Introducción
En 2019, se reportaron 703 000 muertes por suicidio en el mundo, de las cuales, 77 % procedían de países clasificados como de ingresos medios o bajos (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2021). En los últimos 20 años, a diferencia de otros continentes, las tasas de suicidio han ido aumentando paulatinamente en América (OMS, 2021). En general, se ha encontrado que el perfil epidemiológico del suicidio es más frecuentemente en hombres (Barroso Martínez, 2019; Martínez Gómez y Robles Suárez, 2016; López Steinmetz, 2019) y, en el caso de las mujeres, se ha informado mayor cantidad de intentos de suicidio (Hernández-Vázquez et al., 2016; López Steinmetz, 2017; Moreno-Carmona et al., 2018; Pereira y Cardoso, 2019).
En México, se registraron 6772 suicidios en 2019, lo que corresponde a 5.3 suicidios por cada 100 000 personas; del total, 5327 fueron hombres (tasa de 8.7) y 1445 mujeres (tasa de 2.2) (OMS, 2021). Los métodos más utilizados, en orden de mayor a menor, fueron ahorcamiento, envenenamiento y con disparo de arma de fuego (INEGI, 2022). Michoacán fue el segundo estado con mayor aumento de suicidios, de 202 en 2017 a 247 en 2018 (INEGI, 2019).
Estudios previos han revelado que el número de suicidios en hombres y mujeres es semejante de los 10 a los 19 años, y que la muerte por suicidio en este rango de edad se ha incrementado, principalmente en mujeres (OMS, 2019; Yu y Chen, 2019). A nivel mundial, el suicidio fue la segunda causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años en 2016 (Román y Abud, 2017); en México, ocupó el cuarto lugar respecto al total de muertes en el rango de edad de 10 a 17 años en el 2018 (INEGI, 2020). Por estas cifras, se considera que en la adolescencia se presentan vulnerabilidades y una elevada probabilidad de contar con factores de riesgo para los comportamientos suicidas (Instituto Nacional de Salud Pública, 2019; Quarshie et al., 2021; OMS, 2017; Vallejo-Casarín et al., 2016; Villar-Cabeza et al., 2018).
La evaluación de los comportamientos suicidas es una acción relevante, pues es a partir de esta que se pueden identificar y generar acciones preventivas y de atención hacia las personas en riesgo (Fonseca-Pedrero y Pérez Albeniz, 2020; Turecki et al., 2019). Es por ello, que se desarrollan una cantidad importante de herramientas de evaluación que permiten atender la problemática con sustento científico y de forma eficiente. Al respecto, se han creado instrumentos sobre una diversidad de psicopatologías asociadas al suicidio, como lo son los trastornos de ansiedad (Ahlen et al., 2017; Ivarsson et al., 2017; Wardenaar et al., 2017; Zimmerman et al., 2019; Zsido et al., 2020), trastornos del estado de ánimo, particularmente depresión (Abdin et al., 2019; Huang et al., 2017; Kato et al., 2019; Thapa et al., 2021; Wahid et al., 2021). De igual forma, se han desarrollado instrumentos y revisado sus propiedades psicométricas de variables relacionadas con los comportamientos suicidas, como con la desesperanza (Nichols et al., 2021); indefensión (González-Tovar et al., 2019), sensación de sentirse atrapado y derrotado (Höller et al., 2020) e ideación suicida (Alphs et al., 2020; Chan et al., 2021; Han et al., 2017; González Macip et al., 2000; Núñez et al., 2019; Valdés-García y González-Tovar, 2018).
La Escala de Ideación Suicida de Beck (ISB) es uno de los instrumentos más difundidos para detectar ideación suicida (Beck et al., 1979). Este se compone de 19 reactivos con tres opciones de respuesta, estructurado en cuatro dimensiones que miden actitud hacia la vida y muerte, pensamientos, planes y deseos de quitarse la vida, presencia y características de intentos en caso de que se hubiesen realizado. En trabajos psicométricos realizados con jóvenes estudiantes mexicanos, esta escala arrojó coeficientes de consistencia interna de 0.90 a 0.45 en sus diferentes dimensiones (González Macip et al., 2000).
Otro instrumento breve y unidimensional para la evaluación de conductas suicidas en población adolescente es la Escala Paykel de Suicidio (Fonseca-Pedrero y Pérez Albeniz, 2020). Consta de 5 reactivos con respuesta dicotómica (sí/no), enfocados en detectar manifestaciones de conductas suicidas en población clínica; también puede ser aplicado en otros contextos y ha reportado confiabilidad test-retest (r = 0.61) e índices de discriminación aceptables (superiores a 0.30) en población adolescente española (Fonseca-Pedrero y Pérez Albeniz, 2020).
La Escala de Ideación Suicida de Roberts (EIS) (Roberts y Chen, 1995) cuenta con solo cuatro reactivos, extraídos de la Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos CES-D (Radloff, 1977). Los ítems en esta versión son: “Tenía pensamientos sobre la muerte”, “Sentía que mi familia estaría mejor, si yo estuviera muerto(a)”, “Pensé en matarme” y “Me mataría si supiera la manera de hacerlo” (Roberts y Chen, 1995). En la versión mexicana se cambió este último por el de “Sentía que no podía seguir adelante” (López et al., 1995).
En relación con la consistencia interna de dicha escala, en el estudio original se detectó un alfa de Cronbach de 0.85 (Roberts y Chen, 1995). Se ha aplicado y analizado en cuanto a sus propiedades psicométricas en adolescentes y, en México, se han desarrollado investigaciones con alumnos de preparatoria y grados inferiores. En el trabajo de Rosales-Pérez et al. (2016), se aportan datos sobre evidencias de validez concurrente y predictiva; en cuanto a la confiabilidad, resultó con un alfa de Cronbach de 0.78 en un trabajo realizado por Cubillas-Rodríguez et al. (2012) y de 0.76 en el de García-Lara et al. (2020).
La estructura interna solo ha sido analizada a partir de estudios exploratorios y ha resultado unifactorial (García-Lara et al., 2020; Rosales-Pérez et al., 2016). Es importante señalar que se estimó que una puntuación igual o superior a seis indicaba un riesgo suicida, y el riesgo estimado en población de adolescentes fue de 2.9 % (Rosales-Pérez et al., 2016). Sin embargo, la EIS no ha sido estudiada en población de universitarios, y tampoco se ha considerado la estructura interna a partir de un análisis factorial confirmatorio.
El objetivo de esta investigación fue comprobar la validez de constructo de la Escala de Ideación Suicida (Roberts y Chen, 1995) mediante un análisis factorial confirmatorio (AFC) en población universitaria. Adicionalmente, se analizó la bondad de los reactivos y confiabilidad del instrumento. Tomando en consideración que la EIS es un instrumento de detección de riesgo a modo de cribaje, los objetivos específicos fueron ofrecer una estimación del riesgo suicida en la población universitaria de una universidad pública de Michoacán, así como estudiar la posible diferencia entre mujeres y hombres.
Metodología
Se implementó un método cuantitativo, con un tipo de investigación instrumental que corresponde a estudios que analizan propiedades psicométricas de instrumentos psicológicos (Ato et al., 2013).
Participantes
Se aplicó el instrumento a una muestra de 1190 alumnos universitarios de diferentes facultades de una universidad pública de Michoacán. Se realizó un muestreo incidental por conveniencia. La edad de los participantes fue de 17 a 38 años (M = 18.78; DE = 1.72), 801 (67.3 %) fueron de sexo femenino.
Instrumento
La Escala de Ideación Suicida (Roberts y Chen, 1995) evalúa la ideación suicida con solo cuatro reactivos que se responden señalando la presencia de pensamientos y sentimientos relacionados con la muerte y falta de ánimo en la última semana, con cuatro opciones de respuesta (0 días, 1-2 días, 3-4 días y 5-7 días). Las características psicométricas han sido descritas en la introducción.
Procedimiento
La investigación fue evaluada y aprobada por el Comité de Ética de la Facultad de Psicología de la Universidad participante. Después se obtuvo el permiso de las autoridades en cuatro facultades escogidas por conveniencia de la misma universidad para poder aplicar la escala a los estudiantes. Posteriormente, se realizó un muestreo por conveniencia y se compareció a distintos salones de nivel licenciatura de las facultades de Contaduría y Ciencias Administrativas (n = 578; 48.6 %), Odontología (n = 37; 3.1 %), Psicología (n = 379; 31.8 %) e Historia (n = 196; 16.5 %). En primer lugar, se describió brevemente el estudio que se estaba llevando a cabo, haciendo énfasis en la relevancia de su sinceridad al responder, y se informó que su participación era voluntaria y completamente anónima; un total de 83 personas rehusaron responder. Después de firmar el consentimiento informado, los alumnos respondieron el cuestionario por escrito en papel en un tiempo promedio de 2 minutos.
Análisis de datos
Se llevó a cabo un análisis factorial confirmatorio (AFC) utilizando mínimos cuadrados ponderados robustos y varianza ajustada, ya que se considera adecuado para datos categóricos (Muthén y Muthén, 2006). Se estimó el estadístico chi-cuadrado (χ 2 ) de Satorra-Bentler, la ausencia de significación revela adecuado ajuste, asimismo un valor < 5 de la división χ2/gl y excelente cuando es < 3. Se calcularon el índice de ajuste no normado (NNFI), índice de ajuste normado (NFI) e índice de ajuste comparativo (CFI), donde valores > 0.90 sugieren ajuste adecuado y > 0.95 excelente. Finalmente, se utilizó el error de aproximación de la media cuadrática (RMSEA), donde valores < 0.08 demuestra buen ajuste, y < 0.05 excelente ajuste (Bentler, 1990; Hu y Bentler, 1999).
El resto de análisis se realizaron con el Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) versión 22.0, con el que se calcularon la media aritmética, desviación estándar, frecuencias, porcentajes, asimetría y curtosis. Para el cálculo de la consistencia interna, y debido a que las opciones de respuesta son cuatro y la distribución no sigue la normalidad, se hizo uso de los índices alfa de Cronbach, alfa ordinal e índice de atenuación (Domínguez-Lara, 2018).
Resultados
Todas las puntuaciones medias fueron inferiores a 0.5, destaca la muy baja media mostrada por el último reactivo. Las desviaciones estándar de todos los ítems fueron inferiores a la unidad (ver Tabla 1).
Ítems | Media | DE |
1. “Sentía que no podía seguir adelante” | 0.48 | 0.74 |
2. “Tenía pensamientos sobre la muerte” | 0.23 | 0.58 |
3. “Sentía que mi familia estaría mejor, si yo estuviera muerto(a)” | 0.16 | 0.52 |
4. “Pensé en matarme” | 0.07 | 0.37 |
Nota. Escala de ideación suicida de López et al.(1995).
Los valores de asimetría y curtosis señalan que la distribución de reactivos no siguió la ley de normalidad (ver Tabla 2). Las correlaciones de cada uno de los ítems, en comparación con la puntuación de la escala total corregida (sin tener en cuenta dicho ítem), fueron superiores a 0.40 y ningún ítem al ser eliminado aumenta el valor de alfa de Cronbach de la escala (ver Tabla 2).
Ítems | Asimetría | Curtosis | Correlación ítem escala Total (corregida) | Alfa de escala total si se elimina el ítem |
1 | 1.525 | 1.838 | 0.405 | 0.666 |
2 | 2.930 | 9.018 | 0.475 | 0.579 |
3 | 3.849 | 15.508 | 0.553 | 0.533 |
4 | 6.249 | 42.815 | 0.455 | 0.621 |
El valor de alfa de la escala total obtuvo valores aceptables (αO = 0.813, el αC = 0.666 e IA del 18 %). Respecto a la submuestra de mujeres (αO = 0.821, el αC = 0.686 e IA del 16 %) y de hombres (αO = 0.802, αC = 0.615 e IA del 23 %) también resultaron adecuados. Los valores del índice de atenuación, que oscilaron entre el 16 y 23 %, denotan que el alfa de Cronbach resulta apropiado para ser interpretado.
Respecto a la corroboración de la estructura unifactorial de la EIS, se realizaron tres AFC, con la muestra total y por género. Los tres modelos obtuvieron valores de χ 2 no significativos y los valores de χ 2 /gl resultaron < 3.0, además, los valores de RMSEA fueron inferiores a 0.06, lo que indica excelente ajuste. Los índices NFI, NNFI y CFI resultaron excelentes en la muestra total y la de mujeres, ya que fueron > 0.95. En cambio, en la muestra de hombres los índices NFI y NNFI resultaron > 0.90, lo que se interpreta como mal ajuste, y el CFI resultó >0.90, es decir, aceptable. Puede concluirse que, para la muestra total y la submuestra de mujeres, el ajuste al modelo unifactorial es excelente y para la submuestra de hombres es dudoso (ver Tabla 3).
Modelo | χ2(gl) | P | χ2/gl | NFI | NNFI | CFI | RMSEA |
Todos | 3.732 (2) | .1547 | 1.87 | 0.957 | 0.970 | 0.986 | 0.027 |
Mujeres | 3.279 (2) | .1639 | 1.87 | 0.969 | 0.961 | 0.987 | 0.028 |
Hombres | 3.516 (2) | .1724 | 1.76 | 0.870 | 0.785 | 0.928 | 0.044 |
Nota. χ2 = chi-cuadrado, gl = grados de libertad, p = significación estadística, χ2 /gl; chi-cuadrado dividido por grados de libertad, NFI = Normed Fit Index, NNFI = Non Normed Fit Index, CFI = Comparative Fit Index, RMSEA = Root Mean Square Error of Approximation.
La puntuación media de la IES en la muestra total fue de 0.94 (DE = 1.60), los valores de asimetría y curtosis resultaron de 2.809 y de 10.313 respectivamente, lo que significa que la puntuación total no sigue la distribución normal.
Las frecuencias de las puntuaciones de la escala total se muestran en la Tabla 4. El 2.9 % obtuvo puntuaciones iguales o superiores a 6, lo que señala riesgo de ideación suicida. En la submuestra femenil, el porcentaje de riesgo es de 3.5 % y en la de varones resultó de 1.8 %.
Puntuación | Frecuencia | Porcentaje | Porcentaje acumulado |
0 | 668 | 56.1 | 56.1 |
1 | 272 | 22.9 | 79.0 |
2 | 112 | 9.4 | 88.4 |
3 | 62 | 5.2 | 93.6 |
4 | 28 | 2.2 | 95.8 |
5 | 13 | 1.1 | 96.9 |
6 | 14 | 1.2 | 98.1 |
7 | 7 | 0.6 | 98.7 |
8 | 7 | 0.6 | 99.3 |
9 | 3 | 0.3 | 99.6 |
10 | 1 | 0.1 | 99.7 |
11 | 1 | 0.1 | 99.8 |
12 | 2 | 0.2 | 100.0 |
Nota: La media (M= 1.02; DE = 1.67) de los participantes del sexo femenino resultó superior (t (882.93) = 2.412; p = .016; d = 0.148) al mostrado por los del sexo masculino (M = 0.79; DE = 1.43) en la EIS, pero el tamaño del efecto resultó bajo.
Discusión
El objetivo de este trabajo fue comprobar la validez de constructo de la Escala de Ideación Suicida (Roberts y Chen, 1995) a través de un AFC en población universitaria. Mediante un análisis factorial confirmatorio (AFC) de la Escala de Ideación Suicida (Robert y Chen, 1995) en estudiantes universitarios, se corroboró una estructura unifactorial. Los cuatro reactivos, así como la consistencia interna de la escala, fueron adecuados.
Los resultados corroboran la estructura unifactorial hallada en los estudios previos (García et al., 2020; López et al., 1995; Rosales-Pérez et al., 2016). Aunque el ajuste en la submuestra de varones resultó dudoso, es la primera vez que se utiliza un AFC para comprobar la estructura interna de la EIS. Del mismo modo, se encontró que las características psicométricas de los reactivos eran adecuadas, en los cuales se observó que la distribución de los mismos no seguía la ley normal, igual que la escala total, lo cual es esperable, pues afortunadamente la mayoría de estudiantes universitarios no presentan ideación suicida. Por dicho motivo era aconsejable estimar la consistencia interna de la EIS a través de un índice más adecuado para escalas de cuatro opciones de respuesta y que no siguen la ley normal (Domínguez-Lara, 2018). El alfa ordinal obtenido, tanto en la escala total como en las submuestras por género, resultó excelente considerando que la EIS solo cuenta con cuatro reactivos, y resultó similar al registrado en población adolescente mexicana (Cubillas Rodríguez et al., 2012; García-Lara et al., 2020; Rosales-Pérez et al., 2016).
Por otro lado, la media de la EIS fue más de medio punto superior a la hallada por García-Lara et al. (2020). Igualmente, la dispersión es considerablemente mayor con casi un punto de diferencia en la desviación estándar respecto al mismo estudio. Aunado a esto, el porcentaje de universitarios que presenta un franco riesgo es de 2.9 %, exactamente el mismo que el detectado por Rosales-Pérez et al. (2016) en adolescentes. En el grupo de mujeres el porcentaje fue superior al de la submuestra de varones, de forma muy similar al reportado en el mismo trabajo (Rosales-Pérez et al., 2016). Respecto a las diferencias de medias, se registró una mayor media en la puntuación de la EIS en las mujeres, pero el tamaño del efecto fue bajo. Esto concuerda con lo ampliamente manifestado en la literatura respecto a la mayor cantidad de intentos de suicidio en mujeres (OMS, 2019; Yu y Chen, 2019).
La EIS es un instrumento que ha recibido ciertas evidencias de validez concurrente en población mexicana (Rosales-Pérez et al., 2016). No obstante, no se ha estudiado la fiabilidad test-retest en población adolescente y en estudiantes universitarios, así como la sensibilidad al cambio de la escala en muestras de participantes que manifiesten una mejoría después de recibir un tratamiento, por lo que sería deseable continuar con esta línea de investigación.
Es importante señalar que el trabajo se realizó con estudiantes de una universidad, esto debe tenerse en cuenta en la interpretación de los datos, pues no pueden extrapolarse a población juvenil ni a población adulta, debido a que el nivel de escolaridad puede incidir en la ideación (Halsted et al., 2019; López-Vega et al., 2020). Sería recomendable en futuras investigaciones considerar el funcionamiento de la escala en muestras de la población general o con distintos grados de escolaridad, así como con un amplio rango de edad para poder generalizar los resultados.
Debe subrayarse la relevancia de realizar investigaciones con universitarios, más allá de la ausencia de estudios para esta población, radica en el incremento de los suicidios en este grupo de edad (OMS, 2019; Román y Abud, 2017; Yu y Chen, 2019). Además, es una etapa de la vida en que, al igual que en la adolescencia, están sometidos una serie de factores de riesgo (OMS, 2017; Vallejo-Casarín et al., 2016; Villar-Cabeza et al., 2018).
El desarrollo de instrumentos asociados a la medición de factores de riesgo y de los comportamientos suicidas es un área ampliamente desarrollada (Chan et al., 2021; González-Tovar et al., 2019; Wahid et al., 2021; Zsido et al., 2020), pues se considera que la detección facilita la intervención oportuna y la prevención del suicidio. Por tanto, resulta necesario contar con estudios que aporten evidencias y respalden la efectividad de los diferentes instrumentos de medición en poblaciones específicas.
Conclusiones
Puede concluirse que la EIS, tomando en cuenta los resultados obtenidos, y considerando lo planteado en investigaciones anteriores, es un instrumento válido, confiable y de utilidad para detectar ideación suicida y riesgo suicida en alumnos universitarios de México. Es importante hacer énfasis en que la EIS resulta un instrumento muy corto, sencillo y rápido de aplicar y revisar, en comparación con otros instrumentos. Por ello, puede ser de gran utilidad tanto para la investigación como para realizar cribajes en el ámbito aplicado. De igual forma, se infiere que una cantidad importante del estudiantado universitario podría encontrarse en riesgo suicida, los cuales deben ser detectados y atendidos.
Los comportamientos suicidas son una problemática mundial de afectaciones importantes para la población, existiendo grupos que se consideran más vulnerables, como jóvenes y adolescentes. Contar con instrumentos que tengan las adecuadas propiedades psicométricas es fundamental para acciones de prevención y promoción de la salud en diferentes niveles y, para esto, se requiere de estudios sistemáticos y constantes que evalúen la efectividad de los mismos.
A partir de los resultados de este trabajo, se puede hacer uso de dicho instrumento en otras investigaciones enfocadas en la temática de los comportamientos suicidas en México. A pesar de ello, es importante enunciar las principales limitaciones del estudio, como haber utilizado una muestra no probabilística, lo cual puede generar sesgos; la aplicación en una sola universidad del país, lo que podría llevar a resultados distintos en aplicaciones de muestras ubicadas en otras regiones del país; y la falta de contrastación con muestras clínicas, lo cual podría ampliar el análisis de las puntuaciones y sus respectivas interpretaciones.
Por último, se concluye también que este estudio ofrece insumos para el uso de un instrumento sencillo, muy breve, económico y efectivo para medir la ideación suicida en alumnos universitarios. Esto permitirá a las instituciones de educación superior contar con una herramienta que les facilite desarrollar acciones y atender una problemática relevante y de impacto social, como lo es la ideación suicida, y de esta forma incidir en favor de una educación integral enfocada en mejorar la calidad de vida y salud mental de sus estudiantes.