SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.155 número2In memoriam. Académico doctor José GuerrerosantosRespuesta a “Las calcificaciones simétricas y asimétricas de los ganglios basales pueden reflejar enfermedad mitocondrial” índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Gaceta médica de México

versión On-line ISSN 2696-1288versión impresa ISSN 0016-3813

Gac. Méd. Méx vol.155 no.2 Ciudad de México mar./abr. 2019  Epub 01-Jul-2021

 

De la vida de la Academia

Discurso del académico doctor Guillermo Fajardo Ortiz con motivo de la adición de su nombre al del Hospital General Regional 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social

Guillermo Fajardo-Ortiz1 

1Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Medicina, Ciudad de México, México


En la Ciudad de México, el 13 de julio de 2018 las autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) designaron al Hospital General Regional 2 con el nombre del doctor Guillermo Fajardo Ortiz, por su destacada trayectoria institucional, vocación, contribución como docente, investigador y administrador de servicios de salud, cuya gestión directiva coadyuvó a mejorar la atención de los derechohabientes. A continuación se expresan sus palabras en la ceremonia respectiva.

Hace 75 años se fundó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en 1943; mi padre prestaba sus servicios en el periódico “El Universal” y fue uno de los primeros derechohabientes del IMSS, consecuentemente yo también fui un beneficiario pionero, tenía 12 años de edad.

En su inicio, el Instituto no tenía instalaciones propias para la atención médica; se subrogaban, rentaban y acondicionaban inmuebles, a veces con dificultad. Grupos diversos se oponían a su presencia, hubo manifestaciones en contra. A los pocos meses de creado, el IMSS manifestó sus bondades, los infundios desaparecieron, se valoraron sus beneficios, empezó a crecer y tener credibilidad. Desde entonces ha sido un pilar en la mejoría de la salud y el desarrollo social y económico de los mexicanos, así como en la enseñanza e investigación de la medicina, enfermería y disciplinas afines.

La carrera de médico-cirujano la desarrollé en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el grado de Master in Hospital Administration lo obtuve en la Universidad de Minnesota. Mi actividad laboral la realicé en gran parte en el IMSS, al paralelo de actividades docentes en la UNAM.

Una reflexión: los avances en la esperanza de vida en México, la disminución de la mortalidad general, la presencia de más ancianos se debe en gran parte al IMSS, yo soy un ejemplo.

Con el IMSS, cambió el otorgamiento y financiamiento de la atención médica, las reglas fueron otras: los beneficiarios tenían una clínica de adscripción, los servicios se ampliaron, empezaron a ser como ahora, integrales, ocupándose de la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de enfermedades, eran financiados por el gobierno, patrones y el trabajador, se trastocaron ideas y prácticas tradicionales, fue un parteaguas, hubo equivocaciones, pero quienes lo concibieron y sus seguidores tenían ética y sentido de solidaridad.

La fortuna de ingresar como trabajador al Instituto se la debo al aliento de un compañero de la infancia, a su fraternidad, al doctor Héctor Saldaña Gómez, entonces subjefe de los Servicios Médicos del Valle de México del IMSS.

Me jubilé del IMSS hace 25 años y en ocasiones me he preguntado ¿qué hice? Lo que hice se debió en gran parte a mis maestros, compañeros y colegas, personas generosas que conjugaron su pasión, sus labores, su tiempo, sus conocimientos y responsabilidad con mis actividades. La mayoría ya no está en mi vida, un recuerdo nostálgico a ellos. En cuanto a mi persona, no he hecho nada original, he deseado servir con las banderas de la verdad, la honestidad y el servicio.

Desde mi ingreso al IMSS, en la década de los sesenta del siglo pasado, recorrí casi todas sus aéreas médicas: medicina familiar, planeación, planeación médico-arquitectónica, dirección, evaluación, enseñanza, investigación, cuadros básicos y asesor de la Subdirección Médica, lo que me permitió conocer, tratar y llevar amistad con muchos creyentes, confeccionadores y prestadores del IMSS de todo el país, que creaban proyectos, innovaban, criticaban, eran gente valiosa, tomaban riesgos, se identificaban con los compromisos institucionales.

En el Instituto se dieron los primeros pasos en México y probablemente en América Latina de lo que hoy es seguridad del paciente, hospital seguro, acreditación y certificación de unidades médicas y calidad de los servicios médicos, que ahora son tareas habituales; en 1968 se inició la llamada “auditoría médica”, en forma sencilla, se revisaban los expedientes clínicos analizando su contenido y los datos de los pacientes. Fue un gran paso para mejorar y conocer la calidad de los servicios médicos. Participé en el diseño de una hoja que empleaban las asistentes de la consulta externa, la famosa forma llamada 4-30-8, que persiste, en la que se anotan los datos médicos y generales de los derechohabientes, que sirve para programar actividades cotidianas.

Corría el año de 1977, había la idea de otorgar servicios médicos a campesinos y a ciertos grupos marginados; participé en las actividades iníciales. Había reuniones de personal del IMSS con representantes campesinos y de otros grupos que no tenían la protección del IMSS, posteriormente nació IMSS-Coplamar, hoy IMSS-Prospera. El IMSS adquirió otra dimensión, fue un paso histórico en los servicios médicos.

Otra tarea en la que fui actor fue la implantación de la Clasificación Internacional de Enfermedades en sustitución de la Standard Nomenclature of Diseases and Operations, de origen estadounidense. Las circunstancias demográficas, estadísticas y epidemiológicas nacionales y mundiales obligaban a un cambio; con este paso, el IMSS pudo comparar, planear y evaluar sus actos médicos entre sus propios establecimientos y contrastarlos con los de otras instituciones y países.

El IMSS, a través de las áreas de enseñanza, inició actividades docentes de administración de la atención médica a nivel de posgrado, tanto para médicos como enfermeras, en lo que era el Centro Médico Nacional; también participé en dicha actividad docente.

Una tarea inicial en la que intervine directamente fue en la presencia de oficinas del Registro Civil en las unidades de atención médica, evitando así el traslado de derechohabientes, sus familiares y personal a dependencias de esa institución.

La actividad en que más trabajé fue la planeación, remodelación y ampliación de unidades médicas de todo tipo y de todo el país, que fueron ejemplo nacional e internacional. Colaboré con arquitectos para diseñar y mejorar la infraestructura física; paralelamente se hicieron estudios de regionalización y de referencia y contrarreferencia de los derechohabientes para facilitar la accesibilidad a las clínicas y hospitales.

He escrito varios artículos sobre la historia de la atención médica del IMSS, biografías de sus médicos y temas médicos en Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, en la que tuve el privilegio de pertenecer al comité editorial, así como de arbitrar artículos.

La experiencia de trabajar en el IMSS permitió que sus autoridades me comisionaran al Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social (CIESS) y a la Organización Panamericana de la Salud-Organización Mundial de la Salud, lo que además favoreció que ocupara las presidencias de la Asociación Mexicana de Hospitales y de la International Hospital Federation, en Londres, Inglaterra, así como obtener las membresías en la Academia Nacional de Medicina de México y Academia Mexicana de Cirugía.

Quiero volver a expresar lo que he dicho y escrito en otras ocasiones: la primera, México es identificado por tres símbolos: la bandera nacional, el escudo de la UNAM y el símbolo del IMSS; la segunda, a través de sus 75 años de existencia y de su amplia cobertura poblacional, en el IMSS seguramente se han conocido 95 % de las patologías existentes en el mundo; y la tercera, el IMSS tiene la red de unidades y servicios de salud más amplia a nivel mundial.

Tengo casi nueve décadas de vida, creo aún tener claridad mental, intelectual y ética, a pesar de estar calvo, reparado de la vista y casi sordo, tengo la fortuna que el IMSS aún me convoque para impartir clases y conferencias, escribir y participar en algunas asesorías, a lo anterior debo agregar que también, afortunadamente continuó laborando orgullosamente en la Facultad de Medicina de la UNAM, donde cito, recuerdo y escribo lo que hice y viví en el Instituto.

Reitero a todos ustedes que me siento honrado por la designación hecha con mi nombre a esta reconocida unidad de atención médica, el Hospital General Regional 2, inaugurado hace nueve años, y por su compañía. Tengo una alegría combinada con cierta tristeza, mi hipotálamo expresa que el tiempo me pasa rápido, siento que debo seguir aportando, estoy consciente de que la prolongación de mi esperanza de vida me ha apartado del féretro, quiero inmunizarme a su presencia, sin embargo, no es posible, pero sigo con deseos de hacer, de gozar con ustedes, de continuar con responsabilidades y seguir enfrentando retos.

El Instituto Mexicano del Seguro Social es grande y noble, y así de grande y generoso son los compromisos de continuar engrandeciéndolo.

Esta mañana es de gran emoción y trascendencia para mí. Agradezco profundamente al señor licenciado Tuffic Miguel Ortega, director general del IMSS, y al señor doctor José de Jesús Arriaga, director de Prestaciones Médicas del Instituto, por haber promovido y favorecido dicha designación. Me congratula en este acto la presencia del titular de la Secretaría de Salud, doctor José Narro Robles, y de otras personalidades. Además, me felicito por la presencia de amigos, colegas y compañeros y de personal de este hospital, así como de mi familia, de la que estoy orgulloso.

Correspondencia: Guillermo Fajardo-Ortiz E-mail: gfortiz@servidor.unam.mx

Creative Commons License Academia Nacional de Medicina de México. Published by Permanyer. This is an open ccess article under the CC BY-NC-ND license