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Anuario de letras. Lingüística y filología

versión On-line ISSN 2448-8224versión impresa ISSN 2448-6418

Anu. let. lingüíst. filol. vol.13 no.1 Ciudad de México ene./jun. 2025  Epub 13-Jun-2025

https://doi.org/10.19130/iifl.adel.2025.13.1.00x328sw32 

Artículos

El idioma efe: aproximación fonológica al estudio de un juego lingüístico del español mexicano1 2

Idioma efe: A Phonological Approach to the Study of a Mexican Spanish Linguistic Game

Carlos de Jesús Wagner Oviedoa  *
http://orcid.org/0000-0002-2366-5940

aEscuela Nacional de Antropología e Historia, carlos_wagner@enah.edu.mx


Resumen

El presente texto presentará el análisis fonológico del juego lingüístico del español mexicano conocido como idioma efe, el cual consiste en la inserción de un reduplicante -fV y plantea que se trata de un tipo de infijación reduplicante a través de los postulados de la morfología prosódica (McCarthy, 2020). De la misma forma, se propondrá la existencia de dos modalidades o estrategias de infijación diferenciadas, así como las consecuencias y los retos descriptivos que surgen en el plano de la interacción con las secuencias vocálicas y la estructura acentual.

Palabras clave: infijación; silabificación; diptongos; acento; estructura prosódica

Abstract

This paper presents a phonological analysis of the Mexican Spanish linguistic game known as idioma efe (Ef Language), which consists of the insertion of a reduplicant -fV, considering it a case of reduplicating infixation, based on the postulates of prosodic morphology (McCarthy, 2020). It also proposes two differentiated infixation modalities or strategies, and addresses the consequences and descriptive challenges of the interaction of vowel sequences and stress structure.

Keywords: infixation; syllabification; diphthongs; stress; prosodic structure

1. Introducción

El idioma efe es un juego lingüístico utilizado por hablantes del español en algunas regiones de México3 que consiste en la inserción intercalada de sílabas CV a la derecha de cada una de las sílabas originales de una palabra dada. Dichas sílabas están formadas por el fonema /f/ seguidas de una vocal que representa la copia del núcleo silábico precedente, por ejemplo, casacafasafa, perropeferrofo, abrilafabrifil; el resultado implica el doblado del número de sílabas con el que cuentan las palabras4 originalmente.

Su uso resulta muy interesante desde el punto de vista lingüístico debido a factores que incluyen la creatividad lúdica y la manipulación intencionada de estructuras fonológicas. Este juego es conocido en México, particularmente entre personas adultas y mayores. Los usuarios del idioma efe5 suelen utilizarlo como una manera de transmitir mensajes de forma encubierta, esto es, sin que un tercero se entere del contenido de dicha emisión.

Este trabajo se enfocará en la descripción morfofonológica de los procesos involucrados en la generación de palabras en IF a partir de sus formas básicas en español mexicano,6 así como un primer acercamiento a algunos de los retos descriptivos que surgen a partir del análisis de estructuras prosódicas y acentuales particulares.

Una de las primeras consecuencias teóricas visibles es la fuerte realidad psicológica que tiene la sílaba para los hablantes de español, debido a la capacidad de manipular la integridad segmental de las palabras a partir del análisis de sus sílabas. De acuerdo con Hyman (2011), si bien en la fonología generativa la sílaba se considera uno de los primitivos fonológicos, hay casos como el de la lengua gokana en la que la definición de esta unidad prosódica depende más de la aplicación de un diagnóstico dependiente de alguna teoría particular que de un comportamiento lingüístico definido; en ese sentido, el IF representa evidencia positiva para asumir que la sílaba como unidad fonológica tiene un estatus activo en la gramática del español mexicano.7

Por otro lado, es patente la consciencia que tienen dichos hablantes para el reconocimiento de constituyentes subsilábicos; por ejemplo, en sílabas que tienen codas, tales como dor.mir o ex.tra.ño, estas se mueven a la posición posterior a la sílaba insertada con el fonema /f/: do.for.mi.fir y e.fex.tra.fa.ño.fo.

De la misma forma, es claro que la vocal de la sílaba insertada es la misma que la sílaba anterior; en ese sentido, parece ser evidencia del reconocimiento de núcleos silábicos por parte de los usuarios de este juego. Las palabras que cuentan con diptongos muestran variación en las soluciones que pueden mostrar a partir de considerar solo las vocales principales de los núcleos o cada una de las vocales presentes; por ejemplo, idioma puede aparecer como i.fi.dio.fo.ma.fa, mostrando la duplicación de los núcleos de la vocal anterior, o como i.fi.di.fi.o.fo.ma.fa, exhibiendo no solo la copia de cada vocal de la palabra, sino también la inserción de un par de sílabas extra al doble esperado (ocho sílabas y no seis).

Un problema adicional concierne a las secuencias vocálicas, las cuales cuentan con una profunda variación de tipo social, estilístico y geográfico en el español mexicano respecto a la silabificación de las palabras que las presentan (Hernández, 2009; Hualde, 2013; López Villaseñor, 2020). Por ejemplo, las palabras línea y toalla pueden silabificarse como hiatos o diptongos, esto es, lí.ne.a o lí.nea y to.a.lla o toa.lla respectivamente; la puja entre una solución hiática y una diptongal8 puede reflejarse en la dificultad para generar las formas respectivas en IF: ¿li.fi.nea.fa o li.fi.ne.fe.a.fa? ¿toa.fa.lla.fa o to.fo.a.fa.lla.fa?

Otro hecho interesante es la falta de fidelidad con la forma acentual original de las palabras. En español mexicano se pueden atestiguar tres patrones acentuales posibles en las palabras: agudo (circu), grave (circulo) y esdrújulo (círculo), mientras que por la adjunción de enclíticos algunas palabras pueden manifestarse como sobreesdrújulas (cirlatelo).

Cuando todas estas palabras se traducen9 a su forma en idioma efe su patrón acentual es siempre grave, neutralizando pares mínimos acentuales: círculo, circulo, circucifircufulofo. Por otro lado, las palabras sobreesdrújulas, en las cuales existen sílabas extramétricas,10 al ser traducidas al idioma efe terminan acentuando dichas sílabas, ignorando por tanto su estatus de clíticos átonos: circúlatelocifircufulafatefelofo.11

El trabajo se organiza como se detalla a continuación. En la sección 2 se presentan los antecedentes al estudio de los juegos lingüísticos en distintas lenguas y en el ámbito hispánico, así como la descripción del IF en fuentes no especializadas. La sección 3 describirá la metodología y las distintas fuentes a partir de las cuales se obtuvieron los datos aquí analizados, mientras que en la sección 4 la identificación de dos estrategias posibles para traducir palabras al IF. La sección 5 abordará la problemática que implica la traducción de palabras que cuentan con secuencias vocálicas y la modificación de la estructura acentual, mientras en la sección de conclusiones se hará un resumen de lo expuesto, así como de un recuento de diversos tópicos que pueden ser explorados a futuro.

2. Antecedentes

En palabras de Hombert (1986) el estudio de los juegos lin­güís­ticos,12 entendidos como el uso lúdico de elementos estruc­tu­ra­les de alguna lengua determinada, resulta muy valioso para la ciencia lingüística debido a que representan un uso sociocultural inusual de la lengua, así como para contribuir a la tarea de descubrir estructuras lingüísticas a través de su uso y como forma de medir la “realidad psicológica” de elementos lingüísticos, tarea particularmente importante desde el marco de la teoría generativa (Chomsky y Halle, 1968).

El estudio de la manipulación lúdica de estructuras lingüísticas ha sido especialmente prolífico para el estudio de fenómenos de tipo prosódico y suprasegmental.13 Por ejemplo, Hombert (1986) describe un juego de la lengua bakwiri de Camerún en el cual se invierten las sílabas de palabras bisilábicas; la palabra “estómago” lùùŋɡá se invierte como ŋɡààlú, mostrando una conservación de la posición de la longitud vocálica y la configuración tonal de dicha palabra independiente a los segmentos de las sílabas conmutadas (Hombert, 1986; McCarthy, 1991). Observaciones como esta representan evidencia muy valiosa para marcos fonológicos no lineales, tales como la morfología prosódica (McCarthy, 2020) o la fonología autosegmental (Goldsmith, 1976).

Un tipo de juegos lingüísticos distintos son aquellos en los que no solo se explotan las estructuras, sino que se intercalan manipulaciones relacionadas con el significado para fines expresivos o humorísticos. Un ejemplo bien conocido en México es el albur,14 práctica que consiste en la producción de emisiones con contenido tabú, típicamente sexual, a través de frases y oraciones que son aparentemente comunes o inocentes explotando recursos como el calambur (techo blancote echo blanco), la metáfora (salchicha en vez de pene), elipsis frasales (agacharse (a realizar una felación)), entre otros.

En términos de función comunicativa, los juegos lingüísticos forman parte del conjunto de lenguas secretas, término impreciso que abarca códigos cuyo fin es excluir a un tercero de entender la conversación entre las personas que así lo quieran. En este grupo se incluyen jergas o criptolectos (lunfardo, polari), lenguas exclusivas de un grupo particular insertadas en el contexto de una lengua mayoritaria (lenguas romaníes, shelta), lenguas rituales conocidas solo por iniciados en los cultos correspondientes (damin, balaibalan) y las lenguas subrogadas (Bagemihl, 1988), que utilizan recursos de producción diferentes de la lengua hablada, distintos al aparato fonador (mazateco silbado, silbo gomero).

Esta definición se cruza también con el concepto de antilenguas propuesto por Halliday (1976), modalidades lingüísticas utilizadas por antisociedades, entendidas como un subconjunto antagonístico al conjunto social principal, y que se valen de modificaciones en todos los niveles lingüísticos (fonológico, léxico, gramatical y semántico) para resaltar ciertos elementos discursivos particulares.

En el ámbito hispánico se conoce la existencia de múltiples juegos lingüísticos que involucran la manipulación de la forma prosódica de las palabras. Un juego muy extendido es el denominado jerigonza, muy próximo al idioma efe15 y cuyo mecanismo incluye la repetición de las sílabas de una palabra, sustituyendo el inicio por el fonema /p/:16casacapasapa.Piñeros (1998) describe la existencia de jerigonzas con distintas reglas en Colombia, Costa Rica, Perú17 y España,18 sistematizando los mecanismos de formación a través del marco teórico de la morfología prosódica.

Otro juego bien conocido es el vesre argentino, juego que consiste en la inversión de sílabas; casasaca, lechechele. Los trabajos de Sorbet (2014, 2016a, 2016b) describen los mecanismos lingüísticos del vesre, incluyendo adaptaciones segmentales y las posibilidades de inversión que presentan palabras de más de dos sílabas: trabajojobatra, jotraba, batrajo, trajoba, bajotra.19 Existe otro juego argentino particular de la ciudad de Rosario denominado rosagasarino,20 en el cual se insertan dos sílabas con la forma -gasV antes de la sílaba final de la palabra, copiando la vocal de la sílaba precedente al infijo: casacagasasa, JorgeJogasorge, chiquitochiquigasito. Tal como se justificará más adelante, el uso del término infijo se utiliza debido a que se considera que se trata de un morfema con significado apreciativo/pragmático que interrumpe la forma segmental de las palabras donde ocurre.

No se ha encontrado ningún estudio especializado relacionado específicamente con el IF tal como ocurre en México, si bien basta con utilizar el término idioma efe en algún buscador web y encontrar múltiples descripciones y menciones en notas periodísticas y contenido en la web, tales como videos, entradas de blog y publicaciones en redes sociales. Muchos de esos recursos resultan bastante útiles no solo para conocer el fenómeno a partir de los usuarios del IF, sino también como una forma de obtener la traducción de palabras utilizando las reglas de dicho juego; en la siguiente sección se usarán datos de dichas fuentes para apoyar el análisis propuesto en este trabajo.

Es necesario comentar que buscando más información sobre el IF en la red y por comentarios de conocidos se encontraron ciertas referencias a juegos similares a este utilizados en México. Uno incluye la infijación de las sílabas -gara o -gada después de las sílabas de cada palabra: casacágara-ságara/cágada-ságada, José → Jógara-ségara, Jogara-ségafa, uno → úgara-nógara; úgada-nógada; este juego resulta interesante a partir de la acentuación ternaria distinta a los pies trocaicos binarios presentes en el ritmo del español.21 Otro juego parece utilizar los mismos mecanismos que el idioma efe, solo que se inserta el fonema /t∫/ en las sílabas reduplicadas: casacachasacha, sabrososachabrochosocho, bienbiechen.

Un juego más es mencionado por el video “Hablando en código: Hablar con la «F» y la «Chu» / Speaking Spanish in code” del canal cctméxico,22 en donde se menciona la existencia de un juego parecido a la jerigonza peruana: la inserción de la sílaba chu- antes de cada sílaba: casachucachusa, saludoschusachuluchudos.

3. Metodología

Los datos analizados en el presente trabajo provienen de tres fuentes principales. La primera es a partir de la toma de notas personales y discusiones con alumnos de las generaciones 2019 y 2020 de la clase Fonología no Lineal y de la generación 2017 del PIF “Análisis fónico de lenguas mexicanas”, ambos cursos impartidos entre 2019 y 2021 por parte del autor del presente artículo y en las cuales se motivaron discusiones relacionadas con el idioma efe y su posible análisis a través del modelo de la morfología prosódica para fines pedagógicos; muchas de las formas provienen de las aportaciones personales de los alumnos de dichos cursos así como de consultas con familiares y personas cercanas.

Es necesario comentar que en conjunto con las alumnas Natalia Ancheita y Abril González se diseñó un formulario web en junio de 2021 para consultar a distintas personas sobre aspectos sociales y lingüísticos del IF. No obstante, las respuestas resultaron muy poco sistemáticas, por lo que el autor consideró privilegiar la evidencia obtenida a través del habla espontánea y no de la escritura planeada para el presente estudio.23

La segunda fuente es el análisis de videos en las plataformas YouTube y TikTok en junio de 2022, en los cuales usuarios del IF exponen tanto el mecanismo de formación de palabras en IF como la emisión de discursos utilizando el IF. Las opiniones vertidas en dichos videos son bastante interesantes para conocer cómo hablantes no especializados en lingüística, si bien típicamente con formación escolar básica,24 dan cuenta de fenómenos lingüísticos específicos.

La tercera fuente es un conocido del autor que ha solicitado mantenerse en el anonimato y ha utilizado el IF por varias décadas con familiares cercanos.25 Sus habilidades de traducción resultan muy interesantes por la facilidad con la que puede expresarse a partir de su experiencia prolongada al IF así como por la disposición y paciencia para evaluar formas consultadas por parte del autor del presente texto. A lo largo del texto se hará referencia a él como ef.26 Con ef, de quien provienen la mayoría de los datos, se aplicó una estrategia de elicitación directa para la traducción de las formas en IF.

La sistematización de los datos se dio a partir del análisis final del fenómeno, eligiendo los ejemplos que permitieran mostrar mejor los mecanismos de los algoritmos que se propondrán en la sección 4. Se deben admitir las limitaciones de dicha aproximación; solamente se busca presentar una idealización analítica del fenómeno; el diseño de aparatos estandarizados, como el cuestionario mencionado anteriormente y un análisis extenso de las distintas estrategias utilizadas a partir de distintos grados de dominio del fenómeno, quedan fuera de los alcances de este trabajo.

4. Análisis del fenómeno

La explicación más simple para traducir al IF, y la otorgada típicamente por los usuarios que ya lo conocen, consta de dos pasos:27 dividir las palabras en sílabas y añadir una sílaba nueva a la derecha formada por /f/ y la vocal de la sílaba anterior. Este algoritmo suele ser suficiente para palabras cuyas sílabas no cuentan con coda (1):

(1) /ˈkasa/ [ˈka.sa] [ka.fa.ˈsa.fa] casa
/ˈot∫o/ [ˈo.tʃo] [o.fo.ˈtʃo.fo] ocho
/paˈlabɾa/ [pa.ˈla.βɾa] [pa.fa.la.fa.ˈβɾa.fa] palabra

Un primer problema surge al querer aplicar dicho algoritmo a palabras que cuentan con sílabas que tienen coda; el reto se resuelve moviendo la coda al final de la sílaba reduplicada (2):28

(2) /ˈkasas/ [ˈka.sas] [ka.fa.ˈsa.fas] casas
/ˈkortʃo/ [ˈkor.tʃo] [ko.for.ˈtʃo.fo] corcho
/eksˈtɾaɲos/ [eks.ˈtɾa.ɲos] [e.feks.ˈtɾa.fa.ɲo.fos] extraños

Al enseñar los principios básicos del idioma efe en los cursos arriba mencionados, varios alumnos llegaban a generar formas en las que las codas se conservaban en la sílaba original (cafasasfa, corfochofo)29 o se duplicaban junto con la vocal del núcleo (cafasasfas, corforchofo). Estas soluciones, si bien son interesantes, no fueron utilizadas por los alumnos más experimentados en el IF en las sesiones donde se trató el tema y de donde salieron varios de los ejemplos utilizados en el presente trabajo.

Una anotación importante es que en ningún lado se ha atestiguado la existencia de reduplicaciones de secuencias consonánticas complejas en inicio;30 por ejemplo, flor*floflor o primo*prifrimofo. Esta es tanto una prueba interesante de la consciencia fonológica que tienen los hablantes de la posición de inicio silábico, en el sentido que existe una regla generalizable a la sustitución de todo segmento en posición de inicio hacia /f/ en los reduplicantes.

El siguiente reto en la traducción surge con los diptongos y triptongos; existen dos soluciones atestiguadas ampliamente. La primera consiste en la copia de la vocal más sonora de cada sílaba en el reduplicante -fV, repartiendo las vocales no copiadas en posición previa a la vocal reduplicada en la sílaba original (3a) y las vocales subsecuentes después de la vocal reduplicada en la silaba original a la derecha de la vocal de la sílaba duplicada (3b), esto es, tienen un tratamiento similar al de las codas silábicas.

Los triptongos muestran un efecto mixto al ser traducidos a IF, al mantener la primera vocal no duplicada en la sílaba original y mover la segunda vocal no duplicada a la sílaba reduplicada:

(3) a. Mantenimiento de vocal previa a la vocal copiada en sílaba original:
/siˈerto/ [ˈsjer.to] [sje.fer.ˈto.fo] cierto
b. Movimiento de vocal subsecuente a la vocal copiada en reduplicante:
/ˈkausa/ [ˈkaw.sa] [ka.faw.ˈsa.fa] causa
c. Efecto simultáneo en sílaba con triptongos:
/ˈɡuei/ [ˈɡwej] [ˈɡwe.fej] güey

Esta es la estrategia utilizada por hablantes con más experiencia en el IF, y la más óptima en cuanto al hecho de que cada reduplicante corresponde a cada sílaba en la forma fonética de la palabra en español. A esta estrategia se le denominará idioma efe nuclear,31 en el cual se copian los elementos más sonoros de cada sílaba. Al igual que en el caso de las codas, personas expuestas por primera vez al IF pueden generar formas en las cuales el diptongo se mantenga en la posición original copiando solo la vocal más sonora (causa → caufasafa), una duplicación completa del núcleo (causa → caufausafa) o incluso una copia de la segunda vocal en diptongos decrecientes32 (causa→caufusafa); nuevamente, estas opciones no parecen presentarse en hablantes con mayor exposición al IF.

No obstante, otra estrategia bastante extendida, si bien claramente presente en hablantes con menor exposición o práctica del IF,33 es la estrategia aquí denominada idioma efe vocálico.34 Este algoritmo implica la inserción de sílabas después de cada segmento vocálico en la palabra, rompiendo la integridad secuencial de los diptongos y dando como resultado formas más largas que en el IFN (4):35

(4) /siˈerto/ [ˈsjer.to]. [si.fi.e.fer.ˈto.fo] cierto
/ˈkausa/ [ˈkaw.sa] [ka.fa.u.fuˈsa.fa] causa
/ˈɡuei/ [ˈɡwej] [ɡu.fu.e.fe.ˈi.fi] güey

La estrategia resulta irregular en el plano teórico debido a que la inserción de sílabas no responde a un dominio prosódico equivalente, esto es, otra sílaba, sino que hace referencia a un segmento con identidad vocálica. De la misma forma, es interesante que la traducción resulte en la reparación del estatus articulatorio de las vocales altas no reduplicadas que se encuentran en adyacencia a los elementos más sonoros de la sílaba, las cuales pasan de manifestarse como aproximantes no silábicas en las formas fonéticas base a vocales plenas silábicas.

Al consultar con ef qué percepción tenía de esta estrategia en particular, comentó que se entendía, pero resulta obvio que quien la usa es una especie de principiante en el IF. Por otro lado, tanto en el video “Como hablar en F - Hablando en F Parte 2/2” del canal de YouTube “Adriana Arunima”36 como en un video publicado en la plataforma TikTok subido por el usuario antonio.mazin con fecha del 17 de julio de 2021,37 se menciona explícitamente la posibilidad de utilizar tanto la estrategia nuclear como la vocálica, juzgando que las formas generadas por ambos algoritmos son “correctas”.

Resulta problemático asumir que el cálculo para traducir a IF utilizando el algoritmo del IFV se realice únicamente desde la forma superficial, ya que las vocales de los reduplicantes pasan de ser vocales en la representación subyacente a ser aproximantes en la forma superficial y posteriormente vuelven a ser vocales de nuevo en la forma en IF. La observación de ef con repecto a que las personas que utilizan la estrategia de IFV suelen percibirse como inexpertos en el manejo del idioma efe es relevante dado el perfil de dichos usuarios, normalmente jóvenes, cuentan con un grado de al­fa­betización mayor que el de generaciones anteriores. La consciencia fonológica se ve aumentada por la internalización de las representaciones ortográficas, la cual influencia la segmentación de consonantes y vocales de acuerdo con Zamudio Mesa (2008).

Esta observación se confirma a través del análisis del video “24 Horas HABLANDO en F !” del canal de YouTube Sir. Pablo.38 En dicho video un youtuber joven establece el reto de hablar todo un día en idioma efe; cabe decir que a lo largo del video utiliza las estrategias de traducción del idioma efe vocálico, mencionando incluso cerca del final del video que “pensaba que se tenía que hacer en cada vocal, pero no, me dijo Tsuyo [sic] y mi papá”, lo cual confirma que terminó siendo consciente de la estrategia de traducción a IF que utilizó en la grabación.

A lo largo del video produce varias formas que demuestran que el análisis de estas se da a partir de la identificación de las vocales ortográficas de las palabras y no de las vocales en la representación superficial. Por ejemplo, las palabras que y quiero las llega a producir como cufuefe y cufuifieferofo, reduplicando una /u/ ortográfica no existente en la forma fonológica; de la misma forma, la palabra spaghetti es producida como espafaguefetigi, ignorando por completo la vocal /e/ epentética presente en la forma superficial de dicha palabra.

Por otro lado, las palabras estoy, soy, hoy y muy las produce de la forma que se espera en idioma efe núclear y no en idioma efe vocálico: efestofoy, sofoy, hofoy y mufuy y no efestofoifi, sofoifi, hofoifi y mufuifi. La falta de reduplicación de la /i/ final en dichas palabras se explica fácilmente por la identificación de tal sonido como una consonante y no como una vocal a partir de la grafía y.

Es relevante mencionar que se localizó una disputa respecto a ambas estrategias en la página de Facebook “La gramática del meme”, espacio administrado y frecuentado por alumnos de lingüística y literatura, tal como se puede observar en la figura 1.

Lo interesante de este ejemplo radica no solo en el reconocimiento de las dos estrategias de traducción al IF, sino también en observaciones metalingüísticas muy valiosas, tales como la identificación del IFN y el IFV como variantes lingüísticas por parte de uno de los participantes en la conversación. Describir como variación lingüística la existencia de ambas estrategias resulta muy interesante; es probable que la falta de una norma fija se explique a partir del carácter antilingüístico39 inherente al IF.

Sorbet (2014) también reconoce más de una estrategia posible para la formación de palabras cuya forma fonológica puede resultar adversa a la aplicación simple de la inversión de las sílabas constituyentes de las palabras en el vesre argentino. En el caso de las palabras trisilábicas, se observa una preferencia general hacia la conmutación absoluta de las sílabas, esto es, la última sílaba pasa a la primera posición y la primera sílaba a la última posición, conservándose la sílaba intermedia en el mismo lugar (trabajojobatra).

Si bien el mecanismo del vesre y el IF son distintos, existe un importante paralelismo tanto en la existencia de múltiples estrategias como en el reconocimiento de un conjunto de operaciones preferidas dentro de un mismo tipo de algoritmo, que en el caso del vesre es denominado vesre regular.

El vesre regular se resume a un cálculo en el cual una secuencia de sílabas de cualquier longitud se invierte completamente (σ1σ2σ3…σN → σN…σ3σ2σ1), por lo que el algoritmo únicamente hace referencia a las sílabas tanto en su forma base como en su forma resultante; el idioma efe nuclear requiere un cálculo en el cual se inserte un reduplicante de forma fV después del segmento más sonoro de la sílaba identificada (CV.CVV.CVV40→ CV.fV.CVV.fV.CV.fVV).

Figura 1 Intercambio de observaciones entre la traduccion de idioma utilizando IFV o IFN 

Ambas estrategias resultan menos complejas respecto al número de procesos realizados en comparación a las otras estrategias observadas. Por ejemplo, en el vesre no regular el algoritmo implica la inversión de una sílaba en una posición específica a otra (σ1σ2σ3…σN → σ1σNσ2σ3…, σNσ1σ2σ3…, σ1σ2…σNσ3, etc.),41 mientras que el idioma efe vocálico requiere el análisis de segmentos individuales de tipo vocálico para la inserción de sílabas.

En ambos casos, el algoritmo necesita hacer referencia no solo a un proceso general (inversión, reduplicación)42 o un solo dominio fonológico (sílaba), sino que también requiere el conocimiento de una posición específica (primera posición a última posición, tercera posición a primera posición) o la consideración de más de un dominio fonológico (sílaba o segmento), así como la identificación de la identidad específica de un segmento (vocal). Es patente que la adjunción de reglas tan específicas resultan en una carga cognitiva mayor para el usuario de tales algoritmos, por lo que tanto el vesre regular como el idioma efe nuclear representan instancias simplificadas óptimas para la codificación de dichos juegos.

El presente trabajo propone que la traducción a idioma efe se trata de una operación de infijación reduplicativa, esto es, inserta material segmental dentro de la estructura de la palabra copiando material previamente existente en ella. Esta explicación fue propuesta por primera vez por McCarthy (1991) para dar cuenta de mecanismos presentes en múltiples juegos lingüísticos y propone que en todos los casos donde existen reduplicantes internos a palabras con material copiado de la sílaba base, se trata de la inserción de estructuras combinadas entre el nivel melódico y elementos de las gradas segmentales junto con la propagación de elementos de dichos niveles.43 44

Un dictaminador anónimo apuntó a la necesidad de explicar el uso del término infijo en esta propuesta en vez del de interfijo, el cual refiere a material segmental sin ningún significado asociado. Si bien parece que en IF el reduplicante no parece contribuir a primera vista con un significado extra sino solo con material segmental, McCarthy (1991) justifica el uso del término aduciendo que “[los infijos reduplicantes en] un langage secret ne diffère de la morphologie ordinaire qu’en ce que sa «morphologie» est dénuée de sens-elle nˈapporte aucune contribution au sens, ou bien cette contribution est toujours de nature affective”; esto es, se asume que la contribución de significado del infijo reduplicante es de naturaleza apreciativa o pragmática, similar a la que aporta el infijo diminutivo -it- en español. El significado de los infijos es en sí mismo la función principal del IF, esto es, el encubrimiento del mensaje entre los interlocutores.

Estrictamente hablando, en IF existen también sufijos, los cuales se adjuntan a la última sílaba de todas las palabras acabadas en vocal; de hecho, desde una postura afín a la propuesta de alineamiento generalizado (McCarthy y Prince, 1993), el infijo -fv se trataría de un sufijo que se adjunta a una sílaba, si bien es problemático el hecho de que esta teoría no considera posible la adjunción a un elemento con una identidad segmental particular, como parece ser el caso para el IF.

Se asume que la operación de traducción a idioma efe implica tres pasos tanto en el IFN como en el IFV. El primer proceso es ligeramente distinto en los dos algoritmos tratados; para el IFN el primer paso implica el reconocimiento de los segmentos más sonoros de las sílabas (figura 2), mientras que en el IFV se reconocen todas las vocales de la palabra a traducir. De forma interesante, no parece necesario proponer el análisis de sílabas para el IFV debido a que la identidad de los elementos reconocidos se puede dar tanto en la representación mental como en la forma externa, por lo que no es claro si la forma analizada en este primer paso se trata de la forma subyacente o de la forma superficial (figura 3).

El segundo paso en ambas estrategias implica la inserción de un infijo -CV- después del núcleo identificado en el caso de IFN (figura 4) o de la vocal identificada en el caso del IFV (figura 5), así como una nueva grada consonántica, la grada efe, en la que se encuentra un único elemento: el fonema /f/.

Figura 2 Reconocimiento de silabas y segmentos mas sonoros de la palabra cielitos en IFN 

Figura 3 Reconocimiento de vocales de la palabra cielitos en IFV 

El último paso implica por un lado la propagación a la derecha de los elementos de la grada vocálica hacia los elementos V vacíos de la grada vocálica, así como la propagación del elemento /f/ en la grada efe hacia cada uno de los elementos C vacíos en la grada consonántica. Este proceso da como resultado las formas superficiales atestiguadas tanto en IFN como en IFV (figuras 6 y 7).

En resumen, la operación de infijación reduplicativa para generar formas en idioma efe se trata del ensamble entre los elementos de la palabra a traducir presentes en las gradas consonántica, melódica y vocálica con la introducción de infijos con forma CV en la grada melódica y la grada efe por parte del algoritmo de traducción tanto del IFN como del IFV (figura 7).

Figura 4 Infijación del reduplicante CV después de los núcleos silábicos (V) y de la grada efe en IFN 

Figura 5 Infijacion del reduplicante CV despues de los nucleos vocalicos (V) y de la grada efe en IFV 

Figura 6 Asociacion por propagacion de /f/ y los nucleos vocalicos de la base hacia los infijos reduplicantes en IFN 

Figura 7 Asociacion por propagacion de /f/ y las vocales de la base hacia los infijos reduplicantes en IFV 

5. Cuestiones problemáticas: secuencias vocálicas y estructura acentual

En esta sección se tratarán dos temas que resultan complicados al momento de querer predecir formas generadas en idioma efe. El primer tópico que se tratará es qué forma adoptan los reduplicantes en idioma efe nuclear que siguen a secuencias vocálicas distintas a los diptongos (o triptongos) formados por una vocal y una vocal alta subsecuente y/o antecedente, mientras que el segundo tiene que ver con tratar de responder por qué todas las formas traducidas a idioma efe emergen como palabras con un patrón acentual grave y no conservan el acento en la posición original de la palabra traducida.

Tal como se describió en la sección previa, el mecanismo que utiliza el idioma efe nuclear es la inserción del reduplicante -fV, siendo V la copia del elemento más sonoro de la sílaba, cuando este es el elemento que, dada una secuencia de segmentos exhibe la mayor intensidad acústica, entendida como la cantidad de flujo de aire que recorre el aparato fonador.45 Junto con las vocales acentuadas, los elementos más sonoros representan el centro desde el cual se agrupan las sílabas a partir de la unión de estos con el resto de los constituyentes subsilábicos.

Un punto interesante surge con la determinación de la reduplicación de las secuencias vocálicas, las cuales pueden ser hetero o tautosilábicas, estas últimas denominadas diptongos. Para el español general se ha descrito que los diptongos (y triptongos) deben de estar formados por una vocal de cualquier altura más una vocal alta átona precedente o subsecuente (Hualde, 2013), y se considera que cualquier otro tipo de secuencias son hiatos, esto es, secuencias heterosilábicas.

No obstante, en español mexicano existen secuencias tautosilábicas como /ae/ en aeropuerto o /eo/ en peor. Por tanto, en español mexicano los diptongos (y triptongos) deben de estar formados por una vocal de cualquier altura más una vocal átona de la misma o menor altura precedente o subsecuente. Esto crea diferencias entre secuencias superficiales de vocales no altas idénticas que difieren entre ser tautosilábicas o heterosilábicas a partir de diferencias en la posición del acento, las cuales no se reflejan del todo en la ortografía: peor → [ˈpe̯or],46video → [bi.ˈðe.o], aéreo → [a.ˈe.ɾe̯o].

Cabe decir que muchos hablantes de español mexicano normalizan los diptongos con vocales no altas hacia diptongos con vocales altas (Hernández, 2009; López Villaseñor, 2020), cambiando las vocales subordinadas hacia altas, conservando su anterioridad y redondeamiento: pasearpasiar, leotardoliotardo, aéreoaerio, aeropuertoairopuerto ,47peorpior.48

Dicho fenómeno está estigmatizado a partir de prejuicios sociales y la imposición de una norma panhispánica de corte prescriptivo que considera incorrectas49 tales soluciones a través de la educación formal y los medios de comunicación, llegando a provocar no solo su evitamiento sino fenómenos de ultracorrección (copiarcopear) o de ultrasilabificación50 51 (leon.ci.tole.on.ci.to).

No hay un patrón único, y la variación existente entre las formas esperadas a partir de los procesos de silabificación aquí propuestos, las formas diptonguizadas, las formas ultracorrectas y las formas ultrasilabificadas dependen de cuestiones sociolingüísticas y estilísticas fuera de los alcances del presente trabajo.

La existencia de los diptongos formados por vocales no altas se puede confirmar a partir de la manera en que hablantes experimentados en el uso del idioma efe nuclear traducen palabras con dichas secuencias vocálicas. En la búsqueda realizada a través de recursos web, solo se localizaron dos ejemplos de dichas palabras de alguien que exhibe un manejo fluido del IFN en el canal de Youtube de Adriana Arunima.52

Dicha youtuber traduce troceado como trofoceafadofo y video como vifidefeofo; en el primer caso, la secuencia /ea/ se analiza como tautosilábica, hecho que se comprueba por la propagación de la /a/ sin la inserción de un reduplicante correspondiente a /e/, mientras que en video la secuencia /eo/ se analiza como heterosilábica, debido a que cada vocal da lugar a dos reduplicantes distintos.

Por otro lado, se buscó obtener más evidencia a partir de la consulta con EF. Los resultados de dichas formas se detallan en la tabla 1.

Tabla 1 Elicitación de formas en IFN 

PALABRA TRADUCCIÓN A IFN
casa [ka.fa.ˈsa.fa]
anónimo [a.fa.no.fo.ni.fi.ˈmo.fo]
camión [ka.fa.ˈmjo.fon]
pasar [pa.fa.ˈsa.far]
tenía [te.fe.ni.fi.ˈa.fa]
leotardo [ljo.fo.ta.far.ˈðo.fo]
aéreo [a.fa.e.fe.ˈɾjo.fo]
aeropuerto [a.fa.e.fe.ɾo.fo.pwe.fer.ˈto.fo]
pausa [pa.faw.ˈsa.fa.]
peor [pe.fe.ˈo.for]

Se puede observar que la secuencia /eo/ presente en la traducción de la palabra leotardo y en la de aéreo emergen como diptongos, y es claro que se analizan como secuencias tautosilábicas, ya que solo se atestigua un reduplicante para la segunda vocal. Por otro lado, las formas que se obtuvieron para aeropuerto y peor muestran un análisis tautosilábico de las secuencias /ae/ y /eo/.

Al consultar con EF, qué tan bien le parecía la forma [a.fae̯o.fo.pwe.fer.ˈto.fo] para aeropuerto con respecto a la forma que él produjo, comentó que le parecía mejor, y que en ocasiones le costaba saber cómo se pronunciaban palabras largas en idioma efe. Por otro lado, al consultarle sobre la forma [ˈpe̯o.for] para peor en vez de [pe.fe.ˈo.for], expresó que no le sonaba mal pero prefería la segunda. Este hecho sugiere que para ef la palabra peor se analiza mejor con dos sílabas que con una.

Al consultar con ef en otra ocasión sobre qué palabra entendía si alguien le decía en IF la forma [ˈpjo.for], utilizando la solución diptongal que él mismo exhibió en otras palabras, comentó que hace referencia a la forma pior, que sabe que significa peor pero que así no se debe pronunciar. Este hecho deja patente que ef cuenta con un grado alto de consciencia sobre esta forma en particular, decidiéndose por la forma ultrasilabificada con el fin de evitar la producción estigmatizada a partir de un tratamiento fonológico distinto.

Un último aspecto relacionado con los diptongos y su relación con el idioma efe son aquellos formados por la secuencia de dos vocales altas adyacentes. Algunas palabras resuelven la cuestión de asignación de la posición de núcleo a partir de la asignación de acento a uno de los dos elementos vocálicos, subordinando el átono a un mismo núcleo. Este es el caso de las palabras muy y fui, idénticas respecto a la secuencia vocálica superficial pero distintas respecto a la posición del acento; en muy el acento recae en /u/ subordinando a la /i/53 subsecuente, mientras que en fui el acento se encuentra en la /i/, subordinando a la /u/ antecedente.

No obstante, de acuerdo con Harris (1975) en palabras como ciudad, viuda, ruido o cuidado no es claro en dónde cae el acento en las vocales de los diptongos formados por dos vocales altas, resultando válidas e indiferentes para los hablantes formas superficiales donde cualquiera de las dos vocales fungieran como núcleo del diptongo: [ˈbju.ða] o [ˈbiw.ða].

Con el fin de probar cuál de las vocales es preferida como núcleo en estas secuencias, se solicitó a EF que tradujera las palabras indicadas en el párrafo anterior. En la tabla 2 se detallan los resultados.

Tabla 2 Elicitación de formas en IFN con secuencias de dos vocales altas 

PALABRA TRADUCCIÓN A IFN
muy [ˈmu.fuj]
fui [ˈfwi.fi]
ciudad [sju.fu.ˈða.fat]
ruido [rwi.fi.ˈðo.fo]
viuda [bju.fu.ˈða.fa]
cuidado [kwi.fi.ða.fa.ˈðo.fo]

Todas las formas producidas por EF confirman las observaciones realizadas en los párrafos anteriores; en secuencias donde una de las dos vocales cuenta con el acento predeterminado esta es la que aparece en el reduplicante, mientras que en el resto es la segunda vocal la que se reduplica.

No obstante, se consultó también con EF cómo le sonaban formas alternativas, esto es, donde el reduplicante contuviera la otra vocal del diptongo. [ˈmwi.fi] y [ˈfu.fuj] fueron descartadas en automático, [ru.fuj.ˈðo.fo] y [ku.fuj.ða.fa.ˈðo.fo] le sonaron raras pero aceptables y [si.fiw.ˈða.fat] y [bi.fiw.ˈða.fa] le parecieron igual de válidas que las formas propuestas por él.

Estos hallazgos confirman la observación de Harris (1975) respecto a la posibilidad de que cualquiera de las dos vocales funja como núcleo, pero las formas reduplicadas de EF parecen dar cuenta de la preferencia por que sea la segunda vocal del diptongo la que ocupe el papel de núcleo, esto a partir de encontrarse en la posición donde la sonoridad se mantiene desde la vocal anterior.

Por último, es necesario dar cuenta del porqué todas las formas generadas en idioma efe cuentan con un patrón de acentuación grave, esto es, en la penúltima sílaba. El español mexicano es una lengua de acento léxico libre ligado de acuerdo con la tipología propuesta en Gordon (2011a); esto es, el dominio prosódico de ocurrencia del acento es la palabra fonológica (léxico), el acento no es predecible a partir de la aplicación de un algoritmo fonológico, ya que forma parte de la representación subyacente de las palabras (libre), y solo puede ocurrir en la ventana acentual correspondiente a alguna de las tres últimas sílabas de las palabras (ligado).

Esta condición es la que explica los tres patrones acentuales descritos en la tradición hispánica: esdrújulo, grave y agudo, distinguiéndose a partir de la posición silábica dentro de la palabra en la que recae el acento: antepenúltima, penúltima o última respectivamente. Este hecho permite que en español existan pares mínimos acentuales, esto es, palabras que cuentan con un arreglo segmental idéntico, pero con un patrón acentual y un significado distinto, ya sea léxico o gramatical; por ejemplo, papa vs. papá, sabana vs. sábana, círculo vs. circulo vs. circuló,54revolver vs. revólver, etc.

Todas las formas generadas por la traducción a idioma efe emergen siempre como graves, esto es, el acento aparece en la penúltima sílaba, o, dicho de otra forma, en la última sílaba de la palabra original: cásacafasáfa, camióncafamiófon, cálculocafalcufulófo. Este hecho hace que las traducciones de pares mínimos acentuales emerjan como formas idénticas, esto es, neutralicen la oposición fonológica por acento con la que contaban originalmente: papa, papápafapáfa, sábana, sabanasafabafanáfa, revolver, revólverrefevofolvéfer, etc.

Una primera explicación para este fenómeno es que, si las formas conservaran el acento en su posición original, las traducciones resultantes para palabras cuya forma original sea grave o esdrújula incurrirían en una violación a la restricción impuesta por la ventana acentual del español, esto es, que el acento únicamente puede ocurrir en alguna de las últimas tres sílabas de la palabra: pérro → *péferrofo, esdrújulo → *efesdrúfujufulofo.

La generación de formas graves evita por tanto el surgimiento de patrones acentuales prohibidos en español; dicho de otra forma, se sacrifica la fidelidad de la forma acentual original para poder respetar la restricción de la ventana acentual.55 Este desplazamiento de acento también sucede en palabras del español que pueden llegar a incurrir en violaciones a la ventana acentual; por ejemplo, el plural de la palabra régimen llega a ser generado por los hablantes como regímenes, existiendo un desplazamiento acentual hacia posiciones permitidas por la ventana acentual.

Las únicas formas que se salvan de dicho desplazamiento acentual a partir de la posición original son las agudas, tanto mono como multisilábicas: pánpáfan, campeóncafampeófon, algodónafalgofodófon. Si bien en estas formas el acento se conserva en su posición original, el patrón acentual original de la palabra se ve igualmente afectado; esto es, teóricamente podría haber una conservación del patrón acentual original de la palabra, aunque no necesariamente de la posición en la que ocurre, tanto en palabras agudas como esdrújulas: pán → *pafán, rápido*rafapifídofo. Este hecho prueba que todas las formas generadas en IF deben emerger como graves.

Una segunda explicación a este fenómeno tiene que ver con el ritmo del español mexicano, término que recibe el subsistema encargado de asignar acentos secundarios a las palabras a partir de la formación de pies trocaicos. De acuerdo con la tipología de Gordon (2011a), el español mexicano es una lengua con acento secundario rítmico, en el cual los acentos secundarios se asignan en forma de oleadas hacia la izquierda56 a partir del acento principal de la palabra fonológica. Por obvias razones, los acentos secundarios solo se observan en palabras con más de dos sílabas a la izquierda de la sílaba o en palabras a las que se les han adjuntado proclíticos (5).

(5) /antikonstitusiˈonal/ [ˌan.ti.ˌkons.ti.ˌtu.sjo.ˈnal] anticonstitucional
/antikonstitusionalˈista/ [an.ˌti.kons.ˌti.tu.ˌsjo.na.ˈlis.ta] anticonstitucionalista
/koɾasˈon/ [ˌko.ɾa.ˈson] corazón
/paɾa=tu=koɾasˈon/ [paˌ.ɾa.tuˌko.ɾa.ˈson] para tu corazón

Este ritmo resulta en la formación de pies trocaicos (6), unidades prosódicas binarias que consisten en la agrupación de dos sílabas, en donde la primera es siempre más prominente que la segunda en términos acentuales; este patrón se puede describir también como fuerte-débil. Es por eso que a las sílabas fuertes de los pies trocaicos se les asignan acentos secundarios, así como por el hecho de que las palabras fonológicas solo pueden contar con uno y solo un acento primario.58

Los pies trocaicos se representan utilizando paréntesis que agrupan las sílabas en cuestión (ˌσ.σ)(ˈσ.σ) (6). En español mexicano las sílabas que no alcanzan a entrar a un pie trocaico se ligan prosódicamente al pie adyacente; en el caso de las sílabas que quedan a la izquierda de la cadena de pies, en ellas se forma un pie degenerado, en el cual no se asigna ningún acento secundario ((σ)(ˌσ.σ)(ˈσ.σ)) pero que potencialmente puede formar un pie, por ejemplo, en el caso de la adjunción de un enclítico (σ=(σ)(ˌσ.σ)(ˈσ.σ) → ((ˌσ.σ)(ˌσ.σ)(ˈσ.σ))). En cambio, las sílabas que quedan a la derecha de la cadena de pies se consideran extramétricas (<σ>), ya que nunca pueden recibir acento secundario ((ˌσ.σ)(ˈσ.σ)< σ>); este es el caso de los enclíticos que dan lugar al surgimiento del patrón acentual sobreesdrújulo.

Por otro lado, las sílabas que cuentan con acento principal pero no cuentan con otra sílaba a la derecha forman pies incompletos, los cuales sí que cuentan con una sílaba fuerte pero no cumplen con el binarismo esperado ((ˌσ.σ)(ˈσ)).59

(6) (ˌan.ti).(ˌkons.ti).(ˌtu.sjo).(ˈnal) anticonstitucional
(an).(ˌti.kons).(ˌti.tu).(ˌsjo.na).(ˈlis.ta) anticonstitucionalista
(ˌko.ɾa).(ˈson) corazón
(pa).(ˌɾa.tu)(ˌko.ɾa)(ˈson) para tu corazón

El surgimiento de pies trocaicos explica no solo el patrón acentual y rítmico del español, sino también en parte la preferencia que el español tiene por palabras bisilábicas de tipo grave, al menos en sustantivos y verbos (Hualde, 2013); de la misma forma, en ciertos procesos morfofonológicos que implican la reducción de palabras largas, tales como el truncamiento o la formación de hipocorísticos (Estrada, 2015), se atestigua la preferencia de los hablantes de español por palabras con acento grave: facultádfácu, MaríaMáry, RobértoBéto, etc.

Todas las formas en idioma efe traducidas a partir de palabras que tienen más de dos sílabas no solo aparecen como formas con acento grave, sino que además cuentan con acentos secundarios predecibles a partir de la asignación de pies trocaicos. Debido a que los reduplicantes provocan siempre que toda palabra traducida a IF cuente con un número par de sílabas, resultan en el contexto perfecto para la asignación de los dominios rítmicos del español mexicano, evitando incluso la aparición de pies degenerados o pies incompletos; en ese sentido, el IF cuenta con un efecto analógico a partir de la sobregeneralización de los patrones acentuales y prosódicos del español mexicano (7), ignorando tanto la posición original como el patrón acentual de las palabras traducidas.60

(7) (ˈso.fol) sol
(ˌo.fo).(ˈxo.fo) ojo
(ˌka.fan).(ˈsjo.fon) canción
(ˌme.fe).(ˌxi.fi).(ˈko.fo) México
(ˌa.fa).(ˌpe.fes).(ˌto.fo).(ˈso.fo) apestoso
(ˌe.fes).(ˌta.fa).(ˌði.fis).(ˌti.fi).(ˈka.fa) estadística
(ˌa.fan).(ˌti.fi).(ˌko.fons).(ˌti.fi).(ˌtu.fu.).(ˌsjo.fo).(ˈna.fal) anticonstitucional

El proceso de sobregeneralización prosódica existente en las formas generadas en IF es tan fuerte que incluso sílabas extramétricas en las palabras traducidas, que incluyen todas las palabras consideradas sobreesdrújulas en las descripciones tradicionales, tales como las que contienen enclíticos,61 pierden su estatus extramétrico y forman su propio pie trocaico, pudiendo recibir el acento principal de la forma traducida al encontrarse en el extremo derecho de la cadena de pies (8).

(8) (ˌda.fa).(ˈle.fe) dale
(ˌda.fa).(ˌme.fe).(ˈlo.fo) dámelo
(ˌka.fa).(ˌʝa.fa).(ˈte.fe) cállate

Por tanto, el proceso de traducción a IF implica la pérdida de la información acentual en las palabras fonológicas, en el sentido que no se conserva ni la posición original del acento, ni el patrón acentual original, como en los clíticos, ya que al asignarse al dominio pie, pierden su estatus de extrametricidad original.

Una interpretación distinta, sugerida por uno de los dictaminadores, es que a diferencia del español, el IF es una lengua de acento léxico demarcativo indiferente a la cantidad siguiendo la tipología de Gordon (2011a), esto es, una lengua donde el acento siempre recae en la misma posición, la cual se determina de antemano y no forma parte de la representación subyacente.

La pérdida de información lingüística a partir de la forma original no es extraña a otros juegos lingüísticos o lenguas secretas; por ejemplo, en la forma silbada de lenguas tonales como el mazateco o el chinanteco, la identidad segmental de las palabras transmitidas se pierde por completo, o también, la reducción de contrastes consonánticos del español canario en el silbo gomero (Hasler, 2005).

Los tópicos tratados en esta sección han mostrado cómo el idioma efe nos permite conocer y confirmar aspectos particulares de la gramática fonológica del español mexicano, por un lado, confirmar la existencia de un inventario de diptongos más extenso que en otros dialectos hispánicos, con todas las implicaciones que se desprenden de este tema en el dominio silábico. Por otro lado, cómo las formas acentuales resultado de la traducción a IF muestran de forma ejemplar el rítmo trocaico, y cómo este se impone sobre la información acentual de palabras y clíticos.

6. Conclusiones

A lo largo del presente trabajo se ha buscado describir el idioma efe desde un punto de vista lingüístico, así como contribuir a la discusión de varios temas de corte teórico relacionados con dicha descripción. En principio, se destaca el reconocimiento de dos estrategias diferenciadas, el idioma efe nuclear y el idioma efe vocálico. De la misma forma, se destaca el proceso morfofonológico que implica la inserción de los infijos reduplicantes a partir del ensamble morfológico entre infijos de forma -CV- junto con la introducción de la grada f y la posterior asociación entre las distintas gradas.

Por otro lado, los reduplicantes en la estrategia del idioma efe nuclear permiten atestiguar la existencia de un inventario de diptongos más rico que el propuesto para el español general a partir de las tendencias antihiáticas del español mexicano.

Con respecto al acento, el idioma efe dota a las formas generadas con el patrón de acentuación grave, esto es, acentuando la penúltima sílaba de las palabras. Esto responde tanto a la necesidad de evitar formas que incurran en una violación a la ventana acentual como a la aplicación sobregeneralizadora del ritmo trocaico presente en el español mexicano. Se considera necesario corroborar dichas cuestiones con evidencia de carácter acústico y cuantitativo.

De la misma forma, se reconoció que además de la sílaba, los hablantes reconocen los lindes de palabra fonológica. No obstante, en el presente trabajo no se llegó a reconocer qué modificaciones pueden existir en dominios prosódicos superiores tales como la frase fonológica o la frase entonativa, ni tampoco qué es lo que sucede con la expresión de curvas entonativas que codifiquen información de tipo pragmático o ilocutivo.

Se reconoce abiertamente que la reflexión relacionada con los aspectos sociales y de uso estuvo en su mayor parte ausente del presente trabajo. La explicación, que no pretende ser justificación, se relaciona con la dificultad de observar de primera mano interacciones espontáneas en idioma efe.

De la misma forma, se considera que la naturaleza de los datos analizados no es la mejor. Esto se podría resolver a partir del análisis de datos recolectados en un corpus diseñado para obtener una muestra más amplia del idioma efe, a partir del cual se pueden tanto confirmar o refutar muchas de las propuestas aquí expuestas, como estudiar la correlación de ciertos fenómenos de variación estructural en cuanto las estrategias de traducción del idioma efe con la identificación de factores de tipo social con respecto a su uso.

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1Este trabajo surgió a partir de un conjunto de notas y observaciones recabadas en distintos cursos de la matería Fonología No Lineal que el autor impartió en la Licenciatura de Lingüística de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, así como de intercambios y retroalimentación con los alumnos de dichas clases. Mi más grande agradecimiento a todos los estudiantes que apoyaron a la reflexión que dio lugar al presente artículo, particularmente a Natalia Ancheita, Abril González y Fernando Baca.

2Agradezco todas las observaciones realizadas por el dictaminador anónimo a la primera propuesta de este texto, las cuales han permitido mejorar la discusión del presente trabajo. Cabe decir que cualquier error u omisión es completa responsabilidad del autor.

3El autor ha confirmado de primera mano el uso del idioma efe en el centro del país, la región ístmica (Veracruz, Tabasco y Chiapas) y el occidente del país (Jalisco y Michoacán). Un dictaminador anónimo ha apuntado que no ha escuchado el uso de este juego ni en el norte o el sureste del país, por lo que queda abierta la cuestión del alcance del fenómeno en la totalidad de México.

4Para los fines descriptivos actuales, la definición de palabra no se limita al dominio fonológico-acentual o el morfosintáctico, dado que el doblado de sílabas ocurre sobre todas las sílabas presentes en los actos discursivos en los que se utiliza el idioma efe. Un dictaminador anónimo apunta a que la definición de palabra es relevante en otros juegos lingüísticos, tales como el vesre descrito en la sección 3, el cual implica la conmutación de orden de sílabas de palabras morfológicas, por ejemplo, la leche → la chele y nunca chele la; esto excluye automáticamente a la palabra fonológica como un dominio que pueda explicar el proceso, ya que el clítico la forma parte del mismo dominio fonológico.

5IF a partir de ahora.

6Tal como se detallará en la sección 2, existen otros juegos similares en México y en el resto de los países hispanófonos.

7Esto se puede contrastar con el hecho de que la mora, otra unidad perteneciente a la jerarquía prosódica (Nespor y Vogel, 2007), no parece jugar un rol activo en ningún proceso fonológico del español mexicano, a diferencia de lenguas como el zapoteco del Valle (Arellanes, 2009; Chávez Peón, 2010), en que las moras juegan un rol fundamental en la configuración prosódica de las raíces léxicas y la manifestación fonética derivada de las interacciones existentes entre el tono y la fonación no modal.

8Como se expondrá más adelante, la variación en el español mexicano donde las secuencias vocálicas de palabras como toalla o línea son silabificadas, ya sea como hiatos o como diptongos, cuenta con una fuerte influencia normativa a favor de la primera solución.

9A partir de este momento y a lo largo del trabajo se utilizará el verbo traducir como sinónimo del cambio entre una palabra del español mexicano y el idioma efe.

10En español mexicano las sílabas postónicas siempre son extramétricas, esto es, no participan en la asignación rítmica de acentos secundarios. Esto contrasta con otros dialectos hispánicos, como el europeo o argentino, en donde palabras como dámelo o cómetelo reciben un acento secundario: [ˈda.me.lo] vs. [ˈda.me.ˈlo], [ˈko.me.te.lo] vs. [ˈko.me.ˈte.lo].

11Una sugerencia analítica mencionada por un dictaminador anónimo es que, desde un punto de vista de un análisis por jerarquía de restricciones, como TO, el español mexicano y el IF difieren en el hecho de que en el primero la no acentuación de los clíticos domina la tendencia a que todas las palabras cuenten con un patrón acentual grave, mientras que en el IF el patrón grave dominaría a la no acentuación de los clíticos; en ese sentido, el IF y el español no cuentan con las mismas reglas prosódicas. En la sección 5 se ampliará el tratamiento del tema y se propondrá una explicación basada en la restricción de la noción de ventana acentual del español.

12 Bagemihl (1988) denomina a estas modalidades lingüísticas ludlings (ludic-languages: lenguas lúdicas), definiéndolas como sistemas lingüísticos alternos a una comunidad de habla particular en la cual existen modificaciones de tipo fonológico y morfológico. Distingue estos sistemas de lo que él denomina surrogate languages (lenguas subrogadas), sistemas alternos a las lenguas habladas que se valen de fuentes de sonido alterno a la producción típica en el sistema fonador, tales como lenguas silbadas o comunicación por tambores.

13Se remite al interesado en explorar con más detalle el tema tratado a la entrada “Sum: Language games” compilada por Jones (1994) del blog Linguist List, en que se encuentra una lista de estudios enfocados en la descripción de juegos lingüísticos en lenguas de todo el mundo. Otros fenómenos similares bien conocidos en lenguas mayoritarias incluyen el Pig Latin en inglés, la lingua do p en portugués brasileño o el verlan en francés, entre muchos más.

14Hay múltiples trabajos que se han encargado de describir el mecanismo del albur en el español de México. Se recomiendan particularmente los trabajos de Rivera Jordán (2010), Rodríguez Plascencia (2015) y Romo Juárez (2020).

15Es probable que provengan de una misma fuente histórica. No obstante, la investigación que demuestre el origen común a partir de un idioma protoefejerigonza queda fuera de los límites del presente trabajo.

16Esta estrategia es idéntica a la lingua do p, juego lingüístico utilizado en el portugués de Brasil.

17En la variante peruana de la jerigonza se inserta una sílaba cha- la sílaba duplicada se sitúa antes de la sílaba original, sin copiar la vocal nuclear: maestrochamachaeschatro (Piñeros, 1998).

18En la web se puede encontrar referencias al uso de la jerigonza también en Chile.

19La conmutación de las sílabas a posiciones distintas conservando el orden original de los constituyentes subsilábicos segmentales es evidencia importante de la consciencia fonológica de la sílaba como unidad fonológica diferenciada a los segmentos.

20No se encontraron trabajos especializados al respecto de dicho juego lingüístico, pero se puede encontrar más información al respecto en el artículo de Wikipedia “Rosagasarino” (Wikipedia, 2021).

21No sólo en español, sino que los ritmos ternarios son bastante raros en las lenguas del mundo (Gordon, 2011b).

22Recuperado de <https://www.youtube.com/watch?v=RlDr7NfhdXs>.

23Dicho formulario puede ser consultado en el enlace: <https://docs.google.com/forms/d/1yMHjkCxY0qAzrWH9xCpj30P6snxHQgtxlyBJKrDYbfg/prefill>.

24De acuerdo con el censo del 2020 (INEGI, 2022), el 95.3% de la población mexicana está alfabetizada, esto es, sabe leer o escribir. Este hecho por sí mismo indica un acercamiento aunque sea mínimo a la reflexión de fenómenos metalingüísticos.

25Se trata de un colaborador de sexo masculino, proveniente del centro de México, con estudios universitarios no relacionados con la lingüística o literatura y con una edad superior a los 60 años.

26Por Experto de la efe.

27Variaciones de dicha explicación se pueden atestiguar en fuentes web no especializadas, tales como en el video “Hablando en código: Hablar con la “F” y la “Chu” / Speaking Spanish in code” del canal cctméxico (ver nota 22), o la escritora Aura García Junco (2020) en la revista web Al Viso, quien describe el uso del idioma efe en la traducción del cuento A língua do «p» de la escritora Clarice Lispector (2018).

28En palabras del video “Como hablar en F - Hablando en F Parte 2/2” del canal de Youtube Adriana Arunima <www.youtube.com/watch?v=oW-CK8PYutM&ab_channel=AdrianaArunima> una vez que la palabra cuento se divide en sílabas (cuen-to), se dice que la n se hace “como a un ladito” (cue_n-to_) para dejar paso para agregar la sílaba con f (cuefentofo).

29De acuerdo con Piñeros (1998), esta opción es la utilizada por la jerigonza colombiana: canción → campaciompo.

30Vale recordar que las únicas secuencias iniciales permitidas en español son aquellas de oclusivas y fricativas no estridentes (/p, t, k, b, d, ɡ, f, (x)/) más las consonantes líquidas /l/ y /ɾ/.

31IFN a partir de ahora.

32El concepto de diptongo decreciente refiere a aquel formado por una vocal baja o media más una alta.

33Se aclara que esta aserción se basa en una impresión completamente cualitativa por parte del autor.

34IFV a partir de ahora.

35Es necesario comentar que el IFV respeta los mismos principios que el IFN con respecto a los márgenes silábicos, esto es, el reduplicante nunca copia las secuencias consonánticas y las cosas siempre se desplazan al final de la sílaba reduplicada.

36Ver nota al pie 28.

37<www.tiktok.com/@antonio.mazin/video/6985957699045428481?is_from_web app =1&sender_device=pc>.

38<www.youtube.com/watch?v=BUNvL4qQR2A&ab_channel=Sir.Pablo>.

39En el sentido de Halliday (1976).

40La forma sombreada hace referencia al núcleo silábico.

41Por ejemplo, Argentina → Arnagenti, Naargenti, Argennati en vez de Natigenaar.

42Se aclara que a lo largo del trabajo el término reduplicación refiere a la sílaba -fv insertada siguiendo los criterios y la justificación provistos por McCarthy (1991).

43Piñeros (1998) desarrolla un análisis de la jerigonza muy complejo a partir de la formalización del proceso utilizando tanto postulados de la morfología prosódica como de la teoría de la optimidad. En el presente trabajo las explicaciones asumirán que los procesos fonológicos son derivativos a partir de la aplicación de reglas y no de la evaluación por restricciones.

44En Yu (2008) se puede encontrar otra propuesta que pretende dar cuenta de la infijación reduplicativa (infijación iterativa en términos de dicho trabajo) a través de la teoría de la optimidad.

45Si bien en la mayoría de las lenguas esta es la definición más recurrente de sonoridad, existen otras posibilidades para definirla desde el punto de vista perceptivo, tales como la oposición existente entre vocales cardinales versus no cardinales (Gordon, 2016).

46El diacrítico debajo de la [e] indica su estatus de no silábica (International Phonetic Association, 1999).

47Nótese que a pesar de que aéreo y aeropuerto inician con la misma raíz etimológica, la diferencia del estatus acentual de la primera /e/ en ambas palabras produce diferencias sistemáticas al normalizar los diptongos sin vocales altas: aério y no *aírio pero sí airopuerto.

48 Marden (1896) describe que en el habla popular de la Ciudad de México de finales del siglo xix esta tendencia diptonguizadora se aplicaba incluso a hiatos donde una de las vocales estaba acentuada; por ejemplo, traértrair, baúlbául. En la actualidad se conservan algunas de estas pronunciaciones en frases coloquiales como áy te ves (ahí te ves), áy nomás (ahí nomás), hijo del máiz (hijo del maíz) o chichiscáidas (chichis caídas).

49Por ejemplo, en la Ortografía de la lengua española de la Real Academia Española (2016) se menciona que “La conversión de estos hiatos en diptongos va a menudo acompañada, en el habla popular de algunas zonas, del cierre de la primera vocal, dando lugar a pronunciaciones como [tiá.tro], [gol.piár], etc., rechazadas en el habla culta de la mayor parte del ámbito hispánico”.

50Con esto nos referimos al rompimiento de diptongos en hiatos.

51En el habla de muchas personas de la ciudad de Puebla la ultrasilabificación de ciertas palabras puede provocar también el desplazamiento acentual en el paradigma flexivo de tercera persona singular de verbos como traer, caer o abstraer, por ejemplo, lo tráelo traé o se caese caé.

52Los ejemplos provienen de dos videos distintos: <www.youtube.com/watch?v=X 0LvV5Ou-Ic> y <www.youtube.com/watch?v=2S9pdTf3SL4>.

53La representación ortográfica de muy podría sugerir que el último segmento es una coda, pero en español mexicano el fonema correspondiente a la letra y suele ser el fonema africado /ɟʝ/ (yeso→[ˈɟʝe.so]), que distribucionalmente nunca aparece en coda. Se trata de una vocal no solo a partir de la intuición de hablante nativo del autor del presente texto (suena a i), sino que de hecho aprendices del IF que utilizan la estrategia del IFV traducen muy como mufuifi, solución que da cuenta de la identificación vocálica de dicho segmento. Este hecho puede constatarse en el video “Como hablar con la “F” ” del canal de YouTube de Casandra Imez: <www.youtube.com/watch?v=6Uj-uSAsH9Y>.

54Muchos de los pares mínimos acentuales en español suelen ser formas verbales de un mismo paradigma flexivo. En lexemas de la primera conjugación las formas correspondientes a la flexión de primera persona singular del presente indicativo y los de la tercera persona singular del pretérito indicativo difieren en su forma superficial solo por la posición del acento: paseo vs. paseó, amo vs. amó, canto vs. cantó.

55En términos de optimidad, la marcación gana a la fidelidad.

56Pero no a la derecha. Como se ha comentado antes, en español mexicano toda sílaba a la derecha de la sílaba acentuada es extramétrica, lo que implica que nunca se les asigna acento secundario.

58A estas propiedades del acento se les denomina obligatoriedad y culminatividad(Gordon, 2011b; Hyman, 2014).

59Para mayor información sobre los tipos de pies se remite a las obras de Kager (2007) o Hayes (1995).

60Piñeros (1998) propone también la aparición de pies trocaicos en la jerigonza colombiana, formalizándolo a través del marco de la teoría de la optimidad.

61Si bien los clíticos se pueden definir a partir de múltiples propiedades en varios de los niveles de análisis gramatical, en este trabajo nos ceñimos a la definición de Anderson (2005), quien los describe como partículas átonas que se ligan prosódicamente a una frase fonológica.

57En este caso se trata de la preposición para y no del imperativo.

Recibido: 10 de Enero de 2024; Aprobado: 24 de Julio de 2024

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Carlos de Jesús Wagner Oviedo. Es Profesor-Investigador Titular “A” en la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Cuenta con estudios de Licenciatura en Lingüística por la Escuela Nacional de Antropología e Historia y de Maestría en Lingüística Hispánica por la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha colaborado con el Seminario de Estudios Comparativos del Zapoteco y actualmente forma parte del Proyecto de Documentación Lingüística y Dialectología de las Lenguas Mazatecas “Nanginá”, así como en el desarrollo de la Norma de Escritura de las Lenguas Mazatecas promovido por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas. Su investigación e intereses se han centrado en la descripción fonológica y morfosintáctica del mazateco de Ixcatlán, el desarrollo histórico y la dialectología de las lenguas mazatecas, y tópicos relacionados con la fonología y morfología del español mexicano. Entre sus publicaciones se encuentran Reclasificación morfológica de dizque- y pinches-: de adverbios a prefijos (2023), Estrategias morfosintácticas de adaptación de préstamos verbales del español al mazateco de Ixcatlán (Tesis de maestría, 2024), “Umlaut y otros procesos de los sistemas vocálicos de las lenguas zapotecas” (2018, en coautoría), entre otros.

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