La inteligencia artificial (IA) en la medicina ha representado una oportunidad tecnológica porque forma parte en el uso de modelos de aprendizaje automático dentro de la gestión, la entrega y la evaluación de diagnóstico de enfermedades, que a la vez ayuda a mejorar los resultados de salud. Por ello, la IA, con sus algoritmos y aplicaciones, es de ayuda para los profesionales médicos y las investigaciones científicas.
El artículo «ChatGPT: oportunidades y riesgos en la asistencia, docencia e investigación médica»1 señala que dicho sistema de IA tiene el potencial de aumentar la precisión del diagnóstico y de los tratamientos médicos, y de reducir los costos. Consideramos que es de suma importancia la investigación y acertada en la explicación. No obstante, un factor a considerar es el aspecto ético que debe contemplarse cuando se utiliza la mencionada herramienta.
En la actualidad, la IA brinda a la medicina un rápido apoyo en cuanto a toma de decisiones clínicas, tratamientos, medicamentos en la salud mental e imágenes médicas, como tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, entre otros. Cabe mencionar que los beneficios de la IA a través de un algoritmo de machine learning pueden reducir el tiempo de investigación con el objetivo de brindar mejores resultados de búsqueda en los tratamientos del paciente. Dada la creciente importancia de la IA en la medicina moderna, es fundamental que los futuros profesionales en el campo entiendan cómo funciona y utilicen estas herramientas de manera efectiva.2
Por otro lado, ChatGPT es una herramienta de IA que hace uso de un modelo de lenguaje, implementado por OpenAI, que contiene una variedad de alternativas, como asistencia virtual, análisis y resúmenes para búsqueda de información, revisión de la literatura acorde al tema de elección, y casos clínicos, entre otros.3
Para finalizar, el uso de este tipo de tecnología de la IA ha sido un gran aporte para la medicina, pero hay que hacer un uso responsable y ético para que al incorporar estas herramientas en la vida cotidiana sea de una manera eficiente y segura, y se debe tener presente que no es un reemplazo por completo de la atención médica humana.










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