Introducción
Desde la llamada guerra contra el narcotráfico, iniciada en diciembre de 2006 por el gobierno federal mexicano, se ha dado un incremento de la violencia y la inseguridad pública, como resultado de los enfrentamientos entre las fuerzas armadas con los grupos criminales, así como de la lucha entre los cárteles de drogas por la producción y distribución de drogas, a la par del aumento de los desplazamientos forzados por cuestiones de inseguridad y violencia en diferentes regiones del país (CMDPDH, 2014; CNDH, 2016; Conapo, 2019a; IDMC, 2010). No obstante, son pocos los estudios empíricos que han tratado de relacionar el incremento de la violencia con el aumento de los desplazamientos internos forzados, y mucho menos existen análisis que traten de cuantificar y caracterizar a las personas desplazadas en años recientes (Centro de Estudios Migratorios, 2020; CMDPDH, 2019; Conapo, 2019b).
Debido la falta de información oficial y estadística sobre la magnitud y características de los desplazamientos internos forzados en el país, este estudio explora la relación de la violencia con los cambios en la emigración interna municipal para el periodo 1995-2015. En primer lugar se determina si existen diferencias socioeconómicas y demográficas de los emigrantes de municipios con altos niveles de violencia respecto al resto de emigrantes internos en México. Posteriormente, se analizan los efectos de la violencia sobre la emigración interna municipal femenina y masculina antes, durante y después de la denominada “guerra contra el narcotráfico”.
Los desplazamientos forzados en méxico y el mundo
Los desplazamientos forzados internos y externos en el mundo han incrementado en las últimas dos décadas en un 89.8 por ciento, al pasar de 37.3 millones de personas en 1996 a
70.8 millones en 2018, mientras que el crecimiento de la población en el mismo periodo ha sido de 31.6 por ciento (ACNUR, 2016, 2019; World Bank, 2020). A pesar de esto, la mayor parte de las investigaciones sobre migración en el mundo siguen centrándose en la migración laboral y/o económica, dejando fuera los desplazamientos forzados causados por distintas clases de violencia, desastres naturales o por la construcción de megaproyectos de desarrollo que fuerzan a las personas y familias a dejar sus lugares de origen y trasladarse hacia otros lugares al interior o fuera de sus países (ACNUR, 2019, ONU, 1998).
Los estudios que abordan la relación entre los desplazamientos forzados y diferentes tipos de violencia pueden ser divididos de acuerdo con las fronteras internacionales que cruzan las personas, en desplazamientos internos forzados y desplazamientos externos forzados (refugiados o solicitantes de asilo). Si bien los tipos de violencia y los actores que la generan pueden ser múltiples y variados, la mayor parte de las investigaciones empíricas se han enfocado en la violencia colectiva ejercida por distintos grupos criminales, comunales, guerrillas y/o por el propio Estado en contra de determinados grupos de individuos, o sobre la población en general (ACNUR, 2016; OMS, 2002).
Aunque existen diversas razones por las que las personas se ven obligadas a abandonar sus hogares ante el incremento de la violencia. Investigaciones en América (Alvarado y Massey, 2010; Morrison, 1993; Ramírez y Meza, 2012) y África (Bariagaber, 1997) coinciden en que no es hasta que se rebaza un umbral de violencia. Es decir, hasta que los costos de quedarse en sus lugares de residencia habitual son mayores a los costos del desplazamiento es que las personas y/o familias deciden moverse a otras regiones o países, pues el desplazamiento no sólo implica altos costos de traslado, sino también la pérdida, al menos temporal, de sus bienes y fuentes de ingreso, por lo que esta decisión resulta ser una medida drástica que las personas toman ante el riesgo inminente de daño en sus vidas y amenazas a su seguridad.
Tal y como Morrison (1993) y Bariagaber (1997) señalan, mientras que algunos de los desplazados pueden salir de sus hogares en cuestión de horas o de días -particularmente como resultado de amenazas directas o de acciones violentas-, otros desplazados toman esta decisión después de meses e incluso años de violencia, hasta llegar a un nivel que les impide realizar sus actividades productivas o pone en riesgo inminente la seguridad de un miembro o de toda la familia.
En cuanto a las características socioeconómicas y demográficas de quienes realizan desplazamientos forzados, estas pueden ser muy diversas, particularmente en contextos de violencia generalizada al interior de un país o una región. No obstante, análisis como los de Pareja y Domínguez (2014), del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH, 2015) y el de Hennion (2014), muestran que la mayor parte de los desplazamientos suelen ser de mujeres y niños, al presentar una mayor vulnerabilidad ante los hechos violentos que pueden llegar a ocurrir en sus localidades de origen.
Por otro lado, investigaciones como las de Bariagaber (1997), en África, y Sayago (2011), en Latinoamérica, han demostrado que la mayor parte de estos movimientos se dan a corta distancia, particularmente por el deseo de los desplazados de poder regresar a sus lugares de origen o de residencia habitual en el corto o mediano plazo, además de que las mayores distancias de desplazamiento implican mayores costos de traslado, lo que imposibilita a la mayoría de las personas el poder trasladarse a lugares más lejanos. En este sentido, el estudio de Bariagaber (1997) muestra que los desplazamientos forzados al interior o exterior de un país están condicionados por el tamaño del conflicto generador de violencia, la distancia entre los lugares de origen y las fronteras internacionales, así como por las redes sociales y familiares que pueden ayudar a las personas a reducir diversos costos económicos y sociales al desplazarse interior o fuera de sus países.
En el caso de México, aunque los desplazamientos forzados se remontan a las décadas de los setenta y noventa, particularmente por conflictos comunales, agrarios y de megaproyectos en entidades como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, es a partir de la década de los noventa que este fenómeno tiene un crecimiento importante como resultado del levantamiento del Ejército Zapatista, llegándose a desplazar en Chiapas hasta 30 000 personas entre 1994 y 2011 (CMDPDH, 2014; Rubio Díaz-Leal, 2014). Sin embargo, los desplazamientos forzados causados por la violencia parecen tener un aumento en México tras el cambio de la estrategia de seguridad en 2007, tal y como lo han documentado la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH, 2014), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH, 2016) y el Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC, 2020).
Al respecto, en uno de los primeros esfuerzos por tratar de relacionar la violencia con la migración internacional hacia los Estados Unidos (EE. UU.) Alvarado y Massey (2010) analizan el efecto de la violencia sobre las probabilidades de emigración en cuatro países de Latinoamérica para el periodo 1979-2003. Estos autores encuentran que para el caso específico de México existe una relación inversa entre el aumento de la violencia y la probabilidad de que las personas emigren hacia EE. UU., al reducir el número de emigrantes ante incrementos de la violencia. Concluyen que el aumento de la violencia tiene un mayor impacto sobre las clases sociales bajas, lo que limita su migración internacional, al no contar con los suficientes recursos económicos para migrar, además de que las condiciones sociales y políticas del país han permitido que la violencia no tenga un efecto expulsor sobre las clases sociales medias y altas.
En una investigación posterior de Ramírez y Meza (2012), los autores analizan la relación de la violencia criminal en México con la emigración internacional hacia EE. UU. para el periodo 2005 a 2010, dado el incremento de la violencia registrado tras el cambio de la estrategia de seguridad en 2007. Los autores desarrollan un análisis municipal en donde encuentran que existe evidencia de un incremento de la migración a los EE. UU. como resultado de un aumento de la violencia municipal; no obstante, también mencionan que esta relación no es lineal, pues hasta que esta violencia rebaza cierto nivel (o umbral) es que tiene un impacto sobre las tasas de emigración, pero antes de este umbral, reduce los niveles de emigración internacional en México.
Por su parte, Acosta y Cruz (2016) analizan los factores económicos y sociales que se asocian a la migración interna en México para el periodo 1995-2010, determinando que durante el periodo 2005-2010 la violencia tuvo un efecto negativo y significativo sobre la probabilidad de que una entidad tenga un saldo neto positivo, al aumentar los flujos de emigración interna y reducir los flujos de inmigración interna en entidades con alta violencia, lo que provocó que entidades como Chihuahua, Durango y Tamaulipas con altos niveles de violencia durante este periodo vieran reducir sus saldos netos migratorios. Por ello, los autores concluyen que, para el periodo 2005-2010, las variables relacionadas con las condiciones sociales y de calidad de vida tienen un efecto significativo sobre la migración interna en México.
Por otro lado, para mostrar el efecto causal de la violencia sobre las tasas de emigración en las regiones y municipios con mayores niveles de violencia, Gutiérrez y Rivero (2012) miden el efecto de la violencia sobre la migración interna municipal a partir de modelos contrafactuales, demostrando que durante 2010 la violencia incrementó la migración interna en municipios con altos niveles de violencia. Sin embargo, este análisis deja fuera el periodo previo a la implementación de la estrategia de seguridad de 2007, por lo que no muestra los posibles cambios en el desplazamiento interno forzado como resultado de la implementación de esta estrategia de seguridad.
En resumen, se puede decir que los desplazamientos forzados, tanto internos como externos, muestran diferencias respecto a la migración económica o laboral, pues es un fenómeno en el que las personas son obligadas a migrar dejando atrás sus bienes y patrimonios para tratar de salvaguardar sus vidas. Aunque este puede ser un evento planeado que resulta de evaluar las ventajas y desventajas de marcharse o quedarse, el resultado final es la pérdida del bienestar social y económico que provoca dejar sus lugares de origen, en donde en la mayoría de las veces son las mujeres y niños los más afectados por este fenómeno.
Sin embargo, en México la mayoría de las investigaciones se han centrado en la migración internacional (Alvarado y Massey, 2010; Ramírez y Meza, 2012), dejando fuera los desplazamientos internos forzados, sin saber si estos muestran características socioeconómicas y demográficas distintas al resto de los migrantes. En un periodo de cambios en donde la violencia tuvo un aumento en diversas entidades del norte de México, y en municipios de Guerrero y Michoacán, como resultado de la estrategia de seguridad federal (Arteaga-Botello, Dávila-Cervantes y Pardo-Montaño, 2019; CMDPDH, 2019; Conapo, 2019a).
La contribución de este artículo radica en evaluar el efecto de la violencia sobre las tasas de emigración interna municipal femenina y masculina para tres periodos distintos, tratando de hallar diferencias antes, durante y posteriormente al cambio de la estrategia de seguridad gubernamental de 2007. Además, se analiza si el impacto de la violencia entre 1995 y 2015 es el mismo en distintos niveles de emigración interna, puesto que, como se ha señalado anteriormente, puede existir un efecto mayor de la violencia en municipios con mayores niveles de emigración, si es que la violencia rebaza los costos de permanecer en sus lugares de residencia habitual, lo que puede propiciar la salida cientos e inclusive miles de personas y/o familias en algunas comunidades y municipios del país.
La hipótesis del presente artículo es que existe un efecto significativo de la violencia sobre el aumento de las tasas de emigración interna municipal femenina y masculina, efecto que se ha incrementado después de la puesta en marcha de la estrategia de seguridad de 2007. No obstante, las diferencias regionales en el aumento de la violencia han tenido un impacto diferenciado sobre las tasas de emigración en donde los mayores efectos se han dado sobre los municipios con mayores tasas de emigración interna y con mayores tasas de violencia, por lo que se espera que el efecto de la violencia sea diferente a distintos grados de emigración interna municipal.
Datos
Este artículo utiliza los microdatos de los Censos de Población y Vivienda (CPV) 2000 y 2010 (Inegi, 2018a), y los datos de la Encuesta Intercensal (EI) 2015 elaborados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi, 2018b). Los datos de los censos ofrecen información acerca de los municipios de residencia de las personas al momento del levantamiento del censo y cinco años atrás para los periodos 1995-2000, 2005-2010 y 2010- 2015, permitiendo el cálculo de indicadores de migración interna municipal para el total de municipios al inicio de cada periodo (2 428 municipios en 1995, 2 454 en 2005 y 2 456 en 2010).
Estos indicadores se complementan con otros de control para los determinantes económicos, sociales y demográficos de la migración interna en México propuestos por Acosta y Cruz (2016), Massey et al. (1993) y Gutiérrez y Rivero (2012). Dada la disponibilidad y periodicidad de los datos, este análisis muestra variaciones de acuerdo con la información obtenida para cada quinquenio, lo cual representa una limitación de las fuentes de datos y de los hallazgos obtenidos (ver cuadros de resultados).
Variables
Debido a la falta de estadísticas sobre desplazamientos internos forzados a nivel municipal en México, las variables dependientes son las tasas de emigración masculina, femenina y total por municipio para los periodos 1995-2000, 2005-2010 y 2010-2015 estimadas a partir de la pregunta de lugar de residencia cinco años atrás, la cual se define como:
Donde:
TEImij: Tasa de emigración intermunicipal del municipio i del año t al t+4
MIi: Total de emigrantes del municipio i del año t al t+4
POBi: Población total del municipio i a mitad del periodo t a t+4
El análisis de las tasas de emigración internas se limita a los municipios al inicio de cada periodo, debido a que la inclusión de municipios de reciente creación provocaría cálculos erróneos de sus tasas de emigración, así como la falta de datos disponibles para el análisis.
La violencia, variable independiente de interés, es medida a partir de la tasa de homicidios quinquenales por cada 1000 habitantes a nivel municipal, la cual se construye con los registros administrativos de defunciones del Inegi (2020), particularmente de los datos sobre homicidios por municipios. La Organización Mundial de Salud (OMS, 2002) señala que esta variable ofrece una medida del grado de violencia e inseguridad que ocurre en una región o país al ser un indicador comparable y con menores problemas de subregistro que otros delitos, además de que ha sido utilizada por otros estudios sobre violencia en México y Latinoamérica tales como los de Alvarado y Massey (2010), Enamorado, López-Calva y Rodríguez-Castelán (2014) y Gutiérrez y Rivero (2012).
Como variables independientes de control se consideran indicadores sociales, económicos y demográficos obtenidos del Inegi (2018a, 2018b), del Consejo Nacional de Población (Conapo, 2013, 2015) y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval, 2015) los cuales se presentan en el cuadro 1, donde se muestra su definición, tipo de indicador, fuente de obtención y disponibilidad en el tiempo. Los usos del Índice Absoluto de Intensidad Migratoria (IAIM) y del Grado Absoluto de Marginación Municipal (GAMM) se deben a que estos permiten comparaciones de los municipios entre distintos años (2000 y 2010) a diferencia del Índice de Intensidad Migratoria (IIM) y del Índice de Marginación (IM), que solo permiten comparaciones para un mismo año (Conapo, 2015).
Indicador | Definición (tipo) | Fuente de información | Años disponibles | |
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Sociales | Emigración interna (variable dependiente) | Tasa de emigración interna municipal por cada mil habitantes (continua) | CPV y EI (Inegi) | 2000, 2010, y 2015 |
Violencia (variable independiente de interés) | Tasa de homicidios municipales quinquenales por cada mil habitantes (continua) | Registros administrativos (Inegi) | 1990-2016 | |
Marginación | Grado marginación municipal: muy bajo, bajo, medio, alto y muy alto (categórica) | Conapo | 2000 y 2010 | |
Redes migratorias (internas) | Porcentaje de población nacida en otro municipio de México (continua) | CPV y EI (Inegi) | 2000, 2010, y 2015 | |
Redes migratorias (internacionales) | Índice absoluto de intensidad migratoria a nivel municipal (continua) | Conapo | 2000 y 2010 | |
Desigualdad | Índice de Gini a nivel municipal (continua) | Coneval | 1990, 2000, 2005, y 2010 | |
Económicos | Salario | Mediana del ingreso por trabajo/1000 por municipio (continua) | CPV y EI15 (Inegi) | 2000, 2010, y 2015 |
Empleo | Porcentaje de población desocupada a nivel municipal (continua) | CPV y EI15 (Inegi) | 2000, 2010, y 2015 | |
Demográficos | Presión demográfica | Relación de la población de 14 a 25 años entre la población de 45 a 64 años x 100 (continua) | CPV y EI15 (Inegi) | 2000, 2010, y 2015 |
Escolaridad | Promedio municipal de los años escolaridad de la población de 15 años o más (continua) | CPV y EI15 (Inegi) | 2000, 2010, y 2015 | |
Urbanización | Población a nivel municipal:Rural - menos de 15000 habs. Urbano - 15 mil o más habs. (dicotómica) | CPV y EI15 (Inegi) | 2000, 2010, y 2015 |
Fuente: Elaboración propia a partir de las variables propuestas por Acosta y Cruz (2016), Gutiérrez y Rivero (2012), Massey et al. (1993).
Métodos
Primero se exploran las características socioeconómicas y demográficas de los emigrantes procedentes de municipios con muy alta violencia respecto a las de emigrantes procedentes de municipios con muy baja violencia. Se divide los municipios de origen de los emigrantes en cinco grupos de igual tamaño de acuerdo con sus niveles de violencia en: muy alta, alta, mediana, baja y muy baja violencia utilizando como indicador a sus tasas de homicidios quinquenales por cada 1000 habitantes.
Posteriormente, para el análisis de los factores económicos, demográficos y sociales asociados a las tasas de emigración internas municipal (femenina, masculina y total), se parte de modelos log-lineales (regresión lineal del logaritmo de la variable dependiente) a fin de determinar si particularmente el efecto de la violencia es significativo sobre las tasas de emigración municipal para los periodos 1995-2000, 2005-2010 y 2010-2015. El uso de este tipo de modelos se debe a que la tasa de emigración interna (variable dependiente) no puede tomar valores negativos, por lo que no se puede hacer uso de regresiones lineales simples, debiendo aplicarse transformaciones logarítmicas a las tasas de emigración interna municipales (Gordon, 2015).Este tipo de modelos permite determinar cuáles de las variables propuestas en los modelos han tenido un efecto significativo sobre el aumento o la reducción de las tasas de emigración interna municipal en los periodos seleccionados.
Finalmente, para probar si el efecto de la violencia en las tasas de emigración es significativo para distintos niveles de emigración, se desarrollan modelos de regresión logística multinomial en donde la variable dependiente se define a partir de la clasificación de los municipios en cinco grupos de igual tamaño de acuerdo con sus tasas de emigración interna en: muy baja, baja, mediana, alta y muy alta emigración interna, tomando como categoría de referencia de la variable dependiente a la muy baja emigración interna. Estos modelos se utilizan puesto que se desea comparar el efecto de los factores sobre distintos grados de emigración, y particularmente, de existir un efecto de la violencia, comparar si el efecto muestra variaciones entre diferentes niveles de emigración (Gordon, 2015).
Características socioeconómicas y demográficas de los migrantes de municipios con altos niveles de violencia
En esta sección se analizan las características socioeconómicas y demográficas de los migrantes procedentes de municipios con muy altos niveles de violencia (quintil V), que se comparan con datos de emigrantes procedentes de municipios con muy bajos niveles de violencia (quintil I), a fin de identificar las diferencias que pueden ser resultado de distintos niveles de violencia en sus municipios de origen. Como se observa en el cuadro 2, los emigrantes procedentes de municipios de muy alta y muy baja violencia tienden a ser mayoritariamente mujeres en edades laborales de entre 25 y 28 años. No obstante, a partir de 2010 aumenta la edad de los emigrantes procedentes de municipios con muy alta violencia, y al comparar su edad promedio entre 2000 y 2015 se observa un crecimiento de
9.7 por ciento.
En general, tanto los migrantes de municipios del quintil I como del quintil V, tienden a incrementar su promedio de escolaridad a lo largo del tiempo (de 9 a 11 años), pero es a partir de 2010 que los emigrantes de municipios del quintil V (muy alta violencia) muestran un incremento significativo de escolaridad pasando de 8.6 años en 2000 a 10.3 años en 2010 (un incremento de 19.8%), mientras que los migrantes de municipios de muy baja violencia en el mismo periodo muestran un descenso de 2.2 por ciento.
Aunque la mayor parte de los emigrantes en los tres periodos analizados están unidos o casados, para el caso de los emigrantes de municipios con muy alta violencia se observa un porcentaje mayor de viudos(as) o separados(as) respecto a los migrantes de municipios con muy baja violencia, particularmente en 2010 cuando la diferencia entre ambos grupos es de
puntos porcentuales, es decir 38.2 por ciento más viudos o separados en los emigrantes de municipios con alta violencia.
A lo largo de los tres periodos, los emigrantes del quintil I muestran mayores porcentajes de hablantes de lengua indígena, en comparación con los emigrantes del quintil V. Mientras los emigrantes del quintil V tendían a mostrar mayores porcentajes de jefatura femenina en 1995 y 2010, en 2015 esto cambio pues el quintil V tuvo un menor porcentaje de hogares con jefatura femenina, con una diferencia de 1.6 puntos porcentuales entre quintiles.
En los tres periodos estudiados se observa que los emigrantes procedentes de municipios con alta violencia muestran mayores porcentajes de desempleo tras la migración que los migrantes procedentes de municipios con baja violencia. Los emigrantes de municipios con alta violencia muestran el mayor nivel de desempleo al registrar 3 por ciento de su población de 15 a 64 años, particularmente en 2010. Dicho esto, los datos anteriores no permiten saber si se encontraban desempleados también antes de la migración, por lo que son necesarias encuestas que permitan determinar las características de las personas antes y después de su desplazamiento.
2000 | 2010 | 2015 | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Características | Quintil | Quintil | Quintil | Quintil | Quintil | Quintil |
I | V | I | V | I | V | |
Sexo (%) | ||||||
Hombres | 48.5 | 47.6 | 45.7 | 48.4 | 48.5 | 48.8 |
Mujeres | 51.5 | 52.4 | 54.3 | 51.6 | 51.5 | 51.2 |
Edad (años) | ||||||
Promedio | 25.9 | 25.8 | 26.7 | 28.2 | 28.0 | 28.3 |
Mediana | 24 | 23 | 23 | 26 | 25 | 26 |
Escolaridad (años) | ||||||
Promedio | 8.9 | 8.6 | 8.7 | 10.3 | 10.5 | 10.8 |
Mediana | 9 | 9 | 9 | 9 | 9 | 10 |
Situación conyugal (%) | ||||||
Unido/Casado | 63.7 | 57.1 | 58.5 | 57.0 | 59.1 | 58.7 |
Viudo/Separado | 5.6 | 7.2 | 6.8 | 9.4 | 7.3 | 8.4 |
Soltero | 30.6 | 35.7 | 34.7 | 33.6 | 33.6 | 32.9 |
Lengua indígena (%) | 8.3 | 7.5 | 20.5 | 4.4 | 17.3 | 3.6 |
Jefatura femenina (%) | 14.5 | 20.3 | 23.0 | 24.2 | 27.4 | 25.8 |
Condición de actividad (%) | ||||||
Empleado | 62.2 | 61.0 | 58.0 | 60.0 | 60.5 | 59.1 |
Desempleado | 0.8 | 0.9 | 1.9 | 3.0 | 1.7 | 2.1 |
Inactivo | 36.9 | 38.1 | 40.0 | 37.0 | 37.9 | 38.8 |
Localidad de destino (%) | ||||||
Menos de 15 000 habs. | 24.7 | 28.6 | 39.7 | 29.1 | 36.6 | 31.4 |
15 000 o más habs. | 75.3 | 71.4 | 60.3 | 70.9 | 63.4 | 68.6 |
Fuente: Elaboración propia con datos de los CPV 2000 y 2010, EI 2015 y registros administrativos (Inegi, 2018a, 2018b, 2020).
Aunque la mayor parte de los migrantes provenientes de municipios con alta violencia están empleados, en años recientes se ha dado un incremento porcentual de migrantes desempleados tras su emigración, lo que puede tener un efecto aún más negativo sobre su condición de vulnerabilidad respecto a otros grupos de migrantes, particularmente para aquellos que fueron desplazados por cuestiones de violencia e inseguridad.
En resumen, los migrantes de municipios de muy alta violencia (quintil V) mayoritariamente son mujeres en edad laboral con una educación que en los últimos años ha tendido a incrementarse a poco más de la educación secundaria, pese a que la mayor parte de estos emigrantes están casados o unidos, hay un alto porcentaje de viudos(as) y separados(as) respecto a los migrantes de municipios de muy baja violencia durante los tres periodos analizados, lo que podría estar asociado con otros factores tales como el incremento de los homicidios relacionados con el crimen organizado en estos municipios, y con la desintegración familiar como resultado de la violencia.
Diferencias económicas, demográficas y sociales de los municipios de México según sus niveles de emigración interna para el periodo 1995-2015
Se dividió a los municipios del país en cinco grupos de igual tamaño según su nivel de emigración interna (quintiles), en donde el primer quintil (I) contiene a los municipios con una tasa de emigración menor, y el último quintil (V) contiene a los municipios de mayor emigración para comparar sus condiciones económicas, sociales y demográficas municipales (Cuadro 3).
Durante el periodo 1995-2000 las mayores tasas de homicidios se registran en los quintiles extremos, el de menor y mayor tasa de emigración, con un promedio mayor para los municipios de muy alta emigración interna (16.28% mayor a los del quintil I). Además, a mayor nivel de emigración municipal la marginación es menor, por lo que el quintil V tuvo el promedio menor de marginación y el quintil I, el mayor. Respecto al tamaño de población, este mostró un promedio mayor para los municipios con mayores tasas de emigración interna.
En el periodo 2005-2010, se tuvo que los municipios con mayores tasas de emigración interna tienen promedios mayores de violencia y al comparar el quintil V con el I hay una diferencia de 42.6 por ciento. Por su parte, la marginación sigue mostrando una relación inversa con la tasa de emigración dado que los municipios de muy alta emigración interna muestran menores niveles de marginación.
Respecto a las variables asociadas a las redes sociales y familiares para el periodo 2005- 2010, el porcentaje de población nacida en otros municipios de México, proxy de las redes migratorias internas, muestra ser mayor para los municipios con mayores tasas de emigración interna como es de esperarse. Mientras que el índice absoluto de intensidad migratoria a los EE. UU., proxy de las redes migratorias internacionales exhibe un efecto inverso en donde mayores índices de intensidad migratoria se relacionan con municipios con menores tasas de emigración interna
Para el caso de las variables económicas, la relación entre los salarios y la tasa de emigración es positiva, al observarse promedios más altos en tanto mayor es la tasa de emigración interna, y para el caso de la población desocupada se tienen mayores porcentajes en los municipios con mayor emigración interna.
Por último, en el periodo 2010-2015 se observan relaciones similares a las del periodo previo, en donde los municipios de mayor emigración interna tienen promedios más altos de violencia respecto a los municipios de menor tasa de emigración, además de menores niveles de marginación si se compara con los municipios de menores tasas de emigración. Para el caso de las variables asociadas a las redes migratorias, las redes internas siguen mostrando una relación directa con el nivel de emigración y las redes internacionales una relación inversa con la emigración interna.
Promedios | I | II | III | IV | V | Total | |
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1995-2000 | Tasa de homicidios | 0.86 | 0.78 | 0.73 | 0.86 | 1.00 | 0.85 |
Índice de marginación | 0.43 | 0.03 | -0.09 | -0.12 | -0.26 | 0.00 | |
Índice Gini | 0.38 | 0.40 | 0.41 | 0.41 | 0.41 | 0.40 | |
Población | 12,470 | 27,182 | 36,741 | 45,975 | 65,323 | 37,527 | |
2005-2010 | Tasa de homicidios | 0.54 | 0.51 | 0.60 | 0.71 | 0.77 | 0.63 |
Índice de marginación | 0.54 | 0.20 | -0.09 | -0.18 | -0.46 | 0.00 | |
% nacidos en otro municipio | 3.81 | 5.35 | 8.03 | 10.66 | 14.33 | 8.44 | |
I. A. de intensidad migratoria | 4.32 | 4.05 | 3.93 | 3.54 | 3.31 | 3.83 | |
Índice Gini | 0.39 | 0.41 | 0.42 | 0.43 | 0.42 | 0.42 | |
$ salario/1000 | 1,214 | 1,332 | 1,438 | 1,504 | 1,686 | 1,435 | |
% Población desocupada | 0.90 | 0.93 | 1.08 | 1.06 | 1.10 | 1.01 | |
Presión demográfica | 61.97 | 58.95 | 59.00 | 57.75 | 61.78 | 59.89 | |
Población | 9,173 | 22,504 | 33,020 | 61,988 | 83,799 | 42,080 | |
2010-2015 | Tasa de homicidios | 0.67 | 0.87 | 1.00 | 1.30 | 1.52 | 1.07 |
Índice de marginación | 0.53 | 0.20 | -0.07 | -0.23 | -0.42 | 0.00 | |
% nacidos en otro municipio | 4.60 | 6.83 | 9.12 | 10.42 | 12.91 | 8.77 | |
I. A. de intensidad Migratoria | 4.77 | 3.80 | 3.60 | 3.52 | 3.01 | 3.74 | |
Índice Gini | 0.34 | 0.37 | 0.38 | 0.39 | 0.39 | 0.37 | |
$ salario/1000 | 2,595 | 2,928 | 3,101 | 3,231 | 3,578 | 3,086 | |
% Población desocupada | 3.71 | 4.37 | 4.76 | 4.36 | 4.67 | 4.37 | |
Presión demográfica | 68.27 | 69.43 | 71.83 | 74.72 | 79.51 | 72.75 | |
Población | 18,052 | 27,855 | 43,885 | 52,449 | 86,512 | 45,740 |
Fuente: Elaboración propia con datos de Conapo (2013, 2015), Coneval (2015) e Inegi (2018a, 2018b, 2020).
Para los factores asociados a las condiciones económicas de los municipios durante el periodo 2010-2015, los municipios con muy altas tasas de emigración interna promedian índices de Gini y salarios más altos a los de los municipios con muy bajas tasas de emigración. Al igual que para el caso de la población desocupada, en los municipios con altas tasas de emigración hay en promedio mayores porcentajes de población desocupada. Para las variables asociadas a las condiciones demográficas, los municipios de mayores niveles de emigración tienen mayor presión demográfica y mayores tamaños de población.
Efectos de la violencia sobre las tasas de emigración interna 1995-2015
En esta sección se analizan los resultados de los modelos de regresión lineal del logaritmo de la variable dependiente a fin de determinar los efectos y significancia de las variables propuestas sobre las tasas de emigración interna municipal femeninas, masculinas y totales para cada uno de los tres periodos estudiados (modelos log-lineales). Dada la inclusión de diferentes variables en los modelos por su disponibilidad en el tiempo esto no permite hacer comparaciones entre distintos periodos.
En el cuadro 4 se presentan los resultados de los modelos para el periodo 1995-2000, en la que se observa que el efecto de la violencia sobre las tasas de emigración interna es positivo y significativo al mantener constantes las demás condiciones sociales, económicas y demográficas propuestas. No obstante, los coeficientes muestran que el efecto de la violencia es mayor para las tasas de emigración femenina en comparación con las tasas de emigración masculina, lo que indica que la emigración femenina tiene una menor tolerancia al crecimiento de la violencia en los municipios de México.
Otros factores con un efecto significativo y positivo sobre las tasas municipales de emigración para el periodo 1995-2000 son el que un municipio sea urbano, al igual que la desigualdad de ingresos medida a partir de los índices de Gini, en donde un incremento en el índice de Gini o de la desigualdad de ingresos provoca un incremento sobre las tasas de emigración masculinas, femeninas y totales. Por el contrario, la marginación tiene un efecto significativo y negativo sobre el crecimiento de las tasas de emigración interna municipal, en donde a mayor grado de marginación se tiene una mayor reducción en las tres tasas de emigración interna (Cuadro 4).
Variable | E. Femenina | E. Masculina | E. Total | |||
---|---|---|---|---|---|---|
Coef. | Coef. | Coef. | ||||
Tasas de homicidios | 1.068 | *** | 1.037 | * | 1.052 | *** |
Tamaño (rural) | 1 | 1 | 1 | |||
Urbano | 1.128 | ** | 1.12 | ** | 1.137 | *** |
Índice de Gini | 1.033 | *** | 1.046 | *** | 1.039 | *** |
Marginación (Muy baja) | 1 | 1 | 1 | |||
Baja | 0.871 | 0.805 | ** | 0.859 | * | |
Media | 0.808 | ** | 0.755 | *** | 0.779 | *** |
Alta | 0.836 | * | 0.783 | ** | 0.806 | ** |
Muy alta | 0.649 | *** | 0.618 | *** | 0.621 | *** |
*** p<.001 **p<.01 *p<.05; categoría de referencia en paréntesis, N=2 322
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Inegi (2018a, 2020), Conapo (2013) y Coneval (2015)
En el cuadro 5 se presentan los resultados para los periodos 2005 a 2010 y 2010 a 2015. Durante el periodo 2005 a 2010 se dio un incremento de la violencia en diversas regiones de México, así como la puesta en marcha de la estrategia de seguridad denominada “guerra contra el narcotráfico” en 2007. En este cuadro se puede observar que en este periodo el efecto de la violencia sobre el logaritmo de las tasas de emigración interna es significativo y positivo para la emigración femenina, masculina y total. Empero, el efecto de la violencia sobre las tasas de emigración masculina es prácticamente igual al efecto en las tasas de emigración femenina, lo que puede estar asociado al incremento de los homicidios relacionados con el crimen organizado particularmente de los homicidios de hombres como lo han señalado otras investigaciones (Aburto et al, 2016; Enamorado, López-Calva y Rodríguez-Castelán, 2014, Vélez et al, 2015).
Otras variables que se asocian con el aumento del logaritmo de las tasas de emigración de 2005 a 2010 son la presión demográfica, que un municipio sea urbano, la desigualdad y las redes migratorias internas medidas a partir de los porcentajes de población nacida en otros municipios, en donde sus efectos son significativos y positivos sobre el incremento de la emigración interna municipal. Por el contrario, los mayores grados de marginación, y el mayor número de redes migratorias internacionales medidas a partir del índice absoluto de intensidad migratoria hacia EE. UU., tienen efectos significativos sobre la reducción de las tasas de emigración interna municipales en este periodo.
El cuadro 5 también muestra los resultados para el periodo 2010 a 2015, en donde se registraron las mayores tasas de homicidios de los tres periodos estudiados. En este modelo se tiene que el efecto estimado de la violencia sobre el logaritmo de las tasas de emigración interna municipales es significativo para las tres tasas de emigración: femeninas, masculinas y totales, en donde nuevamente se observa un efecto ligeramente mayor sobre las tasas de emigración femenina respecto a las tasas de emigración masculina. Esto puede estar asociado con el incremento generalizado de la violencia hacia diversas regiones del país provocando un impacto mayor en el incremento de los desplazamientos forzados de mujeres. Tal y como han señalado Arteaga-Botello, Dávila-Cervantes y Pardo-Montaño (2019) que muestran que el incremento de la violencia criminal desde 2005 se ha focalizado en algunas regiones y municipios del noroeste y sur de México.
La presión demográfica, la desigualdad de ingresos y las redes migratorias internas siguen teniendo un efecto positivo y significativo sobre el crecimiento de las tasas de emigración interna municipales en el periodo 2010 a 2015. En cuanto a las variables con un efecto significativo y negativo sobre las tasas de emigración, siguen persistiendo la marginación y las redes migratorias internacionales asociadas a menores tasas de emigración interna municipales.
Por lo anterior, una vez que los modelos toman en cuenta otros factores económicos, sociales y demográficos, el efecto de la violencia sobre el logaritmo de las tasas de emigración a lo largo de los tres periodos estudiados ha sido positivo y significativo, y ante un incremento de la violencia en los municipios se asocia con aumentos tanto en las tasas de emigración interna masculinas como en las tasas de emigración interna femeninas.
Aunque el efecto de la violencia sobre las tasas de emigración femenina muestra ser mayor con respecto a las tasas de emigración masculinas, es durante el aumento de la violencia y la puesta en marcha de la estrategia de seguridad ocurridos en el periodo 2005- 2010 que hubo un incremento en las tasas de emigración masculinas si se comparan con las tasas de emigración femeninas, lo que podría asociarse a que la mayor parte del incremento de la violencia durante este periodo se dio en las tasas de homicidios masculinas, y por ende, en un incremento de los desplazamientos internos forzados de hombres.
Variable | Emigración interna (2005-2010) | Emigración interna (2010-2015) | ||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Femenina | Masculina | Total | Femenina | Masculina | Total | |||||||
Coef | Coef | Coef | Coef | Coef | Coef | |||||||
Tasa de homicidios | 1.08 | *** | 1.083 | *** | 1.088 | *** | 1.033 | *** | 1.027 | ** | 1.032 | *** |
Presión demográfica | 1.003 | ** | 1.004 | *** | 1.004 | *** | 1.004 | *** | 1.005 | *** | 1.004 | *** |
Tamaño (rural) | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | ||||||
Urbano | 1.134 | ** | 1.195 | *** | 1.14 | *** | 0.963 | 1.012 | 0.966 | |||
Salario / 1000 | 0.976 | 1.129 | * | 1 | 1.048 | * | 1.072 | ** | 1.051 | * | ||
% desocupación | 0.989 | 1.015 | 0.99 | 1.007 | 1.008 | 1.01 | * | |||||
Índice de Gini | 1.029 | *** | 1.03 | *** | 1.034 | *** | 1.022 | *** | 1.026 | *** | 1.025 | *** |
Marginación (Muy baja) | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | ||||||
Baja | 0.963 | 0.959 | 0.952 | 0.864 | * | 0.858 | * | 0.865 | * | |||
Media | 0.872 | 0.826 | * | 0.831 | * | 0.919 | 0.853 | * | 0.879 | * | ||
Alta | 0.846 | 0.787 | ** | 0.805 | ** | 0.869 | 0.837 | * | 0.847 | * | ||
Muy alta | 0.547 | *** | 0.595 | *** | 0.521 | *** | 0.733 | *** | 0.717 | *** | 0.705 | *** |
Redes migratorias México | 1.019 | *** | 1.018 | *** | 1.018 | *** | 1.008 | *** | 1.007 | *** | 1.007 | *** |
Redes migratorias EE. UU. | 0.971 | *** | 0.968 | *** | 0.968 | *** | 0.975 | *** | 0.964 | *** | 0.969 | *** |
***p<.001 **p<.01 *p<.05; categoría de referencia en paréntesis, N= 2 372 en el periodo 2005 a 2010 y 2 425 en el periodo 2010 a 2015.
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Inegi (2018a, 2018b, 2020), Conapo (2013, 2015) y Coneval (2015).
Cambios en el efecto de la violencia según niveles de emigración interna: 1995-2015
Para determinar si existen diferencias en el efecto de la violencia sobre distintos niveles (quintiles) de emigración interna, se estiman modelos de regresión logística multinomial definiendo como la categoría de referencia al quintil I (el de menores tasas de emigración). Los resultados del modelo correspondiente al periodo 1995-2000 se muestran en el cuadro 6, en donde se observa que la violencia tiene un efecto significativo y positivo sobre el riesgo relativo de que un municipio tenga una muy alta tasa de emigración, pero no así para el resto de los quintiles con baja, mediana y alta emigración interna.
Variable | Muy baja | Baja | Media | Alta | Muy alta |
---|---|---|---|---|---|
Tasa de homicidios | Referencia | 0.989 | 0 .936 | 1.069 | 1.197** |
Tamaño (rural) | 1 | 1 | 1 | 1 | |
Urbano | 1.966*** | 3.200*** | 2.583*** | 1.726** | |
Índice de Gini | 1.093*** | 1.135*** | 1.161*** | 1.229*** | |
Grado de marginación(Muy baja) | 1 | 1 | 1 | 1 | |
Baja | 0.736 | 0.537 | 0.566 | 0.352 * | |
Media | 0.534 | 0.333** | 0.285** | 0.263** | |
Alta | 0.316** | 0.319** | 0.374** | 0.269** | |
Muy alta | 0.418* | 0.291** | 0.246*** | 0.161*** |
*** p<.001 **p<.01 *p<.05; categoría de referencia en paréntesis, N= 2 379
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Inegi (2018a, 2020), Conapo (2013) y Coneval (2015).
Para el resto de las variables del periodo 1995-2000 se observan efectos positivos y significativos de que un municipio tenga un mayor riesgo relativo de tener bajas, medianas, altas y muy altas tasas de emigración interna asociadas con municipios urbanos y de alta desigualdad de ingresos. Por el contrario, que un municipio tenga mayores grados de marginación se asocia con un menor riesgo relativo de que un municipio tenga medianas, altas y muy altas tasas de emigración interna (Cuadro 6).
Para el periodo 2005-2010, en el cuadro 7 se muestra que el aumento de las tasas de homicidios incrementa el riesgo relativo de que un municipio tenga altas y muy altas tasas de emigración, que es algo similar a lo que ocurre si se tiene la condición de municipio urbano frente a los municipios rurales, en donde ser un municipio urbano incrementa el riesgo de que el municipio tenga mayores tasas de emigración, particularmente de tasas medias y altas.
La desigualdad sigue mostrando un efecto significativo y positivo sobre el riesgo de mayores tasas de emigración para el periodo 2005-2010, al igual que el porcentaje de población nacida en otro municipio, en donde un aumento de la desigualdad o del porcentaje de población nacida fuera del municipio provoca un incremento del riesgo de que un municipio tenga altas y muy altas tasas de emigración interna. En contraste, el incremento en el índice absoluto de intensidad migratoria a los EU reduce el riesgo de altas y muy altas tasas de emigración interna municipal, y el grado de marginación, particularmente la muy alta marginación tiene un efecto significativo y negativo al reducir el riesgo de que un municipio tenga altas y muy altas tasas de emigración durante este periodo (Cuadro 7).
Finalmente, para el periodo 2010 a 2015 el cuadro 7 muestra que el efecto de un incremento en la tasa de homicidios está asociado con el incremento de tasas altas y muy altas de emigración interna. Además, la presión demográfica muestra un efecto significativo y positivo sobre el riesgo de una mayor tasa de emigración, al igual que la condición de municipio urbano, el porcentaje de población desocupada, la desigualdad de ingresos y el porcentaje de población nacida en otro municipio dentro de México.
El índice absoluto de intensidad migratoria tiene un efecto significativo y negativo sobre el riesgo de altas tasas de emigración. Para el grado de marginación, un grado de marginación muy alto tiene un efecto significativo y negativo que reduce el riesgo relativo de que un municipio tenga medianas, altas y muy altas tasas de emigración en el periodo (Cuadro 7).
Una vez manteniendo constantes otras condiciones económicas, sociales y demográficas asociadas a la emigración interna, se observa que el aumento de las tasas de homicidios sólo muestra efectos positivos y significativos sobre el riesgo relativo de que un municipio tenga altas y muy altas tasas de emigración interna, mientras que no se observan efectos significativos de bajas o medianas tasas de emigración en los tres periodos analizados. Lo anterior parece concordar con la hipótesis planteada de que cuando se rebaza un nivel máximo de violencia, las personas deciden migrar de sus comunidades de origen o de residencia habitual, pues antes de este nivel los costos de la migración son mayores a los costos de permanecer en los lugares de origen.
Variable | Emigración interna (2005-2010) | Emigración interna (2010-2015) | |||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Muy baja | Baja | Media | Alta | Muy alta | Muy baja | Baja | Media | Alta | Muy alta | ||
Tasa de homicidios | Referencia | 0.953 | 1.15 | 1.302** | 1.310** | Referencia | 1.131 | 1.198** | 1.294*** | 1.273*** | |
Presión demográfica | 0.999 | 1.004 | 1.003 | 1.013** | 1.008* | 1.012** | 1.019*** | 1.026*** | |||
Tamaño (rural) | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | |||
Urbano | 2.211*** | 2.963*** | 2.973*** | 1.686** | 1.527** | 1.482* | 1.432* | 0.81 | |||
Salario / 1000 | 0.999 | 0.667 | 0.786 | 1.288 | 1.048 | 0.915 | 0.926 | 1.397** | |||
% desocupación | 0.978 | 1.014 | 0.99 | 1.011 | 1.042* | 1.072*** | 1.03 | 1.060** | |||
Índice de Gini | 1.062*** | 1.105*** | 1.117*** | 1.126*** | 1.098*** | 1.112*** | 1.146*** | 1.140*** | |||
Marginación (muy baja) | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 | |||
Baja | 1.2 | 0.682 | 0.644 | 0.699 | 0.962 | 0.479 | 0.391 | 0.392 | |||
Media | 0.767 | 0.279** | 0.367* | 0.369* | 1.045 | 0.357* | 0.431 | 0.49 | |||
Alta | 0.727 | 0.299* | 0.429 | 0.421 | 0.942 | 0.407 | 0.386 | 0.475 | |||
Muy alta | 0.499 | 0.157*** | 0.188** | 0.144*** | 1.022 | 0.281** | 0.239** | 0.392 | |||
Redes migratorias México | 1.031 | 1.084*** | 1.120*** | 1.143*** | 1.023 | 1.043** | 1.051*** | 1.066*** | |||
Redes migratorias EE. UU. | 0.958** | 0.944*** | 0.915*** | 0.886*** | 0.920*** | 0.908*** | 0.902*** | 0.857*** |
*** p<.001 **p<.01 *p<.05; categoría de referencia en par#ntesis, N= 2 390 en el periodo 2005 a 2010 y 2 408 en el periodo 2010 a 2015.
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Inegi (2018a, 2018b, 2020), Conapo (2014) y Coneval (2018).
Conclusiones
En este artículo se desarrollaron modelos lineales y multinomiales para determinar el efecto de la violencia sobre las tasas de emigración interna municipales en tres periodos distintos: antes, durante y después de la estrategia de seguridad federal denominada “guerra contra el narcotráfico” que fue iniciada en diciembre de 2006 por el expresidente Felipe Calderón (IDMC, 2010). El propósito del análisis fue identificar los efectos de esta estrategia sobre las tasas de emigración masculina y femenina a nivel municipal y de forma indirecta, el efecto de la violencia sobre el incremento de los desplazamientos internos forzados en México en años recientes. Por otro lado, se analizó si el efecto de la violencia mostraba diferencias a distintos grados de emigración interna, para revisar la hipótesis del umbral de violencia.
Los resultados empíricos muestran que el incremento de la violencia tiene mayores efectos significativos sobre las tasas de emigración femenina en dos de los tres periodos estudiados: de 1995 a 2000 y de 2010 a 2015. Para el periodo de 2005 a 2010, cuando se dio un incremento de las tasas de homicidios, y en particular de las tasas de homicidio masculinas, como resultado de la “guerra contra el narcotráfico” y de los enfrentamientos entre grupos criminales, el efecto de la violencia sobre las tasas de emigración masculina fue similar al de las tasas de emigración femenina. Lo anterior parece concordar con otros estudios cualitativos como los de la CMDPDH (2019) que muestran que la mayor parte de los desplazamientos internos forzados en México en años recientes han sido de mujeres y niños.
Además, el efecto de la violencia parece no ser lineal, puesto que el incremento de la violencia tuvo un efecto significativo sobre el riesgo relativo de que un municipio tenga altas y muy altas tasas de emigración para los tres periodos analizados, pero no para otros quintiles de menores tasas de emigración. Por lo tanto, este artículo contribuye con la hipótesis del umbral de violencia; es decir, no es hasta que los costos de la violencia sobrepasan los costos de migrar que las personas deciden abandonar sus lugares de origen, pues antes de este punto la violencia no tiene efectos significativos sobre las tasas de emigración.
Si bien el propósito de este análisis no fue determinar el o los niveles de violencia en los que las personas deciden desplazarse para salvaguardar sus vidas, pues se cree que dependen de características individuales, familiares y del contexto, los resultados mostraron que particularmente 20 por ciento de los municipios con las mayores tasas de homicidios muestran diferencias significativas en sus tasas de emigración interna, si se compara con el resto de municipios, particularmente al compararlos con 20 por ciento de los municipios con las menores tasas de homicidios.
Por lo tanto, este análisis contribuye a evidenciar los efectos sociales del incremento de la violencia en México como resultado de la denominada guerra contra el narcotráfico, y particularmente, del incremento de la migración interna en México provocado por el aumento de los desplazamientos forzados. Este artículo también muestra la necesidad de políticas y estrategias de atención diferenciadas por sexo para las víctimas del desplazamiento forzado en las regiones en donde los enfrentamientos entre grupos criminales y las fuerzas armadas han provocado las mayores tasas de homicidios registradas en el país en los últimos veinte años, además de diversos problemas sociales y económicos, tanto para la población que ha migrado como para la población que ha permanecido en estas comunidades.
No obstante, este artículo deja fuera el análisis espacial del incremento de la violencia y la migración al interior del país que puede ayudar a focalizar los esfuerzos económicos y políticos en la atención de las víctimas, así como del posible efecto espacial en las decisiones de las personas que han sido forzadas a desplazarse en años recientes. Tampoco analiza el efecto de la violencia sobre las decisiones individuales de las personas de migrar al interior o fuera de México. Ni los posibles niveles o umbrales de violencia en los que las personas y familias deciden abandonar sus lugares de origen.
Trabajos futuros podrían investigar la existencia de “clústeres” de comunidades con altas tasas de violencia y migración, así como determinar efectos causales de la violencia sobre la emigración interna o internacional. Además, estudios cualitativos podrían explorar cómo se llevan a cabo las decisiones individuales y familiares de las personas desplazadas en México, así como sus efectos sociales, económicos y demográficos.