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Revista de la Facultad de Medicina (México)

On-line version ISSN 2448-4865Print version ISSN 0026-1742

Rev. Fac. Med. (Méx.) vol.54 n.6 Ciudad de México Nov./Dec. 2011

 

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La radioteca de la Facultad de Medicina de la UNAM. Enseñanza-aprendizaje radiológico en México: situación, consejos

 

Radiology Archive

 

Guillermo Santín*

 

*Hospital-Radioteca. Facultad de Medicina. UNAM. México, DF.

 

La radiología médica representa un sector del conocimiento con características científicas, prácticas y aplicables del aprendizaje y del ejercicio de la medicina; resuelve el sueño de Claudio Bernard y de pensadores del Siglo de la Luz de poder "meterse" dentro del cuerpo humano para conocer lo que tiene adentro, normal o patológico. La radiología lo ha logrado.

 

 

¿Por qué, adiestrar en radiología a otros médicos y a los estudiantes?

Una característica inherente a las imágenes radiográficas es lo obvio de lo que muestran... hasta las personas sin muchos conocimientos, ante cualquier radiografía señalan o preguntan, ¿lo blanco (o esta mancha) es lo malo? Esa objetividad de la anatomía también hace que cualquier médico "interprete", pero requiere de la identificación de la verdad en anatomía, y más en patología, que no se da de una vez ni a anatomistas ni a clínicos, aun siendo conocedores; el sujeto puede convencerse de que no necesita la interpretación del radiólogo; además, en nuestros ocupados tiempos de trabajo, en los servicios institucionales los radiólogos médicos adscritos muchas veces no tienen tiempo de dictar y firmar informes responsabilizándose, o de "ser consultados"; menos aun para dar a exámenes y resultados de la radiología convencional. Numerosos laboratorios, centros de salud y aun hospitales "de segundo nivel" carecen de médico radiólogo, por lo tanto a otros médicos se les hace fácil "interpretar", y sabemos que dejan sin identificar información valiosa en cualquier procedimiento simple y clásico, o incluso abocándose a los contrastados y armados, o bien, la identifican erróneamente.

Quienes hemos pasado años leyendo casos y textos radiológicos sabemos la atención y el tiempo que toma para el correcto diagnóstico la lectura cuidadosa de signos apenas notorios o representativos de cualquiera de las múltiples patologías y entidades con manifestaciones similares en las imágenes radiográficas. Frecuentemente, médicos especialistas de otras áreas no nos distinguen del técnico o no creen en nuestro diagnóstico, máxime si han sido frustrados por la mala interpretación de "radiólogos impreparados" o equivocados -errores explicables a veces, que siguen ocurriendo a pesar de nuestra "certificación"-; por lo tanto, deciden su terapéutica bien o de manera erronea desde sus "impresiones".

Sabemos que mientras menos se sabe radiología u otra materia, menos se valora su capacidad, y aquí podría entrar la "justificación" de que es la consecuencia de la escasez de personal en nuestras instituciones para darse abasto en radiología, pero también en toda la atención médica, lo cual está íntimamente relacionado con la limitación de recursos o "el no querer de las instituciones oficiales o privadas" contratar satisfactoriamente a radiólogos, los expertos donde quiera que se realicen estudios radiológicos.

Estoy convencido de que la radiología en medicina, o "imagenología", como se le ha querido denominar, será obligatoria e impulsará para proporcionar medios de aprendizaje que indudablemente harán apreciar a esta rama científica desde el pregrado, ya que es inherente a la solución de la mayoría de los problemas de salud, pues se "inmiscuye" en todos los campos y especialidades de la medicina, y aun del saber humano: baste mencionar antropología, arqueología, la identificación de obras de arte, medicina forense, o en aduanas... hasta Paco Malgesto hizo en televisión "radiografías" de México.

Lo ideal es colocar a la par la imagen anatómica con las vistas radiológicas clásicas, y que cuando el alumno ya esté supuestamente preparado para internado o durante él y listo para salir al "servicio social", reciba un curso "clino-patológico-radiológico". El autor ya ha puesto dos cursos digitalizados en la RED a los que se puede acceder sin costo: http://lab3d.facmed.unam.mx. Así el interesado (u obligado) puede aprender, aun sin contratar a todos los profesores que serían necesarios para los diversos sectores e instituciones donde asisten los estudiantes y residentes para su capacitación. Nuestra radioteca "Hospital Radioteca", ya cuenta con muchos miles de casos de todas la divisiones orgánicas y prácticamente todos los métodos digitalizados, a los que pueden acceder los visitantes: profesores de materia, sinodales, que pueden solicitar casos radiológicos y desde luego médicos y alumnos.

Médicos que no han tenido enseñanza formal en radiología naturalmente creen que les basta su conocimiento médico general frente a imágenes radiográficas; como consecuencia es imposible que aprecien al radiólogo, crean en su reporte, y menos si envían sus solicitudes de estudios sin una opinión, ¿para qué los solicitan?, o los reciben ya realizados sin informe. Esto contrasta con las ocasiones ejemplares de que quien sí ha tenido preparación formal radiológica y ejerce en otras áreas, ellos reconocen de inmediato sus límites y aprecian la consulta radiológica. Médicos, pacientes e instituciones se han visto beneficiados cuando están en comunicación rutinaria.

Si no hubiera otros, este es el argumento principal para insistir en que todos los que egresen de médicos-cirujanos tengan cuando menos la enseñanza uniforme que permiten los nuevos medios de enseñanza: discos compactos, DVD y vídeocintas, puestos a disposición por préstamo, alquiler, compra o por internet.

Si las escuelas de medicina, y en nuestro caso la UNAM como lider, tienen como meta obligatoria el preparar a personas con vocación para encargarse de la salud, deberán proporcionar lo mínimo suficiente para que el egresado con título tenga y garantice a la población, a quien lo consulte, las suficientes capacidades y destrezas para determinar cuando menos el panorama básico y saber qué hacer o indicar a su paciente.

Quien aspire a ser médico, deberá exponerse a programas de aprendizaje "mínimos suficientes" para la época, y ser evaluados a cada término para ratificar su capacitación. Los promedios altos de los egresados de una universidad califican a su vez a la institución de que egresan. Esa es la labor. En lo que toca a radiología, ya logramos sumarnos a ese objetivo mediante los casos digitalizados, para ver, estudiar, individualmente o en grupos, tantas veces como se quiera. Esa es la razón del apoyo que hemos recibido de nuestro rector y directores, pero falta su aplicación permanente y que su valor sea reconocido por otros profesores y alumnos.

La meta es que la radioteca llegue a ser -guardando la proporción- lo que es el Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas de EU, quienes han tenido ocasión de estudiar o han contribuido en cualquiera de sus sectores a esas colecciones de casos clasificados que allí permanecen "vivos", se distinguen de inmediato por su pericia.

El exponerse a numerosos casos proporciona enorme experiencia, "ojo clínico fino" y permite reconocer un diagnóstico pronto por la experiencia vivida, una o cien veces.

Desde hace seis décadas, he insistido en que los ponentes de las imágenes radiológicas sean objetivos, se apeguen a la verdad que muestran, pues algunas veces (por fortuna menos frecuentes) algún radiólogo o ponente se atreve a afirmar falsedades "porque los oyentes no saben". La rectificación que sea en la Sociedad Mexicana de Radiología, en la preparación de residentes y en diversas sesiones, tanto con estudiantes como con médicos, y debe ser un hábito en la enseñanza el reconocer y expresar lo que es verdad.

Fundamentalmente importa que todos, definitivamente todos los que obtengan título de médicos cirujanos hayan tenido acceso a la apreciación de lo que es el diagnóstico radiológico experto al menos de un programa mínimo.

No cabe ser (aunque sean científicos) quienes determinen dónde o quien debe enseñar la disciplina, no por disminuir el valor de sus doctrinas sino para mostrar lo anacrónico de que un radiólogo en cambio dictaminara sobre un programa de dermatología, por ejemplo. Esta es la razón reciente de que radiólogos, médicos prominentes de la Sociedad Mexicana de Radiología hayan decidido producir un texto breve pero suficiente, sobre el "Criterio para justificar alguna o varias de las exploraciones radiológicas de imagen", las que son inmensamente útiles e indispensables actualmente, son numerosas y complejas (por lo que será útil aun a especialistas para determinar el examen selectivo de áreas que necesitan conocer pero que no manejan); por lo que desde que son estudiantes deben irse formado este criterio para que en su ejercicio sepan aprovechar la información que al médico tratante le permitirá ser objetivo y más preciso en el manejo de su paciente para devolverlo a sus actividades normales.

 

Bibliografía

Santín García, G. "La utilidad de enseñar Radiología clásica", Aten Fam. 2003;10(5):127-9.         [ Links ]

Santín, G. Por qué "enseñanza radiológica" a los médicos familiares y generales. Aten Fam. 2005;12:(1):173-5.         [ Links ]

Santín, G. La Radioteca en apoyo de la Educación Médica. Aten Fam. 2009;16(4-5):72-3.         [ Links ]

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