Señor editor: La hospitalización de un miembro de la familia representa todo un fenómeno social y cultural. Esto afecta no sólo al enfermo, sino también al resto de los integrantes de la familia.^1,2 La realización de las tareas del cuidador requiere un gasto de tiempo y dinero. Además del desgaste físico, psicológico y social que conlleva esta tarea, el cuidador puede presentar depresión y ansiedad.^3,4 Existe poca información sobre el estado nutricional de familiares encargados de salvaguardar al enfermo.

Se realizó un estudio transversal de 183 cuidadores de pacientes hospitalizados en el Hospital General de Guasave, Sinaloa, México, específicamente en los servicios de ginecología, pediatría, medicina interna y cirugía. Se informó a los cuidadores de manera individual sobre la investigación. En el consultorio de nutrición se obtuvo la estatura y peso de los participantes con una báscula mecánica con estadímetro 160 kg, modelo 425 marca Bame. Con dichos datos se calculó el índice de masa corporal (peso [kg]/talla2 [m2]) y se clasificó con los puntos de corte de la Norma Oficial Mexicana NOM-008-SSA3-2017 para el tratamiento integral del sobrepeso y la obesidad: peso bajo, peso normal, sobrepeso y obesidad.⁵ Se les aplicó el test “Determine su salud nutricional” a los participantes y se les mostró la escala de nueve siluetas propuesta por Stunkard y colaboradores,⁶ con el fin de conocer la autopercepción de su imagen corporal.

Se encontró 77.1% de la población estudiada con sobrepeso y obesidad. El 54.1% de los cuidadores presentó un riesgo nutricional alto al obtener ≥6 puntos en el tamizaje aplicado y 15.8% un riesgo moderado. De acuerdo con la autopercepción de imagen corporal, los cuidadores con peso normal se autopercibieron con un peso inferior al real, mientras que los que presentaban sobrepeso y obesidad señalaron un peso superior. Lo anterior pudiera reflejar una insatisfacción estética de sí mismos en los participantes.

Esta muestra reflejó una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad, una baja prevalencia de desnutrición y un alto riesgo nutricional. Se requieren de estrategias para evitar que el cuidador se convierta en el enfermo.