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Acta zoológica mexicana

versión On-line ISSN 2448-8445versión impresa ISSN 0065-1737

Acta Zool. Mex vol.32 no.3 Xalapa dic. 2016

 

Ensayo

El 40 aniversario del INECOL. Algunas reflexiones sobre una destacada institución científica mexicana

Le quarantième anniversaire de l'INECOL. Quelques réflexions à propos d'une éminente Institution scientifique mexicaine

Mario Zunino1  * 

1 Libre investigador, Scuola di Biodiversità, Asti Studi Superiori via G. Rossini, 9 - 14100 Asti (Italia).


Resumen:

Se presentan algunas reflexiones acerca del INECOL (Instituto de Ecología A.C., Xalapa, México) a cuarenta años de su fundación en la Ciudad de México, su sucesivo traslado a Xalapa y, algunos meses después de la publicación de un libro sobre su historia. Un breve sumario de algunos acontecimientos de especial importancia en la vida y el desarrollo del Instituto, está acompañado de una evaluación de la importancia internacional de las actividades de investigación y formación académica realizadas por la misma institución, así como de sus nuevas perspectivas ante el futuro. Al mismo tiempo, se resalta la importancia para todo investigador y científico, de conocer no solamente las obras y las ideas de quienes lo han precedido en el campo en donde desarrolla su actividad, sino también su historia y la del ambiente y de las instituciones en donde se han formado y han trabajado. Los que conocen su pasado, son los que pueden trabajar para el futuro.

Résumé:

On expose quelques réflexions sur l'INECOL (Instituto de Ecología A. C., Xalapa, Mexique) quarante ans après sa fondation à Mexico et son déplacement ultérieur à Xalapa, quelques mois après la publication d'un livre sur son histoire. Ce court aperçu de certains événements spécialement importants pour la vie et le développement de l'Institut s'accompagne d'une évaluation de l'importance internationale des activités de recherche et de formation académique réalisées par cette institution, et de ses perspectives pour le futur. On souligne aussi l'importance, pour tout chercheur et homme de science, de connaitre non seulement les écrits et les idées de ceux qui l'ont précédé dans le domaine où il développe son activité, mais aussi leur histoire et celle du milieu et des Institutions où ils se sont formés et ont travaillé. Ceux qui connaissent leur passé sont à même de travailler pour le futur.

El motivo circunstancial que me ha impulsado a redactar las reflexiones que siguen, es el recién publicado libro "40 años de éxitos. La historia del INECOL", por Sonia Gallina Tessaro e Imelda Martínez Morales.

El INECOL -Instituto de Ecología, A. C., o "El Instituto", tal y como se le llama familiarmente-, ha sido fundado en 1975 en la Ciudad de México por Gonzalo Halffter Salas,* en aquel entonces Director de Graduados e Investigación Científica de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del I.P.N., el Instituto Politécnico Nacional - una de las más prestigiadas universidades de México. Halffter, es uno de los más brillantes científicos a nivel internacional, en la vasta área de las Ciencias Naturales, más en detalle, en taxonomía, biogeografía, comportamiento, ecología, protección, conservación y manejo de la biodiversidad y los recursos naturales renovables, eco-sociología. Un pequeño grupo de colaboradores y alumnos del I.P.N. acompañaron con entusiasmo a su Maestro en aquella hazaña. Fueron Pedro Reyes Castillo, Violeta Halffter (q.e.p.d.), Yrma López, Carmen Huerta, Sofía Anduaga, Gema Quintero y Sabina Gómez. Pocos después tres jóvenes investigadoras de la UNAM, la igual de afamada Universidad Nacional Autónoma de México, también se incorporaron al Instituto. Entre ellas se encontraba la primera autora del libro, al que nos estamos refiriendo. Lo mismo hicieron muy pronto la segunda autora, Imelda Martínez del I.P.N., y Miguel Ángel Morón de la Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco.

La primera sede del INECOL, estaba ubicada en las pertenencias del Museo de Historia Natural de la Ciudad de México (Fig. 1), en el Bosque de Chapultepec, un lugar relativamente céntrico de la Ciudad de México. Tras más de una década, el Instituto se cambió a Xalapa, la capital del estado de Veracruz, en las instalaciones del antiguo INIREB, el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos, ubicadas en el predio de una ex hacienda cafetalera de sombra.

Figura 1 El Museo de Historia Natural en la época de la fundación del INECOL (foto: INECOL). 

En la actualidad el Instituto dispone de varios centros en los estados de Veracruz y Michoacán, así como de estaciones de investigación de campo en la costa de Veracruz, en áreas forestales de coníferas y en una región desértica del norteño estado de Durango.

Ya desde su fundación, el INECOL se ha convertido rápidamente en una de las más prominentes instituciones de investigación ecológica, a nivel mundial. En la actualidad el Instituto está organizado en 10 "redes académicas", a saber: Biodiversidad y Sistemática, Ecología funcional, Ambiente y sustentabilidad, Biología evolutiva, Manejo biorracional de plagas y sus vectores, Manejo de recursos biotecnológicos, Ecoetología, Biología y Conservación de vertebrados, Interacciones multitróficas y la recién creada red de Estudios moleculares avanzados. Hoy cerca de 120 científicos de tiempo completo, 115 técnicos, 200 estudiantes de posgrado, más de 100 colaboradores contratados con contratos de proyectos externos y 87 administrativos trabajan en el INECOL.

El INECOL es un verdadero gigante en su campo de actividad. Considero que de no haber perseguido el Instituto la investigación biológica y naturalística -en el sentido más amplio de estas palabras- a sus más altos niveles, quizás la ciencia mundial no hubiera avanzado tanto como lo hizo en las últimas décadas, y varias generaciones de estudiosos -inclusive, el autor de estas reflexiones- no hubieran podido aportar su contribución, modesta o menos modesta que fuera, a la ciencia de nuestros días.

Es mi firme convicción, que las ciencias de la Naturaleza, en el sentido más amplio del término, están sujetas a constricciones históricas. Lo que ha sido pensado y escrito en un momento dado, representa la base imprescindible para todo análisis sucesivo, para nuevas conjeturas o refutaciones. También desde un punto de vista ético, un investigador o un pensador cuidadoso y concienzudo no puede, ni debe, pasar por alto la historia del área científica en la que pretende trabajar, más bien, debe conocer y tomar en cuenta su pasado, reciente y hasta menos reciente. Abordando un tema dado, no puede, ni debe, ignorar las ideas de quienes fueron sus antecesores en la misma área de investigación, ni tampoco el contexto histórico, social y lingüístico en el cual los mismos se han formado y han trabajado. Por ende, considero fundamental para cada investigador conocer no solamente la obra de quienes lo precedieron en su campo científico, sino también su biografía, su historia, y la historia de las instituciones en donde se formó y en donde trabajó, para entender a fondo su manera de pensar y su visión del mundo.

En este marco, el libro que acaban de editar Sonia Gallina e Imelda Martínez, dos destacadas científicas de envergadura internacional, quienes proceden de los dos centros educativos de enseñanza superior más grandes de México, y que siguen trabajando en el INECOL, es de importancia trascendente. El libro reseña los muchos avances, científicos y culturales que el Instituto ha desarrollado, pues ya desde sus comienzos ha afrontado a fondo, y abordado de manera innovadora, los múltiples temas involucrados en las nuevas problemáticas del manejo sustentable del medio ambiente. Por otra parte, el INECOL siempre ha tratado, durante décadas y con gran éxito, mantener un diálogo constante y abierto con los demás investigadores y grupos, involucrados en diferentes actividades de campo, así como con las distintas autoridades políticas y administrativas, tanto a nivel nacional, como internacional. Dos ejemplos solamente, muy resumidos, pero contundentes: entre 1977 y 1979 el Instituto promovió con fuerza el planteamiento y la realización de las primeras Reservas de la Biosfera -Mapimí y La Michilía, ambas en el estado de Durango- en el marco del programa global de la UNESCO "Man and Biosphere" (MAB), de acuerdo con la que hoy se conoce universalmente como la "modalidad mexicana". Además, durante sus primeros años de actividad el INECOL elaboró un detallado proyecto de ecología urbana, involucrando por completo al gran valle de México.

Por otra parte, cabe resaltar que la red de colaboraciones científicas internacionales del Instituto, siempre ha sido muy variada y extensa, estableciendo estrictas relaciones tanto oficiales como informales con instituciones, investigadores y estudiantes de un gran número de Países como por ejemplo Francia, Estados Unidos de América, Bélgica, Brasil, la antigua Unión Soviética, Alemania, Gran Bretaña, España, Italia, Colombia, entre otros. Muchas de estas colaboraciones quedan todavía vigentes y muy activas, tanto en el campo de la investigación, como de la formación, especialmente a nivel de Maestría y Doctorado, y la red, continúa creciendo.

Siguiendo con una tradición mexicana de hospitalidad, cuyas raíces remontan a los años '30 del siglo pasado, en la Presidencia de Lázaro Cárdenas y a la derrota de la España republicana, el Instituto recibió con los brazos abiertos a los científicos refugiados y exilados que huían de las persecuciones por los regímenes represivos de sus países de origen. Ello permitió que numerosos científicos de envergadura internacional colaboraran con o se integraran al Instituto. Un solo ejemplo entre muchos: fue en México y trabajando con el recién nacido INECOL, donde el gran ecólogo y biogeógrafo argentino Eduardo H. Rapoport publicó su célebre libro: Areografía. Estrategias geográficas de las especies.

Hoy en día, uno de los compromisos fundamentales del Instituto sigue siendo el de generar y difundir conocimiento científico y tecnológico acerca de la biología de especies, poblaciones, ecosistemas, y de ahí, contribuir al manejo y a la conservación de los recursos naturales renovables de México y de su biodiversidad. De hecho, tanto en la sede principal del INECOL, como en sus instalaciones periféricas, se realizan casi diariamente seminarios o conferencias sobre un amplio abanico de temas que atañen la ecología y las ciencias de la naturaleza: cabe resaltar que tales actividades, no están dirigidas exclusivamente a los especialistas, sino que muchas de ellas están destinadas a un público más amplio. Al mismo tiempo, el Instituto edita cuatro revistas científicas, y el catálogo de los libros que ha publicado, incluye más de 30 títulos todavía disponibles. La biblioteca del INECOL, además de una extensa sección de volúmenes y de revistas impresas, tiene acceso a cerca de 200 revistas en formato electrónico, y posee una colección sumamente rica de grabaciones originales de cantos de aves mexicanas. Finalmente, forman parte del patrimonio del Instituto extensas colecciones zoológicas y botánicas, así como el famoso jardín botánico "F. J. Clavijero" (Fig. 2). Recordemos de paso, que el gran naturalista veracruzano del siglo XVIII, Francisco Javier Clavijero, fue con el chileno Juan Ignacio Molina, uno de los primeros que se opusieron como científicos americanos a las teorías de Buffon y de Paw, sobre la degeneración de la biota de América en el marco de la famosa "disputa del Nuevo Mundo".

Figura 2 Un aspecto del jardín botánico "F. J. Clavijjero" (foto: INECOL). 

A pesar de todos sus éxitos, durante su historia el Instituto conoció también momentos de crisis. Las dificultades económicas y financieras del México de los comienzos de la década de los ochenta, también repercutieron en el INECOL. Sin embargo, aquel duro desafío se convirtió en una oportunidad para reorganizar tanto la institución en sí, como los proyectos en marcha.

Otro periodo de gran complejidad ocurrió en 1989, cuando la sede del INECOL se mudó, con la mayor parte de su personal científico, técnico y administrativo, desde la Ciudad de México a Xalapa, incorporando al mismo tiempo a investigadores del INIREB. Este gran cambio, realmente drástico desde muchos puntos de vista, involucró otro proceso de reestructuración y renovación. Por un lado permitió que se abrieran nuevas líneas más en la investigación, pero por otra parte conllevó una gran tarea de remodelación y expansión de los edificios (Fig. 3) "¡un extenso campus!" la modernización de los equipos, y hasta la restauración del jardín botánico. De casualidad, el enorme proceso de mudanza y adaptación, coincidió con el inicio de un nuevo sexenio en la presidencia del país. El cambio en la cumbre política de la nación conllevó también para el INECOL un drástico aumento del trabajo administrativo y del relativo papeleo, sin embargo, fue también un nuevo compromiso para mejorar la imagen pública del Instituto y de la importancia de sus actividades y estrategias. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de su Consejo Ejecutivo y a su perspectiva política, tanto a nivel federal, como estatal, estos dos momentos difíciles tempestivamente se convirtieron en un gran éxito, y el INECOL sigue creciendo y avanzando.

Figura 3 El edificio principal del INECOL en Xalapa en la década de los '80 (foto: INECOL). 

En la actualidad, el Instituto está pasando por otra etapa de gran crecimiento, expandiendo una vez más sus líneas de investigación, sus actividades de formación y académicas, su presencia operativa en áreas estratégicas de México, y extendiendo aun más su red de colaboraciones internacionales. Los que conocen su pasado pueden trabajar hacia su futuro. Por esto, y por muchas razones más, hoy celebramos los primeros cuarenta años del Instituto de Ecología, su excelente pasado y su futuro luminoso. ¡Enhorabuena!

Agradecimientos

A Pedro Reyes Castillo y a Imelda Martínez Morales, quienes revisaron la primera versión del texto, a Jean-Pierre Lumaret por corregir el resumen en francés.

Referencias

Gallina Tessaro, S., & Martínez Morales, I. (2016). 40 años de éxitos. La historia del INECOLInstituto de Ecología A. C., Xalapa (Veracruz), México. 104 pp. [ Links ]

INECOL. (2016). http://www.inecol.mx/ (consultado: septiembre 2016). [ Links ]

Rapoport, E. H. (1975). Areografía. Estrategias geográficas de las especies Fondo de Cultura Económica, México D.F. 214 pp. [ Links ]

* Autor para correspondencia: Mario Zunino, e-mail: mariozunino@hotmail.it

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