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Salud mental

versión impresa ISSN 0185-3325

Resumen

VINET, Eugenia V  y  FAUNDEZ, Ximena. Consumo de alcohol y drogas en adolescentes evaluado a través del MMPI-A. Salud Ment [online]. 2012, vol.35, n.3, pp.205-213. ISSN 0185-3325.

En la actualidad, el consumo de alcohol y drogas es uno de los mayores problemas de salud pública en el mundo, debido a su alto costo social y económico. En Chile, las prevalencias más altas y la mayor intensidad en el consumo de drogas se registran en los jóvenes de 19 a 25 años, siendo la adolescencia la etapa más vulnerable para el inicio del consumo de drogas. El último estudio del CONACE (Comisión Nacional de Control de Estupefacientes) en población escolar señala que 15.1% de los estudiantes chilenos declaran haber consumido marihuana en el último año, mientras que 33% reconoce un consumo actual de tabaco y 36% de alcohol. El consumo de drogas en adolescentes se agrava al comprobarse su relación con otras conductas de riesgo, lo que plantea la necesidad de desarrollar instrumentos de evaluación psicológica que consideren el consumo de drogas en la adolescencia de modo específico. Entre los instrumentos de evaluación psicológica, las medidas de autorreporte han sido el método más utilizado para evaluar el uso de alcohol y drogas, pues permiten detectar este problema en personas que por diferentes motivos desearían esconder su condición de abusadores de sustancias. Uno de los instrumentos de autorreporte es el Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota para Adolescentes (MMPI-A) el cual posee tres escalas que evalúan el consumo de alcohol y drogas: Alcoholismo de MacAndrew Revisada (MAC-A; en inglés, MAC-R), Reconocimiento de Problemas con el Alcohol y/o Drogas (RPAD; en inglés, ACK) y Tendencia a Problemas con el Alcohol y/o Drogas (TPAD; en inglés, PRO). Aunque en Chile existe una versión en español de la prueba y estudios empíricos que respaldan su uso con adolescentes chilenos, no se había estudiado su funcionamiento con adolescentes consumidores de drogas, lo cual motivó el desarrollo de la presente investigación. Los objetivos del estudio fueron: 1. conocer el comportamiento de las escalas MAC-A, RPAD y TPAD en diferentes muestras de adolescentes chilenos, 2. evaluar la capacidad de estas escalas para discriminar el consumo problemático de sustancias en adolescentes con y sin otros problemas clínicos y 3. proponer puntajes de corte discriminativos para las escalas señaladas. La muestra está compuesta por 74 adolescentes (44 hombres y 30 mujeres) con problemas clínicos que presentaban consumo de sustancias, diagnosticado según los criterios del CONACE para las categorías de consumo no problemático (ocasional y habitual) y del DSM-IV para el consumo problemático (abuso y dependencia). Este grupo fue denominado adolescentes Clínicos Con Consumo (CCC). A partir de él se seleccionó a dos grupos de contrastación: un grupo de adolescentes consultantes por problemas clínicos pero sin consumo de sustancias, los cuales fueron denominados adolescentes Clínicos Sin Consumo (CSC) y un grupo de adolescentes escolarizados de población general sin problemas de consumo ni otros problemas psicopatológicos que ameritaran una consulta clínica, denominados adolescentes Escolares de Población General (EPG). Los principales resultados de este estudio muestran que el MMPI-A es capaz de discriminar a los adolescentes clínicos consumidores de drogas de los adolescentes clínicos sin consumo y de los escolares de población general. Las puntuaciones de las escalas clínicas en general son superiores en los dos grupos de procedencia clínica que en el grupo normal. Las escalas suplementarias, MAC-A, RPAD y TPAD, poseen una capacidad de discriminación muy alta; la mayor capacidad de discriminación de las tres escalas se logra al diferenciar entre los adolescentes del grupo CCC y los del grupo EPG en los dos sexos, siendo TPAD la que mejor discrimina. Además, cabe destacar la utilidad de MAC-A y RPAD para distinguir entre adolescentes con consumo problemático y no problemático. Estos resultados demuestran la utilidad del MMPI-A para evaluar a adolescentes chilenos con sospecha de consumo de drogas e incentivan el estudio, adaptación y utilización de este instrumento en Latinoamérica.

Palabras llave : Adolescencia; trastornos por consumo de drogas; MMPI-A; escalas específicas.

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