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Boletín mexicano de derecho comparado

versión On-line ISSN 2448-4873versión impresa ISSN 0041-8633

Bol. Mex. Der. Comp. vol.51 no.151 Ciudad de México ene./abr. 2018

https://doi.org/10.22201/iij.24484873e.2018.151.123 

Bibliografía

Yankelevich, Pablo (coord.), Inmigración y racismo. Contribuciones a la historia de los extranjeros en México

Mauro Pérez Bravo

Yankelevich, Pablo. Inmigración y racismo. Contribuciones a la historia de los extranjeros en México. México: El Colegio de México, 2015.


El coordinador del libro que aquí se reseña es el doctor Pablo Yankelevich, quien realizó sus estudios en la Universidad Nacional Autónoma de México. El doctor Yankelevich también ha sido profesor-investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia en México, e investigador invitado en El Colegio de México, y en diversas universidades de los Estados Unidos, así como profesor en universidades de Argentina, América Latina y Europa.

Cuando se habla de migración a nivel internacional, los estudios, referencias, análisis o estadísticas nos remitirán al principal corredor mundial de migración que existe en el mundo: Centroamérica-México-Estados Unidos. En un segundo momento, se podría ubicar el flujo migratorio de Europa y los países circunvecinos, y en un tercer lugar se encontraría el flujo migratorio en Medio Oriente y el norte de África. Es así que México es un referente, a nivel mundial, en cuanto a migración se refiere, entre otras muchas cuestiones, desde luego. El tema de la migración y México, definitivamente no es contemporáneo; es decir, los flujos migratorios en el país han sido una constante a lo largo de la historia del territorio, antes de que México fuera México, tal como lo conocemos. De hecho, la fundación histórica del México antiguo o prehispánico, mejor conocido como Tenochtitlan, se debió a la migración que emprendieron los aztecas desde el lugar mítico denominado Aztlán. Es así que la migración ha aportado un cúmulo de riqueza histórica, cultural y social a México.

El libro que aquí se comenta, Inmigración y racismo. Contribuciones a la historia de los extranjeros en México, es un significativo recorrido por esas contribuciones que la migración, o más concretamente, que las personas extranjeras han realizado a México. En la jerga académica, hasta hace unos cuantos años, uno puede encontrar libros, revistas, investigaciones, tesis, etcétera, que anteponen el calificativo de fenómeno a la migración. Es así que es común realizar aseveraciones como el fenómeno de la migración, sin que esas palabras nos expresen como tal qué es la migración. De acuerdo con las líneas que consolidan el libro que coordinó Pablo Yankelevich, podremos darnos cuenta no solamente de que la migración es un fenómeno, sino que es un hecho, un momento histórico, una ruptura en la cotidianidad, un espacio para el diálogo, un aporte a la riqueza cultural y social de una sociedad. El lector podrá acceder a varias investigaciones realizadas por expertos en la materia: David Scott Fitz- Gerald y David Cook-Martín, Andrés H. Reggiani, Tomás Pérez Vejo, Elisabeth Cunin, Kif Augustine-Adams, y Pablo Yankalevich. El libro permite realizar un acercamiento, breve, pero profundo, a la relación de la migración con la historia, y no sólo con la historia en general, sino de un país concreto: México.

La aproximación a la migración, desde un marco histórico, que se realiza en el libro, incluye a los países que de algún modo u otro han sido coprotagonistas con México en los flujos migratorios. Para que un flujo migratorio exista, se requiere de dos partes: un país expulsor y otro, receptor. Yankelevich y los demás autores tuvieron el cuidado para lograr ensamblar un texto que expresara los principales rasgos y contribuciones, así como contratiempos y beneficios, que tuvieron las personas en la diversificación de la migración que ha caracterizado a México.

Canadá, Estados Unidos, China, España, por decir algunos, son nombrados por los investigadores en sus extraordinarios textos para ejemplificar algunos rasgos significantes de la migración y su influencia en México. Un aspecto significativo que debemos considerar en lo referente a la migración, es que cada país o región tiene sus particularidades. Dependiendo la región, serán las causas de la migración, así como sus consecuencias. Lo anterior desemboca, por consecuencia, en impactos también diversos en los países receptores de personas migrantes. Las circunstancias que envuelven el flujo migratorio del norte de África y Medio Oriente son diversas a las migraciones históricas de Chile y Argentina, por decirlo de algún modo. No obstante, existen ciertos matices o características que atraviesan y permean los diversos flujos migratorios, y que de cierta manera se encuentran constantes en esa diversidad. El primer capítulo del libro nos da un análisis profundo sobre las políticas restrictivas en materia de migración, las cuales permean el sistema de seguridad nacional de ingreso, de múltiples países de América, y del resto del mundo: “Los gobiernos de todos los países independientes de América crearon una maquinaria legal y burocrática para seleccionar a los inmigrantes «étnicamente deseables» entre los millones de hombres y mujeres que buscaban mejores horizontes”.1 De las líneas anteriormente transcritas se puede desprender una acción concreta en cuanto a la regulación de flujo migratorio. Aquí la pregunta que nos planteamos es: ¿quiénes son los migrantes deseables? Ya no sólo referimos el aspecto étnico, sino que la pregunta puede abarcar otros aspectos: ¿quiénes son los migrantes económicamente deseables?, ¿los políticamente deseables?, ¿los estéticamente deseables? Es decir, podemos incluir todas las categorías; como restricciones legales se puedan colocar en un aparato normativo que regule la entrada, selecta y clasificada, de los migrantes cuando ingresan a un país.

Como puede apreciarse, dicha circunstancia puede descifrarse en cualquier política pública migratoria de muchos países, y esto sin importar la región, el idioma, la religión, la condición económica o política: la segregación migratoria aparentemente es universal. Como hemos dicho, la migración es un todo complejo con múltiples aristas, todas las cuales, a su vez, también con una ramificación, que requiere múltiples conocimientos para descifrarla, entenderla y, en el mejor de los casos, acompañarla, y, si es el caso, combatirla y eliminarla. Tal es el caso de la discriminación racial o xenofobia, que constituye una de las expresiones más violentas hacia las personas migrantes. El ya reconocido investigador Tomás Pérez Vejo, en el capítulo que le correspondió exponer, y sobre el cual es un gran experto, aborda magistralmente la incidencia de la migración y de las personas extranjeras en lo que denominamos “raza”, y más específicamente, “raza mexicana”. La discriminación y xenofobia no es una característica propia de un pueblo en particular, o que sea una característica restringida a una población en particular. Irónicamente, la xenofobia no conoce límites territoriales o fronteras; se puede encontrar en cualquier sociedad de cualquier región del mundo. Pérez Vejo es consciente de esta situación: “El argumento de fondo fue en todos los casos el mismo, se trataba de razas que no sólo no aportaban nada a la raza mexicana, sino que la empeoraban, discurso racista en estado puro”.2 Como podemos apreciar, en este tercer capítulo del libro encontramos también la particularidad de las políticas migratorias que México también efectuó en el siglo XIX, desconociendo totalmente que en ese entonces (y todavía) el país se encontraba conformado por una riqueza cultural y étnica inmensa y vasta. En general, el libro es un aporte a la memoria histórica de México en su relación con los migrantes que aportaron cultura, ciencia, arte, etcétera, a la vida del país. Sin embargo, también es una crítica, no tan cómoda, a la actitud que México ha tenido con las personas extranjeras. Kif Augustine-Adamns analiza dicha actitud de la nación y raza mexicana hacia el extranjero. La crítica que realiza en la Fantasía de la unidad nacional hacia José Vasconcelos, intelectual referente de la cultura mexicana a inicios del siglo XIX, es una muestra de que México, con todo y la admiración que tiene a sus más grandes pensadores, y pese a que aloja una diversidad cultural y étnica vasta, también cayó y se derrumbó en la seducción de la discriminación, la xenofobia y del racismo: “Vasconcelos era particularmente duro en lo referente a la inmigración china: «no es justo que pueblos como el chino, que bajo el consejo de la moral confuciana se multiplican como los ratones, venga a degradar la condición humana…»”.3 En tiempos donde en muchos países (Estados Unidos, por decir alguno), ser migrante es sinónimo de ser delincuente, la crítica y la autocrítica que se efectúe va de la mano con los esfuerzos que se puedan hacer para el reconocimiento y la promoción de los derechos fundamentales de las personas migrantes.

La historia de la migración en México nos ha enseñado los aspectos positivos y negativos de la misma, los beneficios, y las carencias que existen. Pareciera extraño que México siendo un país con una gran variedad de idiomas, etnias, culturas, música, etcétera, fuera un país con una pésima tradición hospitalaria. ¿Qué pasó entonces en la época de Lázaro Cárdenas cuando México recibió aproximadamente entre 20,000 y 25,000 españoles que huían del fascismo de Franco? ¿Por qué ahora a México le cuesta tanto retomar la tradición de asilo y refugio de hace unos setenta años? ¿En qué momento se fracturó la idea de bienvenida y recibimiento hacia el extranjero? Claro está que en la época de Lázaro Cárdenas las circunstancias históricas, políticas y sociológicas eran muy diferentes a las de ahora. Seguramente sería muy irresponsable realizar una comparación sin tomar en consideración el contexto. El libro Inmigración y racismo. Contribuciones a la historia de los extranjeros en México nos ayudan a entender ese contexto, desde la llegada de los chinos a Sonora, hasta las políticas públicas gubernamentales ante la llegada a México de los judíos en el primer tercio del siglo XIX. Es claro que las perspectivas han cambiado. Lo que no ha cambiado es quien se ha resistido a la llegada del extranjero, del que viene de lejos, del que es nuevo en el lugar. La discriminación, la xenofobia y el racismo también son atemporales, perduran a través del tiempo. México ha sido un excelente anfitrión en épocas difíciles para los que buscan un nuevo comienzo, pero también ha sido un paso complicado y doloroso para los extranjeros y migrantes que van rumbo hacia los Estados Unidos. Todas las herramientas que puedan coadyuvar para entender a la migración, y entendernos a nosotros mismos, nunca serán demasiadas. Pablo Yankelevich, en un extraordinario trabajo de coordinación académica y rigurosa investigación científica, nos proporciona una de esas herramientas para vislumbrar a México en su relación histórica con la migración, son sus claridades y oscuridades, con sus aportes, y sus carencias. México es y será migrante en su historia, en su pasado, en su presente y en su futuro.

Mauro Pérez Bravo

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