Escolar femenino de ocho años, proveniente de la Sierra de Perú, con antecedente de nacimiento domiciliario por vía vaginal y quien nunca había sido atendida en un centro de salud. Acude por cuadro de tres semanas de tos persistente, productiva, blanquecina, y de sabor salado (sic), la cual se asociaba a dolor abdominal, localizado en hipocondrio derecho. Al examen físico, el murmullo estaba disminuido en tercio superior de hemitórax derecho (Figuras 1 y 2); el abdomen se observó distendido, con hepatomegalia palpable de 7 cm por debajo del reborde costal.
Se le realiza una tomografía de cuerpo entero. En abdomen en la vista coronal se observaron dos imágenes quísticas en hígado con edema adyacente, una ubicada entre segmento V-VI circunferencial, que midió 70 × 60 × 105 mm; la segunda, se localizaba en el lóbulo hepático izquierdo con membranas desprendidas, con dimensiones de 110 × 56 × 51 mm (Figuras 3 y 4).
Por otra parte, en el tórax también se identificó una imagen quística en segmento posterior del lóbulo superior derecho de 30 mm de diámetro, con membranas desprendidas hiperdensas en su interior.
Se realiza prueba de arco quinto (DD5), la cual sale positiva, por lo que se llega al diagnóstico de equinococosis múltiple. Se refiere a un hospital de mayor complejidad para exéresis de quiste; posterior a lo cual queda en tratamiento con albendazol en dosis de 10 mg/kg de peso/día, en dos tomas diarias luego del almuerzo y la cena, por tres ciclos de 30 días cada uno sin interrupciones. En la actualidad, la paciente se encuentra a la espera de una segunda intervención quirúrgica y con una evolución favorable.
La equinococosis continúa siendo un problema de salud pública en Latinoamérica, debido a sus altas tasas de incidencia. Esta enfermedad es una zoonosis causada por el estado larval del cestodo Echinococcus del género Granulosus. Las dos formas más importantes de esta enfermedad son la equinococosis quística (hidatidosis) y la equinococosis alveolar. La localización más frecuente de los quistes son en hígado (65%) y pulmón (30%).1
Uno de los factores de riesgo que más se asocian con esta entidad es la crianza de ovinos y perros, debido al ciclo de vida del parásito. El diagnóstico en estadios avanzados de la enfermedad, generalmente es en personas con bajo nivel educativo y por las limitaciones en la atención primaria en países subdesarrollados.2 El tratamiento dependerá del tamaño y características de los quistes, por lo que los estudios de imagen son necesarios para determinar el plan terapéutico.3