En 2025, la revista Península celebrará sus veinte años, justo unos meses después de que el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (CEPHCIS) conmemorara su propia veintena. Tanto la fundación del cephcis como la creación de la revista, pueden entenderse en el marco de un proceso de diversificación institucional de las humanidades y ciencias sociales en Yucatán y en la península. Si bien, este no es el espacio para realizar un análisis biblioestadístico de la autoría y contenidos temáticos de la revista, una revisión rápida de los números publicados puede dar cuenta de cómo, en los comienzos de Península, encontramos una presencia dominante de investigadoras e investigadores de la entonces recién creada Unidad Académica de Ciencias Sociales y Humanidades, con disciplinas y temáticas de investigación novedosas para la región, como la filosofía, la sociología urbana, el estudio de la literatura de viajes y la historia política y cultural de Yucatán como región, por citar sólo algunos ejemplos. Con el paso de los años, se ha diversificado la procedencia institucional y geográfica de la autoría de los artículos, al igual que sus temáticas, enfoques teóricos y metodológicos.
Como todo producto cultural, una revista académica debe entenderse como parte de un proceso de producción más amplio -como ha observado Esteban Krotz en su texto “Lo que el viento se lleva: consideraciones sobre el actual proceso de producción y difusión del conocimiento antropológico en México”, de 1982-, en el que influyen los recursos disponibles con los que cuenta una institución, las condiciones de comunicación y distribución de conocimiento y, de manera fundamental, la disponibilidad de personas que puedan realizar el trabajo editorial, desde el envío de los manuscritos a los dictaminadores hasta la corrección de estilo, maquetación, distribución y difusión de los números publicados.
Ciertamente, considerando estos criterios, publicar una revista en el sur de México representa muchos desafíos, los cuales, como observa Ricardo López Santillán en su contribución en esta sección, muchas veces se traducen en la corta vida de las publicaciones académicas periódicas, como la Revista Mexicana del Caribe, editada por la Universidad de Quintana Roo y la Asociación Mexicana de Estudios del Caribe, y Sur de México, producto de un proyecto multiinstitucional, patrocinado por el Consejo Mexicano de Ciencias Sociales, donde, en sus tres números publicados, abordó diversos temas de la región sur-sureste de México (Península de Yucatán y Chiapas) y, además, contó con una amplia sección de reseñas de libros, revistas, artículos, capítulos, materiales audiovisuales, recursos electrónicos, museos, instituciones de investigación y docencia, eventos y listados de publicaciones, convirtiéndose en una revista muy útil que ha servido como referente para conocer la producción de las ciencias sociales y humanidades de la región.
El proceso de producción antes referido también es un proceso histórico y, en este mismo sentido, las humanidades y las ciencias sociales tienen una larga historia en la Península de Yucatán, la cual se expresa en la trayectoria de las publicaciones periódicas de estas disciplinas. Así, por señalar un ejemplo, la Escuela (actualmente facultad) de Ciencias Antropológicas de la Universidad (ahora autónoma) de Yucatán (ecaudy), fundada en 1970, fue la tercera escuela de antropología en el país y la segunda creada fuera de la Ciudad de México. Posteriormente, a pocos años de su creación, estudiantes de dicha institución fundaron, en 1973, el Boletín de la ecaudy, en el que también participaron profesores de esta escuela, tanto en el consejo de redacción como en la publicación de artículos. Como señaló el arqueólogo Alfredo Barrera Rubio, uno de los impulsores del Boletín, esta revista se convirtió en una referencia obligada para la arqueología mayista, en tanto que en aquellos años se estaban realizando investigaciones arqueológicas de campo, gracias a la colaboración de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah). Hoy, la revista Temas Antropológicos, editada por la Facultad de Ciencias Antropológicas de la uady, es la heredera del Boletín y ha logrado mantenerse de manera periódica. Asimismo, en el campo de la antropología, otra contribución importante fue I’inaj: Revista de Divulgación del Patrimonio Cultural de Yucatán, cuyos quince números fueron editados por el Centro inah Yucatán, institución con larga historia en la entidad.
Junto a las ciencias antropológicas, la economía ha sido una disciplina que ha contribuido notablemente a la producción científica y a la edición de publicaciones periódicas en la región. En 1977, estudiantes de la entonces Escuela de Economía de la uady editaron la Revista de Difusión de la Escuela de Economía de la Universidad de Yucatán. También en esos años, el Departamento de Enseñanza de la Investigación, perteneciente a la misma institución, publicó la Revista de Temas Económicos de la Escuela de Economía. Otra de las revistas notables en este campo fue Yucatán: Historia y Economía, editada por el Departamento de Estudios Económicos y Sociales del Centro de Investigaciones Regionales de la misma casa de estudios. En el contexto de la influencia del marxismo durante las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado, los temas del henequén y el campesinado representaron más de la mitad de los artículos publicados en las páginas de Yucatán: Historia y Economía. Otro valioso aporte, que lamentablemente ya no se edita, es el boletín Economía Hoy, de la Facultad de Economía de la uady, en el que se daban a conocer diversos datos económicos y productivos de la entidad. Actualmente, la Facultad de Economía cuenta con la
Revista de Economía, que se publica de manera semestral.
En este número de Península celebramos nuestro primer katún: veinte años y veinte volúmenes que han sido posibles gracias a la decidida labor de las y los editores que han dirigido la revista, así como al invaluable soporte de Salvador Tovar Mendoza, jefe de publicaciones; Carlos Alberto Martínez, corrector de estilo y editor; Samuel Flores Osorio, en el diseño de portadas; y Daniela Maldonado Cano (q . e. p. d.), también correctora de estilo y editora.
En el marco del vigésimo aniversario de Península, Fernanda Valencia Suárez, y quien escribe este texto, ambos editores actuales de la revista, hemos optado por incluir un dosier en cada número con el propósito de concentrar aportes de las humanidades y las ciencias sociales sobre temas específicos. El dosier estará acompañado de introducciones que ofrezcan una revisión acerca de lo producido con respecto a temas sobre las humanidades y las ciencias sociales de la región, así como otros textos que puedan contribuir al conocimiento de la problemática, tales como entrevistas a especialistas o a actores involucrados en los fenómenos humanos y sociales estudiados. Además del dosier, permanecerá una sección de artículos con diversas temáticas. También, hemos incrementado el número de reseñas que se publican en cada número para dar cuenta de la producción académica que se genera, en estas áreas, sobre la región peninsular, con el objetivo de que Península siga fortaleciéndose como una valiosa e imprescindible fuente de consulta sobre estas disciplinas y ámbito geográfico.