Editorial

 

Reflexiones de primavera

 

Springtime reflections

 

Después de los meses de invierno -que en este año fueron particularmente fríos- el clima comienza a cambiar, la temperatura sube y ya se ven por todos lados las evidencias de que la naturaleza revive; es la primavera que llega, y nos permite reflexionar sobre la primera juventud, esa etapa de la vida en la que surgen en nuestra mente proyectos, sueños e ilusiones que esperamos convertir en realidad al paso del tiempo.

Y pienso en el estudiante que fui, y pienso en el estudiante que eres, ahora que en el 2011 te estás preparando para ser médico. Estoy seguro de que desde antes de ingresar a la Facultad imaginaste una y otra vez cómo serás y qué harás cuando logres el título de Médico Cirujano, el cual te incorporará a la legión de seres humanos cuyo objetivo será siempre lograr la salud y el bienestar de sus semejantes.

Esto es muy cierto y lo ha sido desde siempre; de hecho, en nuestro México dos de las figuras más respetadas han sido tradicionalmente el sacerdote y el médico. Por mucho tiempo, quien estudiaba Medicina sabía que al paso de los años tendría una situación respetable en la sociedad, una aceptable condición económica, y el reconocimiento y agradecimiento de muchos de sus pacientes.

Pero... ¿Esto es así en el 2011?, ¿lo será el mundo en el que te moverás cuando termines tus estudios?, ¿qué sorpresas te depara tu futuro como profesional de la medicina?

Por eso, en este número hemos incluido un artículo de revisión escrito por el doctor Octavio Rivero Serrano, exdirector de nuestra facultad, exrector de la UNAM, quien siempre se ha preocupado por el aspecto social de la Medicina y por la necesidad de que los alumnos de la Facultad, como tú, sepan con certeza qué ocurrirá en la práctica diaria de la medicina en el futuro.

El hecho es que si comparamos la forma como se hacía la medicina en el siglo pasado con la medicina actual, hay una enorme diferencia por varias razones: el médico general fue por muchos años el encargado de atender todos los problemas de salud de la población, pero el avance del conocimiento médico se asoció con el nacimiento de las especialidades; todos queríamos ser especialistas, y es posible que tú, aun en estos años de formación, ya hayas pensado en la especialidad médica o quirúrgica que deseas ejercer más adelante.

La especialización y luego la superespecialización de la medicina tuvo sus ventajas, pero también sus inconvenientes, porque por un lado los médicos ya no consideraban que era bueno ser "sólo médicos generales", y por otro, la población aprendió -erróneamente- a acudir a un especialista para cualquier problema médico, sin saber que el 90 por ciento de las consultas médicas pueden ser resueltas por un buen médico general.

Por otra parte, hasta los años 40 del siglo pasado, la práctica de la medicina era privada; había instituciones que ofrecían sus servicios a grupos específicos como las comunidades francesa, española o inglesa; industrias o empresas que tenían sus propios servicios médicos, etc., pero en 1945 nació la seguridad social, con lo que todos los trabajadores pudieron tener acceso a los servicios de salud, y esto fue un enorme avance, pero el concepto de atención médica como "profesión liberal" comenzó a desaparecer.

Y por decenios, en nuestro país, como en muchos otros países, quienes toman decisiones en el área de la salud privilegiaron la medicina especializada por encima de la medicina general, y dedicaron sus empeños a la construcción de unidades de tercer nivel con los más grandes y modernos adelantos tecnológicos, lo que elevó los costos de atención de una manera exagerada; como la inflación en los costos de atención médica supera más de cuatro veces la inflación general, las empresas dedicadas a construir clínicas y hospitales se multiplicaron en todo el mundo; esto convirtió a la medicina, de una actividad humanista o humanitaria, en una actividad de mercado, en la que los valores tradicionales que surgían de una relación médico-paciente fueron reemplazados por valores de eficiencia administrativa, ahorro del tiempo y dinero, y por eso la medicina de hoy se ha transformado en una actividad mercantil que privilegia la relación prestador-consumidor de servicios, con todas sus consecuencias.

En este panorama cambiante, en el que hay enormes avances médicos pero la profesión se inclina más al mercado que a la atención de un ser humano que sufre, ¿cuál es la expectativa de los años por venir?, ¿qué pasará al médico como tú que inicia o está por iniciar su vida profesional?, ¿tendrás en realidad opciones de trabajo?; los estudios y análisis que comenta el doctor Rivero señalan además que el crecimiento de la matrícula de estudiantes de medicina en las cada vez más numerosas universidades del país ha dado por resultado que un buen número de egresados no encuentren un sitio de trabajo como es su legítimo deseo; vale la pena leer con atención el artículo del doctor Rivero.

Con estas reflexiones no pretendo desalentar tu entusiasmo, que es el motor principal de cualquier estudiante de medicina, pero quiero que entiendas que es necesario que revises no sólo del programa de estudios que tienes que cumplir a cabalidad con el mayor empeño, con una gran dedicación, sino también que explores las opciones a futuro, ver con realismo lo que podrás y lo que no podrás lograr, para que al terminar tus estudios llegues a ocupar el lugar que mereces en el mundo médico.

 

Por mi raza hablará el espíritu
Rafael Álvarez Cordero
Editor