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Literatura mexicana

versión On-line ISSN 2448-8216versión impresa ISSN 0188-2546

Lit. mex vol.29 no.1 Ciudad de México ene./jun. 2018

https://doi.org/10.19130/iifl.litmex.29.1.2018.1064 

Reseñas

Dalia Valdez Garza. Libros y lectores en la Gazeta de literatura de México (1788-1795) de José Antonio Alzate. México: Bonilla Artigas Editores / Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, 2014

Guadalupe Rodríguez Domíngueza 

aUniversidad Autónoma de San Luis Potosí, Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, email: guadarodom@yahoo.com

Valdez Garza, Dalia. Libros y lectores en la Gazeta de literatura de México (1788-1795) de José Antonio Alzate. México: Bonilla Artigas Editores, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, 2014.


Libros y lectores en la Gazeta de literatura de México de Dalia Valdez Garza es un libro que era necesario para la paulatina reconstrucción del panorama cultural novohispano. En él encontramos un completo estudio sobre una de las publicaciones periódicas novohispanas más ricas de finales del siglo XVIII.

En la primera parte, “Hacer la prensa literaria: el trayecto del autor al lector”, la autora realiza un amplio recorrido por el contexto en el que la prensa erudita novohispana tiene lugar, recoge las condicionantes de la producción del libro a finales del siglo XVIII en la Nueva España y los actores que inciden de una u otra manera en dicha producción. Inicia con el registro de los antecedentes de la prensa periódica novohispana, remontándose a las publicaciones recurrentes de los siglos XV y XVI -relaciones de sucesos, pronósticos, almanaques, calendarios, guías de forasteros-, hasta llegar a la eclosión de los diarios y gacetas periódicas del siglo XVIII, precedentes todos, de la Gazeta de literatura de México, de José Antonio Alzate.

Así, poco a poco, va articulando el entramado en el que se publica la Gazeta, entretejiendo tres líneas principales: a) la importancia de las bibliotecas novohispanas particulares e institucionales de la época, cuyos títulos de diversas materias -medicina, minería, química, física, matemáticas, geografía, botánica, teología, arquitectura, topografía, numismática, etc.-, tanto de ediciones españolas como americanas, sirven de inspiración y fuente de referencia para los escritores novohispanos; b) la preferencia del formato pequeño (cuarto y octavo) por parte de los lectores, que evidencia una transformación de las políticas de la Corona durante el siglo XVIII, en que se ponen los libros a disposición del público, y c) en esta relación de ida y vuelta, el libro convertido en un objeto y vehículo de cultura, con una utilidad determinada: difundir el saber universal. En este contexto, Alzate, además de utilizar su propia biblioteca -de cuyos títulos no se tiene noticia-, se benefició de las bibliotecas de sus conocidos para la escritura de su propia obra. Estas relaciones intelectuales o de “tertulia intelectual”, como las llama la autora, se encuentran expuestas por Alzate en la Gazeta de literatura, así como la apuesta a favor no sólo del formato pequeño, sino también de la brevedad en la difusión de los saberes, especialmente de las materias científicas.

La autora señala que, aunque Alzate se enfrentó a un complejo contexto editorial novohispano, debido al control de las publicaciones por parte de la Corona, que iba de la mano de la escasez de materiales impresos por las pocas imprentas establecidas en el período, no desistió en su idea de progreso mediante la circulación del saber y el señalamiento de los errores contenidos en otras publicaciones; todo esto en aras de la construcción de una nación culta. El proyecto editorial de la Gazeta de literatura de Alzate se inspiró en las prácticas europeas de publicaciones periódicas, como el Diario de los Literatos de España, el Memorial Literario, Instructivo y Curioso, el Diario Curioso, Erudito, Económico y Comercial, el Journal des Savants, el Mémoires de Trévoux, el Journal de Physique, el Journal de Encyclopédique, entre otros, pero la propuesta de Alzate superó la imitación y se convirtió en una innovación de las formas de la prensa periódica novohispana.

Valdez aplica y adapta el esquema de comunicación del libro -autor, editor, impresor, vendedor, lector, y las influencias intelectuales, de publicidad, sociales, económicas, políticas y legales- propuesto por Robert Darnton, para explicar las condiciones de producción de la Gazeta de literatura. Trata de manera acuciosa el tema de las prácticas de aplicación de censura previa y posterior a los textos publicables o publicados, haciendo un recorrido por los impresos periódicos previos a la Gazeta de literatura, así como la censura posterior a la publicación de algunos números del Diario Literario de México, también de Alzate, que dieron con el retiro de la circulación del mismo. También se acerca a las condicionantes del cese del Mercurio Volante de Bartolache. En este apartado registra desde el origen de la legislación del libro durante el Antiguo Régimen, con la Real Pragmática de 1502, hasta las reformas a la legislación de la segunda mitad del siglo XVIII, que promovían la supresión de la impresión de los preliminares del libro, conservando sólo los datos de la aprobación por orden superior y del censor, y la Real Orden de 1785 en la que se determinaba el procedimiento de publicación de los papeles periódicos. Las modificaciones redujeron algunos trámites administrativos y de ahorro de papel, lo que condujo al abaratamiento de los costos de impresión. En todos los análisis, Valdez reconstruye impecablemente la trascendencia económica, social y política de cada uno de los elementos del circuito de comunicación del libro.

En el ámbito del autor / editor, es relevante la puntualización que la autora hace sobre la desorientación causada por el intento de aplicar terminología del actual mundo editorial a los quehaceres del libro del pasado. Ejercicio recurrente por muchos críticos, pero cuyo resultado no termina por aclarar un panorama que se regía por legislaciones y labores distintas. Una vez realizada la distinción, recupera información que interpreta de manera excepcional acerca de la fase creativa y conceptual de Alzate como autor, y de su faceta administrativa y financiera como editor. Así, destaca los diversos roles de autor / editor que Alzate desempeñó, por ejemplo: el establecimiento de los límites de responsabilidad de Alzate como editor y la de otros autores que publica en la Gazeta; las nociones de plagio de obras citadas o traducidas, que defiende abiertamente, pero no cumple con rigor en la práctica; la identificación del ocultamiento de la identidad del autor en sus escritos, más perfilada hacia la noción de las prácticas de autor de siglos anteriores al XVIII; las funciones de editor / seleccionador y editor / extractador, actividades cercanas a las realizadas por un editor actual; el quehacer legal / administrativo, etc. En este nivel del autor / editor, se imbrican las líneas temáticas de corte enciclopédico de la Gazeta de literatura: comercio, navegación, artes, historia, geografía, diarios de viajes, física, matemáticas, medicina, química, agricultura, jurisprudencia, astronomía, zoología, economía, gramática y literatura, tecnología, etc., que responden, dice la autora, a la voluntad de facilitar al público información sobre obras de difícil acceso en el territorio de la Nueva España, pero siempre atendiendo a dos perspectivas principales: la de la utilidad de la información contenida y la de la denuncia de argumentos infundados en otras obras. En este sentido, se hace presente una conciencia nacionalista u orgullo prenacional; distinguible, sobre todo, en la respuesta a las afirmaciones erróneas hechas por los europeos acerca del continente americano.

En lo que respecta al nivel de los operarios, impresores y empresarios, Valdez explica la complejidad del proceso de elaboración de libros durante la imprenta manual: las funciones de los operarios en los procesos de composición; las de los impresores en el aprovisionamiento de los materiales impresos; y el de los libreros en la encuadernación y actividades publicitarias y de difusión. Todas estas tareas se identifican con los roles de Alzate como eventual corrector de la Gazeta, selector de las imprentas que publicaron distintos números de la misma, hacedor de alianzas estratégicas para asegurar la difusión y distribución de la publicación, perfeccionador de los criterios de suscripción, etcétera.

Para terminar la primera parte del estudio y cerrar el circuito de comunicación del libro, se encuentra el apartado acerca de los lectores, en el que la autora identifica dos tipos: las élites (aristócratas y burgueses criollos) y los analfabetos (integrados a comunidades de lectura colectiva en voz alta). Respondiendo a la demanda, el estilo de la Gazeta de literatura se perfiló por la brevedad -orientada hacia la fácil recepción de todo tipo de lectores- y por la crítica y el debate, con una participación activa de sus lectores mediante un espacio que facilitaba el envío de colaboraciones de escritores potenciales.

La segunda parte del libro, “La nación en el espejo: preceptos y efectos de la lectura”, retoma algunos conceptos provenientes de estudios sobre el panorama de lectura y escritura en Francia durante el siglo XVIII, en el que se establece una relación entre la actitud crítica y los modos de lectura. Valdez identifica las actividades de lectura y escritura, así como el fenómeno de sociabilidad intelectual (tertulia, sociedades, academias, etc.) en las prácticas de Alzate y es por ello que la Gazeta de literatura se convierte en una “tertulia virtual y permanente, y muchos de los escritos de Alzate en detonadores de importantes controversias en el mundo literario novohispano”. La Gazeta será, pues, el receptáculo de una serie de controversias literarias, como por ejemplo, la de Bruno Francisco Larrañaga acerca de su prospecto de la Margileida, en la que se distingue una serie de escritores que se interrelacionan con sus reflexiones sobre el tema, ya sea por medio de epístolas, apologías, etc. De este modo, Alzate teje una red social que ayuda a nutrir la Gazeta de escritos, materias y hallazgos científicos. Este conjunto de lectores ilustrados, quienes debaten y opinan, conforman una nueva comunidad que comparte un mismo conjunto de competencias, normas y usos: una comunidad de interpretación, que practica la lectura privada, íntima, para un posterior análisis y debate en público, garantizando con ello una mayor apropiación de los textos por parte de más sectores de la sociedad con diferentes grados de alfabetización.

En este sentido, Alzate se convierte en crítico y censor, cuya intencionalidad es la de mejorar la nación y, al mismo tiempo, atender los intereses de su público lector pero a través de una crítica imparcial, enfocada en la doctrina, no en los autores, muy al estilo de la prensa periódica europea. En su ejercicio crítico de los errores en los textos se evidencia la defensa de su nación, especialmente en los textos sobre materias de América, que despiertan su patriotismo criollo o un orgullo “prenacional”. Valdez señala que la construcción retórica de la defensa americana se construye, entre otras cosas, sobre la base de un lenguaje historiográfico y científico, que señala el fracaso de la aplicación de los modelos eurocéntricos a la realidad americana. Por ello, la crítica a los libros de viaje son materia recurrente en la Gazeta; en tal crítica se evidencia la preocupación de Alzate por la transmisión de la verdad y el menosprecio por las obras que ofrecen datos inverosímiles e inútiles. Para cerrar esta segunda parte, Valdez resalta la presencia de una lectura patriótica y una argumentación precientífica en la Gazeta, que se da mediante estrategias de construcción simbólica con tres modos de operación ideológica: unificación, fragmentación y legitimación.

La profusión de elementos y análisis que ofrece la autora son tantos que no es posible rescatar todos en esta reseña. Sólo resta decir que los contenidos de las dos partes del libro se imbrican a la perfección, abarcan y analizan con solvencia el panorama de la prensa literaria novohispana del último cuarto del siglo XVIII y al mismo tiempo reconstruyen el andamiaje social y cultural sobre el que se gesta la Gazeta de literatura de México, de José Antonio Alzate, su producción propiamente dicha y su imparto literario, político y sociocultural.

Doctora en Filología Hispánica (Literatura) por la Universidad de Salamanca (España). De 2012 a 2014 realizó una estancia posdoctoral financiada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en el Departamento de Filología IV (Bibliografía y Literatura Hispanoamericana) de la Universidad Complutense de Madrid, especializándose en Bibliografía Material y Análisis Tipográfico. Actualmente es Profesora Investigadora en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, donde desarrolla el proyecto de investigación “Imprenta y literatura en el virreinato de la Nueva España, siglos XVI y XVII”. Su labor docente se desarrolla en la literatura novohispana, literatura española de los Siglos de Oro y análisis del libro antiguo mexicano. Es miembro activo del Seminario de Estudios Medievales y Renacentistas, del Instituto de Estudios Medievales y Renacentistas (Universidad de Salamanca) y del DIALOMYR. Dialogyca: Transmisión textual y hermanéutica del diálogo hispánico (Instituto Universitario Menéndez Pidal. Universidad Complutense de Madrid).

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