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En-claves del pensamiento

versión On-line ISSN 2594-1100versión impresa ISSN 1870-879X

En-clav. pen vol.1 no.1 México jun. 2007

 

Presentación

 

Hoy sale a la luz, desde América Latina y en particular desde México, una revista de Humanidades. Para justificar una nueva revista no basta el deseo de publicar. Ésta debe traducir y estimular el pensamiento de diversas tradiciones y de grupos epistémicos de investigadores con intereses comunes. Más aún: debe ser puente que comunica inquietudes, retos y tareas de los diferentes mundos de acción que representan, dentro del vínculo social, las personas, los grupos y las instituciones; las comunidades y las organizaciones. Debe reconocer la pluralidad de la sociedad y la cultura y respetar —a decir de Ricoeur— sus diversos órdenes de prefiguración práctica, configuración epistémica y refiguración hermenéutica que a la manera de chopo surtidor, al prodigar sombra y frescura, se reparten en semejanzas y diferencias, otorgando así sentido e inteligibilidad a la experiencia humana del tiempo.

He aquí nuestros retos: rescatar y reinterpretar la riqueza de nuestras tradiciones humanísticas, iluminar con ellas el presente y abrir rutas alternativas para el futuro. Rehabilitar la razón (sin la cual no hay filosofía) que es una pero armoniza —en justas palabras de Ladriére— una gran variedad de usos teóricos y prácticos y modalidades discursivas e intuitivas, para que nos permita en todo momento comprender los entrecruzamientos de la técnica y la ciencia, el arte y la literatura, la ética y las diferentes prescripciones de la acción y sus orientaciones. Poner al hombre y su reflexión sistemática —desde una triple dimensión fenomenológica: la corporalidad, la temporalidad y la alteridad— en el centro no sólo de las investigaciones y los debates sino en lo más hondo de nuestra vida cotidiana y en lo más profundo de la acción social, que siguiendo a Burke, Geertz, Turner y Goffman, ésta puede ser vista como acción simbólica, como drama y performance y como teatro pero siempre llena de tensiones, contradicciones y conflictos. En una palabra: captar lo global y recrear lo local repensando las Humanidades, acompañadas de la permanente construcción de significados, símbolos y acciones.

Hacemos nuestras las lúcidas palabras de Christian Jambet en su introducción al pensamiento de Henry Corbin, cuando dice: "Europa sólo puede salvar su propio pensamiento reencontrando fuera de ella a quienes le revelen lo que ella es. No hay vida del espíritu más que en la integración indefinida de la verdad, en el cuestionamiento de los límites de la razón por la razón misma". En efecto, lo que vale para Europa desde Oriente, vale también para América Latina y para México desde todos y cada uno de los países. Por ello, con esta revista queremos ver lo nuestro en el espejo de los demás y a su vez contemplar las diferentes culturas en los múltiples y complementarios Speculum Naturae, Scientiae, Morale et Historiae (Vincent de Bouvais, 1624). Queremos reinventar los vínculos y las relaciones con otras naciones y comunidades en esta dramática era de la globalización, de la celeridad y de la complejidad. Para lograr esta tarea, EN–CLAVES se propone ser un modesto vehículo a fin de reflejar la belleza, la unidad y la verdad que nos hermana y crear con ello nuevos puentes y caminos de apertura, empatía, reciprocidad y reconocimiento. Estamos convencidos que para comprender sabiamente al hombre, al mismo tiempo necesitamos organizar el "asalto al cielo". Con ello queremos decir que tenemos en alto aprecio la gnosis del "Oriente de las eternas luces" que como relámpago de futuro ilumina, con nuevos caminos, nuestros atribulados y mostrencos tiempos presentes.

Esta revista lleva el nombre de EN–CLAVES y, por cierto, En–Claves es una dupla de palabras. Figura retórica cercana a la distinctio, que al ayudarse de otros elementos distingue y separa para, en un segundo momento y esto es lo más importante, combinar y jugar con nuevos significados. Para ver con ellos la realidad desde ángulos y perspectivas diferentes. En efecto, por un lado en–clave nos lleva a pensar en un territorio incluido en otro con diferentes características políticas, administrativas, geográficas o de otra índole. Por otro lado, clave, del latín clavis, significa llave pero también explicación que necesita algún escrito para su comprensión y que termina por constituirse en signo o combinación de signos. Es algo tan relevante y decisivo que, bajo una transposición y juego metafóricos, se convierte en el punto fundamental del arco o de una bóveda, es decir, la dovela que lo cierra y lo sustenta y que desempeña la función de piedra angular o piedra de amarre en la que se sustenta una edificación.

Así pues, con la combinación de En–claves y claves queda constituida nuestra revista como EN–CLAVES del pensamiento busca convertirse en un espacio académico y de investigación —en cuanto territorio de considerable amplitud— sobre el cual el Tecnológico de Monterrey apuesta y arriesga trabajar por las Humanidades, empeñándose en una reflexión que tiene al ser humano como centro de todo cuanto existe. Busca ser cruce de caminos entre diversas disciplinas procurando el diálogo, la multidisciplina y la interdisciplina. Busca ser atalaya de nuevos horizontes y corrientes y cerco íntimo para el intercambio entre profesores y alumnos. Como claves del pensamiento esta revista desea alzarse como emblema descubriendo las "figuras" principales que representan y formalizan lo más íntimo, lo más arcano, lo decisivo de diferentes culturas, tradiciones, paradigmas y escuelas acerca del hombre y de su existencia, cargada siempre de procesos y categorías, de acontecimientos y estructuras, a lo largo y ancho de su transitar por la temporalidad de las épocas, los linajes, las generaciones, los años y los días.

Con EN–CLAVES pues, a la manera de símbolo y entendido éste —bajo la inspiración de Lledó— como un "objeto viajero" en búsqueda de su otra mitad complementaria, queremos hospedar ideas y representaciones, ilusiones y proyectos e "imágenes logoicónicas" (De la Flor) no sólo de nuestra América sino también de otros continentes y de muchos países para así darle a todas las fenomenologías del Espíritu, que en la historia van formando "universales antropológicos", un lugar adecuado mediante la conciencia histórica y su articulación simbólica.

La historia no está acabada. Entre la experiencia y la interpretación permanentes —señales cuya marca han establecido Koselleck y Gadamer, entre otros— transcurre el acontecer de nuestra existencia y el de las instituciones. En su construcción y a través de temporalidades de ciclo rápido y de ciclo lento, concurren para darle sentido todas las naciones del orbe y cada uno de los seres humanos, especialmente aquellos ciudadanos, estudiosos e investigadores que ejercen la memoria y la imaginación, contribuyen —en opinión de un buen grupo de investigadores franceses e italianos— a robustecer el vínculo social y construir las múltiples identidades. Por estas razones y buscando fortalecer —en compañía de White y Rüsen— la imaginación y el conocimiento históricos y los diversos tipos de conciencia histórica, valoraremos en esta revista los temas históricos e historiográficos.

¡Ni duda cabe! La historia y la literatura y más recientemente la psicología —de la mano de Bruner y Lazarus— nos han mostrado que la identidad del hombre es una identidad narrativa. En efecto, la búsqueda del hombre, hecha de mismidad–continuidad–otredad, atraviesa el umbral del texto y la ficción para transformarse en símbolo y acción, en cultura y performance. Por ello, la literatura con su imaginación creativa, su innovación semántica y su fuerza tropológica, retórica y poética ocupará un espacio importante en EN–CLAVES. Sin la literatura no podríamos afrontar una renovación a fondo del lenguaje. Ésta, en efecto nos ayuda, en palabras de Ricoeur, a "compaginar la inmediatez del símbolo con la mediatez del pensamiento".

Ingresando al terreno de la filosofía, adoptamos la fórmula hermenéutica que dice: De la acción al texto para nuevamente volver a la acción. En efecto, la acción humana, en todas sus formas: individual, interpersonal, social, histórica, comunitaria, cívica, política, ecológica, iluminada no sólo por la razón teórica sino custodiada por la razón práctica, ocupará gran parte de nuestro interés y atención. Intentaremos incluir reflexiones multidisciplinarias que analizando la identidad, el lenguaje y la tecnología, examinen directamente la dimensión ética en la esfera de la racionalidad tecnológica.

La razón práctica, crisol donde se funden las prerrogativas de la humanidad, constituye no sólo el receptáculo final de la razón teórica sino la arena donde se construye el espacio público, el ámbito donde se juega la práctica política y la communitas donde se pretende alcanzar la justicia, la libertad y la dignidad. Por ello, desde hoy EN–CLAVES se compromete a pensar, contra viento y marea, la razón práctica y desde hoy se empeña en aceptar todas sus consecuencias.

En efecto, la primera responsabilidad de EN–CLAVES, aceptada y declarada, se constituye como la búsqueda de un pensar crítico sin el cual el discurso en torno a lo humano y la interpretación de las Humanidades resultan vanos. La segunda responsabilidad, acompañados de Hannah Arendt, es el intento por escapar de la superfluidad y con ello librarnos de la deshumanización. La tercera responsabilidad consiste en cancelar las polarizaciones para, con generosidad y visión, vislumbrar la realidad desde diferentes perspectivas, entender la acción humana a partir de posibilidades diferentes a las conocidas o asumidas por nosotros y reflejar en los diversos cauces de lo político, lo social y lo cultural, la ermenéia que es interpretación justa, articulación lúcida y aplicación fronética.

Para este empeño de considerar la acción humana como unidad de análisis, tenemos el invaluable auxilio de una psicología moderna que echada hacia adelante por Elder, Bronfenbrenner y Lazarus, entre otros y con los beneficios del "curso de la vida", de la ecología de los contextos del desarrollo y del estudio de las emociones, ha logrado avances considerables como ciencia que recupera la persona, el contexto, el significado para así construir las principales mediaciones de la acción humana. De igual modo reconocemos el estatuto tanto de la psicología social y política, como de la psicología cognitiva, que están explorando con imaginación, audacia y rigor nuevos caminos de comprensión del ser humano y están rompiendo con los contextos de aislamiento y dispersión, donde se encontraban hace algunos años.

EN–CLAVES también tiene contemplado incluir en su agenda un tema emergente y cada vez más importante en nuestras sociedades todas, sean éstas urbanas o rurales, sean de innovaciones de tecnología de frontera o de innovaciones tecnológicas organizacionales. Nos referimos a la naturaleza cambiante y versátil de las organizaciones y corporaciones. En efecto, cada vez se hace más evidente que estamos viviendo en una "sociedad de organizaciones" con las consecuencias buenas y malas que ello acarrea para la marcha de las naciones, la formación de las comunidades y la salud mental, emocional y económica de los grupos y las personas.

El arte, en cuanto configuración cultural compleja y clavis universalis del mundo, no puede estar ausente en nuestra revista. En efecto, las figuras y objetos que el arte expone a nuestra memoria, reflexión y contemplación son proposiciones que hoy coaligan —con nuevas lecturas hermenéuticas— lo plástico, lo literario y las líneas de pensamiento, bajo una revisión histórica intensa y fecunda. Por otro lado, los temas centrales de la representación simbólica y sus múltiples formaciones de sentido, requieren nuevas claves de semanticidad y una colaboración estrecha con muchas disciplinas. En una palabra, para EN–CLAVES el hombre continúa siendo un "animal semiótico" y el arte, como lugar privilegiado de la creación, nos concede el mantener viva la tarea de desciframiento que durará mientras el hombre mantenga vivo y aspirativo su ingenio.

La literatura, la historia, el arte, la filosofía y la psicología, bajo formas simbólicas, rituales y dramáticas se encarnan hoy en las ciudades. Éstas, en efecto, constituyen en–claves que concentran y representan el microcosmos icónico del hombre. Por ello mismo, la ciudad, nuestra ciudad, las ciudades en general —en cuanto necesitan ser pensadas de nueva cuenta— serán también un lugar importante en EN–CLAVES. En efecto, el estudio de las ciudades se ha convertido en un tema importante e interdisciplinario. Se ve surcado por la sociología y la antropología, los estudios urbanos y los estudios culturales, los mass media, las artes, la literatura, el urbanismo, la etnografía, etcétera. Las ciudades con sus lugares y sus "no lugares", con sus diferentes temporalidades, son símbolos de lo posible y lo imposible, son metáforas de la audacia y la irresponsabilidad. Los imaginarios sociales e históricos tejen y destejen las ciudades como universos del quehacer, del ocio, de la fiesta y de los dramas.

Finalmente entendemos al hombre de manera plural y ello para honrar la diferencia de las individualidades, de las tradiciones y de las culturas. En efecto, concebimos la existencia humana como "búsqueda del Dador de la Vida" y "flor y canto" (Nezahuatcóyotl); como "revelación" (Suhrawardí); como aporía y enigma (Platón, Aristóteles y la escolástica); como admiración e interrogación a la manera de Merleau–Ponty; como alétheia o desvelamiento del ser en la línea de Heidegger y Balthasar; como viaje, a manera de la metáfora más antigua (Blumenberger); como misterio (Gabriel Marcel); como encuentro (Buber); como "rebelión auténtica del alma" (Corbin) que busca "su verdadera patria: las Formas trashistóricas, las Formas de la hierohistoria" (Jambet); como búsqueda incansable de la verdad y la vida (Zambrano); como testimonio y lugar de la esperanza (Ricoeur). El elenco anterior —sólo a título de Índice y como variaciones de lo Único— es una admirable epifanía del ser que EN–CLAVES desea ampliar mediante la polifonía de trabajos, investigaciones y propuestas que está ya recibiendo y cuyo número y calidad espera aumentar en cada entrega.

A la manera de anamnesis que busca rememorar para que nuestra historia adquiera sentido y no carezca de futuro, a la manera de anagnórisis que intenta superar lo inmediato y, mediante el reconocimiento, purificar las pasiones, ENCLAVES nace hoy para colaborar con una tarea esencial: descubrir tanto el sentido como la dirección que generan en su temporalidad las personas, los grupos y las sociedades y ello para —siquiera sea un poco— "abrir pausa en los destinos, donde brinca la fuente de [nuestra] libertad". (Alfonso Reyes).

Así pues, con este primer número EN–CLAVES, mirando hacia el pasado para rescatar hilos de luz que abran un sendero en nuestro presente y forjen esperanzas para un futuro diferente, apuesta a lo mejor que tiene el hombre: anular la maldición para alentar el germen de una libertad imaginativa. La escritura que de aquí surja, esperamos se convierta en conciencia histórica intergeneracional, caligrafía del espíritu y un surco más donde puedan seguir aflorando las "formaciones de sentido", sin las cuales no hay en la vida humana ni dirección, ni esperanza, ni futuro.

 

Dora Elvira García G.
Luis Álvarez Colín

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