Señor editor: Debido al creciente interés por estudiar el papel de los medios de comunicación en el estigma de las personas que sufren algún desorden mental, en esta carta presentamos los hallazgos de un estudio en el que analizamos el contenido de los dos periódicos matutinos con mayor divulgación en Nuevo León: El Norte y Milenio. En concreto, analizamos 1 982 unidades informativas. El criterio de selección fue que las notas incluyeran alguna palabra relacionada con la salud mental.
Aunque se podría esperar que se adjudicara a las personas con algún trastorno psicológico la etiqueta de “peligrosidad”, los resultados mostraron que no fue así: sólo una minoría de notas pertenecían a actos violentos o delictivos (8.9% en El Norte; 9.1% en Milenio). La mayoría de las palabras estaba incluida en artículos sobre temas de actualidad y la cobertura de manifestaciones culturales y deportivas. Sin embargo, se apreció un uso trivializado de palabras como “trastornado”, “demencial”, “paranoico”, “delirio”, “histeria” o “loco”.
Asimismo, seis psicólogos independientes valoraron las unidades y consideraron que en 48% de éstas se manejó algún tipo de etiqueta (de peligrosidad, responsabilidad, impredecibilidad o incompetencia) e información errónea o estigmatizada. Por tanto, aunque se aprecia en ambos periódicos un esfuerzo por manejar responsablemente y sin sensacionalismo la información, sobre todo cuando el objetivo de la nota es hablar sobre la enfermedad mental en sí misma, aún queda un importante camino que recorrer.
En suma, los resultados encontrados ponen en relieve la necesidad de incrementar la colaboración entre profesionales de la salud mental y los medios con el fin de mejorar la calidad y exactitud de la información que se publica, como sugieren diversos autores.1,2,3