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Estudios de cultura náhuatl

versión impresa ISSN 0071-1675

Estud. cult. náhuatl vol.43  Ciudad de México ene./jun. 2012

 

Reseñas bibliográficas

 

Federico B. Nagel Bielicke, Diccionario del idioma náhuatl para estudiantes

 

por Pilar Máynez

 

México, Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores Acatlán, 2010.

 

Suele entenderse por diccionario al libro en el que por orden generalmente alfabético se contienen y definen las palabras de uno o más idiomas o las de una materia o disciplina determinadas. En los artículos que conforman dicha compilación, se puede incluir la ortografía, la pronunciación, la etimología y el significado de cada término con ciertas variantes en su disposición.

Aunque el fin fundamental de los diccionarios sea el de fijar y normar el uso de los componentes léxicos de determinada lengua, la incorporación de las voces viene dada también por los cambios que se generan en la vida y la sociedad, así como por las constantes novedades en la ciencia y la tecnología. En el preámbulo del Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, correspondiente al año de 1984, leemos que: "siguiendo no sólo una tradición de la Academia, sino tendencias de nuestro idioma ya desde tiempos anteriores al siglo XVIII, no ha guiado a la Academia un espíritu de purismo y limitación, sino que el Diccionario recoge voces y usos vulgares, junto a la tradición literaria, y acepta de la ciencia y la técnica los términos que entran con tanta fuerza y autoridad en la lengua oral y escrita, incluso en su uso cotidiano".

El arte de hacer diccionarios ha llevado a los especialistas en el área a crear un aparato teórico sobre el que se asienten los preceptos de su elaboración. Uno de los mejores ejemplos es el Diccionario del Español de México (DEM), concebido y dirigido desde hace varios años por Luis Fernando Lara, cuyo objetivo reside en identificar los problemas de objetividad en la descripción del léxico mexicano, y determinar la cantidad de datos que se requieren en la labor lexicográfica. EL DEM se define como un diccionario sincrónico, descriptivo y selectivo cuyo propósito es mostrar el léxico del español que se utiliza en las fronteras geográficas de México; se trata, pues de un diccionario regional de la común lengua española.

De diferente naturaleza y propósito es otro diccionario publicado en el año 2000 por el Instituto Lingüístico de Verano y la Universidad Madero, el cual debido a los fines que lo alentaron y a la lengua tratada, he considerado oportuno traer aquí a colación. Se trata del Diccionario náhuatl del norte del estado de Puebla, debido al Earl y Trudy Brockway, quienes a lo largo de más de 25 años se han ocupado de preparar diferentes materiales en idioma mexicano. Los artículos que conforman este peculiar compendio —que podríamos denominar lexicográfico-cultural— están integrados por comentarios aclaratorios del significado de cada término y de oraciones que ejemplifican su uso, así como, en ocasiones, por los posibles sinónimos que comporta el vocablo en cuestión; además se incluyen láminas alusivas a ciertos objetos y conceptos propios de la zona estudiada.

Los diccionarios —como lo ha sostenido en repetidas veces Miguel León-Portilla— son el inventario de una cultura; en ellos se incorporan significantes y significados que aluden al particular modo en que un pueblo conceptualiza y parcela la realidad.

En este espacio nos referiremos particularmente a la metódica relación sobre la estructura y funcionamiento de los componentes léxicos de la lengua mexicana realizada por Federico Nagel Bielicke. En él se sintetizan los ámbitos que el maestro Nagel ha cultivado por igual en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán —institución de la UNAM a la que está adscrito desde hace varios años—, y que le han proporcionado una muy amplia visión humanística: histórica-cultural, lingüística y el didáctica. Y es que ¿cómo desligar la lengua de la cultura y éstas de su continuo devenir?, ¿cómo acercar al estudiante al arduo trabajo gramatical y al quehacer de la traducción sin una permanente referencia histórica?, ¿cómo enseñar la composición de los términos de esta lengua aglutinante, o incorporante, como prefirió Wilhelm von Humboldt denominarla, sin las herramientas apropiadas para ello?

Aunque quisiera detenerme en lo que considero un gran acierto en la impartición de las lenguas originarias en la Centro de Enseñanza de Idiomas de la fes Acatlán por atender siempre a la íntima relación lengua-cultura, y teoría y práctica, en esta ocasión debemos hacer sólo una muy particular y merecida referencia al Diccionario del idioma náhuatl para estudiantes de Federico Nagel.

Este volumen fue publicado por en diciembre del año 2010, según se anota en el colofón, y está dirigido a quienes deseen internarse en la composición y funcionamiento del náhuatl, que fue la lengua más extendida antes y después de la conquista, y que sigue siendo la que ostenta un mayor número de usuarios en la actualidad.

Consta este tan útil corpus bidireccional náhuatl-español, español-náhuatl de una muy puntual introducción en la que Federico Nagel expone inicialmente los criterios ortográficos que decidió seguir. En este apartado hace una especial mención sobre las razones que lo llevaron a marcar la longitud vocálica, y ofrece en un cuadro, el elenco de los fonemas del náhuatl con sus correspondientes representaciones gráficas. Particular atención presta Federico a la alternancia e-i y también a la de o-u que fue registrada cuidadosamente ya por Horacio Carochi, así como a la representación del tan peculiar y característico saltillo.

En un segundo inciso del apartado introductorio, el autor ofrece una explicación respecto a la manera en que debe usarse el diccionario. Como primera advertencia, se detiene en las características morfológicas de la lengua mexicana e identifica tres grandes clases de formas: las partículas, los nominales y los palabras verbales que aparecen marcados en el corpus con las abreviaturas p.n.v. seguidas de su respectiva especificación; por ejemplo, n. desp. es nominal despectivo; v. frec. verbal frecuentativo. En una lista que incluye posteriormente, el autor desata todas las abreviaturas que el usuario encontrará señaladas ya en el diccionario, según sea el caso. Esta parte se enriquece notablemente con el muy detallado índice de conceptos gramaticales y traducciones de afijos, que proporcionará al estudiante una adecuada introducción a la naturaleza del náhuatl, pletórico en diversas formas de composición; en él se evidencia el gran conocimiento del maestro Nagel sobre esta lengua, que ya ha hecho tan suya como el español desde hace décadas.

Mención especial merece el apartado de afijos correspondiente también a la introducción. Así lo destaca Miguel León-Portilla, maestro por largo tiempo de Federico y autor de la presentación del volumen.

La abundancia de afijos, que abarcan los prefijos, infijos y sufijos recibe considerable atención. Gracias a ellos el estudiante que emplee este diccionario podrá darse cuenta, desde un principio de la compleja y a la vez muy rica capacidad de estructuración de los vocablos. Debemos felicitar al autor por ofrecer un cuadro acerca de aspecto tan importante en el náhuatl. Y añadiré que, acertadamente, distingue entre los afijos que, según lo señala con las que llama "palabras nominales" y "palabras verbales".

Federico Nagel se refiere también a la composición de los lexemas y los afijos que en diferentes combinaciones hacen variar el significado de un término; atiende a los usos metafóricos de ciertos vocablos y a los difrasismos tan frecuentes en la lengua náhuatl. Éstos se constituyen mediante la yuxtaposición de dos lexemas que se unen y forman un significado diferente del que detenta cada uno de ellos por separado. Incluye a manera de ejemplo tlilli tlapalli (que traduce como es el negro, es el rojo) cuyos sentidos metafóricos son los de "escritura" y "conocimiento".

Finalmente el autor de este tan útil y completo Diccionario explica la manera en que está conformado cada artículo del apartado náhuatl-español y español-náhuatl. La sección náhuatl-español está compuesta por cuatro columnas. En la primera de ellas se enuncia el término en lengua mexicana, tomando en cuenta la disposición seguida en el Vocabulario en lengua castellana y mexicana y mexicana y castellana de franciscano fray Alonso de Molina. El orden en que aparecen los vocablos que la integran se da conforme al alfabeto tradicional del español. La segunda columna comporta los datos gramaticales como la clasificación morfológica del término. Para las formas verbales se incluye el lexema en perfectivo, mientras que para las nominales, específicamente para los sustantivos si son seres animados la forma del plural y, en ocasiones, las especiales del posesivo. La tercera columna contiene los prefijos del verbo —sujeto y objeto— y algunas veces el direccional, siguiendo igualmente el modelo trazado por Molina, sólo que en el Diccionario de Federico Nagel se ha preferido separar las partículas para distinguirlas con mayor claridad; en la cuarta y última hilera se incorpora la traducción de la voz al español, así como algunas notas que remiten a otras entradas las cuales tienen que ver, en cierto modo, con el vocablo en cuestión. Cabe aclarar que las traducciones siguen muy de cerca las que encontramos en el Vocabulario de Molina; se trata de breves y muy acotadas equivalencias. Consideramos un gran acierto el haber incluido en este corpus una serie de antropónimos y topónimos con una muy esclarecedora explicación morfológica.

La sección español-náhuatl está compuesta por la entrada que puede ser una palabra o una frase en castellano la cual es correlativa, a su vez, de una palabra o una frase en náhuatl. Ambas secciones se complementan, por lo que el usuario deberá remitirse a las dos para lograr una cabal búsqueda.

Por último, sólo nos resta señalar que el Diccionario del idioma náhuatl para estudiantes representa un eslabón más en la serie de la historiografía lexicográfica hispana, que se inicia desde Elio Antonio de Nebrija, que retoma fray Alonso de Molina y que por ahora culmina con Federico Nagel, por supuesto, con una serie de innovadoras propuestas.

Esperamos muy sinceramente que ésta sea la primera edición de muchas más. La función práctica que tendrá entre los estudiantes del náhuatl para los que en primer término fue concebido y para otros numerosos usuarios también, sin duda, así lo reclamará.

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