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Revista de la Facultad de Medicina (México)

versión On-line ISSN 2448-4865versión impresa ISSN 0026-1742

Rev. Fac. Med. (Méx.) vol.61 no.5 Ciudad de México sep./oct. 2018

 

Profesionalismo y ética

¿Cuántas caperucitas se seguirán engullendo los Lobos Feroces?

How many Little Red Riding Hoods will be gobble up by the Ferocious Wolves?

Teresa I. Fortoul van der Goesa 

aEditora de la Revista Facmed.


En muchas ocasiones ha habido Caperucitas que se encuentran con Lobos Feroces y escuchan y aceptan sus invitaciones para participar en maravillosos proyectos de investigación para realizar su maestría o doctorado con beca.

-Seguro terminas el proyecto en el tiempo requerido, no hay problema -le dice Lobo Feroz.

Caperucita acepta, pero no se le ocurre preguntarle a las otras Caperucitas, que ya están en el laboratorio cuál ha sido su historia. Solo la miran con ojos mustios, pero no se atreven a revelar la realidad que se esconde detrás de las amables palabras del Lobo Feroz.

Feroz es integrante del Sistema Natural de Embaucadores (SNE), en uno de los niveles más altos, con un grupo grande de colaboradores, lo que hace atractivo entrar a trabajar con él.

Así, después de la plática, Caperucita se integra al trabajo, acude a los seminarios y empieza a obtener resultados interesantes que la alientan a seguir trabajando con entusiasmo. En los tutorales, le hacen comentarios interesantes, los que agrega a su proyecto, y como le comentan que su trabajo tiene buenas posibilidades de publicarse, sigue el camino de un buen doctorante: trabajar, trabajar y trabajar. Caperucita escucha que se acerca la fecha límite para enviar un resumen para el congreso del área en la que trabaja el grupo en el que está. Se acerca al Dr. Feroz para expresarle su deseo de presentar sus resultados en el congreso y solicitarle apoyo para presentar su trabajo.

-No hay dinero -dice Feroz- Pero pásame tus datos para revisarlos.

Caperucita piensa que más adelante el Dr. Feroz

podrá darle apoyo y presentará sus resultados. Se los entrega y sigue adelante con su proyecto.

Pasan dos años, sigue produciendo resultados, mismos que le entrega al Dr. Feroz. Él le solicita más experimentos porque sus resultados no son concluyentes.

-¡Pero si ya he repetido el experimento cinco veces! -dice Caperucita un poco decepcionada.

Pero él es el responsable, su tutor y hay que hacer lo que él indica, de otra manera Caperucita no se podrá titular.

Ya han pasado cuatro años y la beca de Caperucita está por terminar, le insiste al Dr. Feroz en la posibilidad de ya redactar el artículo para que pueda titularse.

Feroz le indica que se ponga a escribir, actividad que realiza. A los tres meses le entrega el manuscrito ya completo, y Feroz lo recibe:

-Déjalo ahí, lo revisaré ahora que tenga tiempo.

Pasan tres meses más y Caperucita continúa sacando datos y analizando resultados. Decide, mientras espera que el Dr. Feroz tenga tiempo para ver su artículo, buscar opciones para hacer una estancia u otras posibilidades para su futuro, ahora que obtenga su grado.

Mientras navega en internet, introduce las palabras que identifican su campo de investigación y aparece un título muy parecido a lo que ella está investigando. No da crédito, cuando ve un artículo, en el que el Dr. Feroz es el primer autor, y ¡son sus datos!, lo que ha trabajado durante los últimos cuatro años, y no hay crédito alguno para ella. Busca al Dr. Feroz y éste le dice:

-La idea es mía, esos datos son míos y puedo hacer lo que YO quiera con ellos.

-Pero es mi trabajo -réplica Caperucita-,

con eso me voy a titular. Era el artículo que le entregué.

-Si no te parece, busca otro sitio en donde titularte -es la respuesta.

Caperucita se siente atrapada, ya invirtió cuatro años de su vida y no sabe qué hacer. Le da temor abandonar lo que es suyo. ¡Qué tal que no la aceptan en otro laboratorio! ¡¿Cuatro años más?! Se atreve a comentar “algo”, con uno de los integrantes del comité tutorial, pero no le ofrece alguna solución.

¿De quién son los datos? ¿Es ético lo que hizo Feroz? Caperucita creyó en el gran profesor que la acompañaría para lograr su objetivo: obtener su grado.

Lo triste de esta historia es que no es un cuento de hadas, es una realidad que ocurre con diversas variantes en diferentes instituciones.

Emplea Feroz la falacia de apelación a los sentimientos de temor e inseguridad. Si la moral de Feroz es aprovecharse de los que creen en él porque así se acostumbra, la ética de Caperucita debería hacerla enfrentar el dilema en el que está1.

¿Quién puede ayudar a las Caperucitas para que los Lobos Feroces no sigan alimentándose de ellas? ¿De dónde saldrá el cazador o los leñadores -según la versión- que lleguen a tiempo para salvarla y darle el soporte necesario para que su trabajo sea respetado, y como lo indica el Código de ética de la UNAM2 en los apartados de integridad académica y reconocimiento, así como la protección de la autoría intelectual.

La voz de los estudiantes debe escucharse. En ocasiones comentan los problemas que ocurren en sus laboratorios, pero igual que sus otros compañeros, están atrapados en un sistema que no escucha.

¿Debería haber un contacto más cercano con los estudiantes, fuera de los resultados en las evaluaciones? Habitualmente los predadores dejan huellas, solo hay que tomarse el tiempo para seguirlos y cazarlos. ¿De quién es la responsabilidad? ¿De los comités de los posgrados? o se requeriría de una instancia especial que tenga la finalidad de encontrar equidad entre los derechos de profesores y estudiantes, así como de una mejor definición en las responsabilidades de ambos.

Ojalá estos cuentos terminaran con un “y vivieron muy felices, se tituló y prosiguió su carrera académica”. Hay que trabajar por ello, y recordar que también existen Caperucitos y Lobas Feroces.

REFERENCIAS

1. Rivero Weber P. Apología de la inmoralidad. Seminario “El ejercicio actual de la Medicina”. (Consultado: 3 de agosto 2018). Disponible en: Disponible en: http://www.facmed.unam.mx/sms/seam2k1/2004/ponencia_ene_2k4.htmLinks ]

2. UNAM. Código de Ética de la Universidad Nacional Autónoma de México. Gaceta UNAM. 30 de julio de 2015. (Consultado: 3 de agosto 2018). Disponible en: Disponible en: http://dgapa.unam.mx/images/etica/2015_codigo-etica-unam.pdfLinks ]

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