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Ingeniería agrícola y biosistemas

versão On-line ISSN 2007-4026versão impressa ISSN 2007-3925

Ing. agric. biosist. vol.12 no.1 Chapingo Jan./Jun. 2020  Epub 23-Maio-2022

https://doi.org/10.5154/r.inagbi.2018.10.020 

Artículo científico

Curva característica en la entrada de un modelo hidráulico tipo alcantarilla

Roberto Arellano-Choca1 

Mauricio Carrillo-García1  * 

Agustín Ruíz-García1 

Humberto Iván Navarro-Gómez2 

Mario Alberto Vázquez-Peña1 

1Universidad Autónoma Chapingo. Carretera México-Texcoco km 38.5, Chapingo, Estado de México, C. P. 56230, MÉXICO.

2Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Carretera Pachuca-Actopan km 4.5, Campo de Tiro, Pachuca de Soto, Hidalgo, C. P. 42039, MÉXICO.


Resumen

Introducción:

Debido a las hipótesis planteadas en las ecuaciones para el diseño de estructuras hidráulicas, el flujo no sigue un comportamiento real; por ello, es necesario construir modelos físicos y numéricos para obtener resultados adecuados.

Objetivo:

Obtener la curva característica del comportamiento real de la zona de transición de una alcantarilla con control de entrada, así como los modelos matemáticos del funcionamiento hidráulico.

Metodología:

El experimento se realizó en un modelo físico construido e instrumentado con dos sensores: un HC-SR04 para medir el nivel del agua y un FS400a para el caudal. Se varió el caudal de entrada con una válvula de compuerta. Para obtener la curva característica. Mediante el ajuste por mínimos cuadrados se obtuvieron los modelos matemáticos para las zonas de vertedor, transición, orificio y funcionamiento global.

Resultados:

La curva característica del sistema se ajustó a un polinomio de grado tres. El modelo global Q = f(H) varió de 0.066 a 0.286 m, en donde el 25 % de las alturas de la superficie del agua (0.066 < H ≤ 0.117 m) se comportó como vertedor, el 23.53 % (0.117 < H ≤ 0.165 m) como zona de transición y el 51.47 % (0.165 < H ≤ 0.286 m) como orificio, obteniendo en todos los casos una R2 > 0.98.

Limitaciones del estudio:

Los modelos obtenidos sólo pueden ser escalados en alcantarillas con geometría semejante al modelo físico estudiado.

Originalidad:

Se trabajó con datos experimentales y el modelo de transición vertedor-orificio.

Conclusiones:

La zona de transición presentó una tendencia curva, aunque el modelo lineal, encontrado en la literatura, sólo pierde un 0.2 % de precisión.

Palabras clave sensor de distancia; caudalímetro; transición vertedor-orificio; ley de similitud de Froude

Abstract

Introduction:

Due to the hypotheses set out in the equations for the design of hydraulic structures, the flow does not follow a real behavior; therefore, it is necessary to build physical and numerical models to obtain adequate results.

Objective:

To obtain the characteristic curve of the real behavior of the transition zone of a culvert with inlet control, as well as the mathematical models of the hydraulic operation.

Methodology:

The experiment was carried out in a physical model built and instrumented with two sensors: an HC-SR04 for measuring the water level and an FS400a for the discharge. The inlet discharge was varied with a gate valve to obtain the characteristic curve. By means of least-squares fitting, the mathematical models for the weir, transition, orifice and overall operation zones were obtained.

Results:

The characteristic curve of the system was fitted to a third degree polynomial. The global model Q = f(H) ranged from 0.066 to 0.286 m, where 25 % of the water surface heights (0.066 < H ≤ 0.117 m) behaved as a weir, 23.53 % (0.117 < H ≤ 0.165 m) as a transition zone and 51.47 % (0.165 < H ≤ 0.286 m) as an orifice, obtaining in all cases an R2 > 0.98.

Study limitations:

The models obtained can only be scaled in culverts with geometry similar to the physical model studied.

Originality:

We worked with experimental data and the weir-orifice transition model.

Conclusions:

The transition zone presented a curved trend, although the linear model, found in the literature, only loses 0.2 % accuracy.

Keywords distance sensor; flow meter; weir-orifice transition; Froude similarity law

Introducción

Una alcantarilla está definida como un camino de paso corto o conducto cerrado para transportar agua de un lugar a otro, por lo general en vías de comunicación (carretera, ferrocarril u otro terraplén), que a su vez contribuye a satisfacer las necesidades de drenaje superficial, cumpliendo así la función de estructura de paso para el agua y de protección para las vías de comunicación (Chaudhry, 20008; Schall, Thompson, Zerges, Kilgore, & Morris, 2012). Cuando la entrada de la alcantarilla se encuentra sumergida, su funcionamiento corresponde a un orificio (American Society of Civil Engineers/Water Environment Federation [ASCE], 1992; Normann, Houghtalen, & Johnson, 1985; Urban Drainage and Flood Control District [UDFCD], 2016) o una compuerta (Henderson, 1966); en caso contrario, su comportamiento es similar al flujo de un vertedor con cresta ancha (ASCE, 1992). Si la salida se encuentra sumergida se denomina descarga ahogada o, en su defecto, descarga libre (Normann et al., 1985; Tullis & Robinson, 2008).

En hidráulica, conocer el comportamiento de las estructuras durante su operación es fundamental; para ello, es necesario determinar, experimentalmente, la relación entre las variables de interés, la cual recibe el nombre de curva característica. En particular, para estructuras de control (como orificios, compuertas, vertedores, sifones, entre otros) se busca una relación entre la carga de operación y el caudal de descarga (Charbeneau, Henderson, & Sherman, 2006). En una alcantarilla se pueden presentar dos tipos de control: 1) de entrada, en el cual el caudal que puede pasar por el conducto depende únicamente de las condiciones de la entrada, y 2) de salida, en el cual se deben sumar las características del conducto y de la salida (Alonso, 2005).

Tradicionalmente, el análisis del funcionamiento con entrada sumergida y no sumergida se realiza por separado, lo que da como resultado curvas que pueden o no traslaparse; esto provoca que la identificación de la transición sea incierta (Charbeneau et al., 2006). Huffman, Fangmeier, Elliot, y Workman (2013) muestran una curva compuesta por el funcionamiento del vertedor y el orificio sin considerar dicha zona.

Hasta mediados del siglo pasado, la zona de transición recibía poca importancia, por lo que no era considerada en los procedimientos de diseño hidráulico de alcantarillas (Charbeneau et al., 2006). A finales del siglo pasado, Normann et al. (1985) plantearon una curva de funcionamiento para alcantarillas en forma simple, en la que señalaban la curva de funcionamiento del orificio y del vertedor con una línea tangente que une ambas curvas. Asimismo, Charbeneau et al. (2006) partieron de las curvas individuales y realizaron un ajuste mediante mínimos cuadrados para la zona de transición. Considerando que no existe suficiente información del comportamiento hidráulico en una transición vertedor-orificio en las alcantarillas, y con la hipótesis de que el comportamiento de la relación carga-gasto no es lineal, el objetivo del presente trabajo fue obtener la curva característica del comportamiento real de la zona de transición de una alcantarilla con control de entrada, así como los modelos matemáticos del funcionamiento hidráulico. Lo anterior variando el nivel del agua en forma continua en un modelo físico diseñado, construido e instrumentado con sensores de bajo costo.

Materiales y métodos

Diseño de alcantarillas

El diseño de una alcantarilla requiere un estudio hidrológico local para obtener el caudal de diseño (Chanson, 2000). Normalmente, se adopta un escurrimiento producido por una tormenta con un tiempo de retorno de 25 a 50 años (Alonso, 2005). El caudal de diseño y la altura del terraplén se asocian para determinar el diámetro o la altura del conducto, o conductos según sea el caso. El diámetro mínimo del conducto es de 0.31 m (12”) para alcantarillas en canales (Arteaga, 1992), y de 0.40 a 0.60 m para las de alivio (García-Trisolini, 2011). Por su parte, el Ministerio de Obras Públicas de Colombia (MOP, 1967) recomienda un diámetro mínimo de 0.91 m (36 in) para carreteras de importancia considerando sus labores de mantenimiento, y para aquellas zonas donde el arrastre de sedimentos sea considerable de 1.22 m (48 in) o 1.52 m (60 in). Asimismo, en carreteras secundarias el diámetro no debe ser menor de 0.61 m (24 in), ni menor de 0.46 m (18 in) en caminos o vías de acceso de acuerdo con el Ministro de Transporte e Infraestructura de Nicaragua (MTI, 2008), quien considera principalmente el mantenimiento. Por su parte, la sección transversal del conducto depende de la altura del terraplén, costo de construcción, material y tipo de entrada (Chanson, 2000; Clark & Kehler, 2011; Schall et al., 2012).

Con respecto a la longitud, la variable a examinar corresponde al ancho del obstáculo a cruzar. De acuerdo con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT, 1991), por seguridad, el ancho mínimo de carril es de 4 m para poder transitar a 60 km·h-1, además de un claro de un metro a cada lado para la circulación de alguna persona, lo que genera un ancho de 6 m para una vía de un carril y de 10 m para una de dos carriles. La velocidad de funcionamiento debe estar ubicada entre 1.5 y 2.5 m·s-1 para cumplir las exigencias de pérdidas de carga y azolve (Arteaga, 1992); aunque el MOP (1967) especifica que la velocidad permisible depende de las características físicas del terreno.

Por último, la pendiente de construcción, parámetro que rige directamente la capacidad de drenaje de la obra, para una alcantarilla en canales puede tener pendiente nula (Arteaga, 1992); sin embargo, Schall et al. (2012) recomiendan una pendiente mínima de 0.005 % para asegurar un buen drenaje. Para una alcantarilla de alivio, no hay restricciones porque ésta depende directamente de las condiciones del relieve presentes en el lugar de la obra; no obstante, Arteaga (1992) mencionan que la ubicación debe cumplir con ciertas características que regulen la velocidad de agua y eviten daños a la obra hidráulica. El MTI (2008) establece que la pendiente longitudinal de la alcantarilla no debe ser menor a 1 % para evitar azolvamiento, pero debe respetar la velocidad permisible. Otro factor a considerar es el aspecto funcional o funciones no hidráulicas, como el paso de peces (Clark & Kehler, 2011).

Diseño y construcción del modelo hidráulico tipo alcantarilla

El trabajo se desarrolló en el laboratorio de hidráulica del Departamento de Irrigación de la Universidad Autónoma Chapingo. Se tomó como ejemplo una alcantarilla real o prototipo muy empleado, con una velocidad del agua de 1.5 m·s-1, un diámetro de conducto (D) de 0.53 m (21 in), una pendiente nula y una longitud (L) de 6 m. Estas características satisfacen las especificaciones del diseño de alcantarillas. Con la ley de similitud de Froude, comúnmente denominada Bernoulli para flujo real, se obtuvo la escala del modelo (con la ecuación de continuidad y de energía), y se diseñaron las características geométricas e hidráulicas del modelo. El Cuadro 1 presenta los valores obtenidos en el cálculo de las ecuaciones utilizadas, y en la Figura 1 se muestra el modelo conceptual para la construcción del modelo hidráulico.

Cuadro 1 Valores calculados con la ley de similitud de Froude para el modelo hidráulico tipo alcantarilla. 

Dmz (pulgada) Dm (m) Le Qe Ve Vm (m·s-1) Qm (m3·s-1) Qm (L·s-1) Lm (m) Ɛ/D Re f
1.76 0.0448 11.9 489.145 3.45 0.43 0.0007 0.685 0.50 3.35x10-5 1.93x104 0.026

zDm = diámetro del modelo; Le = escala de líneas; Qe = escalda de gastos; Ve = escala de velocidades; Vm = velocidad en el modelo; Qm = gasto del modelo; Lm = longitud del modelo; Ɛ/D = relación de rugosidad/diámetro; Re = número de Reynolds; f = factor de pérdidas de energía.

Figura 1 Esquema conceptual del modelo físico tipo alcantarilla. 

El modelo hidráulico consta de dos contenedores a base de acrílico y un tubo de 0.05 m (2 in) unidos con pegamento. El contenedor aguas arriba con dimensiones de 0.42 x 0.35 x 0.35 m tiene una placa perforada a 0.09 m de distancia de la pared, en frente de la entrada del conducto para estabilizar el flujo, y el contenedor aguas abajo es de 0.37 x 0.35 x 0.35 m y tiene una perforación en el centro del fondo de 8 cm de diámetro para el desfogue. Además, el sistema cuenta con tuberías de PVC de 0.05 m (2 in) de diámetro, con un arreglo para el soporte del modelo, con el fin de garantizar la autonomía del sistema, y facilitar la operación y el transporte. El dispositivo se alimentó con dos motobombas (una marca Evans® modelo 1HME025 y otra marca Siemens modelo 1RF21000FA404EB1) mediante tuberías, tuercas unión, codos y una válvula de compuerta en cada salida para variar los gastos de entrada de 0.025 m (1 in) y tubería de succión de PVC de 0.032 m (1 1/4 in) de diámetro. Asimismo, para garantizar la circulación del agua, se elaboró e instaló un sistema de desagüe a base de tubería de PVC con llegada a un contenedor de 0.11 m3 (110 L).

Instrumentación del modelo físico y calibración de los sensores

La segunda etapa de construcción del modelo correspondió con la instrumentación del dispositivo. Para ello, se utilizó una placa (Arduino Uno®), un sensor ultrasónico de distancia (HC-SR04) y un caudalímetro (sensor de flujo de agua FS400a).

El caudalímetro se ubicó en la alimentación del modelo. Para su calibración se determinó la relación entre el número de revoluciones del aspa (pulsos) y el caudal, para lo cual se elaboró un código en Arduino con el fin de registrar un promedio cada cinco ciclos. El caudal se obtuvo por el método volumétrico utilizando una probeta graduada de 1 L para gastos pequeños y recipientes de 5.35 y 10.54 L para gastos mayores; el tiempo se midió con dos cronómetros. Los resultados obtenidos se ajustaron a un modelo lineal de la forma y = a + bx con las Ecuaciones 1 a 5, alcanzando un coeficiente de determinación (R2) de 0.998 (Infante-Gil & Zarate-de Lara, 1990). La curva de calibración se presenta en la Figura 2.

NP-=NPin (1)

Q-=Qin (2)

b=Qi-Q-·Qi-Q-Qi-Q-2=SPNPQSPQ (3)

a=Q--b·NP- (4)

R2=NPi-NP-·Qi-Q-2NPi-NP-·Qi-Q-2=SPNPQSPNP·SPQ (5)

Donde NP corresponde al número de pulsos, Q al caudal (L·min-1), SPNPQ es la covarianza, y SPQ y SPNP son las varianzas.

Figura 2 Curva de calibración del sensor de flujo FS400a. 

El sensor ultrasónico de distancia se calibró mediante ensayos con el objetivo de encontrar su precisión de operación, y se obtuvo un error promedio de 0.0012 m y una desviación estándar de 0.003 m, lo cual garantizó la confiabilidad de las lecturas. Este sensor se instaló a una distancia de 0.15 m aguas arriba de la entrada de la alcantarilla, y a una altura de 0.35 m desde el fondo del contenedor, midiendo la distancia a la superficie libre del agua.

La Figura 3 presenta el modelo físico para medir las variables del funcionamiento de la alcantarilla, en el que se señalan las partes de alimentación, control y medición.

Figura 3 Modelo hidráulico con escala de líneas de 12 in construido para la investigación del funcionamiento de la alcantarilla. 

Toma de lecturas y depuración de datos

Con los sensores calibrados e instalados en el modelo físico, el proceso consistió en poner en funcionamiento el sistema de alimentación, tomando lecturas de alturas de la superficie del agua y gasto con variaciones en el caudal de entrada mediante válvulas de compuerta. Debido a la existencia de datos extremos ocasionados por los transitorios hidráulicos durante la apertura de la válvula, fue necesario realizar una depuración con un código de Arduino Uno® elaborado específicamente para descartar los ciclos donde los datos presentaran diferencias mayores o iguales a dos pulsos para la medición del caudal, o una discrepancia de 0.001 m en el sensor de distancia. Los datos depurados se ajustaron a un modelo de la forma Q = k·h m para los dominios delimitados para vertedor y orificio. Con las Ecuaciones 6 y 7 se obtuvieron los parámetros k y m, y con las Ecuaciones 8 a 11 el coeficiente de determinación.

m=SCh-Q2SCh (6)

k=elnQ-m*lnhn (7)

SCh=lnh2-lnh2n (8)

SCQ=lnQ2-lnQ2n (9)

SCh-Q=lnQ*lnh-lnQ*lnhn (10)

R2=SCh-Q2SCQ*SCh (11)

Donde h es la carga de operación (cm), n es el número de datos y SC h es la suma de cuadrados.

La zona de transición se ajustó a un modelo lineal con las ecuaciones descritas en la calibración del sensor de flujo FS400a, para lo cual se estableció en “x” la carga de operación en cm, y en “y” el caudal de descarga en L·m-1.

Resultados y discusión

Funcionamiento del modelo hidráulico tipo alcantarilla

Con los datos obtenidos se dibujó la curva mostrada en la Figura 4, en donde destacan los intervalos de funcionamiento hidráulico tipo orificio, vertedor y transición.

Figura 4 Curva característica de altura del agua-caudal con los modelos de ajuste en las zonas estudiadas. 

Con las distintas zonas identificadas, delimitadas y ajustadas a un modelo matemático, se obtuvo la Ecuación 12. La zona correspondiente al vertedor circular (Figura 5) se ajustó a un modelo potencial, el cual presentó una R2 de 0.99 debido a la incidencia de un salto hidráulico ondulado originado por la depresión del flujo de entrada en el punto de cambio de vertedor a orificio, o de canal a tubo corto (Figura 6), lo que proporcionó diferencias en el límite superior de operación; no obstante, al ser comparado con la ecuación propuesta por Azevedo-Netto y Acosta-Álvarez (1976) se observa concordancia entre ambas curvas.

fX=Q=2.407·hv1.8253Q=8.1655·ht-2.323Q=28.521·ho0.5201         0<hv 5.15.1<ht 10.48ho>7.62        R2=0.992R2=0.984R2=0.993 (12)

Figura 5 Curvas de altura del agua-caudal: experimental vs. teórica de la zona con funcionamiento tipo vertedor. D = diámetro del conducto (m); h = carga de operación (cm). 

Figura 6 Salto hidráulico ondulado en la entrada ocasionado por la depresión del flujo bajo funcionamiento tipo vertedor. 

Donde, para el modelo estudiado, Q es el caudal de descarga (L·min-1), y h v , h t y h o son la carga de presión (cm) sobre el vertedor, transición y orificio, respectivamente; su origen es el centro de gravedad de la tubería. Todos los casos de las Figuras 4, 5 y 9 representan los valores de una alcantarilla circular del modelo o prototipo donde el conducto coincide con la base del canal y la altura del agua sobre el orificio no se mide en el centro de gravedad de la tubería, sino desde el fondo del conducto.

Las Figuras 7 y 8 presentan el modelo funcionando como orificio con descarga libre en la salida de la alcantarilla. El ajuste presentó un modelo potencial Q = 28.521·h 0.5201 con una R2 de 0.997. La función raíz (exponente m = 0.5), usada comúnmente para evaluar orificios Q = Cd·A(2g·h) 0.5 , nos proporciona un coeficiente de descarga (Cd) de 0.75 y presenta una diferencia máxima de 2.2 % entre la ecuación ajustada con k = 28.521 y m = 0.5201, y la ecuación con Cd = 0.75 y m = 0.5. Considerando una altura de 0.111 m en la clave del conducto, la altura mínima para que trabaje como orificio es de 0.167 m, para garantizar el cumplimiento de la especificación de 1.2 veces el diámetro, lo que asegura un funcionamiento hidráulico tipo orificio.

Figura 7 Funcionamiento del modelo hidráulico como orificio con descarga libre. 

Figura 8 Curva de altura del agua-caudal: experimental vs. teórica del funcionamiento tipo orificio. MDP = diferencia porcentual máxima; Cd = coeficiete de descarga; A = área del orificio (m2); g = gravedad (9.81 m·s-2); h = carga de operación (cm). 

En la Figura 9 se muestra con mayor detalle la sección comprendida entre las alturas 0.117 a 0.165 m, correspondiente a la zona de transición; es decir, en el cambió de funcionamiento vertedor a orificio se observa la dispersión de los puntos debida a la falta de carga en el límite en que deja de funcionar como orificio (Figura 10). Bajo la condición anterior, el conducto se llena parcialmente con ondulaciones producidas por la depresión del flujo (Figura 11). Por lo anterior, la transición se ajustó a un modelo cuadrático, lo que difiere de lo observado por Charbeneau et al. (2006), Normann et al. (1985) y Schall et al. (2012), quienes presentan las curvas de vertedor y orificio como una línea recta; no obstante, su simplificación es aceptable, ya que únicamente se pierde 0.2 % de precisión y es más fácil su operación.

Figura 9 Ajuste de la zona de transición a un modelo polinomial. h = carga de operación (cm). 

Figura 10 Intrusión de aire debido a insuficiencia de carga en la entrada (altura >1.2 el diámetro). 

Figura 11 Flujo en el conducto parcialmente lleno cuando la alcantarilla funciona en la zona de transición vertedor-orificio. 

Por último, al utilizar una función que integre todas las ecuaciones anteriores en el rango de 0.066 a 0.29 m (Figura 12), para simplificar el modelo, se obtiene la siguiente ecuación:

Figura 12 Modelo general polinomial de tercer orden de la relación altura del agua-caudal para una alcantarilla con borde recto, sección circular y pendiente nula. 

Q=-5×10-5·h3-0.2345·h2+14.756·h-99.08   (13)

con un coeficiente de determinación de 0.996; es decir, la predicción del caudal presentaría un error menor de 1 %. Es importante resaltar que al utilizar esta expresión general polinomial de tercer orden queda eliminada la función de la zona de transición, ya que el ajuste no distingue los distintos tipos de funcionamiento hidráulico.

Conclusiones

De acuerdo con las características de diseño, construcción, instalación, instrumentación y operación del sistema, este fue un éxito; sin embargo, se recomienda experimentar con diferentes diámetros del conducto para evitar problemas de escala en los resultados trasladados a los prototipos. Los sensores FS400a y HC-SR04 arrojaron resultados confiables con respecto a los medidos en el desarrollo de esta investigación. El modelo global Q = f(H) varió de 0.066 a 0.286 m. El 25 % de las alturas de la superficie del agua (tirantes) (0.066 < H ≤ 0.117 m) se comportaron como vertedor, el 23.53 % (0.117 < H ≤ 0.165 m) correspondieron a la zona de transición y el 51.47 % (0.165 < H ≤ 0.286 m) se comportaron como orificio. Para la sección con funcionamiento como orificio, se determinó un Cd de 0.75 para una forma circular. Se comprobó que si la carga de operación no cumple con 1.2 veces su diámetro, no funciona como orificio. Las zonas de vertedor y orificio se ajustaron a un modelo de la forma Q = k·h m con una R2 de 0.992 y 0.997, respectivamente.

El considerar por separado los funcionamientos de orificio y vertedor, y unirlos mediante una línea tangente, no representa buena estimación del comportamiento real en la estructura, ya que la zona de transición inicia cuando la carga es menor a 1.2 veces el diámetro. En la realidad, la transición vertedor-orificio presenta tendencia curva, no lineal como lo expresan varios autores. Con la simplificación a un modelo lineal, los resultados en la práctica son aceptables, ya que sólo se pierde un 0.2 % de precisión. Finalmente, el funcionamiento hidráulico de la alcantarilla se puede describir mediante la Ecuación 13; no obstante, es importante resaltar que al utilizar esta expresión general polinomial de tercer orden queda eliminada la zona de transición, ya que el ajuste no distingue los diversos tipos de comportamiento.

References

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Recibido: 20 de Octubre de 2018; Aprobado: 23 de Noviembre de 2019

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