Reseñas

Esperanza Palma (coordinadora), Partidos y elecciones intermedias de 2009. Problemas para la construcción de mecanismos de representación y participación en México

Rosa María Mirón Lince*

México, UAM-Cuajimalpa/Miguel Ángel Porrúa, 2011

* Doctora en Ciencia Política por la UNAM. Profesora de Tiempo Completo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM.

Sobre las elecciones de 2009 se han hecho muchas reflexiones y escrito muchas páginas. ¿Tenemos entonces un libro más sobre ese proceso intermedio? Sí y no. El año que motiva el título del libro es el mismo, sí. Sin embargo, lo que se dice en él no se limita al proceso electoral federal intermedio, sino que lo usa como pretexto para, a lo largo de los distintos capítulos, ir más allá del tradicional análisis de la estadística electoral, o de la descripción plana de la actuación de los partidos, para avanzar en diversos temas complejos desde distintos enfoques.

Como todos sabemos, el 5 de julio del año 2009 se llevaron a cabo elecciones para elegir diputados federales y también hubo comicios en 11 estados de la República, donde se renovaron diputaciones locales, presidencias municipales, las jefaturas delegacionales en el Distrito Federal y 6 gubernaturas.

Los resultados trajeron sorpresas. Si bien las encuestas previas habían dado una idea de cuál sería el escenario político después de los comicios, hay datos que no resultaron ser exactamente como se esperaba.

Respecto de los partidos políticos, el enorme avance del PRI en todo el país resultó mucho mayor de lo previsto por los estudios de opinión. Llama la atención la pérdida de la gubernatura priísta de Sonora; las sonadas derrotas del PAN en los gobiernos de San Luis Potosí y Querétaro, la reducción de la fuerza del PRD a nivel nacional y la merma de su presencia en el Distrito Federal.

De la actuación de las instituciones en un nuevo marco normativo, se puede afirmar que pasaron la prueba de fuego que constituyeron las urnas aun cuando había múltiples dudas, en particular, respecto de la capacidad del Instituto Federal Electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de salir avantes.

En relación con los electores, la participación ciudadana no fue tan baja como se preveía, pues alcanzó 45% a nivel nacional; los votos nulos, si bien fueron muchos, no tantos como algunos suponían, y los ciudadanos dejaron constancia de un voto diferenciado, más racional y más informado.

Recordemos también que las elecciones de 2009 se constituyeron en el reflejo a mediano plazo de las circunstancias en las que se desahogó la contienda de 2006. Es necesario tener presente que entre los grandes pendientes que dejaron aquellos comicios y su fase post-electoral se encuentran, entre otros, el desencanto del electorado; el reacomodo de las estructuras partidistas y sus mecanismos de operación en tiempos de competencia electoral, así como los problemas de rearticulación y recuperación de legitimidad por parte de la autoridad electoral.

Reflexiones en torno a estos temas sí que encontramos en el libro, pero además una rica variedad de reflexiones que bordan en torno a la representación política, la participación y el estado que guarda la democracia en nuestro país. De ahí, parte de su atractivo.

El libro está dirigido a académicos y, en general, a los estudiosos de los procesos electorales, según consta en la introducción. Tal vez ello se deba a que el objetivo del libro sea ampliar la visión sobre las elecciones, pensar en problemas teóricos de particular relevancia y abrir líneas novedosas de investigación, reflexión y análisis. Sin embargo, me parece que este volumen rebasa el interés de los eruditos y resulta atractivo y aleccionador para el público en general que encuentra en él una amplia gama de análisis, opiniones, reflexiones, críticas y propuestas sobre lo acontecido hace dos años en las elecciones federales y también en algunas locales. El texto se encuentra dividido en 5 secciones, que lo vuelven ordenado y asequible.

1. Las dos primeras partes son las más desarrolladas. En la primera, Partidos políticos y congreso, el lector encuentra las coordenadas para comprender la actuación de los principales partidos de cara al funcionamiento del Congreso. Los tres textos bordan sobre la crisis de los partidos, los procesos de selección de candidatos, las manifestaciones de movimientos y organizaciones sociales en los partidos, las rupturas internas y el impacto de todos estos fenómenos en el desempeño legislativo de los tres partidos más grandes.

En efecto, Víctor Alarcón en "El pan en 2009. O cómo construir una mayoría parlamentaria intermedia (y morir nuevamente en el intento)" da cuenta de los intentos fallidos del PAN por alcanzar una mayoría legislativa que apoyara al presidente en la recta final de su administración y refiere los conflictos internos que influyen en la derrota. Esperanza Palma analiza al partido del sol azteca en el texto "El prd en 2009: crisis, centralización de los métodos de selección de candidatos y reclutamiento legislativo", centrando su atención en los procesos de selección interna de candidatos y las pugnas y fracturas que provocaron, así como las consecuencias de los mismos. Enseguida, Rita Balderas, en un texto que titula "Los efectos de la selección de candidatos a diputados federales del PRI en 2009", presenta un análisis del proceso virtuoso de selección de candidatos que hizo el PRI, con lo que logró buenos resultados tanto al interior como hacia fuera del partido. Por último, cierra esta sección el trabajo "El gobierno dividido en México: formación y efectividad del Congreso mexicano", de Laura Valencia, donde la autora incluye una serie de reflexiones teóricas sobre el gobierno dividido, así como también un rastreo histórico del fenómeno en nuestro país desde 1997, al tiempo que aborda el tema de las coaliciones.

2. La segunda sección, Campañas y actores políticos en dos delegaciones del Distrito Federal: la elección para delegados en los procesos de Miguel Hidalgo e Iztapalapa, se encuentra integrada por dos textos que se refieren a sendos comicios locales, específicamente a las contiendas por dos jefaturas delegacionales del Distrito Federal: Miguel Hidalgo e Iztapalapa. Con poco en común entre ellos, estos trabajos brindan al lector dos enfoques distintos sobre las campañas y los actores políticos en dos delegaciones que contribuyen a mostrar la diversidad de los procesos ocurridos en la ciudad capital. El primer trabajo, "La cultura política de las campañas electorales. Análisis situacional de la campaña en la Delegación Miguel Hidalgo, D. F.", de Iris Santacruz y Sergio Tamayo, incluye el testimonio de una política experimentada, con información de primera mano del candidato involucrado, con consideraciones pragmáticas que por momentos resultan afirmaciones irreverentes en relación con el marco legal sobre campañas electorales, pero de una gran riqueza más que desde la óptica de la cultura política, que es el que se anuncia, desde la perspectiva de la fiscalización de las campañas y precampañas. Por su parte, en el texto "Entre reglas democráticas y procedimientos alternativos del juego. El TEPJF, el PRD y la elección de Iztapalapa 2009", Azul Aguiar aborda el tema de la elección de jefe delegacional en Iztapalapa. La autora parte de la convicción, más que de la demostración, de que la decisión del TEPJF provocó la derrota del PRD en la elección, y a partir de ahí analiza la evolución de una elección atravesada por la intervención de los órganos jurisdiccionales.

3. La sección tres, Reforma electoral, campañas y medios de comunicación, incorpora dos textos sustantivos. El primero, de Roberto Gutiérrez, "Medios, democracia y elecciones en México. Un acercamiento a los comicios federales de 2009", donde presenta una discusión sobre el impacto de la más reciente reforma electoral en el papel de los medios en los procesos electorales. Y el segundo, de Felipe Victoriano, quien en el trabajo "Medios tecnológicos de comunicación en las elecciones federales. Una reflexión desde la comunicación política", aborda de manera pertinente el uso de nuevas tecnologías al tiempo que enfatiza la necesidad de reflexionar sobre un asunto que si bien la legislación no contempla, per-mea todos los procesos electorales.

4. En la cuarta parte, Ciudadanía, protesta electoral y participación de las mujeres, se incluyen tres capítulos que abordan la problemática electoral desde la perspectiva de la ciudadanía. En primer término se encuentra el trabajo titulado "Insatisfacción democrática y participación ciudadana en las elecciones mexicanas de 2009", de Gabriel Pérez Pérez, donde se refiere al desafecto ciudadano hacia los partidos políticos y al malestar sobre el funcionamiento de la democracia en general. Complementa esta reflexión el texto "El voto nulo: lección sobre calidad democrática", de Miriam Alfie, en torno al debatido fenómeno que caracterizó los comicios de 2009, vinculándolo con la calidad de la democracia, la rendición de cuentas y la transparencia. Por último, el lector encuentra el artículo "Las elecciones del 2009. Electoras, candidatas y elegidas", de Anna María Fernández Poncela, donde la autora presenta un análisis detallado de la participación activa y pasiva de las mujeres, no sólo en los procesos comiciales, sino en la vida democrática toda.

5. El libro cierra con un apartado sobre Redistritación y representación política, integrado solamente por el capítulo de Alejandro Mercado y Rita Balderas, que bajo el título de "Redistritación, representación y competitividad electoral. Una aproximación al Distrito Federal y al Estado de México 1996-2005", da cuenta del eventual impacto de procesos técnicos en los resultados electorales.

En suma, el libro integra materiales de gran valor analítico que contribuyen a la mejor comprensión de asuntos relacionados con los procesos electorales federales y locales realizados en nuestro país en 2009. La calidad de los mismos, el rigor metodológico y la fortaleza teórica de todos los trabajos, hacen de este volumen una lectura muy recomendable.