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Gaceta médica de México

versión On-line ISSN 2696-1288versión impresa ISSN 0016-3813

Gac. Méd. Méx vol.142 no.1 Ciudad de México ene./feb. 2006

 

Historia y filosofía de la medicina

 

Perfiles y ruinas del primer hospital de América: Hospital San Nicolás de Bari, en Santo Domingo, República Dominicana

 

Profiles and remains of the first hospital in America: the Hospital San Nicolás de Bari, in Santo Domingo, Dominican Republic

 

Guillermo Fajardo–Ortiz

 

Departamento de Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F. México

 

Recibido: 19 de agosto del 2005
Aceptado: 23 de septiembre del 2005

 

Correspondencia y solicitud de sobretiros:
Juarez 14 casa 11, San Angel, Delegación Alvaro Obregón,
C.P. 01040, México, D.F. México.

 

Resumen

Los primeros servicios hospitalarios de América empezaron en la República Dominicana, antes isla La Española. Al principio de la conquista los inició una mujer negra. Posteriormente, en 1503, Fray Nicolás de Ovando, segundo gobernador de La Española, construyó un verdadero hospital que se conoció como Hospital de San Nicolás de Bari. Durante toda la época colonial, bajo los preceptos de la Iglesia Católica los enfermos y pobres fueron atendidos en el Hospital San Nicolás de Bari. En 1586 el hospital fue atacado por piratas, dañandolo severamente. En el siglo XVIII el establecimiento prestó servicios a soldados enfermos, conociendose como Hospital Militar. De 1795 a 1865 las condiciones sociales y políticas imperantes motivaron que el hospital viniera a menos. Las actuales ruinas físicas del Hospital San Nicolás de Bari, construido con el típico estilo colonial español, gruesos muros y pisos de piedra, recuerdan un lugar en que había rústicas camas que alojaban pacientes. El Hospital San Nicolás de Bari prestó servicios por más de tres siglos y medio, desapareció en la segunda parte del siglo XIX, después de haber presentado problemas financieros y falta de recursos humanos y materiales.

Palabras clave: Hospital, República Dominicana, religión católica, época colonial

 

Summary

The first hospital services in America were created in the Dominican Republic –formerly known as the Española– by a black woman at the beginning of the Conquest. In 1503 fray Nicolás de Ovando, second governor of the Española built what nowadays would be considered a hospital and named it Hospital San Nicolás de Bari (Saint Nicholas Hospital). During the Colony, the poor and sick were cared for following the precepts of the Catholic religion in the San Nicolas de Bari Hospital. In 1586 the hospital was badly damaged due to a pirate's attack. During the XVIII century the hospital cared for ill soldiers and so its name was changed to Hospital Militar (Military Hospital). Between 1795 and 1865 the social and political conditions under which the hospital had to operate made running the hospital a tremendously hard task. Today, the physical ruins of the Hospital San Nicolás de Bari —built in typical Spanish colonial style–, with thick fortress like walls and stone floors echoes a place where rustic beds were used to care for patients. The San Nicolás de Bari Hospital operated for over 350 years. It finally disappeared during the second part of the XIX century after undergoing severe financial restrictions and lack of supplies and personnel that in the end hampered its work.

Key words: Hospital, Dominican Republic, catholic religion, colonial times

 

En Santo Domingo, la ciudad más antigua de América, una mujer de color inició la atención hospitalaria en América. En la ciudad más antigua del "Nuevo Mundo", Santo Domingo, capital costera de la hoy República Dominicana, parte oriente de la isla la Española o Haití, se encuentran los primeros antecedentes de atención hospitalaria en América, aquí se inició una gran obra que abarcó todo el continente americano.

Al finalizar el siglo XV, sin fecha precisa, una mujer de color, cuyo nombre y origen la historia no recogió, creó una especie de servicios hospitalarios, se ocupó de atender enfermos. Probablemente la mujer recurría en sus tareas a las cualidades de vegetales y otros elementos de la naturaleza, al igual que a la magia e invocaciones a divinidades. Los servicios empezaron a otorgarse a raíz del traslado de la ciudad de Santo Domingo a la margen del río Ozama. En el breve texto que a continuación se presenta se reiteran algunos hechos: "El origen de esta institución se debió a la actitud piadosa de una mujer negra que a falta de hospital u otro centro de salud en el nuevo enclave de la ciudad curaba en un bohio a los enfermos pobres, de acuerdo a sus magras posibilidades. Esta obra benéfica fue creciendo gracias a limosnas de los vecinos".1

El bohío parece coincidir con un hospital al que hace referencia el historiador de la medicina, el venezolano M. Zúñiga, escribió que dos años después de haber llegado los españoles a las nuevas tierras, en el inventario de bienes reales del citado año aparecen "200 jergones para el hospital", (Figura 1).2

Otro pionero: Fray Nicolás de Ovando. Poco después de los hechos anteriores, el segundo gobernador de la Española, en el año de 1502 Fray Nicolás de Ovando (1460–1518) retomó las actividades de la mujer negra, recibió el apoyo de alcaldes, religiosos y habitantes del lugar, fundó el 29 de noviembre de 1503 en verdad un establecimiento hospitalario, se conoció originalmente como Hospital de la Concepción, después se denominaría como Nicolás de Bari, patrono de su fundador, al respecto Antonio de Herrera (1559–1625) historiador español escribió: "...fabricó el hospital que llamó de su nombre...".3 El hospital estaba al lado de una iglesia con que confundía física y funcionalmente.

Entre 1502 y 1509 Nicolás de Ovando, hombre controvertido, vivió en un lugar cercano al hospital, era una fortaleza. El escritor español Salvador de Madariaga (1886–1978) en su libro "Vida del muy magnífico señor Don Cristóbal de Colón", transcribió palabras de Bartolomé de las Casas, quien estuvo en La Española al principio del siglo XVI. De las Casas hizo un retrato político, físico y conductual de Nicolás de Ovando, relató: "Este caballero era varón prudentísimo y digno de gobernar mucha gente, pero no indios, porque, con su gobernación, inestables daños, como abajo parecerá, les hizo. Era mediano de cuerpo, y la barba muy rubia o bermeja, tenía y mostraba grande autoridad, amigo de justicia, era honestísimo en su persona en obras y palabras, de codicia y avaricia muy grande enemigo y no pareció faltarle humildad, que es esmalte de las virtudes; y dejando que lo mostraba en todos sus actos exteriores, en el regimiento de su casa, en su comer y vestir, hablas familiares y públicas, guardando siempre su gravedad u autoridad, mostrolo asimismo, en que después que le trajeron la Encomienda mayor, nunca jamás consistió que le dijese alguno señoría".4

Durante la administración pública de Nicolas de Ovando al hospital se le proveyó de ropería, botica, servicio para tísicos, sala para enfermas y sala de unciones, "... donde ejercieron los primeros protomédicos. Trabajaron el licenciado Barrera y el doctor Sepúlveda...".5 Por otra parte Nicolas de Ovando favoreció se ampliara la iglesia vecina.6

Reconfirmación de los pioneros: la "negra" y Ovando. La historiadora española Julia Herraez S. de Escariche en su libro "Beneficencia de España en Indias (Avance para su estudio)", hizo suyas frases del libro "Dilaciones históricas", escritas por Fray Cipriano de Utrera, expresó: "...se inclina por aceptar la tradición, de que si Nicolás de Ovando fundó dicho Hospital en el pie que siempre tuvo en el siglo XVI, a una negra y con él a los vecinos de la ciudad que la ayudaron se han de atribuir los orígenes de la institución. Menciona que el Arzobispo Carvajal y Rivera dice en un informe a Carlos II el 2 de Diciembre de 1695: El principio de esta fundación fue un boxio donde hoy está Nuestra Señora de Altagracia que era una negra piadosa que recogía los pobres que podía y los curaba según su posibilidad por no haber hospitalidad en esta ciudad, aumentose por las limosnas de algunos vecinos y su primera iglesia fue esta dicha Capilla. Vino a este tiempo por Gobernador de esta Isla Don Nicolás de Ovando, Comendador de Lares, tomó a su cargo esta santa obra y edificó la obra material que hoy tiene, aplicó todo su peculio para ella y por atención a este caballero tan principal, protector se dedicó a Dios con título de San Nicolás. Todos estos instrumentos se quemaron cuando apresó esta ciudad Drake",7 hasta aquí la trascripción.

¿Qué significaba el hospital?. El hospital –la construcción– y sus servicios significaban una comunión entre los conquistadores y los conquistados, entre autoridades políticas, religiosos y pobres. El hospital era católico, como católicos eran sus ambientes, reglas, labores y símbolos, se vivía en la oración. Era refugio para el hombre cansado, para el escaso de salud y para el falto de hogar, en sus espacios la cruz cristiana y sus dogmas imperaban, no pocas veces provocaban en todos –servidores y hospedados– soledad y hastío. A los 38 años de fundado el hospital, se reafirmó su catolicismo. "Para el año de 1541 San Nicolás fue incorporado al Sacro Hospital del Espíritu de Roma a solicitud del cabildo y la institución". Esta incorporación significó la concesión de innumerables privilegios e indulgencias a la institución.8 Esta línea religiosa persistió hasta la cuarta década del siglo XVIII, cuatro personas denominadas mayordomos continuaban designando a los integrantes de la Junta y de la Cofradía de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, que se veneraba en el hospital.

Al inicio del siglo XVII la monarquía solicitó información en cuanto a los servicios, al finalizar la centuria requirió recursos para los mismos. El 19 de mayo de 1603 fue emitida una cédula de carácter real, solicitaba al arzobispo información en cuanto a "privilegios" del hospital y características de la cofradía de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, pasan ocho décadas, en 1689 el hospital tenía una situación precaria, la monarquía requirió al gobernador y capitán general de la isla La Española, al presidente de la Audiencia de Santo Domingo y a la Hacienda Real de la Isla se otorgasen al hospital recursos que no se habían proporcionado, oportunamente, para atender a los enfermos.

La intrusión de Francis Drake. En 1586 la isla La Española fue atacada por el corsario inglés Francis Drake (1540–1596), su poder devastador hizo que el hospital, la obra humana y física, fuera muy dañada. Edificio, mobiliario y documentos fueron destruidos. Lo que los hombres habían levantado en tiempos de brega fue derruido.

A los 10 años del ataque de Drake se expidió una cédula indicándose que los funcionarios de la Real Hacienda de Santo Domingo otorgasen al hospital 1000 ducados para solucionar los daños que sufrió durante el ataque de los corsarios, el documento expresaba, además que en cuatro salas del establecimiento hospitalario se atendía a toda clase de enfermos.9

En el siglo XVIII empezó a atender soldados y a presos, se desplazó a los pobres. Inicialmente el hospital contaba con seis lechos, hacía la segunda mitad del siglo XVI llegó a contar con 60 camas para alojar mujeres y hombres pobres, se internaban alrededor de 700 personas por año, los servicios eran otorgados por un capellán mayor, un sacristán mayor, un sacristán menor, cuatro capellanes menores y un cirujano.

En el año de 1739 se empezaron a tratar soldados enfermos y en 1777 a presos enfermos, hubo troneras para vigilarlos. Se desplazó a quienes estaban en la inopia, se cerró la sala destinada a mujeres. Para el sostenimiento del hospital los soldados contribuían mensualmente con una cuota, así mismo hubo disposiciones encaminadas a disponer de los sueldos de los soldados fallecidos en el hospital.

En 1776 debido a que en el establecimiento se atendían militares fue conocido como Hospital Real Militar.

Trazos y trizas del inmueble. El hospital fue planeado por peninsulares, lo construyeron nativos, negros y españoles aventureros. No se conoce mucho de su planta física original, como de tantos hospitales construidos por los conquistadores y colonizadores, al respecto en el capitulo "Arquitectura hospitalaria religiosa. Primer periodo 1521–1821" del libro "...última piedra" se lee lo siguiente: "América hereda y adapta la tradición arquitectónica española en las construcciones hospitalarias. Desafortunadamente la falta de planos originales de muchos de los hospitales de la época impiden describir esta arquitectura".10

El inmueble se localizó en lo que actualmente se conoce como "sector colonial", en la calle de Hostos, entre las calles Luperón y Mercedes, tendría unas dimensiones de 100 por 100 metros,

Aún se conservan ruinas de lo que fue el hospital, se encuentran cerca de avenidas y urbanizaciones modernas que poco lo recuerdan, sin embargo en las ruinas materiales del presente, que cada día se desmoronan y erosionan más, trasciende el pasado, se colige que hubo pisos de piedra, gruesos muros, columnas, contrafuertes, portón, arranque de escalera, fuente, locutorios y salas en que hubo rústicas camas, en que se acomodaban dolientes, tenían calenturas, bubas o necesitaban unciones, también hubo tullidos, peregrinos, pobres y seres que iban a morir.

Una placa de mármol "adorna" los restos físicos del hospital, contiene palabras, sin fecha, que dicen: "Ruinas del templo: hospital de San Nicolás de Bari. Fue construido del año de 1503 al de 1508 por don Nicolás de Ovando, gobernador de la Isla Española y sus dependencias. Era la primera iglesia de piedra de América".

En un principio, el inmueble de 1503, era pequeño, hecho de materiales sencillos, se terminó de construir en 1519, a partir de entonces estuvo sujeto a diversos avatares: caprichos de la naturaleza, ataques de los hombres y descuidos en el mantenimiento, razones por las que en varias ocasiones fue reparado y modificado. En 1521 fue remozado, en 1532 y 1542 fue sujeto a otras modificaciones físicas. El inmueble nuevamente fue restaurado en 1757, 1762 y 1789, a pesar de las mejorías al inicio del siglo XIX su estado físico era lamentable.

Algunas características de la planta arquitectónica de fines del siglo XVIII son conocidas por un plano de 1783. La construcción religiosa –iglesia y hospital– tenía tres naves. La nave central se dedicaba al culto religioso, en tanto que las laterales y la sección del fondo de la construcción del inmueble se internaban en dos plantas enfermos y pobres.

A partir de 1795 y hasta 1865 el territorio y la población de la hoy República Dominicana estuvieron expuestos a varios problemas políticos: ocupación haitiana, movimientos de independencia, dependencia de Francia e incorporación a España,11 durante esos decenios el hospital continuó prestando servicios, aunque precariamente.

En la séptima década del siglo XIX era un edificio declinante y ruinoso, hacia 1905 se le tiró la fachada principal, después poco a poco se fue destruyendo, hasta quedar en lo que sólo hay ahora: ruinas.

 

Agradecimiento

El acceso al Archivo General de Indias, Sevilla, España fue posible gracias a una petición escrita del Dr. Enrique Cárdenas de la Peña, Académico Titular de Historia y Filosofía de la Medicina de la Academia Nacional de Medicina; por otra parte la visita a las ruinas del Hospital San Nicolás de Bari y explicaciones sobre el mismo, se realizó gracias al historiador Eugenio Cortina.

 

Referencias

1. Rueda M. Nuestros monumentos. Editorial Hoy. Santo Domingo, R. D. 1992. p.6.        [ Links ]

2. Zúñiga Cisneros M. Manual de Historia de los Hospitales.. Revista de Sanidad y Asistencia Social. Caracas, Venezuela. Vol. XV. Nos. 3 y 4. Mayo y Junio. 1950. p. 188.        [ Links ]

3. Herrera A. de Historia General de los hechos de los castellanos en las islas y tierra firme en el mar océano. Academia de la Historia. Madrid. 1948. Década 4ta., Lib. 5, Cap. I. p.88.        [ Links ]

4. Madariaga S. Vida del muy magnífico señor don Cristóbal Colon. Editorial Sudamericana. Buenos Aires. 1942. p. 150.        [ Links ]

5. Gómez–Gallo A. La medicina en el descubrimiento de América. Gac Méd Mex Vol. 139 No. 5, 2003, p.52.        [ Links ]

6. Archivo General de Indias. Audiencia Santo Domingo. Legajo 989.        [ Links ]

7. Herraez SEJ. Beneficencia de España en Indias (Avance para su estudio). Publicaciones de Estudios Hispano–Americanos. 1949. p. 101–102.        [ Links ]

8. Álvarez SR. El Hospital San Nicolás de Bari de Santo Domingo. Cir Ciruj 1996; 64: 71–72.        [ Links ]

9. Archivo General de Indias. Audiencia Santo Domingo. Legajo 989.        [ Links ]

10 ... última piedra. ISSSTE–Instituto de Ingeniería . UNAM. México. 1994. p 3.        [ Links ]

11. Guerra Fco. Historia de la medicina. Ediciones Norma, S. A. 1985. Tomo II, p. 789.        [ Links ]

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