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Problemas del desarrollo
versión impresa ISSN 0301-7036
Prob. Des vol.42 no.166 Ciudad de México jul./sep. 2011
Reseñas
Quiebras financieras y experiencias paradigmáticas, Girón, Alicia, E. Correa y P. Rodríguez (coordinadoras)
Financial insolvency and paradigmatic experiences, Girón, Alicia, E. Correa and P. Rodríguez (coord.)
Marcos González Valladolid
1a ed. México, IIEC-UNAM, 2010, 206 p., ISBN 978-607-02-1631-2
Facultad de Economía de la UNAM
El libro señala las causas y consecuencias inherentes a la crisis del verano de 2007 a raíz del caos desatado por el colapso de las hipotecas subprime de Estados Unidos. El texto explica cómo se vivió y se sigue padeciendo la hecatombe financiera en las diferentes regiones del mundo mediante un enfoque heterodoxo. El papel desempeñado por los instrumentos financieros derivados, producto de la ingeniería financiera contemporánea, jugaron un papel preponderante en el desencadenamiento de la mayor debacle financiera global desde la década de 1930.
La primera parte del libro pone a consideración el papel desempeñado por las agencias calificadoras, así como por la falta de reglas, en nuestros días. La crisis de las hipotecas subprime constituyó sólo la punta del iceberg de un fenómeno mucho más amplio que yace en la liberalización financiera actual. Una aparentemente novedosa ingeniería financiera, dio cauce a los problemas que día con día surgieron como consecuencia de la gran bursatilización de títulos producto de la liquidez que se implantó.
En amena exposición, nos muestra diferentes episodios en la gestación de la crisis. Destaca en esa primera parte el hecho de lo que constituiría la piedra de toque para que estallara la burbuja en Wall Street, y fue la bursatilización crediticia que hizo que, a una abultada porción de los activos de alto riesgo, se les elevara la calificación para que aparentaran poseer uno muy bajo.
Un aspecto interesante que debió haber sido empleado en más capítulos, fue la hipótesis de la inestabilidad financiera intrínseca de Minsky, que se sometió a contrastación para demostrar cómo puede ser dañino para la confianza futura asumir posiciones financieras cada vez más riesgosas. Es precisamente en este punto que los intereses creados en el sistema financiero entran en gran conflicto con las intenciones de edificar uno que posea mayor supervisión y regulación. De manera simultánea, se destaca el gigantesco déficit en cuenta corriente que crece día con día en la economía estadounidense y que posibilita el incremento de las reservas internacionales de los países emergentes, que proviene de la generación de una demanda excesiva de economías desarrolladas como la estadounidense.
En la segunda parte del texto se aborda la financiarización, balance fiscal y desfinanciamiento. En esta parte, se desarrolla una investigación coherente con el proceso de incremento de la financiarización de las economías emergentes de América Latina. Este fenómeno actual, caracterizado por la penetración del sector financiero en el sector real de la economía, acarrea enormes consecuencias para la distribución del ingreso entre la población, así como menoscabo en el salario de la clase trabajadora de estos países.
La reforma financiera neoliberal tuvo consecuencias negativas para este grupo de países. Se abordan los casos de Bolivia, de países de Centroamérica, y de Brasil. Se pone de relieve que la economía boliviana pasó por un proceso inconcluso de solidificación de instituciones financieras públicas, mismas que fueron desmanteladas en la etapa neoliberal. Quizá profundizar aún más en el proceso de polarización de la sociedad boliviana hubiera dado elementos adicionales para formular una tesis más acabada respecto de la falta de compromiso de las clases dominantes bolivianas con el desarrollo. Para Centroamérica se resalta la implementación de políticas de ajuste que buscaban sólo resolver el problema de déficit de las finanzas públicas al imponer regímenes impositivos regresivos, sin promover crecimiento y desarrollo económico. Tal vez un ejercicio de análisis de indicadores financieros un poco más profundo para Centroamérica, complementaría la información disponible sobre como la subregión enfrenta la desregulación. Brasil logró frenar la debacle gracias a la implementación de políticas monetarias y fiscales contracíclicas. Aunado a esto, se encuentra su baja tasa de apertura económica de 30% (la más baja de la región). Una contrastación de indicadores financieros como el mostrado en el capítulo de Bolivia, redondearía el panorama general para el lector deseoso de indagar más sobre el tema.
En la tercera parte del libro entran a escrutinio Europa, Rusia, China y Corea del Sur. Europa se encuentra en un momento muy delicado debido a la viabilidad del Euro. Concebido como proyecto de moneda única, el viejo continente no se encontraba preparado para su introducción. Un buen ejercicio de análisis, que probablemente quedaría completo con la inclusión de una contrastación de las teorías heterodoxas que abordan la inestabilidad financiera con las ortodoxas impuestas por esos gobiernos.
Para Rusia, la principal característica es la generación de capital ficticio que fue alimentado en la bolsa de valores, y que llegó a abultar la mayor parte del PIB ruso, lo que se traduce en sobreacumulación de capital. Como nunca en el pasado, la economía real y la financiera se han comportado tomadas de la mano. Por añadidura, el comportamiento del sector inmobiliario experimentó una burbuja que fue fomentada por una expansión ficticia de la demanda de este sector. Relacionar este fenómeno con la crisis subprime estadounidense sería material adicional interesante para este capítulo.
China destaca por su desempeño para el fortalecimiento de instituciones públicas como el Banco del Pueblo de China que además de ser el prestamista de última instancia, juega un papel preponderante como exclusivo emisor soberano en ese país. El sistema bancario chino no ha estado preocupado en generar rentabilidad, sino en fomentar el desarrollo económico de China. Comparar a China con el otrora pujante Japón, añadiría un análisis aún más completo de este capítulo.
Corea del Sur es una economía seriamente golpeada por la crisis, por los movimientos especulativos del mercado financiero. La aversión al riesgo por parte de los inversionistas ocasiona que las monedas nacionales se desplomen en su valor, así como salidas masivas de capitales.
El libro que nos ocupa servirá para reflexionar sobre la viabilidad del modelo actual de desregulación financiera dominado por un sistema internacional caótico sumido en la incertidumbre. Aspectos relacionados con las perspectivas a futuro para el desenlace de la crisis, sería material adicional interesante en la publicación.