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Estudios de cultura náhuatl

Print version ISSN 0071-1675

Estud. cult. náhuatl vol.46  Ciudad de México Jul./Dec. 2013

 

Artículos

 

El nombre náhuatl de la Triple Alianza

 

The Nahuatl name of the Triple Alliance

 

María del Carmen Herrera Meza*, Alfredo López Austin**, Rodrigo Martínez Baracs***

 

* Maestra en Lingüística por El Colegio de México. Investigadora de la Dirección de Lingüística del INAH y docente en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, también del INAH.

** Doctor en Historia por la UNAM. Investigador emérito del Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM.

***Doctor en Historia y Etnohistoria por la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Investigador en la Dirección de Estudios Históricos del INAH.

 

Resumen

En este artículo se examinan los términos usados en las fuentes escritas en náhuatl para referirse a la institución política conocida en español como Triple Alianza, usada por lo general para indicar la asociación de Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan en el Posclásico tardío. La revisión de los contextos muestra que la Excan tlatoloyan (el gobierno de tres sedes) fue una institución que en el Altiplano central se remonta cuando menos al siglo IX y tuvo vigencia en otras áreas de Mesoamérica.

Palabras clave: Triple Alianza, Excan tlatoloyan, terminología náhuatl de gobierno, gobierno prehispánico.

 

Abstract

In this paper we analyze the terms used in the written sources in nahuatl, which refer to the political institution known as the Triple Alliance, a name that usually indicates the association between Tenochtitlan, Tetzcoco and Tlacopan in the late Postclassic period. The revision of the contexts shows that Excan tlatoloyan (the government of three sites) refers to an institution, which in the Central Mexican Plateau has its origin in the ninth century and was also known in other areas of Mesoamerica.

Keywords: Triple Alliance, Excan tlatoloyan, Nahuatl terminology for political institutions, prehispanic government.

 

Este artículo responde a problemas derivados del nombre náhuatl de la institución política conocida en español como Triple Alianza, dominante durante el Posclásico Tardío en el Altiplano Central de México: Excan tlahtoloyan. Básicamente nos referimos en el trabajo a los temas de la presencia y contextualización del término en documentos indígenas, al carácter de dicho término como expresión fija o instituida en el uso común, y a las implicaciones de su análisis filológico en referencia a las diversas funciones gubernamentales de la institución.

 

PRESENCIA DEL TÉRMINO EXCAN TLAHTOLOYAN EN LAS FUENTES DOCUMENTALES NAHUAS

El término excan tlahtoloyan aparece en la obra del historiador chalca Chimalpáhin Cuauhtlehuanitzin referido a la antigua historia de Culhuacan, Estado integrante de una vieja triple alianza constituida con las ciudades de Tollan y Otompan. El historiador Chimalpáhin da a la unión una duración de 191 años, contados del Ce Técpatl (856) al Matlactli Ácatl (1047). Del inicio de la alianza dice:1

Más adelante y en la misma obra, Chimalpáhin se refiere en los siguientes términos al final de la triple alianza y a la sustitución de dos de sus miembros:10

 

IMPLICACIONES POLÍTICAS DE LOS TEXTOS TRANSCRITOS

El contexto de los párrafos de Chimalpáhin implican peculiaridades políticas notables de la institución. En primer lugar, se da en un ámbito político de dominio, en que algunas ciudades estados son dependientes de otras, en ramificaciones de supra-subordinación, práctica política tradicional que, de haber tenido una mayor antigüedad que la Excan tlahtoloyan, bien pudiera haber servido como su antecedente. La Excan tlahtoloyan se habría erigido, así, como una justificación política del dominio. Esta situación se prolongó como compleja red de subordinaciones hasta el momento de la invasión europea, como en forma detallada y erudita lo estudió Pedro Carrasco, sobre todo en dos de sus trabajos generales sobre la Triple Alianza.16

La alianza se consideraba una institución de equilibrio político regional, lo que justificaba no sólo su firme institucionalización, sino su calidad de organismo supraestatal –al menos en ciertas funciones administrativas y judiciales– y la necesidad imperiosa de su subsistencia, aun cuando las situaciones de desastre o de decadencia política eliminaran a alguna o a algunas de las capitales existentes.

En los textos existe una contradicción entre la pretendida igualdad política de los tres Estados componentes del pacto y la presunción de que Culhuacan fue el Estado que decidió crear la alianza y eligió a sus otros dos compañeros. Esta presunción se repetirá en los relatos de la alianza de Mexico-Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan, afirmando la supuesta preeminencia de una u otra de las capitales. Incluso, se habla de una guerra que antecedió al pacto, y que fue ganada ya por Tenochtitlan, ya por Tetzcoco, según la fuente.

Chimalpáhin insiste en un doble carácter de gobierno: el téucyotl, o gobierno de los señores, y el tlahtocáyotl o gobierno de los tlahtoque. Aunque las fuentes en lengua náhuatl son con frecuencia poco claras o abiertamente contradictorias en este aspecto, se ha sostenido17 que en el caso del téucyotl, los gobernantes o teteuctin serían los llamados por los españoles "señores naturales", o sea los que apoyaban su poder en razones étnicas, alegando una supuesta liga de parentesco entre ellos y sus súbditos; mientras que los tlahtoque hacían valer otra clase de gobierno, más desarrollado, que fundaba el dominio en la autoridad sobre un territorio dado. En otras palabras, un teuctli gobernaba a sus "parientes", en cualquier territorio en que viviesen, recibiendo a cambio "donaciones" de carácter más o menos libre; mientras que un tlahtoani gobernaba a los habitantes de su territorio, cualquiera que fuese su etnia, y recibía un tributo rigurosamente tasado. De ser esto así, la Excan tlahtoloyan sería una institución que se ejercería por el acuerdo de tres tlahtoque, mismos que se ostentarían y justificarían por ser también el teuctli respectivo de un muy vasto conglomerado. El tlahtoani de Mexico-Tenochtitlan sería el culhuateuctli; el de Tetzcoco, el aculhuateuctli y chichimecateuctli, y el de Tlacopan, el tepanecateuctli.18

Por último, en cuanto a las funciones de la alianza, se mencionan vagamente las de orden militar, que debemos entender como acuerdos en empresas dirigidas a constituir una fuerte hegemonía; las judiciales, y las que se definen como "obras muy grandes", que estimamos pudieron ser empresas constructivas de gran envergadura.

 

SOBRE EL SIGNIFICADO DEL TÉRMINO EXCAN TLAHTOLOYAN

Las palabras tlahtoloc y tlahtoloyan derivan el verbo tlatoa, cuyos significados son "hablar", "cantar" o "gobernar". Por consiguiente, tlahtoloc y tlahtoloyan son "lugar de mando", "lugar de gobierno", y por la aclaración que se hace al final del párrafo pueden suponerse dos funciones específicas de poder: las decisiones conjuntas de acciones militares y, con insistencia, la judicatura. En el primero de los textos de Chimalpáhin se usa el verbo tlatzontequi en su sentido de "determinar", "resolver"; pero en el segundo se usa dos veces con el sentido de "juzgar", pues se le agrega la palabra justiciatica, obviamente derivada del español, que significa "con justicia". no sería descabellado, por tanto, verter tlahtoloyan al español como "lugar de mando" en su sentido más amplio y como "tribunal" en el más estricto.

 

UNA DESIGNACIÓN NÁHUATL DIFERENTE: ÉTETL TZONTECÓMATL

Otro documento escrito en náhuatl designa de manera parecida a la triple alianza. Es el Códice Osuna. Se refiere a la situación colonial temprana de la institución que había sido establecida en el siglo XV por Mexico-Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan. En el códice aparecen los glifos toponímicos de estas tres ciudades, acompañados de los tocados de tlahtoque correspondientes a cada gobernante y glifos de la palabra que hacen alusión a su poder de mando:

En otro de sus folios, el Códice Osuna dice:23

 

UNA REFERENCIA COMBINADA

Es el propio Chimalpáhin Cuauhtlehuanitzin quien, al hablar de la Triple Alianza de Mexico-Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan, forma lo que parece ser una combinación con las dos designaciones anteriormente vistas. En un párrafo introductorio de uno de sus documentos históricos, después de haberse mencionado que en él se tratará de los tlahtoque de Mexico-Tenochtitlan, se continúa:

 

REFERENCIAS EN ESPAÑOL EN LA OBRA DE ALVARADO TEZOZÓMOC

Alvarado Tezozómoc, en su Crónica mexicana, se refiere a la Triple Alianza con términos que sin duda son de interés. Al hablar de la confirmación, en 1469, del recién elegido Axayácatl como sucesor del tlahtoani mexica Moteuczoma Ilhuicamina, el historiador afirma que

después de haber hecho recibimiento los mexicanos a los señores de Tezcuco, Nezahualcóyotl, y Totoquihuaztli, señor de Tacuba, como presidente y oidor Nezahualcóyotl, y tener en su tierra audiencia y en Tacuba como oidor, que en otra ninguna parte ni lugar había otra audiencia, llamaban Teuctlatoloyan, y después de haber reconocido y jurado por rey a Axayaca, se volvieron a sus tierras.33

Sin duda la redacción es confusa; pero al menos se colige que el acto del refrendo del nuevo tlahtoani exigía la instalación de una sesión del tribunal de la Triple Alianza, y que, una vez cumplida la ceremonia, los dos reyes visitantes se retiraban a sus respectivas capitales. Los términos jurídicos usados por Alvarado Tezozómoc –presidente, oidor, audiencia– son de carácter judicial. Como en la mención de Chimalpáhin Cuauhtlehuanitzin, entra aquí en composición el término tlahtoloyan; pero aquí está precedida por teuc-(raíz de teuctli), que indica el carácter señorial del gobierno. no obstante, el término también puede apuntar a una función judicial. Molina traduce tecutlatoloyan como "lugar donde juzga o sentencia el juez o audiencia real".34 La palabra teuctli (que fue escrita tecutli o tecuhtli), además de ser la propia de los mencionados "señores naturales", designaba a funcionarios que, desde distintos niveles jerárquicos, desempeñaban funciones administrativas (entre ellas tributarias), judiciales y militares. El doble significado de la palabra es, sin duda, un interesante reto para los historiadores de las instituciones políticas. Los tres tlahtoque fungían en este tribunal con sus respectivos títulos de teteuctin.

El segundo de los párrafos en que Alvarado Tezozómoc se refiere a la Triple Alianza refleja la soberbia de los mexicas retrotraída a la época en que, a la muerte del tlahtoani Tizócic (1486), se busca un candidato para el trono. Desde tal perspectiva de arrogancia, los mexicas ya se atribuyen el papel de reorganizadores de la Triple Alianza y de haber elegido a quienes serían sus pares en ella. Más aún, atribuyen a un personaje mexica famoso, idealizado como el constructor de la grandeza mexica, el haber recompuesto la institución: el anciano Tlacaélel. Según la versión de Alvarado Tezozómoc, la primera persona que recibió la invitación para suceder a Tizócic fue Tlacaélel. El anciano desdeñó la oferta y respondió con petulancia: "¿no estoy yo en el trono? ¿Yo no lo mando, ordeno, visto, calzo y traigo conmigo mi divisa, armas, y me pongo preciadas bezoleras, orejeras, los géneros de comida, rosas, flores y perfumaderos, juzgo y sentencio en esta cabeza de audiencia? ¿Por mi mandato no se pusieron las dos audiencias de Aculhuacan y Tacuba?"35

Nuevamente encontramos la palabra audiencias, encontramos la expresión "cabeza de audiencia", y se repiten las funciones de juzgar y sentenciar.

Si en el párrafo señalado encontramos la arrogancia mexica, en la tercera de las menciones tropezamos con una acción insolente y agresiva atribuida al tlahtoani mexica Ahuítzotl (1486). Alvarado Tezozómoc nos sitúa en la campaña de la Triple Alianza contra Teloloapan. El recién electo tlahtoani Ahuítzotl había solicitado la intervención a sus dos aliados, y ya en Tepetícpac, cuando se disponía a darles instrucciones militares para su intervención, los nobles aculhuas y tepanecas le informan que sus respectivos tlahtoque no están participando en los combates, debido a su avanzada edad. Ahuítzotl, furioso,

les comenzó a reñir y a amenazar, que no había de ser ya audiencia ni cabildo la cabecera de Tezcuco ni Tacuba, que los daría por presos en sus casas y pueblos, y que no habían de ser señores ni reverenciados, y les quitaría sus regalos que les daban de rosas y perfumaderos. Con esto le dieron los de Aculhuacan y Tacuba muchas gracias, rogándole que perdonase a los dos reyes.36

"Audiencia y cabildo" son, en este caso, los términos con los que se refiere el historiador mexica a la dignidad de las dos cabeceras aliadas.

Sólo para robustecer la idea anterior, es conveniente mencionar aquí dos referencias indirectas a la Triple Alianza. no la mencionan, pero ambas aluden a ella. La primera menciona su función judicial, y se encuentra en un documento del siglo XVI. Esta fuente se refiere a un hecho muy secundario, un caso penal, en los siguientes términos: "aconteció que uno de Tenayuca tenía una troje de maíz y uno de Cuauhtitlan le hurtó por encantamiento lo que había en ella porque echaba sueño con su saber yntomaba cuanto hallaba él y su mujer, y sabido por los tres señores fueron condenados a muerte entrambos, marido y mujer."37

La segunda es del propio Chimalpáhin Cuauhtlehuanitzin, quien, al hablar del año 1-Caña (1519) relata la llegada de Hernán Cortés a Tenochtitlan:38

En el texto anterior sobresalen algunos detalles interesantes: el uso del término huehueyntin tlahtoque (grandes tlahtoque), dado sólo a los tlahtoque de las tres cabeceras; el sufijo de plural –in-tin, añadido a los adjetivos ei (tres) y huei (grande), que agrega el sentido de exclusividad, pues en su composición equivale a "los [únicos] tres", "los [únicos] grandes", y, por último, el énfasis en la posición de los tres personajes, tal como lo señala el primero de los textos de Chimalpáhin, y que es un signo inequívoco de jerarquía.

 

OTROS NOMBRES EN ESPAÑOL DADOS A LA INSTITUCIÓN

Cabe aclarar que esta institución política, constituida tras la guerra de Azcapotzalco por Mexico-Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan, es mencionada en las fuentes documentales primarias como un hecho histórico trascendente; pero que no recibe una denominación precisa. Durán, por ejemplo apenas la califica como "concierto y confederación" en el título del capítulo XV de su obra.40 Posteriormente Alva Ixtlilxóchitl se referirá a ella como "las tres cabezas" y "las tres cabezas del imperio",41 aunque también, al repetir la letra de un antiguo canto, dice que es in ipetlícpal in teotl a Ipalnemoani.42 La expresión in ipetlícpal es una contracción del difrasismo in ípetl in iícpal, o sea "su estera, su silla", cuyo significado sería "su gobierno, su poder".43 De esta manera, la designación completa indicaría que los tres tlahtoque de Mexico-Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan44 eran los guardianes terrenales "del poder de Dios, de Aquel por Quien se Vive".

Ya en el siglo XVIII, Veytia denominará a la institución "triunvirato" o "las tres cabezas",45 y Clavijero dirá "alianza de los tres reyes".46 Para el siglo XIX, Orozco y Berra usará el muy conocido término de "triple alianza".47

 

EL USO ACTUAL DEL TÉRMINO EXCAN TLAHTOLOYAN

En 1961 López Austin publicó un libro sobre la organización política tenochca en el que usó el término excan tlahtoloyan tomándolo del segundo de los textos de Chimalpáhin aquí transcritos y aplicándolo no a la alianza de Culhuacan, Tollan y Otompan, sino a la muy posterior de Mexico-Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan.48 Este autor y uno de sus coautores continuaron utilizando el término en este sentido en varios de sus trabajos.49 Hacia 1995 el término ya empezaba a ser familiar entre los historiadores, y María Concepción Obregón Rodríguez lo menciona en su artículo "La zona del Altiplano Central en el Posclásico: La etapa de la Triple Alianza".50 Un año después Pedro Carrasco explica el término, señala su procedencia en Chimalpáhin, aclara que Chimalpáhin se refiere a la antigua alianza de Culhuacan, y cita el nombre de Etetl tzontecomatl que utiliza el Códice Osuna.51 Años después, en 2001, Carrasco vuelve a utilizar el término en una entrada de The Oxford Encyclopedia of American Cultures.52 En sentido opuesto hay que tomar en cuenta que en otros trabajos, incluso muy recientes, se designa a la institución por el nombre tradicional de Triple Alianza, sin que se mencione siquiera alguna de sus denominaciones en lengua náhuatl.53

 

LAS FUNCIONES DE LA TRIPLE ALIANZA

El muy usado nombre de Triple Alianza corresponde, indudablemente, al uso militar que se dio a la institución una vez que los pueblos dominados por el poder de Azcapotzalco se libraron de Maxtla al vencer a los tepanecas en el año de 1428. La alianza de los vencedores se institucionalizó, según Barlow,54 desde 1433. Sin embargo, debe señalarse que las fuentes documentales se refieren a una institución que rebasaba la complejidad del mero acuerdo militar con fines de expansión. Repasemos algunas de las principales funciones que se mencionan.

1. Alianza militar con fines hegemónicos. Ganada la guerra y colocados los vencedores en una posición favorable para reordenar a su ventaja un territorio que acababa de liberarse del predominio político tepaneca, es natural que sus acuerdos más importantes fuesen de carácter militar. Estos acuerdos no sólo establecerían un nuevo orden en la región de los lagos, sino que les permitirían, a partir de entonces, ejercer un dominio expansivo que garantizara su permanencia en el poder, el control de importantes rutas comerciales y la centralización de la riqueza gracias a los tributos y el tráfico mercantil. Las tres nuevas cabezas de la alianza proyectarían en conjunto las campañas, mientras que la dirección de las mismas quedaba a cargo de Mexico-Tenochtitlan.55

2. Distribución de tributarios y tributos. El dominio político significaba una importante fuente de riqueza para los pueblos hegemónicos. Los términos de la alianza militar comprendían la distribución de las ganancias tributarias, tanto de los pueblos que habían quedado inicialmente bajo su control, como de aquellos que fueron incrementando sus territorios por medio de la conquista o el sometimiento pacífico. En los Anales de Cuauhtitlan se lee que In nohuian altepetl ytlacallaquil excan xellihuia Mexico, Tetzcoco, Tlacopan (el tributo de todas las ciudades se dividía en los tres lugares, Mexico, Tetzcoco y Tlacopan).56 Aunque las proporciones del reparto varían en las fuentes, se calculaban aproximadamente entre dos quintos para Mexico-Tenochtitlan, dos quintos para Tetzcoco y un quinto para Tlacopan.57

3. Auxilio en la construcción de obras públicas. Se concertó un acuerdo de colaboración recíproca de los tres grandes reinos aliados en caso de necesidad.58 Las fuentes se refieren a importantes ejemplos, tales como construcción de albarradones, forestación, etcétera. Cabe aquí a la perfección lo dicho por Chimalpáhin en el primero de sus textos transcritos: "debía resolverse [...] lo de alguna obra muy grande".

4. Refuerzo del reconocimiento de los aliados. La antigua tradición fijaba no sólo el tres como número canónico de las cabezas de la alianza, sino las relaciones políticas entre sus gobernantes. La manifestación más importante del vínculo era el reconocimiento que dos de los tlahtoque hacían de aquel que sucedía a un tlahtoani fallecido. La ceremonia de entronización era acompañada de importantes ritos, en los que participaban el nuevo tlahtoani electo y sus dos aliados.59 Esta expresión del pacto político se refrendaba con las uniones matrimoniales entre los miembros de las casas gobernantes, y se exponía a la vista del pueblo en ceremonias religiosas en las que los tres tlahtoque aliados participaban en un ritual. Era el caso de la danza que anualmente se celebraba en Mexico-Tenochtitlan en el mes de tlacaxipehualiztli, en honor al dios Xipe Tótec.60

5. Ordenamiento político regional. La región de los lagos centrales del Altiplano Central de México estaba poblada por una pléyade de formaciones políticas de muy diversas complejidad y dimensiones, de diferentes etnias, vinculadas entre sí por alianzas y relaciones de dependencia no siempre estables, cuya inseguridad ocasionaba frecuentes conflictos. La situación podía ser remediada –al menos paliada– por el establecimiento de un orden político autoritario de claras reglas de jerarquía. Era la función más importante de la triple alianza como institución rectora, pues no sólo segmentaba el territorio por fidelidades bien definidas, sino que tomaba medidas –muchas veces extremas– para mantener una forzada, opresora y asimétrica armonía. Las fuentes documentales tempranas hacen constantes menciones a la autoridad de los tres aliados para imponer este orden.61 Sin embargo, la complejidad de las relaciones es tal, que debemos reconocer los enormes esfuerzos de estudiosos contemporáneos para desenmarañar las contradictorias noticias de los documentos primarios.62

6. Poder judicial sobre todo el territorio. Es este poder, sin duda, una de las facultades más importantes para el establecimiento del orden político general. El punto nos interesa especialmente, ya que en el nombre de la excan tlahtoloyan vemos la posibilidad de precisar la traducción del segundo término como "tribunal". Las descripciones de las fuentes son escasas y ambiguas, ya que no distinguen nítidamente entre la jurisdicción de cada reino aliado en todo su territorio y la jurisdicción de los tres reinos aliados en casos de conflictos que afectaran a dos o más de los reinos;63 pero al menos nos hacen saber que algunos asuntos difíciles eran enviados de Mexico-Tenochtitlan para que fuesen juzgados en Tetzcoco, y que la primera de las ciudades se reservaba la resolución de los casos de guerra.64 Sale en auxilio de la claridad la mención de Carrasco de un documento cuyo texto puntualiza que cada ochenta días se celebraban tribunales colegiados de los tres tlahtoque aliados, y que la sede de la reunión se determinaba "por su rueda y turno" en cada una de las capitales.65

 

BREVES PRECISIONES SOBRE LA ÚLTIMA TRIPLE ALIANZA

Para un mejor entendimiento de las denominaciones de la Triple Alianza son necesarias algunas precisiones, y entre ellas la primera sería la relativa a su antigüedad. Era una institución tradicional, cuyo origen impreciso se remonta, al menos, a los tiempos toltecas. Según se ve en el párrafo inicialmente citado de Chimalpáhin Cuauhtlehuanitzin, la integraron primero Tollan misma, Culhuacan y Otompan. En una segunda etapa estarían Culhuacan, Coatl ichan y Azcapotzalco. Esta segunda conformación también es mencionada por los informantes de Sahagún, cuando narran la llegada de los mexicas al territorio en que fundarían su capital. El texto dice literalmente auh in ontlatolo in azcaputzalco, in coatl ichan, in colhoaca: aiaca mexico, oc tulla, acatla: in axcan ie mexico,66 lo que significa en español "y [entonces] hubo gobierno en Azcapotzalco, Coatl ichan y Culhuacan; aún no existía Mexico; aún era tular, cañaveral, donde ahora es Mexico". Este párrafo lo aclara Sahagún en su traducción, al decir "Y en este tiempo había tres cabeceras, los más principales, conviene a saber: Azcaputzalco, Coatlichan y Colhuacan. Y entonces no había memoria de Mexico, porque donde ahora es Mexico no había otra cosa sino cañaverales."67

En una tercera composición de la Triple Alianza estaban Culhuacan, Tetzcoco y Azcapotzalco, y en la cuarta, Mexico-Tenochtitlan (que sustituiría a Culhuacan), Tetzcoco y Tlacopan (que sustituiría a Azcapotzalco). Con respecto a la sustitución de Tetzcoco por su vecina Coatl ichan, Alva Ixtlilxóchitl refiere que en 1370 su antepasado el tlahtoani Ixtlilxóchitl se hizo jurar –con las deficiencias de forma debidas a las condiciones de la guerra– "conforme al orden de los tultecas y aculhuas mexicanos."68 Mexico-Tenochtitlan sustituiría a Culhuacan debido, por una parte, a que la línea de sus tlahtoque era culhua y, por otra, porque Culhuacan había sido conquistada por los mexicas antes de la guerra de Azcapotzalco. Tlacopan fue designada sucesora de Azcapotzalco por los vencedores mexica-tenochcas y tetzcocanos debido a su parentesco étnico y político con la capital vencida y, sin duda, por su inocuidad.

También debe hacerse notar que la institución de las triples alianzas no era extraña en el contexto mesoamericano: se dio en el centro de México, en Michoacán, en el norte de Yucatán y en los Altos de Guatemala. Aunque no es tema que pueda ser discutido en esta nota, se puede afirmar que la institución ha sido considerada como uno de los elementos característicos de una difundida doctrina política mesoamericana existente al menos desde el Epiclásico69 (figura 2).

Volvamos aquí a la mencionada diferencia entre téucyotl y tlahtocáyotl. Puede suponerse que la institución de la triple alianza tuvo como una de sus muy remotas causas la necesidad de armonizar intereses económicos de múltiples poblaciones heterogéneas. Como se dijo, en Mesoamérica se observan dos fundamentos muy diferentes de las relaciones de subordinación política: el primero, de orden gentilicio, al que puede denominarse "de sangre", se basa en el supuesto parentesco de todos los componentes de un conglomerado por descender de un antepasado común de carácter mítico. Los gobernantes ocuparían el sitio de los "hermanos mayores", y regirían con la autoridad de su linaje, llegando al punto de estar muy próximos al personaje divino ancestral. Se mandaba a todos los "parientes", independientemente del lugar que habitaran. El otro sistema, que puede llamarse "territorial", se basaba en el control del territorio, y el gobernante asumiría el papel de encargado divino de su distribución y administración. El poder se ejercería sobre todo aquel que ocupara dicho territorio, independientemente de su identidad de supuesta ascendencia, incluyendo la étnica. El sistema territorial era más desarrollado y complejo que el gentilicio; pero no lo había desplazado, sino que lo había incorporado y articulado a su propia organización. Esta combinación era la propia de los conglomerados políticos multiétnicos del Posclásico. Diferentes estados –próximos o dispersos– supuestamente autónomos, reconocían la superioridad jerárquica de un "señor natural" o de un estado que fungía como su mayor en el sentido parental. Una agrupación de este tipo parece corresponder a una supremacía chalca, según el siguiente texto de Chimalpáhin Cuauhtlehuanitzin, que hace referencia a un acontecimiento político del año de 1410:

"Concertémonos contra el mexica, hagámosle la guerra; ¿qué es lo que hace?, ¿por qué ha ahuyentado a los tlahtoque de Chalco?, ¿acaso no es el chalca nuestra madre y nuestro padre?" Con este sentir estuvieron de acuerdo los tlahtoque de todos los pueblos; y enseguida se enteraron en Tenochtitlan el tlahtohuani Huitzilihuitzin, el tlacochcálcatl Cuatlecohuatzin y el tlacateuctli Itzcohuatzin que eso decían los [señores] anahuacas. Los tlahtoque anahuacas decían: "¡El chalca es nuestra madre y nuestro padre!", quizá porque antiguamente allá iban a recibir la confirmación de su señorío los tlahtoque de todas las partes, antes de que los mexicas se levantaran y se encumbraran.70

Podemos considerar que la Triple Alianza fue una magnificación de este sistema gentilicio mediante el cual poblaciones próximas o dispersas reconocían una jerarquía dentro de un conjunto étnico supuestamente emparentado por descender de un antepasado mítico común. En este caso, en la región dominada hegemónicamente, había tres grupos de estados que guardaban fidelidad étnica a una de las tres cabeceras. Las tres cabeceras se habían unido desde tiempos remotos para establecer el orden por medio de un organismo colegiado. Así como en el texto transcrito los tlahtoque subordinados tenían que ser confirmados en Chalco, los tres tlahtoque de la alianza, para refrendar su vínculo y en señal de igualdad y de reciprocidad, debían confirmarse entre sí, aprobando los dos más antiguos a quien apenas ascendía al trono.

La Triple Alianza representaría, entonces, una agrupación étnica tripartita según los criterios de división de la época: la rama colhua (Mexico-Tenochtitlan), la rama tolteca-acolhua –con el agregado de los pueblos chichimecas– (Tetzcoco) y la rama otomiana (Tlacopan).71 Esta organización tendría, necesariamente, un fuerte apoyo ideológico de carácter religioso. Hay interpretaciones actuales en torno a la existencia de una base cosmológica que marcaría sus profesiones y su ubicación: los colhua-mexicas como guerreros, pertenecientes al Sol; los acolhuas dedicados a funciones intelectuales (legislativas, literarias, de ingeniería), pertenecientes al Cielo Alto, y los tepanecas ejerciendo funciones de producción y comercio, pertenecientes al Inframundo.72 Por otra parte, el hecho de que nezahualcóyotl representara en una alberca de Tetzcotzingo las tres capitales de la Triple Alianza como tres ranas esculpidas73 puede indicar, de acuerdo con la simbología religiosa mesoamericana, que sus tlahtoque eran responsables, como representantes de los dioses de la lluvia, del régimen pluvial de la región lacustre.

Si reconstruimos a grandes rasgos los últimos periodos de la Triple Alianza, puede observarse que su versión Culhuacan-Azcapotzalco-Tetzcoco había sido debilitada y rota por el predominio de Azcapotzalco, bajo el gobierno despótico de Tezozómoc. Cuando los tepanecas de Azcapotzalco fueron derrotados por la unión de varios pueblos de la región, la reconstitución de la Triple Alianza era un magnífico pretexto ideológico no sólo para restablecer el orden, sino para que quienes se aprovecharan de ella fincaran un nuevo proyecto hegemónico, incluso expansivo. En este caso, tanto los mexica-tenochcas como los acolhua-chichimecas esgrimieron sus títulos para ocupar la nueva triada de poder, reclamando como sedes Tetzcoco y Mexico-Tenochtitlan. Sin embargo, era necesario completar el cuadro con un representante del Tepanecapan, evitando, como es de suponer, que este territorio fuese nuevamente encabezado por Azcapotzalco. La capital elegida fue Tlacopan, con suficiente representatividad para sustituir a Azcapotzalco y con suficiente debilidad para no ser un peligro. Se la tomó como el componente en inferioridad de condiciones (2/5+ 2/5+ 1/5).

La historia nos señala la corta vida que tuvieron las triples alianzas en Yucatán, Michoacán y el Centro de México. El proceso se repetía: uno de los estados, engrandecido, se sitúa en una posición preeminente. En el caso de la que ahora nos ocupa, Mexico-Tenochtitlan aprovechó su posición de cabeza militar en provecho propio, y pronto sobrepasó en poder y riqueza a sus aliadas. Las humillaciones, arbitrariedades y traiciones fueron constantes, como se observa en los reproches registrados por los ofendidos. Pomar, por ejemplo, cuando se refiere a la antigua grandeza de su patria, dice:

Ninguna guerra nueva se intentaba jamás sin consulta de todos tres reyes de Tezcuco, México y Tacuba, los cuales vivieron en mucha conformidad, que no es de poca admiración, aunque por uno de los de México fueron puestas asechanzas a Nezahualpiltzintli para que lo matasen en la guerra los huexutzincas, enviándoles sus insignias y armas pintadas para que lo reconociesen; y porque no hace al propósito no se tratará de ello.74

Para el tiempo de la invasión europea, los desmanes mexicas no sólo habían trastornado el sistema de la Triple Alianza, sino que su misma base ideológica había sido minada con la introducción de otro fundamento religioso cohesivo, el que colocaba a Huitzilopochtli como el "padre adoptivo" que acogía benévolamente a los pueblos que se subordinaban voluntariamente a su protección.75

Es de suponerse el caos que se fue produciendo en las antiguas reglas de distribución de tributarios; mismo que, aumentado sin duda por el que produjo en el registro y reclamaciones de las fidelidades y jerarquías tras la conquista, hizo dudar a Gibson de la existencia histórica de la Triple Alianza,76 negación dubitativa que para Gillespie fue ya una certeza.77 Consideramos que las referencias existentes, tanto directas como indirectas de esta institución, no justifican esta duda histórica.

 

EL CARÁCTER DEL TÉRMINO

Mientras que en español la tradición fijó el término "Triple alianza" para llamar la institución estudiada, en el pasado no parece haber existido un término náhuatl específico, y así tenemos no una, sino varias formas de referirse a ella:

a) Excan tlahtoloyan, Yexcan tlahtoloyan o Excan tlahtóloc. La ortografía de Chimalpáhin abunda en el uso de "doble l" en contextos sin justificación morfofonológica, razón por la cual escribimos con una sola 'l' estos locativos derivados del verbo tlahtoa. Estas expresiones significan literalmente "el lugar de gobierno de tres sedes" y utilizan un término que genéricamente es "gobierno", pero que puede entenderse específicamente como "juzgado". La variación de la segunda forma responde a la pronunciación yei y no eyi del número "tres"; mientras que en la tercera locución se deja implícito el significado locativo al sustituir el sufijo -yan por la marca de perfecto –c con valor de aoristo, ligado al sufijo impersonal, -lo: tla-hto-lo-c.

b) Étetl tzontecómatl in altépetl o Étetl tzontecómatl. La primera significa literalmente "las tres ciudades cabeceras" o "las tres ciudades capitales", y el segundo "las tres cabeceras" o las "tres capitales".

c) Excan tzontecómatl tlahtoloyan, que significa "lugar de gobierno de las tres capitales" y, como vimos, es una combinación de las dos anteriores.

d) Excanpa ye teuctlahtolo ye tlahtocatlahtolo, frase que, por mantener el adverbio aspectual ye y un presente imperfecto, significa "ya hay tres sedes de gobierno de señores, gobierno de tlahtoque". Se trata de una locución que se está aplicando a una situación específica, por lo que difícilmente se emplearía tal cual como una frase hecha.

¿Cuál o cuáles de estas expresiones eran expresiones fijas, ya instituidas en el uso común como nombre de la institución? En primer lugar debe reconocerse que ninguna de ellas es usada con frecuencia en los textos históricos escritos en lengua náhuatl, tal vez por las pocas menciones que se hace de la institución, o porque cuando se habló de ese tipo de pactos se prefirió nombrar directamente las ciudades aliadas. La primera, excan tlahtoloyan, aparece sólo en Chimalpáhin, y no se refiere a la última de las alianzas; pero sí hace referencia a ella en el documento "Señores de Tenochtitlan, Tlacopan y Tetzcoco", en la forma combinada, como se ve en (c). El hecho de que aparezca ya como la frase locativa excan tlahtoloyan, ya como excan tlahtoloc, con la forma impersonal en perfecto, tlahtoloc, no afectaría su carácter de expresión fija, dada la ductibilidad de la lengua. Esto es frecuente, por ejemplo, en los difrasismos, sin que tal variación formal afecte la interpretación convencional de sus significados.

La segunda expresión, étetl tzontecómatl, era al parecer usual, pues pasa a los documentos históricos en español con relativa frecuencia. Lo mismo sucede con el término teuctlahtollo, que aparece formando parte de (d) y que incluso Molina registra como léxico en su forma locativa: tecutlahtoloyan; con la misma forma que se conserva, como ya se vio, en la Crónica mexicana de Alvarado Tezozómoc.

Al parecer, la pluralidad misma de términos no autoriza a señalar ninguno de ellos como expresión fija exclusiva, aunque sí es de suponer que todos fuesen usuales. Es posible postular una estructura abstracta expresada con un compuesto frástico con la raíz del número tres, e-, ex-, y una parte que indica el "mando" o "gobierno" sea a través de un derivado de tlahto-, sea con la extensión semántica de la palabra para "cabeza" (tzontecomatl).

De esto puede partirse a su uso actual en textos históricos. El más claro, breve y preciso de todos es, sin duda, Excan tlahtoloyan, ya que indica claramente su función gubernamental ejercida por tres sitios de poder. Es, sin duda, preferible al término español Triple Alianza, que hace alusión inmediata a su carácter militar y no acentúa su institucionalidad tradicional.

 

COMO CONCLUSIÓN

Tanto los textos en español de la Crónica mexicana de Alvarado Tezozómoc como las menciones indirectas de la Triple Alianza corroboraran el acento en el aspecto judicial de la institución. Comprendemos que, pese a su ejercicio militar, abiertamente hegemónico de la Excan tlahtoloyan, fuertes motivos ideológicos forzaban a las tres cabezas políticas a resaltar la función jurisdiccional basada en las divisiones étnicas como gran ordenador del conglomerado de pueblos diferentes. Los estados hegemónicos cubrían la realidad de su fuerte voluntad de dominio y expoliación a los pueblos sometidos con las reiteradas menciones, incluso en la designación, de sus funciones como establecedores de la armonía de la vasta zona conquistada.

 

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NOTAS

1 Ofrecemos aquí nuestra propia traducción. La versión de Castillo Farreras puede encontrarse en las p. 5 y 7 de su edición, y la de Tena, en v. I, p. 75 de la edición de este autor.

2 Chimalpáhin Cuauhtlehuanitzin, Memorial breve acerca de la fundación de la ciudad de Culhuacan, fol. 16. Tomamos la paleografía de la edición de Víctor M. Castillo F., Chimalpáhin Cuauhtlehuanitzin, Memorial breve acerca de la fundación de la ciudad de Culhuacan, p. 4 y 6.

3 Abreviatura de toteucyo.

4 En la paleografía de Castillo Farreras (p. 6), dice itlahuallanalhuan. En la de Tena, Domingo Chimalpáhin, "Memorial breve acerca de la fundación de la ciudad de Culhuacán", p. 74, dice itlahuillanalhuan. El sentido del texto autoriza la segunda.

5 nota de Castillo Farreras: léase tlahtocatachcauh. Lehmann (Das Memorial, p. 5-6) interpretó "çan ye tlahtocat. Auh cauh..."; Zimmermann (Die Relationen I, p. 2) puso tlahtocatachcauh sin ninguna aclaración.

6 Excanpa ye teuhctlahtollo. Tanto en este texto como en el siguiente, marcamos en negrita las versiones literales de los nombres de la alianza.

7 Tlahtocatlahtollo.

8 Yexcan tlahtolloyan.

9 El difrasismo teuhcyotica, tlahtocayotica, que aquí traducimos como "el ejercicio de teucyotl, el ejercicio del tlahtocáyotl", significa "el ejercicio gubernamental". Se refiere a dos tipos de gobierno: el de los señores o teteuctin y el de los reyes o tlahtoque.

10 La traducción de Castillo Farreras se encuentra en las p. 13 y 15 de su edición, y la de Tena en el v. I, p. 81 de la propia.

11 Palabra híbrida español-náhuatl: "con justicia".

12 Tomamos la paleografía de la edición de Víctor M. Castillo F., p. 12 y 14.

13 Excan tlahtoloc.

14 Excan tlahtoloyan.

15 El texto dice justiciatica.

16 Carrasco, "La Triple Alianza. Organización política y estructura territorial" y Estructura político-territorial del Imperio tenochca. La Triple Alianza de Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan.

17 López Austin, "Organización política en el Altiplano Central de México durante el Posclásico", p. 233-234.

18 Chapman, en Raíces y consecuencias de la guerra de los aztecas contra los tepanecas, p. 65, enfatiza la correspondencia de las tres cabeceras con las etnias importantes de la región; pero en forma extraña no menciona a los aculhuas ni el título de Aculhuateuctli del gobernante de Tetzcoco.

19 Posiblemente se quiso escribir tequitl.

20 Códice Osuna, fol. 496r, p. 249.

21 Etetl tzontecomatl.

22 Otra versión, la de Ignacio M. Castillo, se encuentra en la p. 331 de la edición de 1947.

23 La traducción de Ignacio M. Castillo se encuentra en la p. 336 de la edición de 1947.

24 Abreviatura de la palabra española "justicia".

25 Abreviatura de la palabra española "justicia".

26 "Memorial" en español.

27 Toda la fecha en español.

28 Códice Osuna, fol. 498v, p. 254.

29 Ignoramos el sentido del término atla que precede a la palabra española "justicia".

30 Etetl tzontecomatl.

31 Chimalpáhin, "Señores de Tenochtitlan, Tlacopan y Tetzcoco", p. 296. Tomamos la paleografía de Tena, Tres crónicas mexicanas, p. 296.

32 Ver otras traducciones en las ediciones de Anderson y Schroeder, Codex Chimalpahin, v. II, p. 33, y en la de Tena, p. 297.

33 Alvarado Tezozómoc, Crónica mexicana, p. 178.

34 Molina, Vocabulario, n-e, fol. 93v.

35 Alvarado Tezozómoc, Crónica mexicana, p. 267.

36 Alvarado Tezozómoc, Crónica mexicana, p. 340.

37 Historia de los mexicanos por sus pinturas, p. 72.

38 Puede encontrarse otra traducción en la edición de Tena, Tres crónicas mexicanas, p. 303.

39 "Señores de Tenochtitlan, Tlacopan y Tetzcoco de Domingo Chimalpáhin", p. 302. Tomamos la paleografía de Tena, Tres crónicas mexicanas.

40 Durán, Historia de las Indias, v. II, p. 125.

41 Alva Ixtlilxóchitl, Historia de la nación chichimeca, p. 83 y 88.

42 Alva Ixtlilxóchitl, Historia de la nación chichimeca, p. 83.

43 En su formación, la palabra ipetlicpal es semejante al término cuauhtlocélotl. Este último significa metafóricamente "guerreros" y está compuesto por el difrasismo in cuauhtli, in océlotl, "el águila, el jaguar".

44 Usamos los topónimos Tetzcoco y Tlacopan para aproximarnos a la pronunciación antigua, aunque reconocemos como vigente las actuales designaciones de Tetzcoco y Tacuba.

45 Veytia, Historia antigua de México, v. II, p. 156 y 160.

46 Clavijero, Historia antigua de México, v. I, p. 307.

47 Orozco y Berra, Historia antigua y de la conquista de México, v. I, p. 299.

48 López Austin, La constitución real de México-Tenochtitlan, p. 34-35.

49 Por ejemplo, en López Austin y López Luján, El pasado indígena, p. 238 y López Austin y López Luján, Mito y realidad de Zuyuá, p. 79.

50 Obregón Rodríguez, "La zona del Altiplano Central en el Posclásico", p. 281.

51 Carrasco, Estructura político-territorial del imperio tenochca, p. 31.

52 Carrasco, "Triple Alliance", p. 266. Desde entonces varias publicaciones, algunas de ellas en internet, se han referido a la Excan tlahtoloyan sin mencionar de qué fuente tomaron la expresión.

53 Por ejemplo Battcock, "La conformación de la última 'Triple Alianza' en la Cuenca de México".

54 Barlow, "La fundación de la Triple Alianza", p. 154.

55 Zurita, Breve y sumaria relación de los señores, p. 74; Pomar, "Relación de Tezcoco", p. 34; Durán, Historia de las Indias, v. II, p. 125 y 131; Torquemada, Monarquía indiana, v. I, p. 203-204, etcétera.

56 Anales de Cuauhtitlan, f. 64, traducción nuestra y paleografía tomada de la edición de Rafael Tena, 2011; su traducción en p. 221.

57 Benavente, Memoriales, p. 396; Zurita, Breve y sumaria relación de los señores, p. 74; Torquemada, Monarquía indiana, v. I, p. 201, 203, 242; Alva Ixtlilxóchitl, Historia de la nación chichimeca, p. 83, etcétera.

58 Por ejemplo, véase referencia en Torquemada, Monarquía indiana, v. I, p. 203.

59 Por ejemplo, véase Pomar, "Relación de Tezcoco", p. 31, entre muy repetidas menciones en las fuentes.

60 Sahagún, Historia general de las cosas de Nueva España, v. I, p. 185.

61 Por ejemplo, entre abundantes referencias, Benavente, Memoriales, p. 205-206; Zurita, Breve y sumaria relación de los señores, p. 74; Torquemada, Monarquía indiana, v. I, p. 201, 242; Alva Ixtlilxóchitl, Historia de la nación chichimeca, p. 82-83.

62 Nos limitamos aquí a señalar, entre muy meritorias obras, Estructura político-territorial del imperio tenochca, de Pedro Carrasco.

63 Benavente, Memoriales, p. 352-355; "Éstas son leyes que tenían los indios de la Nueva España, Anáhuac o México", p. 286.

64 Benavente, Memoriales, p. 353.

65 Carrasco, "La Triple Alianza", p. 186 y nota 104. Carrasco remite a AGI, Justicia, 1029, núm. 10. Don Antonio Cortés cacique y los demás principales del pueblo de Tacuba sobre que se ponga el dicho pueblo en la Corona Real, 1566. Pregunta 3 del interrogatorio.

66 Sahagún, Códice florentino, Lib. X, cap. XXIX, párrafo 14, fol. 148r.

67 Sahagún, Historia general de las cosas de Nueva España, v. II, p. 978.

68 Alva Ixtlilxóchitl, Historia de los señores chichimecos, p. 332.

69 Véase al respecto López Austin y López Luján, Mito y realidad de Zuyuá. La doctrina política ha sido denominada "zuyuanismo".

70 Chimalpáhin, "Tercera relación", p. 231 y 233.

71 Como anteriormente se vio, Chapman hizo hincapié en el carácter étnico de la Triple Alianza. Sin embargo, no toma en cuenta a los acolhuas de Tetzcoco, quienes habían sustituido a Coatlichan.

72 López Austin, "El dios enmascarado del fuego", p. 277-278. Carrasco, en "La Triple Alianza", p. 185, acepta las dos primeras relaciones.

73 Alva Ixtlilxóchitl, Historia de la nación chichimeca, p. 115.

74 Pomar, "Relación de Tezcoco", p. 34.

75 López Austin, "La religión y la larga duración".

76 Gibson califica su duda como una "hipótesis intrépida": "A still bolder one [hypothesis] would be that the concept of a 'Triple Alliance' was principally a colonial historiographical invention..." Gibson, "Structure of the Aztec Empire", p. 389.

77 Gillespie, "The Aztec Triple Alliance", p. 233-234-240.

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