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Foro internacional

versión impresa ISSN 0185-013X

Foro int vol.56 no.2 Ciudad de México abr./jun. 2016

 

Reseñas

Ilán Bizberg (coord.), Variedades del capitalismo en América Latina: los casos de México, Brasil, Argentina y Chile

Agustín R. Vázquez García

Bizberg, Ilán. Variedades del capitalismo en América Latina: los casos de México, Brasil, Argentina y Chile. México: El Colegio de México, 2015. 693p.


El libro Variedades del capitalismo en América Latina: los casos de México, Brasil, Argentina y Chile, coordinado por Ilán Bizberg, tiene como referencia teórica la conceptualización elaborada por una corriente de pensamiento económico conocida como "escuela de la regulación francesa". Dicha corriente de pensamiento económico nació a mediados de la década de 1980 en algunos centros académicos de Francia, posicionándose como alternativa teórica, ante la creciente influencia de la corriente neoclásica y la crisis del marxismo francés.

Una característica distintiva de la escuela de la regulación francesa es su rechazo al determinismo de la "ley" del valor, ya sea en la versión elaborada por la corriente neoclásica, ya en la versión marxista. La versión neoclásica asegura que con la operación de la ley del valor la humanidad transita a una edad de oro. Los países avanzados se consideran el espejo de los países en vías de desarrollo. Al capitalismo se le confiere un sentido universalmente homogéneo. La versión marxista anticipa que con la operación de la ley del valor se gesta una ley del hierro sobre los trabajadores, y que por las contradicciones del capitalismo se anticipa su inminente colapso.

El cuestionamiento de la escuela de la regulación francesa a tal determinismo se realiza planteando una pregunta situada en el nivel concreto de la realidad: ¿cuál es la incidencia del campo político y social en los resultados económicos? Dicha pregunta también se la plantean otros enfoques institucionalistas (North... Acemoglu-Robinson), sólo que la "escuela de la regulación francesa" la responde introduciendo dos postulados. El primero plantea que la relación fundante del capitalismo, la relación salarial, es una relación jerárquica. El segundo postulado conceptualiza al cemento de las decisiones individuales, la moneda, como una convención social. Así, la escuela de la regulación francesa puede explicar la relación fundante y la expresión abstracta de las relaciones de intercambio como variables parcialmente independientes.

La independencia parcial de esas variables abre la posibilidad de introducir valores políticos y sociales dentro del marco explicativo del capitalismo que indeterminan el carácter unívoco de la reproducción social esbozada en la ley del valor, donde los escenarios de consenso y coerción se yuxtaponen o se interponen.

Se tiene un análisis socio-genético del capitalismo donde es posible analizar y estudiar el origen y las consecuencias del cambio estructural, así como su alteración, por medio del manejo de las variables parcialmente independientes. Este fundamento heurístico explica que la escuela de la regulación francesa identifique una taxonomía de capitalismos para el caso de los países avanzados: el capitalismo norteamericano guiado por el principio del mercado autorregulado, el capitalismo francés conducido por el Estado y el capitalismo germano guiado por la coordinación de actores sociales.

El libro coordinado por Ilán Bizberg refrenda ese resultado obtenido para países de capitalismo avanzado, sólo que ahora estudiando cuatro países de América Latina.

Marques-Pereira y Víctor Soria argumentan que el impacto de la deuda externa que padecieron a principios de los ochenta los países latinoamericanos obligó a los países de la región a redefinir las condiciones institucionales para insertarse en las nuevas condiciones de la reproducción social marcadas por la globalización. Los autores destacan en su artículo que la convención formulada alrededor del valor externo de la unidad de cuenta representa el pilar de la nueva estrategia de largo plazo para garantizar crecimiento económico.

Brasil y México eligieron el tipo de cambio sobre apreciado. Esa elección revela la fuerza de los acreedores y de los industriales exportadores, así como la debilidad de los productores que abastecen el mercado interno. Sin embargo, en Brasil dicha elección ha sido basculada parcialmente con el ascenso de un partido de izquierda que prescribe posiciones desarrollistas, las cuales se visualizan con el fomento de la banca pública como fuente de financiamiento y con la promoción de la industria nacional de bienes de capital.

En México dicho contrapeso no existió ni existe. De ahí que esa elección institucional haya tenido como resultado un grado de desindustrialización muy significativo.

En Argentina, debido a la fuerza de los rentistas agrícolas, la elección del tipo de cambio sobre apreciado como eje del crecimiento económico fue descartado, con que se bloqueó la posibilidad de diversificar la estructura industrial. Esto explica que los recientes políticos que ocupan el Estado argentino asuman el objetivo de industrialización sobre la base de nacionalizar industrias claves.

A pesar de la activación del Estado para estimular el crecimiento económico desde el mercado interno, sobre todo en Brasil, los autores advierten que no es posible catalogar a este país como un consolidado régimen de "capitalismo interno guiado por el Estado", debido a que el financiamiento estatal depende primordialmente de los rentistas financieros. Ello representa una posición de gran fragilidad ante posibles cambios -nunca calculables- en las condiciones del mercado de capitales que podrían detener los alcances del modelo neo-desarrollista; pero este hecho sobre todo revela el poder de los rentistas financieros sobre la convención monetaria que bloquea el debate sobre la pertinencia de proseguir con un real sobre apreciado.

La otra relación, la fundante del capitalismo, la relación salarial, es analizada por Graciela Bensusán e Ilán Bizberg, cada uno por su lado, aunque interactuando.

Graciela Bensusán en su artículo explica la proximidad entre Brasil y Argentina en materia de política laboral, sobre todo después de la década de 2000, con el ascenso de gobiernos de centroizquierda, los cuales han propiciado en ambos países el fortalecimiento del poder sindical, aspecto que se visualiza con el incremento de la densidad sindical. Dicha política reduce el grado de asimetría de la relación salarial. Bensusán señala algunos de los primeros resultados de la densificación en la relación salarial de estos países: reducción de la desigualdad en la distribución del ingreso factorial y reducción de la dispersión salarial. De consolidarse, estos resultados estarían configurando en dichos países un régimen de crecimiento económico guiado por la demanda agregada.

En cambio, en México y en Chile, la flexibilidad laboral aún se sigue utilizando como el único criterio para promover el empleo y la calidad de éstos. En estos países se continua con el argumento esgrimido por la corriente neoclásica que justifica el combate a la densidad sindical, al considerarla como fuente de rigidez en el mercado de trabajo, y bloqueando la ley del valor. La atomización de los trabajadores a la que conduce dicha flexibilidad del mercado laboral ha servido a los productores localizados en dichos países como variable de amortiguamiento ante la creciente competencia exterior y la depreciación de la moneda.

Bensusán y Bizberg afirman que los capitalistas de dichos países obtienen ganancias vía la restricción salarial más que por efecto de los incrementos en la productividad, lo que coloca dichas economías en una trayectoria de crecimiento carente de innovación tecnológica interna. No obstante el reconocimiento de la creciente densidad sindical en Brasil y Argentina, Bensusán es poco optimista sobre la situación de los trabajadores en el conjunto de los países, ya que considera que en ninguno de ellos se ha logrado establecer un conjunto de políticas que reduzcan de manera sustancial el riesgo al que están expuestos los trabajadores. Dicha distribución del riesgo es explicada por Bizberg por medio del uso de la historia política de cada uno de los países, concatenando dicha historia con la evolución de los esquemas de protección social que se han conformado -con variados avances y retrocesos- en los países de América Latina.

Interpreto que el mensaje central del artículo de Bensusán es que los incrementos del poder sindical en Brasil y Argentina pueden ser revertidos por la ausencia de una coordinación centralizada de trabajadores, ya sea por la emergencia de la inflación estructural explicada por desequilibrios intersectoriales, ya por la ausencia de voz de la masa marginal.

Sobre la masa marginal, Carlos Alba y Carlos Freire analizan la interacción de los trabajadores informales y los gobiernos locales de dos ciudades: ciudad de México y São Paulo. Los autores realizan un análisis minucioso sobre quiénes son los vendedores ambulantes, dónde habitan, la especialización de los puntos de venta, así como el origen social, las características demográficas de los vendedores y la práctica política de las organizaciones que han creado los vendedores ambulantes para negociar con las autoridades locales.

La lectura de este artículo revela el conflicto latente que viven en las calles los trabajadores informales, sobre todo con el ascenso del régimen de acumulación neoliberal que gentrificó a los centros históricos de las metropólis, con que convirtió el espacio en depositario de servicios culturales ofertado por los capitalistas. Alba y Freire con su artículo exponen al espacio como un eje del conflicto debido a las distintas u opuestas lógicas de producción del espacio, donde la masa marginal se densifica, mientras que interpreta la oferta de las autoridades locales como bases de su dispersión.

Bruno Théret analiza la relación gobierno central y gobiernos subnacionales, el federalismo, recurriendo a la historia política de los países para desde ahí considerar que la dicotomía centralismo-descentralización que caracteriza a los actuales enfoques sobre esta materia debería ser redefinida porque no capta la relación política entre los gobiernos, mediada por la incidencia de la ciudadanía. Théret plantea un vínculo entre los tipos de federalismo y la práctica de la democracia, en donde ésta última es reconocida y practicada más allá de la democracia de los modernos. Sobre todo, dicha práctica, nos dice, se realiza en el espacio subnacional, hecho que alteraría la relación centro-subcentro.

Sobre dicha noción de democracia, la de los modernos, la democracia compatible con la representación neoclásica de la buena sociedad, Alberto Azis Nacif explica los vaivenes del proceso de toma de decisiones para el caso de tres países. Plantea la causalidad, haciendo uso de los resultados de la encuesta de Latinobarómetro, explicando que la actual crisis de la democracia se debe a la crisis económica. La causalidad planteada por este autor cuestiona la causalidad que durante décadas fue el pilar de los analistas de la modernización encabezados por Seymour Lipset; la atomización del campo económico y político es el carril exclusivo para la modernización. En la lectura de la modernización, cuando la modernización no se consolida, se debe a la ausencia de atomización política, no a la posibilidad de fallas de la atomización del campo económico.

Azis Nacif, con el análisis cualitativo, expone que el campo económico, aun con la consolidación institucional de la democracia, falla, reflejándose en la crisis de la democracia. A pesar de tratarse como campos separados -la política y la economía-, la causalidad expuesta por Nacif los imbrica.

Agrupando la totalidad de los análisis contenidos en este libro encuentro un planteamiento normativo -aunque no explicitado en el libro- para América Latina, cuyos ejes son: reducir la asimetría de la relación salarial, democratizar la convención sobre el rol de la moneda y promover relaciones federativas donde la democracia local sea una condición necesaria. Tales ejes se ubican en las antípodas del régimen neoliberal que promueve la atomización y la elitización de la convención monetaria, cuyos resultados, sobre todo para el caso mexicano, han derivado en la destrucción de la economía, del tejido social y la pérdida de confianza ciudadana en la democracia moderna.

La figuración de tal norma regulacionista emanada de la lectura de este libro me ha provocado una reflexión conceptual, ya que con la promoción de la densificación de la constitución de la relación fundante del capitalismo y de la orientación del basamento de los intercambios se tendría una reproducción social transparente. En los términos planteados por el historiador Fernand Braudel, la transparencia es una característica del mercado, mientras que la opacidad/atomización representa el pilar de la ampliación del capitalismo. Siguiendo esta distinción, es posible que los autores de este libro estén promoviendo para América Latina la recuperación del significado del mercado esbozado por Braudel, donde el mecanismo de la voz resulta ser fundamental; aunque también resulta válido para los países avanzados, ya que en dichos países la asimetría de la relación salarial, y lo mismo que la dispersión salarial, se incrementa.

Esta obra articula una sólida argumentación para indeterminar el sentido de la filosofía de la historia esbozada por la atomización neoliberal, especialmente cuestionando los resultados de la supuesta edad de oro. No obstante, una limitante del libro es que no se haga mención de que en América Latina se gestan y consolidan procesos organizativos contra la atomización promovida por el neoliberalismo. Estos procesos densifican la constitución de las relaciones sociales, pero no están orientados alrededor de la relación salarial ni la convención de la moneda. Procesos que evocan a Octavio Paz en la parte final de El ogro filantrópico:

No predico el regreso a un pasado, imaginario como todos los pasados, ni pretendo volver al encierro de una tradición que nos ahogaba. Creo que, como los otros países de América Latina, México debe encontrar su propia modernidad. En cierto sentido debe inventarla.

Pero inventarla a partir de las formas de vivir y morir; producir y gastar, trabajar y gozar que ha creado nuestro pueblo. Es una tarea que exige aparte de circunstancias históricas y sociales favorables, un extraordinario realismo y una imaginación no menos extraordinaria.

La introducción en el análisis de estos procesos contribuiría a profundizar en la indeterminación de la filosofía de la historia, reconociendo trayectorias que rebasan y superan el movimiento pendular en la que ha caído América Latina no pocas veces.

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