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Polibotánica
versión impresa ISSN 1405-2768
Polibotánica no.29 México mar. 2010
El uso de las plantas medicinales en las comunidades Maya-Chontales de Nacajuca, Tabasco, México
The use of medicinal plants in Maya-chontal communities from Nacajuca, Tabasco, Mexico
Miguel Alberto Magaña Alejandro1, Lilia Ma. Gama Campillo1 y Ramón Mariaca Méndez2
1 División Académica de Ciencias Biológicas. Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Km 0.5 Carretera Villahermosa-Cárdenas, entronque a Bosques de Saloya, Villahermosa, Tabasco, México. Correo electrónico: manglar@cicea.ujat.mx
2 Colegio de la Frontera Sur. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Recibido: 29 enero 2009.
Aceptado: 24 noviembre 2009.
Resumen
Dentro de la medicina tradicional, las especies con propiedades curativas juegan un papel importante. En Tabasco se ha iniciado la recuperación del conocimiento de las plantas medicinales, tanto por instituciones gubernamentales como por instituciones de educación superior. Los servicios de salud son una de las necesidades más sentidas en las comunidades en México y particularmente en Tabasco, debido a que son insuficientes, o porque las personas que viven en las regiones rurales no tienen los recursos económicos como para utilizar un servicio médico particular. Tal situación la presentan el grupo indígena maya-chontal de Tabasco quienes tienen que recurrir al uso de las plantas medicinales. Ante esta situación las plantas medicinales juegan y han jugado a través de la historia de la humanidad un papel importante en la solución de un número considerable de problemas inmediatos a la salud. Con base en este planteamiento, se considera que cada vez es más importante revalorar los usos y costumbres que tienen las comunidades rurales en el uso de las plantas medicinales, ya que en ellos se encuentra una gran experiencia y práctica del conocimiento de ellas; por lo cual, el interés principal de esta investigación es analizar el conocimiento tradicional de la flora medicinal de las comunidades maya-chontales más representativas del municipio de Nacajuca, Tabasco. Para esta investigación se seleccionaron cinco comunidades donde había mayor presencia de personas indígenas. Se seleccionaron los informantes mediante la técnica bola de nieve a los cuales se les aplicaron entrevistas estructuradas y no estructuradas. De acuerdo al método antes mencionado se entrevistaron 26 personas, incluyendo curanderos, yerbateros, parteras, médicos tradicionales y amas de casa. Se identificaron 232 especies, distribuidas en 86 familias de las cuales el 74.6% (173), son especies nativas y el 25.4% (59) son especies introducidas. Las herbáceas predominan en un 57%, le siguen los árboles con un 23%. Se reconocieron 182 afecciones; las bronquiales fueron las más comunes y para ellas utilizan las hojas de especies como: Epaltes mexicana Less., Tradescantia spathacea Sw. y Plecthranthus amboinicus (Lour.) Spreng., entre otras. Así como existen especies que son utilizadas para tratar una sola afección, existen otras que son utilizadas para tratar varias afecciones, entre las que encontramos al momo (Piper auritum) que es utilizado para tratar once problemas de salud. Las hojas son la parte que más utilizan para la elaboración de los remedios a través de cocimiento para ser utilizado por vía oral.
Palabras clave: medicina tradicional, plantas medicinales, curanderos, maya-chontal.
Abstract
Species with healing properties play an important role in traditional medicine. In Tabasco, governmental institutions and institutions of higher education have begun the recovery of knowledge of medicinal plants. Health service is one of the most common needs in the communities of Mexico, particularly in Tabasco, because there are not enough health services and because people who live in rural regions do not have the economic resources to use a private health service. Finding themselves in this situation, the Maya-chontal, an indigenous group of Tabasco, resort to using medicinal plants according to their customs. We developed an interest in the mayan-chontal region of the Municipality of Nacajuca and analyzed the knowledge of medicinal plants retained by the inhabitants and traditional doctors. For this research, we chose five communities containing a greater presence of native people. The informants were selected through the "snowball" technique and were subjected to structured and unstructured interviews. Only 26 people were interviewed, including healers, herb doctors, midwives, traditional doctors and housewives. During this process 232 species representing 86 families were recorded, of which 74.6% (173) were native species and 25.4% (59) were introduced species. Bronchial illnesses were the most common of the 182 illnesses that were recognized. Leaves of native plants, such as Epaltes mexicana Less., Tradescantia spathacea Sw. and Plecthranthus amboinicus (Lour.) Spreng., were used to treat these complaints. Besides species that are used to treat a single complaint, there exist others that are used to treat several illnesses and diseases, for example, momo (Piper auritum), which is used to treat eleven health problems. The part of the plants most frequently used was the leaves, especially in the elaboration of remedies administered orally.
Key words: traditional medicine, medicinal plants, healers, maya-chontal.
INTRODUCCIÓN
La importancia de las plantas medicinales se hace más patente en la actualidad en los países en vías de desarrollo. En Pakistán se estima que un 80% de las personas dependen de éstas para curarse y un 40% en China. En países tecnológicamente avanzados como los Estados Unidos la población utilizan habitualmente también plantas medicinales para combatir ciertas dolencias y en Japón hay más demanda de plantas medicinales que de medicinas de patente (Santillo, 2001).
Las comunidades indígenas poseen un profundo conocimiento de su ambiente (Leonti et al., 2003; Caballero y Cortés, 2001, citados por Canales et al., 2006), saben los numerosos usos que se le pueden dar a las plantas y estos conocimientos constituyen una base importante para la conservación de la biodiversidad global y para su uso sustentable.
Muchas personas en la actualidad han tenido experiencia con las recetas de sus antepasados para dolores de cabeza, malestares, irregularidad menstrual, náuseas, hemorragias nasales, dolor de hombros y otros síntomas. El uso de las plantas medicinales (tanto como uso interno como para uso externo con compresas o emplastos) a menudo puede lograr una rápida solución del problema. También han jugado un papel preponderantemente en el bienestar de los animales y de las mismas plantas, interacción que se pierde en la noche de los tiempos y que en la actualidad se revitaliza y florece a la luz de los avances científicos (Rodríguez, 2004). En ese sentido el interés por la investigación y comercialización de la flora medicinal se incrementa continuamente tanto por el aumento y la revitalización del consumo actual como por el patentado de extractos vegetales. La vigencia del uso de la plantas medicinales en amplios sectores de la población de México, expresa la permanencia de esta práctica cultural y pone de manifiesto la revalorización del conocimiento tradicional al momento de solucionar los problemas de salud, en un país de permanente destrucción ambiental y donde 70.6% de los habitantes viven en la pobreza (Monroy-Ortiz y Castillo-España 2007). Es importante mencionar que muchas de las especies de plantas medicinales que utilizan los habitantes de estas zonas pobres, crecen de manera silvestre y han sido aprovechadas por la gente de la comunidad para solucionar algunos problemas de salud. Sin embargo, estudios previos indican que los huertos familiares son los principales lugares donde se encuentran las plantas medicinales y donde se da el flujo de conocimiento del uso múltiple de cada una de las especies y es donde se da la transmisión y la adquisición del conocimiento (Sol, 1993; Álvarez, 1997).
Tabasco es rico en cuanto a plantas se refiere, aspecto que confirma la necesidad de dar a conocer las cualidades de uso, principalmente el de las plantas medicinales y que en un futuro bien podrían ser procesadas en la elaboración de fármacos. Es por eso que en el estado se ha iniciado la recuperación del conocimiento de las plantas medicinales, tanto por instituciones gubernamentales como de educación superior, en ese sentido existen trabajos realizados por Garcés et al. (1987), Chávez (1991), Sánchez (2008) que demuestran tal situación. Con base en lo mencionado anteriormente, se considera que cada vez es más importante revalorar los usos y costumbres que tienen las comunidades rurales en el uso de las plantas medicinales, ya que en ellos se encuentra una gran experiencia y práctica del conocimiento de ellas; por lo cual, el interés principal de esta investigación es contribuir con el conocimiento tradicional de la flora medicinal de las comunidades maya-chontales más representativas del municipio de Nacajuca, Tabasco y que de acuerdo con Flores (2006) es la zona con mayores asentamientos de habitantes indígenas y el lugar donde existen pocos estudios al respecto, además de que este conocimiento se manifiesta de forma importante como una alternativa a problemas de salud en estas localidades, sin descartar la medicina profesional.
MATERIAL Y MÉTODO
Área de estudio
El municipio de Nacajuca, Tabasco, se localiza en la región de la Chontalpa, colinda al norte con los municipios de Jalpa de Méndez, Centla y Centro; al Este con el municipio de Centro; al Sur con los municipios de Centro y Cunduacán y al Oeste con los municipios de Cunduacán y Jalpa de Méndez (Fig. 1). Los cultivos básicos son maíz y frijol; sin embargo, también se siembran en grandes cantidades la cañita (Cyperus canus J. Presl & C. Presl) como materia prima para elaboración de artesanías. La actividad ganadera es poca, ya que la mayor parte del territorio es inundable (INEGI 2005). Las cinco comunidades en las que se realizó el trabajo de campo son: Tapotzingo, Tecoluta 2a. Secc., Guaytalpa, Mazateupa y Tucta (tabla 1) se localizan sobre la carretera Nacajuca a Tecoluta.
MÉTODO
Se buscó un municipio del estado de Tabasco que tuviera la mayor presencia de grupos étnicos que hablaran el idioma chontal, además de que el número de personas hablantes del idioma fueran más de 1 000 y que también la comunidad fuera rural. De acuerdo con los datos proporcionados por el INEGI 2000, sólo el municipio de Nacajuca cuenta con estas características en cinco comunidades (Guaytalpa, Mazateupa, Tapotzingo, Tecoluta 2a. Sección, Tucta). Se seleccionó a los informantes con los que se trabajó mediante la técnica de bola de nieve (Goodman, 1961), la cual consiste en seleccionar una muestra inicial o básica de individuos y establecer en cada entrevista qué nuevo informante han de entrevistarse, para así integrar la muestra completa. De esta forma se trabajó principalmente con las personas que la misma comunidad reconoció como poseedoras de un mayor conocimiento sobre las plantas medicinales. El método etnobotánico que se usó es el de Kavist et al. (2001) que consiste en obtener de la población la mayor información a partir de su participación activa, esto permite el acceso a la realidad de los sujetos de estudio mediante la convivencia con su cotidianeidad. Las primeras pláticas con los informantes se desarrollaron de acuerdo a lo propuesto por Giménez (1994), donde el interés fue acercarse al sentido que tienen las acciones observadas en un intento de acercamiento a las interpretaciones cotidianas que realiza la gente. Posteriormente, se aplicó una entrevista estructurada a cada uno de los informantes, sin importar el sexo, siguiendo temáticas relacionadas con el uso, conocimiento, manejo y enfermedades que curan las plantas. Del mismo modo, con la ayuda de una de las personas conocedoras de plantas, se colectaron las especies mencionadas como medicinales que se encontraban en la comunidad, para ello se utilizaron técnicas convencionales para estudios florísticos (Lot y Chiang, 1986). Una vez herborizado e identificado el material botánico, se incorporaron los ejemplares a la colección científica del herbario de la División Académica de Ciencias Biológicas de la UJAT, quedando como referencia de este estudio. Para la identificación del material botánico colectado se utilizó bibliografía especializada como la Flora de Guatemala (Standley y Steyermark, 1974), Flora de Panamá (Woodson et al. , 1975) y diversos fascículos de la Flora de Veracruz. Con la información obtenida a través de las entrevistas estructuradas y las entrevistas no estructuradas se realizó el análisis cualitativo, para ello se utilizó el programa Nud* ist, Software of Qualitative Data Analysis (QSR N6).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Por muchos años la humanidad se ha servido de las plantas en su intento de curar las enfermedades y aliviar el sufrimiento físico. Las estrategias para escoger qué plantas investigar en la búsqueda para nuevos productos médicos incluyen la selección aleatoria de plantas sobre la base de la afinidad taxonómica, o la persecución de las pistas sobre la base de conocimientos de etnobotánicos. El uso de plantas en la medicina popular ha resultado en el descubrimiento de la mayoría de drogas muy importantes usada en medicina occidental con un origen en plantas. Conocimientos tradicionales, acumulados a través de los años de la experiencia, pueden ser mirados como el producto de un proceso de revisión natural.
En esta investigación se entrevistaron un total de 26 personas en las cinco comunidades, de las cuales 14 son hombres y 12 son mujeres. Se constató que el saber sobre el uso de plantas medicinales se encuentra principalmente en los habitantes mayores de 60 años, salvo en raras excepciones donde la persona que maneja el conocimiento sobre las plantas medicinales son hijos de personas que sus padres fueron curanderos o han tomado cursos para saber un poco más sobre el uso de las plantas medicinales. Lo anterior guarda semejanza con lo mencionado por Hurtado et al. (2006), quienes encontraron en Copándaro de Galeana, Michoacán, que el saber sobre el uso de plantas medicinales se encuentra principalmente en los habitantes mayores de 50 años salvo en raras excepciones, cuando se trata de los hijos de los curanderos.
Florística
En Nacajuca, gran parte de sus poblados usan medicinas con base en plantas, constituyendo éstas un recurso potencial para afrontar las enfermedades de la población en general. Para esto, sin embargo, se requiere que de estas plantas haya estudios sistemáticos con exploraciones e inventarios, reconocimientos y validaciones científicas, como también políticas adecuadas de manejo ya que las plantas medicinales están siendo sobrecosechadas de la "Naturaleza", entonces luego es posible que la recolección no sea sostenible, pero también que la diversidad genética de la especie está siendo perjudicada y que los ecosistemas naturales están siendo degradados.
Se identificaron 232 especies en toda el área de estudio que conforman el listado florístico medicinal, el 74.6% (173), que se reportan en el anexo 1, se cultivan en la zona de estudio o en el estado de Tabasco aunque no sean nativas, en cambio el 25.4% (59) no se cultivan en la zona de estudio o en el estado, sino que las compran en los mercados o las encargan a alguien que vaya a otros estados. Del total de especies, 122 corresponden a Mazateupa, 106 son para Tapotzingo, 94 son para Tecoluta 2a. Secc., 90 especies son para Guaytalpa y 87 son para Tucta. Considerando las 2 589 especies que reportan Pérez et al. (2005) para el estado de Tabasco, sólo las 173 especies medicinales incluidas en este trabajo corresponden al 6.7% de la flora medicinal. Cabe mencionar que los estudios sobre plantas medicinales realizados en el estado reportan un menor número de especies, entre los que tenemos a Hernández (2006) con 64 especies, Ulin (2006) con 65 especies y Sánchez (2008) con 54 especies. Esta diferencia se debe probablemente a que no trabajaron exclusivamente con las personas conocedoras de plantas de los grupos indígenas, lo cual refleja el menor conocimiento tradicional.
El número total de especies encontradas conforman un total de 86 familias, de las cuales las familias mejor representadas (Fig. 2) contienen el 34.5% del total de las especies registradas, lo cual nos indica que son las familias que tienen el mayor número de especies con propiedades medicinales. No es de extrañar la mayor representatividad de las familias Asteraceae, Lamiaceae y Fabaceae en todas las comunidades, dada su amplia distribución, gran cantidad de especies y su reconocida presencia de metabolitos secundarios presentes en estas familias (Rzedowski, 1993).
En cuanto a la forma biológica las que predominan son las hierbas en un 57% encontrándose especies como el cilantrillo (Parthenium hysterophorus L.) y la manzanilla (Matricaria chamomilla L.) entre otras, le siguen los árboles con especies como el cuajilote (Parmentiera aculeata (Kunth) Seem.) y el macuiliz (Tabebuia rosea (Benth) DC.). Esto se debe seguramente a que es una zona donde los árboles son muy abundantes por ser utilizados como de sombra para diferentes cultivos. Un aspecto importante es que un 25% de estas especies son silvestres consideradas en muchos casos como malezas. Sin embargo, esto también ocurre en los trabajos realizados por Cerino (2006), Hernández (2006), quienes encontraron que la forma herbácea es la más común, debido al tamaño que tienen las plantas y ocupan menos espacios dentro de sus huertos, además de que su manejo es más fácil (Fig. 3).
Por otro lado se registraron un total de 150 afecciones (tabla 2), que de acuerdo con la clasificación internacional de enfermedades, éstas se restringen en 19 enfermedades, entre las que reportaron con mayor frecuencia están las enfermedades del sistema respiratorio (tos, asma, gripa, etc.), le siguen las enfermedades del sistema digestivo (inflamación del estómago y diarrea) y de una manera también importante se encuentran las enfermedades culturales, que son aquellas que el médico alópata no puede curar por tratarse en algunos casos de enfermedades mágico-religiosas (calentamiento de cabeza, ofiadura, mal aire). Esto coincide con lo reportado por Hurtado et al. 2006 y Cerino 2006, quienes también encontraron que los problemas de salud más comunes son los relacionados con el sistema respiratorio. No es de extrañar que esto suceda en estas comunidades ya que de acuerdo con Incháustegui (1987) estas culturas se establecieron en zonas rodeadas de pantanos.
Uso medicinal de las plantas
Las plantas han aportado mucho a la medicina occidental moderna de diferentes maneras ya que de ellas se obtienen compuestos purificados de plantas que son usados directamente como medicinas o se obtienen también sus principios activos para producir nuevas medicinas. Hay muchas formas de uso de las plantas medicinales, y éstas actúan según su diferente modo de preparación, en el plano físico, mental o emocional. Muchas de las plantas medicinales tienen múltiples formas de uso y muchos de estos remedios pueden complementarse o tener efectos similares. Podemos beneficiarnos de las propiedades de las plantas por medio del alimentos o bebida, baños, inhalaciones, colutorios, gargarismos, masajes, emplastos.
Existen especies que son utilizadas para tratar diferentes afecciones, entre las más comunes encontramos al momo (Piper auritum H.B.K.) que es muy usado para tratar problemas de asma, gastritis y anemia, entre otras, que tienen que ser ingeridos principalmente en té. Otra planta es la manzanilla (Matricaria chamomilla L.), que la utilizan para la tos, inflamación del estómago y los dolores estomacales. Una tercera planta es el maguey morado (Tradescantia spathacea Sw.) que también es muy usado en diferentes problemas de salud. Con el resto de las especies reportadas pueden tratarse desde cuatro afecciones hasta una sola como es el caso del epazote (Chenopodium ambrosioides L.) que lo utilizan sólo para los parásitos. En la tabla 3, pueden observarse las especies que se utilizan en cada uno de los poblados del área de estudio para tratar más afecciones. Esto coincide con los trabajos realizados por Córdova y Cruz (2005), Cerino (2006) y Castellanos (2008), quienes también reportan varias de estas especies que son utilizadas para curar las mismas afecciones, esto se debe probablemente a que las condiciones del lugar son muy semejantes tanto en costumbres como en el medio que los rodea, pero que además la mayoría los habitantes también son de origen maya-chontal.
De las partes de las plantas utilizadas que mencionaron los informantes para la elaboración de los remedios, las hojas son la parte que más utilizan, encontrándose que en el poblado Guaytalpa es la zona donde más utilizan esta parte hasta en un 59% del total de las plantas reportadas para esta comunidad, en cambio en Tapotzingo, aunque son también las hojas las que más utilizan, es en menor proporción. Las ramas es otra parte de las plantas que utilizan con frecuencia, ésta consiste en un fragmento de la planta compuesto por parte del tallo, hoja y/o fruto que las utilizan de diferentes maneras, bien sea en cocimientos o para ramear a las personas. Los frutos, flores, cortezas y demás partes de las plantas las utilizan en menor proporción (Fig. 4). Las personas mencionan que ellos utilizan más las hojas porque son más efectivas y que es la parte que mejores resultados les ha dado. Contrario a lo que reportan Hurtado et al. (2006), quienes encontraron que las ramas son la parte más usada de las plantas medicinales y posteriormente las hojas. Sin embargo, Sánchez (2008) encontró también que la parte más utilizada de las plantas medicinales son las hojas, esto se debe según Bidwell (1983), a que en las hojas es en donde se llevan a cabo la mayoría de las funciones de las plantas que después serán distribuidas al resto de ésta, por lo mismo también se tiene que es el lugar donde se encuentran la mayoría de los componentes químicos activos que ayudan a mejorar la salud de los habitantes.
Dos son las formas más comunes de preparar los remedios: cocidas y frescas. El cocimiento (59%) consiste en hervir la parte de la planta que se vaya a usar que puede ser de 10 a 15 minutos. La decocción o cocimiento se utiliza principalmente para preparar los remedios a partir de partes duras de la planta, pero también se puede usar con partes blandas. La otra forma de uso común de las plantas medicinales es en fresco (29%), en este caso la planta se utiliza de manera directa en forma de cataplasma o en maceración de las mismas sin que pase por un proceso de cocimiento. El resto de las plantas las usan soasadas, curtidas o preparados varios como son: jarabes, jabones, cremas o tinturas (Fig. 5). Del mismo modo Córdova y Cruz (2005), Hurtado et al. (2006), Cerino (2006) y Castellanos (2008), encontraron que la forma más común de utilizar las plantas medicinales es a través del cocimiento ya que de esta manera se eliminan más fácilmente los metabolitos secundarios.
Con respecto a la vía de administración, el uso oral es el más común, ya que la mayoría de las personas que hacen uso de las plantas medicinales, toman sus preparaciones de esta manera, principalmente para enfermedades de tipo gastrointestinal, renal, colesterol, nervios, etc. Esto se debe a las diferentes formas como toman sus remedios, incluyendo las microdosis y las cápsulas que han sido incorporadas a la tradición últimamente. Sin embargo, si se recuerda, los polvos secos ya se usaban en la época prehispánica (Guzmán P., 1992), la diferencia actual es que ahora los polvos secos se encapsulan.
La vía de administración cutánea, que puede ser en forma de cataplasma, fomentos, etc., ocupa el segundo lugar, esto es para problemas de la piel o de raspaduras y granos que salgan por una infección. Se utilizan plantas como el cancerillo (Blechum pyramidatum (Lam.) Urb.), el coscorrón (Crataeva tapia L.), y el toatán (Colubrina arborescens (Mill.) Jacq.). El darse un baño con plantas medicinales les ayuda a mitigar los problemas de salud, a relajar el cuerpo e incluso refrescarles la cabeza a los niños cuando hay calentamiento. Por otro lado, se tiene la creencia que hay plantas que ayudan a atraer la buena suerte o para defenderse contra los malos espíritus, esta actividad la recomiendan mucho los curanderos, principalmente aquellos que trabajan aspectos espirituales (Fig. 6). En la época prehispánica las fiebres eran tratadas también con baños, para ello Martín de la Cruz (1964) recomienda extraer el jugo de las plantas, beberlo y bañarse con él, la cabeza, cuello y pies.
Finalmente, la forma de cómo obtienen las plantas medicinales los maya-chontales es poco variada, el 43% de las plantas las cultivan dentro de sus huertos familiares o en su propio jardín, entre las especies más comunes está la sábila (Aloe vera L.), la guanábana (Annona muricata L.) y el incienso (Artemisia mexicana Muller). Otra parte de las plantas que utilizan las compran principalmente en los mercados debido a que no hay en la comunidad y en raras ocasiones las compran con los vecinos, entre las especies más comunes compradas en los mercados está el eneldo (Anethum graveolens L.) y la manzanilla (Matricaria chamomilla L.). Finalmente una parte las consiguen en el campo debido a que son plantas principalmente silvestres, ejemplo de ellas son el cancerillo (Blechum pyramidatum (Lam.) Urb.), la majahua (Hampea macrocarpa Lundel.) y el gurusapo (Epaltes mexicana Less.). Cabe mencionar que de las plantas que consiguen en el campo, la mayoría crecen en los pastizales y otro tanto se colectan en los acahuales (tabla 4). Del mismo modo, Madrigal (1994) menciona que las personas que él entrevistó reportaron que ellos cultivan sus plantas dentro de sus huertos y que sólo cuando no la tienen entonces recurren a comprarlas. Cabe mencionar que esto es lógico de pensarse que así sería ya que si están dedicados a trabajar la medicina tradicional, entonces es más fácil para ellos sembrarlas dentro de sus huertos.
CONCLUSIONES
En todas las comunidades existen aún conocimientos y especies medicinales propias de la cultura maya-chontal, tal es el caso del maguey morado (Tradescantia spathacea Sw.).
El número total de especies reportadas en este estudio es más del doble que los reportados en otros estudios realizados en el estado.
La mayor diversidad de especies y por lo tanto de recursos medicinales, se registró en el poblado de Mazateupa, pero esto se debió a que fue el lugar con mayor número de especies introducidas.
Las familias Asteraceas y las Lamiaceas fueron las más representadas en todas las comunidades debido a que la primera es una familia con más amplia distribución en México con gran cantidad de especies, en cambio las Lamiaceae la mayoría son medicinales o exóticas incorporadas a la tradición desde ya hace mucho tiempo.
El mayor número de recursos herbolarios en las comunidades es para problemas de vías digestivas, aunque también fueron numerosas para problemas cardiocirculatorios. Las formas de preparación de las plantas tienden a la estandarización. Sólo se mezclan plantas para el mismo propósito, pero varían según el material disponible.
Al igual que en la mayoría de los trabajos, las personas que trabajan con plantas medicinales prefieren sembrarlas dentro de sus huertos familiares para facilitar su consumo.
Es importante mencionar que la información recabada no fue en forma exhaustiva debido a las limitaciones de tiempo de los informantes donde seguramente faltaron detalles por registrar.
AGRADECIMIENTOS
A la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco por todas las facilidades prestadas para la elaboración de esta investigación.
Al señor Apolonio Rodríguez de la Cruz por su apoyo dado como intérprete en el idioma chontal, durante la aplicación de la entrevistas.
Al estudiante Jesús Emmanuel Martínez de la Cruz por su apoyo dado como intérprete en el idioma chontal, durante la aplicación de las entrevistas.
LITERATURA CITADA
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