INTRODUCCIÓN
La comunicación es uno de los ámbitos más notables en que ha incidido la revolución tecnológica. Con la masificación de dispositivos móviles y la accesibilidad al internet se le han generado nuevos espacios; uno de estos son las redes sociales, consideradas por Kuss y Griffiths (2011) como comunidades virtuales donde los usuarios pueden crear perfiles, interactuar con amigos reales y conocer personas con quienes comparten determinados intereses. Estos espacios virtuales han ganado una enorme popularidad dada su facilidad para establecer comunicación, para compartir imágenes, videos, mensajes de texto y códigos (incluso, algunos propios de estos escenarios virtuales). En 2004 se funda Facebook y es, de acuerdo con datos de Statista (2019), la red social más popular, con 2 320 millones de usuarios, seguida de Youtube con 1 900 millones, WhatsApp con 1 600 millones, Wechat con 1 098 millones e Instagram con 1 000 millones.
Las redes sociales están disponibles de forma permanente en el ordenador o en el teléfono móvil, y “a diferencia de otras tecnologías, no hay control externo de estímulos ni están afectadas por condiciones climáticas u horarias” (Carbonell y Oberst, 2015: 15). Además, no tienen costo.
Existe un debate entre autores acerca de si conceptuar el uso desmedido de las redes sociales como problemático o como una adicción (relacionada más con un trastorno psicológico). Caro (2017) menciona que lo que realmente representa un riesgo de adicción son los juegos online, no así las redes sociales; Carbonell y Oberst (2015) argumentan que estas pueden provocar algunas consecuencias negativas, pero la adicción no sería una de ellas; Marín-Díaz y col. (2019) efectuaron un estudio empírico con un enfoque de uso problemático, al no estar incluida la adicción a las redes sociales en el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5, por sus siglas en inglés: Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders). Otros autores (Young, 1998; Echeburúa y De-Corral, 2010; Kuss y Griffiths, 2011; Escurra-Mayaute y Salas, 2014; Leiva-Gutiérrez, 2018) concluyen que las adicciones a sustancias y el uso excesivo de las redes sociales poseen características similares, tales como dificultades en el control de los impulsos, descuido de actividades importantes, preocupaciones sobre el uso de las redes, intolerancia y cambios de humor durante períodos de abstinencia, incluso craving (deseo intenso, anhelo), signos indicativos de adicción; por tanto, para ellos es apropiado el concepto de adicción a las redes sociales.
El mecanismo de la adicción consiste en que “conectarse a las redes reduce el estrés, lo que trae consigo la dependencia psicológica y, por ende, la necesidad de volverse a conectar, tal como sucede con el individuo que necesita del alcohol para ‘sentirse bien” (Araujo-Robles, 2016: 50), ocasionando consecuencias adversas, tales como problemas emocionales, dificultades en las relaciones, en la productividad y en la salud (Andreassen, 2015; Fernández-Villa y col., 2015).
Los grupos que presentan mayor actividad en las redes sociales tienden a ser adolescentes y jóvenes, quienes están en un proceso de formación de la personalidad, y las redes les facilitan un medio de expresión, como una extensión de su grupo de amigos. Además, de acuerdo con Prensky (2012), son nativos digitales, están familiarizados con el uso de la tecnología y disponen de tiempo libre para dedicar a estas actividades.
La atracción que ejercen las redes sociales sobre jóvenes y adultos se basa en la necesidad que tienen las personas de mantener contacto con sus semejantes (Marín-Díaz y Cabero-Almenara, 2019). Se han consolidado en el ámbito educativo porque facilitan el acceso a la información y su intercambio, actividades colaborativas entre estudiantes, y de estos con el profesor, y se valoran como herramientas adecuadas para el aprendizaje constructivista (Gómez y col., 2011). Por otra parte, existen diversos estudios que dan cuenta de los efectos negativos que su uso excesivo o inadecuado causan en el rendimiento académico (Dhir y col., 2019; Espinoza-Guamán y col., 2019; Hou y col., 2019; Swain y Pati, 2019; Whelan y col., 2019).
La reprobación escolar está relacionada con deficiente adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes de los estudiantes que se adquieren en la escuela. Para Sánchez-Aguilar y col. (2017), la reprobación escolar es el resultado de un proceso que detiene, limita o no acredita el avance del alumno en su vida académica.
La reprobación es de interés especial para las instituciones educativas, puesto que es una de las causas del fracaso escolar y tiene implicaciones en diferentes dimensiones para estudiantes, docentes, directivos y para las organizaciones que regulan y administran los procesos educativos. Un bajo índice de reprobación da cuenta del logro en los aprendizajes, de la calidad de la enseñanza y de un avance académico favorable de los estudiantes, mientras que un alto índice significa ineficacia en las actividades de enseñanza y aprendizaje, que en los sistemas educativos gubernamentales se traduce en última instancia en incompetencia en el ejercicio del gasto público de las instituciones reguladas por el Estado.
Los factores que inciden en el rendimiento académico y en la reprobación escolar pueden ser sociales, económicos, académicos e individuales. También se señalan el nivel educativo de la familia, la configuración del curriculum y la normatividad e infraestructura del sector educativo (Martínez y col., 1998).
Contreras y col. (2005) encontraron, dentro de los factores individuales, que la autoeficacia, que es la percepción favorable de capacidades para la organización y para ejecutar tareas y acciones para lograr objetivos, está relacionada con el rendimiento académico y es uno de los principales predictores del mismo.
A partir de esta revisión teórica se plantea que, dentro de la dimensión del factor individual (aspectos psicológicos) como una de las causas de reprobación y de bajo rendimiento académico, la adicción a las redes sociales tiene una repercusión negativa en el historial académico de estudiantes universitarios.
El objetivo del presente trabajo fue analizar la relación entre la adicción a las redes sociales y la reprobación escolar en estudiantes universitarios.
MATERIALES Y MÉTODOS
Instrumento de consulta
Se utilizó el cuestionario elaborado por Escurra-Mayaute y Salas (2014), conformado por 24 ítems, con una escala tipo Likert de cinco puntos (siempre, casi siempre, alguna vez, rara vez, nunca) y tres categorías: obsesión por las redes sociales, falta de control personal en su uso y uso excesivo. A este cuestionario se le agregaron dos preguntas: si habían reprobado materias y cuántas reprobaron; esta última con el fin de tener más certidumbre de la primera, aunque cabe mencionar que se parte de la confianza en la honestidad de los encuestados. En la Tabla 1 se muestran los resultados de estas preguntas: 306 alumnos mencionaron no haber reprobado y 233 sí. Se describen también las frecuencias por número de materias reprobadas.
En la Tabla 2 se presentan estadísticos descriptivos de las respuestas: media, desviación estándar, asimetría y curtosis. Solo se identificaron dos ítems con datos de curtosis mayores a lo deseado para la dispersión de los datos (± 2): el 6, con 2.9, y el 15, con 3.2, pero no se eliminaron debido a que son parte de un instrumento previamente validado y confiable de acuerdo al estadístico alfa de Cronbach. Los resultados mostraron una consistencia interna aceptable en lo general y por dimensión, destacando la obsesión a las redes sociales con un valor de 0.770 (Tabla 3).
Ítem | Media | Desv.
Estándar |
Asimetría | Curtosis |
---|---|---|---|---|
Íteml | 2.27 | 0.970 | 0.511 | - 0.066 |
Ítem 2 | 1.86 | 0.882 | 0.752 | - 0.119 |
Item 3 | 1.54 | 0.780 | 1.479 | 1.984 |
Ítem 4 | 2.53 | 1.158 | 0.397 | - 0.584 |
Ítem 5 | 1.66 | 0.911 | 1.440 | 1.730 |
ítem 6 | 1.52 | 0.824 | 1.734 | 2.935 |
ítem 7 | 1.67 | 0.904 | 1.444 | 1.949 |
ítem 8 | 2.08 | 1.006 | 0.674 | - 0.111 |
ítem 9 | 2.15 | 1.073 | 0.689 | - 0.118 |
ítem 10 | 2.21 | 1.045 | 0.613 | - 0.300 |
ítem 11 | 1.71 | 0.874 | 1.244 | 1.368 |
ítem 12 | 2.22 | 1.210 | 0.713 | - 0.413 |
ítem 13 | 2.67 | 1.236 | 0.219 | - 0.826 |
ítem 14 | 1.99 | 1.062 | 0.871 | - 0.009 |
ítem 15 | 1.49 | 0.796 | 1.816 | 3.289 |
ítem 16 | 2.13 | 1.019 | 0.748 | 0.152 |
ítem 17 | 2.64 | 1.165 | 0.202 | - 0.712 |
ítem 18 | 2.44 | 1.148 | 0.384 | - 0.732 |
ítem 19 | 1.61 | 0.828 | 1.382 | 1.748 |
ítem 20 | 1.85 | 0.959 | 0.945 | 0.275 |
ítem 21 | 2.01 | 0.991 | 0.769 | 0.010 |
ítem 22 | 1.85 | 1.003 | 1.047 | 0.447 |
ítem 23 | 1.67 | 0.898 | 1.327 | 1.434 |
ítem 24 | 1.86 | 1.028 | 1.054 | 0.420 |
Selección de la muestra y administración del instrumento
La técnica de recolección de información fue la encuesta digital, que se hizo mediante formularios web de Google, solicitando a los estudiantes contestarla, de manera individual, en computadora o en su teléfono celular. El enlace para darle respuesta se compartió por WhatsApp y la dirección web de un blog.
El levantamiento se efectuó del 3 de marzo al 23 de mayo de 2018, y la población de estudio estuvo conformada por el total de la matrícula del Instituto Tecnológico José Mario Molina Pasquel y Henríquez, campus Puerto Vallarta (ubicado en el estado de Jalisco, México), constituida por 1 640 estudiantes, de la cual se obtuvo una muestra aleatoria de 539 alumnos, lo que permite un nivel superior al 95 % de confianza. La encuesta se aplicó con el consentimiento de los estudiantes, a quienes se les explicó el objetivo del estudio y se les aseguró que no se recabarían datos de identificación que pusieran en riesgo su privacidad.
Procesamiento de datos y análisis de resultados
La información obtenida se vació a una hoja de cálculo y se utilizó el software SPSS versión 21 como herramienta de análisis. Los resultados se distribuyeron en conglomerados para obtener tres categorías de adicción a las redes sociales: baja, media y alta.
El cuestionario fue elaborado con una escala de valores ascendente, en donde 1 está relacionado con adicción baja y 5 con alta (a excepción del ítem 13, que es invertido, para el cual se invirtieron también los valores). La sumatoria de las respuestas en los rangos de 24 a 48 en los totales de los 24 ítems se consideró como baja adicción, quedando en promedios de nunca (1) o rara vez (2) presentar conductas adictivas; de 49 a 72 como media adicción, con promedios predominantes para en algunas veces (3); y de 73 en adelante como alta adicción, con promedios en casi siempre (4) y siempre (5). El mismo criterio fue utilizado para el estudio por factores, de acuerdo con las sumatorias por el número de ítems de cada factor.
Los datos agrupados se evaluaron usando el estadístico Chi-cuadrado de Pearson, seleccionado por ser adecuado para establecer la asociación entre variables dicotómicas. Se determinó la significancia de la asociación de las variables adicción a las redes sociales y reprobación escolar con el software SPSS. Los resultados fueron examinados tomando en cuenta cada uno de los factores (obsesión por las redes sociales, falta de control personal y uso excesivo de las redes sociales), contrastándolos con los de los grupos formados respecto a la reprobación. Se agregó además una revisión por ítem de los resultados generales con la escala de valores tipo Likert mediante el estadístico de correlación Spearman para determinar el nivel de significancia de cada uno de los ítems con relación a la reprobación y su influencia en cada uno de los factores.
RESULTADOS
Los grupos de adicción a las redes sociales quedaron conformados por 308 (57 %) estudiantes en la categoría de baja adicción a las redes sociales, 195 media (36 %) en adicción media y 36 en alta (7 %) (Tabla 4).
En la correlación Rho de Spearman y su significancia de cada uno de los ítems respecto a la reprobación (con las variables número de materias reprobadas vs resultados de la escala de Likert), se encontró que los coeficientes fueron muy bajos (Tabla 5), inferiores al 0.25 en todos los ítems, indicando una correlación escasa o nula (Reguant y col., 2018). En el nivel de significancia se identificaron 11 ítems con valores inferiores a 0.05, lo que se interpreta como una correlación positiva (aunque, como se comentó anteriormente, muy débil o escasa); de estos 11, en el factor obsesión por las redes sociales se encontraron 6 (el 3, 5, 6, 15, 19 y 23), en el factor falta de control personal por las redes sociales únicamente se halló el ítem 20 y en el factor uso excesivo de las redes sociales se identificaron 4 (el 1, 16, 18 y 21).
Ítem | Correlación Rho de Spearman |
Significancia |
---|---|---|
Factor 1. Obsesión por las redes sociales | ||
2 | 0.066 | 0.127 |
3 | 0.104 | 0.017* |
5 | 0.091 | 0.036* |
6 | 0.143 | 0.001** |
7 | 0.050 | 0.245 |
13 | 0.058 | 0.182 |
15 | 0.124 | 0.004** |
19 | 0.130 | 0.003** |
22 | 0.037 | 0.395 |
23 | 0.086 | 0.047* |
Factor 2. Falta de control personal por las redes sociales | ||
4 | 0.064 | 0.138 |
11 | 0.016 | 0.718 |
12 | 0.007 | 0.876 |
14 | 0.024 | 0.575 |
20 | 0.130 | 0.003** |
24 | 0.055 | 0.200 |
Factor 3. Uso excesivo de las redes sociales | ||
1 | 0.117 | 0.007** |
8 | 0.069 | 0.108 |
9 | 0.040 | 0.360 |
10 | 0.052 | 0.225 |
16 | 0.086 | 0.046* |
17 | 0.043 | 0.320 |
18 | 0.090 | 0.038* |
21 | 0.116 | 0.007** |
*P < 0.05; **P < 0.01.
En cuanto al factor tener materias reprobadas considerando los grupos que mostraron baja y alta adicción, siendo menores en la segunda, y los factores que mide el cuestionario (Tabla 6), las frecuencias de alta adicción y reprobación fueron mayores en los tres factores, destacando el factor de obsesión por las redes sociales con 67 % (14), seguido de uso excesivo de las redes sociales con 58 % (19) y la falta de control personal con 54 % (14).
Obsesión por las redes sociales | ||||
Reprobación | Baja adicción | Alta adicción | Total | |
No |
-Recuento -Frecuencia esperada -Residuos tipificados |
197 191.5 0.4 |
7 12.5 -1.5 |
204 204.0
|
Sí |
-Recuento -Frecuencia esperada -Residuos tipificados |
126 131.5 -0.5 |
14 8.5 1.9 |
140 140.0
|
Total | 323 | 21 | 344 | |
Falta de control personal | ||||
Reprobación | Baja adicción | Alta adicción | Total | |
No |
-Recuento -Frecuencia esperada -Residuos tipificados |
192 188.6 0.2 |
12 15.4 -0.9 |
204 204.0
|
Sí |
-Recuento -Frecuencia esperada -Residuos tipificados |
126 129.4 -0.3 |
14 10.6 1.1 |
140 140.0
|
Total | 318 | 26 | 344 | |
Uso excesivo | ||||
Reprobación | Baja adicción | Alta adicción | Total | |
No |
-Recuento -Frecuencia esperada -Residuos tipificados |
190 184.4 0.4 |
14 19.6 -1.3 |
204 204.0
|
Sí |
-Recuento -Frecuencia esperada -Residuos tipificados |
121 126.6 -0.5 |
19 13.4 1.5 |
140 140.0
|
Total | 311 | 33 | 344 |
En el estadístico Chi-cuadrado de Pearson para cada uno de los factores con relación a la reprobación, el factor obsesión por las redes sociales mostró una asociación fuerte entre los grupos (P < 0.05), al igual que el uso excesivo (P < 0.05) (Tabla 7). El factor falta de control personal no fue significativo (P > 0.05), por lo que no se identifica una asociación entre las variables. También se observa que en los tres factores ninguna casilla obtuvo un valor inferior a lo esperado, validando el estadístico.
Factor | Chi-cuadrado de Pearson | Sig. asintótica bilateral* | Interpretación |
---|---|---|---|
Obsesión por las redes sociales | 6.249 | 0.012** | Las variables están relacionadas |
Falta de control personal | 2.015 | 0.156 | Las variables no están relacionadas |
Uso excesivo | 4.308 | 0.038** | Las variables están relacionadas |
*0 casillas (0.0 %) tienen una frecuencia esperada inferior a 5 (ver Tabla 6). **P < 0.05.
Respecto a la contingencia de los grupos baja adicción y media adicción a las redes sociales, con relación a reprobación escolar por factores, se advierte una proporción mayor de frecuencias de media adicción en el factor uso excesivo de las redes sociales con relación a baja adicción, tanto para reprobados como para no reprobados (Tabla 8). La menor proporción de media adicción, respecto a baja adicción, se identifica en obsesión por las redes sociales.
Obsesión por las redes sociales | ||||
Reprobación | Baja adicción | Media adicción | Total | |
No |
-Recuento -Frecuencia esperada -Residuos tipificados |
240 233.6 0.4 |
52 58.4 -0.8 |
292 292.0
|
Sí |
-Recuento -Frecuencia esperada -Residuos tipificados |
164 170.4 -0.5 |
49 42.6 1.0 |
213 213.0
|
Total | 404 | 101 | 505 | |
Falta de control personal | ||||
Reprobación | Baja adicción | Media adicción | Total | |
No |
-Recuento -Frecuencia esperada -Residuos tipificados |
182 180.4 0.1 |
110 111.6 -0.2 |
292 292.0
|
Sí |
-Recuento -Frecuencia esperada -Residuos tipificados |
130 131.6 -0.1 |
83 81.4 0.2 |
213 213.0
|
Total | 312 | 193 | 505 | |
Uso excesivo | ||||
Reprobación | Baja adicción | Media adicción | Total | |
No |
-Recuento -Frecuencia esperada -Residuos tipificados |
140 132.4 0.7 |
152 159.6 -0.6 |
292 292.0
|
Sí |
-Recuento -Frecuencia esperada -Residuos tipificados |
89 96.6 -0.8 |
124 116.4 0.7 |
213 213.0
|
Total | 229 | 276 | 505 |
En los resultados del estadístico Chi-cuadrado de Pearson, considerando cada uno de los factores en los grupos baja adicción y media adicción con relación a la reprobación, no se encontró un efecto significativo (P < 0.05) en ninguno de los parámetros asociados (factores) con la adicción a las redes sociales (Tabla 9). Ninguna casilla obtuvo un valor inferior a lo esperado, lo que valida el estadístico y permite establecer que no existió asociación entre los grupos, es decir, no hay una diferencia significativa entre los grupos de baja y media adicción con relación a la reprobación.
Factor | Chi-cuadrado de Pearson | Sig. asintótica bilateral* | Interpretación |
---|---|---|---|
Obsesión por las redes sociales | 2.079 | 0.149 | Las variables no están relacionadas |
Falta de control personal | 0.088 | 0.767 | Las variables no están relacionadas |
Uso excesivo | 1.886 | 0.170 | Las variables no están relacionadas |
*0 casillas (0.0 %) tienen una frecuencia esperada inferior a 5 (ver Tabla 8).
Los resultados globales de los grupos baja adicción y alta adicción a las redes sociales con relación a la reprobación, mostraron que de 308 estudiantes con baja adicción, 190 no reprobaron materias (Tabla 10). En tanto que en el grupo de alta adicción, de un total de 36 estudiantes, 21 reprobaron materias. Esto indica una clara tendencia, con una proporción mayor de reprobación en el grupo de alta adicción (58 %) en comparación con el grupo de baja adicción (42 %). En cuanto al resultado del estadístico Chi-cuadrado de Pearson, considerando los grupos baja adicción y alta adicción con relación a la reprobación, se identificó una asociación significativa (P < 0.05) entre los parámetros descritos (Tabla 11). Se nota también que ninguna casilla tuvo un valor inferior al esperado, lo que valida el estadístico.
Estadísticos | Valor | gl | Sig. asintótica (bilateral)b |
Sig. exacta (bilateral) |
Sig. exacta (unilateral) |
---|---|---|---|---|---|
Chi-cuadrado de Pearson | 5.366 | 1 | 0.021 | ||
Corrección por continuidada | 4.567 | 1 | 0.033 | ||
Razón de verosimilitudes | 5.251 | 1 | 0.022 | ||
Estadístico exacto de Fisher | 0.030 | 0.017 | |||
Asociación lineal por lineal | 5.350 | 1 | 0.021 | ||
No. de casos válidos | 344 |
aCalculado sólo para una tabla de 2 x 2.
b0 casillas (0.0 %) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 14.55 (ver Tabla 10).
DISCUSIÓN
De acuerdo a las correlaciones por ítem con el estadístico Rho de Spearman hubo congruencia en los resultados por factor, al identificar el mayor número de ítems o igual número de ítems, con el nivel de significancia menor a 0.05 en los factores en que se encontró la asociación significativa con la reprobación mediante el estadístico Chi-cuadrado de Pearson (obsesión por las redes sociales y uso excesivo de las redes sociales, respectivamente), aunque el nivel de correlación fue bajo en el estudio por ítem, se pudo corroborar la correlación con 6 ítems en obsesión por las redes sociales y con 4 en uso excesivo de las redes sociales.
Los ítems del factor obsesión por las redes sociales en que se pudo corroborar la correlación con el nivel de significancia fueron el 3 (el tiempo que antes destinaba para estar conectado a las redes sociales ya no me satisface, necesito más), el 5 (no sé qué hacer cuando quedo desconectado de las redes sociales), el 6 (me pongo de mal humor si no puedo conectarme a las redes sociales), el 15 (aun cuando desarrollo otras actividades, no dejo de pensar en lo que sucede en las redes sociales), el 19 (descuido a mis amigos o familiares por estar conectado a las redes sociales) y el 23 (cuando estoy en clase sin conectar en las redes sociales me siento aburrido).
En el factor falta de control personal la correlación únicamente se presentó en el ítem 20 (descuido las tareas y los estudios por estar conectado a las redes sociales), mientras que en el factor uso excesivo de las redes sociales fueron en el ítem 1 (necesito cada vez más tiempo para atender mis asuntos relacionados con las redes sociales), el 16 (invierto mucho tiempo del día conectándome y desconectándome de las redes sociales), el 18 (estoy atento a las alertas que me envían desde las redes sociales a mi teléfono o a la computadora) y el 21 (aun cuando estoy en clase, me conecto con disimulo a las redes sociales).
Es conveniente también mencionar que únicamente 3 ítems se refieren a la afectación de actividades escolares por causa de las redes sociales: el 20, que alude a descuidar las tareas y los estudios por el uso de las redes sociales, el 21, que menciona conectarse aun estando en clases, y el 23 que hace referencia a no atender adecuadamente las clases por causa de las redes, en los tres ítems se encontraron correlaciones entre la adicción a las redes sociales y la reprobación con base en el nivel de significación (siendo incluso menores a 0.01 en los ítems 20 y 21). Los resultados permitieron identificar una asociación significativa (P < 0.05) entre la adicción a las redes sociales y la reprobación escolar.
Al respecto, diversos estudios también documentan el impacto negativo de la adicción a las redes sociales en el rendimiento académico de estudiantes (Andreassen, 2015; Martínez y González, 2018; Espinoza-Guamán y col., 2019; Swain y Pati, 2019). Otros trabajos, con una base empírica, confirman estos hallazgos (Morocco, 2015; Dhir y col., 2019; Hou y col., 2019; Swain y Pati, 2019; Whelan y col., 2019); sin embargo, existe poca información sobre la incidencia en la reprobación. La variable considerada en este estudio es la reprobación escolar, que es por lo general una de las formas objetivas en que se hace tangible el bajo rendimiento académico y, a su vez, una consecuencia que señala un nivel de afectación que puede poner en riesgo un proceso formativo.
Los factores obsesión por las redes sociales y uso excesivo de las mismas mostraron una asociación significativa (P < 0.05) con la reprobación escolar para el grupo de jóvenes que manifestaron una alta adicción. En cuanto a la relación del factor falta de control personal con la reprobación escolar, no fue significativa (P < 0.05), como tampoco lo fue la baja o media adicción (P < 0.05) con la reprobación en ninguno de los factores incluidos en este estudio. La reprobación escolar es un fenómeno multicausal, por lo que al examinar el impacto de una variable de forma aislada, como en este caso, que se limitó al efecto de la adicción a las redes sociales, se puede presentar una asociación baja entre las variables (como sucedió en el análisis por ítem). Respecto a este argumento, Hilt (2019) identificó una baja relación entre la dependencia del celular y el rendimiento académico en estudiantes de nivel medio, concluyendo que la correlación era débil precisamente por ser el rendimiento académico influenciado por una diversidad de factores.
Sin embargo, la adicción a las redes sociales debe tomarse como un factor con incidencia en el rendimiento académico y en la reprobación de los estudiantes, ya que puede provocar ansiedad al sentir la falta de atención a las mismas, y por el tiempo de dedicación que se le otorga, como lo dejaron ver algunos ítems de este trabajo, y de forma específica los que hacen referencia a afectación de actividades académicas, como lo son el ítem 20, el 21 y el 23, en que se identificaron correlaciones significativas. A partir de esto, se sugiere a las instituciones educativas, la búsqueda de estrategias de prevención y de intervención para atender a estudiantes vulnerables en el ámbito educativo por causa de adicción a las redes sociales.
CONCLUSIONES
Los estudiantes universitarios que participaron en este estudio tuvieron una asociación significativa entre la reprobación escolar y la adicción a las redes sociales. Las asociaciones se obtuvieron de forma más específica en dos factores: la obsesión por las redes sociales y su uso excesivo. Ambos tuvieron una repercusión negativa en el rendimiento académico (con un nivel de afectación considerable en su historial) y una tendencia que indica que es más probable la reprobación en estudiantes con alta adicción a las redes sociales. El estudio estuvo limitado a la influencia de la adicción a las redes sociales en la reprobación, para futuras investigaciones se sugiere ampliar el alcance conceptual, buscando relaciones entre la adicción a las redes sociales y los diversos factores que inciden en la reprobación escolar, lo que permitiría identificar cuáles son los que tienen más impacto y comprender con mayor profundidad la relación entre estas variables.