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Andamios

versão On-line ISSN 2594-1917versão impressa ISSN 1870-0063

Andamios vol.5 no.10 Ciudad de México Abr. 2009

 

Presentación

 

Dossier de ciudadanía y representación

 

Las categorías de ciudadanía y representación constituyen dos de los principales ejes estructuradores de los actuales debates de la teoría democrática contemporánea. Ambas nociones permiten dar cauce tanto a las críticas que muestran los límites y déficit de la democracia como al mismo tiempo permiten explorar la búsqueda de soluciones a dichas críticas. En tal sentido, la representación política es repensada hoy a partir de la constatable falla funcional de sus instituciones, mientras que la ciudadanía, por su parte, emerge como el tema democrático–normativo de nuestro tiempo; es decir, el tema que promete ofrecer respuestas satisfactorias a la problemática que busca recuperar los espacios reales de participación ciudadana en las instituciones representativas.

En efecto, una consideración general acerca del estado actual de la teoría democrática en su conjunto permite detectar un claro pesimismo respecto del impacto negativo que sobre las instituciones representativas tienen diversas transformaciones socio–históricas de gran calado (la globalización, la complejidad, la posmodernidad). Estas transformaciones ponen en severo entredicho la eficacia de las instituciones representativas que se justifican a partir de prometer hacer realidad los objetivos normativos de la democracia, es decir, el autogobierno, el ejercicio de las libertades y los derechos, la justicia social, la participación política ciudadana, etcétera.

Algunas viñetas con diverso acierto encapsulan esta situación como, por ejemplo, las nociones de "paradoja democrática" y de "crisis de la política". La primera noción, por su parte, hace referencia al contraste que existe entre el éxito de la democracia como principio de legitimidad y al evidente contraste que provoca el desencanto que produce el desempeño decreciente de sus prácticas e instituciones. La segunda noción, de manera similar, sostiene casi tajantemente que la política ha perdido contenido y significado. ¿Qué hacer ante este asombroso y pesimista panorama? ¿Desechamos la democracia, declaramos oficialmente su defunción, apelando a un realismo y pragmatismo quizá extremo, pero exigido por las circunstancias? ¿O reconstruimos y reinventamos la práctica democrática desde una inocultable condición de fragilidad?

Tales preguntas no tienen una respuesta unívoca. Desde los desarrollos de la reflexión contemporánea sobre la representación y la ciudadanía, se pueden sostener diversas opciones de respuesta, tanto en tono pesimista como en su contrapartida optimista.

Las acertadas críticas a la representación no logran, por ejemplo, dar paso a una concepción alternativa de democracia que sea capaz de prescindir de las reglas y procedimientos representativos. Los renovados debates normativos sobre la condición ciudadana, a su vez, están orientados a procurar ampliar los convencionales estándares del status ciudadano tanto en la dimensión de la inclusión como también a elevar la calidad de la participación. Así se explica, sin duda, el renacimiento conceptual de la tradición republicana (o neo republicana) en la teoría de la ciudadanía que sale en búsqueda del ciudadano virtuoso. Se trata del reconocimiento de la necesidad de reforzar dicha dimensión cívica y virtuosa de la ciudadanía para mejorar el desempeño de las instituciones como la calidad de la participación.

Con todo, el balance es por ahora ambivalente. Si bien es cierto que las críticas al modelo representativo son impecables, también es cierto que las alternativas correctivas suelen ser polémicas y de cuestionada efectividad. Por lo dicho, el presente dossier no pretende dar una visión abarcadora de un debate extenso y complejo. Sin embargo, el conjunto de trabajos de excelente factura que lo integra ilustra de manera elocuente el estado de los debates, dilemas y paradojas que las reflexiones sobre la representación y la participación abren a la problemática teoría democrática contemporánea en su conjunto.

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