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Agrociencia

versão On-line ISSN 2521-9766versão impressa ISSN 1405-3195

Agrociencia vol.51 no.7 Texcoco Out./Nov. 2017

 

Protección Vegetal

Resistencia de Botrytis cinerea de fresa (Fragaria x ananassa Duch.) a fungicidas en Michoacan México

Adán Álvarez-Medina1 

Hilda V. Silva-Rojas2 

Santos G. Leyva-Mir1 

Nahum Marbán-Mendoza1 

Ángel Rebollar-Alviter3  * 

1Protección Vegetal. Universidad Autónoma Chapingo. 56230. Chapingo, Estado de Mexico.

2Laboratorio de Biotecnología de Semillas. Campus Montecillo. Colegio de Postgraduados. 56230. Montecillo, Estado de México.

3Centro Regional Morelia-Universidad Autónoma Chapingo. Periférico Paseo de la República No.1000. 58170. Morelia, Michoacán, México. (rebollaralviter@gmail.com).


Resumen

Moho gris causado por Botrytis cinerea Pers. es una de las enfermedades más importantes de las fresas (Fragaria x ananassa Duch.), junto con la preocupación de resistencia a fungicidas. El objetivo de esta investigación fue evaluar la sensibilidad de aislados de B. cinerea a los fungicidas iprodiona y metil-tiofanato en dos áreas productoras de fresas en México. Se usaron 62 aislados de B. cinerea recolectados de frutos de fresas del Valle de Maravatio (VM) y del Valle Zamora-Jacona (ZJ) en Michoacán, México, para determinar la distribución de la sensibilidad basado en el crecimiento de micelio (CM) y germinación conidial (GC). Cada uno de los aislados monospóricos se cultivó en 4 placas que contenían medios adicioandos con 0, 0.1, 0.5, 1, 10, 50 and 100 µg mL-1 de iprodiona y 0, 0.1, 10, 100, 1000 y 2000 µg mL-1 de metil-tiofanato y el experimento se realizó dos veces. La concentración efectiva (CE50) que inhibe 50 % del crecimiento micelio y germinación conidial fue determinado por cada combinación de aislado del hongo y fungicida, ajustando el modelo log-logístico a los datos. Las distribuciones de la sensibilidad a los fungicidas se ilustraron por diagramas de caja e histogramas y comparadas por la prueba no paramétrica de Komogrov-Smirnov. Para iprodiona hubo diferencias significativas entre las distribuciones de sensibilidad (p≤0.0001) de las dos áreas de muestreo para micelio. En el VM, la mediana de la CE5O fue 0.35 µg mL-1, mientras que de los aislados de ZJ fue 1.5 µg mL-1. No hubo diferencias significativas en las distribuciones de la sensibilidad de la GC (p=0.47) entre las áreas productoras para conidios (mediana CE5O=3.73 µg mL-1). Para tiofanato-metil, la distribución de sensibilidad fue dispersa y bimodal, con diferencias significativos entre áreas de muestreo (p≤0.002). La mediana de la CE5O de CM fue 3.11 µg mL-1 en VM, y 2000 µg mL-1 en ZJ. No hubo diferencias significativas entre las distribuciones de sensibilidad de VM y ZJ en el análisis de la germinación conidial (p=0.13, Ks=1.17). La CE5O varió de 0.01 a >2000 µg mL-1 (mediana=2.01 µg mL-1). La resistencia en B. cinerea a metil-tiofanato y a iprodiona está extendida en áreas productoras de fresas en Michoacán.

Palabras clave: resistencia de fungicida; benzimidazol; dicarboximidas

Abstract

Gray mold caused by Botrytis cinerea Pers. is one of the most important diseases of strawberry (Fragaria x ananassa Duch.), and fungicide resistance is a concern. The objective of this research was to evaluate the sensitivity of B. cinerea isolates to the fungicides iprodione and thiophanate-methyl in two strawberry-producing areas in Mexico. Sixty-two B. cinerea isolates collected from strawberry fruits from Maravatio Valley (MV) and Zamora-Jacona Valley (ZJ) in Michoacan, Mexico, were used to determine the sensitivity distribution based on mycelium growth (MG) and conidial germination (CG). Each monosporic isolate was grown in 4 plates containing media amended with 0, 0.1, 0.5, 1, 10, 50 and 100 µg mL-1 of iprodione and 0, 0.1, 10, 100, 1000 and 2000 µg mL-1 thiophanate-methyl, and the experiment was conducted twice. The effective concentration (EC50) that inhibits 50 % of mycelial growth and conidial germination was determined for each isolate-fungicide combination by fitting the log-logistic model to the data. Fungicide sensitivity distributions were illustrated by box plots and histograms, and compared by the Kolmogorov-Smirnov non-parametric test. For iprodione, there were significant differences between the sensitivity distributions (p≤0.0001) of both of the sampling areas for mycelia. In MV, the median EC50 was 0.35 µg mL-1, while that of the ZJ isolates was 1.5 µg mL-1. There were no significant differences in the sensitivity distributions of CG (p=0.47) between producing areas for conidia (median EC50 = 3.73 µg mL-1). For thiophanate-methyl, the sensitivity distribution for mycelia was scattered and bimodal, with significant differences between the sampling areas (p≤0.002). The median EC50 of MG was 3.11 µg mL-1 in MV, and 2000 µg mL-1 in ZJ. There were no significant differences between the sensitivity distributions from MV and ZJ in the conidial germination assay (p=0.13, Ks=1.17). The EC50 varied from 0.01 to >2000 µg mL-1 (median=2.01 µg mL-1). Resistance in B. cinerea to thiophanate-methyl and iprodione is widespread in strawberry-producing areas in Michoacan.

Key words: fungicide resistance; benzimidazole; dicarboximides

Introducción

El cultivo comercial de fresa (Fragaria x ananassa) en México comenzó a los fínales de la década de los 40 en estado de Guanajuato y en los años 50 el cultivo se extendió al estado de Michoacán en el Valle Zamora, y después a otras regiones como Panindicuaro y Maravatio. La producción de este cultivo ha extendido significativamente hasta el norte, especialmente en el estado de Baja California (Medina y Aguirre, 2004; Sánchez, 2008).

México cultiva más de 9,000 ha de fresa y más de 50 % de este cultivo se desarrolla en el estado de Michoacán, principalmente en los valles de Zamora-Jacona y Maravatío (SIAP, 2014). Entre las enfermedades más importantes está el moho gris causado por el hongo Botrytis cinerea, el cual puede causar pérdidas sustanciales cuando las condiciones favorecen el desarrollo de enfermedades, en especial si coincide con el periodo de floración (Sutton, 1998). Dada la creciente demanda para esta frutilla, el área de cultivo también ha aumentado en los últimos años. El avance en la tecnología para la producción de la fresa también ha favorecido el aumento en la intensidad de las aplicaciones de fungicida para control el moho gris, ya que el área geográfica para la producción de la fresa tiene condiciones favorables para el desarrollo de enfermedades.

El control cultural de la enfermedad se basa en el establecimiento de plantas sanas y la eliminación de los residuos del cultivo. Sin embargo, los fungicidas químicos, en especial aquellos con modo de acción específico proporcionan un mejor control de la enfermedad. Entre estos fungicidas, iprodiona (dicarboximida), metil-tiofanato (benzimidazol), piraclostrobin y azoxistrobin (QoI), fenhexamida (hydroxianilidas), ciprodinil + fludioxonil (fenilpirrole + anilinopyrimidina) and pirimetanil (anilinopirimidina) están clasificados como fungicidas de riesgo medio-alto para la selección de resistencia a B. cinerea (FRAC, 2008).

La resistencia de B. cinerea a fungicidas de un único sitio con distintos modos de acción se ha documentado, aun poco después del desarrollo y uso de estos fungicidas al final de la década de 1960 (Leroux, 2007). Hay informes sobre el desarrollo de resistencia de B. cinerea a benzimidazoles y fungicidas dicarboximidas (Yourman and Jeffers, 1999; Lennox and Spotts, 2003; Li et al., 2007; Leroux, 2007; Banno et al., 2008), así como a QoI (Inhibidores externos de la Quinona), anilinopirimidinas, hydroxianilidas y fenilpirroles (Myresiotis et al., 2007; Grabke et al., 2014). A través de la aplicación de distintos dosis discriminatorias contra aislados de B. cinerea de fresas de California (EUA), Mercier et al. (2010) encontró que 92 % de los aislados fueron resistentes a metil-tiofanato, 25 % a fenhexamida, 28 % a to ciprodinil + fludioxonil y 66 % a piraclostrobin + boscalid. De los ingredientes activos probados, 85 % de los aislados fueron resistentes a por lo menos dos de ellos. En un estudio con 353 aislados de blueberry, frambuesas y grosella de B. cinerea en Alemania, 40.5 % de los aislados fueron altamente resistentes a metil-tiofanato, 64 % a iprodiona, 45 % a fenhexamida, 76.8 % a trifloxistrobina, 21 % a boscalid and 14 % to ciprodinil. Además, 18 % de los aislados fueron resistentes a los cinco ingredientes activos probados, y entre 6 % y 23 % de los aislados fueron altamente o moderadamente resistentes a uno de los cinco ingredientes activos probados (Weber, 2011). En Florida (EUA), la resistencia a múltiples a fungicidas fue reportada en B. cinerea frecuentemente asociada con subpoblaciones resistentes a tres fungicidas (boscalid-QoI-anilinopirimidinas or boscalid-QoI-hydroxianilides), revelando la amplia distribución de la resistencia de B. cinerea a múltiples fungicidas que contienen las mutaciones puntuales más comunes asociadas con cada uno de estos grupos químicos (Amiri et al., 2014). Resultados similares fueron obtenidos de aislados de las Carolinas (EUA), donde 66.7 % de los aislados de B. cinerea colectados fueron resistentes al piraclostrobin y boscalid-priaclostrobin, en la mayoría de los casos se relacionó a la mutación G143A, confiriendo niveles altos de resistencia a estrobilurinas y H272R y H272Y a boscalid (Fernández-Ortuño and Schnabel, 2012).

Los fungicidas Benzimidazoles son sistémicos de amplio espectro, y usados comercialmente para controlar enfermedades de plantas desde los primeros años de la década de 1960 e incluyen benomilo, carbendazim, tiabendazole y metil-tiofanato (Leroux, 2007). Estos fungicidas inhiben el crecimiento micelial y provocan distorsiones de tubos germinativos, interfiriendo con la polimerización de la proteína β-tubulina e impiden la división celular. La resistencia resulta de por lo menos tres mutaciones puntuales, incluyendo las presentes en las posiciones 198 y 200 del gen de la β-tubulina (Yarden and Katan, 1993; Leroux, 2007; Banno et al., 2008).

Los fungicidas dicarboximidas inhiben la germinación conidial, pero actúan principalmente inhibiendo el crecimiento de micelio (Leroux, 2007). Mutaciones puntuales se identificaron en el gen de la MAP/histidine kinasa, que está asociado con la transducción de señales osmóticas, confiriendo diferentes grados de resistencia a fungicidas (Cui et al., 2002; Oshima et al., 2002; Oshima et al., 2006; Leroux et al., 2002; Cui et al., 2004). Además, el gen que codifica la clase III de histidina kinase (BOS1) fue secuenciado de aislados susceptibles y resistentes a dicarboximidas, en el que se detectan dos tipos de mutaciones: una en la posición 365 en la cual el aminoácido serina reemplaza a isoleucina (I365N), y una en la posición 369 donde prolina reemplaza a glutamina (Q369P) (Ma et al., 2007). Sin embargo, estudios usando aislados de B. cinerea de Carolina Norte, Carolina Sur y Florida indican que aislados moderadamente resistentes están asociados con las mutaciones N373S and Q369P, mientras aquellos con resistencia baja están asociados con I365S or I365N, pero ninguna mutación específica se asoció con los aislados altamente resistentes, indicando la existencia de otras mutaciones que confieren este fenotipo (Grabke et al., 2014).

Los productores de fresas del estado de Michoacán notaron una falta de eficiencia de los fungicidas usados con más frecuencia para el control del moho gris. Algunos de los ingredientes activos de estos fungicidas han estado en el mercado por más de 30 años, como los benzimidazol y dicarboximidas. El estatus de la sensibilidad de B. cinerea a estos fungicidas es desconocido, pero es probable que la resistencia de este patógeno a estos grupos de fungicidas esté ampliamente distribuida en el área productoras de fresas.

El objetivo de esta investigación fue determinar la distribución de la sensibilidad de B. cinerea en aislados de dos áreas productoras de fresas en el estado de Michoacán (Los Valles de Maravatio y Zamora-Jacona) a los fungicidas metil-tiofanato (benzimidazol) e iprodiona (dicarboximide). Conocer el estatus de sensibilidad de este hongo en estas áreas productoras impactará directamente en los costos de producción para productores, reduciendo la presión de selección en poblaciones de hongo, proporcionando una base para el diseño de programas de manejo de la resistencia a fungicida para maximizar la eficacia de estas herramientas en un enfoque de manejo integrado de la enfermedad.

Materiales y Métodos

Sitios de muestreo

Los aislados de B. cinerea se recolectaron de frutos de fresa y hojas con síntomas de moho gris en las hojas en el Valle Maravatío (19° 52’ 44.2092’’ N, 100° 24’ 29.595’ ’W) y Zamora-Jacona (19° 59’ 9.0168’’ N, 102° 18’ 58.9608’’ W) durante el ciclo de cultivo de 2009 y 2010.

Aislados monospóricos

Trozos pequeños de tejidos enfermos de los frutos de fresa fueron desinfestados con una solución de hipoclorito de sodio al 2 % por 2 min, enjuagados con agua destilada estéril, secados en la campana por 10 minutos y colocados en placas de Petri que contenía medio de cultivo PDA (Difco Lab. Sparks, MD, USA). Las placas se incubaron bajo luz fluorescente por 5 d a temperatura del laboratorio (22±2 °C) para promover la esporulación. A partir de cultivos esporulados se preparó una suspensión de 1x103 conidios mL-1 y 0.1 mL de suspensión se colocó en placas de Petri con medio de agua agar (2 %) e incubado a temperatura del laboratorio por 6 h. Después, los conidios germinados fueron aislados y colocados individualmente en placas de Petri con medio PDA. Una vez que los cultivos llenaron las placas, se conservaron a 4 °C para su uso en las pruebas de sensibilidad. Se obtuvieron 62 aislados monospóricos (Cuadro 1).

Cuadro 1 Aislados de Botrytis cinérea de dos regiones productoras de fresa em Michoacán, México, cuyoa sensibilidad a los fungicidas iprodiona y metil-tiofanato fue determinada en el ciclo 2009-2010 

Identificación morfológica y filogenética

La identificación preliminar de los aislados se realizó con base a color de colonia, morfología de conidios y conidiofóros (Elad et al., 2007). Para confirmar la identificación, ocho aislados, seleccionados al azar, se obtuvieron de las recolectas de campo enlistados en el Cuadro 1 (Z7A-1-3, Z7A, Z16C-2-3, Z14A, Z14A-2, Y-1, Z7C y Z7C-2) y se crecieron los aislados en PDA a temperatura del laboratorio (222 °C) por 7 d. La identificación filogenética se realizó a través de la amplificación por PCR de la región ITS de ADN ribosomal, usando los iniciadores ITS4 and ITS5 (White et al., 1990). Una micro pipeta se usó para colocar una porción de micelio de cada aislado en tubos de Eppendorf con 30 µL de una solución de lisis desarrollada en el Colegio de Posgraduados (Silva-Rojas, comunicación personal, 2009). Los tubos se colocaron en un termociclador, Peltier Thermal Cycler PTC 200 (Bio-Rad, USA), a 95 °C por 5 min y centrifugados a 12 000 g por 5 min. En tubos nuevos, 45 µL de agua HPLC para PCR y 5 µL de sobrenadante se centrifugaron por 2 min. De esta solución, 5 µL de cada solución de ADN de cada aislado se usó como ADN molde. La mezcla de reacción se preparó en un volumen final de 25 µL 2 U de ADN of Taq polimerasa, 10X buffer Taq ADN 10 pM de cada iniciador y 200 mM de dNTPs (Promega, USA). El programa de amplificación fue así: un ciclo de desnaturalización inicial a 95 °C por 4 min, luego 35 ciclos de desnaturalización a 95 °C por 2 min, un ciclo a 56 °C por 1 min y 72 °C por 2 min; y un ciclo de extensión final a 72 °C por 7 min.

Los productos de PCR se verificaron por electroforesis en gel de agarosa al 1.5 % con 1X TAE Buffer (Tris-Acetate-EDTA) corrido a 87 V cm-1 por 1 h. Este gel se tiño con bromuro de etidio y las bandas se visualizaron en el sistema de documentación Infinity 1000/26MX Xpress (Vilber Lourmat, Germany). Antes de secuenciar, los productos de PCR se purificaron con ExoSAP-IT (Affymetrix, USA), según las instrucciones del fabricante. La reacción de secuenciación se preparó usando Big Dye Terminator v3.0 (Applied Biosystems, USA), y los fragmentos se resolvieron por electroforesis capilar en un analizador Genetico de DNA Modelo 3730 (Applied Biosystems, USA). Las regiones correspondientes a ambas secuencias fueron ensambladas y editadas con el software BIOEDIT v7.2.0 (Hall, 1999). Las secuencias de consenso de cada aislado se compararon con las de la base de datos GenBank, NCBI (https://www.ncbi.nlm.nih.gov), con la opción BLASTN 2.2.19 (Zhang et al., 2000).

Fungicidas

Como fuente de ingrediente activo de metil-tiofanato e iprodiona se usaron los fungicidas Cercobin M® (79 % de ingrediente activo, BASF Mexicana, Zapopan, Jalisco, Mexico) y Rovral 50 PH® (50 % ingredient activa, Bayer Crop Science en Mexico, DF), respectivamente.

Pruebas de inhibición de crecimiento de micelial

El medio de cultivo PDA se preparó y mantuvo en baño de María a 60 °C hasta su uso. Por separado se preparó una solución madre de 10 000 µg mL-1 IA de cada fungicida y se hicieron diluciones seriales de 1:10, 1:100 and 1:1000 en frascos estériles de 250 mL. La proporción apropiada de cada una de estas diluciones se mezcló con el medio PDA para obtener las concentraciones finales del fungicida: 0, 0.1, 0.5, 1, 10, 50 y 100 µg mL-1 para iprodiona, y 0, 0.1,1, 0,100, 1000 y 2000 µg mL-1 de IA para metil-tiofanato. Aproximadamente 10 mL de los medios enmedadados con el fungicida se vertieron en placas de Petri de 60 x 0.5 mm.

Desde los márgenes de las colonias de 5 d, discos de micelio de 0.5 cm en diámetro se colocaron en el centro de cuatro placas de Petri de 6 cm que contenían medio de cultivo enmendado con los fungicidas. Estas placas se sellaron con Parafilm®, colocadas en bolsas de Ziploc® e incubadas en la oscuridad a temperatura del laboratorio (22 ±2 °C) por 72 h. Después se midió el diámetro de las colonias en dos direcciones para cada una de las dosis probadas y promediadas. La mediana del crecimiento de micelio (mm) de cada aislado probado en las cuatro repeticiones se tomó y se usó para calcular el crecimiento relativo en relación a la mediana de crecimiento de micelio en las placas no adicionadas con fungicidas por cada una de las concentraciones. Los medios de crecimiento de micelio se usaron para estimar la dosis efectiva de 50 (CE50). La prueba se realizó dos veces.

Pruebas de inhibición de la germinación conidial

Las mismas concentraciones de fungicida usadas para las pruebas de crecimiento de micelio se evaluaron en el medio de agua de agar. Colonias de 8 a 10 d de cultivo se usaron para preparar una suspensión conidial (1x103 conidios mL-1) en destilada estéril. De esta suspensión, 0.1 mL se colocó en una placa de Petri con el medio de cultivo + fungicida para cada concentración e incubado en la oscuridad por 14 h. Después se contaron los números de conidios germinados y no germinados en una muestra de 100 conidios en el campo visual del microscopio (Carl Zeiss, Germany) con magnificación de 40x para cada concentración. Un conidio se consideró germinado cuando el largo del tubo de germinativo fue igual o mayor que tres veces su ancho (Yourman and Jeffers, 1999). Tal como en las pruebas de crecimiento micelial, se usaron cuatro repeticiones para cada dosis de la combinación de fungicida-aislado. Con estos datos, calculó la germinación conidial relativa a las placas no enmendadas con fungicida. La prueba se realizó dos veces.

Análisis de datos

Con estos datos se estimó la dosis efectiva que inhibió el 50 % (CE50) de crecimiento de micelio o la germinación conidial ajustando a los datos el modelo log-logístico con asíntota superior usando el procedimiento NLMIXED SAS (ver. 9.2) para cado uno de los aislados probados. El modelo se expresa así:

donde “y” es el crecimiento relativo de micelio o germinación conidial, α es la asíntota superior (valor más alto posible de y), β es la pendiente de la curva en el punto de inflexión, y CE5O es la dosis a la cual el crecimiento relativo/germinación conidial se reduce en 50 % (Schanbenberger and Pierce, 2002; Rebollar-Alviter et al., 2007). Este modelo es una re-parametrización del modelo log-logístico en términos de CE5O (Schanbenberger and Pierce, 2002). Los valores de inicio de los parámetros en las iteraciones se asignaron arbitrariamente. Puesto que no todos los valores de inicio resultaron en convergencia para cada aislado, diferentes grupos de valores fueron usados para lograr convergencia. El patrón de residuales sirvió como un indicador de la bondad de ajuste del modelo (Rebollar-Alviter et al., 2007).

Distribución de la sensibilidad

Diagramas de caja e histogramas de los valores de CE50 se usaron para ilustrar la distribución de la sensibilidad del crecimiento de micelio y germinación conidial. Los momentos estimados y pruebas de normalidad se obtuvieron con el Procedimiento Univariate de SAS (ver. 9.2). Los datos fueron diagnosticados para verificar la presencia de valores atípicos en la distribución. Se aplicó la transformación log10 a los datos para lograr la normalidad donde posible. Si después de hacer la transformación, los datos no se ajustaban a una distribución normal, se eliminaron valores extremos para estimar los parámetros de interés, pero se mantuvieron para ilustrar la distribución.

Para determinar cualquier diferencia significativa entre la sensibilidad de aislados de las dos áreas de muestreo, la distribución de la sensibilidad en conidios y micelio de cada fungicida en cada región de estudio se evaluó comparando la distribución de las CE5O usando la prueba de Kolmogorov-Smirnov para dos poblaciones con el Procedimiento NPAR1WAY de SAS (ver. 9.2).

Resultados y Discusión

Identificación morfológica y filogenética

Las muestras usadas para la identificación de los aislados de las dos regiones productoras de fresas en Michoacán correspondieron a B. cinerea. Las secuencias de la amplificación de productos en la región ITS de ADN ribosómico de ocho asilados obtenido por PCR, mostraron un 100 % de identidad con las secuencias en GenBank (accessions EU128648 and EU128649).

Sensibilidad de Botrytis cinerea a iprodiona

La distribución de la sensibilidad de micelio a iprodiona fue bimodal (Figura 1A) y no se ajustó a una distribución normal después de la transformación a Log10 , variando de 3 µg mL-1 a 0.21 µg mL-1 con una mediana de 0.74 µg mL-1, mientras que en conidios varió de 0.47 µg mL-1 a 22.59 µg mL-1 con una mediana de 3.73 µg mL-1, similar a los resultados reportado por Chen et al. (2011). Sin embargo, para determinar si la sensibilidad en las dos áreas de estudio fue diferente dado el comportamiento bimodal, los conjuntos de datos fueron analizados por separado. Las comparaciones estadísticas por la prueba de Kolmogorov-Smirnov para 2 muestras de las distribuciones de sensibilidad del micelio en B. cinerea en ambas regiones de estudio, indicó diferencias significativas (p≤0.001, Ks=3.44) entre los valles Zamora-Jacona y Maravatío. En cambio, las distribuciones de la sensibilidad en conidios para ambas áreas de muestreo fueron normales (Log10 CE5O) y no mostraron ninguna diferencia significativa (Figura 1B). Por lo tanto, los datos de las dos áreas fueron analizados en conjunto. La sensibilidad de micelio de los aislados del Valle de Maravatío varió de 0.23 a 0.89 µg mL-1 con una mediana de 0.35 µg mL-1, mientras la sensibilidad de aquellos del Valle de Zamora-Jacona varió de 0.22 µg mL-1 a 3.0 µg mL-1 con una mediana de 1.5 µg mL-1, el cual indica que el último fue casi 5 veces menos sensible que los del Valle Maravatío. Myresiotis (2007) obtuvo una CE50 en el rango de 0.1 a 1.42 µg mL-1 y se consideró resistentes aquellos asislados con una CE50 ≥1 µg mL-1. Banno et al. (2008) reportaron como susceptibles los aislados con una CE50< 0.4 µg mL-1 y reportó diferentes grados de resistencia asociados con mutaciones diferentes en los aislados con un CE50 > 0.4 µg mL-1. Grabke et al. (2013) usó dosis discriminatorias de 5 y 50 µg mL-1 para detectar aquellos aislados altamente susceptibles, susceptibles, moderadamente resistentes y altamente resistente, según lo evaluado usando la longitud del tubo germinativo de conidios. Los aislados con bajos niveles de resistencia fueron los más frecuentes se asociaron principalmente con las mutaciones I365S y I365N del gen bos1. Con base en los estudios de Banno et al. (2008) realizados en micelio, 46 % de los aislados del Valle de Maravatío y 94 % de los del Valle de Zamora-Jacona serían considerados resistentes a iprodiona. Sin embargo, no se realizó ningún estudio de genotipificación para confirmar la presencia de mutaciones de punto específico.

Figura 1 Distribución de la sensibilidad (log10 CE50) de aislados de B. cinerea (N=62) de dos áreas productoras de fresa en Michoacán, México. A) Distribución de la sensibilidad a iprodiona basada en micelio, B) distribución de la sensibilidad a iprodiona basada en germinación de conidios, C) distribución de la sensibilidad a metil-tiofanato basada en crecimiento de micelio, y D) distribución de sensibilidad a metil-tiofanato basada en germinación conidial. 

La distribución de la sensibilidad de B. cinerea a iprodiona en el ensayo de germinación conidial mostró una distribución amplia de valores de CE50. La sensibilidad varió de 0.47 a 22.60 µg mL-1. Grabke et al. (2013) y Amiri et al. (2013) consideraron que los aislados fueron moderadamente resistente a resistente si crecieron a concentraciones de iprodiona superiores a 5 µg mL-1 (CE5O>5 µg mL.1). Con base en estos resultados, 45 % de estos aislados de ambas áreas de estudio tienen algún grado de resistencia, mientras 53 % de los aislados del Valle de Zamora-Jacona excedieron la dosis discriminatoria indicada, confirmando que los aislados de esta área tienden a ser más tolerantes a los fungicidas probados, basado en los bioensayos de conidios y micelio.

Los aislados del Valle de Zamora-Jacona fueron menos susceptibles a iprodiona que aquellos del Valle de Maravatío. Estos resultados se pueden explicar parcialmente por el avance tecnológico de ambas áreas, los cual puede estar relacionado no solo al número de aplicaciones de fungicidas por ciclo (15 a 20) sino también a los aspectos biológicos intrínsecos de las poblaciones de patógenos en esa área. En contraste, el Valle de Maravatío es un área de baja tecnología poco desarrollada y sin asistencia técnicas continua para los productores de fresa, quienes cultivan principalmente para mercados nacionales y locales. Bajo estas condiciones, es probable que los patógenos estén sujetos a menos presión de selección que bajo las condiciones del Valle de Zamora-Jacona.

Sensibilidad de Botrytis cinerea a metil-tiofanato

La distribución de la sensibilidad de B. cinerea basada en crecimiento de micelio fue claramente bimodal (Figura 1C), separando las dos áreas de estudio con la frecuencia más alta de aislados a cada lado de la distribución (Figura 2C). En cambio, la distribución de sensibilidad basada en germinación conidial se ajustó a una distribución normal, considerando ambas áreas de estudio. Los datos de la comparación entre las distribuciones de sensibilidad de micelio a metil-tiofanato entre las dos áreas de estudio indicaron que estas áreas fueron significativamente diferentes (p≤0.002, Ks=1.86) y que la mediana de la CE5O del Valle de Zamora-Jacona fue casi 667 veces mayor que la del Valle de Maravatío. Sin embargo, no hubo ninguna diferencia significativa (p=0.13, Ks=1.17) entre las distribuciones de sensibilidad de conidios, aunque la mediana fue 9 veces más alta que en el Valle de Zamora-Jacona, en parte indicando la falta de correlación entre las sensibilidades basados en conidia y micelio en este grupo de fungicidas. El crecimiento micelial muestra más sensibilidad a fungicidas de benzimidazoa que la germinación de conidios (Leroux, 2007).

Figura 2 Distribución de la sensibilidad de aislados de Botrytis cinerea de dos áreas productoras de fresa (1. Valle de Maravatío, n= 30; 2. Valle Zamora-Jacona, n=32) en Michoacán, México. A) Distribución de la sensibilidad de micelio a Iprodiona, B) distribución de la sensibilidad de conidios a iprodiona, C) Distribución de la sensibilidad de micelio a metil-tiofanato, y D) Distribución de la sensibilidad de conidios a metil-tiofanato. En cada figura se muestra el valor-p y el estadístico de prueba de Kolmogorov-Smirnov para dos dos muestras independientes. 

Debido a la forma bimodal del histograma, se realizó un análisis basado en micelio para ambas áreas de muestreo por separado. La distribución de la sensibilidad a micelio de aislados del Valle de Maravatío fue dispersa (Figura 2C) con valores de CE50 que variaron de 0.11 to > 2000 µg mL-1 con una mediana de 3.11 µg mL-1. La distribución no fue normal, aun después de la eliminación de valores atípicos y después de la transformación a log10. La distribución de los aislados del Valle de Zamora-Jacona también fue dispersa con valores CE50 variando de 0.82 to > 2000 µg mL-1 con una mediana de 2000 µg mL-1 sin ajustar a la distribución normal después de la transformación de log10.

La distribución de valores conidiales CE50, considerando los aislados de las áreas de muestreo, varió de 0.01 a más que 2000 µg mL-1 con una mediana de 2.01 µg mL-1. En el Valle de Maravatío, la distribución varió de 0.02 a 892 µg mL-1 con un mediana de 1.13 µg mL-1, mientras en el Valle de Zamora-Jacona, los valores fueron más dispersos, en un rango de 0.01 a 2000 µg mL-1 con una mediana de 9.7 µg mL-1, el cual fue 9 veces más que la mediana de la CE50 de los aislados del Valle de Maravatío. En ambas pruebas de conidios y micelio, los valores de la CE50 de los aislados del Valle de Zamora-Jacona excedieron los de los aislados del Valle de Maravatío.

Los datos indican un alto nivel de resistencia de B. cinerea a metil-tiofanato en ambas áreas productoras de fresa, pero esta resistencia fue significativamente más alta en los aislados del Valle de Zamora-Jacona que en los aislados del Valle de Maravatío. En ambas áreas es común el uso de fungicidas benzimidazoles, especialmente tiabendazol, benomil y metil-tiofanato basado en el calendario.

Estudios que definen la línea base de sensibilidad de micelio en B. cinerea mostraron que aislados con valores de CE50 superiores a 50 µg mL-1 son resistentes (Luck and Guilling, 1995; LaMondia and Douglas, 1997; Yourman and Jeffers, 1999). Con base en este criterio, 81% de los aislados del Valle de Zamora-Jacona fueron resistentes, mientras 34 % de los aislados del Valle de Maravatío terminaron en esta categoría. Con una dosis discriminatoria de 50 µg mL-1, Mercier et al. (2010) encontraron que 92 % de los aislados fueron resistentes a metil-tiofanato en campos de fresa en Oxnard, California. Basado en estudios de elongación del tubo germinativo en conidios, Weber y Hahn (2011) consideraron que los aislados fueron moderadamente resistentes con un CE50 de 4.67 a 16.1 µg mL-1 y resistentes con un CE50 mayores a 28 µg mL-1. Fernández-Ortuño and Shnabel (2012), aplicaron una dosis discriminatoria de 100 µg mL-1, y encontraron que 85 % de aislados de fresa de Carolina Sur fueron resistentes a tiofanato-metil, similar a los resultados de nuestro estudio. Todos los aislados caracterizados por Fernández-Ortuño y Shnabel (2012) como resistentes, expresaron la mutación puntual de E198A (cambio de alanina a glutamato en la posición 198).

Los fungicidas Benzimidazoles tienen un mayor efecto en crecimiento de micelio que en la germinación conidial, asociadas con la distorsión de tubos germinativos, el cual es un indicador de la disrupción de microtúbulos celulares (Davidse and Ishii, 1995; Leroux, 2007). Es probable que estas mutaciones tengan amplia distribución en ambas áreas examinadas en México, pero aún no se han realizado estudios de genotipificación.

Nuestros datos revelan la existencia de poblaciones de B. cinerea resistentes a fungicidas dicarboximidas y benzimidazoles en dos de las áreas más importantes para la producción de fresa en México, tienen condiciones socioeconómicas y tecnológicas contrastantes. Los datos de estudios de sensibilidad en ambas áreas de muestreo indicaron que los aislados del Valle de Zamora-Jacona tuvieron la frecuencia de resistencia más alta a ambas fungicidas, en especial a metil-tiofanato.

Conclusiones

La resistencia de B. cinerea a metil-tiofanato e iprodiona se distribuye ampliamente en las áreas productoras de fresa en Michoacán, con diferencias en sensibilidad entre los aislados de ambos áreas: la sensibilidad fue más marcada con el fungicida metil-tiofanato. Según lo mostrado por los analisis separados de dos áreas de estudio, los aislados del Valle Zamora-Jacona fueron más resistentes que los del Valle de Maravatio. Los resultados contribuirán a la creación de programas de manejo integrado del moho gris de la fresa y servir como base para implementar estrategias anti-resistencia para los fungicidas dicarboximidas y benzimidazole

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Recibido: Febrero de 2016; Aprobado: Octubre de 2016

*Author for correspondence: rebollaralviter@gmail.com

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