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Investigaciones geográficas

versión On-line ISSN 2448-7279versión impresa ISSN 0188-4611

Invest. Geog  no.42 Ciudad de México ago. 2000

 

Reseñas

 

Forreste, Viviane (1999) El horror económico

 

Eurosia Carrascal*

 

Fondo de Cultura Económica, 14a reimp., 1a ed. en francés, México, 1996, 166 p.

 

* Investigaciones Geográficas, UNAM, México.

 

La autora del presente libro es novelista y crítica literaria francesa. La variada y extensa bibliografía (153 fichas bibliográficas) en la que se basa, incluye a autores como Gustave Flaubert, Blaise Pascal, Georges Duby, François Furet y Michel Henry, y también tres de sus obras: La violencia de la calma, Van Gogh o el entierro de los trigales y Ce soir, après la guerre. Debido a que el tema central es el trabajo "disimulado, hoy día, bajo la forma perversa de empleo", Forrester analiza el problema desde la perspectiva de la economía, capitalismo, mercado, empresas y salario, fundamentalmente.

Los numerosos cuestionamientos, intercalados en el texto, constituyen el hilo conductor a través del cual la temática se hilvana en el marco actual del neoliberalismo a partir de la denuncia del trabajo convertido en un mito y del verdadero significado del desempleo que oculta un fenómeno distinto de aquel que pretende significar.

Forrester inicia su libro con una llamada de atención: la falacia descomunal en medio de la cual vivimos, un mundo desaparecido que nos empeñamos en no reconocer como tal y que se pretende perpetuar mediante políticas artificiales, ya que no se trata de dar solución a una o muchas crisis, sino de estar conscientes de que se asiste a la fractura de la sociedad, a la mutación brutal de toda una civilización al pretender, aún hoy, que lo social y económico están regidos por las transacciones realizadas a partir del trabajo cuando éste ha dejado de existir.

En esta forma, enfatiza la autora, deberíamos percatarnos de que los territorios del trabajo, es decir, los lugares de la producción se alejan cada vez más de los de la economía, ellos se distancian hasta volverse apenas perceptibles y cada vez más impalpables. A partir de este planteamiento, Viviane Forrester visualiza la proyección de un mundo virtual. "Antes se podían conocer las configuraciones, incluso las internacionales. Llegado el caso se sabía a qué oponerse y dónde hacerlo. Esto sucedía en nuestras geografías con ritmos que nos eran conocidos, aunque fueran excesivos".

Al respecto, la autora señala que el mundo actual se instala bajo el signo de la cibernética que, desde ahora, ejerce el poder y se parapeta en zonas herméticas, casi esotéricas, lo que conlleva a una desrealidad "donde la horda de buscadores de empleo apenas representa un ejército pálido de espectros que no volverán".

De la explotación a la exclusión, de ésta a la eliminación e incluso a desastrosas explotaciones aún desconocidas, se gesta, indetectable, la violencia de la calma. Las masas planetarias anestesiadas no se percataron de la existencia de una propaganda eficaz que supo apoderarse de una serie de términos positivos, seductores, para acapararlos, tergiversarlos y conservarlos juiciosamente. Así pues, tenemos un mercado libre para obtener ganancias; planes sociales encargados de expulsar de su trabajo, al menor costo posible, a hombres y mujeres que a partir de entonces quedan privados de medios de subsistencia e incluso de un techo; un Estado providencial que actúa como si reparara la s injusticias flagrantes, a menudo inhumanas. Ante ello, no hay lucha alguna, salvo la que reivindica un espacio creciente para una economía de mercado, omnipotente, que posee una lógica propia a la cual no se enfrenta ninguna otra.

Para los despojados de empleo, las consecuencias son crueles: la miseria o su amenaza próxima, con frecuencia la pérdida de techo, de la consideración social e incluso de la autoestima, "de esas poblaciones, que duermen a la intemperie: los cuerpos y los espíritus quebrantados por la falta de alimento, cuidados, calor, presencia, respeto". Aun así, señala Forrester, podemos observar la feroz indiferencia a su alrededor. "Este es sólo un ejemplo entre las múltiples aberraciones bárbaras, geográficamente próximas, incluso vecinas". Son señales de un mundo reducido a la pura economía en un régimen totalitario en el cual la ausencia de explotación puede tener por superfluos a la mayoría de los seres humanos.

Ante ello, la autora plantea una propuesta: la vocación de la cultura, en estrecha relación con la capacidad de pensar, supone la adquisición de ciertas facultades que podrían conducir a una serie de destrezas y a la búsqueda de ciertos derechos, pero, Forrester advierte: el pensamiento es político, el solo hecho de pensar es político. De ahí la lucha insidiosa y por eso más eficaz y más intensa de nuestra época contra la capacidad de pensar porque no hay nada más movilizador que el pensamiento. Es necesario considerar pues, que, en forma paralela, también se puede desaprender a pensar!

Basado en el dogma de la ganancia, el sistema se da por consolidado, está más allá de las leyes y las desregula a voluntad. Así, "tácitamente amenazados, se nos inmoviliza en espacios sociales condenados, lugares anacrónicos que se autodestruyen pero, a los cuales nos aferramos con extraña desesperación, mientras que ante nuestra vista el futuro se organiza en función de nuestra ausencia más o menos conscientemente programada".

Hoy, allí donde aún se tiene mínimamente en cuenta la condición humana, esas regiones son señaladas con el dedo, implícitamente condenadas por el Banco Mundial, OCDE y compañía, además de "los partidarios del pensamiento único del imperio mundializado que unidos a las fuerzas vivas de todas las naciones, se esfuerzan por hacer entrar en razón a esos excéntricos: los desposeídos, marginales, superfluos por falta de un trabajo o un empleo".

La autora termina el último párrafo de su libro al cuestionar si sería insensato esperar, no un poco de amor, tan vago, tan fácil de declarar, tan satisfecho de sí y que autoriza todos los castigos, sino la audacia de un sentimiento áspero, ingrato, de rigor inflexible y que rechaza cualquier excepción: el respeto.

De su primera edición en francés: 1996, a la décimocuarta reimpresión en 1999, el libro, escrito en un lenguaje fluido, cuya narración permite una lectura ágil, describe la realidad, nuestra realidad que se confirma y reafirma con el paso del tiempo. Así, apenas iniciado el año 2000, el periódico unomásuno en su sección denominada El dinero, reseña la X Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Bangkok, 16 de febrero, en la cual el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn afirmó que los planes de desarrollo e integración precisan nuevos planteamientos para hacer frente a los retos de la globalización en la economía. Indicó que "este replanteamiento del desarrollo" se hace imprescindible ante los escasos progresos alcanzados en la lucha contra la pobreza.

Como comentario final cabe agregar que, efectivamente, hoy asistimos a una realidad que se "virtualiza" y genera una incertidumbre que ya se vive en los planos económico, social y cultural, de manera concreta y, cuya problemática se agudizará en el futuro inmediato. Una, entre otras muchas tareas, que exige un esfuerzo sobrehumano, consistiría en vencer la indiferencia hacia los demás, en la medida en que se pudiera acceder, para dar a nuestras vidas, su verdadero sentido: el de la vida, la dignidad y los derechos.

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