Leímos con interés el artículo publicado por Ignacio-Ibarra, et al.1. Los autores proponen anticoagulación terapéutica con heparinas y/o rivaroxabán para pacientes hospitalizados con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) sin mejoría clínica o con dímero D > 3,000 ng/ml. Queremos compartir lo siguiente: recientemente se publicó el estudio ACTION, que comparó tratamiento anticoagulante a dosis terapéuticas vs. profilácticas en 615 pacientes2. El objetivo primario fue analizar jerárquicamente la mortalidad, tiempo hospitalario y suplemento de oxígeno a 30 días. El 90% de los pacientes con estrategia de anticoagulación terapéutica recibió rivaroxabán 20 mg vía oral al día. No se encontraron diferencias significativas entre ambos grupos en cuanto al objetivo primario compuesto: estrategia terapéutica 34.8% vs. estrategia profiláctica 41.3% (odds ratio [OR]: 0.86; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.59-1.22; p = 0.40). Sin embargo, existió diferencia significativa entre ambos grupos relacionada con los objetivos de seguridad, hemorragia mayor o clínicamente relevante: estrategia terapéutica 8% vs. estrategia profiláctica 2% (OR: 3.6; IC 95%: 1.61-8.27, p = 0.001)2. Estos resultados muestran que una estrategia de anticoagulación con dosis terapéutica no confirió beneficio en comparación a una estrategia de tromboprofilaxis convencional2.
Consideramos que se debe mantener cautela en las estrategias de tromboprofilaxis COVID-19 debido al alto riesgo de eventos adversos, el cual puede superar su beneficio en el contexto de escenarios clínicos difíciles. Se sugiere evitar dichas estrategias basadas solamente en niveles elevados de dímero D o falta de mejoría clínica. La anticoagulación terapéutica permanece reservada para eventos trombóticos agudos debidamente diagnosticados. Próximas publicaciones de resultados de ensayos multiplataforma, adaptativos, prospectivos, aleatorizados (REMA-CAP, ATTACC y ACTIV-4a) brindarán evidencia más sólida sobre estrategias tromboprofilácticas para estos pacientes3.