SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número62Indagar y escribir sobre el deseo: una aportación desde la antropología índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Desacatos

versión On-line ISSN 2448-5144versión impresa ISSN 1607-050X

Desacatos  no.62 Ciudad de México ene./abr. 2020  Epub 27-Ene-2025

https://doi.org/10.29340/62.2211 

Reseñas

Por los caminos de la subversión. Utopía revolucionaria y lucha armada

On the Roads of Subversion. Revolutionary Utopia and Armed Struggle

Jorge Lofredo1 

1Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina, jorgelofredo@gmail.com

Llegará un día tan maravilloso como hoy. El Movimiento 2 de Junio y la lucha armada en Alemania. 1972-1980. Rossi, Sergio. 2016. Plebs Invicta, Barcelona:


Mayo de 1968: tiempo de ruptura y esperanza; utopía de políticas antagónicas que inventaron nuevas experiencias. Clima de época: “revolución” era el objeto de deseo en el que se conjugaban todos los caminos para el cambio total y a la vez era referencia excluyente y suceso vital que marcaba a fuego esa realidad. El mundo, convertido en una totalidad intolerable, debía subvertirse y también se leía posible hacerlo. “Fueron días -definición de un protagonista de aquellas jornadas- en los que las puertas a lo extraordinario estuvieron abiertas de par en par” (Del Río, 2018: 28). La ruptura debía comenzar desde uno mismo -imposible cambiar el mundo sin cambiar la vida-. En esa distancia invisible entre ambas decisiones existenciales se alojó el germen de un proceso que después se bifurcó hacia posiciones irreconciliables: múltiples tratamientos para una misma “toma de conciencia” como “posibilidad de intervención efectiva en la realidad” (Backhaus, 1968: 20).

La construcción de varios ambientes de resistencia en la Alemania de finales de la década de 1960 y las vertientes que evolucionaron hacia la revolución se describen en Llegará un día tan maravilloso como hoy. El Movimiento 2 de Junio y la lucha armada en Alemania. 1972-1980, de Sergio Rossi, un valioso aporte al escaso material analítico disponible en español sobre las experiencias político-militares alemanas. Otros trabajos que centraron su investigación en la Fracción del Ejército Rojo (RAF, POR Sus siglas en alemán), también conocida como grupo o banda Baader-Meinhof, lo hicieron de manera tangencial y marginal al Movimiento 2 de Junio (M2J) y los otros grupos alemanes contemporáneos, también decididos por la vía armada. Lo mismo sucede con otros ejemplos. Fuera de los casos cuyo objetivo es la reivindicación independentista-nacionalista, como el Euskadi Ta Askatasuna, en el País Vasco, y el Irish Republican Army en Irlanda, entre otros, apenas existen investigaciones puntuales sobre los grupos armados de izquierda que, por ejemplo, operaron en los márgenes de Brigate Rosse, y aún es poco lo disponible sobre Angry Brigade, Action Directe y otras experiencias europeas, todas activas en la misma época. En sentido contrario y sin dificultad idiomática, el examen sobre el fin de la dictadura franquista y el papel de la izquierda radical en la transición trajo consigo una amplia composición ambiental de las organizaciones españolas que optaron por las armas.1

En el M2J se convocaron muchas de las historias que permiten vislumbrar los severos planteamientos en pos del cambio radical, anhelado e inminente. Aun cuando el núcleo del trabajo es la in-tervención del grupo en la realidad alemana dela década, también alcanza para explicar la base de inconformidad que motivó a la generación política europea occidental posterior a 1968. El argumento central de Sergio Rossi se refiere a que los antagonismos que convivieron en la Alemania de posguerra permitieron construir espacios diversos y multiformes en movimiento constante, cimentados en varias visiones del mundo diseminadas y activas en forma autónoma, que esgrimieron respuestas para impugnar una misma realidad. Espacios contestatarios en apariencia lejanos e inconexos convinieron en un cuestionamiento profundo y severo a toda la base constitutiva de la sociedad burguesa, y lograron entrelazarse geográfica y temporalmente para construir alternativas en principio comunes. Experiencias disímiles de senderos conjuntos, aunque el transcurso de los hechos derivará en utopías distintas. No obstante, Rossi descubrirá en el M2J el espacio previo en el que se alcanza la confluencia primordial: revolucionar la vida cotidiana para cambiar el mundo.

En los dos primeros capítulos, “Alemania en los años 70: de Willy Brandt a Helmut Schmidt” y “La revuelta estudiantil. La APO Y LA SDS”, REcorre todo el contexto político en el que emergerá el M2J y los posicionamientos de oposición que se diversificarán con lentitud en Alemania, siempre con Berlín como epicentro. Mientras desarrolla estas cuestiones, no considera otras referencias útiles e importantes para una mayor comprensión. Por ejemplo, resta un examen profundo del papel y actitud del Partido Comunista Alemán y una lectura más detenida de los debates que el 68 francés generó en el interior de estos espacios todavía incipientes, o la adopción del maoísmo -elemento esencial- como modelo ideológico alternativo al estalinismo. En cambio, se tratan otros hechos de relevancia para el surgimiento de los ámbitos contestatarios: el debate sobre el pasado nazi en la sociedad alemana, el papel de los medios masivos decomunicación y la emergencia de movimientos sociales. Estos elementos fundamentales, aunque no únicos, encuadran todo el relato posterior que construirá el grupo en la realidad alemana y ayudarán a comprender la lógica de sus debates internos y las decisiones políticas que esgrimirán como resultado de su posicionamiento radical.

El movimiento toma su nombre por el asesinato de Benno Ohnesorg, un estudiante que se manifestaba contra la visita del sha de Irán en Berlín, el 2 de junio de 1967. En palabras de Rossi, ése fue el “punto de no retorno” (p. 34). Un participante de la manifestación que luego se integrará al M2J señala: “conozco a muchos que aquel día se les rompió algo por dentro, que de repente supieron que había que salir a la calle, que había que tomar posición” (Reinders y Fritzsch, 2011: 23). Su asesinato incidió directamente en la serie de discusionesque ya tenía lugar en el seno de las organizacio-nes más radicales, alternativas y extraparlamentarias, por un lado, respecto al carácter político que debía adoptar el antagonismo -la conjunción de grupos de afinidad o la conformación del partido leninista-; por el otro, sobre los modos de intervención en lo social -instrumentación de mecanismos de autodefensa o el paso a la ofensiva-. La muerte de otro estudiante y militante de la RAF A PRincipios de noviembre de 1974 fue un momento semejante para este grupo, tanto como la de Benno para el M2J. Las expresiones de un ex miembro permiten interpretar mejor las inquietudes de esa generación: “mi última actividad política en la legalidad fue participar en la organización del entierro de Holger Meins. Esto significó para mí el traspaso de un umbral” (Wisniewski, 2002: 15). En esas jornadas, la militancia plasmaba en actos su búsqueda existencial, se desdibujaba la frontera entre la vida privada y el compromiso social junto a infinitas discusiones acerca del salto cualitativo que suponía la construcción tanto del revolucionario como de su organización. En ese debate, Llegará un día tan maravilloso como hoy... puntualiza, refleja y aclara el paso de un estadio al siguiente; no se refiere a una conversión o epifanía, sino a la vinculación del militante con la organización que corresponde a un proceso preexistente que va de lo individual a lo grupal y romper el egoísmo burgués a favor de la solidaridad revolucionaria. Aunque es imposible descartar la presencia de un detonante, los pasos que se recorren hasta encontrar un sentido determinado para la integración en un espacio que se define por oposición a lo establecido -clandestino y subversivo, como en este caso-, son paulatinos, graduales, más aún, lógicos y coherentes cuando están determinados en el contexto (Della Porta, 1998; Sommier, 2009).

Rossi se adentra en el momento en el que se decide la constitución del M2J. En los dos capítulos siguientes, “El 2 de junio de 1967: cómo empezó todo” y “El Blues: contracultura y guerrilla urbana en Berlín occidental”, narra sus orígenes con la virtud de relacionar experiencias concretas que serán la savia de la evolución del proceso y traza un recorrido desde el atentado contra Rudi Dutschke, histórico dirigente estudiantil, la construcción de guarderías autónomas para infantes, comunas como formas de vida alternativas, hasta la explosión de la nueva cultura underground junto a la actividad de los “rebeldes del hachís”. Al mismo tiempo, incipientes movimientos sociales cobraban fuerza y presencia en la escena política, mientras emergían otros grupos proclives a la práctica de lucha armada, como Revolutionare Zellen -Células Revolucionarias- y Rote Zora -Zora la Roja-, entre otros. Más adelante, Rossi habla de la indescifrable vinculación entre el M2J y la RAF, QUE define como de “incomunicación y confluencia” (pp. 73-77). Convivían, en definitiva, dos visiones irreconciliables del cambio social.

A diferencia de la estructura de la RAF, JERarquizada e ideológicamente anclada en el marxismo-leninismo, el M2J se organizará a partir de y en torno a la unificación de espacios autónomos, producto de la diversidad de experiencias en su base. En la línea del texto, el movimiento poseía características propias de los grupos de afinidad antes de apelar al espontaneísmo, muy en boga por entonces, lo que volvía a distanciarlo de la RAF. OTRo de los elementos constituyentes del internacionalismo que sostuvo el M2J es que destacó una visión poco idílica de los movimientos tercermundistas. La lucha contra el imperialismo, su oposición a la guerra de Vietnam, la causa palestina, entre otros, eran elementos concretos que operaban como sustentos ideológicos, hasta llegar al caso particular de los tupamaros uruguayos: “nuestra solidaridad y simpatía hacia el ‘Tercer Mundo’ era entonces muy romántica, pero era justa, necesaria, ejemplar y estaba repleta de esperanza” (p. 33), señaló una integrante del M2J. Entre tanto, una organización clandestina anterior, que también llevó a cabo actos de violencia política, Tupamaros West-Berlin, sufriría la escisión de un sector que se incorporaría más tarde al M2J, y reivindicaría de manera puntual una “explícita referencia al modelo de guerrilla uruguaya, que había logrado minar la autoridad del gobierno de aquel país” (pp. 62-63).

En un contexto más amplio, el movimiento underground, que era otra de las formas que adoptaba la “resistencia-revuelta”, comenzaba a distanciarse del revolucionario. Johannes Agnoli plantea con claridad esta cuestión cuando caracteriza las “dos líneas teóricas de la que desde entonces se conocerá como Nueva Izquierda, en relación con el Estado: uso alternativo o negación radical” (2008: 231). La distancia entre una y otra es la misma que surge entre lo extraparlamentario y extrainstitucional -los planteamientos ya se habían agudizado-: “los procesos y los movimientos emancipatorios debían buscar una vía propia fuera del orden constituido” (2008: 238). El proceso de radicalización que operará en el M2J llevará a sus integrantes a deslizarse hacia una impugnación total del sistema en un contexto internacional propicio para el desarrollo de este tipo de experiencias. Inmerso en un clima de violencia previo y de violencia difusa -consumación de acciones ilegales menores-, se consolidaba la tendencia a considerar la necesidad de un nuevo salto cualitativo: “justificar la violencia era por tanto una parte integral de la construcciónde sistemas alternativos de valores y normas” (Della Porta, 1998: 228). Para la RAF, “EL sujeto revolucionario ‘se constituye por la totalidad de las subjetividades y las praxis individuales en revuelta’” (citado en Sommier, 2009: 95). Para el M2J era distinto: “no podíamos esperar que nuestras acciones cambiaran el mundo de la noche a la mañana […]. Teníamos la esperanza de que otros tomaran como ejemplo la resistencia y así comenzaran, en su propio entorno, a organizarse” (p. 81). El determinante de la violencia -su recurso ya no sólo contra objetos sino también contra personas- partía de la caracterización del Estado alemán como fascista o bajo la interpretación del nuevo fascismo, o sea, un fascismo institucional sin apelación a las masas (Wisniewski, 2002: 24), que sólo podía enfrentarse mediante la lucha armada (Agnoli, 2008: 237). El uso político de la violencia supuso el paso de la revuelta hacia el terrorismo y antes que la RAF, EL M2J había madurado para dar ese salto.

El autor echa luz sobre este proceso. En el capítulo cinco, “El nacimiento del Movimiento 2 de Junio”, se concentra en los aspectos internos de la organización y cambia el ángulo de su mirada. Condicionada tanto por la euforia del 68 como por su declive, la nueva izquierda europea debatía la necesidad de construir el partido que canalizara toda la energía liberada de esas jornadas lúdicas y festivas para estructurarla, encuadrarla y otorgarle un sentido de verdad revolucionario. Esas discusiones también tenían lugar en el seno del M2J. El desarrollo de las primeras acciones armadas marcará el paso a una semiclandestinidad, que será el momento en el que la seguridad del grupo demandará mayor tiempo y esfuerzo que cualquier otra actividad destinada a lograr los objetivos planteados. El recurso de la violencia política contra las personas supuso el fin de la inocencia2 del grupo, que canceló en definitiva su visión utópica de cambio y se vio obligado a asumir estrategias nuevas de acuerdo con sus próximos pasos. Así comienza la etapa de los secuestros y los golpes contra la organización.

Sin obviar ninguno de los factores que consideró para decidir sumergirse de manera definitiva en la clandestinidad y empezar así la etapa de lucha armada -las condiciones objetivas y las condiciones subjetivas-, el M2J inauguró un ciclo marcado por el cierre sobre sí mismo, situación idéntica que recorre toda organización que transita por una misma circunstancia hacia su periodo más difícil. En los tres últimos capítulos, “La segunda fase”, “Llevar el ataque al corazón de Berlín: el secuestro de Lorenz por el Movimiento 2 de Junio” y “El secuestro de Palmers: de Berlín a Viena”, emerge con nitidez otro perfil del grupo, en el que prima lo militar sobre lo político. Ya sea por necesidad de financiamiento u obligado a ejecutar acciones espectaculares como propaganda para su causa, cobrará mayor importancia su propia supervivencia por encima de sus objetivos iniciales. También es el momento en el que aparecen las detenciones, redadas, traidores, delatores e infiltrados que mellan la moral del grupo y su capacidad de funcionamiento.A pesar de que la RAF TODAvía consideraba que “el M2J […] sacaba su potencia y su fuerza expresiva de la interacción con su medio social” (Wisniewski, 2002: 16), es cuando más se abre la brecha entre la organización y todo el contexto que le otorgó sustento al comienzo. Había llegado la fase de aislamiento y con ello su descomposición y declive. En el ocaso del M2J, algunos de sus miembros se integraron a la RAF, QUE ya no tenía la conducción política de sus líderes originales.

Llegará un día tan maravilloso como hoy… destaca porque su contenido sirve como caso testigo de la realidad alemana y alcanza la de otras latitudes. De la evaluación y comparación de experiencias semejantes, aún distantes en términos geográficos, pueden extraerse conclusiones comunes al atender las particularidades de cada caso. Cabe agregar que Rossi se abstiene de interpretar o ensayar alguna justificación de los hechos, de hecho, apela a la narración histórica y la entrevista con los protagonistas para desarrollarlos y enmarcarlos en su tiempo y lugar. Nos dice que una mirada contemporánea sobre lo ocurrido varias décadas atrás no alcanza para comprender la totalidad y por ello se aboca a la recreación de esos tiempos, para alcanzar una mayor nitidez de las motivaciones, circunstancias y causas que hicieron posibles las decisiones que tomaron. No se trata de recaer en la dicotomía interpelación/indulgencia sino de ubicar en contexto cada proceso en la medida en que ha sucedido. En este aspecto, el texto cumple con creces.

Bibliografía

Agnoli, Johannes, 2008, “El 68 alemán: fundamentos teóricos y desarrollo histórico de una revuelta”, en Manuel Garí, Jaime Pastor y Miguel Romero (eds.), 1968. El mundo pudo cambiar de base, Catarata, Madrid, pp. 219-242. [ Links ]

Backhaus, Giorgio, 1968, “Génesis y características de la izquierda revolucionaria en Alemania”, en Pensamiento Crítico, núm. 21, pp. 17-65. [ Links ]

Galiana i Cano, Vicent, 2018, “‘Pacífica y modélica’. Notas para una revisión del papel de la izquierda armada en la transición española”, en Revista Historia Social y de las Mentalidades, vol. 22, núm. 2, pp. 55-72. [ Links ]

Grispigni, Marco, 2018, El poder está en la calle. Violencia y movimientos sociopolíticos en el largo 68 italiano, La Oveja Roja, Madrid. [ Links ]

Porta, Donatella della, 1998, “Las motivaciones individuales en las organizaciones políticas clandestinas”, en Pedro Ibarra y Benjamín Tejerina (comps.), Los movimientos sociales. Transformaciones políticas y cambio cultural, Trotta, Valladolid, pp. 219-242. [ Links ]

Reinders, Ralf y Ronald Fritzsch, 2011, El Movimiento 2 de Junio. Conversaciones sobre los Rebeldes del Hachís, el secuestro de Lorenz y la cárcel, Virus, Barcelona. [ Links ]

Río, Eugenio del, 2018, “Lo nuevo y lo viejo en el Mayo francés”, en Galde, núm. 21, pp. 28-29. [ Links ]

Sommier, Isabelle, 2009, La violencia revolucionaria, Nueva Visión, Buenos Aires. [ Links ]

Wisniewski, Stefan, 2002, Fuimos tan terriblemente consecuentes… Una conversación acerca de la historia de la RAF, VIRus, Barcelona. [ Links ]

1No obstante, el caso español también se ha discutido en fechas recientes. La crítica corresponde a lo desvirtuado de un análisis que sumerge el papel de la izquierda armada durante la transición dentro de la lógica de las organizaciones políticas de izquierda radical. Esto se ha convertido en un apéndice del repertorio político de partidos que no optaron por la vía armada y se resta la posibilidad de establecer de manera puntual el papel que han jugado en el complejo político español de esos años. Véase Galiana (2018).

2Esta recurrida metáfora supone una certeza que no es tal. La idea de ángeles vueltos demonios es muy lejana, el M2J eligió las batallas desde sus orígenes, lo militar siempre tuvo un espacio en su ideario y accionar. Para el caso, es imperativo aceptar que “el ‘fin de la inocencia’ debe entenderse únicamente en el sentido de un cambio radical en la percepción de la lucha política” (Grispigni, 2018: 119).

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons