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Revista de la Facultad de Medicina (México)

versión On-line ISSN 2448-4865versión impresa ISSN 0026-1742

Rev. Fac. Med. (Méx.) vol.57 no.4 Ciudad de México jul./ago. 2014

 

Arte y medicina

La fiebre, acompañante perenne de la enfermedad

Fever, perennial companion of disease

Rafael Álvarez Cordero


La niña enferma, Gabriël Metsu (1629-67). 

Uno de los signos más comunes y conocidos por la gente es la fiebre: la elevación de la temperatura corporal, que indica que algo está mal en el organismo.

Desde tiempos inmemoriales, la presencia de fiebre ha preocupado al paciente, pero sobre todo a los familiares, y por supuesto a los médicos, que se dan cuenta que algo no funciona adecuadamente en el delicado organismo humano, y la temperatura elevada, cuya medición no requiere más que palpar la piel del individuo, nos habla del peligro, de la amenaza de una enfermedad grave o tal vez mortal.

Y en no pocas pinturas la fiebre ha sido plasmada por los artistas, y en el caso de Egbert Van Heemskerck (1634-1704) podemos ver al paciente, abatido y pálido, que es examinado por un médico; en el piso se encuentra un orinal, dado que el examen de la orina era una de las pocas técnicas de diagnóstico utilizadas.

De la misma época es la pintura de Gabriël Metsu (1629-67) “la niña enferma”, que está en brazos de su madre, con los ojos hundidos y la mirada perdida.

En el cuadro El niño enfermo, de Arturo Michelena (1863-98) aparece una de las constantes descritas en caso de fiebre: la aplicación de vendas o compresas húmedas o frías en la cabeza, con el propósito de bajarla. Esto se repite hasta la actualidad, aún sabiendo que la técnica de bajar la temperatura con una bolsa de hielo en la cabeza no tiene ningún efecto, ya que las compresas frías deben colocarse donde hay paso de grandes vasos arteriales, como las axilas o las ingles.

El creador del primer termoscopio fue Galileo Galilei, y podría considerarse el predecesor del termómetro, que consistía en un tubo de vidrio terminado en una esfera cerrada; el extremo abierto se sumergía boca abajo dentro de una mezcla de alcohol y agua, mientras la esfera quedaba en la parte superior; al calentar el líquido, éste subía por el tubo.

Fue Santorio Santorio (1561-1636), un médico graduado en la Universidad de Padua, quien interesado en el metabolismo (ideó diversos aparatos para conocer el balance metabólico de un individuo) diseñó el primer termómetro, pero fue Gabriel Fahrenheit (1686-1736) quien precisó la escala de temperaturas en grados y construyó el primer termómetro de mercurio.

En la actualidad, la temperatura se mide de muy diversas formas, y siempre será uno de los signos importantes para conocer la gravedad de una enfermedad.

Visita del médico, Egbert von Heemskerck (1634-1704). 

Gabriel Fahrenheit (1686-1736). 

Termoscopio de Galileo. 

Termoscopio de Galileo. 

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