Recensión de libro

Ochoa Ochoa, L. M. y O. A. Flores Villela. 2006. Áreas de diversidad y endemismo de la herpetofauna mexicana

Juan J. Morrone

Las prensas de ciencias, UNAM, México, D.F., 211 pp.

Museo de Zoología «Alfonso L. Herrera», Departamento de Biología Evolutiva, Facultad de Ciencias, UNAM, Apdo. Postal 70-399, 04510 México, D. F. MÉXICO.

Leticia Ochoa y Oscar Flores acaban de publicar un interesante libro sobre algunos aspectos distribucionales de la herpetofauna mexicana. Los autores emplean las bases de datos disponibles de anfibios y reptiles de nuestro país para desarrollar distintos análisis biogeográficos y de conservación, que incluyen un análisis de discrepancias ("Gap Analysis"), un análisis de parsimonia de endemismos (PAE) y la utilización de algoritmos GARP y de complementariedad.

La obra consta de dos capítulos. El capítulo inicial analiza la riqueza de la herpetofauna mexicana, a partir de la información contenida en 27 bases de datos, en su mayoría proporcionadas por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). Se llevaron a cabo análisis por familias, géneros y especies, en cuadrantes de un grado, de medio grado y estados. Las familias mejor representadas en el país son las que poseen más especies y poseen una distribución más amplia, como Hylidae, Bufonidae y Leptodactylidae. Los cuadrantes más ricos se sitúan en los estados de Veracruz, Oaxaca y Chiapas. A partir del uso de los estimadores ICE, Chao2 y la curva de Coleman, los autores concluyen que la herpetofauna de México se encuentra relativamente bien colectada. El análisis de complementariedad conduce a un conjunto de cuadrantes complementarios en Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Puebla, que serian relevantes para emprender acciones de conservación.

El capítulo 2 analiza áreas de endemismo basadas en anfibios y reptiles. A partir de los mismos datos antes empleados, los autores modelan las áreas de distribución de las especies con el algoritmo GARP y luego realizan un análisis de parsimonia de endemismos (PAE), con cuadriculas de un grado y de medio grado. Como resultado del análisis de los cuadros de un grado, se reconocen 27 áreas de endemismo teniendo en cuenta todas las especies del país y 25 áreas de endemismo teniendo en cuenta solo las especies endémicas. El análisis de los cuadros de medio grado permite identificar 63 áreas de endemismo teniendo en cuenta todas las especies y 56 con las especies endémicas. Al comparar las áreas de los cuatro análisis, siete resultan comunes: el área del Cabo en Baja California Sur, la Sierra de San Carlos en Tamaulipas, el centro de México (principalmente el área de la Faja Volcánica Transmexicana), el área de Acapulco en Guerrero, la zona norte de Oaxaca, la costa este de Oaxaca (Puerto Escondido) incluyendo el Istmo de Tehuantepec, y el sur de Chiapas.

La obra incluye tres apéndices: uno con la lista de bases de datos y colecciones analizadas, otro con los cladogramas de consenso estricto resultantes de los análisis de parsimonia de endemismos, y el tercero con la descripción detallada de las áreas de endemismo identificadas. Se incluyen 31 mapas, en su mayoría a color.

La obra es impresionante, no solamente por la cantidad de datos con los que los autores han trabajado sino también por los diferentes análisis realizados. Felicito a Leticia y Oscar por llevarlos a cabo y presentarlos de modo tan didáctico. ¡Ojalá contáramos con estudios semejantes para otros taxones mexicanos!