ANTECEDENTES
Durante el embarazo se produce una serie de modificaciones vasculares, endocrinas, metabólicas e inmunológicas que afectan la piel. Las dermatosis del embarazo se dividen en tres grupos: cambios cutáneos fisiológicos, dermatosis específicas del embarazo y dermatosis exacerbadas por el embarazo.1-4 Existen pocos reportes de micosis superficiales en el embarazo. El objetivo de este artículo es describir las micosis superficiales en pacientes embarazadas del Servicio de Gineco-Obstetricia del Hospital General Dr. Manuel Gea González.
MATERIAL Y MÉTODO
Estudio descriptivo, observacional, prospectivo y transversal. Se incluyeron pacientes atendidas en la consulta externa de Gineco-Obstetricia del Hospital General Dr. Manuel Gea González, a quienes se les invitó a acudir al Servicio de Micología en caso de que tuvieran lesiones en la piel o sus anexos sospechosas de micosis.
Se tomaron muestras de las lesiones por raspado con una cureta o con un portaobjetos estériles para ser revisadas con microscopia de luz con KOH a 10% y para cultivo en agar micobiótico. Se registró edad, topografía, si tenían o no antecedente de alguna enfermedad micológica, tiempo de evolución, así como los signos y síntomas presentes.
RESULTADOS
Se incluyeron 23 pacientes con lesiones sugerentes de micosis superficial. Se confirmaron 21 casos: 73.9% de las pacientes tuvieron tiña de los pies y 17.9% tuvieron onicomicosis distrófica total. Sólo en dos casos el cultivo fue positivo y el agente causal fue Trichophyton rubrum, de los que uno fue tiña plantar y uno onicomicosis. Dos pacientes tuvieron tiña de los pies y onicomicosis. Los pacientes tenían entre 14 y 44 años de edad. Las manifestaciones clínicas más comunes fueron prurito, escama y onicólisis: 11 pacientes tenían prurito y escama, 2 tenían prurito, 3 escama y 5 onicólisis; la evolución fue de 6 meses a 5 años; 34.7% refirieron antecedente de micosis superficiales.
DISCUSIÓN
Las micosis superficiales son ocasionadas por dermatofitos, hongos parásitos de la queratina, que comprenden tres géneros anamorfos: Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton, ninguno de los cuales forma parte de la flora normal de la piel; afectan la piel y sus anexos. Se manifiestan por afección pilar, engrosamiento ungueal o por placas con eritema y descamación con bordes activos. Estas micosis son de evolución subaguda o crónica más o menos pruriginosas. La invasión profunda es excepcional.1
Durante el embarazo se produce una serie de modificaciones vasculares, endocrinas, metabólicas e inmunológicas que hacen a la mujer embarazada especialmente susceptible a un grupo de cambios cutáneos fisiológicos y patológicos.
Entre las modificaciones fisiológicas están la hiperpigmentación (areola, piel genital y línea alba), melasma, hirsutismo, cambios en las uñas, aumento en la actividad de las glándulas ecrinas, disminución en la producción de las glándulas apocrinas, aumento en la actividad de las glándulas sebáceas, estrías de distensión y cambios vasculares en araña, eritema palmar, edema facial, varicosidades en las piernas, inestabilidad vasomotora, dermografismo, edema e hiperemia de las encías.1-4
Las afecciones cutáneas que se reducen durante el embarazo son eccema atópico, acné, liquen plano, eritema nudoso, psoriasis, AR, enfermedad de Fox-Fordyce, hidradenitis supurativa, esclerodermia sistémica, dermatitis alérgicas de contacto, procesos infecciosos virales (herpes simple, herpes zoster, condilomas), bacterianos (impétigo, tricomoniasis, lepra), micóticos (candidosis, foliculitis por Malassezia sp) y SIDA.3-5
Las afecciones cutáneas que pueden agravarse durante el embarazo son la dermatitis atópica, urticaria y angioedema, lupus eritematoso sistémico, lepra, melanoma, neurofibroma, granuloma piógeno, dermatomicosis, pénfigo vulgar, micosis fungoide, porfiria cutánea tarda, granuloma eosinofílico y micetoma.4,5
Las dermatosis específicas del embarazo que corresponden a este grupo son la colestasis intrahépatica, herpes gestacional, erupción polimorfa del embarazo o pápulas y placas urticariformes y pruriginosas del embarazo, penfigoide gestacional, prúrigo del embarazo, foliculitis puriginosa del embarazo y erupción atópica del embarazo.1-6
Las dermatosis en el embarazo también pueden ser agrupadas según el microorganismo causal, así, existen afecciones en la piel de origen bacteriano, viral y micótico. La colonización y las infecciones micóticas son más frecuentes en el embarazo. Las infecciones suelen ser de origen endógeno, por modificación del ecosistema microbiano intestinal o vaginal.7 Se consideran micosis superficiales cuando afectan las mucosa, la piel o los anexos. Sus síntomas, según la zona afectada, pueden ser eritema, escamas y vesículas. De manera similar, los signos más frecuentes son prurito o ardor.
La primera clasificación de las dermatosis en el embarazo fue propuesta por Holmes y Black en 1983 que incluyó cuatro condiciones: 1) penfigoide gestacional, 2) erupción polimorfa del embarazo, 3) prurigo del embarazo y 4) foliculitis pruriginosa del embarazo. La segunda clasificación fue propuesta por Shornick en 1998 e incluyó colestasis del embarazo. La clasificación más reciente la propusieron Ambros-Rudolph y colaboradores en 2006, después de su estudio retrospectivo en 505 pacientes embarazadas; ellos introdujeron una nueva entidad denominada erupción atópica del embarazo.8-12
Chanussot y su grupo, en un estudio descriptivo, prospectivo y transversal realizado de junio de 2005 a febrero de 2006, revisaron 400 pacientes embarazadas, de las que 36 (9%) tuvieron dermatosis, el promedio de edad fue de 24.4 años, para la mayoría era el primer embarazo. Las afecciones cutáneas predominaron en el tercer trimestre del embarazo. Las dermatosis fueron: acné, erupción polimorfa del embarazo o pápulas urticariformes y placas pruriginosas del embarazo, dermatitis por contacto y prurito. Una paciente de 25 años de edad tuvo pitiriasis versicolor y otra de 35 años, tiña de la ingle.1
Hassan y su grupo, en un estudio transversal realizado en 650 mujeres embarazadas, con límites de edad de 17 a 39 años, encontraron que 272 (42%) eran primigestas y 378 (58%) multigestas. Todas las pacientes mostraron cambios en la piel, el más común fue la línea negra (80%). No se encontraron micosis.13
Fernandes y Amaral, en un estudio transversal de 905 pacientes embarazadas, encontraron que 79 (8.72%) mostraron dermatosis específicas, la erupción atópica (n = 56, 70.8%) y la erupción polimorfa (n = 8, 10.1%) fueron las más comunes; no hubo casos de micosis.14,15