Introducción

La arquitectura sustentable se basa en el desarrollo de proyectos constructivos que respeten el medio ambiente y promuevan el bienestar humano, minimizando impactos negativos sobre la naturaleza. Este enfoque resulta fundamental desde la concepción misma del proyecto arquitectónico, dado que el sector de la construcción es uno de los mayores responsables de la contaminación ambiental global, contribuyendo al cambio climático, la polución atmosférica y la degradación de los recursos naturales.

La arquitectura bioambiental surge como una respuesta a esta problemática, planteando la necesidad de replantear las prácticas constructivas mediante el uso de materiales sostenibles, procesos eficientes y estrategias adaptadas al entorno local. Sin embargo, a pesar del crecimiento de las ciudades, las soluciones habitacionales actuales no han logrado reducir significativamente las carencias de vivienda, ni siquiera en los países desarrollados.

Este no es un asunto de elección ideológica o estética, sino una necesidad urgente. La sostenibilidad debe ser un principio rector en la enseñanza y práctica de la arquitectura, con el fin de sensibilizar a la sociedad sobre su importancia. Como señala Vera Solana (2018), las emisiones atmosféricas, los residuos y la contaminación acústica generados por la industria de la construcción representan riesgos graves para el planeta. A pesar de los esfuerzos legislativos y educativos, estas iniciativas suelen ser opcionales, limitando su impacto real.

El término "desarrollo sustentable" fue acuñado por la ONU en 1987, y en 1998 México adoptó normas específicas para la arquitectura verde. Sin embargo, estas regulaciones son voluntarias, lo que limita su efectividad. En este contexto, proponemos que la sostenibilidad deje de ser una opción y se convierta en un requisito obligatorio tanto en la formación académica como en la práctica profesional, con el apoyo de las instituciones gubernamentales y académicas.

Finalmente, es necesario que los arquitectos y estudiantes de arquitectura asuman su responsabilidad en la creación de soluciones sostenibles. Esto implica desarrollar criterios arquitectónicos que utilicen materiales regionales, rescaten técnicas tradicionales y promuevan estrategias adaptadas al entorno, basándose en metodologías sostenibles y bioclimáticas. La tarea no solo es rediseñar cómo construimos, sino también replantear nuestra relación con el medio ambiente para garantizar un futuro más sostenible.

Denominamos arquitectura verde, sustentable, sostenible, ecológica y bioclimática a las construcciones que buscan reducir el impacto ambiental, desde su concepción hasta su terminación y mantenimiento.

En la actualidad estamos viviendo los estragos del cambio climático en el mundo, y para combatirlo Primero, debemos ser conscientes del problema para analizarlo y desarrollar métodos e ideologías que ayuden a combatirlo. La Arquitectura Sustentable no es una nueva tendencia, sino una necesidad, dada la crisis de sustentabilidad que estamos transitando, para fines prácticos utilizaremos las palabras, sustentable y/o verde con el mismo significado. El desafío es que verdaderamente se produzca un cambio en la acción. La arquitectura debe incluir la sustentabilidad ya que en algún memento la extravió, encontrarla es la tarea. (^{Zambrano et al., 2020, pp. 751-779}), la arquitecta Beatriz Garzón dice que, si partimos de la premisa de que la arquitectura es un trabajo social, se deberá enfatizar el bio-climatismo, porqué va dirigido al confort higrotérmico de las personas, (^{2021, p.15}) y como ella, muchos otros investigadores preocupados por la grave contaminación mundial nos alertan del grave problema. La arquitectura y la industria de la construcción, son los causantes de una gran parte de esta contaminación mundial por los materiales que utiliza, los recursos naturales que requiere, y los procesos de elaboración y traslado necesarios para la construcción y mantenimiento de las obras, debemos replantear la forma en que se procesan, fabrican y distribuyen los insumos para esta industria, al mismo tiempo analizar los estragos ecológicos que causan, tanto en sus procesos como en la obtención y distribución de los materiales e insumos obtenidos, sumado a la falta de sensibilidad de los arquitectos y las autoridades encargadas de aprobar dichos proyectos y esto es un problema muy grave, debemos concientizarnos, concientizar a los nuevos arquitectos, a los profesores, a los estudiantes de arquitectura, las autoridades universitarias, municipales y federales de nuestra realidad, que nosotros somos parte del problema, pero también por obligación y ética debemos ser parte de la solución.

Es por lo que los estudiantes, los maestros, las autoridades y los arquitectos deberemos desarrollar criterios arquitectónicos pensando en el lugar donde serán edificados, pensando en utilizar materiales regionales que sean adecuados a la zona, y cuidar y verificar los procesos de elaboración, los traslados, los sistemas constructivos, y las estrategias de diseño adecuadas a cada lugar y proyecto, con base en una metodología sustentable, sostenible y verde. Replantear y rescatar las técnicas y materiales usados en la arquitectura vernácula.

Metodología

Se utilizó el método de observación directa, como destaca ^{Riera R. et al., 2016, p. 92}, quien señala que este enfoque permite analizar procesos en tiempo real, identificando tanto sus fuentes como sus implicaciones. Este método se complementó con un enfoque creativo, esencial en la solución de problemas complejos, como se aborda en La creatividad en la formación del arquitecto: el proceso creativo y las neurociencias (Navarro, 2018, p. 25).

El análisis incluyó:

La observación directa nos indica que, si bien se tiene conocimiento del problema que causa la industria de la construcción, tanto por los arquitectos constructores, las autoridades responsables de las construcciones y la aprobación de proyectos, las Universidades donde se prepara a los nuevos arquitectos, como alguna parte de la sociedad que requiere y contrata los servicios de un arquitecto, en términos generales tienen conocimiento de este problema, pero no están tomando acciones para corregirlo. Los arquitectos realizan los proyectos pensando en cumplir con los reglamentos para que sean aprobados, y si se contempla, se exige el dejar espacios de determinada dimensión que estén ventilados e iluminados, que respeten medidas mínimas, que respeten un porcentaje del terreno para áreas verdes, que en la mayoría de los casos terminan con una losa de concreto o cemento en lugar de ser áreas verdes, y ahí es donde una exigencia pierde el sentido. Por eso, la insistencia en que debemos primero estar conscientes del problema y que deberemos, los arquitectos, proponer materiales y sistemas constructivos adecuados al lugar de la construcción, la recuperación de aguas pluviales y jabonosas debiera ser otra norma que cumplir como obligatoria. Investigar y analizar con qué recursos contamos, para optimizarlos, verificar distancias de traslados, desde el lugar de elaboración y fabricación, para su entrega en obra. Las estrategias de diseño son fundamentales, la orientación adecuada, el proyecto en sí, el sistema constructivo propuesto, son fundamentales para que nuestro trabajo profesional y la industria de la construcción, se reivindique y deje de contaminar y, por el contrario, ayude a revertir los estragos causados, convirtiendo nuestro trabajo en una oportunidad de reverdecer nuestro planeta.

Sonora es un estado con una gran extensión territorial, el 2º más grande en la República Mexicana, donde existen dos características que lo identifican: la falta de agua y el clima extremo, llegando a más de 50º en algunas ocasiones, por lo que, sabiendo esto, lo primero que se debiera hacer es cuidar el agua, recolectar y reutilizar toda el agua de lluvia y jabonosa, por medio de plantas tratadoras que nos permitan reutilizarla y para el clima extremo, utilizar y priorizar áreas verde, sembrar árboles que nos protejan del calor intenso, nos den sombra y confort, crear micro climas para obtener un mejor lugar donde vivir y sistemas constructivos, materiales y estrategias de diseño adecuados para solucionar estos dos graves problemas, debemos aprovechar las características del lugar para que, con creatividad propongamos soluciones reales y al alcance de todos.

En todos los procesos deberá tomarse en cuenta el no contaminar.

Fuente: Elaboración propia

Figura 1 Procesos de contaminación en la obra 

El uso de la maquinaria y de los vehículos tanto para la producción de los materiales e insumos de la construcción como del transporte de estos, son factor importante que cuidar. Deberán elegirse aquellos equipos que cumplan con las normas establecidas, buscando siempre estén en óptimas condiciones de mantenimiento. Los deshechos es otro factor que cuidar, porque la basura debiera poder reciclarse y no ser un peligro para los seres humanos, los animales, y el planeta mismo. En teoría se cumple o debiera cumplirse, pero desafortunadamente en la práctica no ocurre así, debido a diversos factores como el económico, intereses personales, políticos u de falta de preparación y concientización tanto de los obreros, los profesionistas, los industriales y las Universidades que no exigen a sus alumnos, profesores y a las autoridades involucradas que es una obligación y no una elección.

Fuente: Elaboración propia

Figura 2 Contaminación por vehículos y maquinaria. 

La contaminación se ocasiona debido a varios factores que intervienen en el proceso de construir, uno de ellos es el polvo que produce la construcción, diseminando por el aire partículas sólidas, con posibilidad de transportar contaminantes de materia orgánica y metales, otra manera de contaminar es el ruido que se produce al construir, transportar y elaborar los diferentes insumos, creando una atmósfera contaminada acústicamente, el ruido causa un efecto psicológico y fisiológico en el cerebro que lo afectan.

La construcción produce contaminantes atmosféricos, partículas sólidas, orgánicos y sonoros durante el proceso de construcción, estos contaminantes son llamados directos o primarios y pueden transformarse, al contacto con la atmosfera, en contaminantes secundarios, y estos son dañinos para la salud, el ruido causa efectos negativos en la mente y en el cuerpo. ^{Romero (2019, p. 5)}.

La maquinaria utilizada en la construcción, como son las retroexcavadoras, las escavadoras, martillos compactadores, vibradoras, asfaltadoras, marillos hidráulicos, ets, son causantes de diferentes tipos de contaminación, generan ruido, residuos particulados, emisiones atmosféricas, consumen energía, vibraciones, emisión de gases, que impactan de forma negativa en el ecosistema, tanto en las personas como en el la flora y la fauna, oocacionan desplazamiento de especies afectan la salud, cambian las caracteristicas del aire que repiramos, inhalación de gases, estrés y daños a terceros.

La ^{OMS, en la United Nations Environmental Programme, del 2014}, determinó que la contaminación en el aire puede provocar o empeorar el estado de salud de la población, como cáncer de pulmón, neumopatías, cardiopatías e infecciones respiratorias.

Discusión

Diversos estudios coinciden en la necesidad urgente de abordar los impactos ambientales derivados de la industria de la construcción. ^{Romero Gil (2019)} documenta cómo actividades como el movimiento de tierras y el uso de maquinaria pesada generan partículas contaminantes que afectan al ecosistema. Cabrero et al. (2021) relacionan estas emisiones con graves problemas de salud, como cáncer pulmonar y cardiopatías, destacando la importancia de reglamentar estrictamente las normativas ecológicas.

Entrevistas realizadas con autoridades y académicos confirman que, aunque la arquitectura verde está incluida en los planes de estudio, su implementación es limitada. Por ejemplo, la jefa del Departamento de Arquitectura señaló que "algunos profesores no le dan la importancia debida". Esto sugiere la necesidad de reforzar la enseñanza obligatoria de la arquitectura sostenible en las universidades y establecer normativas que impulsen su aplicación práctica.

Desde un enfoque histórico, el impacto de la Revolución Industrial marcó un cambio en las prácticas arquitectónicas, alejándolas de métodos sostenibles tradicionales. Aunque los avances tecnológicos han permitido desarrollar edificaciones autosustentables, su alto costo y la falta de regulación limitan su accesibilidad. Es imprescindible trabajar en conjunto con universidades, gobiernos y la industria para garantizar que la sostenibilidad sea el estándar, no la excepción.

Podemos observar en términos generales la coincidencia en la forma de pensar, tanto de los directivos, profesores, autoridades, los investigadores preocupados por este resolver este problema, así como de las organizaciones internacionales y nacionales preocupadas por este tema, y percibir el grave problema que la industria de la construcción provoca y la contaminación que ocasiona, que ha estado ocasionando por mucho tiempo, pero particularmente desde fines del siglo XIX, con la Revolución Industrial y el uso de maquinarias para la elaboración de los suministros y materiales, el traslado de los mismos, la explotación indiscriminada de productos fósiles, como el petróleo y sus derivados, como lo son los plásticos y materiales que duran cientos de años para degradarse, el uso inadecuado de los materiales, sistemas constructivos, estrategias de diseño, en fin, un gran problema es el que hemos estado ocasionando a nuestro planeta, y eso nos motivó a esta investigación para que de manera conjunta con los involucrados, encontremos las soluciones necesarias. Primero debemos tener conciencia del problema y de nuestra responsabilidad en el, después debemos encontrar las alternativas tanto en la enseñanza, en las leyes, normas y reglamentos, oficiales y en la Universidad, en el Departamento de Arquitectura, revisar de manera objetiva el plan de estudios y adecuarlo a las necesidades presentes para enseñar a las futuras generaciones la obligación que tenemos con la sociedad, contribuyendo con profesionistas consientes de nuestro deber, de construir sustentablemente para tener mejores espacios donde desarrollar nuestras actividades, de proteger nuestro entorno, nuestro hogar, lugar de trabajo, colonia, vecindario, pueblo, ciudad estado, y así podremos devolverle a la sociedad con nuestro trabajo lo que recibimos de preparación y conocimientos.

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Es un buen inicio, pero debemos como gremio, como universidad, como arquitectos colegiados, inferir para que sea obligatorio construir sustentablemente.

Conclusión

La arquitectura debe evolucionar para responder a la crisis ambiental actual. No podemos permitir que continúe la dualidad entre una "arquitectura tradicional" y una "arquitectura sostenible". Solo habrá verdadera arquitectura cuando todas las construcciones respeten los principios de sostenibilidad, minimizando el impacto ambiental y promoviendo el bienestar de los usuarios.

Este estudio demuestra que el cambio debe comenzar con la formación de futuros arquitectos. Las universidades deben rediseñar sus planes de estudio, integrando la sostenibilidad como un eje central y obligatorio. Asimismo, las normativas municipales y estatales deben reforzarse para garantizar que los proyectos cumplan con criterios de sostenibilidad.