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Nueva antropología

Print version ISSN 0185-0636

Nueva antropol vol.25 n.76 México Jan./Jun. 2012

 

Reseñas bibliográficas

 

Enrique de la Garza, Hacia un concepto ampliado de trabajo. Del concepto clásico al no clásico 

 

Sergio G. Sánchez Díaz*

 

México, Anthropos/UAM-Iztapalapa (Cuadernos A, Temas de Innovación Social, 33), 2010.

 

* Profesor-investigador del CIESAS, Unidad Distrito Federal.

 

La obra que comentamos es extensa, compleja y densa, consta de siete capítulos, además de una Presentación y una Introducción. Desde la Introducción (esta es realmente un primer capítulo), el sociólogo Enrique de la Garza lleva a cabo un exhaustivo recuento de los estudios laborales y sus intereses. Es este un segmento muy fundamentado, donde se "pasa revista" a las principales corrientes teóricas que han animado este tipo de estudios: desde los dependentistas, los neoclásicos, los estudios de flexibilidad del trabajo, hasta llegar a las corrientes más recientes (culturas laborales, empresarios, sindicatos, entre otros temas). Desde ese momento se inicia el debate y el deslinde con las formas tradicionales de enfocar los estudios del trabajo hasta hoy, centrados en el trabajo formal, típico, clásico. En realidad se empieza a esbozar un nuevo paradigma en los estudios del trabajo.

En el capítulo I, "¿Hacia dónde va el trabajo humano?", se lleva a cabo un nuevo recuento de autores y corrientes de estudios. Se estudian a los obreristas, los regulacionistas, los de la producción flexible, los de la modernización reflexiva, los de los clusters, los del posfordismo, entre muchos otros. Estos estudios sobre el trabajo se desarrollaron en el marco de las transformaciones de las últimas décadas, luego del ascenso del neoliberalismo. El autor sostiene que no hay un sólo derrotero para el trabajo en esta etapa, que la diversidad de formas que asume el trabajo ha sido muy diverso. Desde luego hay un gran debate planteado aquí con los teóricos del llamado "fin del trabajo", tales como Offe, Rifkin y Gorz, y vemos aquí un recuento de los complejos escenarios laborales en diversos países el día de hoy.

El capítulo II se titula "Estructura, subjetividad y acción". Un capítulo denso, en el que se condensan debates profundos y complejos en el seno de las ciencias sociales. Se revela la importancia de las teorías hermenéuticas, con los problemas de la cultura y la subjetividad de los actores en el centro de sus intereses. Autores centrales en esta cuestión son mencionados aquí: Shutz, Berger, Luckmann, los analistas del discurso, los de la agencia, entre otros. Se pone en el centro el accionar de los sujetos hasta el problema de las "configuraciones", que, como sabemos, es un aporte del sociólogo Enrique de la Garza.

Este capítulo anuncia el debate con los "para-posmodernos", que ocupa todo el capítulo III, titulado precisamente "Crítica de la razón para-posmoderna (Sennet, Bauman, Beck)". De nuevo, estamos ante un capítulo muy sólido y fundamentado, en el que el autor, junto con Juan Carlos Celis, Miguel Ángel Olivo y Martín Retamozo, debate con las ideas sobre el "fin del trabajo" y los llamados autores "para-posmodernos": Bauman y Sennet, Beck, Negri y Holloway.

Es este un capítulo importante, en el que dichos autores llevan a cabo una crítica a los "para-posmodernos", hoy más o menos en boga, pero que en realidad no cuentan con investigación rigurosa, más bien se apoyan en cierto discurso plagado de retórica para tratar de sustentar sus apreciaciones sobre los sujetos obreros, quienes están, según ellos, desprovisto de identidad.

El capítulo IV es otro capítulo colectivo (Enrique de la Garza, José Luis Gayosso y Saúl Horacio Moreno), que aborda otro aspecto del recorrido por las teorías del trabajo, en busca de un nuevo paradigma para su estudio.

Aquí se aborda "La querella de las identidades: ¿pasado sistémico, presente fragmentario?". Es un capítulo denso, ya que se estudian corrientes y autores sobre el problema de las identidades. Mead, los funcionalistas, las teorías de sistemas, Parsons, Lhumann, Husserl, la fenomenología, los interaccionistas simbólicos, Goffman, las teorías de la agencia, las teorías sobre los nuevos movimientos sociales, los para-posmodernos, Dubar, todos ellos están ahí, en una discusión abstracto-teórica, como en el capítulo II, sobre la constitución de la identidad en los sujetos, recuento que parece necesario para desbrozar el camino hacia una nueva construcción teórica, que es el objetivo del libro.

El capítulo V trata sobre "La construcción social del Mercado de Trabajo". El ajuste de cuentas ahora es con corrientes de estudios económicos, con los sociodemógrafos, con los estudios del mercado de trabajo, donde se plantean problemas de este corte, es decir, el empleo, la ocupación, los salarios, las políticas estructurales, y el estudio de los actores que intervienen en los procesos, y cómo se dan éstos en el escenario mexicano, con contención salarial añeja, con el trabajo precarizado por décadas, que sólo puede explicarse por el fatalismo de la clase obrera mexicana.

Después de establecer sus diferencias con corrientes y autores, vemos dos capítulos finales en esta obra. El capítulo VI, de autoría de Enrique de la Garza, se titula "Hacia un concepto ampliado de trabajo". Y el capítulo VII, titulado "El trabajo no clásico y la expansión de los conceptos de producción, control, de relación laboral y de construcción social de la ocupación", donde vemos a Enrique de la Garza con otros autores: Gustavo Garabito, Juan Hernández y José Guadalupe Rodríguez.

En estos dos capítulos finales se establecen las bases de lo que ya conocemos como "concepto ampliado de trabajo", ni más ni menos que toda una nueva perspectiva para los estudios del trabajo, en México y el mundo. El autor (con los otros tres investigadores mencionados) establece esa nueva perspectiva, la fundamenta, y luego propone una expansión de conceptos para el estudio del trabajo, como los conceptos de producción, de control, de relaciones laborales.

Todo ello luego de revisar autores, criticarlos, y establecer la necesidad de un nuevo paradigma para los estudios del trabajo, más allá del trabajo formal. De la Garza y los otros autores sostienen que ahora debe interesar el trabajo que se da en la convergencia con el cliente, con el usuario, es decir, quien tiene que ver con los servicios, con el "cara a cara" entre el cliente y el productor. Sostienen que ha llegado el momento de atender la dimensión simbólica del trabajo, y observarlo en los procesos que tienen que ver con la reproducción de la fuerza de trabajo en espacios cerrados (en los hogares, por ejemplo), pero también el que se desenvuelve en espacios abiertos, el "desterritorializado", el que se da "a distancia".

Se trata, pues, del concepto ampliado de trabajo, y avanzar hacia el estudio del trabajo no clásico y los conceptos que lo ordenan. Ese es el sentido del último capítulo de esta obra, el capítulo colectivo titulado "El trabajo no clásico y la expansión de los conceptos de producción, de control, de relación laboral y de construcción social de la ocupación". En él se sustenta la idea del trabajo no clásico, y se expanden conceptos, ideas, formas de ver y estudiar el trabajo apoyado en tres estudios de caso: los Mc Donald, WalMart, y el entorno laboral de los programadores de software.

Por lo antes dicho, y de manera breve, podemos sostener que esta obra es de gran interés y relevancia para los estudios del trabajo, no sólo en México sino en el mundo. Es un trabajo producto de varios años de investigación y análisis serios y profundos, con una revisión bibliográfica exhaustiva, y por ello será recibido con entusiasmo en todas las comunidades dedicadas al estudio del trabajo.

Si la antropología del trabajo, hace muchos ayeres, inició los estudios que conocemos como "del proceso de trabajo", allá en la década de 1970, y luego caminó de la mano de la sociología del trabajo, para avanzar en el estudio de las culturas obreras y laborales en México (y en otras latitudes), con la edición de este libro se demuestra que ambas disciplinas en realidad conforman una corriente de estudios que, como sabemos, podemos englobar como "los nuevos estudios del trabajo" en México y América Latina.

Se demuestra así que esta disciplina sigue viva, en constante transformación. Este libro es otro paso adelante en la necesaria reflexión acerca de las transformaciones del trabajo en medio de la globalización y la precarización de las actividades laborales, formales e "informales", o las que tienen que ver con el "trabajo no clásico".

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