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Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México y expresidente de nuestra Academia, doctor Enrique Graue Wiechers.
Doctor Víctor Hugo Borja Aburto, director de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Maestro Juan Antonio Ferrer Aguilar, director del Instituto Nacional para el Bienestar del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Doctor José Luis Morán López, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias.
Miembros del presidium e invitados de instituciones de salud, educación y ciencia.
Me da especial gusto ver en el presidium a las doctoras Julia Tagüeña, coordinadora general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, María Luisa de la Garza Chávez, directora de Investigación Científica Aplicada del CONACyT, y Miroslava Sánchez Galván, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados (alusión de género, que me es inevitable hacer…, pero con quienes estamos trabajando).
Muy estimados académicos, expresidentes, exsecretarios de salud, familiares, amigos todos.
El día de hoy celebramos el ingreso de nuevos académicos a nuestra institución, 18 académicos, integrados en las 16 áreas del conocimiento en salud, que se incorporan a las actividades sustantivas que realizamos cada año y en la que se dictará, como ya es tradición, la Conferencia “Miguel F. Jiménez”, que en esta ocasión está a cargo del doctor José Narro Robles, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México, exdirector de la Facultad de Medicina, de la misma universidad, exsecretario de salud y, por supuesto académico titular.
Cito a Carlos Viesca en el prefacio del libro Las conferencias “Miguel Jiménez” e “Ignacio Chávez”, que se editó como parte de la colección de aniversario de la Academia, en los festejos de los 150 años de la existencia de esta institución:
Fue en el año 1967 que se decidió establecer que las palabras de bienvenida a los nuevos académicos, en la ceremonia que año con año se recibía en la Academia, se convirtieran en una conferencia magistral y que esta llevaría, de allí en adelante, el nombre Miguel Jiménez. El reconocimiento así hecho a la obra trascendente de esta gran figura de la medicina mexicana, es más que merecido.
A él se debió el impulso que permitió crear lo que actualmente es la Academia Nacional de Medicina, reuniendo a las principales personalidades médicas del cuerpo expedicionario francés y a los más distinguidos médicos mexicanos, sin que las ideas y las filiaciones políticas fueran obstáculo para ello. Reunió mexicanos y franceses, liberales y conservadores, pero todos ellos con algo que decir y aportar.
Es por eso que en esta ceremonia me parece relevante visibilizar a la Academia Nacional de Medicina de México como una institución centenaria que ha sido testigo de la fundación del sistema de salud en nuestro país y de la participación ininterrumpida de sus miembros, como organismo consultivo del Estado mexicano.
La Academia Nacional de Medicina de México, a través de la organización de sus agremiados, está comprometida con nuestro país, no solamente desde el punto de vista de la salud, que es lo que nos ocupa el día de hoy, también desde el científico, cultural y, más allá de todo, en lo social y en el bienestar colectivo.
Por eso, queremos aportar nuestras experiencias y conocimientos para el desarrollo de las políticas de salud y del crecimiento que merece México.
Como lo refiriera el Premio Nobel Octavio Paz, en el Laberinto de la Soledad, debemos mirar al pasado y analizar el presente.
Sean ustedes bienvenidos a esta ceremonia, siempre con la esperanza de que juntos sumaremos los esfuerzos necesarios para el mejor desarrollo de nuestra Academia y nuestro país.
