39 -3.38 17.80 1.92 -4.02 0.38
Tabasco -2.17 -26.76 -26.50 -2.90 -1.15 -2.22 -1.31 59.22 1.74 2.04
Veracruz 3.23 -10.79 -1.26 0.68 -2.21 0.60 -0.44 14.19 0.04 -2.07 -1.98
Yucatán -4.79 -15.90 -2.18 0.89 0.80 1.28 0.74 18.40 0.83

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

En suma, MORENA fue el partido que en todos los estados creció más a costa de los partidos en el gobierno (en los casos de CDMX, Chiapas, Jalisco y Tabasco), muy poco del partido predominante en la entidad (caso de Guanajuato), o en específico del PRI, aunque no gobernara a nivel estatal (casos de Morelos, Puebla y Veracruz). El PRI fue el partido que más proporción de electores perdió en todas las entidades (en Chiapas, superado sólo por el PVEM, cuyo gobierno había apoyado). Estos procesos pueden identificarse y entenderse como extensión de la elección federal bajo la lógica de la definición principal del voto a través del clivaje “sistema vs antisistema”, siendo la opción de MORENA (salvo en Jalisco, donde lo fue MC) el componente subversivo al statu quo del sistema político prevaleciente.

Por último, para seguir entendiendo la fuerza de MORENA y la procedencia de su voto, presento más información relativa a los partidos que ganaron en las elecciones estatales en cada distrito y a los partidos que desplazaron de este primer lugar, con lo que queda demostrada de manera más firme la tercera hipótesis de este artículo.

3.4.1. CDMX

Cuadro 13 Partido con más votos por distrito para elección Jefatura de Gobierno, CDMX. 

Distrito 2012 2018 Distrito 2012 2018
1 PRD MORENA 21 PRD MORENA
2 PRD MORENA 22 PRD MORENA
3 PRD MORENA 23 PRD MORENA
4 PRD MORENA 24 PRD MORENA
5 PRD MORENA 25 PRD MORENA
6 PRD MORENA 26 PRD MORENA
7 PRD MORENA 27 PRD MORENA
8 PRD MORENA 28 PRD MORENA
9 PRD MORENA 29 PRD MORENA
10 PRD MORENA 30 PRD MORENA
11 PRD MORENA 31 PRD MORENA
12 PRD MORENA 32 PRD MORENA
13 PRD MORENA 33 PRD MORENA
14 PRD MORENA 34 PRD
15 PRD MORENA 35 PRD
16 PRD MORENA 36 PRD
17 PRD MORENA 37 PRD
18 PRD MORENA 38 PRD
19 PRD MORENA 39 PRD
20 PRD MORENA 40 PRD

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

En la Ciudad de México es imposible hacer el ejercicio realizado en las demás entidades, analizando los movimientos entre distritos ganados por los partidos políticos locales, debido a la redistritación que redujo su número. Sin embargo, es destacable que MORENA logró ser el partido más votado en cada uno de los 33 distritos de reciente creación.

3.4.2. Chiapas

Cuadro 14 Partido con más votos por distrito para elección gobernador, Chiapas. 

Distrito 2012 2018 Distrito 2012 2018
1 PVEM MORENA 13 PVEM MORENA
2 PVEM MORENA 14 PVEM MORENA
3 PVEM MORENA 15 PVEM MORENA
4 PVEM MORENA 16 PVEM MORENA
5 PRI MORENA 17 PVEM PRI
6 PVEM MORENA 18 PRI MORENA
7 PVEM MORENA 19 PRI MORENA
8 PVEM PVEM 20 PVEM PVEM
9 PRI MORENA 21 PRI PVEM
10 PRI PVEM 22 PRI PRI
11 PVEM MORENA 23 PVEM MORENA
12 PVEM MORENA 24 PRI MORENA

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

Cuadro 15 Movimientos de distritos 2012-218, elección gobernador, Chiapas. 

Escenario Distritos Porcentaje que representa
MORENA gana a PVEM 13 54.17%
MORENA gana a PRI 5 20.83%
PVEM gana a PRI 2 8.33%
PRI gana a PVEM 1 4.17%
Mantiene PVEM 2 8.33%
Mantiene PRI 1 4.17%

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

En Chiapas, concretamente, MORENA logró ser el partido más votado en 18 distritos de los 24 que componen la entidad, eliminando al PVEM de este rol en 13 de ellos y en cinco al PRI. Estos dos partidos alternaron en tres (siendo el Verde el más beneficiado en estos cambios), y logrando mantener sin cambios otros tres.

3.4.3. Guanajuato

Cuadro 16 Partido con más votos por distrito para elección gobernador, Guanajuato 

Distrito 2012 2018 Distrito 2012 2018
1 PAN PAN 12 PAN PAN
2 PAN PAN 13 PAN PAN
3 PAN PAN 14 PAN PAN
4 PAN PAN 15 PAN PAN
5 PAN PAN 16 PAN PAN
6 PAN PAN 17 PAN PAN
7 PAN PAN 18 PAN PAN
8 PAN PAN 19 PAN PAN
9 PAN PAN 20 PAN PAN
10 PAN PAN 21 PAN PAN
11 PAN PAN 22 PAN PAN

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

Es sugerente, como se mencionó con anterioridad, que el PAN haya logrado ser el partido más votado en todos los distritos electorales federales. MORENA no logró contravenir su hegemonía en ninguno de éstos, en los que además ganó con un margen bastante holgado.

3.4. 4. Jalisco

Cuadro 17 Partido con más votos por distrito para elección gobernador, Jalisco. 

Distrito 2012 2018 Distrito 2012 2018
1 PRI MC 11 MC MC
2 PRI MC 12 MC MC
3 PRI MC 13 MC MC
4 PRI MC 14 MC MC
5 PRI MC 15 PRI MC
6 MC MC 16 PRI MC
7 MC MC 17 PRI MC
8 MC MC 18 PRI MC
9 PRI MC 19 PRI MC
10 MC MC 20 PRI MC

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

Cuadro 18 Movimientos de distritos 2012-2018, elección gobernador, Jalisco. 

Escenario Distritos Porcentaje que representa
PRI gana a MC 12 60%
Mantiene MC 8 40%

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

Jalisco vivió el crecimiento de Movimiento Ciudadano, que logró ser el partido más votado en cada uno de los 20 distritos electorales locales, logrando arrebatar de esta posición al PRI en 12 de ellos.

3.4.5. Morelos

Cuadro 19 Partido con más votos por distrito para elección gobernador, Morelos. 

Distrito 2012 2018
1 PRI MORENA
2 PRI MORENA
3 PRI MORENA
4 PRI MORENA
5 PRI MORENA
6 PRI MORENA
7 PRI MORENA
8 PRI MORENA
9 PRI MORENA
10 PRI MORENA
11 PRI MORENA
12 PAN MORENA
13 PRI
14 PRI
15 PAN
16 PRI
17 PRI
18 PRI
19 PAN

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

En Morelos tampoco es imposible hacer el ejercicio realizado en las demás entidades, debido a la redistritación que redujo el número de éstos. Sin embargo, es destacable que MORENA logró ser el más votado en cada uno de los 12 distritos recién conformados.

3.4.6. Puebla

Cuadro 20 Partido con más votos por distrito para elección gobernador, Puebla. 

Distrito 2016 2018 Distrito 2016 2018
1 PAN PAN 14 PAN PAN
2 PAN PAN 15 PAN MORENA
3 PRI PAN 16 PAN MORENA
4 PRI PAN 17 PAN PAN
5 PRI PAN 18 PAN PAN
6 PAN PAN 19 PAN MORENA
7 PAN PAN 20 PAN MORENA
8 PAN PAN 21 PAN PAN
9 PAN PAN 22 PRI PAN
10 PAN MORENA 23 PRI MORENA
11 PAN MORENA 24 PAN MORENA
12 PAN MORENA 25 PAN MORENA
13 PRI PAN 26 PRI PAN

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

Cuadro 21 Movimientos de distritos 2016-2018, elección gobernador, Puebla. 

Escenario Distritos Porcentaje que representan
MORENAgana a PAN 9 34.62%
MORENA gana a PRI 1 3.85%
PAN gana a PRI 6 23.08%
Mantiene PAN 10 38.46%

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

En Puebla, otro bastión panista, MORENA logró crecer y ser el más votado en 10 de los 26 distritos, sobrepasando al PAN, en 9, y al PRI en 1, quienes lograron mantener esta posición en 6 y 10 respectivamente.

3.4.7. Tabasco

Cuadro 22 Partido con más votos por distrito para elección gobernador, Tabasco. 

Distrito 2012 2018 Distrito 2012 2018
1 PRI MORENA 12 PRD MORENA
2 PRD MORENA 13 PRD MORENA
3 PRD MORENA 14 PRI MORENA
4 PRD MORENA 15 PRI MORENA
5 PRI MORENA 16 PRD MORENA
6 PRD MORENA 17 PRD MORENA
7 PRD MORENA 18 PRD MORENA
8 PRD MORENA 19 PRD MORENA
9 PRD MORENA 20 PRI MORENA
10 PRD MORENA 21 PRD MORENA
11 PRI MORENA

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

Cuadro 23 Movimientos de distritos 2012-2018, elección gobernador, Tabasco. 

Escenario Distritos Porcentaje que representa
MORENA gana a PRI 6 28.57%
MORENA gana a PRD 15 71.43%

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

En Tabasco, como era de esperar debido a la contundencia de la victoria de su coalición, MORENA fue el partido más votado en cada distrito, arrebatando de esta posición al PRI y principalmente al PRD, que perdieron en los 6 y 15 distritos, respectivamente, donde habían recibido más apoyo en la elección de 2012.

3.4.8. Veracruz

Cuadro 24 Partido con más votos por distrito para elección gobernador, Veracruz. 

Distrito 2016 2018   Distrito 2016 2018 Distrito 2016 2018
1 PRI MORENA   11 MORENA MORENA 21 MORENA MORENA
2 PRI PAN   12 MORENA MORENA 22 PAN MORENA
3 PAN MORENA   13 PAN PAN 23 PAN MORENA
4 PRI PAN   14 PAN PAN 24 PAN MORENA
5 MORENA MORENA   15 PAN PAN 25 PRI MORENA
6 PRI MORENA   16 PAN PAN 26 MORENA MORENA
7 PAN MORENA   17 PAN PAN 27 PRI MORENA
8 PAN MORENA   18 PAN PAN 28 MORENA MORENA
9 PAN PAN   19 PRI MORENA 29 MORENA MORENA
10 MORENA MORENA   20 MORENA MORENA 30 MORENA MORENA

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

Cuadro 25 Movimientos de distritos 2016-2018, elección gobernador, Veracruz. 

Escenario Distritos Porcentaje que representa
MORENAgana a PRI 5 16.67%
MORENA gana a PAN 6 20%
PAN gana a PRI 2 6.67%
Mantiene MORENA 10 33.33%
Mantiene PAN 7 23.33%

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

En Veracruz, Morena logró ser el partido más votado en 11 distritos, quitándole cinco al PRI y seis al PAN. El PAN, por su parte, fue el partido con más apoyo en dos distritos que previamente habían beneficiado al PRI. MORENA y PAN lograron mantener su posición como partidos más votados en 10 y siete distritos, respectivamente, obtenidos en la elección de 2016.

3.4.9. Yucatán

Cuadro 26 Partido con más votos por distrito para elección gobernador, Yucatán 

Distrito 2012 2018
1 PRI PAN
2 PRI PAN
3 PRI PAN
4 PAN PAN
5 PAN PAN
6 PRI PAN
7 PRI PAN
8 PRI PAN
9 PRI PRI
10 PRI PRI
11 PRI PRI
12 PRI PAN
13 PRI PRI
14 PRI PRI
15 PRI PRI

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

Cuadro 27 Movimientos de distritos 2012-2018, elección gobernador, Yucatán. 

Escenario Distritos Porcentaje que representa
PAN gana a PRI 7 46.67%
Mantiene PRI 6 40.00%
Mantiene PAN 2 13.33%

Fuente: elaboración propia con datos de los Organismos Públicos Locales Electorales.

En esta entidad, MORENA no logró ser el partido más votado en ninguno de los distritos locales que la componen. El PAN fue el partido con mayor número de victorias distritales, manteniendo dos y logrando ganar siete al PRI, que sin embargo logró mantener seis. Los nueve distritos donde el panismo logró ser victorioso, consolidaron su victoria en la entidad, reduciendo el porcentaje de distritos del PRI al 40%.

Consideraciones finales

Una conclusión importante del estudio de las elecciones estatales de 2018 en conjunto, como el que desarrolla este documento, muestra el que movimientos del voto que habían tenido a ese nivel un desarrollo desigual, en esta ocasión se conjuntaron para hacer de todas ellas, elecciones críticas. Lo son sin duda aunque pueda decaer el voto de MORENA a futuro, si bien en el momento que escribo, creo no va a suceder por las decisiones que el próximo Presidente del país está tomando para mantener y fortalecer a sus bases de apoyo a través de sus políticas de gobierno. Aun en el caso de que no lo lograra, éstas elecciones no pueden más que ser de ruptura de una era porque han deshecho la legitimidad de un proyecto sostenido por décadas y le han atizado un golpe fatal al sistema de partidos sobre cuya competencia estaba sustentado.

MORENA, a nivel estatal, se impuso en entidades con partidos predominantes como en la Ciudad de México; con bipartidismos sólidos, como Tabasco; tripartidistas, como Morelos o Veracruz, y con partidos débiles, como Chiapas. Igualmente creció en entidades en las que la izquierda no había tenido mayor presencia, como en Guanajuato, Puebla y Yucatán. Así, pareciera que los sistemas de partidos locales han sido trastocados de manera irreversible. De tal manera, hay elementos para pensar que la fragmentación, y el aumento del índice de número de partidos que con base en los resultados de estas elecciones se pueden calcular, pueden ceder a corto plazo a una situación de predominio de este joven partido, que llevará a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia.

Como se ha podido observar, esta hazaña no sólo ha sido producto del descontento generalizado con los partidos de gobiernos ineficientes, sino de la capacidad de AMLO de representar este enojo y de prometer algo diferente. Ha sido producto de su habilidad y la de su equipo, traducida en la acertada selección de candidatos a gobernador, con experiencia en algunos casos, no todos, provenientes varios de ellos de los partidos tradicionales, algunos otros sólo populares, pero todos creíbles por estar bendecidos por él. Contra ellos compitieron los mismos partidos de siempre, bastante desorganizados, sin poder en la mayoría de los estados replicar sus coaliciones presidenciales, como sí lo hizo MORENA, impactados con la manera en que eran rebasados y la velocidad con la que ello sucedía.

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1 Pedersen (1979) fue quien diseñó el índice de volatilidad y estableció como baja la volatilidad entre 0 y 0.04, como media entre 0.041 y 0.10 y como alta aquella superior a esta cifra. Estudios posteriores como los de Carrillo (1989) y Alcántara (1996), enfocados al estudio de sistemas de partidos latinoamericanos, tendieron, sin embargo, a considerar la volatilidad media y alta con mediciones más altas. Tomando lo anterior como parámetro y debido a los resultados de la aplicación de la fórmula a los resultados de varios tipos de elecciones en México desde 1988, he venido trabajando sobre la base de considerar como mínima la volatilidad igual o inferior a 0.05, como baja entre 0.06 y 0.10, como media entre 0.11 y 0.20, como media alta entre 0.21 y 0.30, como alta entre 0.31 y 0.40 y aquella superior o igual a 0.41 como extrema. Cuando la volatilidad se incrementa y deja de ser baja, considero que está habiendo realineamiento; cuando regresa a este rango o a ser mínima, que se ha consolidado, y mientras se mantiene media que es todavía inestable.

2El Universal, 24 de enero, 2018.

3Reporte Índigo, 29 de febrero, 2018.

4El Universal, 16 de febrero, 2018.

5El Universal, 23 de enero, 2018.

6El Universal, 20 de marzo, 2018.

7El Universal, 11 de febrero, 2018.

8El Universal, 24 de mayo, 2018.

9Excélsior, 19 de marzo, 2018.

10El Universal, 27 de abril, 2018.

11El Financiero, 17 de diciembre, 2017.

12La Jornada, 18 de febrero ,2018.

13El Universal, 6 de febrero, 2018.

14Milenio, 7 de febrero, 2018.

15Proceso, 16 de febrero, 2018.

16El Financiero, 06 de febrero, 2018.

17Milenio, 24 de junio, 2018.

18El Universal, 31 de enero, 2018.

19El Universal, 1 de enero, 2018.

20Excélsior, 2 de marzo, 2018.

21El Financiero, 23 de enero,2018.

22Milenio, 10 de febrero, 2018.

23Milenio, 13 de enero, 2018.

24Milenio, 8 de febrero, 2018.

25Milenio, 1 de febrero, 2018.

26El Universal, 2 de diciembre, 2017.

27El Universal, 20 de febrero, 2018.

28Excélsior, 6 de febrero, 2018.

29La Jornada, 17 de febrero, 2018.

30El Universal, 10 de febrero, 2018.

31El Universal, 8 de enero, 2018.

32El Universal, 17 de diciembre, 2018.

33Animal Político, 18 de junio, 2018.

34El Universal, 10 de enero, 2018.

35El Financiero, 4 de diciembre, 2017.

36El Universal, 22 de diciembre, 2017.

37El Universal, 26 de diciembre, 2017.

38El Universal, 3 de diciembre, 2017

39El Universal, 10 de marzo, 2018

40Milenio, 2 de enero, 2018.

41Milenio, 18 de febrero, 2017.

42El Universal, 29 de abril, 2018.

43El Universal, 15 de diciembre, 2017.

44El Universal, 17 de diciembre, 2017.

45El Universal, 5 de diciembre, 2017.

46El Universal, 11 de marzo, 2018.

*Este artículo fue elaborado en el marco del proyecto PAPIIT de la UNAM clave IN306217 denominado “Historias político electorales a nivel subnacional en México, 1988-2018. Historias regionales de los realineamientos del voto estatal en algunas entidades mexicanas”. Una primera versión del mismo se presentó en el XXIX Congreso Internacional de Estudios Electorales organizado por la SOMEE.

Recibido: 25 de Septiembre de 2018; Aprobado: 26 de Octubre de 2018

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